Tomo 15 – Resolución 199/14-Fs.29. En la ciudad de Reconquista, a los 01 días de Julio de 2014, se reúnen los Jueces de esta Cámara, Dres. María Eugenia Chapero, Aldo Pedro Casella y Carlos A. Corti para resolver el recurso interpuesto contra la resolución dictada por el señor Juez de Primera Instancia en lo Laboral de Reconquista, Santa Fe, en los autos: “PITTAU, JUAN CARLOS c/ MARQUEZ, RAÚL y/u otros y/o q.r.j.r. s/ LABORAL” Expte. N° 143, AÑO 2008. Acto seguido el Tribunal establece el orden de votación conforme con el estudio de autos: Chapero, Casella y Corti y se plantean las siguientes cuestiones: PRIMERA: Es nula la sentencia apelada? SEGUNDA: Es justa la sentencia apelada? TERCERA: Que pronunciamiento corresponde dictar? A la primera cuestión la Dra. Chapero dice: No habiendo sido sostenido en esta instancia el Recurso de Nulidad interpuesto y no advirtiendo vicios procedimentales que hagan necesario su tratamiento en forma oficiosa voto por la negativa. A la misma cuestión, el Dr. Casella vota en igual sentido. A la misma cuestión, el Dr. Corti se abstiene de votar de acuerdo al art. 26 de la LOPJ. A la segunda cuestión, la Dra. Chapero dijo: 1.-La sentencia del juez aquo (fs. 116 a 118) rechaza la demanda por considerar que negada una relación laboral, ello pone a cago del accionante el aportar prueba sobre la efectiva relación y el actor no acreditó lo dicho en su escrito de demanda. 2.- Ambas partes se alzan contra el pronunciamiento, la actora lo hace en forma total y la demandada en forma parcial en lo que respecta al rechazo de una tacha y la imposición de costas por el mismo. La parte actora expresa sus agravios (fs. 129 a 131), los cuales consisten en su disconformidad con: 1) La errónea aplicación de la regla del onus probandi efectuada por el anterior al soslayar apreciar que por efecto de la admisión de la prestación de tareas en el carácter de “changas” se corre la carga de la prueba en cabeza de la excepcionante quien debe acreditar que la prestación de servicios lo fue en tal carácter (art. 23 L.C.T.). 2) La valoración de la prueba realizada por parte del juez aquo, quien según la quejosa yerra en la valoración de la aptitud probatoria de los testigos aportados a la causa, quienes según el recurrente demuestran la naturaleza laboral de la relación habida entre las partes. Por último y como corolario de lo anterior se queja por la imposición de costas por el injusto rechazo de la demanda. A su turno, el demandado contesta dichos agravios (fs. 132 a 136), abogando por la confirmación en su totalidad de la sentencia en crisis, a la vez que desiste del recurso de apelación parcial interpuesto a fs. 119. 3. Con la contestación de agravios y consentida la providencia de pase al Tribunal, el proceso quedó concluído para definitiva. 4. Correlacionados los agravios, el material probatorio aportado, la normativa aplicable y la sentencia en recurso, arribo a la conclusión que si bien no ha sido correcta la aplicación de las reglas del onus probandi efectuada por el anterior, sin embargo la inversión de la carga de la prueba para imponerla en cabeza del accionado tal como corresponde en supuestos como el de autos, no conlleva tampoco a modificar el rechazo de la demanda resuelto por el anterior. En puridad, se advierte que el juez aquo impone la carga probatoria al accionante porque parte de la falsa premisa consistente en la absoluta negativa de la relación laboral por parte del demandado, cuando en realidad éste si bien rechaza el carácter laboral de la misma reconoce sin embargo la prestación de “changas” por haber cortado el pasto en algunas ocasiones en su taller mecánico. Así, y en el análisis de la eficacia probatoria de los testigos aportados por cada parte, debo manifestar que si bien son creíbles los testimonios aportados por la parte demandada para acreditar el carácter no laboral de los servicios del actor a favor del demandado, son elocuentes en tal sentido los propios testigos aportados por el actor en torno al carácter de “changarín” de Pittau. Así, entre los primeros, está el testigo Cavanagh (fs. 71) el cual manifestando ser cliente del taller mecánico del demandado relata no haber visto nunca al actor como ayudante