Arrebatos CARNALES

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LA INQUISICIÓN
ISABEL “LA CATÓLICA” Y TORQUEMADA
-Hija mía –le dice el monje dejando a un lado sus habituales sermones
de moral- hija mía, la Providencia la destina a ser grande, según el sentir
mundano. Sobre sus hombros pesarán un día tantas responsabilidades y
tantos honores que su alma estará en grave peligro….
Siguióse un largo silencio…
-Es preciso que haga usted ante Dios una promesa de la que depende la
grandeza de Castilla y la salvación de su alma. Nuestra nación está infectada
de descreídos, de judíos, que niegas sacrílegamente la venida del Salvador,
de moros y de impíos. Es preciso que toda esa realea impía desaparezca.
Júreme ante ese Cristo que está ahí, bañado en la sangre que derramó por
nosotros, júreme que perseguirá usted por la espada y por el fuego a todos
los descreídos, y a todos los renegados, a los relapsos, y a los herejes, a los
promovedores de desórdenes y a los locos que pretenden criticar los misterios
de nuestra santa Religión.
Isabel frunció las cejas y palideció ligeramente…
-Jure. No tiene usted derecho a regatear a Cristo la parte que él reclama.
Bastante tiempo ha sido ya deshonrado y escarnecido… Es preciso barrer las
impurezas, mandar al fuego las inmundicias. Jure, lo exige la salvación de su
alma; lo exige la grandeza de castilla; lo exige la gloria de Dios….
-Juro que si subo al trono de Castilla he de perseguir por la espada y por
el fuego a todos los descreídos y a todos los renegados, a los relapsos y a
los herejes, a los promovedores de desórdenes y a los l ocos que pretendan
juzgar los misterios de nuestra santa Religión…
A esa misma hora deletreaban en la mayor inocencia las sílabas del santo
Torá… Los mahometanos hacían sus abluciones rituales… Los discípulos de
Averroes platicaban sobre los misterios del mundo y comentaban los últimos
discursos de Pedro de Osma. Ni una sombra pasó por sus espíritus mientras
se deslizaba aquel instante que el tiempo se llevaba en su torbellino.1
Una vez en el poder, Isabel mandó erigir el Santo Oficio de la Inquisición
Española, poniéndolo en manos de su fraile confesor.
“Torquemada, pues, hizo en España durante los diez y ocho años de su
ministerio inquisitorial diez mil doscientas veinte víctimas que murieron en
llamas; seis mil ochocientas sesenta que hizo quemar en efigie por muerte
o ausencia de la persona, y noventa y siete mil trescientas veintiuna que
castigó con infamia, confiscación de bienes, cárcel perpetua e inhabilidad
para empleos con título de penitencia; todas las cuales tres clases componen
ciento catorce mil cuatrocientas unas familias perdidas para siempre.”2
Visiblemente, “esta Inquisición favorecía mucho más el absolutismo político
que la pureza del dogma”.3
EL TRIBUNAL
Organización
La Inquisición fue una institución extremadamente bien ordenada y
dispuesta. Su más concienzudo historiador, el norteamericano Henry Charles
Lea, nada proclive a elogiarla, reconoció sin ambages la perfección de su
organización.4
A la cabeza de toda la red de tribunales figuraba un organismo, el Consejo de
la General y Suprema Inquisición (o, según era más conocido, la Suprema), que
formaba parte de la estructura de la administración central de la monarquía.
Las tareas de gobierno de ésta se realizaban a través de unas corporaciones,
los llamados Consejos, que o bien tenían una competencia territorial definida
(Castilla, Aragón, Indias, Italia, etcétera), o bien la tenían de carácter material,
es decir, en función de un tipo de materias o asuntos para todos los territorios
del Estado. El hecho de que los tribunales del Santo Oficio dependieran de
1
Marguerite Jouve, Torquemada, Gran Inquisidor de España, Ed. Ercilla, p. 18-19. “...Siendo
cofessor de la Reyna (fray Tomás de Torquemada)...la conjuro en nombre d nuestro Señor, q quado Dios
ensalcasse en la dignidad real, boluiesse por su gloria y hora: y de tal manera madasse proceder contra el
delito de heregia, q aquello se tuuiesse por el mas principal negocio de su estado real”. Con este conjuro
pudo fácilmente el terrible fraile obtener de Isabel... la temprana promesa de que, cuando ascendiese
al trono, se consagraría á la extirpación de la heregía para gloria de Dios y exaltación de la fe católica.
Proclamada soberana Isabel en 1474, no olvidó su religiosa promesa, y cuatro años después, con anuencia
de su esposo, solicitó del Papa Sixto IV una bula para la introducción del Santo Oficio den Castilla, bula
que se expidió sin ninguna dilación con fecha 1o de noviembre de 1478”. García, 1990:22
2
Llorente, 1981, I: 213-216
3
Jouve, 1935: 102
4
Escudero, 1985: 8
un órgano de la administración central, muestra a las claras el peculiarismo
de la Inquisición española, que estatalizó aquello que había sido creado para
velar por la ortodoxia. Incluso el hecho mismo de que esa Suprema aparezca
en 1488, diez años después de la bula de Sixto IV, puede dar a entender que
lo que en un principio surgió con fines estrictamente religiosos, fue luego
instrumentalizado al servicio del Estado.5
El poder de la Suprema sobre todo el aparato inquisitorial se vio facilitado por
el absoluto control económico que aquélla ejercía. Al Consejo iban a parar
los ingresos producto de multas y confiscaciones, haciéndose él cargo de los
sueldos de inquisidores y funcionarios, así como de las contribuciones que
hubiera que satisfacer a la Hacienda regia. La tendencia a emanciparse de la
supervisión de la Corona se consolidó durante el reinado de Felipe IV, con lo
que la Inquisición llegó a convertirse, ocasionalmente, en un cuerpo cerrado
que incluso prestó dinero al monarca como si se tratara de una transacción
entre iguales.
Hacia abajo, desde la Suprema a los tribunales inferiores, el control era
total, tanto en lo jurisdiccional como en lo económico. En el siglo XVII la
centralización fue tan extrema que llegó a disponerse, en 1647, que todas las
sentencias debían ser ratificadas por el Consejo antes de la correspondiente
ejecución. Los gastos de los tribunales, a su vez, habrían de estar autorizados
por el poderoso organismo, y ello hasta tal punto que, según sabemos,
necesitando el tribunal de Valencia un reloj en el año antes citado, hubo de
solicitar permiso a la Suprema para adquirirlo; la autorización sólo llegó tres
años más tarde.6
Al fiscal, oficio propio de la Inquisición española y que no había existido
en la medieval, le correspondía la acusación. El receptor se ocupaba del
secuestro de bienes de los procesados. Notarios y secretarios redactaban los
documentos, levantando acta del desarrollo del proceso. La presencia del
médico era requerida antes y después de la práctica del tormento. El capellán
celebraba misa y administraba los sacramentos, ejerciendo sus funciones
más hacia el tribunal que hacia los presos, de ordinario privados de ellos.
Carceleros y alguaciles cumplían con su deber de custodia y de llevar a cabo
tareas ejecutivas de diversa índole.
Todos estos cargos y algún otro, como el de comisario (delegado de los
inquisidores en diversos lugares), constituían lo que podemos llamar
estructura técnica del tribunal.7
5
6
7
Escudero, 1985: 11
Escudero, 1985: 12
Escudero, 1985: 13
Eran los familiares unos servidores o colaboradores laicos del Santo Oficio,
que a cambio de ciertas inmunidades y privilegios, como el de llevar armas,
prestaban su cooperación informando al tribunal, denunciando o deteniendo
a los herejes, o prestando cualquier otro servicio. Su origen se remonta a
la Inquisición medieval, que permitió a los inquisidores rodearse de gentes
armadas, a veces de su propia familia, como garantía de seguridad personal.
En la Inquisición española, las familiaturas fueron codiciosamente apetecidas,
incorporándose a ellas gentes de todos los estratos sociales, en especial de la
nobleza. Requisito necesario fue poder acreditar la limpieza de sangre…8
En los primeros tiempos, tras la instalación del tribunal en un lugar cualquiera,
se pronunciaba un sermón solemne, a cuyo término los inquisidores
anunciaban un tiempo de gracia, de treinta o cuarenta días, durante el cual
quienes se consideraran incursos en herejía podían hacer confesión de sus
errores y reconciliarse con la Iglesia. Con este procedimiento, heredado de
la Inquisición medieval y que ya aparece recogido en las Instrucciones de
1484, los fieles quedaban a salvo de penas graves, estando sólo obligados
a cumplir una penitencia razonable y al pago de una limosna. Si la confesión
espontánea tenía lugar tras el período de gracia, la pena se agravaba con
la confiscación de bienes e, incluso, de existir testimonios adversos, con la
reclusión en la cárcel.
El sistema del edicto de gracia reportó a la Inquisición, en base a las limosnas,
considerables ingresos, facilitando además las confesiones de información
sobre otros herejes. Pese a lo dicho, y pese a que al parecer los plazos
marcados se exigieron con férrea rigidez, aquello resultó bastante tolerable
en relación a lo que iba a venir después. Y lo que vino, desde comienzos
del siglo XVI, fue la sustitución de esos edictos de gracia por los llamados
edictos de fe. Consistía el edicto de fe en una proclamación solemne de
los errores heréticos al uso, lo que prolongó la extensión del edicto al irse
advirtiendo nuevas desviaciones y prácticas heterodoxas, conminando bajo
pena de excomunión tanto a la autodenuncia como a la delación de cualquier
presunto hereje. Transcurrida una semana desde la lectura del edicto, que
solía tener lugar durante la misa del domingo, y agotado ese plazo de pocos
días que se concedía para denunciar, los desobedientes eran requeridos con
la excomunión y otros anatemas.
En el edicto de fe ya no existe período de gracia. Se trata de denunciar la
posible herejía en uno mismo o en los demás: vivos o muertos, extraños,
amigos o parientes. Con ello, la Inquisición asentó en toda regla lo que un
8
Escudero, 1985: 14
autor francés, Bartolomé Bennassar ha llamado pedagogía del miedo.9
Abogado defensor
La acusación difusa e inconcreta podía colocar al reo en una situación dramática.
Porque sucedía a menudo que él no sabía por qué estaba allí, o suponía algo
distinto de lo que se le imputaba, lo que retrasaba el proceso y abría nuevas
pistas a otros complementarios. Cuando se había centrado la acusación real,
la víctima, a quien se hacía recitar oraciones comunes para descubrir si era un
converso ficticio o reciente, podía aceptar los cargos o rechazarlos. Entraba
entonces en juego el abogado defensor -figura inexistente en la Inquisición
romana- con el concurso de los testigos. El abogado era elegido, en principio,
por el reo, pero luego designado por el propio tribunal, lo que, como es
lógico, reportó menos garantías. En cuanto a los testigos, se podía recabar
la asistencia de gentes que informaran favorablemente y también recusar al
denunciante, ya descubierto, y a los testigos que él presentara, en el caso de
que se pudiese probar que entre el reo y ellos existía enemistad manifiesta.
Por lo mismo era posible recusar al juez, aunque ese medio de defensa
raramente se puso en práctica. Tras la ceremonia de ratificación, en la que se
leían a los testigos todas las declaraciones, el reo y su abogado formalizaban la
defensa. Tratándose de dichos o proposiciones heréticas, el abogado apenas
tenía posibilidad de defender lo manifestado en sus propios términos, pues
ello equivalía a situarse él mismo en condición de sospechoso.10
“El tribunal asignaba abogado a los acusados. Sin embargo, eran pocos
abogados los que se atrevían a aceptar (aunque de no hacerlo, incurrían
en sospecha), ya que con frecuencia también acababan perseguidos como
protectores de herejes… No les era permitido hallarse presentes en los
interrogatorios de sus defendidos, ni tampoco enfocar su argumentación hacia
la inocencia… es por esto que para salir de apuros se limitaban a aconsejar
el reconocimiento del delito, en momentos en que su espontaneidad pudiera
ser valorada como atenuante a la hora de la condena.”11
La Tortura
“El interrogatorio a la bruja o hereje debe ser repentino, tratando de tomarlo
desprevenido; de esta manera, asombrado, confesará todo, ya que se creerá
abandonado por el demonio. Si metemos primero al hereje en prisión,
9
10
11
Escudero, 1985: 15
Escudero, 1985: 17
Antin, 1973:62
el demonio tendrá tiempo de decirle qué es lo que debe hacer y decir. En
caso de que el hereje no confiese a pesar de las torturas, habrá que clavarle
instrumentos afilados en las uñas de pies y manos. El lugar de las torturas
debe tener un ambiente de pena y dolor para atemorizar a la víctima, se debe
procurar que estén a la vista toda clase de instrumentos de tortura, cuerdas,
cadenas, grilletes, clavos, martillos, pinzas, ganchos. En fin, todo aquello que
pueda asustar al malvado...”12
La tortura, empleada al término de la fase probatoria del proceso, tenía
lugar cuando el reo entraba en contradicciones o era incongruente con su
declaración, cuando reconocía una acción torpe pero negaba su intención
herética, y cuando realizaba sólo una confesión parcial. En concreto, la
Inquisición hizo uso de tres procedimientos: la garrucha, la toca y el potro.
El primero consistía en sujetar a la víctima los brazos detrás de la espalda,
alzándole desde el suelo con una soga atada a las muñecas, mientras de los
pies pendían las pesas. En tal posición era mantenido durante un tiempo,
agravándose a veces el tormento soltando bruscamente la soga -que colgaba
de una polea- y dejándole caer, con el consiguiente peligro de descoyuntar
las extremidades. Más sofisticada era la tortura del agua, en la que el reo era
subido a una especie de escalera, para luego doblarle sobre sí mismo con la
cabeza más baja que los pies. Situado así, se le inmovilizaba la cabeza para
introducirle por la boca una toca o venda de lino, a la que fluía agua de una
jarra con capacidad para algo más de un litro. La víctima sufría la consiguiente
sensación de ahogo, mientras de vez en cuando le era retirada la toca para
conminarle a confesar. La severidad del castigo se medía por el número de
jarras consumidas, a veces hasta seis u ocho.13
Estas dos formas de tortura, las más primitivas, cayeron luego en desuso y
fueron reemplazadas por el potro, instrumento al que era atada la víctima.
Con la cuerda alrededor de su cuerpo y en las extremidades, el verdugo daba
vueltas a un dispositivo que progresivamente la ceñía, mientras el reo era
advertido de que, de no decir la verdad, proseguiría el tormento dando otra
o varias vueltas más.
La presencia y el control del médico no dejan de ser muy laudables, aunque…
resultara a veces un sarcasmo. (Asimismo) hay que observar que el tormento
se aplicó sin excesivas concesiones a edad ni sexo. Según Llorente, las
personas ancianas debían ser puestas a la vista del tormento (in conspectu
tormentorum) sin ser sometidas a él, aunque se han encontrado algunos
testimonios de septuagenarios que hubieron de afrontar ese trance. En el
otro extremo, nos consta que los niños no se libraron del todo, y así sabemos
12
13
http://www.fortunecity.es/salsa/techno/908/textos2/inquisicion.htm
Escudero, 1985: 18
del caso de Isabel Magdalena, adolescente de trece años, que en Valencia
resistió la tortura y luego fue penitenciada con cien azotes.14
Las confesiones obtenidas durante el tormento no eran válidas por sí mismas
y debían ser ratificadas, fuera de él, en las veinticuatro horas siguientes. El
desarrollo de la tortura era registrado escrupulosamente por los secretarios,
incluyendo los quejidos y exclamaciones proferidas por las víctimas. En verdad
cabe afirmar, como algunos autores han señalado, que lo más impresionante
de la literatura inquisitorial no son los aparatosos relatos de las víctimas ni
los tremendistas comentarios de los autores, sino la sobria e implacable
descripción del escribano que recoge estas dolorosas escenas sin el menor
comentario, con absoluta frialdad y asepsia.15
Las confesiones obtenidas bajo tortura, a diferencia de las obtenidas
libremente durante el interrogatorio, implicaban el fracaso de todos los
esfuerzos para hacer que el acusado jugara el papel de partícipe voluntario
en el procedimiento y, de este modo, legitimar político religioso de la
Inquisición. Comoquiera que el ritual de la aceptación y el arrepentimiento
podía no ser válido sin una fuerte dosis de voluntariedad, el acusado que
confesaba bajo tortura tenía que ser devuelto en un plazo de 24 horas para
confirmar la confesión que había hecho… Por supuesto el acusado podía ser
absuelto, pero la absolución total era más bien rara en la Inquisición, porque
constituía una admisión de que el Tribunal se había equivocado al perseguir
el caso, y dada la sensibilidad de los inquisidores a su honor y reputación, de
ninguna de las maneras deseaban exponerse a tal eventualidad… La simple
suspensión de un caso era mucho más común que la absolución sin reservas…
Los casos suspendidos, además, siempre podían ser abiertos de nuevo si se
presentaban nuevas evidencias.”16
“Si el sospechoso, tras haber sido sometido a las torturas, no confesaba, el
tribunal debía absolverlo. Esta medida de clemencia, no obstante, se limitaba
a los hechos precisos por los cuales había sido torturado. En definitiva, los
jueces podían ‘interrogarlo’, acerca de otros temas. En realidad, era muy difícil
escapar de las garras de los inquisidores. Si el acusado negaba cuanto había
dicho para detener el proceso de las torturas, la declaración de los testigos
adquiría toda su importancia. Así, salvo en el caso de confesión, la condena
no podía ser formulada si las pruebas no eran absolutamente ciertas. Si eran
apartadas tales pruebas, el acusado tenía aun la posibilidad de abjurar de
todos sus errores pasados.”17
14
Escudero, 1985: 19
15
Escudero, 1985: 20
16
“Entre 1478 y 1530, el tribunal de Valencia sólo concedió 12 absoluciones entre 1,862 sentencias.” Haliczer, 1993: 134
17
Sanzioni, 2004: 90
Abjuraciones
“No siempre era posible lograr demostrar la culpabilidad del encausado y se
llegaba solo a indicios o pruebas poco firmes sobre la comisión de un delito.
En esos casos, carentes de argumentos de peso, se obligaba a abjurar de los
errores. Dependiendo de la consistencia de los indicios o pruebas existían dos
clases de Abjuración:
Abjuración de levi: “El tribunal impone al acusado la abjuración de levi cuando
es considerado levemente sospechoso de herejía, y ello ocurre cuando contra
el delatado no hay graves o sólidos indicios de herejía, sino simplemente una
sospecha leve. Pero aun así se le obliga a abjurar de los errores. Si la persona
que abjura de leve sospecha vuelve a incidir en esa herejía o en otra, no
debe ser considerado relapso ni ncastigado como tal, sino simplemente ser
gravemente castigado.”18
Abjuración de vehementi: Cuando no se había podido probar pero existían
fuertes indicios de delito. Implicaba un grado de culapabilidad superior al
anterior. Lo habitual era que el Penitenciado comparecieran en el Auto
de fe con sambenito de media aspa, llevarlo durante uno o dos años,
permanecer encarcelado aproximadamente durante un año, multa dineraria
de pérdida de la mitad de los bienes y destierro por un un tiempo que solía
no ser superior a seis años. En ocasiones eran castigados con azotes (200 los
hombres y 100 las mujeres). Si con el tiempo volvían a a ser juzgados, eran
considerados relapsos y podían ser relajados (pena de muerte).
El acto de la abjuración consistía en que el enjuiciado juraba públicamente
no apartarse de la fe católica, detestar todo tipo de herejía y denunciar a los
que actuasen de palabra o de obra contra la Iglesia católica. A lo largo de la
historia de la Inquisición fueron más habituales las abjuraciones de levi que
las de vehementi.”19
La sentencia
Desde un punto de vista formal, la sentencia, que ponía término al proceso,
adoptó dos modalidades: con méritos y sin méritos. La primera consistía en
una exposición detallada de los errores y delitos del reo, mientras la segunda
se limitaba a exponer el carácter y naturaleza de la falta, siguiendo a ambas
la resolución correspondiente. Algunas sentencias con méritos alcanzaron
legendaria extensión. Tal fue el caso de la que concluyó la causa abierta a una
18
Fernández, María, La sentencia inquisitorial, Complutense, 2000: 171
19
Bernat, Gabriel, La Inquisición Española (1478-1813), Miami, Diciembre 2002 en:
http://www.gabrielbernat.es/espana/inquisicion/index.html
famosa beata, Magdalena de la Cruz, cuya lectura en Córdoba, el 13 de mayo
de 1546, se inició a las seis de la mañana y concluyó a las cuatro de la tarde.
La sentencia podía ser absolutoria y condenatoria.
Las sentencias condenatorias daban lugar a que el reo fuera penitenciado,
reconciliado o quemado en la hoguera. Los penitenciarios debían abjurar
de sus errores, abjuración que era llamada de levi en los casos de menor
importancia, y de vehementi en los más graves. Ante una cruz y con la mano
puesta sobre los evangelios, el reo juraba acatar la fe católica. Si la falta
había sido leve, aceptaba ya entonces, para el caso de una recaída futura,
ser declarado impenitente con las penas oportunas. Si la falta había sido
grave, se daba por enterado de que, caso de reincidir en ello, sería declarado
relapso con el consiguiente castigo en la hoguera… De ordinario, las penas
fueron regladas y fijas, consistiendo fundamentalmente en el sambenito, los
azotes, el encarcelamiento, las galeras y la ejecución en la hoguera.20
Penas
“Inocencio IV, que había autorizado el uso de las torturas, ordenó en 1251
que no se impusieran penas graves sin la autorización de los obispos.”21
“Finalmente, hemos de precisar que las penas pecuniarias fueron autorizadas
por Inocencio IV, hasta el año de 1251, para aquellos casos en que no podía ser
impuesta ninguna otra sanción, y se advirtió el ‘rescate’ de algunos castigos
mediante las ‘limosnas’. Así las personas imposibilitadas para cumplir los
peregrinajes decretados por los tribunales, podían hacer a cambio donativos
al Santo Oficio o a las instituciones benéficas. Los señores y los prelados
opusieron a ello grandes problemas de atribución”22
El sambenito, o saco bendito, era un hábito penitencial cuyo uso arranca
de la Inquisición medieval. Debían llevarlo los que comparecían en el auto de
fe, siendo entonces negro con algunos dibujos -llamas, demonios- alusivos a
la suerte que amenazaba al condenado. Cuando el sambenito era impuesto
como pena, era amarillo con la cruz de San Andrés bordada en la espalda y en
el pecho. En los primeros tiempos se castigó a llevar el sambenito de por vida,
pero luego las sentencias solían equiparar la obligatoriedad de su uso con el
tiempo de reclusión -era el castigo a cárcel y hábito- o bien, imponían llevarlo
en la vida cotidiana durante un cierto período, lo que acarreaba el escarnio y
mofa de los vecinos. Quitárselo entonces constituía una falta grave.
20
21
22
Escudero, 1985: 21
Sanzioni, 2004: 90
Sanzioni, 2004: 93
El uso del sambenito no sólo fue un castigo para la víctima, sino también
para su familia e incluso para sus descendientes. Y ello porque se introdujo
la costumbre de ordenar que los sambenitos de los penitenciados fueran
colgados en las catedrales, y luego también en las iglesias parroquiales, lo que
perpetuaba la infamia de la familia. Incluso cuando las ropas se deterioraban,
eran reemplazadas por paños donde figuraba el nombre, linaje, crimen
y castigo del culpable… una de las obligaciones del inquisidor al visitar su
distrito era precisamente comprobar que todos los sambenitos estaban en su
sitio y que se encontraban en estado de perfecto reconocimiento.
El castigo de los azotes, que tenía que ver con el uso ascético de las disciplinas
en la Iglesia, fue muy corriente y tuvo carácter público. Los penitenciados,
subidos en asnos y desnudos hasta la cintura, recorrían las calles con una
capucha en la cabeza donde constaba su delito, mientras el verdugo iba
propinando los azotes con la penca o látigo de cuero. Lo normal era recibir
doscientos azotes, acompañados, como es de suponer, por las burlas
y escarnio del pueblo. Ni la edad ni el sexo impidieron la práctica de este
castigo, que cayó en desuso ya en el siglo XVIII, aunque a veces se practicó el
mero desfile vejatorio sin el correctivo corporal.23
La cárcel fue también una pena muy común, oscilando el tiempo de reclusión
entre unos meses y toda la vida… Desde mediados del siglo XVI se impuso el
sistema de los establecimientos permanentes, conocidos como casas de la
penitencia o de la misericordia, donde debió imperar una cierta laxitud. Ya
antes, la Suprema había tolerado que los indigentes encarcelados pudieran
salir a mendigar, llevando el sambenito, para regresar por la noche bajo pena
de ser declarados relapsos.24
La condena a galeras fue peculiar de la Inquisición española, fruto de su
carácter mixto eclesiástico-estatal, y vino a aliviar la necesidad de hombres
en las flotas.
Muchas veces la sentencia establecía un determinado período de reclusión,
cuyos primeros años debían, ser cumplidos en galeras, lo que motivaba,
transcurrido ese plazo, la reclamación del tribunal y el consiguiente forcejeo
con quienes no se querían desprender de los remeros. El servicio en galeras
era de notable dureza y dejó de emplearse a mediados del siglo XVIII. Para
las mujeres, el castigo equivalente fue el trabajo en hospitales y casas de
corrección.
Por último, la pena de muerte. El castigo máximo estaba reservado a los herejes
no arrepentidos y a los relapsos, esto es, a los reincidentes en materia grave.
23
24
Escudero, 1985: 22
Escudero, 1985: 22
Si en esa hora final se negaban a reconciliarse con la Iglesia eran quemados
vivos. Quienes lo hacían recibían el mejor trato de ser estrangulados por
medio del garrote, entregándose luego el cadáver a las llamas. La ejecución
correspondía a las autoridades seculares, a quienes la Inquisición relajaba o
entregaba las víctimas. Si éstas habían fallecido antes o habían conseguido
huir, se procedía a la quema en efigie, es decir, a que las llamas exterminaran
una imagen simbólica de la persona desaparecida.25
…No había transcurrido mucho tiempo cuando el Santo Oficio lo había
invadido todo, convirtiéndose en una institución omnipresente a la que
veremos perseguir tanto a un bígamo como al arzobispo primado de España,
prohibir un folleto extravagante o censurar El Quijote, vigilar a una beata de
pueblo o seguir los pasos de fray Luis de León, enfrentarse con un blasfemo
de taberna o con un ilustrado jansenista, encausar al que había fornicado o al
que era tildado de masón.26
La Inquisición no tenía en principio nada que decir respecto a la fornicación
cometida por hombre y mujer. Cabía sin embargo suponer, ya partir de ello
debía procederse a la oportuna averiguación, si fornicaban por creer que
no había pecado en la unión carnal, lo que evidentemente contradecía un
mandamiento cristiano. O en otro supuesto: la Inquisición no tenía misión
específica para ocuparse de la blasfemia, que era un delito y un pecado, y
como tal objeto de la jurisdicción secular y eclesiástica, pero persiguió a los
blasfemos por si la imprecación torpe respondía a algo que el sujeto creyera.
Con tales presupuestos, es fácil imaginar que el Santo Oficio invadiera los más
heterogéneos aspectos de la conducta humana y ampliara desmesuradamente
sus competencias.27
La flagelación
“Podía constituir la pena principal o sólo una pena accesoria. El condenado,
con los pies descalzos, iba a la iglesia llevando en sus manos un cirio y las
varas que serían empleadas para golpearle. Durante una misa solemne
y generalmente después del sermón, ofrecía las varas al sacerdote, quien
se encargaba de fustigarlo. Acto seguido, participaba en una procesión
que recorría el pueblo, y, una vez más era flagelado en la última estación.
El pecador arrepentido declaraba entonces ante el pueblo reunido haber
merecido tal sanción debido a sus faltas contra la Iglesia.”28
25
26
27
28
Escudero, 1985: 24
Escudero, 1985: 27
Escudero, 1985: 28
Sanzioni, 2004: 94
Presos
Son muy numerosos los casos en que los presos murieron o se volvieron locos
en las cárceles secretas antes o durante el proceso. En los reos, encarcelados
sin conocer el motivo, se creaba un fuerte sentimiento de culpa; se les
conminaba a buscar en su memoria en qué, cuándo y cómo habían actuado
contra la fe, y así el Santo Oficio provocaba su rápida y profunda destrucción
psíquica. A consecuencia de ello, y día tras día, algunos perdían la razón. En
numerosos casos era el mismo personal de la cárcel (el alcaide y su ayudante)
el que informaba a los inquisidores de que tal o cual recluso estaba teniendo
un comportamiento raro.29
Locos
En muchas ocasiones, cuando un preso se volvía loco, lo enviaban al hospital
de orates más próximo o, si no era peligroso, a alguna casa particular. Si no
escandalizaba demasiado, lo dejaban en la cárcel, le confiscaban sus bienes y
aguardaban a que recobrara el juicio para poder aplicarle las penas, ya que,
como había señalado Peña, si bien no se puede ejecutar a un loco, tampoco
se le puede dejar impune.30
En efecto, como lo recuerda el Manual de los Inquisidores: ‘entre las diez
argucias de los herejes para responder sin confesar […], la novena consiste en
simular estupidezo locura’ (Manual, 150). El tema de la locura fingida merece
particular atención. ¿Y si, por una vez, se tratase de un loco auténtico? Para
tener la conciencia limpia, se someterá a tormento al loco, verdadero o falso’
(Manual, 150).31
Autos de fe
Los autos de fe constituían la cara pública del Santo Oficio y tenían como
objeto imponer ciertos códigos de comportamiento ortodoxo sobre el público
tanto como sobre el individuo. Un Manual de inquisidores así lo explica:
29
Hèlené Tropé, “Locura e inquisición en la España del siglo XVII”, Centre de Recherche sur
l’Espagne des XVIe et XVIIe siècles (CRES-LECEMO). Université de la Sorbonne Nouvelle (PARIS
III). UFR d’Etudes Ibériques et latino-américaines. París, 2009
30
Tropé, 2009: 92. “Leonor López, conversa portuguesa procesada en Toledo en 1670, que,
según los médicos, estaba ‘loca, falta de juicio, por sequedad del cerebro demasiado caliente’. Estaba furiosa, lanzaba palos y piedras por la ventana, llegando al punto de herir al hijo de otro preso. Éste y otros
testimoniaron que la rea era una ‘loca rematada’, que alborotaba con sus gritos no sólo a toda la cárcel
sino incluso al barrio entero.” Tropé, 2009: 93
31
Tropé, 2009:95
Hay que recordar que la finalidad primera de los procesos y de la
condena a muerte no es salvar el alma del acusado sino procurar el
bien público y aterrorizar a la gente.32
“Los autos de fe eran las manifestaciones más grandiosas del poder del Santo
Oficio. En los autos generales se decretaba un día de fiesta, con la asistencia
obligatoria de prácticamente toda la población local, y la participación activa
de todos los oficiales religiosos tanto como seculares de la colonia…33 Era la
ceremonia que acompañaba la celebración del juicio de la Inquisición, y estaba
seguida por la ejecución de las sentencias por las autoridades seculares…
Primero había la llamada procesión de la Cruz Verde, el lema del santo
Oficio, donde participaban los frailes, los oficiales reales y los reos. Después
había la presentación pública de los reos, quienes tenían la oportunidad de
“reconciliarse” o sea de confesar sus errores y recibir el perdón y un castigo
(que incluía desde las penas espirituales –como oraciones, misas y limosnashasta la imposición de llevar el sambenito, la confiscación de bienes, los
castigos corporales, las multas y el destierro). En caso de negar a confesarse
o arrepentirse, o si el reo había reincidido en la herejía, el penitente era
“relajado”, o entregado a las autoridades seculares para ser quemado en
una de las hogueras… Es de notar que los religiosos nunca participaron
directamente en las hogueras, sino que entregaron a los reos “relajados” a la
justicia secular.34
La mayoría de los reos no recibieron la muerte por haberse mostrado
cooperativos con las autoridades inquisitoriales.35
No se llegaba celebrar jamás el auto de fe sin haber procurado por largo tiempo
su conversión a la unidad católica por cuantos medios sugería la prudencia
humana. Teniéndole bien asegurado en la cárcel, se permitía y aun procuraba
que le visitasen sus parientes, amigos y paisanos; los sacerdotes y cuantos
tuvieran opinión de sabios: el obispo mismo y el inquisidor lo exhortaban.
Aunque manifestara el reo en su pertinacia deseos de ser quemado cuanto
antes (lo cual era frecuente porque tales hombres creían mártires), no por
eso el inquisidor condescendía jamás; antes bien multiplicaba los medios de
suavidad y dulzura, dejando a un lado la ira, y procurando hacerle creer que
si se convertía evitaría la muerte, puesto que no era relapso. Y con efecto,
si se verificaba si llegar el día del auto de fe, se convertía la pena capital en
cárcel perpetua.
32
33
34
35
Bouvier, 1999: 71
Bouvier, 1999: 68
Bouvier, 1999: 69
Bouvier, 1999: 70
No bastando estas diligencias para su conversión, se anunciaba el auto de
fe de manera que lo supiesen todos los habitantes de la comarca, para que
pudiesen concurrir; se preparaba en la plaza el tablado; se leía la relación de
crímenes, predicaba el inquisidor; el reo era entregado a la justicia secular, que
lo hacía conducir a la hoguera ya preparada fuera del pueblo, y se le echaba
vivo en llamas, habiéndose antes pronunciado la sentencia de condenación a
esta pena, conforme a las leyes civiles.
Cuando el infeliz hereje era relapso, aunque se arrepintiese, sufría la pena
de muerte, pero no la del fuego, porque después de confesado y comulgado,
como hemos dicho, se le quitaba la vida por mano del verdugo, y su cadáver
era quemado.36
En el juramento de lealtad a la Inquisición que tenían que hacer todos los
presentes en la proclamación anual del Edicto de la Fe, al público en general
se le inculcaba la gravedad de oponer cualquier resistencia equiparando a
“los obstructores del Santo Oficio” con los herejes.37
“A comienzos del siglo XVI, en toda sede de obispado y puerto de mar había
ya un comisario de la Inquisición, siempre eclesiástico, y cuatro familiares.”38
Funcionarios
Es de notar que el Santo Oficio de un extremo a otro del escalafón, no escogía
a sus miembros más que entre familias de sangre pura, es decir, familias que
no contaban en su ascendencia ni un solo judío, aunque fuera converso, ni
un moro.39
LA “CONQUISTA ESPIRITUAL”
Se estableció un verdadero ejército religioso, pertrechado en fortalezasmonasterios, o “castillos fortificados de monjes”, que transformo, a lo largo
del tiempo y con metódica paciencia, las estructuras físicas y mentales del
imperio conquistado. Desde un principio se elimino cualquier testimonio del
decir religioso anterior, bajo el escudo de las Sagradas Escrituras: “Infandorum
enim idolorum cultura omnis mali causa est et initium et finis”; “Pues el culto
de los abominables ídolos, es principio, causa y fin de todo mal” (Sabiduría,
14, 27).40
36
37
38
39
40
Llorente, 1981, I: 112
Haliczer, 1993: 43
Lewin, 1960: 38
Jouve, 1935: 84-85
Arturo S. Dávila, “¿Conquista espiritual o satanización del panteón aztekatl?”, en Revista de
Fray Pedro de Gante, pariente de Carlos V, primer religioso que llegó a México,
junto con fray Juan de Tecto y fray Juan de Ayora (quienes murieron en la
expedición de Cortes a las Hibueras) escribe a sus compañeros de Flandes,
en carta fechada el 27 de junio de 1529: “Cada vez que salgo a predicar tengo
sobrado que hacer en destruir ídolos y alzar templos al Dios verdadero”. En
otra carta, dirigida a Carlos V, el 31 de octubre de 1532, vuelve a mencionar
esa doble labor de catequizar y destruir:
…mi oficio ha sido y es enseñarle la doctrina cristiana generalmente
y dársela a entender en su lengua: esto a los principios en Tetzcuco
yTlaxcala; de seis años a esta parte en México y los pueblos
comarcanos y otros pueblos más lejos, visitando y trabajando de
destruir los ídolos e idolatrías.
Esta práctica de destrucción de monumentos y estatuas prehispánicas fue
sistemática y ellos mismos la documentaron. Igualmente, se quemaron
atavíos, vestimentas y adornos que, según los frailes, tenían significación
religiosa y por lo tanto “idolátrica”. La confederación Aztekatl, así como otros
reinados del México antiguo, sufrieron la misma persecución. Los Porepeça
(Tarascos) no se salvaron del celo religioso. Fray Alonso de la Rea dejo
testimonio del fanatismo de fray Martin de la Corunia (uno de “los Doce”) y
de la entrada del evangelio en Mechoacan:
Y asi acabó de asentar el fin del Evangelio y cortó el lazo de la carne
y nudos de los casamientos; con que tuvo lugar para asentar los
preceptos de nuestra ley e introducir la verdadera adoración, y
reprobar la profesión de su falsa secta. Derribando y destruyendo
todos los templos de Tzintzuntzan, a vista de toda la ciudad. Con
que tuvo lugar de coger todos los idolos de oro, plata y otras piedras
preciosas y hacerlas pedazos; y haciendo de ellos un gran montón
los arrojó a la laguna, con el desprecio igual a su falsedad; con que
cayeron en la cuenta todos los concurrentes, pues veían a sus dioses
sepultados en la laguna. Otros juntó en medio de la plaza y los
quemó, para que las cenizas arrebatadas del viento, les diesen en los
ojos y los sacase de su ceguedad y advirtiesen el engaño pasado y la
verdad presente. Quedó con esto la gran ciudad Tzintzuntzan y sus
moradores con la serenidad que suele el cielo después de una gran
tormenta, limpia de las nieblas del error y del engaño de la idolatría
con que el santo fundador levantó iglesias, erigió altares y administró
los Sacramentos, quedando la fe asentada en todo Michoacán y
Jalisco por él.41
Crítica Literaria Latinoamericana, No. 49, Lima-Hanover, 1er semestre de 1999, p. 100
41
Dávila, 1999:100-101. Cita a su vez: Fray Alonso de la Rea, Cr6nica de la Orden de N.
Otro controvertido documento acerca de la destrucción del pasado cultural
mexicano es el de fray Juan de Zumárraga, primer obispo e inquisidor de
México, célebre por su participación –junto con Andrés de Olmos- en el juicio
de las brujas de Navarra, también liamado “el aquelarre de Zagarramurdi”42,
y quien escribió, en carta al Capitulo General de Tolosa, el 12 de junio de
1532:
Muy reuerendos padres, hacemos saber a vuestras reuerencias:
& notificamos les que nosotros estamos puestos & occupados en
grandissimos & continuos trabajos, acerca de la conuersión de
aquestos infieles. De los cuales proueyendo lo la gracia de nuestro
senior Jesu Christo: por las manos de los frayles de nuestra orden
de nuestro serdphico padre sant Francisco de la regular obseruancia,
baptizados mds de dozientos & cinquenta mil. E son destruydos
bien quinientos templos de ydolos, & mds de veynte mil figuras
de demonios. Las cuales ellos adorauan, son hechas pedagos &
quemadas. Y en muchos lugares son ya hedificados muchos oratorios
& capillas y en muchos mas estdn leuantadas y ensalgadas aquellas
muy hermosas & muy resplandecientes armas de la sanctissima Cruz.
La cual es de los yndios con muy gran reuerencia adorada.
A lo cual habrá que añadir… la quema de la biblioteca de Tetzikoko. De ahí
que se le llamara el “Omar del Nuevo Mundo”, en referencia al Califa que
Seráfico P. S. Francisco, Provincia de San Pedro y San Pablo de Mechoacán en la Nueva España [16431,
México: Imprenta de J. R. Barbedillo y C., 1882, cap. XXI, pp. 95-96.
42
“Las sorgiñak fueron las mujeres bascas curanderas portadoras de la sabiduría en el uso de las
plantas, con las que hacían toda clase de infusiones y pócimas, la farmacia y medicina de la epoca. Para
paliar los dolores usaban el cornezuelo del centeno, un hongo alucinogeno, parasito del centeno.En una
sociedad y epoca en que las pestes y enfermedades contagiosas causaban grandes mortandades, el papel
de las curanderas era fundamental. Su poder llego a hacer competencia al de la Iglesia, que solo podia
ofrecer misas y oraciones para curar. La Iglesia, que nunca le ha gustado la competencia, decidio acabar
con las curanderas, con sus metodos habituales. Primero se invento una falsa historia sobre las curanderas basconabarras y luego las detuvo, torturo, encarcelo y asesino. Los juicios contra la sorgiñak se
basaban en autoinculpaciones obtenidas bajo tortura, metodo muy conocido en nuestra tierra. Los propios
acusadores les hacian relatar delirios calenturientos de aquellas mentes reprimidas que eran los frailes
dominicos que se encargaban de los procesos: unas mujeres que apenas entendian el castellano, afirmaban
haber mantenido relaciones sexuales por via vaginal y anal con un demonio con cuerpo de chivo, y otras
lindezas que les iban dictando los frailes . En Iparralde el inquisidor frances Pierre Lancre afirmaba que
el euskara era la lengua del diablo y que por eso se entendia tan bien con las sorgiñak. En Egoalde hacia
1500 comenzo la persecucion por la zona alredeor de la sierra de Amboto, en el duranguesado, de la
mano de Fray Juan de Zumarraga, que llamaba a las procesadas “las durangas de embote”, y que como
premio le dieron un arzobispado en Mexico. En Zeberio, Catalina Gesala, de solo 8 años, fue declarada
bruja. En 1527 se realizaron grandes redadas de brujas por Nabarra, que termino en el proceso de Iruña
dirigido por el inquisidor Avellaneda: misas negras, envenenamiento de aguas, orgias... eran las pruebas
que las condenaban. El proceso mas famoso fue el de Zugarramurdi, celebrado en Logroño, sede central
del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicion, el año 1610, dirigido por Juan del Valle Alvarado, fueron
procesadas 40 sorgiñak y de ellas 12 fueron quemadas vivas, por celebrar akelarres con el diablo en las
famosas cuevas.” José Landain, “Sorgiñak: las brujas basconabarras”, En: http://server3.foros.net/viewtopic.php?t=72&mforum=ESTADOPROPIO
destruyó la biblioteca de Alejandría… Observemos, por otra parte, como
se habla de las “armas” de la santísima cruz, aludiendo en cierto sentido al
carácter “militar” de la obra.43
Zumárraga aconsejaba el buen trato, pero también que se aplicara el castigo
piadoso:
…porque asi como tienen los naturales necesidad de ser atraidos a
nuestra fe con beninidad y amor, asi después que son miembros de la
Iglesia han menester muchas veces algiin piadoso castigo, porque de
su condición natural son tan descuidados aun en lo temporal, cuanto
mas en lo espiritual, que siempre han menester espuela, ni quieren
venir muchos a la doctrina ni hacer otras cosas a que la religión
cristiana los obliga si no son a ello compelidos.44
Zumárraga era, en teoría, partidario de la “conversión pacífica”, pero se valió
de la represión y de su poder inquisitorial para imponer la Corona hispana y
el Papado en México.
