“Derechos humanos: libertad y dignidad”

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COLEGIO RAFAEL URIBE URIBE
“Buscamos la calidad con amor y exigencia”
GUÍA DE SOCIALES
GRADO DÉCIMO - TERCER BIMESTRE
“Derechos humanos: libertad y dignidad”
PROPÓSITO AFECTIVO:
Establecer la importancia de los derechos humanos, su historia y su relación con el proceso de Independencia de
nuestro país
ACTIVIDAD 1. INTRODUCCIÓN
Primero. El video le permitirá recordar al estudiante, lo visto en grados inferiores en la asignatura de
Democracia. Verlo en https://www.youtube.com/watch?v=5QURzx5m-hI
Segundo. El ejercicio consiste en elaborar un glosario con las palabras que se
consideren primordiales dentro del tema, relacionando cada palabra con un
hecho real actual.
Tercero. Responder por medio de un dibujo, qué relación tienen los conceptos
DERECHO e INDEPENDENCIA.
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ACTIVIDAD 2. LA DIGNIDAD HUMANA EN LA HISTORIA
Primero. Leer atentamente el cuento. “EL REY INDIGNO”
Había una vez un rey rico y poderoso, dotado de gran inteligencia, y aún mayor soberbia. Tal era su orgullo,
que nadie le parecía un rival digno para disfrutar de su afición favorita, el ajedrez, e hizo correr la voz de que
daría la décima parte de sus riquezas a quien mostrara tener la dignidad suficiente. En cambio, si el rey no lo
consideraba digno, sería decapitado de inmediato.
Muchos arriesgaron sus vidas desafiando al orgulloso rey. Fueran ricos o pobres, torpes o inteligentes, el rey los
encontraba siempre indignos, pues o no eran sabios jugadores, o no podían rivalizar con su poder. Con el
tiempo, desaparecieron los temerarios rivales, y el rey comprobó satisfecho que no había en la tierra nadie
digno de enfrentarse a él.
Años después, un pobre mendigo se acercó a palacio con la intención de
jugar contra el rey. De nada sirvieron las palabras de aquellos con
quienes se cruzó, que trataban de evitarle una muerte segura, y
consiguió llegar al rey, quien al ver su harapiento aspecto no podía creer
que a aquel hombre se le hubiera pasado por la cabeza ser un digno rival
suyo.
- ¿Qué te hace pensar que eres digno de enfrentarte a mí, esclavo?- dijo
el rey irritado, haciendo llamar al verdugo.
- Que te perdono lo que vas a hacer. ¿Serías tú capaz de hacer eso?respondió tranquilo el mendigo.
El rey quedó paralizado. Nunca hubiera esperado algo así, y cuanto más
lo pensaba, más sentido tenía las palabras de aquel hombre. Si le
condenaba a muerte, el mendigo tendría razón, y resultaría más digno
que él mismo por su capacidad para perdonar; pero si no lo hacía, habría
salido con vida, y todos sabrían que era un digno adversario... Sin haber
movido una ficha, se supo perdedor de la partida.
- ¿Cómo es posible que me hayas derrotado sin jugar? Juegue o no juegue contigo, todos verán mi indignidad.dijo el rey abatido.
- Os equivocáis, señor. Todos conocen ya vuestra infamia, pues no son las personas las indignas, sino sus
obras. Durante años habéis demostrado con vuestras acciones cuán infame e injusto llegasteis a ser tratando
de juzgar la dignidad de los hombres a vuestro antojo.
El rey comprendió su deshonra, y arrepentido de sus crímenes y su soberbia, miró al mendigo a los ojos. Vio
tanta sabiduría y dignidad en ellos, que sin decir palabra le entregó su corona, y cambiando sus vestidos, lo
convirtió en rey. Envuelto en los harapos de aquel hombre, y con los ojos llenos de lágrimas, su última orden
como rey fue ser encerrado para siempre en la mazmorra más profunda, como pago por todas sus injusticias.
Pero el nuevo rey mostró ser tan justo y tan sabio, que sólo unos pocos años después liberó al anterior rey de
su castigo, pues su arrepentimiento sincero resultó el mejor acompañamiento para su gran inteligencia, y de sus
manos surgieron las mejores leyes para el sufrido reino.
Pedro Pablo Sacristán
Segundo. Después de la lectura, responder:
1. ¿Qué es la dignidad?
2. ¿Cómo podríamos juzgar que alguien o algo pueda ser digno o
indigno?
3. ¿Conoces casos en los cuales se ha puesto en riesgo la dignidad
de la persona?
