Sombro y Colmillo

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Sombro
y
Colmillo
Era casi el invierno, las hojas casi todas se habían caído de los árboles Era una
mañana hermosa fuera del tronco de árbol donde la tribu de murciélagos permanecía por
los pocos días hasta que ellos emigraran al sur. Sombro, el más débil de todos los
murciélagos se preparaba para su primer largo vuelo a Hibernaculem, la cueva donde
ellos estarían hibernando para el largo y nevoso invierno. Sombro no podía dormir. El
estaba tan entusiasmado acerca del viaje al sur y que él iba de nuevo a ver a su padre. El
apenas podía recordar a lo que él se parecía porque la última vez que él le había visto su
padre, era después de que se había caído de una rama y se había caído frente a un búho
que casi lo había comido. El fue rasguñado antes de que el búho se diera cuenta de que él
tenía no carne en él porque él era tan pequeño. El trató de hacer pasar los próximos días
lo más rápidamente posible.
Hoy era el día en que ellos estarían saliendo para la cueva y donde vería a su
padre de nuevo. Su madre le dijo que después que empezaran el viaje, ella le diría lo más
precisamente posible la trayectoria que ellos estarían siguiendo. Sombro estaba
preparado a irse y estaba ansioso de mostrar a sus amigos que él podría hacer el viaje sin
tener que permanecer atrás y que descansar. El tomó un vuelo de práctica alrededor de
algunos ramas de árboles. El se posó perfectamente en la rama. Sombro estaba tan
orgulloso que había podido hacer esto tan rápidamente y elegantemente porque
últimamente, él había tenido problemas. Su madre casi lo hizo subir en su espalda y tuvo
que aguantar. Qué desconcierto había sido para él. Él ya se imaginaba volando más
rápido que el peleón que siempre se burlaba de él. El intentaba volar alrededor de las
ramas y entonces trató de hacer un círculo en el aire. El intentó e intentó hasta que él
finalmente lo pudiera hacer.
Sombro ya estaba cansado cuando la tempestad empezó a subir. El trataba de
mantener su ritmo pero vaciló, hacia atrás. Repentinamente, empezó a llover hacia abajo
muy duramente. Las ráfagas grandes de viento empezaron a soplar. Los vientos se
calmaron y entonces él oyó el grito de peleón: "¡Hahaha! ¡Mírenlo! ¡El apenas puede
levantar las alas! ¡Hahaha!" Viendo esto, Sombro apresurando tan rápidamente como él
pudiera realizó un círculo en el aire, pero acabó directamente al suelo. Entonces una gran
ráfaga lo empujó lejos del grupo. El estaba ahora cerca de las aguas donde habían volado
antes. En la confusión, él vio un barco que navegaba no muy lejos. El bajó lentamente y
se posó en la plataforma. El se arrastró dentro de la cabaña principal por un hoyo
pequeño y entonces se durmió inmediatamente. El barco se adelantó constantemente a la
costa opuesta, una isla, para evitar lo peor de la tempestad.
Lentamente y dolorosamente, Sombro se despertó y se puso de pie. El se dio
cuenta de que había ningún otro murciélago en la vista y que él estaba al lado de una
ciudad. ¿ Dónde estaba él ? ¿ Dónde estaba su tribu ? ¿ Había continuado realmente su
madre el vuelo sin él, o todos lo buscaban ? El se imaginó que todos escatimaban su
nombre, que trataban de encontrarlo. Este lo hizo sentirse mejor y siguió llamando
esperando que ellos quizás lo oyeran. Unos minutos más tarde, un murciélago muy viejo
voló fuera de un árbol y vino se posó cerca de él.
- ¡Hola! ¿Está perdido
usted? Oí que usted
llamaba, que usted estaba
aquí y quise asegurarme
que ningún humano lo
encontraría porque oí que
ellos encierran los
murciélago en acuarios.
- ¡ Ellos hacen eso ! ¿ Me podría ayudar usted a encontrar el camino de esta isla porque
no quiero ser unas de sus víctimas?
- Como usted ve, soy demasiado viejo traerlo completamente a través del mar, pero yo le
puedo mostrar una manera de usar una corriente aérea que le ayudará le a cruzar esta
distancia. Sígame.