Recordemos otro evento memorable. Fray Diego de Landa, provincial
de Yucatán, guardián del convento franciscano de Mérida, describió con
admiración la escritura de los Mayas. Según le contaron algunos viejos,
Que escribían sus libros en una hoja larga doblada con pliegues que
se venía a cerrar toda entre dos tablas que hacían muy galanas, y que
escribían de una parte y de otra a columnas, según eran los pliegues;
y que este papel lo hacían de las raíces de un árbol y que le daban
un lustre blanco en que se podía escribir bien, y que algunos señores
principales sabían de estas ciencias, y por esto eran mas estimados
aunque no las usaban en público.
En esta relación de los viejos se distingue el respeto a la escritura y a los
depositarios de esta ciencia en el mundo precolombino; sin embargo, fray
Diego, al hallarse más tarde con algunos de estos preciosos documentos,
encegueció y actuó, sin permiso, como inquisidor, destinándolos a la hoguera.
El mismo da esta explicación:
Hallámosle gran número de libros de estas sus letras, y porque
no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del
demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les
daba pena.45
43
Dávila, 1999: 102
44
Dávila, 1999: 103
45
Arturo S. Dávila, “¿Conquista espiritual o satanización del panteón aztekatl?” Revista de
crítica literaria latinoamericana, Año 25, No. 49, Lima-Hanover, 1999, p. 103
… (Pero también) se opto por otra solución para endoctrinar a los nativos,
más dramática, pero más eficaz y poderosa. Por orden de Cortes y de los
frailes, se recogió a niños nobles, descendientes de los reinos conquistados y,
literalmente, se les “secuestro” y “enclaustro”. Cuenta fray Pedro de Gante:
Por ser la tierra grandísima, poblada de infinita gente, y los frailes que
predican pocos para enseñar a tanta multitud, nosotros los frailes,
recogimos en nuestras casas a los hijos de los señores principales para
instruirlos en la fe católica, y aquéllos después enseñan a sus padres.
Saben estos muchachos leer, escribir, cantar, predicar y celebrar el
oficio divino a uso de la iglesia. De ellos tengo a mi cargo en esta
ciudad de México al pie de quinientos o más, porque es cabeza de la
tierra.’
Esta política de “desmantelamiento familiar” se siguió en todo el territorio
conquistado. En Tlaxkallan, la resistencia de los naturales fue grande, y
cuenta Motolinía que “al principio se les hizo tan cuesta arriba que algunos
señores escondían sus hijos y en su lugar ataviaban y componían algún hijo
de su criado o vasallo o esclavillo, y enviábanle acompañado con otros que
le sirviesen por mejor disimular, y por no dar el hijo propio. Otros daban
algunos de sus hijos, y guardaban los mayores y los mas regalados”.
Esta fractura en los lazos familiares tuvo consecuencias graves. De entrada,
se quito a los progenitores el derecho natural de educar a sus hijos. Además,
se separo a niños y niñas de toda actividad en común que no estuviera
estrictamente vigilada, marcando una diferencia de géneros y la concepción
medieval de la honra femenina. La mujer como un sujeto siempre proclive a
caer en la tentación sexual. Por otro lado, los niños fueron simbólicamente
castrados: es decir, se les corto el pelo y se les vistió a la usanza española.
Desaparecieron los colores, penachos, plumas, tilmas, huaraches, mantos y
pelo largo. Esta represión corporal es señal de un rasgo ideológico hispano
de la época que ingreso en la cultura de los vencidos: la vergüenza ante su
propio cuerpo y el pecado de la desnudez. Inmediatamente después apareció
también el diablo. A los niños que recibían fundamentalmente instrucción
religiosa se les hablo de los pecados, las tentaciones y los castigos infernales
como parte integral de su educación. Después se les utilizo para transmitir
este conocimiento a los Mazeualtin (personas de la clase humilde en la
sociedad Aztekatl) así como para vigilar a sus familias y denunciarlas en
caso de reincidencia en la “idolatría”. Fray Pedro de Gante nos relata el celo
religioso de los neófitos:
Los domingos salen estos muchachos a predicar por la ciudad y toda la
comarca, a cuatro, a ocho, a diez, a veinte o treinta millas, anunciando
la fe católica, y preparando con su doctrina a la gente para recibir el
bautismo. Nosotros con ellos vamos a la redonda destruyendo ídolos
y templos por una parte, mientras ellos hacen lo mismo en otra y
levantamos iglesias al Dios verdadero.46
Domingo de Betanzos y otro dominico exponían en una carta a Carlos V…
Los indios no deben estudiar, porque ningún fruto se espera de su
estudio, lo primero, porque no son para predicar en largos tiempos…
porque verdaderamente son viciosos… Lo segundo, porque no es
gente segura de quien se debe confiar la predicación del evangelio, lo
tercero, porque no tienen habilidad para entender recta y ciertamente
las cosas de la fe ni las razones de ellas, ni su lenguaje es tal ni tan
copioso, que se pueda con él explicar sin grandes impropiedades que
fácilmente puedan llevar a grandes errores.47
EL PROCESO VS DON CARLOS
Los cargos:
El 22 de junio de 1539, un indio denunció que Don Carlos “había murmurado
frases de desprecio a los frailes, exhortando al denunciante y a otros a que se
apartaran del cristianismo y de las prácticas cristianas “por vanas e inútiles”…
otro testigo añadió que oyó a Don Carlos persuadir a que no enseñasen la
doctrina cristiana y que decía “que no les quitasen ni estorbasen a los indios
de sus vicios y costumbres antiguas, sino que les dejasen vivir como sus
antepasados”. Dada la gravedad de las denuncias, Zumárraga ordenó de
inmediato el registro de la casa del seño de Texcoco, el cual fue llevado a
cabo por agentes de la Inquisición.
Y éstos hallaron, entre otras cosas, un libro o pintura “que dijeron ser la
pintura o cuenta de las fiestas del demonio que los indios solían celebrar e su
ley, y dos adoratorios que dijeron ser de ídolos”.
La esposa de Don Carlos (que fue interrogada) negó lo de los ídolos y lo único
que le sacaron fue que su marido le era infiel y que la maltrataba.
-De dos años a esta parte me ha dado muy mala vida- dijo.
Declaración de Don Carlos
“Al preguntarle “si ha dogmatizado, predicado y amonestado contra
nuestra santa fe católica, o si ha hehco o visto o mandado hacer algunos
sacrificios o idolatrías, o si ha persuadido y amonestado que sigan la ley
46
47
Dávila, 1999: 114. Cita a Sahagún: Relación del autor digna de ser anotada…, Cap. X
Jiménez, 2009: 142
de sus antepasados”, dijo que nunca había dicho, ni hecho ni predicado, ni
amonestado. En suma, al negar de plano correspondía a los jueces demostrar
los cargos.
Entonces Zumárraga nombró un abogado defensor, y éste se limitó a salir del
paso pidiendo prórrogas para que acudiesen los testigos de la defensa. Pero
resulta que no dieron señales de vida por temor al Santo Oficio, y el cacique
halló solo y desamparado en el momento supremo frente a la formidable
Inquisición… fue considerado culpable.
No obstante, Zumárraga, dada la gravedad del caso, decidió que el virrey Don
Antonio de Mendoza y sus asesores jurídicos examinaran el expediente y se
lo envió. Su dictamen debio de ser favorable a la condena, puesto que Don
Carlos acabó en la hoguera.
Sentencia y ejecución
“La sentencia es de fecha 23 de noviembre de 1539. En ella se afirma que
Don Carlos no quiso confesar su error, negándose a pedir misericordia. Por
ello decía la condena: “Debemos declara y declaramos a Don Carlos, etc., ser
hereje dogmatizador.” A continuación, seguía la formula usual, de entrega
a la justicia seglar u ordinaria… “A la cual rogamos y encargamos que con
el dicho Don Carlos sea benigna”. Recomendación igualmente usual y sin
más valor que el puramente formulario. No quiso confesar su error ni pedir
misericordia en caso que por Nos fue avisado sería recibido a penitencia con
misericordia… confesando sus idolatrías y excesos”.
“En Domingo treinta días del mes de Noviembre del dicho año de mil
e quinientos e treinta e nueve años, que fue día de Sant Adnrés Apóstol,
por la mañana fue sacado Don Carlos de la cárcel de este Santo Oficio, con
un sambenito puesto, e una corona en la cabeza, y con una candela en las
manos, y con una cruz delante tué llevado al cadalso, que para ello estaba
puesto en la plaza pública desta cibdad, donde estaba mucho número de
gente ayuntada, así de españoles como de naturales desta tierra, y allí,
estando presentes el Ilustrísimo Señor Don Antonio de Mendoza, Visorrey e
Gobernador desta Nueva España por su Majestad… e luego, por mandado de
su Señoría Reverendísima, Juan González, intérprete, predicó a los naturales
desta Nueva España en su contra, y les dio a entender las culpas de Don
Carlos y la casa de su penitencia y condenación…”48
CALZONTZIN: CACIQUE, IDÓLATRA… Y SODOMITA
“En 1530, durante la conquista de Michoacán, Nuño de Guzmán, el presidente
de la primera audiencia de la Nueva España pasó a través de la región hacia el
pueblo de Tzintzuntzan con soldados españoles y aliados indígenas. Entre los
48
Antin, 1973: 73-78
aliados se encontraba El Caltzontzin, conocido también bajo el nombre de don
Francisco. El Caltzontzin fue acusado de graves Crímenes poro la encomienda
española de Uruapan. El más serio de los cargos era que había ordenado
repetidas veces el asesinato de varios soldados españoles y además había
cometido varios actos de sodomía. Durante el juicio se supo que Caltzontzin
había sido enjuiciado anteriormente por Pedro Sánchez Farfán, por el crimen
de sodomía… Por estos crímenes, Guzmán lo sentenció a muerte, por garrote,
estrangulación y posterior quema del cuerpo, la sentencia fue llevada a cabo
el 14 de febrero de 1530.”49
LOS SACERDOTES DE MITLA
Los sacerdotes de Mitla vivían en casa de Cosijopii, en Tehuantepec, desde
hacía mucho tiempo, y seguramente esto no se consideró un problema
mientras el líder zapoteco fue útil a los frailes y burócratas españoles.
Convertido Cosijopii en persona non grata se comienza a preparar su caída…
…Por la mañana venía (Cosijopii) a la iglesia acompañado siempre de
los viejos que había llevado de Mitla, que en mexicano significaba
el infierno aquel lugar, y no era buena compañía para quien por el
bautismo debía huir de ellos… El buen Vicario (Bernardo de Santa
María) reparaba en las acciones del don Juan (nombre impuesto
por los españoles a Cosijopii) y aunque eran afectadas y de mucho
exterior y del amor y liberalidad con que había hecho el convento y la
iglesia y cuidado de socorrer al sustento de los religiosos, con todo no
se satisfacía de su cristiandad y… en cuantas ocasiones hallaba con
entrañable amor y respeto lo doctrinaba, dándole a entender… que
echara de su casa aquellos viejos que había traído y le acompañaban,
porque eran muy sospechosos y estaban tenidos en malísima
opinión…
No podía ser otro el desenlace de tantas sospechas; un español disfrazado se
había dado cuenta de ceremonias no católicas, aparentemente, en casa de
Cosijopii; pero el vicario se valió de “un indio principal capacísimo y cristiano
de veras que hacía oficio de fiscal de la Iglesia” para llegar a la denuncia de
que Cosijopii practicaba esos cultos:
…para cuyo ejercicio procedió con tanto secreto,. Que se pudo
ocultarlo de todos en muchos días. Llevando del gran adoratorio
de Mitla los sacerdotes mayores como Pontífices, a quienes llaman
49
Zeb Tortorici, “Heran Todos Putos”: Sodimitical Subcultures and Disordered Desire in Early
Colonial Mexico, Etnohistory, University of Calaifornia, 2007: 39
Huipatoo, en su lengua que quiere decir grande atalaya, y el que lo
ve todo; y otros sacerdotes menores que llaman Copa vitoo, guarda
de los dioses y así llaman a los ministros y sacerdotes mercenarios
agora, y con el otro, sólo a nuestros Ssmo. Padre cuando lo nombran,
por Único Cabeza de la Iglesia, con los sacerdotes que el Rey trajo de
Mitla, que era el tempo supremo, como agora nuestra Roma. Viendo
impedido aquel adoratorio le pasó a su palacio… Asiéndole del brazo
con blandura el vicario y diciéndole dese Vm. por preso por orden
del señor Obispo… la justicia aprisionó a los viejos (los sacerdotes de
Mitla), y levó la cárcel pública y el vicario trajo al convento al señor y
con muchos agasajos le mandó componer una celda decentemente
consolándolo con la facilidad del remedio, buscándole él con
verdadera y pública enmienda, fue muy para temer la alteración del
pueblo y de los demás de la comarca, luego que se supo la prisión de
su señor… Los indios de Tehuantepec hombres, mujeres y niños, con
otra multitud que de otras partes habían venido a la voz del retiro de
su señor, impacientes de su ausencia, en tropas llegaron con voces
y alaridos al convento pidiendo a su señor, fue día de grandísima
confusión y la tuvo la justicia y los religiosos, por no llegar a las manos
con tanta multitud, que irritados se expondrían a cualquier temerario
arrojamiento.50
…El obispo lo era nuestro Fr. Bernardo de Alburquerque, tan ajustado
y docto, como amante del D. Juan (Cosijopii), desde que fue vicario de
aquesta doctrina de Tehuantepeque, así porque conocía la capacidad
de este señor, como lo mucho que le debía de limosnas, regalo
y respeto, sobre la magnificencia con que había edificado aquel
suntuoso convento y sintió con extremo verse obligado a castigar a
tan gran bienhechor y pidió al Provincial le diese dos religiosos muy
de su elección, para jueces de aquella causa…
Cosijopii no había aceptado la juridsdicción del obispo, tanto por ser su amigo
como por acogerse a la del virrey y la audiencia. Se esperó la respuesta de
la ciudad de México; Cosijopii sería llevado a la capital y desaparecería del
escenario de Tehuantepec… “vino el orden de la Audiencia para que lo llevaran
a México…” Algo parecido se había hecho en Yanhuitlán, como habremos de
ver: el cacique fue igualmente remitido a México y liberado después. Cosijopii
fue desojado –al fin- de sus bienes y cargos y estuvo bajo proceso un año,
al cabo del cual se le regresó a Oaxaca. Al aproximarse a Nexapa muere en
circunstancias obscuras. Alburquerque dejó en otras manos una parte del
asunto (el de Cosijopii no era únicamente su problema) y resolvió por sí
50
Jiménez, 2009: 99
mismo aquella otra impuesta en que tenía mayor experiencia y atribuciones.
Éste sería, con mucho, el acto estelar de la Inquisición bajo su mandato. Los
sacerdotes de Mitla, que eran seis, ya ancianos, no pudieron eludir el papel
(en el sentido teatral) que les correspondía escenificar: eran prominentes y
su castigo representaría un escarmiento proporcional a la enorme atención
que el pueblo tenía en ese momento puesto en ellos. Se convirtieron, así, en
personajes de esa representación calculada para inspirar el máximo temor
…aquí fue donde se acrisoló el oro de su valor, sin que les tocase un
indivisible de intereses temporales que habría muchos, substanciaron
todos tres la causa, recibidas las confesiones de los cómplices, sin
que sus procuradores hallasen defensa para sus delitos y reservando
la sentencia para un día solemne, los sacaron a la iglesia a oírla,
saliendo con el traje, e insignias de reos de aquella especie, con sogas,
corozas, velas y azotes por las calles, que el juez secular relajados les
mandó ejecutar.51
…El clero era consciente de la superficialidad del avance católico en aquellos
momentos y el manejo del caso de los sacerdotes de Mitla permitiría
consolidar los avances y proseguir… Y también está, dentro de la misma lógica,
la fachada que decidió dar a su nuevo palacio el inquisidor Alburquerque,
luego del auto de fe en que fueron quemados vivos, por orden suya, los
últimos sacerdotes zapotecos de Mitla.52
GALERÍA DE HEREJES
Martín Baptista, por haber dicho y porfiado que más servía a Dios el casado
que el fraile… Santos García, que se hallaba sólo en el tribunal, y ya electo
obispo de Guadalajara, a cuyo destino habría de partir dentro de poco (20 de
abril de 1594), procedió a celebrar un nuevo auto de fe el cuarto domingo de
Cuaresma, 28 de mayo de 1593, presentando los siguientes reos:
Francisco de Santaella por bígamo… Juan Vanegas, soldado, por haber usado
del arte de la quiromancia y de cercos, poniendo en ellos los nombres de
Jesucristo y de tres demonios particulares para saber cosas ocultas dl
porvenir… Gregoria de Silva, sevillana, por haber usado de hechicerías,
sortilegios e invocación de demonios para traer hombres a su amistad…53
Inés Osorno… extremeña, que rezaba muchas oraciones para saber el porvenir
y atraerse a los hombres… No llevó pena corporal por haberse denunciado…
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Jiménez, 2009: 100-101
Jiménez, 2009: 105
Medina, 1991: 115
Inés de Rivera, igualmente sevillana, que usaba para los mismos internos de
habas que bautizaba en el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo, para
averiguar si los hombres que eran de su amistad entraban a casas de otras
mujeres.54
Mari López, que para atraerse a los hombres rezaba la oración de la estrella y
de la martilla y la de San Silvestre… para averiguar si cierto hombre la quería
bien… Juanes de Arrieta, porque reprendido de su mujer, de que andaba con
otras hembras, respondió que no era pecado tratar con ellas… Miguel Redelic,
bohemio, por haber referido y alabado los errores de Martín Lutero, sobre
que le dio tormento, en el cual confesó haber aprendido y guardado aquella
secta, admitido a reconciliación con hábito y cárcel por cuatro años.55
Domingo, negro, esclavo, “porque llevó recados de unos presos a otros,
habiéndoles metido por un agujero tinta y plumas y haber avisado a las
familias de los reos que estaban con salud”, fue condenado con doscientos
azotes y a que su amo le vendiese fuera de México….
Gaspar de Villafranca, “mozo soltero que andaba en las comedias”, porque
en el juego dijo que no había dios para él, y contaba un cuento de estilo de
los de Bocaccio sobre el hallazgo de una bragueta que habían hecho unas
monjas… Como hechiceras que usaban las cosas santas y benditas para saber
el porvenir y para que sus amigos las quisiesen bien…
Juan Luis, mestizo, testificado de tener pacto con el demonio y de traer su
figura pintada en un brazo y valerse de él para librarse de algunos negocios.
Recibió doscientos azotes y cinco años de galeras a remo y sin sueldo….
Jorge Álvarez, “habiéndosele dado bueno porque se le dieron ocho vueltas
de cordel, doce garrotes y nueve jarros de agua y él venciólo, sobrevivió más
probanza de otro testigo cómplice”…
Clara Enriquez, acusada de expresarse en términos desvergonzados de la
Virginidad de María y de que cantaba la siguiente copla: “Santa Bartola fue
doncella-Y en el cielo está hecha estrella-Dios me libre de la centella-Y el árbol
de la cruz-Digan todos amén, Jesús.”
Antón Gómez, portugués, vecino que era de Puebla, hombre de sesenta y tres
años, acusado de haber dicho que no debían reverenciarse las imágenes de
los santos, que eran de palo, sino á los hombres, que lo eran de Jesucristo.
Francisco Báez, testificado de haber causado gran escándalo con decir que
el hombre que en esta vida no hacía el amor, el diablo en la otra le pediría
estrecha cuenta.
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55
Medina, 1991: 116
Medina, 1991: 117
María Gerónima, mulata que hacía conjuros para que la quisiesen.56
Gaspar de la Plaza, por haber escrito oraciones en una ballesta.57
Benaldo del Castillo, por blasfemo y murmurante de los inquisidores.
Juan Toledo, por ser hijo de reconciliado y decir que los ángeles debían
comerse asados y que no estaba bien poner cruces en las calles.
Alonso de Ávila tenía un crucifijo debajo de su escritorio y ponía los pies
sobre éste.
Rodrigo Simón y Alonso Valiente, por haber negado que la simple fornicación
es pecado mortal.58
Gaspar de la Plaza, por asegurar que no era pecado tener relaciones sexuales
con una india.
Pedro de la Torre, por haber dicho que “Dios y la naturaleza son una misma cosa”.
Juan Jorge, veneciano, por haber dicho que “el diablo valía más que Dios”.
Antonio de Morales por haber afirmado que es herejía hincarse cuando pasa el
santísimo.
Cristóbal Herrera por haber afirmado que en el infierno había muchísimas ánimas
que no tenían pena.
Juan Bautista Corvera, por haber compuesto versos con proposiciones heréticas.
Bartolomé Díaz de Piza, clérigo, por haber negado a la trinidad en la hostia
consagrada.
Francisca de la Anunciación, monja profesa, por asegurar que no merecía
condenación quien se suicidaba.
Lázaro de Aragón, por haber dicho que “Dios muchas veces quería hacer bien a
los hombres y no podía”.
Juan Flores, mestizo, por no haberse confesado, negar que había infierno y
afirmar que éste y las excomuniones se habían inventado para causar temor.
Bartolomé Cibo de Sopranos, calcetero, por haber sostenido que su mujer había
dicho palabras tan ciertas como el Evangelio.
Martín Garrido, por haber afirmado que la fornicación no era pecado mortal
sino venial.
Tomás de Lorrio, por hablar sobre el peyote y por decir que “si estuviera
amancebado no tendría por qué ir al infierno”.
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57
58
Medina, 1991: 175
Ramírez, 1982: 38-39
Ramírez, 1982: 48
Nicolás, maestre genovés, por haber interpretado mal el pasaje bíblico
relativo a lo que Dios prohibió a Adán en el paraíso.
Francisco Hernández, por posiciones heréticas, con motivo del pleito que
sostuvo con los frailes franciscanos que azotaban, maltrataban y cobraban
tributos a los indios.
Juan de Morales, por haber dicho “aquí estamos Padre, Hijo y Espíritu Santo”,
al hallarse con otras dos personas.
Martín de Rojas, por afirmar que no existía el infierno, y que sólo tres almas
se habían condenado, la de Caín, la del rico avariento y la de Judas.
Cristóbal García, pertiguero, por haber dicho que Jesucristo estaba enfermo.
Diego Díaz del Castillo, hijo de Bernal Díaz del Castillo, corregidor de
Teloloapa, Ixcateopa y Atenango, por atribuírsele haber dicho a los indios, que
no reedificasen las iglesias caídas; menospreciar al papa y a los arzobispos y
tratar mal a los clérigos.
Pedro Sánchez de Reyna, mestizo, por haber afirmado: “no es pecado dormir
un hombre con mujer ajena”.
Gonzalo de Ávila, por desconfiar de la misericordia de Dios.
María de Espinosa, esclava, por blasfema.
Luis de Mingnolla, por haber dicho que los diezmos no debían pagarse.
Juan Ruiz, platero, por haber dicho “que era un gran necio quien mandaba
prohibir los libros” y como se le advirtiese que los prohibía el sumo pontífice,
dijo que el también era un necio.
Alonso Soltero, conquistador, por haber dicho: “muchos santos tiene la Iglesia
por santos y están en el infierno, porque los canonizaron por favores…”
Ventura León por haber dicho: “no hay justicia en la tierra ni Dios en el cielo”.
Jorge, griego, por blasfemo, al decir: “Doy al diablo las misas”.
Duarte Rodríguez por decir: “No doy ciertas cosas aunque me lo mande Dios”.
Bartolomé Pérez Ventero por blasfemo: “Descreo de Dios”.
Francisco Tejera, portugués, por blasfemo y escupir a un Cristo “Pues Dios no
me quiere ayudar, el diablo me ha de llevar”. Al escupir dijo: “Pese a quien
te pintó”.
Juan de Acuña por blasfemo: “Maldito sea Dios”.
Juan de la Serna por pronunciar palabras malsonantes: “Adán no pecó por la
manzana sino por lujuria”.
Ambrosio Xinovés, mesonero, por pronunciar palabras malsonantes: “no es justo
descomulgar a los que tratan con descomulgados”.
Pedro Martínez Matamoros, maestre del navío San Miguel, por blasfemo:
“Malhaya Dios”.
Alonso de Miranda, por decir que le dijeran 6 misas a un gallo muerto.
Juana Vázquez, por blasfema, dijo: “Ya no me puede Dios hacer más mal que el
que me ha hecho”.
Fray Hernándo Álvarez por haber dicho: “reniego de Dios y gloria al diablo”.
Antón Martín, vecino de Granada, por haber dicho que: “No hay poder en Dios
para ciertas causas”.
Sebastián de Arcos por pronunciar palabras malsonantes: “Dios no me puede
hacer bien en esta tierra”.
Domingo de Plazaola, por decir “que en la hostia no estaba Jesucristo”.
Francisco, indio de coyoacán, por bígamo.
Felipe Palacios, por otro nombre Felipe napolitano, por decir: “que valía más
estar amancebado, que mal casado”.
Juan Nizardo, sastre y zapatero, de origen italiano, por no haberse querido
confesar y haber roto una bula papal. Va precedido de una pragmática sin firma
contra los herejes, y de una relación del Santo Oficio.
Juan, cacique del pueblo de Totoltepec, por idólatra.
Cristóbal y Catalina, su mujer, y Martín hermano de Cristóbal, indios de Ocuituco,
por idólatras y por ocultar ídolos.59
Nicolás de Mosquera, bombardero, por haber golpeado a un fraile.
Alonso de San Pedro, por no querer oír misa completa.
Sebastián de Miranda, por haber comulgado sin confesarse.
El licenciado Cabello, alcalde mayor, por haber impedido leer una carta de
excomunión y decir que eran niñerías.
Jerónimo López de Pavón, por invocar al demonio.
Tomás, indio de Tecoalcoya y María, india, con quien se había casado antes de la
conquista conforme a los ritos de su gentilidad y acusados por tanto de mancebía.
Francisco de Valle Marroquin y María Campos, su mujer, por bruja, tener pacto
con el demonio y vivir amancebados.
Bernardo del Castillo, minero, por vivir amancebado con muchas esclavas indias
suyas.
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Ramírez, 1982: 84
Ana Hernández “la serrana”, por polígama.
Tacatle y Tacuxtecle, indios que bautizados se llamaron Antonio y Alonso
respectivamente, vecinos de Tlacopan, por idólatras y sacrificadores según su
modo y rito gentílico.
Martín y Juan Pedro, indios de Atzcapotzalco, por idólatras.
Miguel, indio, vecino de México, por otro nombre Puxtécatl Tlaylotla, por haber
ocultado ídolos del templo mayor.
Alonso Tlilanci, indio de Izúcar, por idólatra.
Los caciques de Cótalan, Don Alonso, Don Juan y Don Andrés, por idólatras
Contra Mixcóatl y Papalote, indios, por hechiceros.
Contra María de León, por maléfica y hechicera.
Elvira Jiménez, la vaquera, por supersticiosa
Diego Tacateca, indio gobernador de Tlapanaloa, por idólatra.
Esperanza Pérez, por supersticiosa. (¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE QUE ESTE
TRIBUNAL JUZGUE A ALGUIEN POR “SUPERSTICIOSA”?)
Denuncia contra la mujer de Castillo por predecir el futuro.
Juan, indio cacique del pueblo de Iguala, por idólatra y vivir amancebado
Pablo Tecatlecle, indio de Zumpango, por haber hecho ciertos sacrificios y
ceremonias según sus ritos antiguos.
Miguel García de la Banda, por no quererse apear del caballo cuando el cura le
hablaba.
Antón Moreno y Cristóbal Barrera, trompeteros, por haberse negado a tocar en
recibiendo de “los poderes de la Inquisición”.
Catalina García y Domingo, indio, por haber enterrado en el atrio de la iglesia a un
indio que no estaba bautizado.
Isabel López, por haber dicho que ella decía mas verdad que el Ave María.
Rodrigo de Figueroa, barbero, por pelearse con un mozo del arzobispo.
LA SENTENCIA
“Cristo nomine invocato.- Fallamos atentos los autos y méritos del proceso,
indicios y sospechas que dél resultan contra la dicha doña Francisca de
Carvajal, que la debemos de condenar y condenamos a que sea puesta a
cuestión de tormento sobre las diminuciones que de su probanza y confesiones
resultan conforme a lo en esta causa votado, en el cual, mandamos que
esté y permanezca tanto y cuanto nuestra voluntad fuere, para que diga
y confiese enteramente la verdad según y como ha sido amonestada, con
apercibimiento y protestación que le hacemos que si en el dicho tormento
muriere o fuese liciada, o dél se le siguiere efusión de sangre o mutilación
de miembro, sea á su culpa y cargo, y no á la nuestra, por no haber querido
confesar enteramente verdad; y por esta nuestra sentencia, juzgando, así lo
pronunciamos y mandamos.”60
INDIOS
“Los frailes de Oaxaca continuaron operando una inquisición monacal en
la Mixteca, y el ordinario siguió dándose el título de “inquisidor ordinario”
hasta que se lo prohibieron en una cédula real de 1623. A pesar de esta
prohibición, continuó habiendo en el mismo tipo de actividad inquisitorial
fuera de la jurisdicción del tribunal de la Inquisición ya muy avanzado el siglo
XVIII.”61
EL SABBAT SEGÚN LOS INQUISIDORES
El sabbat tiene lugar tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes, y a él
acuden participantes de todas las edades. Los más ancianos se ocupan en
buscar nuevos adeptos y ensenar a los jóvenes. Estos, cuando consienten,
son llevados por los brujos maestros ante la presencia del Demonio, que
tiene una apariencia monstruosa y está sentado en un trono; entonces, los
novicios reniegan de la Fe católica, adoran al Diablo besándole en el culo y
a cambio son señalados por Él en el cuerpo y en la niña de los ojos. Además
reciben un sapo vestido “que es un demonio en aquella figura para que sirva
como ángel de la guarda al brujo novicio que ha renegado”. Para renegar
hay que haber llegado a la “edad de discreción”. Pero también hay niños
en el aquelarre, que previamente han consentido en asistir a cambio de
algunas golosinas…”62 El aquelarre comienza “como dos o tres horas antes
de medianoche” y dura “hasta que es hora de cantar el gallo, después de
medianoche, que se vuelven todos a sus casas acompañados de sus sapos
vestidos”. Durante este tiempo, los asistentes danzan al son de tamboril y
flauta; tienen relaciones sexuales unos con otros “sin consideración a grados
o a parentescos” y también con el Demonio; azotan a los que habían dejado
de ir a otros aquelarres e incluso van a azotar a sus casas a los que no han ido;
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Medina, 1991: 125
Greenleaf, 1981:192
Tausiet, 1993: 15
salen a los caminos metamorfoseados en figuras de animales para espantar
a los viandantes; van a casas donde no se bendice la mesa antes de comer
o no se da gracias después de comer y cometen todo tipo de destrozos;
acuden a los cementerios portando antorchas, que son brazos de niños
muertos sin bautizar, para recoger restos de difuntos y comerlos después o
utilizarlos como ingrediente de las ponzoñas; dividen a los muertos en tres
partes antes de comerlos: una la asan, otra la cuecen, la tercera la comen
cruda, “declarando los padres que han comido a sus hijos y los hijos a sus
padres”; chupan la sangre y extraen el seso de los niños más pequeños, etc.
La inversión de la liturgia cristiana se manifiesta en multitud de aspectos:
los asistentes no pueden, en el aquelarre, nombrar a Jesús ni a la Virgen
pues si alguno lo hace, al punto se disuelve la reunión; en las vísperas de
las principales fiestas del año litúrgico hacen solemne adoración al Demonio
“y todos se confiesan con él, y se acusan por pecados de las veces que han
entrado a la iglesia, misas que han oído, y de todo lo demás que han hecho
como cristianos, y de los males que, pudiendo, han dejado de hacer”; ofician
una misa al Demonio que imita a la cristiana sustituyendo cada elemento por
su contrario.63
1649
El auto grande
Uno de los propósitos del gran auto de 1649 era reivindicar “los fueros, la
autoridad, el prestigio y el temor de que por ese entonces se veía privado el
Santo Oficio.64
La verdad era que a pesar de tan repetidas muestras de actividad, los
ministros del santo oficio estaban muy decaídos ante la opinión. Contribuia
a tal estado de cosas desde luego sus mismas personas, sin letras, canas y
experiencia y enseguida el haberse dejado demasiadamente manosear de
los oidores y seculares, por sus particulares dependencias… Todo esto era lo
que importaba borrar con la celebración del Auto gtrandioso y nunca hasta
entonces visto en aquella ciudad, que se preparaba para el 11 de abril de ese
año de 1649… el anuncio de la fiesta se había dado a nombre del tribunal…
don marcos obispo de Yucatán el 8 de enero de ese año….
El 11 de marzo se hizo la publicación solemne de la fiesta, para la cual se invitó
a los caballeros y a lo más distinguido de la ciudad, que se presentaron en las
casas del santo oficio adornados con sus mejores galas… una vez reunido
63
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Tausiet, 1993: 15
Bouvier, 1999: 71
el acompañamiento… Dióse el primer pregón a las puertas de las casa del
mismo Santo Oficio, y suscesivamente, delante del arzobispo, Palacio Real
y del Cabildo. El 5º en la calle de san Francisco y el último en la de Tacuba…
Llevaba el secretario escrito en un papel el texto del pregón, que fue distado
al pregonero las seis veces que se detuvo la comitiva; siendo digno de notarse
que el tribunal dispuso que aquel se publicase el mismo día y a la misma hora
en todas las ciudades donde había comisarios y ministros del Santo oficio…65
16 mil espectadores presenciaron la construcción del anfiteatro… se levantó
eledificio de la media naranja para los reos, sobre diez gradas de a media
vara de alto y dos tercias de ancho, fábricas en ochavo, teniendo la primera
grada 14 varas de ámbito y al respecto subían las demás en diminución hasta
la superior, que remataba en nueve varas de longitud; y sobre el macizo
se volaron cuatro arcos en cuadro sobre pedestales, columnas, alquitrave,
friso y cornisa de orden dórica, con cuatro escudos con las armas del Santo
Oficio, de Santo Domingo y de San Pedro Martir, en las cuatro claves de los
arcos sobre los cuales se levantó la media naranja de hermosa arquitectura y
labor… Estaba adornado de pedestales, barandillas y remantes que le hacían
vistosos en la guarnición sobre descollado en el edificio… Dentro del hueco de
los cuatro arcos… se colocó una hermosísima cruz de verde y oro, dándosele
con razón el más alto y suntuoso lugar en todo el teatro, pues eran suyos los
trofeos y blasones de todo el acto. Quedó tan eminente este cuerpo que se
dejaba ver su lúcido bulto desde lo más distante de las calles traviesas y de
muchas de las ventanas y balcones de las fronteras y plaza mayor…
“Enfrente de la media naranja, en el mismo tablado principal, se labró el altar
en que había de colocarse la cruz verde de la procesión… Las comunidades de
indios de Santiago y San Juan que se ofrecieron para ayudar, concurrieron el
día de la formación con sus trajes de gala, capitaneados por sus gobernadores
y alcaldes y fueron las que sacaron las estatuas y cajas de los huesos de los
reos ausentes y fallecidos condenados á relajar y las cargaron hasta dejarlas
en el bracero… Las partes por donde debíoa pasar hasta llegar a la plazuela del
volador, estaban llenas de tablados, andamios, asientos y carrozas… pasaba
de 50 mil almas… A la ciudad habían acudido para asistir la fiesta… más de 20
mil forasteros y parecía pues que en aquel acto iban a quedar por completos
reivindicados de los fueros la autoridad, el prestigio y el temor de que por ese
entonces se veía privado el Santo Oficio.
Gobernaba entonces el virreinato y presidía a ese título a la Real Audiencia…
el obispo de Yucatán, y componían aquella algunos ministros poco afectos
a la inquisición, que creyeron era aquel momento oportuno para continuar
dispensándole humillaciones. Persuadieron pues, al obispo, que… no debía
65
Medina, 1991: 213
en manera alguna que el arzobispo que era además visitador de la iqnuisición,
asistiese al acto como prelado, ni que llevase cruz episcopal y usase almohada,
ni tocase la campanilla en el curso de la lectura de las causas, reservando en
ellos la presidencia de la ceremonia y otras prerrogativas de la precedencia;
y que no habían de ir a sacar a los inquisidores a las casas del tribunal,
teniéndoles por todo eso “gravemente amenazados”. En estas circunstancias
enfermó el obispo virrey en tales tñerminos, que conoció luego que no le
sería ya posible asistir al auto, y entonces los oidores hicieron suyas todas las
pretensiones anunciadas, reuniéndose la víspera de la procesión de la cruz
verde para despachar a las diez de la noche emisario que fuese a intimar una
provisión a los inquisidores, buscándoles uno a uno en sus casas.
A las 3 de la mañana… corría el rumor de que aquellos (es decir los oidores)
tenían acordado cercar la inquisición y sacar desterrados a sus ministros,
cuyos partidarios a la vez, se temía que levantasen un alboroto contra los
que se decía que trataban de impedir la celebración del Auto…
A las siete de la mañana se presentó en la inquisición un secretario de la
Audiencia informándoles que tenían resuelto presidir el Auto y de que en
él presidiese el oídor fiscal al del Santo Oficio… Contestóseles que no tenían
derecho para intimar una semejante provisión, comunicándoles que si no
desistían de aquella intención el Santo Oficio procedería como podía y debía…
Mientras los oídores deliberaban se iba pasando la mañana y sin darles
tiempo para nuevo acuerdo el arzobispo se trasladó a la hora de medio día a
la Inquisición y dispuso que comenzase desde luego a salir la procesión de la
Cruz Verde… Por esto se explica que los oidores no concurrieran a ella…
A las dos de la tarde empezaron a llegar a la iglesia y convento las comunidades
religiosas, sumamente numerosas entonces y la gente distinguida de la
ciudad… El alguacil mayor del santo oficio Don Juan de Zaznabar Y Aguirre,
vestido de chamelote pardo de flores moradas, guarnecido con alamares y
lentejuelas de plata, la capa adornada de los mismo, con espada y cintillo de
diamantes, precedido de dos alabarderos de librea imperial, verde y negra
con galón de oro y plata y seguido de pajes y lacayos… A las 3, seguido de
todo el concurso inquisitorial, se trasladó a la iglesia a donde a poco llegaba
el conde de Santiago, que debía sacar el estandarte de la fe… (con) gran
acompañamiento de caballeros de las órdenes militares y de otros muchos
de la nobleza de México que arribaron también en sus carrozas…66
Empezaba el fúnebre tañido de las campanas de todas las iglesias de la ciudad,
que duró todo el tiempo quetardó la procesión en llegar a su destino… a la
cabeza de esta iban 12 alabarderos para despejar el paso, y seguíanles los
66
Medina, 1991: 215-217
ministros de varas del Santo Oficio, luego los familiares y comisarios, todos
con sus respectivas insignias y bastones dorados, luego la nobleza con la
cruz de la inquisición agregada a sus respectivos hábitos, y detrás de ellos, el
conde de Santiago con el estandarte…
Inmediatas iban las comunidades religiosas seguidas de los principales
ministros del Treibunal, consultores y calificadores con sus insignias en las
capas y veneras, y más atrás los frailes de Santo Domingo con velas de cera
encendidas, acompañando al prior fray Luis de Mérida que llevaba la Cruz
Verde, de cuyos clavos pendía un velo negro en señal de luto marchando todos
al compás del cántico Vexilla Regis que entonaba la capilla de la Catedral…
Eran entonces las siete de la noche, el teatro estaba profusamente alumbrado
y en el altar donde se enarboló la Cruz ardía en blandones y candeleros de
plata considerable número de cirios y velas de cera. Luego que el concurso
acabó de tomar colocación en el teatro, puestos todos de rodillas, oyeron
cantar a la capilla la Antífona y el versículo de la Cruz y su oración a fray Luis
de Mérida… 67
Los reos condenados a relajar, a quienes en esos momentos se les notificó su
sentencia, eran catorce, y todos, así hombres como mujeres, con excepción de
Tomás Treviño de Sobremonte, que declaró quería guardar la Ley de Moisés
hasta morir, no hacían sino protestar de su iinocencia y “aunque entre ellos
–declara uno de aquellos confesores- había algunos que tuvieron en su mano
el salvar la vida, pues sólo la perdían por inconfitentes o diminutos, no hubo
razón que los persuadiese a conseguir su remedio”…68
A las 4 llegó al Santo Oficio el arzobispo, que era, como hemos indicado… el
famoso Don Juan de Mañozca, el mismo que había fundado la inquisición
en Cartagena en Indias, que actuó en la de Lima y en el Consejo Supremo,
hombre, entonces de más de setenta años, cuarenta de los cuales llevaba
empleados en servicio de los Tribunales del Santo Oficio… Luego de haber
legado se dio desayuno a los reos, y como no había nadie más a quien esperar,
desde que el obispo de Yucatán se encontraba moribundo y la Audiencia
no concluía al Auto, Mañozca dispuso que desde luego se empezase a
organizar la procesión… Al intento se ordenó que doblasen las campanas de
la Catedral, a que siguieron las de todas las iglesias y a poco llegaron a la
puerta de la Inquisición las cruces de las tres parroquias de la ciudad con
un mango negro y velo de luto acompañadas de sus respectivos párrocos…
Estaban ya en el primer patio de las cárceles secretas las estatuas de los
reos difuntos, reconciliados y condenados a relajar en número de setenta
y siete, que había fabricado con singular arte el clérigo Diego de Muedano,
67
68
Medina, 1991: 218
Medina, 1991: 219
todas las cuales llevaban en letras grandes en la espalda el nombre de los
que representaban… Iba llamando a los reos el inquisidor Sáenz de Mañozca,
asistido de los secretarios y otros ministros, y en el patio principal haciendo
entrega de las estatuas a los indios que habían de cargarlas… Las 23 cajas
de huesos destinadas al bracero se pusieron detrás de las estatuas a que
correspondían. Al atrevesar los reos por el pasadizo, Sáenz de Mañozca iba
entregando a cada uno las insignias que le correspondían y que allí sobre
una mesa estaban. Las de los condenados a relajar consistían en Sambenitos
pintados con llamas y figuras de demonios y las mismas en las corozas con
culebras que las cercaban… Algunos que no querían callar se les pusieron
mordazas, a todos los relajados se les dio una cruz verde que a los hombres
por ir con los brazos atados por detrás se las llevaban los confesores. Las
mujeres las sostenían en las manos. A cada relajado acompañaban los dos
confesores que habían estado auxiliándolos durante la noche. Concluida la
entrada al amanecer, empezó a salir la procesión de las casas del santo Oficio,
fiándose su dirección al secretario Sarabia.