4. Menciona cinco casos históricos de violaciones a la dignidad
5. Realiza un graffiti en el cuaderno en el que realices una defensa de
la dignidad.
PROPÓSITO COGNITIVO:
Reconocer el desarrollo histórico de los DDHH, así como los mecanismos e instituciones que los protegen.
Comprender los aspectos inherentes de los DDHH
ACTIVIDAD 3. TRES GENERACIONES DE DERECHOS HUMANOS
Hablar de las tres generaciones de los derechos humanos nos remite a Estrasburgo, Francia, concretamente al
Instituto Internacional de Derechos Humanos. Allí en 1979, el jurista checo Karel Vasak propuso el término
después de por lo menos dos años de estudio de los derechos humanos en relación a los valores y la
legislación europeos. La Dra. Magdalena Aguilar Cuevas presenta esta división, por medio de sencillos mapas
mentales, que se muestran a continuación:
Trabajo en grupo
1. Realizar una cartelera que presente de manera sencilla la división de
los derechos humanos en tres generaciones.
2. Investigar, cuales son los derechos que pertenecen a cada una de las
generaciones.
3. Según lo anteriormente expuesto y el fruto de tu investigación, realiza
un dibujo por cada una de las generaciones, teniendo en cuenta sus
objetivos.
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ACTIVIDAD 4. DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS
ANALISIS CRÍTICO Y DE CONTEXTO
¿Por qué votaré SÍ en el Plebiscito de la paz?
„Esta es la salida más adecuada de la violencia y la guerra‟
Por: Horacio Duque, articulo de las 2 orillas
Votaré por el SÍ en el plebiscito de la paz porque su
derrota sería una demencial regresión histórica que
destruiría la esperanza de una nación.
No me digo mentiras. Sé muy bien qué cosas se lograran
con el Plebiscito de la paz que se convocará
próximamente para refrendar un Acuerdo final del
gobierno con las Farc para poner fin al conflicto armado.
No se acabara el neoliberalismo, ni se hará una reforma
agraria completa, ni se hará una revolución socialista, ni
se nacionalizarán los bancos, menos se expropiará a los
grandes cacaos del capital. Tampoco se establecerá un
gobierno de los trabajadores; menos se establecerá una democracia popular o se la dará empleo a todo el
mundo; ni siquiera se podrá parar el calentamiento global y obviamente no se acabará la maldad humana ni con
los borrachos responsables de los tremendos accidentes en la vía pública. Aunque muchas de esas cosas me
parecen urgentes, no voy a votar por el SI en el Plebiscito para que se den acciones que no se pueden tomar
en estos momentos y con la actual correlación de fuerzas; pero tampoco voy a dejar de votar SI porque no se
vayan a lograr; o porque no se alcancen todas ni siquiera en el caso de una correlación de fuerzas más
favorable.
Voy a votar por el SI a la paz y la vida en el Plebiscito porque es la salida más adecuada de la violencia y la
guerra.
Lo más radical que se puede hacer con el lenguaje es mentir. Lo más radical que se puede hacer con los
recursos públicos es robar. Lo más radical que se puede hacer con un ser humano es quitarle la vida. Lo más
radical que se puede hacer con una nación es destruir su salud y educación. Lo más radical que se puede
hacer con los principios es pronunciar su nombre en vano. Uribe Vélez y la ultraderecha que representa ha sido
el autor de los falsos positivos, ha mentido, ha robado, ha desahuciado y ha pronunciado en vano no sólo el
nombre de su propio dios, que no es el mío, sino también los nombres de la Democracia, la Justicia, los
Derechos Humanos, el Bien Común y Colombia, que sí son de todos.
Los acuerdos de paz logrados en materia agraria, sobre democracia ampliada, víctimas, justicia, sobre las
mujeres y los niños y sobre el desminado, es lo menos radical y lo más ajustado a la defensa de los bienes
colectivos de 50 millones de seres humanos diezmados por la guerra y la violencia. Es lo único que puede parar
la radicalidad rampante, política y económica, que se quiere imponer como regla en el mundo y en nuestra
nación.
Voy a votar por el SÍ a la paz y a la vida en el Plebiscito porque defiendo la democracia y el Estado de Derecho,
la división de poderes, la libertad de expresión y de prensa, la libertad sexual, la igualdad de género, el derecho
al voto para todos, el imperio de la ley, el orden frente al mercado, la estabilidad frente a las reformas laborales,
la normalidad frente a los recortes, la seguridad frente al ESMAD, la belleza frente a la corrupción de la
mermelada y la Guajira, el realismo de Santos frente a la violencia de Uribe, el pragmatismo frente a la utopía
de los ricos, la vida frente al gamonal, el error y la vacilación frente al tino infame de los mercados financieros.