El viejo murciélago voló en el aire hasta que él alcanzara una zona donde el
viento soplaba más fuerte y él deseó a Sombro buena suerte para encontrar su familia y el
resto de su tribu. Su viaje a través del mar era difícil y muy fastidioso a causa de su
pequeño tamaño. El tuvo también bastante miedo ya que una gaviota se abatió
viciosamente a atacarle e intentó matarlo. La gaviota persiguió Sombro y le obligó a
dejar el corriente aérea y bajar. La gaviota casi consiguió matar a Sombro un par de
veces, pero él fue capaz de evitar la muerte cada vez. Después de un rato, la gaviota
renunció y con mucho esfuerzo, Sombro llegó alcanzar la corriente aérea y gracias a ella
pudo cruzar el mar sin morir de agotamiento. Cuándo él alcanzó el otro lado del mar, él
comió algunos insectos y se durmió por largas horas.
El se despertó sintiéndose al día siguiente mejor y listo para continuar su viaje
hacia la cueva y para encontrar también a su madre y a su familia. El se dirigió hacia el
sur porque él sabía que eso era la dirección que ellos iban a tomar y él utilizó la luna para
orientarse. El voló durante mucho tiempo y entonces él vio un grupo de murciélagos,
salvo que ellos eran de una especie diferente. Ellos eran levemente más grandes que él
era y ellos tenían unas alas más grandes que él . El les preguntó donde esta cueva era
porque él estaba perdido. Ellos no sabían nada de ninguna cueva llamada Hibernaculem,
pero ellos sabían que muchos murciélagos se encontraban alrededor de una torre en una
ciudad grande. El mantuvo volar hasta que él viera una ciudad y entonces él se paró
antes de la torre grande.
Colmillo, un enorme vampiro murciélago, había sido encerrado en un acuario de
vidrio por una semana ahora y él no planeaba permanecer aquí otro día. El esperaba
escaparse hoy, ya que había encontrado un medio. Por encima de él, había un tubo que
conducía afuera de una ciudad grande y la única cosa que no permitía a Colmillo de
llegar allí eran las barras de metal que cerraban el acuario. Colmillo había planeado todo
esto; tan pronto cuando el científico salió, él comenzó a escaparse del acuario. Era
difícil empujar hacia abajo las barras de metal, aún más para un murciélago de su
tamaño. Una vez que consiguió deshacerse de las barras de metal tan silenciosamente
que pudiera, él subió la abertura y se encontró con un ventilador y más barras. El logró
escaparse, pero en el proceso, él perdió la parte izquierda de su oreja. Colmillo se había
escapado de su prisión y respiraba aire fresco con una boca que esperaba comer carne
muy pronto.
Colmillo estiró sus alas y se preparó para atacar a un grupo de palomas sentadas
en un banco. Ellos comían los trozos que quedaban de un bocadillo. Colmillo voló hacia
abajo con una agilidad asombrosa y tomó a una entre sus garras como un búho. El trajo
la paloma a una cima de un techo donde él satisfació su hambre . De repente, él decidió
dormirse cuando, de repente, él vio otro murciélago volando por el aire de la medianoche.
El estaba bastante satisfecho, porque él no había comido de murciélago en mucho tiempo.
El se preparó para otro ataque cuando el pequeño murciélago desapareció fuera de su
vista como un sueño. Bastante enojado de haber perdido el murciélago, él se preparó una
vez más para dormir. El oyó un ruido a una distancia pequeña por detrás de su cabeza y
como él dio la vuelta, él vio el pequeño murciélago tratar de cavar un agujero en el techo
de cemento. Este pequeño murciélago parecía pensar que el cemento no era más duro que
la tierra. Comillo se escondió rápidamente y entonces se acercó con la intención matarlo.
Cuándo él se acercó, él se dio cuenta de que era verdaderamente un pequeño murciélago
perdido que miraba muy disgustado. Colmillo había aprendido de experiencias pasadas
que murciélagos como éstos son generalmente una buena manera de encontrar a los
padres o a veces aún a una tribu de murciélago como eso significaría mucha comida por
muchos días. Con esto en su mente, él se acercó al pequeño murciélago e hizo la mejor
impresión que él podía.