Marcharon a la cabeza 16 familiares, luego los curas con las cruces de las
parroquias, después las 77 estatuas y entre ellas las veintitrés cajas de
huesos; luego los reos con sambenitos de media aspa, los reconciliados de
aspa entera, que por todos eran 40, con sus respectivas insignias y vela verde
en las manos; cada uno con sus padrinos, y al final los trece relajados, con
sambenitos y corozas, todos con sus dos confesores, que iban exhortándolos
y preparándolos a la muerte…69
De los reos el que llamaba la atención de la gente era Treviño de Sobremonte
que a pesar de ir amordazado no cesaba de articular las voces que podía,
gesticulando de manera desesperada a quien muchos le dirigían denuestos,
imprecaciones y consejos, si bien él seguía fiero su camino…
El prelado se situó debajo de un baldaquín de terciopelo con cenefas y goteras
de brocado de oro, amarillo y negro, con flecadura también de oro; a ambos
lados los inquisidores con el fiscal, que seguía enarbolando el estandarte… La
procesión en que se conducían los reos llegó al teatro cerca de las siete de la
mañana… tomaron todos asiento…70
Abjuró de vehemnti por sospechoso en las sectas de Lutero y Calvino, Francisco
Razen, francés, que llegó a Centroamérica en el séquito de un obispo… por
sospechosos de judío, Diego Díaz, Francisco Botello, andaluz, mesonero,
Francisco Gómez de Medina, portugués, Francisco Luis, de 70 años… entre
otros, todos portugueses… Estos reos salieron en forma de penitentes, en
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Medina, 1991: 220-221
Medina, 1991: 221-222
cuerpo sin cinto, sin bonete, con sambenito de media aspa y vela verde en las
manos: fueron condenadas en destierro perpetuo de las Indias occidentales,
y los que tenían bienes en multas más o menos cuantiosas…
Reconcialiados con abjuración formal y sambenito y confiscación de bienes
``or judíos observantes de al ley de Moisñ´ñes: Antonio Caravllo, natural
de Badajoz, Baltasar Díaz Santillán, Diego Correa, Duarte Castaño, Doña
Elena Silva, Francisco Nieto, Francisco López de Fonseca, Gómez de Silva,
portugueses… Inés Pereira, Jorge Duarte, Isabel Tinoco, mexicanos… Isabel de
Silva y doña Juana Enríquez, de quien se dice que “causaron gran admiración
las maldades y enormes delitos que se leyeron en su causa en toda esta ciudad,
donde fue vista y aplaudida por el Fausto de galas y ostentación de coches
y criados con que andaba por la grande vanidad con que se había tratado
como si fuera una gran señora y noble matrona”. Después de haber salido
en forma de penitente con vela verde en las manos y soga en la garganta,
se le confiscaron sus bienes como a los demás reos de su mismo delito y se
le condenó en destierro de las indias, en cárcel perpetua irredimible y en
doscientos azotes… Juan Duarte, Luis Pérez Roldán, el bachiller Pedro Tinoco,
médico, natural de México, hijo de doña Catalina de Silva o Enríquez que fue
relajada en persona en este Auto.
Y Simón Váez Sevilla, el más rico de todos los procesados. “Era grande la
magestad y pompa con que se trataba, cuenta el P. Bocanegra, y se hacía tratar
de los demás judaizantes, a cuya casa venían recomendados desde Liorna,
Pizza, España y otras ciudades, como la mayoral de ellos y él los acomodaba
y repartía por toda la tierra…, siendo cierto que sólo se sustentaba de crédito
atravesando desde el comino al diamante y desde el sayal al brocado.”
Reconciliados en estatua por igual delito resultaron Catalina Enríquez, que
ingresó a la prisión cuando contaba ochenta años y que sólo alcanzó a
permanecer en ellas seis meses, siempre enferma, y Gaspar Juárez, ambos
fallecidos en la cárcel.
Relajados en persona por relapsos en la ley de Moisés, fueron: doña Ana de
León Carvajal, natural de Medina del Campo, edad de 67 años, reconciliada
en el auto general de 1601, cuando apenas contaba 19. Entonces era viuda
de un mercachifle. Su padre Francisco Rodríguez Matos, portugués, había
sido relajado en estatua en el auto de 1590 y su madre doña Francisca Nuñez
de Carvajal llevó la misma pena pero en su persona en el 8 de diciembre de
1596. Su hermano Luis de Carvajal se dejó quemar vivo, como se recordará
en esa misma ocasión. Y en este tenor su familia entera había sido perseguida
y condenada por el Santo Oifcio… La muerte debió servir de descanso a la
infeliz anciana, pues sin otras gravísimas enfermedades padecía de un cáncer
de pecho tan profundo que casi se le veían las entrañas…71
Francisco López Blancón, natural de México, de edad de 31 años, dorador,
fue reconciliado por judaizante en el Auto citado de 1635, como lo había
sido también Leonor Núñez, madrileña de 64 años, madre d Ana Gómez,
condenada a la misma pena, y por fin el marido de esta última, Tomás Treviño
de Sobremonte, natural de Medina de Rioseco, de 57 años, mercader “que
hacía viajes la tierra adentro”. Después de habers ido reconciliado en el auto
particular de 15 de junio de 1625, preso con secuestro de bienes, por judío,
judaizante, relapso, se le probó que durante su prisión había ayunado cinco
años, “y a no haber acudido con hacerle comer por fuerza –afirma el padre
Bocanegra- hubiera muerto deste rigor de ayunos”. La noche en que se le
notificó su sentencia de relajación, añade el mismo autor, descubrió el rostro
y se quitó la máscara de fingido católico y dijo que era judío y quería morir
como tal, y que le cogía la muerte habiendo acabado de hacer un ayuno de
setenta y dos horas. Salió al cadalso con sambenito y coroza de condenado,
sin cruz verde en las manos porque no la quiso admitir, mordaza en la boca
porque eran tantas las blasfemias que decía, que uso deste medio, que aun
no aprovechó según las bramuras que hacía: fue entregado a la justicia y
brazo seglar, que vivo le hizo quemar.”72
Agustín de Rojas, marido de Leonor Báez, portugués, quien desesperado a
los cuatro días de estar preso se ahorcó “y en el ruido y espantos que aquella
y otras noches hubo en las cárceles –expresa el jesuita historiador de este
auto- se echó bien de ver había ocurrido y cooperado el demonio a tan ciega
y obstinada desesperación, porque otro no pudo entrar ni hacer los destrozos
que hizo, abollando los goznes fuertes y redoblados de la puerta de la cárcel
y quebrando uno de ellos por la parte de afuera, donde así se vieron grandes
golpes de barretazos.”
Doña Blanca Enríquez, natural de Sevilla, hija de Juana Rodríguez, relajada
también en estatua, “famosa dogmatista, rabina, que había estado antes
presa en la Inquisición de su ciudad natal, habiendo salido de la cárcel por
haber vencido la tortura. Doña Catalina de rivera, sevillana, de 27 años;
Diego Núñez, Enrique Fernández, Francisco Home, Isabel Nuñez, natural de
los Burdeos, casada con Luis Pérez Roldán, reconciliado en el Auto de que
tratamos, hijo de Diego Fernández Cardón y hermano de Ana Gómez, María
Gómez y Francisco Blandón, todos quemados en esta misma ocasión. Cercana
a la muerte, pidió audiencia a deshoras de la noche, y estando ya a punto de
confesar el judaísmo de que se le acusaba “retrocedió con ubna vehemencia
tan notable y demudado el rostro en el de otra persona que ponía horror y
71
72
Medina, 1991: 224-225
Medina, 1991: 226
se echaba de ver la tenía poseída el Demonio como a suya y así murió en su
impenitencia”.
Doña Isabel de Silva, de 52 años, doña María de Rivera, sevillana de 38 años,
que se dejó moriri de hambre “y expiró haciendo tantos y tan formidables
viajes que ponía horror, y como quien entregaba su condenada alma para los
tormentos eternos”.73
“Era común voz el decir que se había despoblado la Nueva España y
trasladádose a México”.
Oigamos ahora contar al padre Bocanegra los últimos incidentes de aquella
tremenda hecatombe…
Pronunció contra los reos en compañía de su asesor la sentencias definitivas
de muerte, condenándolos al bracero, donde fuesen quemados después
de haberles dado garrote, excepto Tomás Treviño de Sobremonte, judío
relapso y rebelde, que fue sentenciado a quemarle vivo por la obstinación
diabólica en su sacrilegio y perfidia, sin que para ablandarle bastase el verse
condenado a tan doloroso suplicio, ni los ruegos y exhortaciones que el
mismo general y los circundantes le hacían. “Pronunciadas que fueron las
sentencias pusieron a los justiciados caballeros en bestias de albarda y con
la escolta de las compañías de milicia y acompañamiento de los ministros
ejecutores y oficiales de la justicia seglar, con trompeta y voz de pregonero,
pasearon a los condenados sacándolos por la calle de San Francisco que es la
de la platería, la vuelta que sale a la de Tacuba, por la esquina del convento
de religiosas de Santa Clara hasta la esquina de caja maestra de agua en que
remata la suntuosa arquería de los caños de esta ciudad y por la vuelta de la
sequía y alameda salieron a la plaza del convento de religiosos franciscanos
descalzos de San Diego, donde está fabricado, y para esta ocasión renovado
el capacícimo bracero del Santo Oficio, en un anchuroso cuadro de cal
y canto, con sus cuatro remates esféricos de lo mismo… Juzgo haber en
plaza, alameda y arcos, de treinta mil personas para arriba, siendo más de
500 las carrozas que hallaron comodidad… Tomás Treviño de Sobremonte…
queriéndole poner a caballo en una mula mansa de albarda, apenas la bestia
sintió sobre sí la carga infernal, cuando como quien detestaba la iniquidad de
tan sacrílega persona, le sacudió de sí con tanta furia y braveza que sin poderla
sujetar rompió por medio de toda la gente huyendo de llevar al apóstata,
cuyo aspecto feroz bastaba poner horro a los mismos brutos… se mudaron
otras seis bestias trayendo las mismas en que ya iban otros relajados, y las
que hasta allí domésticas se volvían bravas en sintiendo a sus cuestas a este
maldito hereje… Y hubo de caminar algún trecho a pìe, hasta que se trajo un
73
Medina, 1991: 228
caballo muy flaco que tampoco le consintiera si lo sucedido con otros brutos
no bvastara para evidente testimonio de que era misterioso el caso porque el
pérfido hombre era tan desespertado y rabioso, le pusieron en ancas un indio
que le fuese teniendo, el cual con fervor excesivo a su capacidad y natural
rudeza, se convirtió con espanto de todos en celoso predicador de nuestra
santa fe, y en especial del misterio de la unión hipostática, repitiéndole el
verbum carofactum est de San Juan y diciéndole ardientes exhortaciones a
su conversión… Y habiéndose dado el último pregón, los fueron subiendo
al bracero donde estaban clavados catorce palos y aunque ya los relajados
eran trece (por haberse impedido el suplicio de Isabel Nuñez, que con las
dos audiencias que pidió la noche antes consiguió la misericordia y según se
colige estorbó el salir en el Auto general a Leonor Báez las cuales diez días
después fueron reconciliadas en la iglesia de Santo Domingo penitenciadas
y azotadas como se dijo arriba… Como los iban subiendo les fueron dando
garrotes, ayudándolos los confesores con la última diligencia de persuadirle
a su arrepentimiento y actos de contrición llegándoles el santocristo de la
cofradía de la misericordia, que vino con ellos y les andaba convidando con el
remedio de su preciosísima sangre. Echaron la leña en bracero y subieron el
último al infelice Tomás Treviñó de Sobremonte, a quien le aplicaron la llama a
la barba y rostro por ver si la pena le hacía cuerdo y el dolor desengañado; mas
él con las palabras y acciones consumó su impenitencia final y atrayendo leña
con los pies se dejó quemar vivo, sin dar un solo indicio de arrepentimiento,
antes no pudiendo ya hablar, desde la llama se le veía hacer muecos con la
cabeza y manos, como quien decía que no a la voz común que le aclamaba
su conversión… Ardió la espantosa hoguera y resolvió en pavesa y humo
las estatuas, las cajas de huesos y los cuerpos miserables de los apóstatas,
siendo la vengadora llama ejecutora de la divina justicia y forja de los trofeos
que el Tribunal Sagrado de la Fe levantaba aquel día; en crédito de la persona
de Cristo cruicificado, y en honra y gloria de su eterno padre y de su santísima
ley. Acabose este suplicio a poco más de las siete de la noche.74
“Duró toda la noche el fuego hasta el lunes a medio día que llegó el corregidor,
y con gente que llevó, juntando las cenizas, las hizo llevar en unos carretones
y que se echasen en una acequia que pasa por detrás del convento de San
Diego.”75
SOLICITANTES76
74
Medina, 1991: 230-233
75
Tomado del Diario de sucesos notables de Don Gregorio Martín de Guijo, citado en Sosa,
1985: 285-293
76
“En el siglo XI, el término nicolaísmo es entendido como amancebamiento de clérigos, o
sea, la convivencia sexual sistemática de los clérigos con alguna mujer, que acostumbraba a ser su ama
de llaves o su cocinera y que, en castellano, se conocía con el nombre de barragana o manceba.” Perez,
1992:29
“En sentido estricto… clérigo es el cura o fraile que ha llegado al sacerdocio,
que administra los sacramentos, que predica, confiesa y tiene a su cargo la
“cura de almas”, o sea, el cuidado de la salud espiritual de un pequeño o
gran rebaño. Ambos son célibes. Los curas – o clero secular-, por imposición
canónica en la Iglesia católica de rito latino, los frailes – o clero regular- lo son
por propia decisión al hacer voto de castidad.”77
“El confesionario fue inventado en el siglo XVI… en el proceso de 1526 seguido
en Lorgoño contra el bachiller Antonio de Medrano, uno de los alumbrados
del Reino de Toledo, le atribuyen a éste la siguiente declaración: “Malos
confesionarios tenéis en esta iglesia; maravíllome cómo los podéis soportar…
porque las mujeres se os echan encima las rodillas e de fuerza tenéis mucha
pena y tentaciones.” 78
Mención especial merece el problema de los llamados solicitantes, es decir,
de los sacerdotes que, con ocasión de la confesión, requerían a la penitente.
La solicitación, cuya abundancia en los registros inquisitoriales no deja de
sorprender hoy, era competencia de los tribunales episcopales, pero la
Inquisición intervino por presumir una fe equívoca o corrompida en quienes
abusaban del sacramento. Si el requerimiento del sacerdote había tenido
lugar antes o después de la confesión, el Santo Oficio quedaba al margen.
Hay que señalar además los casos de falsas delaciones, por parte de mujeres
que creían, imaginaban o deseaban haber sido solicitadas, así como los de
la llamada solicitación pasiva, donde la iniciativa corría a cargo de la mujer,
y el sacerdote resultaba comprometido por el sigilo sacramental. Otra
irregularidad en cierto modo asimilada a la solicitación era la flagelación y
uso de disciplinas, impuestas como penitencia de la confesión y que el propio
sacerdote administraba abusivamente.79
“…Aparecieron oscuros e inescrupulosos religiosos, que en el sacramento
de la penitencia y bajo la autoridad de falsos arrebatos místicos extáticos,
solicitaban a sus feligresas contacto carnal o sexo. Era la solicitación de
aquellos falsos alumbrados y oportunistas embaucadores, de ética muy
degradada. Algunas veces, sobre todo en los alumbrados de Extremadura y
Andalucía, mezclaban doctrinas heterodoxas con raptos místico-sensuales,
presencias diabólicas y delirios escatológicos, conminando lo herético con
depravaciones morales.
77
Perez, 1992:21-22
78
Perez, 1992:33
79
“Nos encontramos así con los solicitantes y flagelantes, de los que existen testimonios hasta
fines del siglo XVIII”. Escudero, 1985: 33
En el acto de proceso inquisitorial contra el religioso Juan de Villalpando, se
lee: “en el acto de la confesión babeaba a las mujeres en el rostro y ponía las
manos en los pechos, y partes ocultas, diciendo que por allí avía de entrar el
espíritu, y que aquello era lo mejor para estar en gracia…”
La solicitación era una práctica generalizada, como lo demuestra el Edicto de
Gracia, promulgado por el inquisidor general, Andrés Pacheco, 1623, en que
afirma las mil maneras que el confesor utiliza para conseguir favores sexuales
de sus penitentes. Estos Edictos, al conocerse las prácticas obscenas de estos
religiosos desvergonzados, produjeron el consabido escándalo. Para justificar
sus abusos sexuales y vencer los lógicos escrúpulos de las penitentes, estos
religiosos inventaban doctrinas falsas: dándoles a entender y diciendo
que aquellos tocamientos no eran pecado, que lo hacían para alegrarlas,
consolarlas y ayudarlas. Para sojuzgar y humillar a las mujeres a través del
confesionario: confiesan a las discípulas en lugares secretos retirándose
siempre de los templos y yglesias parrochiales donde concurre el pueblo
cristiano… Las discípulas las eran las beatas alumbradas.”80
“Era… muy frecuente que los confesores solicitantes tranquilizaran a sus
penitentes diciéndoles que acceder a sus deseos sexuales no era pecado o
que el propio confesor con quien se pecaba podía perdonarlo.”81
“Especialmente (a partir de) la segunda mitad del siglo XVI, el delito (de
solicitación) sería tan frecuente que los inquisidores… llegaron a confeccionar
un formulario de preguntas a rellenar por las mujeres que denunciaban
solicitaciones en el confesionario.”82
“Cristóbal Chamizo, el más mozo del grupo, y el más lujurioso, quitó sus
virginidades a muchas ingenuas beatas diciéndoles que no era pecado y que las
absolvería de todo. “Y estuvo una noche acostado con tres beatas”; además,
les decía que “si se sintiesen preñadas le avisasen, que él les daría con que
echasen las criaturas; y que si hubiesen de casarse les daría con qué pareciese
que estaban con su virginidad, y habiéndole pedido una de las beatas este
remedio, después de hecho y aplicado, volvió a tener cuenta con ella, diciendo
que él quería probar que era verdad”. Usaba “hechizos y encantamientos”, y
“no quería confesar sino a las mozas”, y obligaba a “las tales beatas que le
prestasen obediencia”, y “prohibirles que se confesasen con otro.”83
En el Manual de Confesores y Penitentes de Martín Azpilcueta, publicado
en 1556, todavía se advierte al confesor que obligue al penitente a “hincar
80
81
82
83
Martínez, 2009: 120
Perez, 1992:38
Perez, 1992:40
Martínez, 2009:120
ambas rodillas en tierra y poner la cara hacia un lado suyo”. Se cuenta de la
reina Isabel la Católica que al ser confesada por primera vez por el famoso
fray Hernando de Talavera, éste le dijo que tenía que confesarse arrodillada y
no sentada; tras el hecho, se dice que la reina comentó: “Este es el confesor
que me conviene.”84
“En el caso de doña Leonor de Mendoza –de cuarenta años y monja profesasu confesor, el jesuita Gil de Salcedo. El padre jesuita estaba rendidamente
enamorado de doña Leonor y así se lo había manifestado repetidas veces
en la confesión. Un día –según relata Leonor a la Inquisición, en 1570- llegó
al confesionario “y halló que estaba quitada una llave de un candadillo que
sele estar echada por parte de adentro”. La señora se extraña, pero la abre;
el jesuita aprovecha para besarle la falda y le propone que haga una copia de
la llave. Doña Leonor hace su copia y cuando vuelve al confesionario “abrió
la dicha reja, e allí ovo entre ambos palabras amorosas y tocamientos torpes
y deshonestos de una parte a otra… y en parte deshonesta… y que entendió
de él que vino en polución”.85
“El sacerdote médico Juan Benimelis, de sesenta y cinco años, fue denunciado
por cinco mujeres en 1604. A una de ellas le dijo “que se cortase los pelos
de las partes deshonestas… y la dijo aquello porque fuese más santa”. Fray
Matías Rodríguez, confesando en la villa de Aranda de Duero a Luisa Antolín,
doncella, le preguntó: “¿Tú ya tendrás pelos en tus partes? ¿Tienes pocos o
muchos?”; y para complementar el caso, como la chica se había ido a confesar
por haber robado unos huevos a su abuela, fray Matías le impuso la pena de
doce azotes.
Algunos solicitantes extremaban sus cuidados para no caer dentro del delito
y, por ejemplo, utilizaban la penitencia de la flagelación como otro modo de
satisfacer sin duda su voyeurismo y, de paso, su odio a las mujeres con la
excusa del castigo por las faltas confesadas.”86
“Juan Antonio Llorente relata… un caso de solicitación y seducción de toda una
casa en la que estaban retiradas dieciséis beatas; su confesor, un auténtico
héroe de la novela galante francesa… consiguió llevarse al huerto a trece de
ellas; el resto, eran viejas o feas. El propio Llorente intervino en el caso y trató
personalmente al fraile, que había sido misionero en América y llegó a ocupar
cargos en su Orden. El fraile sedujo a las monjas diciéndoles que todas y cada
una estaban muy avanzadas en la vida espiritual, pero les faltaba superar la
sensualidad, debido a “su juventud, robustez y gracias naturales”. El método,
aunque estamos en el siglo XIX, era viejo y pertenecía a la picaresca más
84
85
86
Perez, 1992:33
Perez, 1992:34
Perez, 1992:44
elemental. Recuerda inevitablemente la novelita de Boccaccio en la que una
joven, con ansias de perfección espiritual, se dirige a varios ermitaños para
que la conduzcan en ese complicado camino del espíritu. Los ermitaños se
asustan de aquel bombón relleno de buenas intenciones y le dan la dirección
de un joven ermita que se compromete a orientarla. La joven, que se llamaba
Alibec, descubre que el ermita, llamado Rústico, posee en su cuerpo una
protuberancia que ella no tiene. Rústico le aclara que se trata de un temible
diablo que se encrespa y revive con sólo verla, pero que afortunadamente
ella posee un verdadero infierno donde debe y puede ser castigada su altivez.
De mutuo acuerdo deciden doblegar al diablo de Rústico “metiéndolo en el
infierno” del Alibec… Alibec se da cuenta que este servicio a Dios es “la cosa
más dulce del mundo” y se lanza a una desenfrenada carrera de perfección a
través del mismo método de castigar al enervante diablo metiéndolo en su
infierno.
El fraile Llorente, además aconsejaba a sus beatas que sólo podrían superar
la lujuria a través de relaciones con él mismo y manteniendo en secreto lo
que entre ellos sucediera. Trece cedieron a sus proposiciones; pero la más
joven –de veinticinco años- cayó enferma y quiso cambiar de confesor,
y éste le informó que debía denunciar el caso a la Inquisición. Su proceso
se ha perdido, pero el relato de Llorente se sabe que en el juicio el fraile
todavía insistía en que aquella idea se la había revelado el propio Jesucristo.
El fraile era un perfecto o disimulado ignorante, pues esa misma idea, con
más o menos variantes, ya tenía su historia y había sido perseguida por la
Inquisición medieval bajo los nombres de adamitas y libertinos espirituales,
quienes defendieron que la mejor manera de superar el tirón de la carne era
darle su ración.”87
87
Perez, 1992:48
VENUSTIANO CARRANZA
CÓMO ERA DON VENUSTIANO
“Físicamente, era de constitución vigorosa; bien musculado, algo obeso;
de alta estatura, barba florida y espeso bigote.
Usaba constantemente lentes para mirar a larga distancia; para leer u observar
de cerca alguna cosa se despojaba de sus espejuelos.
A veces, cuando reconcentraba su pensamiento interesante, acariciaba con
la mano diestra su barba entrecana. Era tardo en sus movimientos, reposado
en el hablar y sobrio en la palabra. Su sola presencia inspiraba respeto. Su
traje favorito, desde que se lanzó a la lucha contra Huerta, hasta que cayó
acribillado... era: Sombrero de fieltro gris, de anchas alas, estilo norteño;
chaquetín de gabardina sin insignias militares; pero con botones dorados de
General del Ejército; pantalón de montar, botas de charol o mitazas de cuero
amarillo de Saltillo.
Cuando despachaba en el Palacio Nacional o en el Castillo de Chapultepec,
vestía de saco o jaquet y se tocaba con un sombrero bombín. En cualquier
parte que estuviera, tenía por costumbre levantarse temprano y, como la
gente campirana de la frontera, tomaba una taza de café solo y después, hacía
a caballo un recorrido de una o dos horas. Le acompañaban siempre uno o
dos ayudantes y su fiel amigo Secundino Reyes. Andaba sin temor por todas
partes, sin escolta, a la que solamente utilizaba para las jornadas formales o
para el resguardo de su alojamiento.
Cuando regresaba de su paseo diario, almorzaba al estilo coahuilense: chile
con queso, cabeza de carnero tatemada al horno o carne asada. Nunca faltaba
el café negro ni las tortillas de harina. Después del almuerzo se dedicaba
de lleno al trabajo; se enteraba de la voluminoso correspondencia diaria, de
los telegramas en clave; acordaba con los Secretarios de Estado, con el Jefe
del Estado Mayor; daba audiencias, dictaba órdenes y formaba planes para
actividades futuras, tanto de orden civil, como militar.
A las once de la mañana tenía por costumbre comer un poco de fruta fresca.
Continuaba su trabajo y comía invariablemente entre una y dos de la tarde,
en compañía de su familia, del Ayudante de Guardia y de algún convidado,
siempre alimentos hogareños: caldo, sopa de arroz, cocido con verduras,
algún guisado y café.
Nunca tomaba una copa de licor ni tenía el hábito de fumar. Por la tarde
continuaba su trabajo. Cenaba a la hora ordinaria y proseguía despachando
asuntos oficiales hasta altas horas de la noche. No era amante de diversiones;
pero tampoco era insociable. Concurría con su familia a las recepciones
oficiales y cumplimentaba a las damas; a las señoritas, daba agradable
conversación. Tenía dentro de su austeridad, un exquisito don de gentes que
hacía atractiva su personalidad.
En campaña, a pesar de su edad, era el más duro para rendirse a la fatiga. El
y su caballo negro eran una sola pieza desde Saltillo hasta Monclova cuando
desconoció a Huerta desde Monclova hasta Candela, cuando derrotó a a la
caballería federal de Rubio Navarrete.”88
“Era sobrio sin ser puritano (“cortejaba a las señoras con tacto finísimo, a las
señoritas las protegía paternalmente.”)89
“Nada ágil, lento en el ademán y un tanto torpe en sus movimientos, habría
parecido muy pesado si no fuera porque, siempre erguido, desmentía con su
postura la pesadez de su complexión.”
“Era el defecto que le encontraba Obregón, Alvarado, Diéguez, Murguía y el
que más generalmente se le criticaba.
Y, sin embargo, era incesante. Su acción era lenta, pero persistente.”90
Sobrio en extremo, nadie hubiera creído que un cuerpo tan grande pudiera
vivir con lo poco que comía. Nunca se le veía beber más de un pequeño
dedal de coñac antes de la comida, y en los banquetes, paladear por cortesía
los vinos. Dormía relativamente poco, pero conservaba la necesidad de la
siesta después de la comida.
Su cualidad física dominante era la resistencia: resistencia a la fatiga física
como a la intelectual, y que convencía de debilidad a quienes tenían que
acompañarlo o seguirlo en el camino o en la oficina en el trabajo.
En el trabajo, su resistencia fue siempre superior a la de sus más incansables
colaboradores. Sin más orden que la que los Secretarios pusieran en
88
89
90
Urquizo, 1970:22-23
Krauze, 2002:32
Cabrera, 1920: 11
sus carteras de acuerdos, y en último caso sin otro orden que el que
impusiera el montón formidable de papeles, despachaba lentamente pero
irremisiblemente cuanto le llevaban el Jefe del Estado Mayor, el Secretario
Particular y el Encargado de Guerra, diariamente; y luego el de Gobernación,
y los Jefes de Departamentos.”91
“No era orador de fácil palabra, no era brillante en sus conceptos, no era
sutil, no era analítico, no era fino en la dialéctica: no podía ser inteligente. Tal
razonaban muchos sin decirlo.
Y, sin embargo... mil veces oí desahuciarlo en materias diplomáticas...
todos los que a su lado desempeñaron alguna vez comisión diplomática o
labor internacional -Oesqueira, Zubaran, Sánzchez Azcona, Ureta, Cabrera,
Bonillas, Pani- saben que sin parar mientes en las formas, acertaba siempre
en el fondo.”92
“Tenía una excelente memoria, no sólo para fisonomías, o nombres, o cifras,
sino principalmente para hechos. Recordaba siempre de cualquier asunto que
se le hubiera hablado, y quién, dónde, cuándo y en qué sentidos. Esto, unido
a su gran paciencia para escuchar, le permitía estar siempre en posesión de
un enorme caudal de hechos concretos recientes de los cuales se servía. Tenía
también una buena memoria de futuro, es decir, recordaba con facilidad y a
tiempo lo que tenía que hacer.”93
“No entraba en detalles, no era minucioso, no era analítico, pero tenía una
comprensión clara, aunque lenta, de los lineamientos esenciales de todo
problema que se le sometía, por técnico que fuese.
Su cultura literaria era vasta en Historia. Especialmente en historia de México
y Sudamérica en lo cual era una verdadera enciclopedia aplicada. En otras
ciencias su cultura era fruto de una provechosa lectura elemental que
servía de cimiento a un gran caudal de conocimientos acumulados por la
observación, la reflexión y la experiencia.
Cualquiera, al oírlo hablar sobre agricultura, minería, comercio, banca, por
ejemplo, se engañaba sobre la profundidad de sus conocimientos a causa de
la sencillez de su palabra y de la ausencia de términos técnicos.
Su lenguaje era sencillo, sobrio, casi clásico. Enemigo de los rebuscamientos
y de los eufemismos, con frecuencia se enajenaba voluntades y aparecía
arrogante y autoritario en sus escritos sólo porque prefería las formas
precisas y cortas: “haga usted,” “proceda usted” “absténgase usted” en vez
91
92
93
Cabrera, Luis, “La herencia de Carranza”, Imprenta Nacional, 1920: 8
Cabrera, 1920: 10
Cabrera, 1920: 10
del consabido: “este gobierno espera del nunca desmentido patriotismo
de usted que no encontrara inconveniente en hacer, o en abstenerse, etc.
etc.”94
Carta dirigida a Díaz de parte de Carranza:
25 de marzo, 1909.
“Con mi carácter de representante de los intereses del Estado
de Coahuila en la importante cuestión que ahora se ventila en el
Ministerio de Fomento, sobre el reparto de las aguas del Río Nazas...
he arreglado con el sindicato de ribereños se retire la representación
que en él tiene el señor Francisco I. Madero, quien pudiera
aprovechar esta circunstancia para agregar un nuevo elemento en
la campaña que contra el gobierno de usted tiene emprendida y que
se ha hecho pública por su libro titulado “La Sucesión Presidencial.”
Espero que esta labor será de la respetable aprobación de usted, a
la vez que servirá de prueba de mi invariable adhesión a la buena
marcha de su gobierno, hoy criticada por persona de ninguna
significación política...”
Carranza, puesto a prueba por don Porfirio
“Era por el año de 1909… cuando… Don Venustiano Carrranza era Senador y
estaba en México, a donde lo visitó una comisión de señores de Saltillo con el
objeto de ofrecerle la candidatura para Gobernador del Estado de Coahuila.
Habiéndolo entrevistado en el Hotel Iturbide… contestó que para resolverlos
necesitaba hablar con el señor Presidente don Porfirio Díaz, y del resultado
de la entrevista con él, les avisaría… en seguida fue a ver al Presidente Díaz,
para hacerle saber de lo que se trataba. Tan luego como se presentó con el
Presidente, le puso al corriente del objeto de su visita; contestándole el señor
Presidente que aceptara la candidatura; que mucho gusto tendría en tener
un buen amigo de Gobernador en el Estado de Coahuila.”95
No obstante, poco después Porfirio retiró su apoyo a la candidatura de
Venustiano, “cayó el gobernador Miguel Cárdenas –amigo de Carranza- y
fue nombrado gobernador interino de Coahuila el licenciado don Praxedis
de la Peña. Las elecciones fueron… fraudulentas, y resultó impuesto
como gobernador constitucional el licenciado Jesús del Valle. Carranza
procedió seguidamente a convocar a una junta de los principales líderes
antirreleccionistas, inclusive el señor Madero, en la propia casa de don
94
95
Cabrera, 1920: 10
Junco: 218-220
Venustiano, en Monclova. Fue en el mes de septiembre de 1909. Como
se proyectaba un movimiento armado, se resolvió aplazarlo para el año
siguiente, después de las elecciones presidenciales. También se acordó que
todos los antirreleccionistas se desligaran del reyismo, acuerdo que se publicó
en el periódico “El Progreso”, editado en San Antonio, Texas, por maderistas
exiliados, entre ellos el Dr. Cepeda.”96
Estando en mi casa (habla Niceforo) me platicó cómo había estado todo
lo anterior, diciéndome que no había otro remedio que suspender su jira,
como lo hizo, porque tendría que salir mal, y se quedó pensando por un
momento y me dijo: “Traigo un proyecto, pero es bastante serio”; diciéndole
yo: suéltelo, y me dice: ¿qué le parece si le hacemos una invitación al Gral.
Reyes, para que nos autorice a tomar su nombre como bandera para iniciar
un movimiento de rebelión contra el gobierno del Gral. Díaz? Y añadió:
ya es mucho soportar la tiranía de ese hombre; diciéndole yo: me parece
muy arriesgada la empresa; me gustaría, siempre que Reyes aceptara, pero
creo que no lo hará a lo que contestó Carranza que estaba seguro de que sí
aceptaría. Pues bien, le dije, como lo que estamos tratando es sumamente
serio, creo que debemos arreglarlo en otro lugar donde no nos interrumpan,
y resolvimos ir a ocupar un cuarto del Hotel Continental de esta ciudad. En
esos momentos llegó el doctor Lorenzo Sepúlveda, muy amigo de Carranza
y mío… Empezamos a cambiar impresiones y terminamos en el acuerdo de
que el señor Carranza fuera a Galeana a visitar al Gral. Reyes… Estando en
Galeana… entró en pláticas con el general Reyes imponiéndolo del objeto
de su visita…. Reyes metió la mano a la bolsa del saco y sacó dos pliegos
mostrándoselos al señor Carranza, uno de Díaz a Reyes, donde lo llamaba a
Méjico para que recibiera órdenes de salir a Europa a una comisión, y el otro
contestación de Reyes al Presidente aceptando dicha comisión, saliendo en
seguida a la capital para desempeñarla. Después de enterarse Carranza de
dichos pliegos, le dijo Reyes: ya ve que no me es posible aceptar lo que me
ofrece; debe saber que a ese hombre no le puedo faltar porque lo que soy
y lo que valgo a él se lo debo, lamentando de veras no estar de acuerdo con
usted en ese asunto. A lo que Carranza contestó “Sólo espero de usted, dada
la amistad que nos liga, quede esto en el más absoluto silencio; contestándole
el general: sabe que siempre seré su amigo y que esto quedará solamente
entre los dos… En este estado las cosas, don Venustiano sólo pensó en volver
a Monterrey; ya en ésta me platicó todo lo ocurrido… “Este hombre (Reyes)
ha perdido la oportunidad más grande que ha tenido en su vida, de llegar a la
Presidencia, y no volveré a tener ninguna confianza de él”. También tuvimos
él y yo alguna idea de hacerlo por nuestra cuenta, pero después de estudiar
bien el caso, él me dijo: Usted y yo no tenemos ninguna importancia, y de
seguro iremos al fracaso.”97
96
97
Taracena, 1963:27
Junco: 224
“A medida de que las elecciones de 1910 se acercaban, Carranza y otros antiCientificos se unieron en un movimiento encabezado por el General Bernardo
Reyes, el Gobernador de Nuevo León. Reyes aspiraba a la vice presidencia,
pero el presidente, no estaba de acuerdo. Por el contrario, durante el verano
de 1909, Díaz persuadió a Reyes para que repudiara su candidatura y lo
mando a Europa en una misión diplomática, una especie de exilio.”98
El “revolucionario”
En febrero, Madero lo designa gobernador provisional de Coahuila y
comandante en jefe de la Revolución en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
La celeridad no fue nunca virtud de Carranza, menos entonces, cuando había
cumplido ya los cincuenta años. La insurrección que debería acaudillar se
retrasa.99
El 24 de febrero, Madero advierte a su hermano Alfonso en carta fechada en
los Estados Unidos:
“Seria muy importante que Carranza se resolviera a lanzarse sin más tramites…
Si le di un nombramiento tan importante, era en la confianza de que así lo
haría… Me dicen que vuelve a hablarse de la venida de Reyes y que eso a
hecho vacilar a nuestro amigo. Si eso es cierto, me veré forzado a retirarle
mi confianza y aun los nombramientos, pues el modo tan leal como yo lo he
tratado, no merece ser correspondido de esa manera”.100
El 18 de abril, desde San Antonio, Texas, nuevamente Madero escribe: “Don
Venustiano Carranza ha estado preparando su expedición, pero la ha estado
preparando con tal lentitud, que ya me desespera. Todo cuanto ha pedido se
le ha dado y es fecha que aún está esperando ciertas noticias para pasar.”101
“Dicen que el General Díaz, profundo conocedor de los hombres... comentó:
“Un peligro mayor que el de Chihuahua apunta en Coahuila si Carranza se
posesiona bien de aquella región.”102
Tratados de Cd. Juárez
“Carranza no se opuso a la firma de los Tratados de Ciudad Juárez, sino que,
antes bien, urgió que se aceptaran… Adolfo de la Huerta lo relata de esta
manera:
98
Gilderhus, Mark, “Carranza and the Decision to Revolt, 1913: A Problem in Historical Interpretation”, AAFH, 1976:302
99
Krauze, 2002:18
100
Taracena, A., Venustiano Carranza, Edit. Jus, México, 1963, pp. 32.
101
Taracena, 1963:35
102
Urquizo, 1970: 17
“Quiero hacer referencia –dijo Carranza- a acontecimientos pasados para
tomar ciertas providencias. Cuando Pancho Madero nombró su gabinete en
Ciudad Juárez y a mí me tocó ser ministro de la Guerra, mi nombramiento
causó disgusto entre algunos jefes, particularmente Pascual Orozco y Villa,
y pretextando algún otro asunto, se presentaron ante el señor Madero… Es
necesario –continuó Carranza- que conozca usted este episodio para que sepa
que es lo que debemos esperar en el desarrollo del movimiento. Estuvieron
insolentes Orozco y Villa, pero a pesar de que el primero de ellos era el que
llevaba la voz cantante, el que formaba la protesta, la mirada de Villa se me
grabó porque traía intenciones de ir todavía más lejos de lo que pretendía
Pascual Orozco… Nos salvamos gracias a la entereza y valor de Pancho Madero
y quedaron las cosas como quien dice prendidas con alfileres, tanto así que
cuando terminó el incidente y salimos con bien, le dije a Pancho: “Yo, que he
sido contrario a esos arreglos con los delegados que vinieron de México me
inclino a que firmemos cuanto antes esos convenios con los delegados del
Gobierno pues si hoy ladran, mañana nos muerden.”103
Presidencia de Madero
“Con fecha 18 de febrero de 1912, Carranza escribió al Presidente Madero
desde Saltillo:
“El coronel Zurita lleva, además de su fuerza… la Fuerza de Seguridad del
Estado… Respecto a que las fuerzas del Estado queden al mando del general
Treviño, siento manifestar a usted que no me es posible declinar el mando
de ellas en el expresado general, ni en ningún otro jefe; pues el Congreso a
solicitud mía, me ha autorizado para ponerme al frente de las expresadas
fuerzas cuando fuere preciso para conservar el orden del Estado. Por lo cual,
si la situación por que éste atraviesa se hiciera más crítica, tendría yo que
asumir personalmente el mando de dichas fuerzas. Espero, por esto que
me he manifestado a usted, que en lo sucesivo ordene al jefe de las fuerzas
federales que operan en este Estado, que se ponga de acuerdo conmigo para
los movimientos combinados de ambas fuerzas federales que operan en este
Estado, que se ponga de acuerdo conmigo para los movimientos combinados
de ambas fuerzas, para hacer con éxito la campaña contra los rebeldes y para
que podamos restablecer más pronto el orden en el Estado. V. Caranza”.