Voy a votar Sí a la paz y a la vida en agradecimiento. En agradecimiento por los consensos conseguidos entre
el gobierno y las Farc, que no son de “izquierda” ni de “derecha”; en agradecimiento por parar la feroz violencia
entre guerrilleros y soldados; en agradecimiento por la esperanza dada a los campesinos; en agradecimiento
por los derechos reconocidos a los movimientos sociales; en agradecimiento por las víctimas, las mujeres y los
niños; en agradecimiento por la esperanza suscitada en millones; en agradecimiento, en definitiva, por haber
regresado la historia al tiempo.
Voy a votar Sí a la paz por equilibrio, por democracia y por gratitud.
Voy a votar el SÍ, con ilusión, a sabiendas de que, como mucho de lo
acordado no se va a cumplir, me desilusionare. Me desilusionare
seguro y, cuando ocurra lo diré. Pero ese es el orden: primero
ilusionarse, luego desilusionarse. Habrá que desilusionarse. Pero
para desilusionarse primero hay que ilusionarse. Quiero votar el SI
ilusionado; tontamente, ridículamente ilusionado. Una victoria vencerá
muy poco pero derrotará tanto que habrá que echar las campanas al
vuelo y los sombreros al aire y el núcleo irradiador al viento.
Ilusionémonos. No me gustan los ilusos. Pero tampoco me gustan los
vivos que se reservan siempre un as negro en la manga, los que se
avergüenzan de compartir pasiones y miran la fiesta por la cerradura o los que, conscientes de que acabarán
desilusionándose, se ponen ya a cubierto, solemnes y autorizados, del inevitable, oracular y cuñadísimo “ya te
lo decía yo”. Respetemos la secuencia. Votemos con ilusión y luego negociemos, razonemos, vigilemos y
critiquemos con la cabeza fría y los principios enhiestos.
Votemos el SÍ a la paz y la vida. Votemos por moderación, democracia y gratitud. Votemos la paz con ilusión
porque es, de hecho, lo único que todavía pueden desilusionarnos.
Lo que significaría el triunfo del NO uribista.
No nos engañemos. Sin reservas, sin matices, sin paliativos, un triunfo del No uribista a la paz en el Plebiscito
sería una catástrofe. No es una catástrofe para Santos o las Farc que han realizado un trabajo encomiable en
La Mesa de diálogos en los últimos 60 meses.
Sería una catástrofe para Colombia, para América Latina y –no exageramos– para el mundo entero. Lo diré
muchas veces y no lo hago porque me haya vuelto de derechas o moderado. Nada de eso. Es doloroso
realismo. La historia no es siempre más larga que la vida; hay veces en que la escala histórica es más corta que
el curso de una biografía; más corta que un curso escolar; más corta que una primavera.
Hay que ser muy despistado para no inscribir una eventual victoria del NO uribista en un contexto mundial
particularmente adverso, célere y explosivo: una América Latina en retroceso, un Oriente Próximo en llamas,
una Europa y un Estados Unidos en descomposición que se desplazan a todo vapor hacia la ultraderecha.
Sería un error interpretar esta deriva autoritaria en Colombia como la locura de un megalómano y, menos aún,
como el resultado inexorable -por fin desenmascarado- de la estrategia del fascismo criollo. Una derrota de la
paz habría que inscribirla al mismo tiempo en el nivel local, en el regional y en el global.
En el local, inseparable de los otros dos, un triunfo del
No, que no hay que descartar, significaría el
restablecimiento de la guerra antiterrorista y los “falsos
positivos”, provisionalmente suspendidos o aliviados en
los primeros años del gobierno de Santos. En términos
regionales, significa el cierre definitivo del ciclo de
cambios iniciado en 1999 con la revolución bolivariana.
En cuanto a la dimensión global, el retorno
ultraderechista se ajustaría a esa ola contrarevolucionaria -o de revolución negativa- que se
extiende por todas partes y que no excluye ningún
continente y ningún país.
En Colombia se impondría nuevamente el más crudo
autoritarismo, tipo Estatuto de Seguridad y Seguridad
Democrática, y ello en el marco de una contra-revolución global (o revolución negativa) que está
desmantelando muy deprisa las esperanzas nacidas en 1999.