-Hola pequeño niño.
- Buenos día señor.
¿ -Veo que usted está perdido, yo le puedo ayudar a encontrar a su familia?
¿ -Cómo usted sabe que estoy perdido? Mi tribu ha seguido su viaje sin mí ya que me
perdí en una tempestad. ¿Sabe usted donde ellos se fueron?
-Depende. ¿Son muchos en su tribu o apenas unos pocos?
-Creo acerca de mil murciélago en mi tribu, pero en ellos permanecen en su mayor parte
en Hibernaculem donde intento dirigirme en este momento.
-Sí, pienso ser capaz de ayudarlo a encontrar a Hibernaculem.
\Colmillo averiguó que el nombre del murciélago era Sombro y él decidió que valía la
pena encontrar esta cueva de Hibernaculem. Los dos "compañeros" decidieron que sería
mejor encontrar un lugar para dormir en un árbol cómodo y empezar el largo vuelo la
próxima noche.
¡Cuándo Sombro se despertó la noche siguiente, él descubrió que ese Colmillo no
estaba allí, él lo había abandonado! El se desanimó y se sintió aún más deprimido, porque
él pensaba que ellos serían buenos amigos y lo que realmente lo ponía triste era el hecho
de que le parecía que él era abandonado por todos. Después de llorar por unos quince
minutos, Colmillo regresó y se posó diestramente en la rama del árbol. El parecía
bastante inquieto que ese Sombro se había despertado mientras que él estaba lejos. El
trató de calmar al niño perdido, porque él estaba ansioso acerca de la salida y sobre todo,
él odiaba el ruido el que pequeño murciélago hacía cuando lloraba. Cuándo Sombro
finalmente se calmó, él llegó a ser curioso como el joven murciélago era . El empezó a
preguntar donde Colmillo había sido todo este tiempo y porque tenía una gota de sangre
fresca todavía en su labio. El murciélago explicó todo esto en la mejor manera que él
pudiera. El empezó diciendo que él se había ido para obtener algo que comer, pero
cuando Sombro vio la gota de sangre se forzó en cambiar su cuento. El entonces dijo que
él verdaderamente l protegería de los búhos grandes que iban a tratar de comerlos. El
explicó que la razón que él no le había dicho esto en primer lugar era porque él no quería
espantarlo.
Antes de empezar este viaje, Sombro sugirió que ellos quizás comieran muchos
alimentos en caso de que ellos no encontraran cualquier alimento en camino. El pequeño
murciélago fue y trató de atrapar y comer bichos que eran su fuente normal de nutrición.
Colmillo se forzó a ir por allí y comer bichos con Sombro para que no pareciera que él lo
ayudaba a llegar allí para que él pudiera comer su tribu. El primer bicho que él agarró en
la boca fue inmediatamente comido. Una vez que ellos habían terminado de comer, ellos
empezaron a volar tan rápidamente como ellos pudieron para avanzar lo máximo. Había
un problema aunque, Sombro era tan lento respecto a Colmillo que era muy duro
recorrer grandes distancias cada noche como Colmillo había planeado. Un búho intentó
atacarlos e Colmillo los salvó Esto asombró a Sombro porque él nunca hubiera pensado
que cualquier murciélago podría matar a un búho. Poco después decidieron dormirse.