“Carranza ignoraba que en torno de Madero se agitaban los intrigantes que
procuraban restarle amigos y que no desaprovechaban ocasión para ello,
pues insinuaban que don Venustiano procuraba mantener tropas suyas para
alzarse con ellas en contra del señor Madero. Su preocupación consistía en
que fueran manejadas por los jefes que él había designado y no por jefes
del ejercito federal, que las menospreciaban y las utilizaban en movimientos
103
Taracena, 1963:38
inútiles. Había logrado que el gobierno del Centro les pagase sus haberes,
así como también obtuvo que el erario federal sufragara los gastos que
ocasionaban, para lo cual cada mes la Secretaría de Hacienda giraba al
Gobierno de Coahuila la cantidad de $200, 000.00; pero los enemigos
circulaban rumores sobre la distribución de esa suma. Afirmaban que
dichos cuerpos eran imaginarios y que en la realidad, los $200, 000.00 se los
repartían diversos jefes militares, entre quienes mencionaban a Don Jesús
Carranza, hermano del gobernante, cuya posición económica afirmaban que
había mejorado considerablemente… todo este enredo se hizo llegar a oídos
del Ministro de Hacienda don Ernesto Madero y se ordenó que el subsidio
fuera suspendido. El Presidente Madero intercedió a favor del Gobernador.”104
El 4 de febrero de 1913, escribe el gobernador Venustiano Carranza una carta
fechada hoy en Saltillo y dirigida al señor Madero insistiendo en que ordene
vuelvan a su Estado las fuerzas del teniente coronel Pablo González, “pues
sentiría muchísimo –dice- tener que dar yo la orden, aun sin consentimiento
de usted, de que esos soldados vuelvan…” los paga la federación y se cree con
derecho a manejarlos. Hace unos díaz Carranza invitó a los gobernadores de
San Luis Potosí, Aguascalientes y Chihuahua a una cacería de Ciénega del Toro,
en la que se trato a cerca de que le gobierno del presidente está en situación
crítica; de que las fuerzas auxiliares de los estados subsistirían a pesar de
todo y de que los gobernadores deberían unirse para afrontar cualquier
situación que se presentara. Al teniente coronel Pablo Gonzalez le indicó que
volviera a Coahuila desde Chihuahua, donde copera en la campaña contra el
Orozquismo cuando ocurriera algo anormal en la metrópoli. Todos creen que
está al tanto de lo que su jefe, el general Bernardo Reyes trama.105
Tres días más tarde, desde Chapultepec, contesta el presidente Madero a
Don Venustiano Carranza que le sorprende su carta y, desagradablemente,
el párrafo que se refiere al teniente coronel Pablo Gonzales. “Usted no tiene
ningún derecho –expresa- a ordenar que regresen de Chihuahua tropas que
están sostenidas por el gobierno federal y que dependen exclusivamente de
el… veo con pena que las complacencias que he tenido con usted dejando
que mueva a su antojo 2500 hombres pagados por el gobierno federal, le han
hecho suponer que son fuerzas que dependen de usted. A pablo Gonzales y
sus tropas no les puedo permitir que vengan a Coahuila por ningún motivo,
hasta que no termine la campaña de Chihuahua, y si usted les ordena que
regresen, no hará sino provocar un conflicto peligroso, pues el general Ràbago
les hará respetar la orden que yo dictè.” También al general Ràbago escribe
hoy el presidente Madero, Adjuntándoles copia de esta carta y de la de don
104
105
Taracena, 1963:67
Taracena, 1991: 162
Venustiano a fin de que se sirva normar sus actos.106
Don Venustiano –sin embargo- estaba al tanto de lo que se preparaba, lo viene
a comprobar la versión de que estando la artista Fanny Anitúa en Saltillo por
esos días, Carranza le aconsejó que se pusiera a salvo porque sobrevendrían
acontecimientos graves.”107 No es de extrañar, pues, que don Venustiano,
que sabía muchas cosas, instara por esos días a la artista Fanny Anitúa a la
Sazón en Saltillo a que no volviera a la metrópoli porque era inminente una
sublevación, uno de los detalles en que se basa la versión malévola de que
Carranza iva a levantarse en armas contra Madero.108
…El Sr. Carranza, consciente, como siempre, en todos sus actos, dijo al
licenciado Arredondo… poco más o menos… “Necesito saber la verdad de
lo ocurrido en México, en mi carácter de Gobernador Constitucional de un
estado de la República. Un gobernador que ha protestado cumplir y hacer
cumplir la Constitución Federal, no puede, no debe permitir que se violen de
este modo las instituciones de su país; pero si el señor Madero y el licenciado
Pino Suárez han renunciado libre y espontáneamente a sus altos cargos, por
debilidad o cobardía, no hay remedio: Huerta es el presidente de la República
por ministerio de ley. Naturalmente que yo no podré estar de acuerdo con el
nuevo Gobierno, emanado de un acto de violencia, pero el pueblo no puede
negar o desconocer al nuevo presidente, elevado a la primera magistratura
porque los señores Madero y Pino Suárez no hayan estado a la altura de las
circunstancias. Si, como creo, las rnuncias de que me hablan son apócrifas,
arrancadas por la coacción y la violencia, o del todo falsas, y llegan a hacer
desaparecer al Presidente, porque “estos” son capaces de todo, iremos a la
revolución. Yo no debo eludir el compromiso que he contraído con el pueblo
al protestar como Gobernador. Necesito, pues, conocer la verdad… No quiero
aparecer como un revolucionario vulgar”. 109
Carranza reconoce a Victoriano Huerta
“Saltillo, Coahuila, 22 de febrero de 1913. Sr. Victoriano Huerta, Presidente de
la República. México, D.F. Su atento mensaje ayer. Para tratar asuntos a que
me referí en mi mensaje antier, saldrá mañana a ésa, en representación de
este gobierno el señor licenciado Eliseo Arredondo… espero que se arreglarán
satisfactoriamente los asuntos que los expresados señores tratarán con usted.
106
107
108
109
Taracena, 1991: 163
Taracena, 1934:10-11
Taracena, 1991: 181
Breceda, 170-171
El Gobernador Constitucional, V. Carranza.
“Saltillo, 23 de febrero de 193. Sr. Presidente de la República, General
Victoriano Huerta. México D. F. Con satisfacción recibimos mensaje de usted
y agradecemos órdenes dadas para admitir nuestros mensajes que a usted
dirijan, con relación a las negociaciones que están efectuándose entre los
Poderes Federales y esta Entidad Federativa. Por teléfono hemos dado cuenta
al señor Gobernador, quien se encuentra en Ramos Arizpe… Nosotros creemos
que al tratar con usted comisionados, podrá solucionar satisfactoriamente el
incidente que motivaba negociaciones. El Señor Gobernador abriga mejor
disposición para solucionar asuntos satisfactoriamente. Miguel Cárdenas.
Encarnación Dávila.”110
“El 25 de febrero Carranza mandó un cable al ministro de Gobernación Alberto
García Granados, proponiendo una conferencia telegráfica para arreglar
problemas de relaciones entre su estado y el gobierno federal. El siguiente día
-26- el hermano del gobernador Jesús le dijo al Cónsul norteamericano Luther
Ellsworth que el gobernador se encontraba definitivamente en rebelión, y
cuando las tropas federales entraron a Coahuila ese día, Venustiano Carranza
telegrafió al Presidente Taft declarando su oposición a Huerta citando como
motivo el que las tropas desasen removerlo de su puesto. A pesar de esta
telegrama, los delegados de Carranza continuaron sus negociaciones en la
Ciudad de México. Las discusiones giraban en torno al mismo problema que
había causado problemas entre Carranza y Madero –el pago y control de las
tropas estatales de Carranza.”111
Por qué fusilaron a García Granados
En octubre de 1915 se fusiló a don Alberto García Granados un civil y un
anciano, que sólo había sido, por corto tiempo, ministro de Huerta, con
quien nunca se identificó… El abogado defensor de Granados don Francisco
110
Taracena, 1963:97. En Saltillo el lic. Miguel Cárdenas ex gobernador de Coahuila, viene
haciendo sugestiones a Carranza para que no se precipite, por lo que Jacinto Treviño, Luis Garfias,
Alfredo Breceda y otros abordaron a Don Venustiano Carranza y le advierten que si no sabe resistir a esas
insinuaciones acomodaticias ellos se levantarán en armas por su cuenta y riesgo. Carranza les contesta
que trata de ganar tiempo para que se le reúnan sus tropas dispersas, las de don pablo Gonzalez, las de
Gertrudiz Sanchez que está en Michoacán etc.; y que su resolución de alzarse contra los usurpadores es
inquebrantable. Y aunque se le une en saltillo el teniente Andrés Saucedo con una fracción de sus tropas
Maderistas irregulares, hoy también dirige Carranza a Huerta un telegrama desde Saltillo llamándolo nada
menos que oficialmente “Presidente de la República” y diciéndole: “su atento mensaje de ayer para tratar
los asuntos a los que me refería en el mensaje anterior, saldrá mañana para ésa en representación de este
gobierno el Lic. Eliseo Arredondo, diputado al congreso general, y estimo conveniente lo acompañe con
el mismo carácter, el ingeniero Rafael Arizpe, que reside en esa capital y a quien hoy me dirijo con ese
objeto. Espero que se arreglarán satisfactoriamente los asuntos que los expresados señores tratarán con
usted. (Taracena, 1991: 187)
111
Kenneth, 1968:28
A. Serralde, narra así una conversación que sostuvo con el prisionero poco
antes de su fusilamiento:
“García Granados permaneció silencioso unos instantes, para, en seguida,
hacer su confesión:
“-¿Sabe usted por qué me fusila Carranza, licenciado? Por los documentos…
A raíz de mi salida del gabinete del general Huerta, entregué al ministro
de Alemania en México, Von Eckard, un paquete conteniendo documentos
muy comprometedores para Carranza. Von Eckard envió esos documentos a
Alemania, y tengo entendido que el gobierno alemán, abusando de la confianza
que yo había depositado en su ministro, abrió el paquete encontrando esos
documentos, teniendo así en grave compromiso a Carranza…” Con esos
documentos… el gobierno alemán, durante la guerra, pudo hacer que don
Venustiano se inclinara a favor de Alemania.”112
112
Junco, 1955:146
MELCHOR OCAMPO
Hijo natural del doctor Antonio María Uruaga, cura de Maravatío y de la
señorita Tapia, dueña de la hacienda de Pateo. Fue bautizado el día 6 del
mismo mes en la Parroquia de San Miguel.”113
FE DE BAUTISMO
“Parroquia de San Miguel Arcángel.- Calle de San Jerónimo.- México, 1 D.F.V.C.R.- El suscrito párroco de San Miguel Arcángel de México D.F. Certifica,
que en el archivo parroquial existe un libro de bautismos de expósitos No. 4 y
en el una partida No. 1 a fojas 24 que a la letra dice: -Al margen-José Telésforo
Juan Nepomuceno, Melchor, de la Santísima Trinidad:- Español. P. 2 p.o.-Al
centro.- En la ciudad de México a seis de enero del año del Señor de mil
ochocientos catorce. Yo el bachiller don Manuel Montealegre, teniente cura
de esta Parroquia, bautizé solemnemente a un infante, que dijeron nació el
día 5 del corriente, le puse por nombres José Telésforo Juan Nepomuceno,
Melchor, de la Santísima Trinidad, hijo de padres no conocidos; fue su madrina
doña María Josefa González de Tapia, vive en la calle de Alfaro número diez,
a quien advertí su obligación y parentesco espiritual y para que conste firmé
con el señor cura.-Juan Felipe de Atichelena, Coadjutor (rúbrica).- Manuel de
Montealegre (rúbrica).- Es copia fiel de su original.- México D.F., 7 de julio de
18959.- El párroco, Joaquín Soto Ibarra, Pbro.”114
Cuando el niño supo hablar… se le mandó al sacristán mayor de la parroquia
de Maravatío, Sr. José Ignacio Imitola, que á juicio de los vecinos alumbraba
con su ciencia… Cierto día el maestro presentóse á Doña Francisca Tapia,
llevándole al educando:
-Señora, aquí tiene usted a su niño; no le puedo enseñar más: todo lo que sé,
lo sabe ya… Tiene mucha inteligencia, mucho talento; todo lo aprende, todo
lo abarca…115
113
Arreóla, Raúl, “Melchor Ocampo: Textos políticos”, SEP, 1975, p. 12
114
Daniel Muñoz y Pérez, Melchor Ocampo. Santos Degollado. Leandro Valle, México,
1961, p. 9
115
Ángel Pola, Don Melchor Ocampo, Gobierno del Estado de Michoacán, México, 1964, p. 9
NOS EL DR. FRANCISCO PABLO VÁZQUEZ, POR LA DIVINA GRACIA Y DE LA
SANTA SILLA APOSTÓLICA OBISPO DE LA PUEBLA DE LOS ÁNGELES, ETC.
A todos nuestros amados Diocesanos salud y gracia en nuestro Señor
Jesucristo.
La triste decadencia en que con dolor observamos las costumbres, y que
generalmente se atribuye a las circunstancias de los tiempos, no tiene otro
principio, amados Diocesanos, si bien se considera, que la propagación
de escritos perniciosos. Ni las pasiones del corazón humano son ahora
más rebeldes, que en los pasados tiempos, ni la ley del pecado, de que se
lamentaba el Apóstol, es más fuerte en nosotros que en nuestros mayores;
es sólo la libertad escandalosa con que se ha estendido de algún tiempo á
esta parte la lectura de libros inmorales e impíos la diferencia fatal que nos
distingue.
Si vemos ahora correr a los jóvenes con más desenfreno al desahogo de
inclinaciones criminales y vergonzosas, es porque no dejan de las manos
poesías y novelas obscenas, que como teas preparadas por el demonio de
la lascivia, añaden llamas nuevas y más voraces al fuego de la edad. Si con
más frecuencia que antes sentimos aflojarse los lazos sociales, dividirse la
opinión pública y turbarse la paz, es a consecuencia de máximas erróneas y
revolucionarias, que en muchísimos libros han esparcido los enemigos del
orden y de la tranquilidad.
Y qué importa que en algunos de semejantes artículos se recomiende la
pureza del lenguaje, se admiren las gracias de la elocuencia, o brillen las
bellezas encantadoras de la poesía? Todo esto, amados diocesanos, agrava
el mal, y hace más necesario el remedio. Agrava el mal, porque seducido
el entendimiento con la dulzura del estilo, franquea con más facilidad el
paso á las mácsimas que corrompen el corazón. Hace más necesario el
remedio, porque granjeándose esta clase de producciones la estimación de
los incautos, es indispensable sobre la persuación la fuerza de la autoridad
para arrancarlas de sus manos. No hay medio, carísimos fieles, o es necesario
estirpar de entre nosotros los libros obscenos, impíos y libertinos, ó temer la
corrupción total de las costumbres, el vilipendio de la Religión, y el trastorno
de la sociedad.
Nada menos que estos son los males que pueden producir escritos semejantes,
y por lo mismo así los Padres y Pastores de la Iglesia, regidos por el Espíritu
Santo, como los Príncipes y sabios del paganismo, alumbrados de la política y
de la razón, han procurado su esterminio. No sólo han declamado contra los
malos libros Orígenes, Tertuliano, San Gerónimo y otros antiguos y modernos
maestros y defensores de la Religión; también lo hicieron en sus tiempos Platón
y Marco Tulio. Como han empleado su autoridad los espiritual los Romanos
Pontífices y los Obispos para estinguirlos, se habían valido de la temporal para
el mismo efecto no sólo los emperadores cristianos, sino también los gentiles
griegos contra los escritos del ateo Protágoras y del voluptuoso Epicuro, y
entre los romanos Marco Emilio contra los que introducían ritos nuevos, y el
emperador Augusto contra el célebre autor del arte de amar. Tan cierto es,
amados Diocesanos, que la Fé divina, la sana política y la recta razón inspiran
unánimes el esterminio de los libros irreligiosos e inmorales.
Fundados en estos principios, y ecsitados vivamente del zelo de las almas
confiadas á nuestro cargo pastoral, hemos creído de nuestra obligación
exhortar, como lo hacemos, encarecidamente á los padres de familia, a que
reflecsionen sobre e cargo que más inmediatamente que cualquiera otro
tienen sobre sí, no permitan bajo ningún poretesto á sus hijos ó dependientes
la lectura de aquellos libros que están prohibidos por la Iglesia, o que por ser
manifiestamente obscenos ó irrelgiosos puedan debilitar su fe, ó corromper
sus costumbres.
Además, habiendo ecsaminado un espediente que por todos los trámites
legales tiene instruido nuestro tribunal de Fé, prohibimos en virtud de nuestra
autoridad a todos y cada uno de los fieles estantes y habitantes en esta nuestra
Diócesis, bajo la pena de escomunión mayor latae sententiae , reservada a
Nos, la lectura y retención de los siguientes escritos en cualquiera idioma,
como respectivamente heréticos, blasfemos, escandalosos, subversivos,
é injuriosos á la religión: =El ristianismo Descubierto. =Inconvenientes del
celibato eclesiástico. =Discurso sobre la desigualdad entre los hombres.
=Historia crítica de la vida de Jesucristo. =El Emilio, de J.J. Rousseau. =Mi
tío Tomas. =Historia de Samuel por Volney. =Origen de todos los cultos. =El
Tolerantismo. =Cartas a Eugenia. =Cornelia Boroquia. =Novelas de Voltaire.
=Tratado de los tres impostores. =Obras entretenidas en verso de Evariso
Parni. =Proyecto de constitución religiosa, y apología católica del mismo, por
Don Juan Antonio Llorente.
Dado en nuestro Palacio Episcopal de la Puebla de los Ángeles, firmado
de Nos, sellado con el escudo de nuestras armas, y refrendado de nuestro
infrascripto Secretario de Cámara y Gobierno, a cuatro de enero de mil
ochocientos treinta y dos.
Ocampo, 1844
“Los peones –escribió Ocampo en 1844- se endrogan por su casamiento o
por la muerte de alguno de los suyos, o por sus vestidos: estas son las causas
más generales, aunque no las únicas. Los jornales se pagan ordinariamente, a
uno, a uno y medio o a dos reales. Cojamos le segundo, como término medio.
Sea cual fuere el motivo porque adeude al peón, supongamos también como
término medio que la primera deuda es de diez pesos. Veamos ahora lo
que de ella sigue. Trabajando los peones los seis días de la semana; ganan
nueve reales; gastan tres en maíz, medio en chile, medio en sal, cal y vela u
ocote, medio en jabón; y todo necesariamente. De los cuatro y medio reales
sobrantes, apliquemos los cuatro a un fuerte abono y sólo les quedará medio
para carne, o hilo, cigarros, o fruta o un remedio. Pues, para pagar diez pesos
abonando cuatro reales semanarios, se necesitan cinco meses, y en ellos
pagaría el peón, si no hubiera muchas semanas en que no puede trabajar los
seis días, y por lo mismo, ni abonar los cuatro reales semanarios, se necesitan
cinco meses… Pero antes de que los cinco meses se cumplan, el parto o el
bautismo, o el entierro, o los vestidos lo han obligado a pedir más, puesto que
con medio sobrante no puede hacer fondo. Nueva deuda, nueva sujeción a la
voluntad ajena, nueva serie de escaseces diarias, por el medio real, sobrante
único de la semana (“Sobre un error que perjudica a la agricultura y a la
moralidad de los trabajadores”.116 “Con el tiempo, la relación entre peón y
hacendado, empeoraba, haciéndose increíblemente hostil. El uno trabajaba
menos y laboraba mal. El otro, recurría al palo. “No hay que apurarse, no me
debo matar en un día; si el amo quiere, me sufre, que al fin no ha de echarme
y perder así lo que le debo”: tal era la postura y el razonamiento del peón.
“Puesto que no sientes o desconoces tus deberes, sentirás el hambre y la
intemperie; la necesidad y el palo te harán trabajar”: tal era la postura y el
razonamiento del dueño de la hacienda.”117 “Indiquemos brevemente unas
cuantas consecuencias del cultivo deficiente del campo:
1) El peón no tiene dinero con que comprar carne. Entonces la ganadería se resiente
2) El peón no tiene dinero con que comprar ropa. Entonces la industria se resiente
3) El hacendado gana menos; por lo tanto, disminuye sus compras de artículos
ajenos al ramo agrícola
4) La renta nacional sufre merma. El erario enflaquece. El fisco se enferma. El estado
paga por unos y por otros. No se construyen caminos. No hay dinero para la
educación pública. Los empleados públicos perciben un sueldo raquítico. Poco
se puede hacer en pro de la salubridad. En caso de guerra, careceríamos de un
ejército idóneo. Etc. Etc.
“¡Hacendados! ¡Jefes de labor! No deis a la cuenta a vuestros peones, sino
aquellos gastos indispensables que ellos no puedan prevenir y que vosotros
os haréis pagar escrupulosa pero prudentemente! ¡Hacedles ver el pupilaje
vergonzoso en que, de lo contrario, caen para siempre, e inspiradles el amor
116
117
Contreras Estrada, 1970: 52
Contreras Estrada, 1970: 53
al trabajo, el noble orgullo de la independencia y la convicción de que son
indestructibles los goces que procura una buena moral! […] ¡Pensando en
que esos mismos pobres peones parten por compasión su mísero pan con su
perro, avergonzaos, teneos por menguados e infames, si no partís el vuestro
con ellos!... Pateo, 10 de abril de 1844.”118
Ocampo y la guerra de 1847
La caída del puerto de Veracruz… sacudió al a población moreliana. Un
testigo presencial comentó: “El jueves santo 1º de abril del citado año de
1847 llegó a esta ciudad por extraordinario la noticia de la ocupación y el
bombardeo de la plaza de Veracruz, por el ejército de los Estados Unidos de
Norteamérica al mando del general Scott.” Al día siguiente, el gobernador
del estado, Melchor Ocampo, lanzó una vibrante proclama invitando al
pueblo a sumarse a la defensa del país mediante la reorganización de la
Guardia Nacional, en todas sus armas, a fin de engrosar las filas del ejército
mexicano para defender la capital de la República… El domingo 4 de abril,
a las diez de la mañana en el edificio de la Compañía, hoy Palacio Clavijero,
tuvo lugar una reunión de voluntarios procedentes de todas las latitudes del
estado, que se aprestaban para recibir instrucciones del gobierno para salir
a combatir a los invasores. Alrededor de cuatro mil hombres, sobre todo
campesinos y artesanos, llenaban el patio principal y pasillos del edificio. Al
filo de las diez y media se presentó el gobernador acompañado de varios
colaboradores, entre ellos, Santos Degollado, Juan B. Ceballos… Después
de una breve arenga pronunciada por Ocampo, se procedió a la formación
de diversos cuerpos, armando entre ellos el Batallón de Infantería al que
dio el nombre de “Matamoros de Morelia”… La plana mayor del Batallón
quedó integrada por los siguientes oficiales: coronel Juan B. Traconis como
responsable máximo del cuerpo, teniente coronel José María Lurralde, Jesús
Álvarez y Blas Estrada como ayudantes y Antonio Ramírez como Tambor
Mayor. El Batallón matamoros quedó finalmente integrado con 800 hombres
que formaban una compañía de granaderos, una compañía de cazadores y
seis compañías de combatientes en diversas armas. Todo el mes de abril y
las tres primeras semanas de mayo fueron de constante entrenamiento en el
manejo del armamento y técnicas de guerra en donde participaban tanto los
oficiales como todo el cuerpo del Batallón… El Congreso del estado facultó
ampliamente al gobernador para que dictara todas las medidas que creyera
oportunas para auxiliar al gobierno federal y a su vez a los de los estados para
“que lleve adelante la guerra contra los Estados Unidos del Norte, defender
la nacionalidad de la República y salvar las instituciones federales bajo que
está constituida la nación.” La salida de la capital del estado se efectuó en la
mañana del 27 de mayo, después de un acto religioso-patriótico celebrado
en el portal Matamoros en donde un fraile franciscano impartió la bendición
118
Contreras Estrada, 1970: 54
a la bandera y tropas del cuerpo de voluntarios y la arenga que el gobernador
les dirigió exhortando a los soldados a cumplir con su deber de defensores
de la independencia y de la integridad nacional. Ocampo expresó: “Acabáis
de jurar que seréis fieles a vuestra bandera, es decir, que lo seréis a vuestra
patria como soldados… Michoacán, la cuna de los héroes, la tierra clásica de
la libertad en la República, no puede tener hijos que la traicionen… Pelead
tenazmente y venceréis… El astro de México aun brilla aunque empañado. La
constancia será su horizonte; no permitáis que se oculte.” El Batallón partió
a la Ciudad de México siguiendo el camino de Indaparapeo, Zinapécuaro,
Ucareo, Maravatío, Pateo, Tepetongo, Ixtlahuaca, Toluca, Lerma y Cuajimalpa
y después de trece días llegó a la capital en donde la tropa fue acuartelada en
el convento de San Diego y luego en el edificio de la Acordada… Las fuerzas
michoacanas hicieron varios movimientos en los alrededores de la Ciudad de
México; el 11 de septiembre, se apostaron en la Calzada de la Viga y al día
siguiente se trasladaron en forma violenta a Chapultepec a participar en la
defensa del castillo, a donde llegaron en medio de gritos de ¡Viva México! ¡Aquí
está Michoacán… Mueran los yankes!... ¡Aquí está Michoacán que no corre!...
Después de desesperada resistencia y la caída de Chapultepec en manos de
los invasores, el Batallón Matamoros recibió instrucciones para replegarse a la
Ciudadela para luego evacuar la ciudad junto con todos los cuerpos armados,
con rumbo a Cuautitlán y de ahí a Querétaro, en donde sería reorganizado
el Gobierno de la República, ya que el presidente, general Antonio López de
Santa Anna acababa de renunciar. Dichos acontecimientos fueron dados a
conocer a la opinión pública michoacana por el propio gobernador, Melchor
Ocampo, quien se dirigió a la población diciendo: “¡MICHOACANOS! Con el
más acerbo dolor os comunico que el enemigo se ha apoderado de la capital
de la República, y los restos de nuestro ejército han replegádose a Querétaro;
aunque ninguna constancia oficial tengo de ello, ya no me es posible dudarlo.
¿Pero la capital es la República? La parte inerme que en ella ha quedado se
bate todavía con denuedo… ¡A las armas ciudadanos!... reunamos nuestros
últimos recursos y unidos demos al infame que nos ultraja tan sólo porque
se cree el más fuerte… ¡Independencia o Muerte!”… Una vez conocida la
capitulación de la Ciudad de México y la desbandada de las autoridades, el
gobierno del estado decretó que Michoacán reasumía el ejercicio pleno de
su soberanía, sobre todo, en lo concerniente a la administración pública y
que conservaría únicamente relaciones con los demás estados en donde
estuviera presente la resistencia a la dominación extranjera. Más tarde,
el Congreso estatal acordó que en caso de que el enemigo se acercara al
territorio, la sede de los poderes se trasladara a Uruapan…119
119
Gerardo Sánchez D., “Los vaivenes del proyecto republicano. 1824-1855”, en Enrique Florescano (Coord.), Historia General de Michoacán, V. III, El Siglo XIX, Gobierno del Estado de Michoacán, México, 1989. P. 22-26
Ocampo, 1857
“A alguno de ustedes consta oficialmente que, habiendo tenido yo el honor
de ser electo diputado, no asistí a las juntas preparatorias ni me presenté en
el Congreso sino cuando los periódicos y cartas de algunos amigos llegué a
creer que no hubiese quórum. Instalado el Congreso, y cuando y atuvo mayor
número de miembros de los estrictamente necesarios, presenté mi dimisión
del cargo, fundándola en las buenas razones de derecho natural y civil que
me obligan a atender la subsistencia de mi familia y a los compromisos que
mi confinación a Tulancingo, mi prisión en Ulúa, mi destierro, la confiscación
de mis bienes y trastornos consiguientes a ella me hicieron contraer. Decía
yo entonces al Congreso, y era cierto, que s continuaba en su seno ni sabría
qué había de comer mientras mi familia, ni cómo había de corresponder a
la espontánea generosidad con que algunas almas nobles entre mis amigos
me habían socorrido en la desgracia. Lo pedía así, no como recompensa de
haber servido a mi patria con celo, lealtad y desinterés, que a esto estamos
obligados todos, sino como una compensación de mis quebrantos en la salud
y los intereses, por ser fiel a la causa de la libertad y de la verdadera decencia,
que se me permitiera trabajar en mis negocios, para satisfacer dudas que
considero como sagradas y conservar mi habitual independencia.
“Yo mismo, como primer ministro que fui del actual gobierno de Ayutla,
temiendo el cáncer fatal del no hay número, había declarado en la
convocatoria que el cargo de diputado no era renunciable. El congreso no
podía exonerarme, pero me hixo la justicia de creerme y tuvo la bondad de
darme una licencia. La dejé pasar, y acaso no hubiera vuelto a él si algunos
amigos no me hubieran escrito exhortándome a que fuese, y suponiendo la
posibilidad de que yo ayudara a impedir que continuasen las desavenencias
que por desgracia comenzaban a notarse entre el Congreso y el gobierno. Si
en este sentido produjeron algún bien los esfuerzos de mi buena voluntad
sobre estas desavenencias, y sobre las que se iban exacerbando con Nuevo
León, el mismo gobierno y otros podrán calificarlo.
“Pero la segunda capitulación de Puebla exaltó el disgusto que yo sentí ya
desde la salida del señor Fuente por el modo con que se terminó el negocio
pendiente con Inglaterra por los cónsules de Tepic, y por la salida también del
señor Lerdo de Tejada, que el mismo día en que fue promovido a ministro de
Relaciones le predije delante de varios amigos, que no lo habrán olvidad. Si
siempre he creído perjudicial intentar reformas que no estén apoyadas en la
justicia y en la conciencia pública, no he tendido por menos desastroso dejar
escapar alas raras ocasiones en que éstas claman por llevar a efecto aquéllas.
Con el hábito, bueno o malo pero arraigado en mí, de decir como pienso
y de obrar como hablo, tuve la imprudencia de calificar, no sólo dura sino
aun acerba, y aun tal vez indecorosamente, ante el Congreso la conducta del
gobierno con motivo de la cuenta que le dio de tal capitulación.
“Algunos amigos me hablaron después de la indisposición del señor presidente
y del mal efecto que mi atrevida censura había hecho en el gabinete, y tuve
miedo, lo reconozco y confieso, de hacer caer sobre el Congreso, si en él
permanecía, toda la predisposición que contra mí había yo renovado. Los que
me conocen pueden decir que no soy tan accesible a esta pasión cuando se
trata de mi seguridad o interés particular; peor que me vuelvo tímido cando
está de por medio el bien de la república. Así, aunque mi inviolabilidad como
diputado y más que todo mi independencia de carácter y la facilidad con que
me acomodo a las privaciones y molestias de los días aciagos, nade me podría
hacer temer por míM mi contra prudencia me hizo creer que debía retirarme
de la ocasión de perjudicar al país en la persona moral de la asamblea de
sus representantes. He estado siempre persuadido, por otra parte, de que la
unión de todos nos es, no sólo importante, sino necesaria.
“Por esto me volví a mi casa, y sin licencia. Si la pedía apoyándome en razones
que aunque no me faltaban no eran las que me impulsaban, mentía, de lo
que procuro huir cuanto puedo. Si alegaba la verdad, temía por una parte
que se me tuviese por fauto,y por otra, que el Congreso pudiese, acaso por
una noble altivez, mandarme expresamente que permaneciera.
“Ustedes saben que cuando volví a las sesiones lo primero que hice fue suplicar
al Congreso que me permitiera firmar el original del proyecto de constitución,
aunque no hubiese estado yo en la capital al tiempo de presentarse; que
aceptaba su responsabilidad porque, si tenía errores, eran en su mayor
parte los mismos de que yo estaba imbuido; que, si como miembro de su
comisión no había discutido todos los artículos, había, sí, concurrido a las
primeras conferencias de ésta, y procurado establecer las bases de su trabajo
y llevado cuanto minuciosamente puede sus actas; que los pocos puntos de
que disentí no valían la pena para formular voto particular; que los explanaría
en los debates. Agregué que no aspiraba a ser ni a que se me creyese hábil
o diestro, como a sí mismos se llaman o se designan unos a otros, los que
reputan como una gracia eludir toda responsabilidad y nadar siempre entre
dos aguas, para ni ser notaos, ni dejar de avanzar en su camino; sino que yo era
y quería ser, más que diestro, sincero. No puede, pues, creerse que me vine
del Congreso para excusar responsabilidades que espontáneamente había
asumido o por huir compromisos, como algunos llaman, en el cumplimiento
de mis deberes.
“Como tengo fe en la soberanía del pueblo, como me considero muy honrado
con que los estados de México y Michoacán, lo mismo que el Distrito, se
hubieran dignado en poner en mí su confianza nombrándome su representante
y como no soy nada gran señor, etro en estas explicaciones. Por lo demás, si el
tiempo que he servido a la nación con todos mis esfuerzos concienzudamente
no ha bastado para formarme una reputación de patriótica probo, constante
y desinteresado, como ya no aspiro a vivir otros tantos años y como en tal
hipótesis sabría que este número no ha bastado para hacérmela, dejaré de
empezar de nuevo ara intentar conseguirla.
“Dígnese usted aceptar con todo mi reconocimiento por este nuevo favor, que
no dudo se dignará hacerme, la seguridad de mi sincero aprecio. Pomoca, 7
de abril de 1857.”120
Masonería Reaccionaria (Editorial del Monitor de 15 de septiembre de 1857)
La reacción ha llegado al último grado de atrocidad, de barbarie y de delirio en
sus tentativas. No contenta con derramar sangre en la guerra civil, con intentar
atroces venganzas en sus conjuraciones, con profanar con gritos sediciosos
los templos, ha formado una asociación masónica, en la cual se ha venido á
reasumir todo lo que hay de más terrible, de más negro y de más siniestro en
las sociedades secretas.
Parece increíble, y sin embargo, es cierto: el Directorio que siempre ha tenido
la reacción en esta capital, se ha organizado como una verdadera masonería, y
cuenta ya un gran número de asociados.
Hemos visto los títulos que á éstos les espide el Directorio, y tenemos en
nuestro poder una copia de los reglamentos ó estatutos de la Sociedad, los
cuales reproduciremos al pié de estas líneas (…) Los títulos dicen lo siguiente:
“El D. E. te ordena a ti (aquí las iniciales del nombre) de manifestar tus opiniones
políticas, y los medios de que puedas disponer en el partido ‘a que perteneces.
Tu jefe inmediato es tu consocio, vive en la cale…… y se llama…….” En los claros
que hemos dejado están los nombres de una calle y de un individuo.
Estos sellos tienen por firma un sello pegado, el cual se compone de un triángulo,
en cuyo centro hay dos manecillas enlazadas, y tres estrellas y alrededor una
ráfaga.
Ya verán por esto nuestros lectores, que nada falta aquí de los misterios
tenebrosos y de las fórmulas aterradoras con que la imaginación ha revestido
siempre á la masonería; y acabarán de persuadirse de ello al leer los artículos
del documento que más abajo copiamos a la letra.
120
Arreola, 1975:130-132
No sabemos si nuestros lectores se llenarán de horror ó estallarán de risa,
al ver semejantes cosas en los días que alcanzamos. Ese cuarto oscuro, esa
calavera, esas siniestras luces, esos puñales y esos venenos, causan sin duda
horror si por lo serio se toman; pero todo eso da también risa, cuando apenas
es posible tomarlo por lo serio. Efectivamente, cuesta trabajo creer que en
nuestra capital y en nuestros días se haya organizado formalmente una
asociación tan ridícula y tan bárbara al mismo tiempo; tan ridícula, porque
emplea tan estravagantes fórmulas; tan bárbara, porque usa de venenos y
tiene puñales para matar a los hombres.
Y sin embargo, el hecho es una verdad, la asociación existe; y aunque sea
mengua de nuestra civilización, pasan ya de tres mil las personas que se han
filiado en ella, en la capital y en los Estados (…) Veremos cómo prueban sus
partidarios que esa manera de obrar está conforme con los buenos principios
políticos y con los verdaderos sentimientos religiosos.121
Ocampo, 1858
Nuestro dogma político es la soberanía del pueblo, la voluntad de la mayoría.
Pero ¿tenemos fe en él? Seguramente que sí, sin lo cual, no habría tantos que
desinteresadamente lo defendieran, que por él sufriesen persecuciones, que
por él hiciesen sacrificios, que por él diesen su sangre en los campos de batalla
y en los cadalsos. Pero aún no es bastante robusta esta fé, porque a muchos
les faltan las profundas convicciones que da la instrucción en estas materias,
habiéndoles faltado ocasión de estudiarlas… Es una fe naciente semejante
a la del primero de los apóstoles, que a veces reniega, a veces flaquea. Los
que nunca nos hemos separado de esta creencia, los que hemos tenido la
fortuna de no dudar siquiera de ella, podíamos preguntar a la República ¿por
qué vacilas? como el Divino Maestro preguntó a aquel, al andar sobre el lago:
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué no creíste? Nos diría, por lo mismo que erré,
no volveré a errar… Y, no siendo firme la fe, ¿cuál podrá ser la esperanza?
Incierta y variable también. Hemos llegado hasta la desgracia de que un buen
número de mexicanos ha desesperado de México, olvidando que Foción
decía que no es ilícito al ciudadano desesperar de la salvación de la patria. Y
aún hay ¡oh vergüenza! hasta infames traidores que pretenden maniatarlo
121
Los dos socios nombrados por el D.E. para recibir y juramentar un candidato, deberán conformarse á las siguientes instrucciones: 1ª Harán preparar un cuarto oscuro, en medio del cual y sobre una
mesa, colocarán dos lámparas de espíritu divino entre las cuales pondrán una calavera, un libro abierto
de los Evangelios, y sobre éste un cristo, un puñal y un pomo de cristal con uno de los venenos empleados por la sociedad. / 2ª Los dos socios se revestirán de la mayor gravedad al verificar este acto, que
debe hacerse en los estatutos de la sociedad. / 3ª Dispuesto todo para la ceremonia, esperarán sentados
la llegada del candidato; éste se presentará con un signo secreto que deb entregar á los socios y que debe
ser devuelto por estos al D.E. con todas las demás piezas justificativas de la recepción… (Tenemos documento completo.)
y entregarlo así a los extraños… Discurso de Melchor Ocampo conmemorando
el día de la independencia, Veracruz, 16 de septiembre de 1858
Circular de la Secretaría de Relaciones a los Gobernadores informando el
reconocimiento del gobierno de los Estados Unidos
Excmo. señor:
El honorable Robert M. McLane acaba de presentar a su excelencia, el
Presidente, sus credenciales como enviado extraordinario y ministro
plenipotenciario de Estados Unidos, cerca de la República de México,
reconociendo así, solemnemente, aquel Gobierno al Gobierno Constitucional
de su excelencia, el Presidente Juárez.
Me apresuro a comunicar con la mayor satisfacción a S. E. tan feliz suceso,
que ha sido debidamente celebrado y solemnizado en este lugar, para que
pueda usted darlo a conocer a la población de su estado. Es de la mayor
importancia.
Se inician de esta manera, con la dignidad debida, las relaciones exteriores de
la administración del Presidente Juárez, hasta ahora tan resistida por intrigas
monárquicas y retrógradas que han constituido un gran obstáculo al triunfo
de la buena causa, con resultados sangrientos y desastrosos en la contienda
que hasta ahora sostiene México contra sus antiguos opresores.
Señala una nueva era en las relaciones de los dos países, cuya mutua
prosperidad descansa en el interés de ambos, quienes ahora empiezan a
comprender que, unidos, pueden desafiar al mundo y regular los destinos de la
generación naciente, mientras que, oponiéndose, facilitarán las pretensiones
dictatoriales del común enemigo de la democracia y, de esa manera, irán, no a
su ruina, que ahora y afortunadamente es una imposibilidad, pero obstruirán
y retardaran su rápido e infalible éxito.
Facilita a nuestro Gobierno relaciones que hasta ahora no había podido
establecer y presta el mayor impulso a la solución de una contienda fratricida
que por poco viene a parar en la destrucción de la República y que ha destruido
ya su orden social Además de esto, contribuirá y más poderosamente, aun
cuando esta lucha esté terminada, a restaurar el caótico estado que su
prolongación y consecuente desmoralización han producido.
Su excelencia el Presidente, habiendo determinado entrar en una nueva,
franca y honorable política con Estados Unidos, se opondrá a la difusión del
furioso espíritu de antagonismo entre nosotros, que el astuto y maquiavélico
jesuitismo ha conseguido propagar Se solidarizará con aquellos hombres de
ideas justas y elevadas de ambos países, pues cree que ambos poseen estas
estimables cualidades, que deben ser estimuladas y, algunos defectos, que
un hábil manejo buscaría suprimir.
Se unirá, en ambos países, a hombres de integridad y noble carácter que no
piensan con Hobbs, que la guerra es la condición natural de la humanidad, sino
que, por el contrario, se han adherido al espíritu cristiano de amor fraternal
entre los hombres y no piensan que el destino providencial de las naciones es
el de destruir tal orden, sino que su misión es de amistad y cooperación.
Finalmente, se adherirá a aquellos economistas que piensan que un vecino
rico y poderoso es más valioso y asegura más ventajas que un desierto
agostado por la pobreza y la devastación.
Esperamos que estos sentimientos de buena voluntad para todos los hombres,
se harán pronto patentes a los súbditos y ciudadanos de todas las otras
naciones en esta misma forma oficial y solemne y, aunque no sostengamos
relaciones nacionales con ellas en estos días, todos aquellos extranjeros que
se han dirigido a S. E. el Presidente Juárez, están convencidos del deseo de
parte de su administración, de mantenerse en paz con todos ellos... Veracruz,
6 de abril de 1859.122
Matanza de Tacubaya
“Desde el 10 de abril trabóse una lucha en las lomas de Tacubaya, y el general
Degollado decidió emprender una retirada, señalando una corta sección
que resistiera el empuje de los soldados de la guarnición de México. Esta
sección combatió con valor hasta agotar sus municiones, la villa fue invadida,
el palacio arzobispal ocupado por los soldados de la reacción, que viendo
vencidos a sus enemigos les hicieron fuego y los lancearon en todas partes,
sin hacer distinción entre los heridos.
Algunos jefes y oficiales quedaron prisioneros al terminar la acción del
11. Los heridos no pudieron seguir la retirada, y quedaron en hospitales
improvisados en el arzobispado y algunas casas particulares. Con ellos quedó
el jefe del cuerpo médico militar del ejército federal y tres de sus compañeros,
que creyeron inhumano y desleal abandonar a hombres cuyas vidas podrían
salvar, cuyas dolencias podían mitigar.