de Marquez, el testigo Cian (fs. 72) que es contundente en torno a las tareas de jardinería que realizaba el actor no sólo para el demandado sino para el mismo testigo, relatando a tal fin la modalidad de la prestación “…el va, pasa por el negocio donde trabajo y nos corta el pasto, ahí hará 3 o 4 años que hace ese trabajo. El va cualquier día, también va a la casa de mi hermana. La rotisería es de mi hermana que está en Lucas Funes esquina Rivadavia…”, y por último el testimonio de Ferreyra (fs. 71 vto.) y de Armango (fs. 72 vto.) quienes además de corroborar lo manifestado por Cavanagh en relación a no haber visto nunca al actor en el taller de Marquez, relatan conocer a Pittau por desempeñarse en “changas” –jardinería, cuidado de pileta- a favor de otras personas, como lo son Audicord y el gimnasio Alto Soeil. Pero más allá de tales testimonios verosímiles, lo peculiar en el sub-lite es que tal como lo esbozé ut supra- los testigos aportados por el propio accionante lejos de acreditar los hechos denunciados en su escrito introductorio consistentes en que se desempeñó en las tareas de mecánico –en el marco de la actividad profesional regida por S.M.A.T.A.- durante 5 años en el taller del demandado, en una jornada de trabajo completa, por el contrario corroboran el carácter de “changarín” del accionante. En tal sentido, son contundentes las manifestaciones de Araujo (fs. 56) quien en relación al trabajo de Pittau para Marquez, dice conocerlo por comentarios del primero –es decir es un “testigo de oídas” sin eficacia probatoria y cuando se le pregunta si Pittau tenía otro tipo de empleo en ese período en que éste le contaba que trabajaba en un taller, afirma que “…era changarín, peón de albañil, esas cosas…” y similar o mayor elocuencia detenta el testimonio de Carbonel (fs. 56 vto.), quien es demoledor para la postura del actor respondiendo a la pregunta sobre si sabe que actividades realizaba Pittau afirma que “… hace changas, limpia, corta pasto…”. Por último el testigo Ocampo mina su propia aptitud probatoria aseverando un hecho que no se condice con la realidad de autos, como es que 6 meses antes de la declaración vio a Pittau trabajando en el taller cuando éste mismo denuncia el fin de la relación a finales de 2004 –aunque el telegrama fue en marzo de 2005. Por último cabe señalar que es errada la interpretación que pretende el recurrente del art. 55 L.C.T. ya que el juego presuncional en contra del empleador se activa una vez que ha sido acreditada la relación laboral, lo cual al no haberse efectuado en autos, implica la inoperatividad en el sub-lite de tal artículo protectorio. En suma, las razones expuestas me convencen que los agravios no alcanzan a conmover el fallo aquo, por lo que he de proponer al Acuerdo que se confirme en todas sus partes el decisorio alzado. Voto por la afirmativa. A la misma cuestión, el Dr. Casella vota en igual sentido. A la misma cuestión, el Dr. Corti se abstiene de votar de acuerdo al art. 26 de la LOPJ. A la tercera cuestión, la Dra. Chapero dijo: Que atento al resultado precedente, corresponde adoptar la siguiente resolución: 1) Desestimar el Recurso de Nulidad. 2) Tener por desistido el Recurso de Apelación parcial interpuesto por el demandado. 3) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte actora confirmando la sentencia alzada, conforme Considerando. 4) Regular los honorarios profesionales de Segunda Instancia de los letrados actuantes en el 50% de la regulación firme de Primera Instancia. A la misma cuestión, el Dr. Casella vota en igual sentido. A la misma cuestión, el Dr. Corti se abstiene de votar de acuerdo al art. 26 de la LOPJ. Por ello, la CAMARA DE APELACION EN LO CIVIL, COMERCIAL Y LABORAL DE LA CUARTA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL RESUELVE: 1) Desestimar el Recurso de Nulidad. 2) Tener por desistido el Recurso de Apelación parcial interpuesto por el demandado. 3) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte actora confirmando la sentencia alzada, conforme Considerando. 4) Regular los honorarios profesionales de Segunda Instancia de los letrados actuantes en el 50% de la regulación firme de Primera Instancia. Regístrese, notifíquese y bajen.