Sombro se despertó un poco después de lo normal la noche siguiente. ¡El echó una
mirada alrededor y entonces se dio cuenta de que Colmillo se había ido otra vez! El se
elevó en el cielo de la medianoche con comodidad, pero con él no pudo encontrar
Colmillo en ninguna parte. El se sintió completamente abandonado, parece que todos lo
abandonaban y bastante espantado, él se posó en una rama y empezó a llorar. El se sentó
allí durante 20 minutos antes que él finalmente se levantara. Entonces, él voleo alrededor
y terminó su búsqueda. Finalmente decidió continuar su búsqueda de su madre de su
familia. A este punto, él estaba bastante seguro que su madre y la tribu habían llegado a
Hibernaculem, así que él decidió que él trataría de encontrar esta cueva. Esto no sería tan
fácil sin la ayuda de otro murciélago. El se lanzó sobre un ritmo medio como no cansarse
tan rápidamente y entonces, entre los árboles y arbustos, él vio a su amigo, Colmillo. El
era tan emocionado que él sentía muy alegre, pero en lugar él decidió que él lo
sorprendería. El voló hacia abajo a una rama, se escondió y entonces, él se dio cuenta de
que Colmillo comía algo. El voló hacia abajo aún más cerca e incluso más callado para
poder ver exactamente lo que él comía. ¡El comía a otro murciélago! Tantas cosas se
apresuraron en la cabeza de Sombro que él no supo que hacer primero. Su primer
instinto fue volar tan rápidamente como él podía, y eso es lo que él hizo. Pero él no hizo
éso muy calladamente y provocó un caos imaginable en esa parte del bosque. Colmillo
saltó instantáneamente de pies y voló directamente hacia arriba para ver lo que hacía
tanto ruido. El no vio nada, pero él decidió que sería mejor volver y verificar si Sombro
estaba siempre durmiendo.
Cuándo Colmillo llegó allí, Sombro se había ido ya. Entonces él empezó a
entender lo que había sucedido y donde el ruido venía. Era Sombro que se había
despertado más temprano que él había planeado y había ido a buscarlo y entonces lo
había visto comiendo un murciélago. El echó una mirada alrededor en las ramitas rotas y
siguió el rastro como un perro de caza. El se fue de nuevo al lugar donde él había comido
el murciélago. Entonces él siguió las hojas rasgadas y las ramitas rotas en el cielo abierto
de la noche. El entonces voló tan rápidamente como él pudiera esperando que él
alcanzaría a Sombro antes que él alcanzara Hibernaculem. Era todavía un vuelo largo, así
que él estaba preocupado, especialmente desde que él era casi tres veces más grande que
Sombro. Colmillo tenía que destruir a Sombro porque él tenía una idea buena de donde la
cueva de Hibernaculem estaba y necesitaba planear un ataque sin que Sombro
interferiera.
Sombro se determinó a alcanzar la cueva sin parar aunque él sabía que era imposible,
especialmente en su condición. El ya empezaba a sentirse cansado. El sabía que Colmillo
probablemente ya había descubierto que él se había ido y que él probablemente ya se
había dado cuenta de que él era un carnívoro murciélago. El ni pensó en comer otro
murciélago y él se sentía enfermo cada vez que él pensaba en Colmillo comiendo carne
de murciélago. ¡ Qué repugnante ! A lo lejos, las montañas comenzaron a perfilarse.
Completamente agotado, él decidió dormirse en un árbol y descansar allí hasta que la
próxima noche viniera. Cuando él se preparaba para dormir, su estómago le hizo sentir
que no había comido desde hace mucho tiempo. El empezó a volar y a buscar algunos
bichos, pero él pudo solamente encontrar una polilla, así que solamente comió eso. El
odiaba esa comida, pero su hambre era tan gran que él no tenía otra elección. Después de
esto, él se durmió
Sombro se despertó la noche siguiente muy temprano e inmediatamente empezó su
vuelo. Cuando él se levantaba en el aire, todos sus huesos empezaron a dolerle e
inmediatamente y a causa de esto, él fue forzado a volar en un ritmo moderado. El voló
por siete horas enteras antes de descansar y comer. El era tan asustado que Colmillo
alcanzara la cueva antes de él que siguió su viaje más rápidamente. ¡El se cansó casi
inmediatamente y entonces él vio un milagro, una casa! El se acercó cuidadosamente y
entonces sorprendido, se dio cuenta de que la casa estaba repleta de murciélago. El voló
adentro y no fue saludando tan amablemente como él pensara. Ellos le dijeron que los
humanos les habían encarcelados para mostrar que ellos tenían poderes especiales. Ellos
le permitieron que él permaneciera con ellos por poco tiempo pero no querían que los
humanos le hicieran prisionero a él también. Sombro se marchó y alcanzó la orilla de la
montaña. Hibernaculem se dijo quizá estaba del otro lado. El casi lo había hecho. El
decidió quedarse aquí por la noche . Sombro estaba muy cerca y solamente tenía que
volar solamente treinta minutos para llegar a la cueva. Si lo hubiera sabido, él hubiera
volado allí directamente. Sombro se despertó temprano la próxima mañana porque hacía
tanto frío ya a él no le gusta volar con esas temperaturas bajas. El vio que uno de los
murciélago estaba ya despertado y le dijo gracias por su hospitalidad y para permitirle de
tener un lugar tibio para dormir. El pensó que sin eso quizás se hubiera congela por todo
el viento frío había soplado durante la noche. El estaba feliz de sentirse tan relajado y él
figuró que él quizás alcanzaría Hibernaculem en poco tiempo. El haría cualquier cosa
para alcanzarla.