Un día antes de la acción se supo en México que eran muy pocos los médicos
que venían en el ejército federal y esta escases podía hacer mucho más
122
Jorge L. Tamayo, (Selección y notas), Benito Juárez. Documentos, Discursos y Correspondencia, Ed. Libros de México, México, 1974.
funestos los resultados de una batalla. Esta noticia hizo que algunos jóvenes
estudiantes formaran y llevaran a cabo el noble proyecto de ir a Tacubaya a
ayudar gratuitamente a los facultativos, y a cuirar y operar a los heridos de
los dos ejércitos.
Terminada la acción, varios vecinos recorrían el teatro de la batalla para
informarse de lo ocurrido y auxiliar a los moribundos… … A nuestro siglo, a
nuestro país estaba reservada la triste singularidad de ofrecer un espectáculo
tan inhumano, tan cruel, tan salvaje, que hace retroceder la guerra a los
tiempos de Atila y de los hunos.
Los médicos asesinados en Tacubaya, son mártires de la ciencia y del deber.
Sus verdugos que defienden los fueros de los clérigos y frailes, han atropellado
los fueros de la humanidad, las leyes de la civilización, los preceptos del
derecho de gentes sancionados por los pueblos cristianos
… Los cincuenta y tres cadáveres quedaron amontonados unos sobre otros,
insepultos y enteramente desnudos, porque los soldados los despojaron de
cuanto tenían, y de paso saquearon algunas casas. Las madres, las esposas,
los hermanos, los hijos de las víctimas, acudieron al lugar del trágico
acontecimiento, reclamaron a sus deudos para enterrarlos y se les negó este
último y tristísimo consuelo.
A los dos días, los cadáveres fueron echados en carretas que los condujeron
a una barranca, donde se les arrojó y donde permanecen insepultos (…)
Entretanto, Miramón recibía aduladoras felicitaciones por su fuga de Veracruz
(…) En la noche, la Catedral, que rehusa celebrar los aniversarios de la
Independencia, estaba iluminada en señal de regocijo; las casas consistoriales
estaban vistosamente adornadas por el Sr. Icaza, y no faltaron casas
particulares en que el terror y las amenazas de la policía hiciesen aparecer
faroles encendidos ¡fúnebres antorchas de los asesinos de Tacubaya!
La mayor parte (de los asesinados) no podían ser ni prisioneros de guerra
(…) (en el exterior) se creerá que á estas regiones no ha penetrado la luz
del cristianismo (…) No es el gobierno de la República el que se complace
en bañarse de sangre; no es tampoco un partido político; no es el ejército
nacional. No, mil veces no, el país no ha consentido en darse un gobierno
compuesto de truhanes, tahures, ladrones y asesinos. Una facción inmunda
ha asaltado el poder en la capital; pero esta no es gobierno, es una camarilla
compuesta de las heces de los garitos, de la escoria de los cuerpos de guardia
y de las sacristías (…) convertir al soldado en verdugo y en asesino, estaba
reservado a Márquez, Miramón y Majía (…) Entretanto, Miramón recibía
aduladoras felicitaciones por su fuga de Veracruz; Corono proclamaba la
pureza y tranquilidad de la conciencia de los reaccionarios; lo que se llama
Ayuntamiento, dirigido por un D. Mariano Icaza, usurpaba la voz de una
población consternada, para pedir las fajas de generales de División para
Márquez y Corona; la Catedral engalanaba sus torres con colgaduras color de
sangre; unas cuantas mujeres, indignas de pertenecer á su sexo y de llevar
el nombre mexicano, presentaban a Márquez una banda también color de
sangre; el cabildo eclesiástico entonaba en las bóvedas de la metropolitana
el Te Deum, y mandaba decir una misa de gracias, y se verificaba, en fin, la
entrada triunfal del ejército trayendo como trofeos á los prisioneros, á unas
pobres mujeres que apedreaba el populacho, y amontonados en carros á los
heridos que unían sus quejidos y lamentos al ruido de las campanas, de los
cohetes y de las dianas (…) Cristo arrojó del templo a los sacerdotes judíos
porque lo habían convertido en cueva de ladrones. ¿Qué habría hecho con los
que lo transforman en guarida de asesinos? No es apasionada esta ilusión. La
guerra civil ha sido comenzada, y mantenida por el alto clero de la República,
cuyos tesoros han pagado todos los movimientos reaccionarios y las fuerzas
del gobierno comenzadas por Zuloaga.123
Manifiesto del Gobierno Constitucional a la Nación. Julio 7 de 1859
(Anunciando las leyes de Reforma)
En la difícil y comprometida situación en que hace diez y ocho meses se ha
encontrado la República, a consecuencia del escandaloso motín que estalló
en Tacubaya a fines de 1857, y en medio de la confusión y del desconcierto
introducidos por aquel atentado, tan injustificable en sus fines como en
sus medios, el poder público, que en virtud del código político del mismo
año, tiene el imprescindible deber de conservar el orden legal en casos
como el presente, había juzgado oportuno guardar silencio acerca de los
pensamientos que abriga para curar radicalmente los males que afligen a
la sociedad, porque una vez entablada la lucha armada entre una inmensa
mayoría de la nación y los que pretenden oprimirla, creía llenar su misión
apoyando los derechos de los pueblos por los medios que estaban a su
alcance, confiado en que la bondad misma de una causa que tiene a su favor
la razón y la justicia, y los repetidos desengaños que de su impotencia para
sobreponerse a ella debían recibir a cada paso sus adversarios, harían desistir
a estos de su criminal intento, o sucumbir prontamente en tal contienda.
Mas cuando, por desgracia, no ha sido estos así; cuando a pesar de la
prolongada resistencia que la sociedad está oponiendo al triunfo de aquel
motín, los autores de éste continúan empeñados en sostenerlo, apoyados
123
Francisco Zarco Las matanzas de Tacubaya. Ediciones del Boletín Bibliográfico de la SHCP,
México, 1959
únicamente en la decidida protección del alto clero y en la fuerza de las
bayonetas que tienen a sus órdenes; cuando, por resultado de esa torpe y
criminal obstinación, la República parece condenada a seguir sufriendo aún
por algún tiempo los desastres y las calamidades que forman la horrible
historia de tan escandalosa rebelión, creería el gobierno faltar a uno de los
primeros deberes que la misma situación le impone, si suspendiera por más
tiempo la pública manifestación de sus ideas, no ya solo acerca de las graves
cuestiones que hoy se ventilan en el terreno de los hechos de armas, sino
también sobre la marcha que se propone seguir en los diversos ramos de la
administración pública.
La nación se encuentra hoy en un momento solemne, porque del resultado
de la encarnizada lucha que los partidarios del oscurantismo y de los abusos
han provocado esta vez contra los más claros principios de la libertad y del
progreso social, depende todo su porvenir. En momento tan supremo, el
gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la nación, y hacer4 escuchar
en ella la voz de sus más caros derechos e intereses, no solo porque así se
uniformará más y más la opinión pública en el sentido conveniente, sino
porque así también apreciarán mejor los pueblos la causa de los grandes
sacrificios que están haciendo al combatir con sus opresores, y porque así,
en fin, se logrará que en todas las naciones civilizadas del mundo se vea
claramente cual es el verdadero objeto de esta lucha que tan hondamente
conmueve a la República.
Al cumplir hoy este deber, nada tiene que decir el gobierno respecto de sus
pensamientos sobre la organización política del país, porque siendo el mismo
una emanación de la Constitución de 1857, y considerándose, además,
como el representante legítimo de los principios liberales consignados en
ella debe comprenderse naturalmente que sus aspiraciones se dirigen a
que los ciudadanos todos, sin distinción de clases ni condiciones disfruten
de cuantos derechos y garantías sean compatibles con el buen orden de
la sociedad; a que unos y otras se hagan siempre efectivos por la buena
administración de justicia; a que las autoridades todas cumplan fielmente
sus deberes y atribuciones, sin excederse nunca del círculo marcado por las
leyes; y finalmente, a que los Estados de la federación usen de las facultades
que les corresponden para administrar libremente sus intereses, así como
para promover todo lo conducente a su prosperidad, en cuanto no se oponga
a los derechos e intereses generales de la República.
Más como quiera que esos principios, a pesar de haber sido consignados ya,
con más ó menos extensión, en los diversos códigos políticos que ha tenido el
país desde su independencia, y últimamente en la Constitución de 1857, no
han podido ni podrán arraigarse en la nación, mientras que en su modo de ser
social y administrativo se conserven los diversos elementos de despotismo,
de hipocresía, de inmoralidad y de desorden que los contrarían, el gobierno
cree que sin apartarse esencialmente de los principios constitutivos, está en
el deber de ocuparse muy seriamente de hacer desaparecer esos elementos,
bien convencido ya por la dilatada experiencia de todo lo ocurrido hasta aquí,
de que entretanto que ellos subsistan, no hay orden ni libertad posibles.
Para hacer, pues, efectivos el uno y la otra, dando unidad al pensamiento de
la reforma social, por medio de disposiciones que produzcan el triunfo sólido
y completo de los buenos principios, he aquí las medidas que el gobierno se
propone realizar.
En primer lugar, para poner un término definitivo a esa guerra sangrienta
y fraticida que una parte del clero está fomentando hace tanto tiempo en
la nación, por solo conservar los intereses y prerrogativas que heredó del
sistema colonial, abusando escandalosamente de la influencia que le dan las
riquezas que ha tenido en sus manos, y del ejercicio de su sagrado ministerio,
y desarmar de una vez a esta clase de los elementos que sirven de apoyo a su
funesto dominio, cree indispensable:
1º. Adoptar, como regla general invariable, la más perfecta independencia
entre los negocios del estado y los puramente eclesiásticos.
2º. Suprimir todas las corporaciones de regulares del sexo masculino, sin
excepción alguna, secularizándose los sacerdotes que actualmente hay en
ellas.
3º. Extinguir igualmente las cofradías, archicofradías, hermandades, y
en general todas las corporaciones ó congregaciones que existen de esta
naturaleza.
4º. Cerrar los noviciados en los conventos de monjas, conservándose las que
actualmente existen en ellos, con los capitales ó dotes que cada una haya
introducido, y con la asignación de lo necesario para el servicio del culto de
sus respectivos templos.
5º. Declarar que han sido y son propiedad de la nación todos los bienes que
hoy administra el clero secular y regular con diversos títulos, así como el
excedente que tengan los conventos de monjas, deduciendo el monto de sus
dotes, y enajenar dichos bienes, admitiendo en pago de una parte de su valor
títulos de la deuda pública y de capitalización de empleos.
6º. Declarar por último, que la remuneración que dan los fieles a los
sacerdotes, así por la administración de los sacramentos, como por todos los
demás servicios eclesiásticos, y cuyo producto anual, bien distribuido, basta
para atender ampliamente al sostenimiento del culto y de sus ministros, es
objeto de convenios libres entre unos y otros, sin que para nada intervenga
en ellos la autoridad civil.
Además de esta medidas, que, en concepto del gobierno, son las únicas
que pueden dar por resultado la sumisión del clero a la potestad civil en sus
negocios temporales, dejándolo sin embargo con todos los medios necesarios
para que pueda consagrarse exclusivamente, como es debido, al ejercicio de
su sagrado ministerio, cree indispensable proteger en la República con toda
su autoridad la libertad religiosa, por ser esto necesario para su prosperidad
y engrandecimiento, a la vez que una exigencia de la civilización actual.
En el ramo de justicia, el gobierno comprende que una de las más urgentes
necesidades de la República es la formación de códigos claros y sencillos sobre
negocios civiles y criminales, y sobre procedimientos, porque solo de esta
manera se podrá sacar a nuestra legislación del embrollado laberinto en que
actualmente se encuentra, uniformándola en toda la nación, expeditando la
acción de los tribunales y poniendo el conocimiento de las leyes al alcance
de todo el mundo; y como quiera que para la ejecución de este importante
trabajo bastará que se dediquen a él con empeño los jurisconsultos a quienes
se les encomiende, el gobierno se propone hacer un esfuerzo para que
no quede aplazada por más tiempo esta mejora, a fin de que la sociedad
comience a disfrutar de los numerosos beneficios que ella ha de producirle.
El establecimiento de los jurados de hecho para todos los delitos comunes,
es también, una de las exigencias de la nación, y el gobierno hará cuanto esté
de su parte para platear tan interesante reforma.
Entre tanto que se realiza esta innovación y se promulgan los códigos, el
gobierno se propone expedir sin demora aquellas medidas que juzgue
urgentes, para ser efectivas las primeras garantías de los ciudadanos y
destruir los errores ó abusos que se oponen a la libre circulación de la riqueza
pública.
Respecto de que la justicia sea administrada gratuitamente, la Constitución
de 1857 ha establecido ya este principio como un precepto fundamental;
más como para que tal precepto produzca los buenos efectos que se propuso
el legislador, es indispensable que se provea muy puntualmente al pago
de los sueldos de los magistrados, jueces y empleados del ramo judicial, el
gobierno se propone atenderlo con lo preferencia que merece, porque está
convencido de que faltando esta circunstancia, aquel precepto, en vez de
bienes, causaría grandes males a la sociedad. Sobre este punto se propone
también el gobierno dictar la providencia que sea más conveniente para
impedir la multiplicación de pleitos a que pueda dar lugar esta importante
reforma.
Sobre abolición de fueros de clases en delitos comunes nada tiene el gobierno
que decir, porque ella está ya expresamente prevenida en la Constitución, y
no será por cierto la actual administración la que piense jamás en restablecer
tan injustas como odiosas distinciones.
En materia de instrucción pública, el gobierno procurará con el mayor empeño
que se aumenten los establecimientos de enseñanza primaria gratuita, y que
todos ellos sean dirigidos por personas que reúnan la instrucción y moralidad
que se requieren para desempeñar con acierto el cargo de preceptores de la
juventud, porque tiene el convencimiento de que la instrucción es la primera
base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de
hacer imposible los abusos del poder.
Con este mismo objeto, el gobierno general, por sí y excitando a los particulares
de los Estados, promoverá y fomentará la publicación y circulación de
manuales sencillos y claros sobre los derechos y obligaciones del hombre en
sociedad, así como sobre aquellas ciencias que más directamente contribuyen
a su bienestar, y a ilustrar su entendimiento, haciendo que esos manuales se
estudien aún por los niños que concurran a los establecimientos de educación
primaria, a fin de que desde su más tierna edad vayan adquiriendo nociones
útiles, y formando sus ideas en el sentido que es conveniente para bien
general de la sociedad.
Respecto de las instrucciones secundarias y superiores, el gobierno se
propone formar un nuevo plan de estudios, mejorando la situación de los
preceptores que se emplean en esta parte de la enseñanza pública, así como
el sistema que para ella se sigue actualmente en los colegios; y ajustándose
al principio que sobre esto contiene la Constitución, se adoptará el sistema
de la más amplia libertad respecto de toda clase de estudios, así como el
ejercicio de las carreras ó profesiones que con ella se forman, a fin de que
todo individuo, nacional ó extranjero, una vez que demuestre en el examen
respectivo la aptitud y los conocimientos necesarios, sin indagar el tiempo y
lugar en que los haya adquirido, pueda dedicarse a la profesión científica ó
literaria para que sea apto.
En las relaciones del gobierno general con los particulares de los Estados, la
actual administración lejos de contrariar los intereses y las justas exigencias
de éstos, está por el contrario resuelto a apoyarla: en cuanto esté en sus
facultades, auxiliándolos además en todo aquello que de alguna manera
conduzca a mejorar su situación, a fin de estrechar así los vínculos de unión
que deben de existir entre las localidades y el centro de la República.
Una de las primeras necesidades de ésta, es hoy la de atender a la seguridad en
los caminos y poblaciones, para extinguir los malhechores que se encuentran
en unos y otras, no solo por los inmensos males que la subsistencia de esa
plaga causa interiormente a la nación, paralizando el movimiento de su
población y riqueza, y manteniendo en constante alarma y peligro la vida y
los intereses de los habitantes, sino porque ella desconceptúa al país cada
día más y más en el exterior, e impide que vengan a radicarse en él multitud
de capitales y de personas laboriosas que, por esa causa van a establecerse
a otros puntos. Por tales razones, el gobierno está firmemente resuelto a
trabajar sin descanso en remediar este grave mal, por todos los medios que
estén a su alcance.
En cuanto al odioso sistema de exigir pasaportes a los viajeros ó caminantes,
inútil es decir que quedará abolido cuando lo está ya por la Constitución; y
mal podría el gobierno actual pensar en restablecerlo, cuando sus ideas se
encaminan precisamente a destruir todos los obstáculos que se oponen al
libre tránsito de las personas e intereses en el territorio nacional.
La emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el
hombre la facultad de pensar, y el gobierno no cree que deben imponérsele
otras trabajas que aquellas que tiendan a impedir únicamente la publicación
de escritos inmorales, sediciosos y subversivos, y de los que contengan
calumnias ó ataques a la vida privada.
El registro civil es, sin duda, una de las medidas que con urgencia reclama
nuestra sociedad, para quitar al clero esa forzosa y exclusiva intervención
que hasta ahora ejerce en los principales actos de la vida de los ciudadanos,
y por lo mismo el gobierno tiene la resolución de que se adopte esa reforma,
conquistando definitivamente el gran principio que tal medida debe llevar
por objeto, esto es, estableciendo que una vez celebrados esos actos ante la
autoridad civil, surtan ya todos sus efectos legales.
Respecto de las relaciones de la República con las naciones amigas, el
gobierno se propone cultivarlas siempre con el mayor esmero, evitando, por
su parte, todo motivo de desavenencia: para esto cree bastante observar
fielmente los tratados celebrados con ellas y los principios generales del
derecho de gentes e internacional, y abandonar, sobre todo para siempre,
como lo ha hecho hasta aquí, eses sistema de evasivas y moratorias que, con
grave daño de la nación, se ha seguido frecuentemente en el despacho de los
negocios de este ramo; atendiendo, por el contrario, con el mayor empeño,
toda reclamación en el acto que se presente y resolviéndola sin demora, en
vista de las circunstancias del caso, según los principios de recta justicia y de
mutua conveniencia, que forman la base sólida de las relaciones de amistad
entre los pueblos civilizados del mundo.
También cree el gobierno que será muy conveniente fijar con claridad por
una disposición general, y conforme con las reglas y prácticas establecidas
en otros países, la intervención que hayan de tener los cónsules y vicecónsules extranjeros en la República, tanto en los negocios de sus respectivos
nacionales, como en sus relaciones con las autoridades, a fin de evitar así la
repetición de las cuestiones que más de una vez se han suscitado ya sobre
este punto.
En cuanto al nombramiento de legaciones en los países extranjeros con
quienes nos ligan relaciones de amistad, cree el gobierno que el estado actual
de estas con dichos países, está muy lejos de exigir un ministro residente
en cada uno de ellos, y su opinión es que por ahora deben limitarse a dos;
una en los Estados Unidos de América y otra en Europa, fijando esta última
su residencia en París ó en Londres, de donde podrá trasladarse, en caso
necesario, al punto que se le designe. En las demás capitales de Europa y
América, mientras que no ocurra algún negocio que por su misma gravedad
demande la presencia de un ministro plenipotenciario, bastará que haya
cónsules generales con el carácter de encargado de negocios. Estos agentes,
según la nueva ley que al efecto debe expedirse, serán precisamente nacidos
en la república.
Acerca de la hacienda nacional, la opinión del gobierno es que deben hacerse
reformas bien radicales, no solo para establecer un sistema de impuestos
que no contraríe el desarrollo de la riqueza, y que destruya los graves errores
que nos dejó el régimen colonial, sino para poner un término definitivo a la
bancarrota que en ella han introducido los desaciertos cometidos después
en todos los ramos de la administración pública, y sobre todo, para crear
grandes intereses que se identifiquen con la reforma social, coadyuvando
eficazmente a la marcha liberal y progresista de la nación.
En primer lugar, debe abolirse para siempre las alcabalas, los contrarregistros,
los peajes, y en general, todos los impuestos que se recuerdan en el interior
de la República sobre el movimiento de la riqueza, de las personas y de los
medios de transportes que conducen unas y otras, porque tales impuestos
son, bajo todos los aspectos, contrarios a la prosperidad de la República.
En igual caso, aunque sin todas sus funestas consecuencias, se encuentra el
derecho sobre la traslación de dominio en fincas rústicas y urbanas, y por tal
razón debe también ser extinguido del todo.
El derecho de 3 por 100 sobre el oro y la planta que se extraen de las minas, y
el un real por marco llamado de minería, son unos impuestos verdaderamente
injustos y odiosos en su base, porque no recaen sobre las utilidades del minero
sino sobre el producto bruto de las minas, que las más veces no representa
sino una pequeña parte de los que se emplea en esas negociaciones antes
de encontrar la codiciada riqueza. Por esta razón, y porque verdaderamente
esos impuestos están en abierta contradicción con la protección que en el
estado actual de la República debe dar el gobierno a esa clase de industria,
la presente administración cree que conviene reformarlos de manera que los
especuladores en las aventuradas negociaciones de minas no sufran gravamen
alguno sino cuando comiencen a recibir utilidades de ellas, y con tal objeto
puede adoptarse como base fija é invariable la de que en los individuos ó
repartos de utilidades que se hagan en cada negociación de minas, tenga
el gobierno lo correspondiente a dos barras de las veinticuatro en que se
dividen conforme a ordenanza, aboliéndose todos los demás gravámenes
que hoy pesan sobre ellas.
Respecto del comercio exterior, el gobierno tiene la resolución de hacer
cuanto esté de su parte para facilitar el desarrollo de este elemento de riqueza
y de civilización en la República, ya simplificando los requisitos que para él se
exigen por las leyes vigentes, ya moderando sus actuales gravámenes. Una de
las medidas que con el mismo objeto se propone dictar, es la de establecer en
las costas del Golfo y del Pacífico algunos puertos de depósito, con la facultad
de reexportar las mercancías cuando así convenga a los interesados, como se
practica en todos los países donde hay puertos de esta clase.
Las diferentes leyes que hasta ahora se han expedido sobre clasificación de
rentas para señalar las que pertenecen a los Estados y al gobierno general,
adolecen del defecto de no descansar en una base segura que marque bien la
separación de unas y otras, porque más que a la naturaleza de los impuestos
se han atendido a sus productos, lo cual ha dado lugar, por otra parte, a
cuestiones y disgustos que deben evitarse entre las autoridades del centro
y de los Estados. Por estas razones, y para fijar sobre un principio de justicia
y conveniencia notorias la perfecta separación de las rentas de los Estados
y del centro, el gobierno cree que debe adoptarse como base invariable, la
de que todos los impuestos directos sobre las personas, las propiedades,
los establecimientos de giro e industria, las profesiones y demás objetos
imponibles, pertenecen a los primeros, y los indirectos al segundo. La razón
fundamental de esta separación no puede ser más clara y perceptible, porque
ella se apoya en el principio cierto de que solo el gobierno supremo, que
es quien atiende a los gastos y obligaciones de la nación, es también quien
tiene el derechos de recaudar impuestos que graven en general a todos sus
habitantes, mientras que los de los Estados no lo tienen sino para gravar a
los de sus respectivos territorios, supuesto que solo atienden a los gastos de
éstos. Además de esta razón, hay otras muchas de conveniencia general que
sin duda comprenderá todo aquel que examine detenidamente la cuestión;
y también es fácil comprender que solo adoptando este pensamiento es
como los Estados se verán realmente libres del poder del centro en materia
de recursos, que es la base de la libertad en todos los demás ramos de su
administración interior. Adoptando este sistema no habrá ya tampoco la
obligación por parte de los Estados de contribuir con un contingente de sus
rentas para los gastos del gobierno general.
Uno de los más graves males que hoy sufre el tesoro de la nación, a
consecuencia de las disposiciones del gobierno español durante el régimen
colonial, y del desorden con que posteriormente se ha abusado de ellas, es
esa multitud de pensionistas de los ramos civil y militar, que pretenden vivir
sobre el erario, con los títulos de retirados, cesantes y jubilados, viudas y
otras denominaciones. El tamaño a que progresivamente ha llegado este mal,
y las perniciosas consecuencias que a cada paso está produciendo, exigen un
pronto remedio, y este no puede ser otro que el de capitalizar de una vez esos
derechos, que bien, ó mal adquiridos, no pueden desconocerse siempre que
hayan sido otorgados conforme a las leyes y por autoridades competentes. El
gobierno, pues, se propone proceder sin demora a la capitalización, no ya solo
de los derechos de cuantos pensionistas existen en los ramos civil y militar,
sino también de los de los empleados que resulten excedentes en virtud
del nuevo arreglo que se haga en las oficinas de uno y otro ramo, y aún de
los de aquellos que conforme a las leyes que regían antes de Mayo de 1852,
tengan los individuos que queden empleados en dichas oficinas, para cortar
así el mal de modo que no pueda reaparecer jamás. Esta capitalización será
representada por títulos que llevarán el nombre de títulos de capitalización,
y se expedirán según las bases y con las circunstancias y requisitos que fijará
una ley.
Extinguido por esa medida el sistema de los descuentos que sufrían los
empleados y militares en sus respectivos sueldos, con la mira de asegurar
casi siempre ilusoria para su vejez, ó un auxilio para su familia en caso de
muerte, podrán en lo sucesivo unos y otros conseguir con mayor seguridad
aquel resultado depositando sus economías en las cajas de ahorros y
de socorros mutuos que sin duda se establecerán en toda la República,
teniendo el gobierno, como tiene en efecto, la resolución de favorecer a
esos establecimientos y a los fondos que en ellos se reúnan, con todas las
franquicias que estén a su alcance. Estos establecimientos, además de ser
un medio eficaz para asegurar el patrimonio de las familias de los empleados
así como el de todas las clases de escasos recursos, producirán a la sociedad
inmensas ventajas bajo otros aspectos, porque los capitales acumulados
sucesivamente en ellos servirán para la ejecución de multitud de empresas
útiles y provechosas para toda la nación.
La enajenación de las fincas y capitales del clero, que, según lo ya dicho en
otro lugar, deberán ser declaradas propiedad de la nación, se hará admitiendo
en pago tres quintas partes en títulos de capitalización, ó de deuda pública
interior ó exterior, sin distinción alguna, y las dos quintas partes restantes
en dinero efectivo, pagadero en bonos mensuales distribuidos en cuarenta
meses, a fin de que la adquisición de esos bienes pueda hacerse aún por
aquellas personas menos acomodadas, dando los compradores ó redentores
por la parte de dinero efectivo pagarés a la orden del portador, con hipoteca de
la finca vendida ó de aquella que reconocía el capital redimido y entregando
la parte de títulos ó bonos en el acto de formalizarse el contrato de venta ó
redención.
También se aplicarán a la amortización de la deuda interior y exterior los
terrenos baldíos ó nacionales que existen actualmente en la República,
enlazando estas operaciones con proyectos de colonización.
El gobierno cree que, aplicados prácticamente estos dos grandes medios de
amortización para todas las obligaciones pendientes del erario, desaparecerá
una gran parte de los títulos de capitalización, así como de la deuda pública
en general. Respecto de la deuda exterior y de la que se halla reducida a
convenciones diplomáticas, el gobierno procurará con empeño su extinción,
ya con la enajenación de bienes nacionales, ya con la de terrenos baldíos;
pero si esto no se lograse, seguirá respetando, como lo hace hoy, lo pactado
con los acreedores, entregándoles puntualmente la parte asignada al pago
de intereses y amortización de capitales, porque tiene la convicción de que
solo de esta manera podrá la nación ir recobrando el crédito y buen nombre
que ha perdido por no observar fielmente esa conducta.
Para completar las reformas más urgentes respecto de la hacienda nacional, y
como quiera que por la realización de los pensamientos ya indicados, llegará
a verificarse el deseado arreglo de este importante ramo de la administración
pública, es indispensable que al mismo tiempo se proceda también al de sus
oficinas y empleados; y esta operación tan llena de tropiezos en otras épocas,
se encontrará ahora facilitada por la capitalización de todos los empleados
excedentes, cuyos derechos y aspiraciones formaban aquellos tropiezos.
Sobre este punto, el gobierno tiene la idea de disminuir el número de oficinas
y empleados a lo puramente necesario, ni más ni menos, simplificando
cuanto sea posible el actual sistema de contabilidad. Respecto de dotaciones
se propone adoptar el sistema del tanto por ciento en todas las oficinas
recaudadoras; y en las de pura contabilidad, el de dotar los empleados
con sueldos que estén en relación con las necesidades comunes de la vida
en nuestras poblaciones, porque solo así se podrán tener pocos y buenos
empleados. Para la provisión de los empleos, el gobierno atenderá, sobre
todo, a la aptitud y honradez, y no al favor ó al ciego espíritu del partido,
que tan funestos han sido y serán siempre en la administración de rentas
públicas.
En el ramo de guerra, el gobierno se propone arreglar el ejército de manera
que, mejorado en su personal y destruidos los vicios que se notan en su actual
organización, puede llenar dignamente su misión.
La guardia nacional es una de las instituciones de que el gobierno cuidará,
porque comprende que ella es también el sostén de las libertades públicas,
y por lo mismo procurará con empeño que se organice del modo más a
propósito para corresponder cumplidamente a su objeto.
En cuanto a la marina, careciendo México de todos los elementos que se
necesitan para formarla, y estando ya bien demostrado por la experiencia
que los gastos hechos en este ramo, constituyen un verdadero despilfarro,
cree el gobierno que todas nuestras fuerzas navales en ambas costas deben
reducirse, por ahora, a unos pequeños buques armados, cuyo principal objeto
sea el de servir de resguardos y correos marítimos.
Acerca de los diversos ramos de que está encargado el ministerio de fomento,
como quiera que todos ellos tienden al progreso material de la sociedad,
el gobierno actual se propone emplear todos los medios que estén en su
posibilidad para atender como merece esta parte de la administración
pública.
Los caminos generales que dependen directamente del gobierno, exigen
no solamente que se hagan desde luego algunas obras importantes para
ponerlos en buen estado, sino un cuidado incesante para conservarlos bien
en lo sucesivo. A fin de conseguir el primero de estos objetos, cree el gobierno
que debe abandonarse el sistema de ejecutar esos trabajos por los agentes
del mismo gobierno, y adoptarse es de contratas con empresas particulares,
limitándose aquel a cuidar de su exacto cumplimiento, por los ingenieros
que intervendrán en las obras y vigilarán sobre su ejecución. En cuanto a
los caminos vecinales, aunque ellos están bajo la inmediata dirección de
los gobiernos de los Estados, el gobierno general tomará empeño en que
se mejoren los que actualmente existen y en que se abran otros nuevos,
auxiliándolos por su parte en cuanto pueda, para facilitar así el aumento de
nuevas vías de comunicación, que, como las arterias en el cuerpo humano,
son las que han de dar vida y movimiento a nuestro desierto país.
Respecto de ferro-carriles, debe procurarse a toda costa que con cuanta
brevedad sea posible se construya el que está ya proyectado desde Veracruz
a uno de los puertos del mar Pacífico, pasando por México; y como esta es
una obra de incalculable importancia para el porvenir de la República, no
hay esfuerzo que el gobierno no esté dispuesto a hacer para acelerar su
ejecución, y allanar las dificultades que a ella se oponen. Además, para
promover eficazmente que se hagan otros caminos de fierro en diversos
puntos, y sacar estas empresas de las manos de los arbitristas que han estado
especulando con los títulos ó concesiones parciales hechas por el gobierno
para determinadas líneas, se abandonará ese sistema de decretos especiales
sobre esta materia, y se expedirá una ley que sirva de regla general para todas
las vías de esta clase que puedan construirse en el país, haciéndose en ella las
concesiones más amplias y generosas, a fin de estimular así a los capitalistas
nacionales y extranjeros a entrar en esas útiles especulaciones.
Sobre obras públicas de utilidad y ornato, el gobierno procurará activar la
conclusión de todas aquellas que se encuentran comenzadas, y la ejecución
de otras, porque está convencido de que así cumplirá uno de los deberes que
hoy tiene el gobierno en un pueblo civilizado. Entre las obras que están por
concluir, atenderá de preferencia a las penitenciarías de Guadalajara, Puebla
y Morelia, abandonadas mucho tiempo ha por los trastornos políticos, y cuya
terminación ha de influir tan eficazmente en la mejora de nuestro sistema
penal y carcelario, que es una de las grandes necesidades de la República.Para atender bien a los trabajos de los caminos y a la ejecución de todas las
demás obras públicas, se organizará en el ministerio de fomento un cuerpo
de ingenieros civiles, que servirá también para todas las comisiones que el
gobierno le encargue.
La inmigración de hombres activos e industriosos de otros países, es sin
duda una de las primeras exigencias de la República, porque del aumento
de su población depende, no ya únicamente el progresivo desarrollo de su
riqueza y el consiguiente bienestar interior, sino también la conservación
de su nacionalidad. Por estas razones el gobierno se propone trabajar muy
empeñosamente en hacerla efectiva; y para que ella se ejecute del modo
que es conveniente, más que en formar ó redactar leyes especiales de
colonización, con estériles ofrecimientos de terrenos y excepciones más o
menos amplias a los colonos, cuidará de allanar las dificultades prácticas
que se oponen a su ingreso y a su permanencia en el país. Estas dificultades
consisten principalmente en la falta de ocupación inmediata y lucrativa para
los nuevos colonos, y en la poca seguridad que se encuentra en nuestros
campos, en nuestros caminos, y aún en nuestras poblaciones. Para hacer
desaparecer este último obstáculo, ya queda indicada en otro lugar la
resolución de organizar una buena policía preventiva y de seguridad; y
para destruir el primero, el gobierno, por sí, y estimulando a los hombres
acaudalados y especuladores, hará que se emprendan trabajos públicos y
privados de esos que, como los caminos, canales y otros de diversa naturaleza,
demandan muchos brazos para que vengan a emplearse en ellos multitud de
emigrados, los cuales una vez establecidos por cierto tiempo en la República,
se radicarán en ella para dedicarse a algún género de ocupación ó industria y
atraerán sucesivamente con su ejemplo y con sus invitaciones a otro muchos
individuos y familias de sus respectivos países. Además, se harán desde luego
arreglos con algunos propietarios de vastos terrenos en la parte central y más
poblada de la República, para que por su propio interés y por el bien general
de la nación, cedan algunos a los emigradotes que vengan a establecerse en
ellos, celebrando al efecto contratos de venta ó arrendamiento mutuamente
provechosos. Sólo con estas y otras medidas de igual naturaleza, con la
consolidación de la paz pública, con el arreglo de la administración de justicia,
con la libertad de cultos, y con las facilidades que al mismo tiempo debe dar
el gobierno para la traslación de los emigrados a nuestros puertos, es como
se conseguirá que vaya aumentándose y mejorándose prontamente nuestra
población; porque mientras no se obre así, el negocio de la colonización
continuará siendo, como lo ha sido treinta y ocho años há, un motivo de
vana declamación para todos los traficantes políticos que brotan en nuestras
revueltas, y que con el único objeto de embaucar a la nación, le hablan
siempre de sus más graves males sin tener la inteligencia ni la voluntad que
se requieren para remediarlos.
Otra de las grandes necesidades de la República es la subdivisión de la
propiedad territorial; y aunque esta operación no pueda llegar a hacerse en
la extensión que es de desear, sino por estímulos naturales que produzca la
mejora progresiva que irá experimentando nuestra sociedad, a consecuencia
de las reformas que en ella tienen que ejecutarse, así como de las mejoras de
sus actuales vías de comunicación, y del aumento de su población y consumos,
el gobierno procurará allanar desde luego el grande obstáculo que para tal
subdivisión presentan las leyes que rigen sobre hipotecas de fincas rústicas,
expidiendo una nueva ley por la cual se faculte a los propietarios de éstas para
subdividirlas en las fracciones que les convengan, a fin de facilitar su venta,
distribuyéndose proporcionalmente en estos casos el valor de la hipoteca que
tenga cada finca entre las partes en que se subdivida. Además de esta medida,
que ha de contribuir eficazmente a fraccionar la propiedad territorial, con
provecho de toda la nación, el gobierno promoverá también con los actuales
dueños de grandes terrenos el que por medio de ventas ó arrendamientos
recíprocamente ventajosos, se mejore la situación de los pueblos labradores.
Respecto de los negocios en que el gobierno general tiene que atender acerca
de la agricultura, de la industria fabril, de las artes, del comercio, de medios
de transporte, y en general de todo género de trabajo ú ocupación útil a la
sociedad, la actual administración dará a estos objetos cuanta protección esté
a su alcance, obrando en ello siempre con la mira de favorecer su incremento
y progresivo desarrollo, bien convencido, como lo está, de que proteger esos
ramos es trabajar por la prosperidad de la nación, favoreciendo y aumentando
por ese medio el número de intereses legítimos que se identifiquen con la
conservación del orden público.
En la formación de la estadística el gobierno general, obrando de acuerdo
con los de los Estados, reunirá constantemente cuantos informes le sean
posibles para conocer bien el verdadero estado que guarda la nación en
todos sus ramos; y no parece necesario recomendar la importancia de este
trabajo, porque nadie ignora que, sin esos conocimientos, es imposible que
un gobierno proceda con acierto en sus determinaciones. Estos datos se
publicarán periódicamente por medio de la prensa, porque su conocimiento
no importa únicamente al gobierno, sino a todos y a cada uno de los individuos
de la sociedad.
Tales son, en resumen, las ideas de la actual administración sobre la marcha que
conviene seguir para afirmar el orden y la paz en la República, encaminándola
por la senda segura de la libertad y del progreso a su engrandecimiento y
prosperidad; y al formular todos sus pensamientos del modo que aquí los
presenta, no cree hacer más que interpretar fielmente los sentimientos, los
deseos y las necesidades de la nación.
En otro tiempo podría acaso haberse estimado imprudente la franqueza
con que el gobierno actual manifiesta sus ideas para resolver algunas de las
graves cuestiones que ha tanto tiempo agitan a nuestra desgraciada sociedad;
pero hoy, que el bando rebelde ha desafiado descaradamente a la nación,
negándose hasta el derecho de mejorar su situación; hoy, que ese mismo
bando dejándose guiar únicamente por sus instintos salvajes para conservar
los errores y abusos en que tiene fincado su patrimonio, ha atropellado
los más sagrados derechos de los ciudadanos, sofocando toda discusión
sobre los intereses públicos, y calumniando vilmente las intenciones de
todos los hombres que no se prestan a acatar su brutal dominación; hoy,
que ese funesto bando ha llevado ya sus excesos a un extremo de que no se
encuentra ejemplo en los anales del más desenfrenado despotismo, y que
con un insolente menosprecio de los graves males que su obstinación está
causando a la sociedad, parece resuelto a continuar su carrera de crímenes
y de maldades, el gobierno legal de la República, lo mismo que la numerosa
mayoría de los ciudadanos cuyas ideas representa, no pueden sino ganar
en exponer claramente a la faz del mundo entero cuáles son sus miras y
tendencias.
Así logrará desvanecer victoriosamente las torpes imputaciones con que
a cada paso procuran desconceptuando sus comentarios atribuyéndole
ideas disolventes de todo orden social. Así dejará ver a todo el mundo
que sus pensamientos sobre todos los negocios relativos a la política y a la
administración pública, no se encaminan sino a destruir los errores y abusos
que se oponen al bienestar de la nación, y así se demostrará, en fin, que el
programa de lo que se intitula el partido liberal de la República, cuyas ideas
tiene hoy el gobierno la honra de representar, no es la bandera de una de
esas facciones que en medio de las revueltas instestinas aparecen en la arena
política para trabajar exclusivamente en provecho de los individuos que la
forman, sino el símbolo de la razón, del orden, de la justicia y de la civilización,
a la vez que la expresión franca y genuina de las necesidades de la sociedad.
Con la conciencia del que marcha por un buen camino, el gobierno actual
se propone ir dictando, en el sentido que ahora manifiesta, todas aquellas
medidas que sean más oportunas para terminar la sangrienta lucha que
hoy aflige a la República, y para asegurar en seguida el sólido triunfo de los
buenos principios. Al obrar así, lo hará con la ciega confianza que inspira una
causa tan santa como la que está encargado de sostener; y si por desgracia
de los hombres que hoy tienen la honra de personificar como gobierno el
pensamiento de esa misma causa, no lograsen conseguir que sus esfuerzos
den por resultado el triunfo que ella ha de alcanzar un día infaliblemente,
podrán consolarse siempre con la convicción de haber hecho lo que estaba
de su parte para lograrlo; y cualquiera que sea el éxito de sus afanes,
cualesquiera que sean las vicisitudes que tengan que sufrir en la prosecución
de su patriótico y humanitario empeño, creen al menos tener derecho para
que sean de algún modo estimadas sus buenas intenciones, y para que todos
los hombres honrados y sinceros que, por fortuna abundan todavía en nuestra
desgraciada sociedad, digan siquiera al recordarlos: esos hombres deseaban
el bien de su patria, y hacían cuanto les era posible para obtenerlo.
Heróica Veracruz, Julio 7 de 1859.- Benito Juárez.- Melchor Ocampo.- Manuel
Ruíz.- Miguel Lerdo de Tejada.
