BIOGRAFIA BERTHA INES FERNANDEZ [email protected] FREDDY GONZALEZ [email protected] PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Asignatura PEDAGOGIA DEL CUERPO Santiago de Cali 2011 BERTHA INES FERNANDEZ GRISALES (1969 – 2011) Maestra normalista y realiza estudios de licenciatura en lengua castellana y literatura, soy recordada con alegría por mi familia y alumnos. Nací un 10 de Abril de 1969 en la ciudad de Cali, desde muy niña desarrollo un gran interés por los niños. Toda la vida la paso en el Barrio Ciudad Córdoba, mis padres son: Elías Fernández Montaño y Bertha Inés Grisales Ramírez, la segunda de cuatro hermanos. Me case con el visitador médico Luis Hernando Valencia, originario de la ciudad de Cali y tuve un hijo, Santiago Valencia, estudiante de primer grado en el colegio “San Francisco de Asís”. A los 6 años jugando con una amiga saltando por encima de unos tubos, resbalé y caí de una altura máxima de 2mts, recibí un fuerte golpe en la cabeza, desde ese momento empezó mi triste historia, por el golpe recibido empecé a sufrir de ataques epilépticos, la vida poco a poco se me convertía en un caos, pues ya no podía jugar con mis amigos porque en cualquier momento me daba el ataque y me iba desplomando, perdiendo el sentido, la angustia de mi madre era infinita, la nostalgia invadía los corazones de amigos y familiares, esta situación afecto mucho mi vida, la zozobra en el colegio, la falta de tolerancia del profesor de segundo grado llamado Fernando Bedoya dejo mucho que decir como docente, era poco comprensivo, lo único que hacía era castigar y criticar, de esa manera le fui cogiendo miedo y pereza al estudio, hasta el punto de no querer volver a la escuela, era tanto el temor que le tenía al profesor que en varias ocasiones me orinaba en los pantalones y un compañero se hizo popo; la vida se fue tornando gris y sin esperanzas a tan corta edad; un día cansada de tanta represión, tome la decisión de no volver al colegio, pero mis padres no conformes con mi situación, rechazaron de plano la decisión, argumentando que no podía quedarme sin estudio, que tenía que luchar contra las adversidades; seguí estudiando pero mi aprendizaje era lento pues la enfermedad que había adquirido no permitía avanzar, La incertidumbre volvió a nuestras vidas, cuando el especialista “neurólogo” le dijo a mis padres que no podía estudiar y que tenía que guardar mucho reposo, también les comento que cuando cumpliera 7 años y no había superado los ataques producidos por el golpe quedaría sufriendo de ellos para toda la vida, la angustia era frecuente en mi vida en mi cuerpo y en cada uno de los movimientos restringidos por aquella enfermedad. Cuando cumplí los 7 años de edad, todos eran a la expectativa hasta yo misma, pasaba el tiempo y todos pendientes de mi situación, gracias a Dios cumplí los 8 años de edad y nunca más me volvieron a dar los ataques, esto quiere decir que la etapa del tratamiento fue un éxito. Estas situaciones me dejaron marcadas para toda la vida, debido que no hubo una niñez y un desarrollo normal, la amargura se prolongaba al acordarme de la situación vivida en la escuela, la falta de comprensión de mi profesor de segundo grado, el atraso en el desarrollo de las actividades académicas pero aun así mi cuerpo nunca me abandono siempre estuvo conmigo de ahí puedo afirmar que el cuerpo es instrumento, pero sin ser solamente mi instrumento, porque en muchas ocasiones me sentí como un muñeco que todo el mundo manipulaba sin tener en cuenta mi opinión ni mis sentimientos, todo era conforme a lo que opinaran los adultos, ellos tomaban las decisiones por mí. Mis padres al ver que no avanzaba en la escuela por la desmotivación decidieron cambiarme de institución llamada “Carlos Holguín Sardi”. Ahí encontré cariño, buen acompañamiento en el proceso de enseñanza, aprendizaje y mucho calor humano. Lo que no había en la otra escuela; como olvidar al profesor Gustavo Duque, él me recibió muy bien, me motivo y gracias a Dios., les debo los avances que obtuve en la básica primaria, cuando Salí de 5º. De primaria, nadie lo creía. Saber que aquella niña tan enferma, había superado todos los obstáculos que se me presentaron a tan corta edad, por eso manifiesto que yo soy mi cuerpo, porque es un factor esencial e imprescindible de mi ser personal, subjetivamente corporal con la realidad y por lo tanto, con una misma experiencia.