Colmillo decidió también seguir su vuelo temprano por la mañana, pero se
despertó media hora después de Sombro. Sin saber esto, Colmillo pensó que él quizás le
sorprendería al murciélago mientras que estaba durmiendo. El lo buscó por todas partes
pero renunció eventualmente cuando él vio una casa. El pensó que quizá Sombro se había
quedado en esta casa. Cuándo él la alcanzó, él tocó a la puerta. Colmillo estaba de un
humor destructivo y los mató a casi todos en un par de minutos. Sólo dos o tres se
escaparon, pero ellos eran bastante pequeños y él figuró que ellos no serían capaces de
sobrevivir en esos vientos duros y temperaturas heladas. Estos murciélagos lucharon más
ferozmente que otros y se rompió la oreja antes de matarlos a todos. Como recompensa,
había podido así demostrar lo poderoso que él era. Entonces él se marchó y voló hacia
arriba en un ritmo rápido determinado a matar a Sombro.
Sombro pronto empezó a oír el sonido de anillos de metal debajo de él mezclados
al viento. El ruido de los anillos de metal no venía de otra dirección, sino que lo seguía.
Esto lo asustaba mucho, especialmente desde que el ruido se hiciera más y más fuerte. A
través de la niebla, él vio su peor pesadilla, “Colmillo”. La boca llena de sangre, Colmillo
no se pararía para nada ahora que él estaba tan cerca de poder finalmente matarlo. Ellos
estaban casi por encima de la montaña donde una tempestad con nubes negras se
preparaba. Colmillo estaba detrás de él y trataba de agarrarlo por el cuello con sus
dientes. Sombro perdió un pedacito de ala en la lucha. Sombro lo sintió apenas tan grande
era su furor. Colmillo estaba en una posición perfecta para matar a Sombro y estaba a
punto de conseguirlo cuando oyó de repente un destello grande. Era un cerrojo de
relámpago atraído por el metal que Colmillo tenía en una de sus alas. Este le golpeó y
Colmillo frió en unos segundos. Sombro no supo esto y voló esperando que Colmillo lo
hubiera perdido otra vez. El voló otro diez minutos antes que él se diera cuenta de lo que
acababa de suceder.
Sombro voló sólo un par de minutos antes de llegar a Hibernaculem y fue saludado por
sus padres y su tribu entera. Su madre era muy emocionada de verlo ya que ella pensaba
que él había muerto en esa tempestad hace mucho tiempo. Ella le preguntó lo que le
había sucedido a la ala y Sombro le dijo que era un largo cuento. Todos se fueron
adentro y Sombro les contó sus aventuras con Colmillo. Entonces él les contó todo lo que
le había ocurrido con Colmillo. Todo los murciélago celebraron el regreso del héroe que
les había salvado de ese malo murciélago vampiro con un enorme banquete. Todos
fueron impresionados lo bien que Sombro podía volar ahora . Sombro era probablemente
el más feliz murciélago del mundo en ese momento porque él había encontrado su tribu y
lo que es más importante a su familia. Sombro se despertó temprano la mañana siguiente
porque hacía tanto frío afuera y él no estaba acostumbrado a tales temperaturas bajas.
Voló afuera y se prometió a sí mismo de nunca ser separado otra vez de su familia.
EL FIN
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