Ley del 12 de julio de 1859 (Considerandos)
“Por fin, el 12 de julio de 1859, el gobierno legítimo de Juárez expide la
ansiada ley de nacionalización de bienes eclesiásticos, que constituyó un
golpe demoledor, contundente, definitivo, para los mezquinos intereses
temporales del clero; por esta ley se hizo pasar al dominio de la nación, los
bienes del clero regular y secular; se estableció la separación de la Iglesia y
el Estado; se suprimió la intolerancia religiosa y las órdenes de religiosos; se
prohibió la fundación de nuevas órdenes religiosas y el uso de hábitos de
las suprimidas; se clausuraron los noviciados de monjas y se establecieron
penas de hasta cuatro años de presidio para los infractores. Todas estas
disposiciones se justificaban plenamente en los certeros considerandos de
esta ley:
“CONSIDERANDO: Que el motivo principal de la actual guerra promovida
y sostenida por el clero, es conseguir el sustraerse de la dependencia á la
autoridad civil:
“Que cuando esta ha querido, favoreciendo al mismo clero, mejorar sus rentas,
el clero, por sólo desconocer la autoridad que en ello tenía el soberano, ha
rehusado aun el propio beneficio:
“Que cuando quiso el soberano, poniendo en vigor los mandatos mismos
del clero sobre obvenciones parroquiales, quitar á éste la odiosidad que le
ocasionaba el modo de recaudar parte de sus emolumentos, el clero prefirió
argumentar que se dejaría perecer ántes que sujetarse á ninguna ley:
“Que como la resolución mostrada sobre esto por el Metropolitano, prueba
que el clero puede mantenerse en México, como en otros países, sin que la
ley civil arregle sus cobros y convenios con los fieles:
“Que si en otras veces podía dudarse por alguno que el clero ha sido una de
las rémoras constantes para establecer la paz pública, hoy todos reconocen
que está en abierta rebelión contra el soberano:
“Que dilapidando el clero los caudales que los fieles le habían confiado
para objetos piadosos, los invierte en la destrucción general, sosteniendo
y ensangrentando cada día más la lucha fraticida que promovió en
desconocimiento de la autoridad legítima, y negando que la República pueda
constituirse como mejor crea que a ella convenga:
“Que habiendo sido inútiles hasta ahora los esfuerzos de toda especie por
terminar una guerra que va arruinando a la República el dejar por más tiempo
en manos de sus jurados enemigos los recursos de que tan gravemente
abusan, sería volverse su cómplice, y
“Que es un imprescindible deber poner en ejecución todas las medidas que
salven la situación y la sociedad…”124
Juárez protesta por el tratado Mon-Almonte (30 de enero de 1860)
El partido que, fundando los títulos de su poder en la defección de una parte de
la fuerza armada, se ha establecido en la ciudad de México, denominándose
Gobierno de la República (…) ha concluido en París, con el representante de
Su Majestad Católica, en septiembre del año anterior, un tratado injusto en su
esencia, extraño a los usos de las naciones por los principios que establece,
ilegítimo por la manera en que ha sido ajustado y contrario a los derechos de
nuestra patria (…) el representante de Su Majestad Católica no podía ignorar
que la obligación de las naciones respecto de los delitos de orden común,
directamente perjudiciales a los extranjeros, es perseguir y castigar, con
sujeción a sus respectivas leyes, a los autores de aquéllos y no la de conceder
indemnizaciones pecuniarias por los daños que causen esos delitos; y es
ciertamente extraño que la persona que figuraba en el convenio indicado
como representante del supuesto Gobierno de México, haya admitido para su
país, contra toda razón y contra todo derecho, obligaciones que la misma parte
reclamante no vacilaba en declarar implícitamente fundadas; obligaciones
que, si existieran, acabarían por reducir a la nulidad la independencia
nacional (…) Felizmente (…) un partido político cuyo poder procede de una
rebelión que la mayoría del país condena; una facción que con las fuerzas
sublevadas está impidiendo en las ciudades del centro la libre emisión del
voto público; un partido que ha inaugurado su poder manifestando que sería
el Gobierno de algunos Departamentos, de algunas ciudades, según el apoyo
que la nación quisiera darle; un partido, en fin, que no obstante la horrible
guerra que ha sostenido y fomentado durante dos años, valiéndose de todo
género de medios, no ha podido adquirir la representación que busca, no
es ni puede ser el Gobierno de la República Mexicana (…) Heroica Veracruz,
enero 30 de 1860.
El Tratado McLane-Ocampo
“Para el partido liberal, el tratado McLane-Ocampo fue el instrumento
más eficaz para alejar la intervención europea y salvar las instituciones
republicanas y la obra de la Reforma, así como la nacionalidad misma,
evitando por otra parte la desintegración del suelo patrio por Estados Unidos
y conjurando además la intervención norteamericana en México (…) Juárez y
Ocampo, para evitar la segregación del territorio en beneficio de los Estados
Unidos, hubieron de acudir al heroico recurso de ceder a este país, por
medios diplomáticos, derechos de tránsito y privilegios mercantiles, salvando
a México de una nueva pérdida de suelo patrio y más tarde de la absorción
total por parte de la nación vecina (…) El reconocimiento del gobierno liberal
124
Jorge Fernández Ruiz, Juárez y sus contemporáneos, UNAM, México , 1986, p. 196-201
por los Estados Unidos en abril de 1859 y la celebración del tratado, fueron
la garantía segura a las leyes de Reforma y entre éstas especialmente a la
de Nacionalización de los bienes eclesiásticos, que destruyó definitivamente
el poder económico de la Iglesia y su autoridad política frente al estado
mexicano. Así lo comprendió el clero reaccionario, y por ello sus agentes de
entonces y de ahora se han esforzado constantemente por hacer aparecer el
tratado McLane-Ocampo, como un acto de traición a la patria.”125
Para fundar el cargo de traición a la patria que se imputa a Juárez y su
secretario de Relaciones Ocampo, los impugnadores del tratado y de la
convención se refieren especialmente a las siguientes estipulaciones: la que
concedía a los Estados Unidos y a sus ciudadanos y bienes, en perpetuidad, el
derecho de tránsito por cualquier camino existente o que se construyera, al
través del Istmo de Tehuantepec; la que otorgaba igual derecho al través de
territorio mexicano y desde las ciudades de Camargo y Matamoros o cualquier
otro punto del Río Bravo, hasta el puerto de Mazatlán, y desde Nogales, en la
frontera entre ambos países, hasta el puerto de Guaymas; la que, además del
paso de personas y bienes, autorizaba el tránsito de tropas, abastos militares
y pertrechos de guerra norteamericanos, por el Istmo de Tehuantepec y por
la ruta que comunicará el puerto de Guaymas con Nogales u otro punto de la
línea limítrofe; y finalmente, la estipulación que permitía la intervención militar
de una de las dos repúblicas en territorio de la otra, en caso de desorden.126
El gobierno juarista estaba convencido de que lo pactado sería inefectivo,
pues “la oposición de los antiesclavistas a los derechos de paso impediría la
realización práctica y efectiva del convenio”.127
“Recuérdese que en la parte meridional de la América central, Estados Unidos
sí logró el desmembramiento de Colombia, cercenando de ésta la porción
correspondiente a la actual república de Panamá.”128
“Lo que Ocampo y McLane convienen y firman es más bien un tratado de
tránsito y comercio entre México y Estados Unidos, bajo las siguientes bases:
derecho de paso a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec; concesiones con
fuerzas militares norteamericanas, pero previo consentimiento del gobierno
mexicano; convenio de libre intercambio comercial y reserva absoluta para
México del derecho de soberanía. Ocampo tiene especial cuidado en que se
estipule claramente que los Estados Unidos jamás ejercerán “ningún acto de
jurisdicción ni sobre los habitantes del país ni sobre los transeúntes.”129
125
126
127
128
129
Cué, 1968: 210
Cué, 1968: 171
Cué, 1968: 128
Cué, 1968: 127
Pineda, 1959: 48
Ocampo destierra a los obispos
«Salieron para Veracruz en cuatro diligencias. En la primera viajaron los
Sres. Clementi, Garza, Munguía, Pacheco, Barrio y dos personas más. En la
segunda, los Sres. Espinosa, Barajas, Verea y Madrid con otras tres personas.
Y en la tercera y cuarta, los familiares y los acompañantes. Por atender al
Sr. Barajas, que se fracturó un hueso en un accidente, después de Córdoba,
la segunda diligencia tuvo que regresar a esa ciudad mientras la primera
llegaba a Veracruz (27 de enero). Allí los prelados fueron víctimas –refiere
el Embajador Pacheco- “de un populacho desenfrenado que los acogió con
los más horribles mueras y los persiguió a pedradas como a bestias feroces”
hasta su alojamiento. El Sr. Espinosa y sus compañeros entraron dos semanas
después en el puerto sin novedad.»130
POMOCA
“En uno de los ángulos del corredor hay una piececita de cinco metros de
latitud por seis de longitud, que tiene paso en su fondo y uno de sus costados
hacia dos recámaras. La puerta de entrada presenta en una de sus hojas y a la
altura de un metro, un orificio circular de dos centímetros de diámetro, cubierto
por un cristal, y por el que don Melchor Ocampo vigilaba la carretera, a fin
de evitar a tiempo el peligro que lo amenazase, desapareciendo súbitamente
por un escotillón abierto a corta distancia de sus plantas y que comunica
por un subterráneo escalinado en su principio y cuyo término se ignora. El
escotillón, construido bajo el lecho, quedaba oculto por la alfombra.”131
“–¿Y es verdad que (don Melchor Ocampo) se portaba bien?; - sí, como un
santo; pero harto bueno, harto bueno. […] en su jardín botánico introducía
plantas exóticas de flores y frutos primorosos, como los pudimos apreciar,
al designarnos estos testigos, cedros, matas de camelias, arrayanos de corte
caprichoso que señalan los lindes del terreno y bordan los prados, presentando
un conjunto boscoso, perfumado e interesante, lo mismo en las rotondas,
cerca de las fuentes, como en los rincones más apartados y umbríos, entre
los cenadores de atavíos primaverales. SE distingue en este jardín la principal
avenida, que arranca de un gran enverjado y confina en el fondo oscuro de
la vegetación que viste la tapia que cierra el perímetro, señalada esa avenida
por árboles añosos de cedro de que penden lama y heno, testimonios de
su vetustez. Las semillas de tales plantas fueron depositadas en la tierra
por las mismas manos del señor Ocampo, que veló por su germinación y
desarrollo”.132
130
En su destierro, los obispos mexicanos residieron en Roma. Excepto los Sres. Madrid y
Garza. El Sr. Madrid estuvo en Nueva Orleáns, en San Antonio, Tex., y, protegido por Vidaurri, en Monterrey, donde Murió (25 de diciembre de 1861). Bravo Ugarte, Op. Cit.
131
Pola, Ángel, Aurelio Venegas, “En peregrinación de Pomoca a Tepeji del río”, en Melchor
Ocampo, Obras completas, Tomo III *, XIV
132
Pola, *: XVI, XVII
El jardín era la delicia del señor Ocampo. Las cuatro paredes que lo cierran
desaparecían bajo la cortina de verdura de unos membrillos enfilados, de
duraznos, de perales, de capulines, de manzanos, de albaricoqueros, de
higueras, de sauces. Había frutos de todos tamaños y sabores, y flores de
todos los colores y fragancias. Había hasta ochenta especies de claveles
y muy variadas de alelíes, rosas y dalias; ingertos admirables; árboles
gigantescos que producían frutos diminutos y árboles enanos que producían
frutos enormes. Aquel lugar parecía un paraíso: había de todos los frutos y
las flores de la tierra, formando lindos bosquecillos y camellones de figuras
caprichosas. ¡El sabio naturalista se burlaba con su genio de la uniformidad de
la madre naturaleza! ¡Variaba los colores de las flores, cambiaba los sabores
de los frutos, les daba forma, hacía los tamaños! Y el agua límpida, fresca y
rumorosa, discurriendo en mil líneas y vueltas por el jardín, transfundía la
vida a aquel mundo vegetal. A este sitio delicioso, en cuyo centro había un
cenador perpetuamente sombreado por plantas trepadoras, ocurría de diario
el Reformador, y con el pantalón remangado, en chaleco y cubierta la cabeza
con una cachucha, tomaba el azadón o la pala, el rastrillo o el zapapico, y
abría y esponjaba la tierra, ora para distribuir el agua en hilos delgados, ora
para depositar la simiente de plantas medicinales valiosísimas, cuyo secreto
curativo se llevó consigo.”133
Testamento de Melchor Ocampo
Pròximo a ser fusilado, segùn se me acaba de notificar, declaro que reconozco
por mis hijas naturales a Josefa, Petra, Julia y Lucila, y que en consecuencia
las nombro mis herederas de mis pocos bienes.
Adopto como mi hija a Clara Campos, para que herede el quinto de mis bienes,
a fin de recompensar de algùn modo la singular fidelidad y distinguidos
servicios de su padre.
Nombro por mis albaceas a cada uno, in solidum et in rectum, a don Josè
Marìa Manzo de Tajimaroa, a don Estanislao Martìnez, al licenciado don
Francisco BenÌtez, para que juntos arreglen mi testamentarìa y cumplan èsta
mi voluntad.
Me despido de todos mis buenos amigos y de todos los que me han favorecido
en poco o en mucho, y muero creyendo que he hecho por el servicio de mi
paìs cuanto he creìdo en conciencia que era bueno.
Firman èste a mi ruego cuatro testigos y lo deposito en el señor general
Taboada, a quien ruego lo haga llegar a mis albaceas o a don Antonio Balbuena
133
Pola, *: XX-XXIII
de Maravatìo. en el lugar mismo de la ejecuciòn, hacienda de Jaltengo, como
a las dos de la tarde, agrego que el testamento de doña Ana Marìa Escobar
està en un cuaderno en ingles entre la mampara de la sala y la ventana de la
recàmara.
Lego mis libros al Colegio de San Nicolàs de Morelia, despuès de que mis
señores albaceas y Sabàs Iturbide tomen de ellos los que les gusten.
Tepeji del Rio, 3 de junio de 1861.
Firman éste a mi ruego cuatro testigos y los deposito en el Sr. Gral. Taboada,
a quien ruego lo haga llegar a mis albaceas o a Don Antonio Balbuena, de
Maravatío.
En el lugar mismo de la ejecución, hacienda de Tlaltengo, como a las dos
de la tarde, agrego que el testamento de doña Ana María Escobar está
en un cuaderno en inglés entre la mampara de la sala y la ventana de mi
recamara.
Lego mis libros al Colegios de San Nicolás, de Morelia, después de que mis
señores albaceas y Sabás Iturbide tomen de ellos los que gusten.
Melchor Ocampo
J. I. García
Juan Caldrerón
Miguel Negrete
Alejandro Reyes.134
134
Tamayo, 1972: 507
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SR. DIPUTADO ALTAMIRANO, CONTRA EL
PROYECTO DE AMNISTÍA, EL DÍA 1° DE JULIO DE 1861 (EXTRACTO)
Señor:
…Levanto aquí mi voz, para pedir a V.S., que repruebe el dictamen en
que se propone el decreto de amnistía para el partido reaccionario…
La clemencia, como todas las virtudes, tiene su hora. Fuera de ella,
no produce ningún buen resultado, o, hablando con toda verdad,
produce el contrario del que se deseaba.
La amnistía, señor, es el complemento de la victoria, pero debe
seguirse inmediatamente a ésta. La historia de todas las naciones
nos lo dice y está en la naturaleza de las mismas cosas… Porque,
en efecto, señor, la amnistía es el olvido total de lo pasado, es un
perdón absoluto; la amnistía debe concederse como un don de la
misericordia, como una caricia que hace la fuerza a la debilidad; es la
cólera que absuelve al arrepentimiento. Pero nosotros ¿nos hallamos
en ocasión de perdonar?... Ya no es tiempo, o, todavía no es tiempo…
Si después del triunfo de Calpulalpan, el Gobierno hubiese soltado
una palabra de amnistía, si hubiese abierto los brazos a los enemigos
de la paz pública, esto habría sido inmoral, pero, quizá habría tenido
éxito, porque tengo por cierto que al Gobierno liberal le quedaban
entonces dos caminos que tomar, el de la amnistía absoluta, franca,
o el terrorismo, es decir, la energía justiciera.
El Gobierno no tomó ninguno de estos dos senderos, sino que,
vacilante en sus pasos, incierto en sus determinaciones, rutinero en
sus medidas, fue generoso a medias y justiciero a medias, resultando
de aquí que descontentó a todos y se hizo censurar por tirios y
troyanos. Y no se diga que calumnio; la Nación lo sabe, México lo
ha visto; cuando se esperaba justicia seca y dura, el Gobierno
desterró a los obispos, en vez de ahorcarlos como lo merecían esos
apóstoles de iniquidad… El resultado ya lo estáis viendo, legisladores,
nada os diré acerca de él. Pues bien, lo que no se hizo después de
Calpulalpan, es imposible ya ahora… La gran victoria no está muy
cercana, los reaccionarios que no están en campaña, suministran
toda clase de recursos a los que están… (y) conspiran desde allí de mil
maneras, las esperanzas de esa facción maldita renacen, las partidas
de Márquez acaban de visitar las calles de la Capital y ... ¿es ahora
cuando vamos a ofrecer la amnistía? ¡Hermosa ocasión por cierto! La
amnistía ahora, no sería la palabra de perdón, no sería la caricia de
la fuerza vencedora a la debilidad vencida, sería.... una capitulación
vergonzosa, un paracaídas, una cobardía miserable… Reflexionad,
legisladores, si hoy decretásemos la amnistía, el partido reaccionario
diría y con razón: “Nos tienen miedo y nos halagan”. “El Congreso fija
la vista con terror en el sombrío Monte de las Cruces y en el cadalso
de Ocampo y teme por sí mismo”. Y no, ¡Vive Dios! El Congreso no
teme, porque el Congreso es la Nación y la Nación que ha luchado
por tanto tiempo contra las grandes huestes de estos bandidos, no
vendría ahora a temblar delante de uno solo… Hasta aquí, señor,
se ha creído en México que la política consiste en vergonzosa
contemporización con todas las traiciones, con todos los crímenes;
hasta aquí ha sido la divisa de la mayor parte de nuestros Gobiernos,
el “hoy por ti y mañana por mí”. Pues bien, señor, eso es infame, esa
será una política, pero una política engañosa e inmunda… O somos
liberales, o somos liberticidas; o somos legisladores o somos rebeldes;
o jueces o defensores. La Nación no nos ha enviado a predicar la
confusión con los criminales, sino a castigarlos… Perdonar al partido
conservador en México jamás ha producido buenos resultados; sería
impolítico, pues, perdonarlo más…. Señor, al partido reaccionario le
caracteriza la ingratitud y ser generoso con ingratos es sembrar sobre
rocas, aquí y en todos los pueblos… Y ¿vamos a perdonar a estos
hombres? ¿Es que no advertimos la indignación nacional? ¿Es que
no conocemos lo que es justicia? No, seamos una vez dignos, seamos
una vez justicieros. Ya basta de transacciones y de generosidad estéril.
¡Justicia y no clemencia!... ¿Por fin la majestad nacional ha de seguir
siendo el rey de burlas de todos los bribones? ¿No hay aquí respeto
a la virtud y odio al crimen?
En vez de leyes orgánicas, en vez de castigos prontos, en vez de alzar
la guillotina para los traidores, se nos pone delante una tímida ley
de amnistía… Y esto, en momentos de ver los cadáveres de nuestros
hombres ilustres con los cráneos deshechos, con la horrible equimosis
que produjo la cuerda con que los colgaron. ¡Oh manes de vuestros
amigos sacrificados! ...Pedid venganza a Dios... ¡Nosotros pensamos
perdonar a vuestros verdugos y a los amigos de vuestros verdugos!
Yo bien sé que disgusto a ciertas gentes expresándome así, con esa
energía franca y ardorosa; yo sé que no son estos los sentimientos
de esos políticos de biombo que se estuvieron impasibles durante la
lucha, sin apiadarse de la aflicción de la Patria y compadeciéndose
en los horrores que pasaban fuera de la Capital. Pero yo no quiero
transacciones, yo soy hijo de las montañas del sur y desciendo de
aquellos hombres de hierro que han preferido siempre comer raíces
y vivir entre las fieras a inclinarse ante los tiranos y a dar un abrazo a
los traidores… Desde que salí de las costas para venir a este puerto,
me he resignado estoicamente a perder mi cabeza y, mientras yo no
la tenga muy segura sobre mis hombros, no he de otorgar un solo
perdón a los verdugos de mis hermanos. Yo no he venido a hacer
compromisos con ningún reaccionario ni a enervarme con la molicie
de la Capital y entiendo que, mientras todos los Diputados que se
sientan en estos bancos no se decidan a jugar la cabeza en defensa
de la majestad nacional, nada bueno hemos de hacer. Pero yo creo
que el Soberano Congreso sabrá mostrar a la Nación, que se halla a la
altura de sus deseos y que comprende su misión santa. Yo creo que
el Legislativo dirá con frecuencia al Ejecutivo en presencia de cada
malvado, lo que Mario a Cuma, en presencia de cada enemigo: “Es
preciso que muera”.
¡Y qué!...; el Sr. Ocampo, un solo hombre, tendría la grandeza de
alma necesaria para decir: “ Yo me quiebro, pero no me doblo” y el
Soberano Congreso, es decir, la Nación entera, iría a decir ahora: “Yo
sí me quiebro y me doblo y me arrastro”… Es un insulto a vuestra
soberanía suponerlo.
Yo os ruego, legisladores, que pongáis la mano en vuestro corazón,
que me digáis ¿podrá haber amistad sincera entre el partido liberal
y el reaccionario? ¿Se unirán los hombres del siglo XV con los del
XIX? ¿Los hombres y las fieras? No, ellos o nosotros, no hay medio…
Y si pensáis que ese partido está débil, os equivocáis, carece de
fuerza moral, es cierto, pero tiene la física… Reprobad ese dictamen;
perdonar sería hacerse cómplice. Jesucristo perdonaba en su cadalso
a sus verdugos, pero se trataba de ofensas personales y no de las
de una Nación infeliz... No imitéis a ese mártir generoso, porque no
estáis en su caso y perderíais, con vuestro evangelismo exagerado, a la
República. Levantaos juntos, severos, terribles, y decid a los rebeldes
lo que el Señor por boca de Ezequiel: “Empleasteis la espada... y la
espada caerá sobre vosotros”.
GUSTAVO DÍAZ ORDAZ
El anticomunismo poblano
Hablar del anticomunismo no es sólo un ejercicio histórico; es volver la vista
a una etapa de la derecha a ultranza; esa derecha que antes del comunismo
asumió una postura antiliberal y hoy, en la época postcomunista se revela
tras la máscara de la moral, la defensa de la vida o los integrismos religiosos…
Sobre todo durante los años cincuenta a setenta, esta vinculación entre
anticomunismo, catolicismo y universidad imprimieron a la vida política
y educativa poblana una característica muy especial, marcada por la
intolerancia y la violencia. En Puebla, sobre todo a mediados del siglo XX, la
derecha logró el control de estas dos instituciones a tal grado, que confrontó
a los universitarios con la Iglesia católica en su afán de dominar a la máxima
casa de estudios del Estado y, desde ahí y con el apoyo de un sector del
clero, iniciar la toma del poder para implantar lo que la derecha ha llamado
“civilización cristiana”, como proyecto de nación.135 Cuando el general
Maximino Ávila Camacho llegó al gobierno del estado, en el arzobispado de
Puebla se encontraba monseñor Pedro Vera y Zuria, un antiguo canónigo
queretano cuya habilidad diplomática le permitió sortear con éxito los difíciles
días del conflicto religioso y la tensa calma del maximato callista. Al cambiar
la situación, con el ascenso de Manuel Ávila Camacho a la Presidencia de la
República (1940), Vera y Zuria impulsó la apertura de los colegios católicos
y la fundación de otros. Pronto, en Puebla funcionaron varios colegios que
abrieron sus puertas a los hijos de empresarios y comerciantes, la “gente
bien” de la Angelópolis, y se ahondaron las diferencias entre los estudiantes
de las escuelas oficiales (todas señaladas por la Iglesia como regenteadas por
masones) y los de las escuelas católicas.136
El abogado
Culminó sus estudios universitarios el 8 de febrero de 1937 al recibir su título
de abogado “El recurso de queja en el procedimiento civil”. El Lic. Gustavo
Díaz Ordaz fue designado en el año de 1937 como agente del ministerio
135
Nicolás Dávila Peralta, Las santas batallas: la derecha anticomunista en Puebla, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, Cuadernos del SArchivo Histórico Universitario, Puebla, 2003, p. 9-10
136
Dávila Peralta, 2003: 92-97
público en Tatlahuqui, Pue., y después en Tehuacán, cargos en los que ejerció
siempre sus funciones con estricto apego a la ley. Contrajo matrimonio con al
distinguida señorita Guadalupe Borja, con la que procreó tres hijos, Gustavo,
Guadalupe y Alfredo. Fue nombrado sucesivamente juez de primer instancia
en Tecamachalco y juez primero penal en la ciudad de Puebla. La experiencia
adquirida en la judicatura y sus conocimientos en derecho sindical le valieron
ser nombrado presidente de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje del
mismo estado de Puebla. E Lic. Díaz Ordaz fue designado magistrado del
tribunal superior de justicia de su estado natal. Posteriormente por méritos
propios ocupó la presidencia del mismo tribunal. No abandona las aulas
universitarias, pues funge como catedrático de diversas materias jurídicas…
Hombre sensitivo, dotado de una vasta cultura y gran conocimiento de
la historia y los problemas de México, fue nombrado vicerrector de la
universidad de Puebla, cargo que lo identifica aun más con la comunidad
universitaria. Él decía: “Educar es sembrar la mejor de las semillas”.137
A principios de 1938, Maximino Ávila Camacho le echa el ojo y lo convierte
en presidente de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje... Se necesitaba
firmeza y autoridad para lidiar con la explosiva situación obrera en Puebla,
sobre todo en Atlixco, convertido en campo de batalla de los partidarios de
la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC)... Díaz Ordaz
dudó en aceptar el puesto, porque carecía de experiencia, pero a Maximino
nadie le decía que no. “Aprenda rápido”, le dijo, y el discípulo aprendió.”138
Maximino comenzó por atacar al sindicalismo federal, lo que provocó que
Fidel Velázquez, entonces Secretario de Organización y Propaganda de la
CTM, llamara a ésta agrupación a “concentrar toda su fuerza para resistir los
ataques de Maximino Ávila Camacho, quien está deseando dividir a la FROC
y tiene sus agentes para ello”…139 Para contrarrestar la influencia y poderío
de la Federación Regional, Maximino desarrolló una táctica encaminada
a debilitar a los sindicatos pertenecientes a esa Federación (creando) la
Federación de Maestros del Estado de Puebla…El programa oficial de este
nuevo sindicato recuperaba como premisas fundamentales el alejamiento
del campo electoral y de los debates políticos, siguiendo en este sentido los
postulados de Maximino Ávila Camacho (con el resultado de) la desaparición
de las huelgas en los centros educativos. El gobernador poblano se
vanagloriaba de este triunfo sobre los movimientos huelguistas…: “Durante
el año de 1939 –dijo- no presenciamos en Puebla los tristes espectáculos
que producen las huelgas de profesorado y que no logran otra cosa que
137
Luis Gutiérrez Oropeza, Díaz Ordaz. El hombre, el gobernante, Ed. Gustavo de Anda,
México, 1988, p. 10-13
138
Krauze, 2009: 309-310
139
Hay que recordar que Lombardo era Secretario General de la CTM
crear desórdenes, indisciplina… La niñez estudiosa no está ya a merced de los
agitadores irresponsables que, por obtener la satisfacción de sus egoísmos
y apetitos, paralizaban… las importantes funciones educativas del Estado.”
…Por otra parte, el gobernador poblano hizo llamados constantes para
que las masas obreras se dedicaran en exclusiva a sus funciones sociales y
se desligaran de actividades políticas, dejándole al gobierno la función de
proteger los intereses obreros, sin mediación de los líderes que habían
desviado a las masas de sus verdaderos objetivos sociales.. Otro aspecto
esencial del proyecto de dominación sobre el movimiento obrero concentrado
en la FORC lo constituyó la creación de sindicatos y organizaciones obreras
bajo el patrocinio de la administración maximinista… Con relación a este
proyecto instaurado por el gobernador, es importante resaltar que a través
de los órganos de gobierno, en concreto la Junta Central de Conciliación
y Arbitraje, se promovió el registro de infinidad de sindicatos nuevos, que
fueron utilizados para debilitar a la FROC y dividir al movimiento obrero…
Los conflictos recurrentes entre la FROC y la CROM (que se había sumado a
la causa de Maximino) marcaron la pauta para que el gobernador obtuviera
prerrogativas sobre el movimiento obrero poblano, como aconteció en
Atlixco, la región fabril más importante de Puebla, que había sido escenario
de las más cruentas disputas intergremiales y que a raíz de la intervención
del Presidente Cárdenas había entrado en una etapa de sosiego, y en donde
el maximinismo se amparó en el ideal de permanencia del orden social para
imponer su dominio político-burocrático sobre este enclave del movimiento
obrero… El 10 de abril en la Fábrica El Pilar, de San Martín Texmelucan un
enfrentamiento entre obreros deja un saldo de varios muertos y heridos…
La posición asumida por el gobierno poblano respecto a este suceso, ante
la presión ejercida por la federación regional y la CTM, llamando a paros
y huelga general (nacional), fue oponerse a las presiones extrajurídicas de
estos organismos obreros, circunscribiendo sus determinaciones a los marcos
legales y a las instancias jurídicas… Fueron frecuentes las acusaciones contra
la organización cetemista de ser la instigadora de la violencia intersindical en
la entidad poblana, así como de pretender sovietizar a México… En los últimos
meses de 1938 el antagonismo entre la FROC y el gobierno poblano quedó
claramente definido… Así, la federación arremetió con toda la fuerza de su
organización contra el gobierno poblano y la Junta Central de Conciliación y
Arbitraje y su titular, el licenciado Gustavo Díaz Ordaz. Los ataques contra la
administración maximinista los validó la FROC al señalar que sus actividades
estaban en consonancia con la política cardenista y en contraposición con
la del gobernador, quien abiertamente había “instaurado un programa de
contención de las demandas del obrerismo”. Basados en esto, la dirigencia
froquista solicitó al presidente Cárdenas su intervención con el objeto de
“que el gobernador del Estado cumpla la ley cesando inmediatamente las
actitudes agrsivas contra los intereses colectivos de nuestra institución”…
(Así pues) los sindicatos de la FROC recurrieron al paro de labores, acusando
al gobierno de Maximino de utilizar procedimientos incalificables en
contra de los trabajadores en contra de los trabajadores… En el pliego de
peticiones dado a conocer por la federación se señalaban los casos en
los que el gobierno poblano había asumido una actitud punitiva contra
el sindicalismo froquista. Entre estas demandas destacaban: suspensión
al registro de “sindicatos blancos”, cese a la intervención de la policía en
asuntos laborales, rechazo a las funciones, organización y determinaciones
de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje y finalmente derogación del
Decreto que suspendía las elecciones municipales en Puebla, Tehuacán,
Texmelucan y Atlixco… Maximino caracterizaba a estos tipos de huelga como
“un arma a la que han recurrido los trabajadores para obtener, en algunos
casos, lo que no han podido conseguir dentro de los procedimientos legales,
y que constituye un peligro para la tranquilidad y para la economía del Estado,
pues… no se persiguen fines lícitos”… 140
El legislador
En 1945, luego de un ríspido enfrentamiento con el nuevo gobernador
obtuvo la candidatura para la senaduría del estado. En la Cámara, Díaz Ordaz
conoció al hombre que habría de encumbrarlo en el poder: Adolfo López
Mateos... López Mateos “parecía su reverso exacto. Uno era feo, hosco,
cerrado, estudioso, detallista, áspero, sedentario, hombre de pocos amigos.
El otro era guapo, simpático, abierto, bohemio, superficial, suave, andariego,
hombre de muchos amigos... y amigas. Obviamente se complementaban”.141
La CIA en México
La CIA es, entre otras cosas, una perfecta síntesis o muestra de la alianza
entre los intereses políticos y militares del gobierno norteamericano y los
de la delincuencia organizada o libre dentro de ese mismo país y otros…
No es porque me sobre el tiempo, o porque me gusten las emociones
fuertes. La única razón es de índole patriótica: yo no considero devaluadas
las palabras tales como nacionalismo o patriotismo, y estos persuadido,
como seguramente muchos de ustedes lo están también, de que los espías
norteamericanos son enemigos de nuestro país.142 La primera Referencia
que hay en mi archivo acerca de la actividad de la CIA en México data de
140
141
142
CITAR LIBRO DIGITALIZADO ENVIADO POR ANTONIO TENORIO, P. 80-90
Volpi, 1998: 32
Manuel Buendía, La CIA en México, Ed. Fundación Manuel Buendía, México, 1996, p. 31-32
1948, o sea cuando la compañía había sido fundada. En México transcurría
el primer tercio del gobierno de Miguel Alemán y era encargado de la DFS el
general Marcelino Inurreta. So capa de proporcionar al gobierno mexicano
información sobre grupos comunistas, vinieron a México los primeros agentes
dela CIA. Se formó entonces un grupo mixto de investigación cuyas oficinas
se instalaron en Melchor Ocampo no. 212 cuarto piso. Lo que en un principio
fue una asociación institucional, de gobierno a Gobierno, pronto comenzó a
derivar hacia una hegemonía de los norteamericanos que mediante dádivas
empezaron a lograr que ellos fueran los primeros, cuando no los únicos
beneficiados con la información captada por los agentes mexicanos. Quisiera
referirme al trabajo titulado Inteligencia Estratégica para la Policía Mundial
Norteamericana, escrito en 1948 por el profesor de la U de Yale Sherman
Kent… “inteligencia es el conocimiento que nuestros hombres civiles y
militares que ocupan cargos elevados deben poseer para salvar el bienestar
nacional. La inteligencia constituye una institución, es una organización física
de seres vivos que persigue como fin una clase especial de conocimiento,
una organización semejante debe hallarse preparada para poner a los países
extranjeros bajo vigilancia u observación, y debe estar preparada para
explicar sus pasados, su presente y probables futuros, debe tener seguridad
de lo que produzca en sentido de información sobre esos países sea útil a la
gente que toma las decisiones.” La Agencia Central de Inteligencia no es un
órgano clandestino del gobierno de los EU. El congreso le fijó límites, entre
los cuales el más importante consiste en que puede operar en cualquier parte
del mundo, con todo el apoyo de su gobierno, excepto dentro de territorio
de los Estados Unidos, si ello significa espiar a ciudadanos norteamericanos.
Está subordinada al Consejo Nacional de Seguridad, pero su estatuto indica
que la información, o sea el fruto de e3spionaje de los organismos del propio
Gobierno, estarán abiertos a la inspección del Director de la CIA. Hasta el FBI
queda obligado a proporcionar la información que el director de la CIA le
reclame por escrito según dice la ley respectiva… Según los expertos, hay más
de 20 organismos que realizan espionaje por cuenta del gobierno de los EU.,
además de los mencionados CIA y FBI están las organizaciones creadas por el
Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Comisión de Energía Atómica y otras
tan increíbles como la oficina de minas del interior, que se dedica a investigar
los recursos mineros de México y varios países. Asimismo un estudioso
como Sherman Kent habla de una Inteligencia Agrícola Exterior a cargo del
Departamento de Agricultura y de un sistema de espionaje económico por
cuenta del departamento de Comercio. 143
143
Buendía, 1996: 33-36
Vigilancia vs García Barragán
“Al general García Barragán la DFS le había abierto el expediente 48-1-954
H-236 L-6. Tenía toda su información básica: fecha de nacimiento, cargos
en el ejército, direcciones de domicilios, pero, sobre todo -sin duda la razón
por la que los espías de la DFS le seguían sus huellas- sus relaciones con
actividades políticas, consideradas subversivas por el gobierno del presidente
Adolfo Ruiz Cortines... la vigilancia sobre Barragán era extrema y obsesiva,
como si se tratara de cualquier disidente de izquierda, como la ejercieron los
espías de la DFS contra los estudiantes del 68 o contra los guerrilleros de los
años setenta.”144
El amigo americano
Winston Mackinley Scott nació el 30 de marzo de 1909, en Jemison Alabama.
Después de obtener un título en la Universidad de Alabama, se casó con
Besse Tate y comenzó un Ph.D. En álgebra en la Universidad de Michigan.
También enseño matemáticas y tras haber publicado un artículo sobre el
uso de matrices en el código de comunicación apareció en los “Anales de
las Matemáticas”, se le acercó un investigador del FBI y lo invitó a aplicar
para un trabajo. Scott se unió al FBI el 17 de marzo de 1941. Fue asignado
a la sección de criptografía. Sin embargo, Scott pidió que lo transfirieran
a “Agente Especial”. Edgar Hoover aceptó la propuesta y fue mandado a
Pittsburgh donde le fueron dadas instrucciones de espiara en la población
alemana local con el objeto de espiar a posibles simpatizantes nazis. Cuando
regresó a Washington (tras haber ido a Cuba) fue reclutado por la OSS,
mandado a Londres y el 5 de septiembre de 1944 fue nombrado jefe de
la sección alemana. Tras la Segunda Guerra Mundial la oficina de servicios
estratégicos fue renombrada la “Unidad de Servicios Estratégicos (SSU)”.
En 1947 evolucionó en la CIA y Scott fue nombrado como el primer jefe de
estación en Londres. En una fiesta Scott escuchó a Helena Philby, la hermana
de Kim Philby expresar ideas políticas anti-Americanas y pro-Sovieticas.
Esto generó sospechas sobre Kim Philby y reporto el incidente a Cleveland
Cram. El 15 de enero de 1950, Scott se casó con su segunda esposa Paula
Murray. Al mismo tiempo fue ascendido a jefe de la estación de Europa del
Este. El administraba todas las operaciones de espionaje en las naciones del
Oeste de Alemania, Francia e Inglaterra. Paula tuvo varios abortos por lo cual
en septiembre de 1955 la pareja adopto un bebe llamado Michel... El año
siguiente fue nombrado por Allen W. Dulles como jefe de estación de la CIA
en México. Tomo posesión del nombramiento en agosto de 1956.145
144
145
Rodríguez, 2008: 203
Resumen biográfico preparado por Eduardo a partir de Our Men in Mexico
Nuestra estación Mexicana era la mejor equipada, efectiva y compleja oficina
de contrainteligencia que teníamos en el mundo” recuerda John Whitten...
Win había eclipsado al embajador Hill como un poder en el esquema mexicano
de las cosas... los mexicanos llamaban a la estación de la CIA, “la verdadera
embajada… Durante la noche todas las personas en la estación debían guardar
sus papeles en cajas fuertes en un cuarto central protegido con alarmas de
seguridad... Scott era ambicioso y preciso… Win, escribía constantemente...
paginas y paginas y paginas. Él leía todo lo que otras personas escribían.
Corregía su gramática, la ortografía... uno podía notar de ver su oficina, que
Win era un profesional... era muy organizado... y estaba constantemente
trabajando... cuando era necesario Win dirigía las operaciones el mismo.146
Habla un cura de Jalisco:
“Queridos hermanos: El comunismo como ustedes saben, es el peor enemigo
de la Humanidad, debemos combatirlo con todas nuestras fuerzas y nuestras
convicciones. Y si aquí dentro del templo hay un comunista, que lo abandone
inmediatamente, que no se pare ni siquiera en el atrio, que salga fuera de
él… Y si a la hora que se recojan las limosnas quiere contribuir con algo, que
lo haga desde la calle”…147
“El último presidente que nació y se educó en la provincia fue Gustavo Díaz
Ordaz, quien desarrolló una estrecha amistad personal con el obispo de
Puebla, Octaviano Márquez y Toriz. Díaz Ordaz fue rector de la Universidad
de Puebla y secretario general de gobierno en la época en que Márquez y
Toriz era profesor y director espiritual del seminario Palafoxiano. Su amistad
era tan fuerte que el presidente le regalaba un automóvil nuevo cada año de
su administración.148
El verdadero “presidencialismo” mexicano
En julio de 1964, Díaz Ordaz recibió 88% de la votación y se convirtió en
presidente. Cuando se trataba de los deseos de los Estados Unidos, Win
aseguró a sus superiores que el nuevo presidente mexicano “actuaría de la
forma solicitada”. Díaz Ordaz ciertamente cooperaría con las peticiones de
la CIA: acciones contra extranjeros tales como “simple acoso, interrogación
policíaca, extradiciones, encarcelamientos, acciones represivas, etc...”149
146
147
148
328
149
Morley, 2008: 89
De María y Campos, 1965: 96
Ai Camp, Roderic, “Cruce de espadas: política y religión en México”, Siglo XXI, 1998: 327Morley, 2008: 258-259
LITEMPO
En los archivos de la CIA, los agentes de Scott eran identificados con números
específicos. LITEMPO-1, por ejemplo, era un hombre llamado Emilio Bolaños,
sobrino de Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación y presidente en
los sesenta. Díaz Ordaz era LITEMPO-2. Como su predecesor en Los Pinos
Adolfo López Mateos, eran amigos personales de Scott. Asistieron a la boda
con su tercera esposa, en diciembre de 1962, con López Mateos fungiendo
como padrino, o testigo principal, en la ceremonia... Otro agente LITEMPO
era Luis Echeverría... quien era identificado como LITEMPO- 8… A la cabeza
de la operación LITEMPO se encuentra el Presidente Mexicano, Gustavo Díaz
Ordaz, quien ha trabajado extremadamente cerca de la estación desde que
se convirtió en Ministro de Gobernación durante la administración de López
Mateos (1958-1964) con quien Scott había desarrollado una cercana relación
laboral... esta relación tan cercana tiene sus contratiempos… En 1964 Fulton
Freeman, fue a la Ciudad de México como embajador... Durante el inicio de
labores de Freeman en México, las esperanzas de Freeman de entablar una
significativa relación con Díaz Ordaz chocó con la preferencia de Ordaz hacia
Scott, dejando a Freeman los contactos protocolarios del Presidente.”150
INSTRUCCIONES DE UN PRESIDENTE DEL PRI
El presidente electo Gustavo Díaz Ordaz le dijo a quien iba a ser su jefe de
Estado Mayor Presidencial: “Coronel, quiero leerle a usted la cartilla. Y lo
mismo haré con las otras personas que forman parte de mi gabinete… Lo
he nombrado a usted mi jefe de estado mayor, no por lo que ha trabajado
–y vaya que sí ha trabajado- sino porque me ha sido usted lea y espero que
lo siga siendo; de no ser así pobre de usted y pobre de mí…. Pobre de usted
porque yo como presidente lo desbarato, y pobre de mí porque muy triste me
será el que mi jefe de estado mayor sea desleal. Ahora yo les estoy haciendo
el honor de designarlos mis colaboradoees, dentro de un año considererán
que me están haciendo el favor de ayudarme.” Coronel, dad la organización
y división del trabajo, no permitiré que un secretario de Estado me quiera
tratar asuntos que no sean inherentes a su cometido. A usted será al único
que le permitiré tratarme de todo, pero fíjese bien: no quiero que me informe
sobre lo que le contaron o sobre lo que usted se imagina. A mí infórmeme
sólo sobre cosas ciertas. Si no tiene usted la información completa, espere
24 o 48 horas, pero si en ese lapso aun no la ha obtenido, ya no me informe
porque me va a disgustar mucho… Los informes démelos en su medida y
con oportunidad, y tenga mucho cuidado de no picarme la cresta, porque
mis decisiones equivocadas podrían tener graves consecuencias… Trate usted
de llevar buenas relaciones con los demás integrantes del gabinete, porque
150
Agee, Philip“Inside the company: CIA Diary”, Bantam Books, 1978: 524-525
será usted la parte delgada de la hebra. Si llegara a tener algún problema
con alguno de los secretario de Estado, al que cambio es a usted. Es más
fácil sustituir a un jefe de estado mayor que a un secretario de estado por
el tiempo que se pierde y por el daño que se hace a la administración y al
gobierno… Coronel, si en el desempeño de sus funciones tiene usted que
violar la constitución, no me lo consulte porque yo, el presidente, nunca le
autorizaré que la viole; pero si se trata de la seguridad de México o de la vida
de mis familiares, coronel, viólela, pero donde yo me entere, yo, el presidente,
lo corro y lo proceso, pero su amigo Gustavo Díaz Ordaz le viviré agradecido.