En un sector de la izquierda muy infantil (trotskistas, maoístas y de ex magistrados lunáticos), de escritorio y
mal informado, existe la tendencia a descalificar los Acuerdos de paz de La Habana porque no son
“socialistas”. Pero tampoco han sido socialistas los procesos chavista, el ecuatoriano, el kichnerista y el lulista, y
también han sido derrotados. Y lo mismo pasó en con el M11 de España y en Ocupy Wall Street y hasta
Sanders es derrotado en EEUU en favor del radicalismo derechista de Clinton y Trump. En pocos años el
retroceso ha sido brutal; tanto más brutal cuanto más parecía en 1999 que íbamos a emprender un gran salto
adelante contra el neoliberalismo capitalista y en favor de la democracia global.
La contrarrevolución política, como el ser de Aristóteles, se expresa de muchas maneras. Es Uribe acá, PP en
España, Le Pen en Francia, Erdogan en Turquía, Al-Sisi en Egipto, Al-Asad en Siria, PVV en Holanda, UKIP en
Inglaterra, FPÖ en Austria, Macri en Argentina, Temer en Brasil etc. La batalla contra esas degradaciones
políticas la vamos perdiendo, igual que la lucha de clases y por las mismas razones, pero sustituir un esquema
campista ideológico, ya periclitado sobre el terreno, por uno cultural igualmente inválido sólo servirá, como
quiere la contra-revolución en marcha, para que aceptemos ceder derechos y libertades en nombre de
alineamientos identitarios, culturales y tribales. El radicalismo derechista de Macri o Temer puede adoptar una
forma budista o laica. Sin embargo, es el conservadurismo
social mayoritario el que legitima estas peligrosas derivas.
Derechización institucional y populismo conservador van
ganando terreno en todas partes y los enfrentamientos
geoestratégicos, cada vez más volátiles y cruzados, no
deberían engañarnos sobre lo que realmente está en juego.
La tarea sigue siendo la misma que hace 15 años, hoy quizás
un poco más difícil: hay que democratizar los
conservadurismos sociales que atrapan a la multitud. El
triunfo de Uribe y del No en el Plebiscito sería una pésima
noticia para todos los que luchamos por la plenitud de la
democracia.
El triunfo de la paz en el contexto descrito no será una
revolución, por lo demás imposible: será un modesto dique a
partir del cual se podrá revertir la tendencia rampante en
nuestro sociedad y en la región.
Todo lo que no sea sumar votos para el SÍ a la paz será un
fracaso estrepitoso, no en términos numéricos sino políticos e
históricos.
Colombia tiene una oportunidad para frenar el precipicio y la puede perder. La historia a veces es más corta
que la vida. Lo que falta ahora es tiempo.
Después de la lectura de este artículo de opinión, responder:
1. ¿Qué papel juega la democracia en el contexto presentado?
2. ¿Qué tiene que ver el discurso de los derechos humanos en el contexto que se
plasma en el artículo?
3. ¿Qué arbitrariedades se podrían cometer contra los derechos humanos según la
situación descrita en el texto?
4. ¿Podría usted contra argumentar el texto desde los DDHH y el concepto de
democracia?
PROPÓSITO EXPRESIVO:
Identificar algunos procesos políticos Latinos que desencadenaron violaciones a los DDHH.
Promover los DDHH a nivel personal.
ACTIVIDAD 5. VIOLACIONES Y PROMOCIÒN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Cine foro:
Milagros Inesperados 1999, de Frank Darabont, el trato en el corredor de la muerte, en Estados Unidos.
SINOPSIS.
The Green Mile (conocida como La milla verde en España, y Milagros
inesperados en Hispanoamérica) es una película estadounidense de
1999, escrita, producida y dirigida por Frank Darabont e interpretada por
Tom Hanks, Michael Clarke Duncan, David Morse, Barry Pepper, James
Cromwell, Doug Hutchison, Michael Jeter, Bonnie Hunt, Eve Brent,
Harry Dean Stanton, Sam Rockwell, Jeffrey DeMunn y Dabbs Greer en
los papeles principales. Está basada en la novela de Stephen King (The
Green Mile) publicada en español con el título El pasillo de la muerte.
Fuente: Wikipedia
La película trata varios temas de violaciones a derechos humanos, la actividad comenzará extrayendo de ella
estos casos, mediante un pequeño foro en el aula (la película puede ser trabajo en casa, por tiempo); luego el
docente asignará a cada grupo de estudiantes uno de los casos y ellos investigaran hechos reales y cercanos
similares al asignado. La actividad culmina con la socialización y debate de los casos investigados, logrando
generar una sensibilización a la promoción urgente de los derechos humanos.
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