¿Estamos de acuerdo coronel? Sí… Con Díaz Ordaz no podía uno, no debía, no
tenía, por qué equivocarse, las reglas del juego eran muy claras.151
Madera
Inspirados seguramente en la acción realizada por Fidel Castro, en el año
de 1953 contra el cuartel Moncada de Santiago de Cuba, y que lo llevó al
poder en 1959, la madrugada del 23 de septiembre de 1965, un grupo de
jóvenes guerrilleros asaltó el pequeño cuartel militar de la población de
Madera, Chihuahua. Los atacantes eran comandados por Arturo Gámiz
García; un profesor de 25 años originario de Las Nieves, Durango y por Pablo
Gómez Ramírez; un médico y profesor rural de 39 años, ambos dirigentes del
movimiento campesino, estudiantil y magisterial que desde los años sesenta,
se había desarrollado en Chihuahua y el norte de Durango. Ambas acciones
tuvieran algo en común: fracasaron…
El municipio de Madera se localiza en la parte noroeste del estado de Chihuahua,
a 276 kilómetros de la capital del estado. Limita al norte con Casas Grandes;
al este con los de Ignacio Zaragoza, Gómez Farías y Temosachi; al sur con este
último y al oeste con los de Nácori Chico, Bacadéhuachi y Sahuaripa del estado
de Sonora y alcanza una altitud de 2,110 metros sobre el nivel del mar…. El
nombre de Madera, tiene su origen en un aserradero de madera y una estación
de tren para el embarque de la misma, que estableció en 1906, la empresa
Sierra Madre Land Lumber Company en el punto llamado Ciénega de San
Pedro… La operación militar tenía por objetivo disminuir la moral del ejército,
cortar las comunicaciones, asaltar el banco para obtener dinero, saquear de
provisión a la empresa Mercantil de la Sierra y tomar la radio para dirigirse a
la población y explicarle el porque se hacía aquello… Circunstancias fortuitas
impidieron la coordinación final de los tres grupos formados. El dirigido por
Saúl Ornelas y Pedro Uranga, conformado con estudiantes normalistas, se
pierde en la sierra y no llega al lugar de la cita. El otro comandado capitaneado
por Salvador Gaytán, integrado por alrededor de treinta campesinos, tampoco
llega a la cita, debido a la crecida de los ríos por las lluvias de septiembre.
Así, el grupo de ataque quedó reducido solamente a trece miembros… La
151
Oropeza, 1988: 24-25
lucha obrera, campesina y estudiantil en el estado de Chihuahua se inicia
en 1962. En este año Arturo Gámiz, es el dirigente de la Unión General de
Obreros y Campesinos de México (UGOCM) desde la cual llama a la ocupación
pacífica de la tierra por parte de los campesinos… Entre junio y julio de 1963,
el periódico La voz de Chihuahua publica el estudio de Arturo titulado “La
tenencia de la tierra”, en el que explicaba que en dicho Estado, 24.5 millones
hectáreas pertenecían a 300 latifundistas mientras que 100 mil ejidatarios
se repartían 4.5 millones de hectáreas. En el mismo periódico, el periodista
Carlos G. Fierro escribía el 16 de junio que “en Chihuahua importa más
una cabeza de ganado que el estomago de diez mil campesinos”… Durante
los años de 1964 y 1965, en el proceso de la lucha contra el latifundio y
contra el gobierno protector del mismo, los estudiantes de la Normal de
Chihuahua, La Normal Rural de Salaices (varones) y la Normal Rural “Ricardo
Flores Magón” (mujeres), acompañan a los campesinos en las invasiones de
tierras y las marchas, los apoyan en sus mítines y en la toma de oficinas… En
octubre de 1963 se llevó a cabo, el primer Encuentro de la Sierra, llamado
Heraclio Bernal, en Dolores de Cebadilla, municipio de Madera, donde se
dan a conocer cinco documentos básicos del movimiento y en febrero de
1965 el segundo, también llamado igual en Torreón de Cañas, Las Nieves,
Durango, En enero de 1965 se realiza un congreso de la UGOCM en la Cd.
de Madera de donde surge la idea de tomar otras medidas - de tipo armado
- contra los caciques de la región… Pero desde 1963 la guerrilla ya había
empezado a actuar: Un grupo de 11 personas, comienza a ser perseguido
por los Estados de Sonora y Chihuahua y el 15 de julio combaten contra un
grupo de cinco policías judiciales de este último Estado, al que derrotan y
desarman… El 29 febrero de 1964 vuelan un puente propiedad de don
Florentino Ibarra, conocido terrateniente a quien ejecutan el 5 de marzo y
luego, el 12 de abril le queman la casa y una estación de radio… En mayo
1965, atacan a un pelotón de soldados y policías cerca de Ciudad Madera,
al que también derrotan, hiriendo a tres de ellos y apoderándose de equipo
militar… Durante los primeros meses de ese año, algunos compañeros se
concentran en Zacatecas, otros en la Cd. de México para llevar a cabo un
proceso de entrenamiento y preparación para la lucha armada y frontal contra
el gobierno federal… Ante la imposibilidad de realizar una lucha pacífica, que
era duramente golpeada con cárcel y represión, Arturo Gámiz decide que es
el momento de tomar las armas: “Durante años, por las buenas estuvimos
pidiendo justicia pero usted, señor gobernador, nos despidió siempre con
insultos, se puso de parte de los latifundistas y les dio fueros. Empuñamos
las armas para hacer por nuestra propia mano la justicia que le niegan a los
pobres”, le expresó al Gobernador Práxedes Giner Durán en un desplegado.
Para septiembre la decisión ya había sido tomada: atacar el cuartel militar
de Cd. Madera y al amanecer del 23 de ese mes, el grupo de Arturo Gámiz,
compuesto por 13 personas, ataca por sorpresa el cuartel de Ciudad Madera
en el que se encontraban 125 soldados. La inexperiencia de los guerrilleros
les hizo cometer un gran error táctico: a sus espaldas se encontraba una
inmensa explanada de unos dos kilómetros antes de llegar al monte donde
hubiese sido más fácil esconderse en caso de huida o retroceso… El 24 de
septiembre de 1965 el país entero se conmovió con la información que
dieron los diarios del país: el cuartel que alojaba en Madera, Chihuahua
a 125 soldados federales, fue asaltado por un grupo todavía no precisado
en su número pero que no llegaba a veinte, de jóvenes que al grito de ¡¡¡¡
ríndanse, los tenemos completamente rodeados!!!!, intentaron apoderarse
del cuartel: Unas barracas de madera que las Compañías Madereras habían
proporcionado al ejercito y convertir en prisioneros a los soldados federales
allí acuartelados. El hecho sangriento tuvo lugar en las últimas horas de
la madrugada del día 23… Un diario afirmó que “los primeros disparos se
escucharon a las 6:10 de la mañana y que el tiroteo duró tres horas”. Otro
señaló las 5:50 horas como el momento, en que el ataque se inició y le dio
una duración de hora y media. La verdad es que debió iniciar el tiroteo cuando
todavía faltaba totalmente la luz solar. El maquinista ferrocarrilero que a esa
hora se preparaba para la diaria jornada, al encender el farol de la maquina a
su cuidado, iluminó a los atacantes que se encontraban parapetados en la vía
del ferrocarril y a los soldados que avanzaban sobre ellos. De acuerdo con el
plano recogido del cadáver de Arturo Gámiz García, los atacantes se colocaron
en cuatro lugares: tras la vía férrea, frente al cuartel, en la escuela y la iglesia,
en la Casa Redonda y en la casa del Sr. Pacheco y detrás de una camioneta.
En ese mismo plano -figura una relación de 12 nombres de personas,
entre las que no está el de Arturo Gámiz-, señalando las posiciones, armas,
granadas, etc., de que cada uno disponía. Debido a que ese documento se
considera como plan de ataque al cuartel, se fortalece la suposición de que
fueron trece los autores del asalto: los doce enlistados más Arturo Gámiz…
Los primeros disparos que ocurrieron justamente en el momento en el
que, los soldados acuartelados, realizaban las maniobras necesarias para
tomar el primer alimento del día. La disciplina militar se impuso entre el
grupo de soldados desarmados que en esos momentos salían para recibir
“el rancho”. Se tiraron pecho a tierra y poco a poco fueron recogiendo
sus armas y municiones mientras que -desde cuatro rumbos distintos- les
disparaban y lanzaban bombas de fabricación casera y granadas que ya antes- los guerrilleros habían recogido como botín al copar y apresar a
una patrulla de soldados federales, a los cuales dieron libertad después de
desarmarlos, como también ya antes habían hecho prisionera a una patrulla
de soldados estatales, a los que también desarmaron y dejaron en libertad.
A esa hora la oscuridad era completa: los soldados disparaban guiándose
únicamente por los fogonazos producidos por los disparos de los asaltantes y
por el rumbo que señalaban los gritos e intimaciones para que se rindieran.
Aunque al principio por el factor sorpresa los rebeldes tienen la iniciativa,
esta pronto termina. Gracias a la delación de los planes del ataque por parte
del infiltrado ex capitán Lorenzo Cárdenas Barajas, el ejército ataca desde dos
posiciones envolventes y prácticamente aniquila los comandos…
Una vez pasado el suceso y hecho el recuento de los muertos y heridos de ambos
bandos, el resultado era el siguiente: los rebeldes caídos fueron: Arturo Gámiz
García, ex -profesor rural de 25 años que sirvió en una escuela rural de Estado
y principal dirigente de la guerrilla; Pablo Gómez Ramírez, médico y profesor
normalista de 39 años, casado con cinco hij@s , que cayó con una bandera
blanca que tenía escrito “¡Viva la Libertad!”; Emilio Gámiz García, hermano
de Arturo de 20 años, estudiante; Antonio Scobell Gaytán, campesinote 23
años; Salomón Gaytán Aguirre, hermano del anterior, campesino de 23 años;
Oscar Sandoval Salinas, estudiante de 20 años, alumno de la Escuela Normal
de Estado en Chihuahua, hasta noviembre de 1964, Miguel Quiñones Pedroza,
maestro normalista rural de 22 años, egresado de la Normal de Salaices y
Director de la Escuela Rural Federal en Ariseáchic; y Rafael Martínez Valdivia,
de 21 años, profesor rural en Basúchil. //Lograron escapar con vida: Guadalupe
Scobell Gaytán; se incorpora con Oscar González Eguiarte a la guerrilla en 1968
y muere fusilado por el ejército en Rosario, Tesopaco, Sonora; Ramón Mendoza
Torres, es detenido junto con Oscar González Eguiarte, preso en las Islas Marías
de donde se fuga; Florencio Lugo Hernández, se incorpora a la guerrilla urbana,
es detenido y pasa años en la cárcel, escribió dos libros testimoniales; Juan
José Fernández Adame, dirigió grupos de solicitantes de tierras en Tamaulipas
y San Luis Potosí, murió en 2004; Francisco Ornelas Gómez... // Por parte del
ejército murieron: Tte. Marcelino Rigoberto Aguilar, Sgto. Nicolas Estrada
Gómez Sgto. Moisés Bustillo Orozco, Cabo Felipe Reyna López, Soldado Jorge
Velázquez y Soldado Virgilio Yáñez Gómez. // Y resultaron heridos: Teniente
Rigoberto Aguilar Marín, Sargentos Virgilio Argüelles López, Eugenio Ramírez
López, Manuel Ramírez Cabral y Aurelio Ramírez. Soldados Natividad Juárez
Hernández, Adán Jiménez Martínez, Manuel Félix Hernández, José García
Martínez y Roberto García Mendoza, José Santos Rodríguez.
Giner Durán –Gobernador de Chihuahua- declara que siempre estuvo enterado
de lo que pasaría en septiembre de 1965 y que logró contener el problema,
según transcripción de un documento escrito por él mismo el 22 de marzo de
1966… “Por eso creo que mi defensa y mi conservación en el poder está en
los comunistas. Mientras ellos me ataquen, el gobierno federal me sostendrá.
Por eso mismo, me conviene que haya problemas… ¡Algunos hasta he debido
crearlos yo mismo!”152
Como escarmiento, los militares pasearon por el pueblo arriba de un camión
maderero, los cuerpos de los guerrilleros muertos. El gobernador del Estado,
Gral. Práxedes Giner Durán, ordenó que los guerrilleros fueran sepultados en
152
Glockner, 2007: 223
una fosa común mientras que los militares caídos se enterrasen recibiendo
honores militares. El gobernador expresó ¿Querían tierra? ¡Dénles tierra
hasta que se harten! Después, el sacerdote local Roberto Rodríguez Piña,
fue llamado para que oficiara la ceremonia organizada para sepultar a los
cinco soldados muertos -cada uno en su caja de madera decorosamente
forrada con tela- no tuvo inconveniente alguno para participar en su calidad
de sacerdote católico, en las honras fúnebres hechas a los militares; bendijo
los ataúdes de los soldados, vistió las ropas usuales en estos casos y dijo las
palabras apropiadas -de acuerdo con sus ritos- para el acto. Vecinos y algunos
familiares presentes, conmovidos por la tragedia de los ocho muertos en el
asalto al cuartel le pidieron lo mismo: que oficiara, que bendijera a Gámiz, a
Gómez Ramírez y a sus seis compañeros, pero el sacerdote se negó a hacerlo.
Los ocho hombres fueron arrojados como animales en una fosa común
llenos de tierra y pólvora, sangrantes después de haber sido paseados sobre
la plataforma del camión maderero, los dejaron caer en una gran zanja,
sobre la cual, con el tiempo, el pueblo habría de levantar un monumento…
¿La guerrilla se encontraba mal armada para hacer frente a los soldados del
cuartel? ¿Fue una acción suicida? En parte sí, como también lo fue la del
Moncada. Pero los alzados pensaban que, además de contar con el factor
sorpresa, los soldados presentarían poca resistencia en cuanto comenzasen
los disparos. Sin embargo no fue así, estaban muy bien adiestrados para
ofrecerse a morir en defensa de su cuartel.153
LA UNAM
A partir de mediados de 1965, un señor jefe de prensa de la presidencia de
la república comenzó a entrometerse en la universidad, particularmente en
la escuela Nacional de Economía… El Lic. Sepúlveda, director de Derecho,
estaba próximo a ternminar su periodo de 4 años, los estudiantes no lo
querían y estaban dispuestos a oponerse a su reelección. Se dirigieron al Dr.
Chávez para pedirle que no le incluyera en la terna. El rector no les ofreció
nada en concreto, celoso de su autoridad… El disgusto fue creciendo ante
la posibilidad de que Sepúlveda continuara al frente de Derecho… Huelga
en la facultad de derecho, según nuestros recuerdos secundada total o
parcialmente por otras facultades y escuelas del ala de Humanidades…
Todos estos sucesos se desenvolvieron en el curso de Abril de 1966… (En
este contexto) un grupo de hombres de negocios fue a ver con algún motivo
al Lic. Díaz Ordaz en palacio… Después de tratar su asunto uno de ellos dijo:
“Esto de la agitación de la universidad parece que no tiene importancia, ¿no
es así señor Presidente” Está usted equivocado –respondió-. Es algo muy
153
Ignacio lagarda Lagarda , “El asalto al cuartel de Cd. Madera”, en: http://todopormexico.
foroactivo.com.mx/t280-grupo-popular-guerrillero-y-asalto-al-cuartel-madera
serio y difícil. A ver si ese sabio Dr. Chávez lo resuelve. El tono desdeñoso
en que aludió al rector impresionó a los de la entrevista. Los días del Dr.
Ignacio Chávez estaban contado… Según otras fuentes de información, el
presidente no ocultaba sus opiniones hostiles a Chávez con sus secretario de
Estado y otras personas… Al sentirse apoyados por el gobierno, se tornaron
cada vez más agresivos contra el rector, hasta llegar a exigirle su renuncia.
Lo de Sepúlveda había quedado en segundo plano. La bola de lodo creció
momento a momento y así llegamos al 26 de abril… A las 11 de la mañana
tuvo lugar una junta del rector con los directopres de facultades, escuelas e
institutos… Un grupo numeroso de muchachos irrumpió en el salón donde la
junta se celebrara, lanzando gritos e injurias exigiendo la renuncia inmediata
de Chávez… Al fin, como a las 7 de la noche el Dr. Chávez les dio su renuncia
a sabiendas de que no tenía ningún valor pro haber sido arrancada por
la violencia. Al día siguiente visité al Dr. Chávez en su casa… Nos contó lo
sucedido con toda clase de detalles. En el movimiento había estudiantes y
no estudiantes de todos los matices ideológicos, de izquierda, comunistas…
etc… Y nos dio los nombres que desgraciadamente ya no recuerdo de dos
tipos de la embajada de los Estados Unidos o quizás de la CIA. Nos contó
además que días antes le había dicho al presidente Díaz Ordaz. La universidad
es un pastel codiciado. Si se dejara caer una cuchilla cortaría varias manos de
sus colaboradores más cercanos.” El presidente Díaz Ordaz no podía tolerar
que se le hablara en ese tono acostumbrado al servilismo y a la adulación…
Con fecha 27 de abril de Dr. Chávez, a mi juicio el mejor rector que había
tenido la UNAM desde 1910 y uno de los hombres más ilustres de México…
presentó su renuncia a la junta de gobierno, que fue acepptada dos o tres
días más tarde… Semanas después, el Dr. Ignacio Chávez recibió un doctorado
honoris causa de la Universidad de Oxford, la más antigua y prestigiosa de
Inglaterra.154
Díaz Ordaz y Luis Gutiérrez Oropeza
El presidente sostenía su acuerdo cotidiano con el Gral. De Brigada Luis
Gutiérrez Oropeza, Jefe de su Estado Mayor, y años atrás en Gobernación
responsable de la ayudantía del titular… No fue extraño que a Gutiérrez
Oropeza se le tuviera como virtual secretario tantyas veces al lado del jefe
de las fuerzas armadas… Era además la línea inspirada por Miguel Alemán,
creador de las guardias presidenciales, un pequeño y poderoso ejército
dentro del ejército, un grupo de excepción para el primer magistrado…
Deliberaban Díaz Ordaz y Gutiérrez Oropeza, ausente García Barragán. Sobre
la mesa citaban nombres, ponderaban grados, antigüedades. Aprobaban las
promociones: mayores a coroneles, coroneles a brigadieres, brigadieres a
divisionarios… El general García Barragán se inconformó ante el Presidente
Díaz Ordaz. Se presentó en Los Pinos uniformado de gala... la omisión de
154
Silva Herzog, 1974: 149
que se le hacía objeto era inadmisible. “Si no puedo revisar y aprobar las
promociones militares, señor presidente, es porque usted así lo decide...”155
Manuel Díaz Escobar
“El 30 de septiembre de 1966 Manuel Díaz Escobar fue nombrado subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal,
posición administrativa un tanto extraña para un militar. Sin embargo, el
nombramiento firmado por el oficial Guillermo Lerdo de Tejada se sustentaba
en otra razón: su colaboración ininterrumpida con el general Alfonso Corona
del Rosal desde junio de 1961.”156
El coronel Díaz Escobar recibió licencia del Estado Mayor Presidencial en 1966
y desde ese año ocupó un cargo burocrático: la Subdirección de Servicios
Especiales del Departamento del Distrito Federal. Díaz Escobar actuaba
coordinadamente con un viejo conocido, el general Ballesteros Prieto.
Originarios del Estado de Oaxaca, coincidieron en la Embajada de México
en los Estados Unidos en los cincuenta; en 1962, Ballesteros Prieto y Díaz
Escobar representaron a México ante la Junta Interamericana de Defensa,
un organismo que promovía la integración militar de América Latina con los
Estados Unidos. Díaz Escobar realizó estudios en Bolling Field, Washington
en 1943 y estuvo en el XIX Escuadrón de Aerofotometría del ejército
estadounidense; en 1961 fue dirigente del PRI y colaborador del Presidente
de ese partido, Alfonso Corona del Rosal. Ballesteros Prieto fue agregado
militar de la Embajada de México en Washington, egresado de la Escuela
de mando y Estado Mayor de Fort Leavenworth en la Ciudad de Kansas, así
como de la Academia de Fort Bliss Texas, en donde llevó a cabo un curso
sobre tácticas y armas modernas.157
Stop, stop!
“Winston solía bromear con su familia en relación a la manera efusiva en la
que Díaz Ordaz solía comportarse. Alguna vez durante la cena, Winston contó
a su familia de una discusión que había tenido con el presidente en su oficina
en la cual Díaz Ordaz hablaba tan rápido que Win no lograba comprender
una palabra de lo que decía el presidente. “Parese, párese,” (en ingles “stop,
stop”) repetía Win haciendo uso de su mal hablado español. Díaz Ordaz,
quien estaba sentado tras su escritorio repentinamente se levanto. Winston
estaba confundido. “What´s wrong?” pregunto Winston. “Why are you
standing up?” “I thought you said “párese”, respondió Díaz Ordaz. En vez de
155
156
157
Scherer, 1999: 33
Montemayor, 2010: 138
La conexión americana, de Roberto Mendoza
callarse, Díaz Ordaz se había levantado de la silla. Esta actitud le parecía muy
graciosa a Winston.”158
Hoover
En marzo de 1967, Hoover instruyó al agregado juridico de la embajada
estadounidense en la capital mexicana a proponer un plan de “reventamiento”
de los grupos subversivos radicales más activos en la Universidad advirtiéndole
“ser muy cuidadosos de no interferir con los agentes de ninguna otra agencia
de inteligencia de Estados Unidos operando entre los universitarios”.
En julio de ese mismo año, Hoover exige al agregado jurídico “resultados
más efectivos de acciones recomendadas para el “reventamiento” de
subversivos”.
Hoover envía una felicitación al agregado jurídico durante este mismo año -en
el documento correspondiente no aparece ni mes ni día- “complacido ante la
ola de ametrallamientos nocturnos para dividir a los líderes subversivos”.159
Se calcula que el personal de la embajada de Estados Unidos en México pasa
de 700, solamente superado por la embajada de Londres…160
La Conexión Americana
El movimiento estudiantil de 1968 inició el 22 de julio y llegó a su culminación
el 2 de octubre del mismo año. Tres episodios de ese conflicto revelan una
trama oculta. La semana del 22 al 30 de julio que detonan los disturbios de
la ciudadela. Las agresiones iniciadas a partir del 28 de agosto en el Zócalo y
finalmente el ataque de tiradores emboscados el 2 de octubre en Tlatelolco.
Tres pasajes de una revuelta en los que la policía, grupos de provocadores y
la Dirección General de Seguridad actuaron conjuntamente en un plan que
involucró a políticos prominentes, altos mandos del ejército y militares, que
actuaban desde la clandestinidad. Una red de personajes anticomunistas
ligados a instituciones militares y de inteligencia del gobierno de los Estados
Unidos. Hacia 1968, Washington había impuesto nueve dictaduras militares
en América Latina, un proceso que inició con el derrocamiento del gobierno
de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, basado en actos terroristas a cargo
de la CIA que alentaba y financiaba a militares y a grupos políticos locales
con un objetivo: garantizar los intereses de las empresas norteamericanas y
combatir la llamada amenaza comunista.161
158
159
160
161
Morley, 2008: 259
Mora, 1987: 193
Silva Herzog, 1974: 158
La conexión americana, de Roberto Mendoza
Sesenta y cuatro días después de las declaraciones de Hoover, en este barrio
conocido como la Ciudadela, un choque entre bachilleres marcará el inicio
del conflicto estudiantil, los días 22 y 23 de julio de 1968. Un incidente
inexplicable sin la intervención de manos ajenas a los estudiantes. Existen
evidencias de que lo sucedido en la Ciudadela, así como los disturbios de
los días siguientes respondieron a un plan elaborado desde el gobierno del
Distrito Federal. La participación en la revuelta del conocido provocador y
líder porro, “el Fish”, es reveladora…162
Bazucazo
A propósito del bazucazo “el secretario de la Defensa, general de División
Marcelino García Barragán afirmó que fue destruida por los propios
estudiantes al utilizar bombas molotov contra los soldados.”163
Echeverría y Barros Sierra
Barros Sierra definió entonces la autonomía de la Universidad esencialmente
como la libertad de enseñar, investigar y difundir la cultura, pero esa
autonomía “no existiría de modo completo si la Universidad no tuviera el
derecho a organizarse, de funcionar y de aplicar sus recursos económicos
como lo considere más conveniente... Ha de respetarse esa autodeterminación
de la Universidad; los problemas académicos, administrativos y políticos
internos deben ser resueltos, exclusivamente, por los universitarios. En
ningún caso es admisible la intervención de agentes exteriores y, por otra
parte, el cabal ejercicio de la autonomía requiere el respeto a los recintos
universitarios...”164
“Para justificar ante la opinión pública (relata Marcelino García Barragán) la
intervención de las Fuerzas Armadas, el entonces Secretario de Gobernación,
en mi presencia, le dio instrucciones al Rector Ing. Javier Barros Sierra, de
organizar una manifestación de maestros y alumnos de la Universidad y el
Politécnico; no imaginó, al inventar a este Héroe Civil, que las consecuencias
serían trágicas para el País y su tranquilidad.”165
162
La conexión americana, de Roberto Mendoza
163
Salvador del Toro Rosales, “Testimonios” Sindicato de Trabajadores de la UANL, México,
1996, adjunto a la Denuncia vs Echeverría, Citado en Sentencia de LEA.
164
Francisco Ortiz Pardo, “Titubeo presidencial”, en: http://www.oocities.com/unam_no_huelga/
articulo/artic06.htm
165
Scherer, 1999: 40
Los infiltrados
“La noche del viernes 23 de agosto, Sócrates Campos Lemus, Fernando
Gernández Zárate y Sóstenes Torrecillas informaron a la asamblea del
Consejo que había recibido una llamada “de un empleado de la Secretaría
de gobernación”, quien les había comunicado que existía por parte de
dicha dependencia disposición para dialogar con los miembros del CNH.
Ellos contestaron que no tenían capacidad para decidir pos su cuenta... el
empleado les dio un número telefónico al que podrían comunicarse cuando
el CNH hubiera llegado a un acuerdo… Fue un momento decisivo. Al menos
en el terreno inasible de las declaraciones, el gobierno daba un paso concreto
hacia una posible negociación... sin embargo, un conjunto de fuerzas se coaligó
de forma extraña para cerrarle el camino en el CNH a cualquier intento de
contactar al gobierno y dar los primeros pasos para una negociación. El giro
más notable y sorprendente fue el que dieron Campos Lemus, Hernández
Zárate, Torrecillas, Nazar, Alanís y Segura Garrido que votaron, junto a la
extrema izquierda… en contra del acuerdo de responder a los telefonemas
de Gobernación y contactar a los funcionarios de esa secretaría, no obstante
que estas seis personas tenían vínculos políticos estrechos con el PRI y otros
círculos oficiales -Hernández Zárate era priista confeso; Sócrates Campos
presumía públicamente de sus vínculos con el general Alfonso Corona del
Rosal, de quien es decía “sobrino” además de “paisano”; Alanís pertenecía al
grupo priista sinaloense comandado por Leopoldo Sánchez Duarte; Torrecillas
también era amigo de Sánchez Duarte y fue muchos años íntimo del porro
politécnico Humberto Pérez; José Nazar era socio de Campos Lemus, y Áyax
Segura Garrido, representante de una fantasmal escuela de nombre “Normal
Oral”.166
La bandera rojinegra
“La marcha del 27 de agosto, del Museo Nacional de antropología al Zócalo,
sería la culminación de un intenso mes de movilizaciones. Se convertiría en
una de las más nutridas en la historia del país. Según “El Día”, más de 400
000 personas asisten a la manifestación en demanda del pliego petitorio...
Al llegar a la embajada estadounidense, una valla de estudiantes de la
Facultad de Medicina de la UNAM cuida no haya actos de provocación... los
contingentes avanzan por 5 de Mayo, donde son aplaudidos por la gente;
desde los edificios les lanzan papel picado. En ese ambiente la marcha llega
al Zócalo, donde comienza el mitin.”167 “Tres hechos marcaron esta marcha. El
primero, el izamiento de una bandera rojinegra en el asta bandera del Zócalo,
que ondeó hasta terminar el mitin. El segundo, el emplazamiento de Sócrates
Campus Lemus para que el presidente de la República se presentara el 1º de
166
167
Guevara, 2004: 209-211
Rodríguez, 2008:69
septiembre, a las 10:00 de la mañana, ahí, en el Zócalo, para inaugurar el
diálogo, el mismo día del informe presidencial... el tercero, que acarrearía
críticas de un sector católico de la sociedad hacia el movimiento, que un
grupo de estudiantes subiera a los torreones de Catedral, encendiera las
luces y doblara las campanas.”168
“El compañero Sócrates Amado Campos… en su discurso llamó a quedarse
en el Zócalo para esperar el informe presidencial ahí… Félix Lucio Hernández
Gamundi… estaba también en el estrado y exclamó que ese no había sido el
acuerdo del CNH, nos quedamos alrededor de 1000 estudiantes y a la media
noche el batallón de fusileros paracaidistas nos desalojaron a bayoneta
calada, pero sin observarse heridos.”169 En la manifestación del 27 de agosto
el gobierno despliega mayor fuerza: 100 agentes, ciento cincuenta patrullas,
400 ganaderos, 16 tanques ligeros y 3 compañías de soldados barren la plaza
de la constitución, donde los estudiantes entonaban canciones y los acosan
hasta el caballito.170
Desde la marcha llevaban la bandera unos chavos del Poli en el techo de un
camión, era una “bandera rojinegra conformada por un pedazo de manta
de 80 x 1.20 de largo… Al llegar a esta manifestación al Zócalo se inició un
mitin donde participaron como oradores Eduardo Valle Espinosa, David
Vega Becerra, y que al perder la voz y no poder continuar con su discurso le
arrebató el micrófono Sócrates Amado Campos Lemus, y en un acto de franca
provocación y sin acuerdo del CNH, conminó a los presentes a permanecer
en el Zócalo en un campamento hasta el día 1º de septiembre de 1968, acto
que fue aplaudido por la mayoría de los presentes. En ese momento querían
que la bandera rojinegra que nosotros portábamos fuera izada en el asta
monumental…, a lo que yo me oponía, pero la bandera me fue arrebatada por
Salvador Martínez de la Roca y un compañero de apellido Hiracheta, mismos
que izaron la citada bandera de manta pintada con los colores rojinegros, que
permaneció izada hasta que fuimos desalojados con lujo de violencia por el
ejército… Quiero aclarar que la bandera que amaneció el día 28 de agosto
de ese año izada en el asta monumental, era una bandera roja y negra de
seda de enorme tamaño y no pintada, sino fabricada con telas de color rojo
y negro.171
Al día siguiente una nueva provocación: un lienzo rojinegro amanece en el
asta bandera del Zócalo. Hacia medio día, elementos gubernamentales un
acto de desagravio a la Bandera Nacional, la ceremonia deriva en un
168
169
170
171
Rodríguez, 2008:70
Sentencia de LEA, 2009: 480
Hernández, 1984: 54
Declaración de Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca: Sentencia de LEA, 2009: 254-255
nuevo choque. Durante el enfrentamiento, francotiradores disparan desde
edificios gubernamentales. Ese día, el embajador de los Estados Unidos,
Fulton Freeman, informaba al Departamento de Estado: el presidente Díaz
Ordaz decidió poner fin a los desórdenes estudiantiles. Según Freeman, el
Presidente estaba profundamente ofendido por lo sucedido en la Catedral
y por el estandarte rojinegro. El Embajador reportaba que el conocido
comunista, Heberto Castillo, sería arrestado en las próximas horas. Esa noche,
el profesor Castillo escapa a un intento de detención y herido se refugia en
el Centro Médico de la Ciudad Universitaria. El telegrama de Freeman pone
en evidencia la coordinación entre la emisión norteamericana y el gobierno
mexicano en un plan, cuya segunda fase inicia el 28 de agosto en el Zócalo,
un episodio que permite descubrir al principal agente encubierto de cuantos
actuaron en 1968: el coronel Manuel Díaz Escobar. 172
28 de agosto
“Ese mismo día ocurrieron varios ataques armados totalmente gratuitos: en
pleno mitin de desagravio a la bandera un individuo sacó su pistola y disparó
al aire; poco después otro hombre disparó varias veces, desde la ventana de
un edificio en Madero, sobre los transeúntes. En pleno centro de la ciudad.
Cuatro civiles resultaron heridos y un soldado soltó una ráfaga contra el
edificio. A la una de la tarde se escucharon varios tiros que provenían, al
parecer, de la preparatoria Justo Sierra. Pero las autoridades universitarias
confirmaron que ese edificio se hallaba vacío… Pero los actos terroristas más
preocupantes fueron: 1) el ametrallamiento que sufrió la madrugada del día
29 la vocacional 7, ubicada en la unidad Nonalco-Tlatelolco, junto a la Plaza
de las Tres Culturas. Los asaltantes fueron alrededor de setenta individuos
enmascarados, con aspecto militar, que viajaban en dieciséis vehículos y
estaban provistos de cascos blancos y metralletas. Llevaban, además, radios
portátiles y gritaban: “¡Viva la FNET!”, “¡Viva el MURO!”... 2) La colocación de
una bomba en una torre de electricidad de Acolman, la cual, curiosamente,
no estalló: de haberlo hecho habría dejado en la oscuridad absoluta al Distrito
Federal entero.”173
Los sucesos del 28 de agosto marcan el inicio de una ofensiva secreta contra
el movimiento estudiantil, un conjunto de operaciones dirigidas a radicalizar
el movimiento y crear pánico en la población…174
172
173
174
La conexión americana, de Roberto Mendoza
Guevara, 2004: 234-235
La conexión americana, de Roberto Mendoza
Cárdenas regresa a Los Pinos
‘’El general Lázaro Cárdenas -rememora Gutiérrez Oropeza-, en su empeño
por servir al comunismo ruso, llegó al extremo de presentarse inesperadamente
en Los Pinos pidiendo ser recibido por el presidente Díaz Ordaz, quien
precisamente en esos momentos salía para asistir a una ceremonia. Como
no había prevista solicitud de audiencia, se pidió a dicho militar que esperara
unos momentos en tanto el señor Presidente era informado de su deseo.
“Cárdenas, cuando estuvo en presencia del presidente Díaz Ordaz, le manifestó
la razón de su urgencia y agregó: ‘señor Presidente, he sido presidente y
considero que está violando la Constitución’. A esta afirmación el presidente
Díaz Ordaz contestó: ‘yo soy Presidente y además abogado; el proceder de mi
gobierno se ajusta a un artículo de la Constitución, señor general’. ‘¿Cuál es
ese artículo?’, replicó el general Cárdenas al Presidente.
“A esa pregunta la respuesta de Díaz Ordaz fue: ‘el mismo artículo en que
usted se apoyó para sacar del país al general Plutarco Elías Calles’. El general
Cárdenas, visiblemente confundido, guardó silencio.
“A continuación el presidente Díaz Ordaz dijo al general Cárdenas: ‘mi general,
ya me acordé del artículo: ese artículo es México, ¡México, mi general!
Alentar la subversión y dar asilo a los subvertidores del orden y respeto a las
instituciones, eso sí es violar la Constitución, señor general. Con permiso’,
agregó, ‘queda usted en su casa’.
“El Presidente salió dejando parado a medio despacho al general Cárdenas.
Ya se alejaba el vehículo en que el presidente Díaz Ordaz iba a cumplir sus
compromisos cuando el general Cárdenas salió del despacho presidencial
con la mirada perdida, llevando en la mano su sombrero.”175
FBI
“En los meses de agosto y septiembre de 1968 durante los cuales los
estudiantes se habían apoderado de las escuelas y montaban guardia en
ellas las veinticuatro horas, tuvieron lugar numerosos ametrallamientos
especialmente de escuelas preparatorias y vocacionales… Automóviles
175
Gustavo Castillo, “Gutiérrez Oropeza y su justificación del 68”, en La Jornada, martes 22 de
abril de 2003. Añade: “Así lo narra Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP)
de 1964 a 1970, en sus libros Gustavo Díaz Ordaz. El hombre. El político. El gobernante” (marzo 1986)
y La realidad de los acontecimientos de 1968 (abril 1996), que constituyen la auténtica versión ‘’desde
adentro” del sector más duro del gobierno de Díaz Ordaz y que es señalado como uno de los responsables
de la matanza del 2 de octubre de 1968.
misteriosos pasaban de noche frente a las escuelas y disparaban con
metralletas y otras armas contra los muchachos que hacían guardia. Estos
hechos produjeron, lógicamente, numerosos muertos y heridos entre los más
jóvenes -­-preparatorianos y estudiantes de vocacional-­- de los estudiantes que
participaban en el Movimiento. En aquellos tiempos había muchas sospechas
y teorías acerca de quiénes serían los autores de esos criminales atentados.
La mayoría se inclinaba por suponer que se trataba de actos de provocación
de la policía de México. Ahora, merced a la ley norteamericana de febrero
de 1975, sabemos ya, de una manera documentada históricamente y no por
rumores ni por simples sospechas o inferencias, que fue el FBI quien organizó
esos atentados y, por lo tanto, el único y directo responsable del asesinato de
aquellos muchachos”176
“El FBI infiltró grupos... con el objetivo de provocar o inducir a los estudiantes
a violar las leyes mediante atentados, el uso de bombas y otras armas, a
asesinar y secuestrar figuras públicas, etc., para tener un motivo válido para
encarcelar a sus miembros y eliminar a esas organizaciones. Recurrió el
FBI inclusive a la creación de la organización de “cobertura” para guardar
la identidad real de los agentes que había infiltrado… En un memorándum
fechado en septiembre de 1968, Hoover (entonces jefe del FBI) informa a su
representante en México no estar satisfecho de “resultados” ya que “con sólo
diez hombres en la manifestación que van a realizar los radicales (estudiantes)
no es suficiente para consumar los planes configurado”. No se describen los
planes ya que este párrafo aparece censurado.”177
En 1968, la actividad del FBI se intensificó como parte de una ampliación
de las operaciones de contrainteligencia.... y según memorándum de Hoover
fechado ese año...y enviado al agregado jurídico: “Es imperativo preservar
a toda costa su cobertura-aunque se tenga que abandonar el plan de
intimidación de los líderes subversivos.”178
Luces, Cámara… Acción!
“El día primero de octubre de 1968 recibió instrucciones del señor Ángel
Bilbatúa de que llevara dos cámaras para filmar y el equipo necesario y que
se presentara en las oficinas de Gobernación con el señor Servando González
ya que iban a hacer una filmación en Tlatelolco de un mitin, por lo que el día
2 siendo aprox. las 8 de la mañana, fue al domicilio del Sr. Ángel Bilbatúa…
tomó dos cámaras y el equipo de filmación… se trasladó a las oficinas del
Sr. Servando González… y se trasladaron al igual que otra camioneta a la
secretaría de Relaciones Exteriores y en el piso 19… colocó las dos cámaras
176
177
178
Mora, 2007: 194
Mora, Juan Miguel, “Tlatelolco 68”, Edamex, 1987:192
Mora, 1987: 194
para filmar, una de las cuales iba a manejar el Sr. Servando, la que se colocó
al lado derecho de un pilar, y aproximadamente a 5 metros a la izquierda de
éste colocó la otra cámara… empezando la filmación aproximadamente a las
10 de la mañana, que del lugar donde estaban colocados tenía una visión
completa de la Plaza… y de la Iglesia… a la derecha el edificio Chihuahua,
enfrente al Edificio Durango o Vocacional y pasando la calle otro edificio del
cual no recuerda su nombre. Se empezó a filmar en intervalos que recuerda,
que le dio instrucciones el señor Servando que no fumaran y que cerraran las
cortinas para evitar el reflejo de la cámara, y que lo único que se viera fuera
el lente de las cámaras que estaban siendo acompañados de cinco o seis
personas guaruras de los cuales no sabe sus nombres ni los podía identificar.179
El 2 de octubre el Secretario de Relaciones Exteriores se encontraba en Nueva
York. Testimonio del Oficial Mayor de la misma cancillería.180
Tlatelolco
Habla Barragán: “Reunidos en mi despacho, escuché todos los informes y
pregunté al capitán Barrios, ¿podremos encontrar en el edificio Chihuahua
algunos departamentos vacíos, donde meter una compañía?, Barrios me
contestó, déjeme ver; tomó el teléfono y habló con el general Oropeza (jefe
del Estado Mayor Presidencial), me pasó el audífono, y le dije a Oropeza
que me consiguiera para antes de las dos de la tarde los departamentos que
pudiera para meter una Compañía; en media hora tenía conseguidos tres
departamentos vacíos a mi disposición, uno en el 3er. Piso y 2 en el 4¼. Piso.
Serían las 11 de la mañana del 2 de octubre cuando recibí este informe; se
necesitaba para completar mi plan que nada más yo lo sabía, pues el Estado
Mayor me indicó que no encontraban la forma de aprehender a los cabecillas
sin echar balazos. Ordené al general Castillo que con el coronel Gómez Tagle
y el capitán Careaga se fueran inmediatamente a reconocer inmediatamente
los departamentos vacíos del edificio Chihuahua y estuvieran de regreso
con las llaves a las 12:30… así lo hicieron. Ordené poner centinelas con la
policía militar, para que no dejaran subir a nadie, ni entrar sin mi permiso
personal para evitar alguna infiltración e indiscreción, se cumplió al pie de la
letra… En mi despacho mandé traer sándwiches y refrescos y desayunamos
y comimos. Mi plan consistía en aprehender a los cabecillas del movimiento
sin muertos ni heridos; estos tenían cita a las 4 de la tarde del 3er piso del
edificio Chihuahua… Terminamos el plan a las 2 de la tarde y lo traducimos
en órdenes que se cumplieron a las 15:30 de esa tarde. El capitán Careaga,
179
Declaración ministerial de Cuauhtémoc García Pineda Sentencia de LEA, 2009, p. 86-87. Atención con esta declaración: ¿por qué hay disparos hacia la Secretaría de Relaciones Exteriores? ¿Quién
hace esos disparos?
180
Sentencia de LEA, 2009: 273
faltando 20 minutos, estaba acantonado en los departamentos vacíos del
edificio Chihuahua con órdenes de aprehender a Sócrates Amado Campos
cuando estuviera al micrófono.181
Francotiradores
Aproximadamente a las 19:30 horas, el general Barragán recibe una llamada
del Campo Militar Número 1. Es la voz del general Luis Gutiérrez Oropeza...
quien le informa:
“Mi general, tengo varios oficiales del Estado Mayor Presidencial apostados
en algunos departamentos, armados con metralletas, para ayudar al ejército,
con órdenes de disparar a los estudiantes armados; ya todosabandonaron
los edificios, sólo me quedan dos que no alcanzaron a salir, y la tropa ya va
subiendo y como van registrando los cuartos temo que los vayan a matar.
¿Quiere usted ordenar al general Mazón que los respeten?”
“El general (Corona del Rosal), quien en 1968 se desempeñó como jefe
del entonces Departamento del Distrito Federal, y uno de los aspirantes a
suceder a Gustavo Díaz Ordaz en la Presidencia en 1970, financiaba a los
francotiradores que dispararon contra el Ejército en la Plaza de las Tres
Culturas, lo que desencadenó la matanza de estudiantes. Los documentos
encontrados en el AGN demuestran la complicidad que tuvieron en el
financiamiento de ese grupo personajes como Martínez Domínguez, ya que
supo que desde la CNOP se pagaba a un grupo que se dice estaba conformado
por 20 mil personas.182
“La balacera que comenzó alrededor de las 18:15 horas, fue muy intensa
durante una hora. Cesó y como a las 22:55 horas comenzó de nuevo.”183
“Se sostiene que el segundo tiroteo fue de igual o más intensidad que el
primero”.184
“El destino final de los francotiradores no es claro, pero... hay algunas hipótesis:
la principal, que no fueron entregados como tales a ninguna autoridad civil,
sino reintegrados al Estado Mayor Presidencial o a la regencia del Distrito
Federal. No se les procesó militarmente ni formaron parte del número de
bajas de los “mejores cálculos de la embajada” de Estados Unidos.”185
181
Scherer, 1999: 49
182
Gustavo Castillo García, “Probada, la colusión de militares y líderes priístas en matanza del
68”, La Jornada, 4 de octubre de 2009
183
Rodríguez, 2008: 135
184
Conclusión del 5º Tribunal colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Sentencia de
LEA: 784
185
Montemayor, 2010: 108
Madrazo el 2 de octubre
“En esa fecha estaba en el poblado de Tejupilco, Estado de México, habiéndome
localizado de mi casa, diciéndome que me buscaba urgentemente el Lic.
Carlos Madrazo, que me comunicara con él… así lo hice y me comentó lo
que estaba ocurriendo en Tletelolco. Que si podía regresar de inmediato a
la ciudad de México pues era algo horroroso lo que estaba ocurriendo en la
Ciudad de México, que me trasladara en persona a Tletelolco y le informara
lo que estaba ocurriendo, me volvió a insistir de que recordara que nos
estaban echando la culpa al Frente Democrático de estar manipulando a
los estudiantes contra el gobierno y que le informara en cuanto tuviera más
noticias… Regresé a mi casa para uniformarme y poder entrar al cerco militar
ya que estábamos en campaña para la formación de un partido político de
masas y era el único militar que podía tener acceso a Tlatelolco…” Llegó a las
12:30, inventó que le urgía saber de sus familiares en el edificio Chihuahua
y lo escoltaron con dos hombres para y lo escoltaron con dos hombres para
poder librar el cerco… “En el recorrido observé algunos cadáveres y heridos
entre la iglesia y la pirámide y sobre la plaza muchos zapatos de víctimas…”
Saliendo le decomisaron su cámara fotográfica marca Minolta “diciéndome
que no podía tomar ninguna fotografía. Una vez que salí del lugar me dirigí al
domicilio del Lic. Carlos Madrazo en San Jerónimo Lídice para informarle de
lo que tristemente había experimentado… (Ya ahí) Acordamos con todos los
grupos de la política nacional que estábamos promocionando, que había que
redoblar esfuerzos para la integración del nuevo partido político que debía
partir de las masas campesinas, proletarias e intelectuales, y acordamos
a la brevedad posible formar la convención nacional, de donde partiría la
fundación del nuevo partido, ya que consideramos que se había acabado el
régimen de la Revolución Mexicana.”186
3 de octubre
No hay duda que la revolución como tal tiene una deuda y muy grande con don
Marcelino García Barragán. Durante el año de 1968… cuando era secretario
de la Defensa en el gabinete del presidente Gustavo Díaz Ordaz… RECHAZÓ
TOMAR EL PODER QUE LE OFRECÍAN LAS CIRCUNSTANCIAS. Escapaba al
control civil una amenaza de guerra intestina, el ejército se hubiera escindido,
amenazando la estabilidad del país…187
“El día 3, cerrada la noche, el Presidente Díaz Ordaz citó a García Barragán
en Los Pinos y le entregó un sobre. Contenía un proyecto de decreto: la
suspensión de las garantías individuales. El presidente quería la opinión de su
186
625-626
187
Declaración de José Luis Navarro Salgado de 1º de julio de 2005, Sentencia de LEA, 2009:
Hernández, 1984: 12-105
secretario de la Defensa. Fue claro el militar: informó lo conducente y frente
hijo (García Paniagua) rompió el papel. De ahí su declaración, horas después
(“no habrá estado de sitio”).”188
El Poder Judicial
¿Sabe usted quien proporcionó el interrogatorio de dos preguntas
fundamentales consistentes en si pertenecían o no al partido comunista y si
pertenecían o no a los organismos que dirigían la huelga… (y) si contestaba
si el detenido contestaba afirmativamente, ipso facto se le consignaba ante
el órgano jurisdiccional como presunto responsable en la comisión de una
retahíla de delitos por lo que el juez automáticamente le decretaba auto de
formal prisión…? Respuesta.- Lo ignora. 189 ¿A qué se refiere cuando dice que
se ejercitaba la acción penal de “machote”? Respuesta: Me refiero a que
basta la simple lectura de las muchísimas consignaciones que hicieron para
darse cuenta cabal de que todas tenían el mismo molde y llegaron a ser tan
brevísimas que algunas de ellas están contenidas en una sola hoja… ¿Por qué
refiere que la Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación
tenía bajo sus órdenes al poder Judicial Federal, Procuraduría General de la
República y al Ejército en los asuntos del movimiento estudiantil de 1968,
para instrucción del procedimiento y detenciones? Porque me di cuenta de
ello a través de las actuaciones completamente distintas y anormales que se
presentaban… La DFS mandaba un parte informativo a la Procuraduría y lo
convalidaba un agente de la Policía Judicial Federal, lo hacía suyo, y eso era
suficiente para que se consignara al detenido si lo había o se librara orden
de aprehensión (pues) el juez accedía inmediatamente a que eso sucediera,
cuando lo normal era que se llevara a cabo la integración de una averiguación
previa totalmente motivada y fundada con datos bastantes en contra de los
acusados para proceder legalmente, lo que nunca se dio y por eso creo que la
DFS al actuar de la forma que señalé era la que mandaba en todo lo referente
a las detenciones, instrucción de averiguaciones previas, partes informativos,
consignaciones, ordenes de aprehensión, autos de formal prisión y en general
a todo el proceso.190
“Efectivamente, el Procurador Sánchez Vargas personalmente me instruyó que
durante el proceso penal actuara como litigante, es decir, que para facilitar
los trámites se pagaran las copias certificadas que solicitamos y para ello el
departamento administrativo me proveía el dinero para hacer estos pagos…
-También señaló que le dio varias gratificaciones al Secretario del Juzgado
188
Sherer/Monsiváis/García, “Parte de Guerra”, Nuevo Siglo, 1999: 24
189
Declaración de Samuel Alva Leyva, Agente del Ministerio Público Federal en 1968, de fecha
16 de julio de 2003. Sentencia de LEA, 2009: 315
190
Declaración ministerial de Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia
de LEA, 2009, p. 155
Primero del Distrito en Materia Penal en el DF, encargado del proyecto de
sentencia para que esta fuera condenatoria, pues de ser absolutoria sería como
si se hubiera colocado una bomba en la oficina de Los Pinos. ¿Pordría explicar
de quien recibió la orden, qué cantidades entregó y el nombre del Secretario
del Juzgado…? Respuesta: Como tengo manifestado el Procurador Sánchez
Vargas estaba sumamente interesado en que este proceso penal siguiera su
curso normal y tener a los empleados y secretarios que lo manejaban “a gusto”
con el trabajo especial que en ocasiones se les encomendaba, como es el de
trabajar horas extras, mecanografiar, copias certificadas y otras labores. Para
esto el Lic. Sánchez Vargas quería que el Ministerio Público no fuera a pedir las
cosas u ordenarlas, sino que lo hicieran como lo hacer siempre los litigantes,
pagando estos servicios en la forma acostumbrada… En cuanto al nombre del
Secretario del Juzgado Primero de Distrito… recuerdo que se llamaba Juan
Gutiérrez Barrios y que con posterioridad se le nombro Agente del MPF y que
respecto a las cantidades que como gratificaciones se le dieron a través mío,
nunca supe el monto, pues me los daban en sobre cerrado y tal cual se lo
entregaba…”191 El Lic. Eduardo Ferrer McGregor, quien se desempeñó como
juez primero de Distrito en Materia Penal en el DF instruyó el proceso 272/68
sobre los hechos del 2 de octubre de 1968, era el consentido de la Secretaría
de Gobernación y de la Procuraduría General de la República… Me di cuenta
de que era el único juez de Distrito en el DF que tenía escolta de agentes de
la DFS de la Segob en su domicilio particular y en su Juzgado, además de que
se guardaban muchas atenciones e inclusive en una ocasión le entregué unos
boletos de avión que se me dieron en el administrativo de la Procuraduría
para que disfrutara de vacaciones con su familia.192
¿Tomaba usted alguna medida para cerciorarse de la veracidad de los
declarantes…? Respuesta: Al mismo tiempo que se daban las instrucciones
mencionadas, tenía conocimiento de que un abogado, el Lic. Anzurez Gorozpe
llevaba un tarjetero confidencial y checaban si el declarante al contestar la
pregunta de si pertenecía o no al partido comunista o si era o no dirigente
del CNH decía la verdad, y de acuerdo con esto, posteriormente el Dir. De
averiguaciones previas resolvía lo que él estimaba conducente.193
La Policía Judicial Federal firmaba partes elaborados por la DFS, sin conocerlos.
Tal fue el caso del Ing. Heberto Castillo, detenido por agentes de la DFS; el
parte fue elaborado por dichos agentes pero firmado por elementos de la
Policía Judicial.194 Efectivamente: “La Procuraduría General de la República
desempeñó el triste papel de auxiliar de la Dirección Federal de Seguridad
de la Secretaría de Gobernación para respaldar y dar valor legal a las labores
191
192
193
194
Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 172-173
Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 174
Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 165
Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 171
de investigación, persecución y detención de quienes participaban en
actividades políticas contrarias al gobierno establecido…”195
Diálogos socráticos
“La noche del 5 de octubre, en el Campo Militar número 1, fue presentado el
detenido miembro del CNH Sócrates Amado Campos Lemus para que declarara
que él había oído o le habían dicho que el tabasqueño ex líder del PRI, Carlos
A. Madrazo; la escritora Elena Garro; el ex secretario particular del presidente
López Mateos, Humberto Romero; el director de El Colegio de México, Victor
L. Urquidi; el ex gobernador de Baja California, Braulio Maldonado, y el
presidente de la confederación de Jóvenes Mexicanos, Ángel Veraz apoyaban
o aficionaban diversas formas del movimiento. Sócrates confesó también
que el CNH había acordado formar supuestas “columnas de seguridad que en
realidad eran grupos de choque, con instrucciones de abrir fuego si llegaban
policías o soldados a disolver el mitin de Tlatelolco”. Según esta confesión, las
columnas de seguridad contaban con un poderoso armamento consistente
en 20 pistolas calibre 380, dos rifles M1, dos metralletas calibre .22, un rifle
30-60 y dos pistolas calibre 45. Semejante arsenal de 27 armas no coincidió
finalmente con el armamento que supuestamente encontró la policía en
Tlatelolco. Asimismo, Campos Lemus difundió por primera vez la versión de
que el CNH estaba dividido en una ala dura y un ala blanda, versión que luego
fue insistentemente propalada por la prensa.”196
El verdadero Sócrates
Coincidentemente, familiares cercanos a Sócrates trabajaron en la DFS. Un
tío suyo procuró acercamientos de Sócrates con Corona del Rosal, también
originario del estado de Hidalgo. En apariencia Sócrates se mantenía distante
a tales propuestas, no sin alardear de una gestoría que, como se colige
por documentación encontrada, no tenía… Además de este acercamiento
con el Regente de la Ciudad, también se encontraron los acuerdos del Sr.
Presidente Gustavo Díaz Ordaz, uno de ellos del 2 de Octubre del 68, en
cuyo orden del día aparece el mitin que se realizaría en Tlatelolco y un
punto $19,000.00.- Sócrates. La Comisión Especial del 68 de la Cámara de
Diputados, LVII Legislatura, mandó llamar a Campos Lemus, quien cita dicho
acuerdo, refiriéndose a él como una hoja suelta, sin referencia y apócrifa;
(Nava; 1998, 17) Sin embargo, se encontró el legajo en que aparecen varios
acuerdos en las fechas cercanas al 2 de octubre del que forma parte integral
el mencionado acuerdo en que se lo menciona… Desde la cárcel delató a
activistas y dirigentes del Movimiento Estudiantil. Raúl Álvarez Garín relata
195
Del libro “Testimonios” de Del Toro Rosales, imposible de conseguir, citado varias veces en
Sentencia de LEA. Aquí, página 316
196
Jardón, Raúl, “1968: el fuego de la esperanza”Siglo XXI, 1998: 102
cómo Sócrates fue llevado a delatar a sus compañeros detenidos en el
Centro de Rehabilitación Social Número Uno dentro del Campo Militar No.1
“Desde los primeros momentos en el Campo Militar No. 1 Sócrates colaboró
de manera amplia con la policía, proporcionando nombres, señalando
actividades e incluso inventando hechos, llegando al grado de identificar ante
la policía a los compañeros presos. Algunos detenidos para su seguridad,
se habían cambiado el nombre, por lo cual la policía no los identificaba; en
los primeros días, Sócrates pasó celda por celda, acompañado por oficiales
del Ejército, reconociendo a cada uno de los detenidos e identificando a los
miembros del CNH”. Como sus declaraciones sirvieron de coartada al Estado
para culpar a los estudiantes de la masacre, exculpando así al Estado y al
Ejército, “Sócrates inventó o se prestó a sostener todos los detalles necesarios
para dar apariencia de verdad a la versión policíaca de la “agresión al Ejército
por los estudiantes”; él fue quien hizo referencia a las llamadas columnas
de seguridad. Fue asombrosa la coincidencia entre su versión de los hechos
y la difundida por las autoridades a través de la prensa, aún antes de que
empezaran las investigaciones”. Sus declaraciones fueron grabadas y servían
de base para intimidar a todos los compañeros a quienes se quería obligar a
admitir como ciertos los informes de Sócrates”.197
“En otro reporte (de la CIA-. México) el subsecretario de Asuntos Hemisféricos...
se menciona que agentes secretos intentaron dividir al movimiento y
confirma que el líder estudiantil Sócrates Campos Lemus fue utilizado por
Díaz Ordaz para acusar a Carlos Madrazo y a políticos del gobierno, como los
instigadores. 198
El 6 de octubre, la prensa nacional difunde la siguiente noticia:
“Anoche fueron denunciados en el campo Militar Número Uno, como
financiadores e instigadores de los disturbios estudiantiles, los licenciados
Carlos A. Madrazo, Humberto Romero Pérez, Braulio Maldonado, Eduardo
Forotiza y la escritora Elena Garro. Los cargos los formuló, en una conferencia
de prensa, el presidente del Comité de Lucha de la Escuela de Economía
del Instituto Politécnico Nacional, Sócrates Amado Campos Lemus, luego
de ratificar una extensa acta judicial militar... la señora Garro le propuso la
búsqueda de un líder de prestigio nacional y le sugirió al licenciado Madrazo...
Campos Lemus afirmó haber rechazado la propuesta cuando se le dijo que,
además del liderazgo, Madrazo estaba dispuesto a aportar ayuda de tipo
económico.”199
197
Álvarez; 1998, 110-111
198
Jiménez Gerardo, “Díaz Ordaz se hartó de los insultos en 68 (La matanza fue planeada un
mes antes”, El Independiente 3 de octubre de 2003: 7
199
Montemayor, 2010: 39
Cereza en el pastel
En un memorándum dirigido al presidente estadounidense, la CIA afirma
que “no hay ninguna evidencia sólida que permita inferir que las embajadas
soviética o cubana hayan planeado los disturbios, a pesar de lo que en
repetidas ocasiones nos ha dicho el gobierno mexicano.”200
“El Pentágono revelaría –posteriormente- que el general Mario Ballesteros
Prieto, jefe del Estado Mayor, y el general Luis Gutiérrez Oropeza jefe de las
Guardias Presidenciales, habían sido destituidos de sus cargos por el secretario
de la Defensa, Marcelino García Barragán, por “haber desobedecido o al
menos malinterpretado órdenes directas del secretario respecto a lo que
debían hacer los soldados mexicanos el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.” Y
que la avanzada del batallón de paracaidistas que entró en la Plaza de las Tres
Culturas “nunca fue parte de la actividad militar planeada para ese día.”201
García Barragán: “fuerzas fascistas se querían apoderar del país”
El 13 de enero de 1969… luego de una reunión de análisis entre diversas
expresiones políticas estudiantiles realizada en la Escuela Superior de Física y
Matemáticas a la que asistí como oyente, fui secuestrado en los alrededores
del IPN, en la parte posterior de un supermercado… y trasladado al campo
militar número uno, para que ahí me declarase culpable de un plan para
asesinar al general Marcelino García Barragán, entonces Secretario de la
Defensa Nacional. Cinco días antes también fue detenido Juan Valenzuela
Cárdenas, “El Chapo”… quien durante el movimiento se encargó de la
cafetería de la escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica… (a
quien) teniendo una barba larga como la del Ché Guevara se le cambió el
sobrenombre por El Guerrillero… “Fui atado de manos en forma tal que a
través de la parte posterior de las rodillas y entre las muñecas se hizo pasar
un palo grueso, para que quedand suspendido en él, recibiera presión en la
punta de los pies para tronar mi espalda y cortar las muñecas (también) me
ponían una pistola en la sien... En penumbra, siempre cubierta la cara con un
sueter negro,alcancé a mirar el rostro del torturador, que en ese momento
aun no conocía, se trataba de Miguel Nazar Haro… no olvidaría su insistencia
para que yo aceptase lo que estaba dicho en la cinta… La noche del lunes
vino otra voz a torturarme, no vi su rostro, pero su voz solemne no se me
olvidó jamás, era la del mismo Fernando Gutiérrez Barrios, voz que escuché
nuevamente en diversos momentos cuando fue funcionario, él se obligó a
200
201
Puig, Carlos, “Todos los documentos de inteligencia de EU” en el #55 de Milenio de 1998
Puig, Carlos, “Todos los documentos de inteligencia de EU” en el #55 de Milenio de 1998
llevar al extremo la exigencia de que yo me declarase culpable, incluso tuve
un pequeño descanso en la tortura quizá porque salieron a discutir qué más
se les podía ocurrir ante mi negativa”. Diez días después de su detenmción
narra el juicio sumario por el intento de matar a Barragán: “Me sacan de la
celda de castigo, en donde además de quien esta declaración suscruibe se
encontraba otro detenido, quizás un estudiante de la Escuela de Economía
de la UNAM… al violver a la celda contigua al salón de los interrogatorios,
pude percatarme de que ahí se encontraba Héctor Jaramillo Chávez, pero
no hice comentario alguno, ni él, fue que, entonces nos llevaron al salón
de los interrogatorios, luego frente a mí quedó el general Marcelino García
Barragán, a mi izquierda el Chapo, frente al general Crisóforo Mazón Pineda; a
la derecha Héctor Jaramillo Chávez, frente al general José Hernández Toledo.
Los demás oficiales que asistieron a este juicio sumario inusual, iban vestidos
de civil, entre ellos paareció el coronel Edmundo Arriaga… los generales
tomaron asiento… nosotros de pié, comenzó el juicio de inmediato. Se le
pidió al Chapo o Guerrillero que hiciera un relato respecto a cómo es que se
pretendía asesinar al Gral. García Barragán, cuyo plan había sido elaborado
por mí y del cual era el único en saber todos los detalles… Tocó su turno
a Héctor Jaramillo Chávez, a quien preguntaron si hubo semejante plan, él
lo negó, luego el general Marcelino García Barragán me preguntó si existía
realmente el plan preparado por mí para asesinarlo, respondí que no. Ignoro
que haya pasado por su mente… No creyó la felonía que los polizontes habían
decidido inventar… Fue un momento en que se hizo silencio… El General García
Barragán insistió: “¿Quién consideras que es responsable por los sucesos en
Tlatelolco? ´Dije que era el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz y
el Ejército mexicano. Lejos de encolerizarse, con actitud propia de quien es
dueño de la situación, pidió al general José Hernández Toledo que hiciera un
relato de lo que hubo acontecido este año de 1968. Primero dejó muy claro…
su participación se debió a que fuerzas fascistas se querían apoderar del
país, y que incluso habían montado una celada con francotiradores, mismos
que le habían disparado cuando él llegaba a la plaza de las tres culturas. Su
intervención fue basta narrando las acciones en las que él había participado…
Una en la que alguien disparó a un estudiante cuando tomó la Universidad
Nicolaíta; una más que recuerdo fue cuando hizo mención de una “gran
mentira” porque la puerta del edificio de San Ildefonso no fue derribada con
un disparo de bazuca, más bien con dinamita.202
202
Comparecencia de César Valdemar Tirado Villegas de 12 de abril de 2005, Sentencia de LEA,
2009: 493
Muere Madrazo
Cuando miembros de este cuerpo, ya herido su comandante, el general
Hernández Toledo, fueron tras los tiradores, se encontraron con que se
trataba del personal del ejército, judiciales y agentes de Sinaloa (“¿por qué de
Sinaloa? -comentó- “Quien sabe”) con un guante blanco como identificación.
Esa gente, me dijo, estaba al mando del Estado Mayor Presidencial, cuyo jefe
era el general Luis Gutiérrez Oropeza… Pocos días después de desplomarse
el avión en el que perdieron la vida el Lic. Carlos Madrazo y su esposa y
todos los pasajeros de aquel vuelo comercial que se dirigía a Monterrey –
oficialmente se reportó como un accidente- el General Marcelino García
Barragán, Secretario de la Defensa Nacional, había visitado a mi padre en la
casa de Andes, le dijo con los ojos rasos de lágrimas (según lo refirió mi padre
a mi madre, la que hasta años después me lo contó, entre otras cosas), que
la caída del avión en el que viajaba Madrazo, se había debido a un acto de
sabotaje preparado y mandado por Gutiérrez Oropeza, quien era dado al uso
de la violencia y el presidente se lo permitía.203
De la Lux
Con base en documentos obtenidos apenas el pasado viernes en el Archivo
General de la Nación (AGN), la historiadora señala que para 1969, Corona del
Rosal controlaba la zona de la Cuchilla del Tesoro, donde habitaban al menos
500 miembros de De la Lux, integrado por luchadores, boxeadores y locatarios
de La Merced. Los mismos que en 1971 entrenaban allí como halcones... El
documento confidencial de julio de 1969 señala: “estaba un grupo de 14
personas platicando que pertenecen al grupo De la Lux que sostiene el señor
Lic. Alfonso Corona del Rosal, y que agrupa aproximadamente a 20 mil gentes,
de las cuales 5 mil tienen un sueldo de 70 pesos diarios trabajando en la
campaña política (...) a favor de Corona del Rosal; este grupo viene actuando
desde hace 9 años, y su última actuación fue en la campaña del señor Lic.
Díaz Ordaz; en el grupo De la Lux se encuentran adheridos y controlados por
el licenciado Alfonso Carrillo, empleado de mucha confianza de Corona del
Rosal, locatarios de La Merced principalmente, así como de la Unión libre de
Boxeadores, luchadores y gimnastas, tranviarios, empleados subalternos del
Depto. del DF; en las pasadas orgías (sic) estudiantiles, este grupo se dedicó
a contraatacar a los estudiantes de leyes y otras escuelas, y para identificarse
entre ellos usaban un guante blanco en la mano derecha”.204
203
Cárdenas, 2010: 95-96
204
Gustavo Castillo García, “Probada, la colusión de militares y líderes priístas en matanza del
68”, La Jornada, 4 de octubre de 2009
Minuto de silencio
“García Barragán se había opuesto a la candidatura de Echeverría, luego de
aquel encuentro con estudiantes de la Universidad de San Nicolás, Michoacán,
el 24 de noviembre de 1969, cuando Echeverría, casi al final del acto, aceptó
guardar un minuto de silencio por los estudiantes caídos en Tlatelolco el 2
de octubre de 1968.” Agrego Echeverría posteriormente que el minuto de
silencio “lo hizo por todos los caídos, tanto soldados205 como estudiantes.”206
205
206
Segunda prueba de que en la masacre hubieron importantes bajas militares.
Rodríguez, 2008: 215
FELIPE CARRILLO PUERTO
-“¿Cree usted que la mayoría india de la población de México sea capaz de
un alto desarrollo intelectual?” –“Lo creo porque los indios, con excepción de
los yaquis, y algunos de los mayas, son sumisos, agradecidos e inteligentes…”
Porfirio Díaz207
“En Yucatán no se concibe la utilidad de la tierra sino por el acaparamiento de
los hombres”. Luis Cabrera208
“Y no existiendo el acaparamiento de la tierra, desaparecerá el acaparamiento
de los hombres.” Felipe Carrillo Puerto
“Yo no quiero pasar a la historia sin ser reconocido por los gobiernos de los
países civilizados. Algún sacrificio tenía que hacer…” Álvaro Obregón
El inmortal
“Durante sus años de escolaridad, Felipe… prefería trabajar afuera, en
el campo…montaba a caballo a una pequeña porción de tierra como a
5 kilómetros de Motul, que su padre había apenas adquirido… Aquí, él se
encargaba de cuidar el lugar, de cortar leña, y darle agua a las 12 cabezas de
ganado… Elvia recuerda que una vez, sin permiso, Felipe regaló una valiosa
vaca lechera… para lo cual su padre, Don Justiniano, en un gesto poco usual,
le dio de latigazos a su hijo, para lo cual el joven Felipe respondía: “No me
mates, papacito, porque yo voy a inmortalizar tu nombre”.209
Yucatán porfirista
A principios de 1877 Díaz nombró gobernador a Agustín del Rio, éste declaró
que por primera vez en su vida pisaba suelo yucateco… Del Rio fue ante todo
un buen agente electoral, tal se desprende de la misiva enviada a Díaz en
la que le informaba sobre sus procedimientos, los cuales coincidían desde
luego con los del régimen:
207
Entrevista Díaz-Creelman, publicada con gran lujo de ilustraciones y de detalles en el número
3, volumen XIX del “Pearson’s Magazine” de Nueva York, en marzo de 1908.
208
Berzunza, 1956: 81
209
Reed, Alma, “Peregrina: Love and Death in Mexico”, Texas University Press, 2007: 167
Fueron llamados los jefes políticos. A cada uno se le dio un pliego cerrado
con la lista respectiva. Ese pliego debía ser abierto en las respectivas
cabeceras de sus partidos. Aquí en Mérida se guardo absoluta reserva
respecto de las listas. Todos los círculos estaban desorientados,
preguntando qué haría el gobierno. Nada contestábamos a eso, y el
resultado fue que cuan do conocieron las candidaturas nuestras, era
tarde para que nadie hiciera nada en contra. Se verificaron ayer las
elecciones en una paz octaviana y les dimos capote a todos.9 Poco
importa que el elegido fuese José María Iturralde; lo significativo eran
los métodos que los tuxtepecanos utilizaban para asumir el control
político del país y la prefiguración, hasta cierto punto, del sistema
político mexicano como se caracterizaría muchos años después,
incluso luego de haber pasado por una revolución.210
«La élite yucateca era también de un grupo homogéneo en lo social, que se
veía a sí mismo como descendiente de los conquistadores españoles del siglo
xvi. Tras haber enfrentado la “guerra de castas”, iniciada en 1847 y concluida
hasta 1901, esta élite cerraba filas en cuanto al control que se debía tener sobre
los indígenas mayas, ya fuera como peones en las haciendas henequeneras o
mandando continuamente expediciones militares al oriente de la península
yucateca, región dominada por los indígenas rebeldes.»211
En Yucatán las raíces remotas de la colaboración progresista (?) entre Iglesia
y Estado se encuentran en la labor del obispo Crescencio Carrillo y Ancona,
historiador y literato de clara fama, que tuvo a su cargo la diócesis de Yucatán
de 1884-1897. Su elección se debió a una estrategia del obispo anterior,
Leandro Rodríguez de la Gala, para establecer vínculos entre el obispado y
los grupos oligárquicos liberales moderados y abandonar a los tradicionales
aliados conservadores. Siguiendo la línea de acercamiento al grupo liberal,
Carrillo y Ancona estableció contactos con la familia Molina Solís. El miembro
más prominente de esta, Olegario, era un político liberal que había luchado
contra el imperio y ocupado cargos políticos durante la Republica restaurada,
pero que se había dedicado luego a los negocios y había acumulado una
fortuna fabulosa a finales del siglo XIX. Olegario no era un “comecuras” como
muchos liberales de la época, y tenía fama de político moderado y dispuesto
a los compromisos. Su acercamiento a la Iglesia fue además favorecido por
el hecho de que uno de sus hermanos, José María, fue cura párroco de la
catedral y luego tesorero de la diócesis; otro hermano, Pastor, era jesuita;
otro más, Juan Francisco, era un afamado periodista e historiador católico y
otro, Audomaro, fue profesor en el Colegio Católico de San Ildefonso… Carrillo
y Ancona cultivo la amistad de los Molina y otras familias prominentes de un
naciente grupo “molinista”, para impulsar un proyecto de recuperación de
210
211
Martínez Assad, 1994: 492
Pérez de Sarmiento y Savarino, Op. Cit., p. 112.
la Iglesia en los terrenos social, cultural, económico y político. Duran te su
gobierno se abrieron escuelas, se impulso la evangelización de los indígenas,
y se dieron pasos para organizar importantes proyectos editoriales, que
culminarían con la publicación de textos de historia en polémica abierta con
la historiografía liberal oficial. En 1890 la Iglesia dio su apoyo para la fundación
de la primera institución financiera de capital autóctono, el Banco Yucateco,
cuyo consejo administrativo estuvo integrado por católicos prominentes,
incluyendo a Olegario Molina… Por otro lado, se intento el restablecimiento
de los diezmos gracias a la acción de Jose Maria Molina, nombrado tesorero
de la diócesis en 1884. El cobro del diezmo, aunque probablemente limitado y
parcial, suscito el rechazo por parte de los hacendados, tanto de los ‘jacobinos”
como de los “conservadores”, cuando un decreto obispal en 1888 estableció
un impuesto especial sobre el henequen. En los sectores más bajos hubo
descontento en 1896, cuando se aumentaron repentinamente los aranceles
parroquiales y se revocó el privilegio de los indios de no pagar impuestos y
obvenciones. El proyecto de acercamiento entre Iglesia y oligarquía fracaso
cuando, en 1894, ascendió al poder la facción liberal jacobina, liderada por
Carlos Peón. En el cuadrienio siguiente el estado de Yucatán, con el pretexto
de aplicar integralmente las Leyes de Reforma, violo muchas de las reglas
informales que configuraban la “política de conciliación” porfirista con la
Iglesia. La tensión que se provocó fue probablemente una de las causas que
empujaron a Porfirio Díaz a quitar el mando a la camarilla radical peonista en
1897. La definición de una nueva estrategia de las relaciones entre el Estado
y la Iglesia tuvo que esperar algunos años más, dado que el sucesor de Peón
fue el viejo “conservador” Francisco Cantón, que no era el socio ideal para
la curia, por sus fuertes compromisos como eximperialista y conservador
militante. Además, la muerte de Carrillo y Ancona en 1897 desató una turbia
pugna interna en la Iglesia por la silla obispal. A finales de 1900 fue elegido
obispo un joven sacerdote de 32 años, Martin Tritshler y Cordoba, quien,
imbuido de ideas acerca de la reconquista espiritual cristiana en el mundo
moderno, y fiel a la disciplina romana, era el hombre ideal para impulsar
una política social mente activa relacionada con la estrategia de la Iglesia en
América Latina.212
El Cirquero
Era un joven Felipe cuando llegó a Motul una compañía de circo y variedades
representada por un señor llamado don Francisco Quijano, más conocido en
público, porque así era anunciado en los cartelones por el nombre cariñoso de
don Pancho Quijano… Como artista de este circo figuraba una señorita joven
212
Savarino, 1997: 634
y muy bella, hija del señor Quijano, la que en el elenco de la compañía hacía el
papel de cotorsionista, dificilísimo número del programa que desempeñaba
sobre unas alfombras apropiadas en lo largo de la pista del circo, para ese
objeto, huelga decir que con su gr4acia y su juventud y con la maestría con
que ejecutaba sus distintas suertes esta señorita tenía cautivada a la inmensa
concurrencia que asistía noche a noche a la única diversión que en tal ocasión
había en la ciudad de Motul… En vista del brillante negocio que hacía la
empresa de tal espectáculo, permaneció el circo en dicha población largo
tiempo, dando sus funciones, motivo por el cual tuvo oportunidad Felipe
de tratar y hacer amistad con la bella contorsionista que en los cartelones,
programas y demás anuncios era llamada cariñosamente por la niña Elvira…
En el transcurso del día, que era cuando los artistas de dicho circo se dedicaban
a estudiar y practicar sus difíciles actos de acrobacia y saltimbanquis, dejaban
entrar en la carpa a Felipe para que apreciara dichos ensayos; y el entonces
muchacho, muchacho dinámico al fin, empezó a hacer ciertas prácticas en la
barra, pruebas que por la agilidad con que las practicaba, indudablemente
agradaron al padre de la niña Elvira y por esa razón tuvo siempre entrada
franca a los ensayos, pero lo que el buen don Pancho no se figuró jamás,
era que Felipe cultivara relaciones amorosas con su graciosa hija, cosa que
al parecer no le disgustó… Pues cuan se retiró de Motul con su compañía
invitó a Felipe a ir con ella, pero entonces como componente de la misma
farándula… Dirigiéndose el circo a Tixkokob y, como consecuencia, se fue
Felipe siguiendo a su novia, pero sin el respectivo permiso y autorización de
sus padres, por lo que sabedores estos de la determinación de su hijo y de
que justamente con la compañía cirquera se había establecido en Tixkokob,
-lugar situado a 12 km de Motul- pidieron violentamente la intervención
de las autoridades motuleñas para que pudieran ir a buscarlo en donde
se encontrara… El jefe político de Motul entregó a los padres de Fellipe un
oficio para las autoridades de Tixkokob comunicándoles que la compañía de
circo del señor Quijano recientemente establecida en aquella población, se
había llevado un menor de edad sin el consentimiento de sus padres, cuyo
nombre era Felipe Carrillo Puerto, suplicándoles al mismo tiempo que fuera
entregado dicho menor a los portadores del oficio. Fue entonces cuando don
Justiniano Carrillo dispuso que su esposa doña Adela Puerto acompañada
de otro de sus hijos fuera a desempeñar aquella comisión. Y ¡cuál no sería
la sorpresa de la señor ddoña Adela cuando al entrar su bolán (vehículo de
dos ruedas tirado por tres mulas que se usaba antiguamente en Yucatán
para hacer viajes a través del estado) a las goteras de Tixkokob, leyó en los
cartelones del circo en anuncio de la primera función que como principal y
grande atractivo se recalcaba el debut del nuevo artista “el joven motuleño
Felipe Carrillo Puerto”… Con más precipitación, entonces, presentose doña
Adela Puerto a la primera autoridad de Tixkokob, entregándole el oficio de la
Motul, e inmediatamente se ordenó a un agente de la policía fuera a buscar
a Felipe, quien sin pérdida de tiempo fue traido a la presencia de su señor
madre, ante quien se deshizo en súplicas, le dio toda clase de satisfacciones,
pidiéndole perdón por haber abandonado a sus queridos padres sin decirles
nada y expicándoles que su falta la había cometido impulsado, no solamente
por el ardiente amor que profesaba a la bella y joven artista, por quien ya
sentía hondísimos afectos… sino que más bien para suplirla en sus números
de contorsiones porque verdaderamente le apenaba ver que aquella infeliz
criatura digna de mejor suerte se le explotrara de tan manera ente el
público que pagaba por aplaudirla; pero ya que ellos (sus padres) no estaban
conformes con él, la siguiera gustosamente, volvía al hogar paterno.213
Los yaquis “de Yucatán”
“En el último cuarto de siglo… los yaquis mantuvieron su rebeldía en
guerrillas, pues eran atacados por las tropas del gobierno federal y sus
aliados del gobierno sonorense, los cuales le quietaron gran parte del valle
del Río Yaqui que correspondía a su territorio, para dáarselo a hacendados
norteamericanos y sonorenses. Esta lucha de los yaquis por recobrar su
territorio se prolongó hasta la década de nuestro siglo, década en que las
medidas draconianas del gobierno federal llevaron a la expulsión de yaquis
pacíficos y rebeldes…214
El 24 de marzo de 1900 se firma un contrato entre el secretario de fomento,
Manuel Fernández Leal, y el señor Manuel de Arrigunaga y Gutiérrez,
administrador de tres haciendas henequeneras; para que este último
empleara a las familias yaquis que fueran deportadas… Pero como a rebelión
yaqui continuaba, las deportaciones empezaron a ser masivas, ya no
importa que se tratara de trabajadores yanquis pacíficos, incluso se desterró
algunos mayos, pimos y ópatas, a quienes confundían con los yaquis… Estas
deportaciones tienen Yucatán como destino, pues para esas fechas (1903)
la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria estaba a cargo de don
Olegario Molina, hacendado henequenero yucateco, quien no sólo apoya
sino promueve las deportaciones a Yucatán con ayuda de la Secretaria de
Guerra. De esta manera “mataban dos pájaros de una piedra”, en Sonora se
acababa la rebelión y Yucatán tendría trabajadores para el henequén.215
En mayo de 1908, el gobernador sonorense Luis Torres, decide negociar por
última vez la paz con los yaquis, por lo que habla con Luis Bule, uno de los
líderes yaquis, quien está de acuerdo con el ceses de hostilidades, pero no
con la condición; el gobernador ordena que por cada acción guerrillera de los
213
Civeira, 1986: 20-21
214
“Abundio Elías Pérez, tío del padre de Plutarco Elías Calles, desapareció en un ataque de
apaches a la hacienda de Bacanuchi hacia 1869 y jamás volvieron a saber de él…” Almada Bay, Ignacio,
“El discreto encanto de las dos mitades de Plutarco Elías Calles”, Historia Mexicana, Vol. 58, No. 3,
Enero-Marzo, 2009, El Colegio de México, p. 1161, cita a su vez: Armando Elias Chomina, Compendio
de datos históricos de la familia Elías, Hermosillo, Edición del Autor, 1986, p. 169.
215
Victoria, 1984: 28-29
yaquis fueran deportados a Yucatán 500 trabajadores yaquis pacíficos. Estas
deportaciones afectan grandemente, a los hacendados, mineros y compañías
de ferrocarril de Sonora, pues perdían trabajadores e incluso algunos
hacendados se quedaron casi sin brazos en el momento de la cosecha, lo
que ocasionó que los hacendados pidieran al gobierno que no se deportara
yaquis trabajadores, sino sólo a los rebeldes. Estas protestas fueron dirigidas
al presidente Díaz, pidiendo que revocara las ´´ordenes de deportación, pues
podían ocasionar una crisis económica en el estado de Sonora.216
El obispo Tritschler
«Martín Tritschler y Córdova fue hijo de un inmigrado alemán del
mismo nombre y la mexicana Rosa Córdova. Ambos se establecieron en
Chalchicomula, Puebla, lugar en donde nació nuestro personaje en el año
de 1868.» “Fue elevado a la dignidad arzobispal el 11 de noviembre de 1906,
recibiendo el palio el 18 de abril de 1907. Es el primer arzobispo de Yucatán.”
El joven Martín estudió en el Colegio Pio-Latinoamericano, en Roma,
en donde recibió el título de doctor en filosofía en 1887, el de doctor en
teología en 1891 y el de doctor en derecho canónico en 1893. En 1891 fue
ordenado sacerdote y regreso a México en agosto de 1893, des pues de
diez años de permanencia en la ciudad eterna. Los egresados del Colegio
Pio-Latinoamericano formaban una elite en la jerarquía continental, y eran
enviados a América con el propósito de estrechar los vínculos entre las diócesis
y el Vaticano, impulsar la educación católica, las practicas de fe ortodoxas y
establecer acuerdos amistosos y concordatos con los poderes políticos. Esta
estrategia fue puesta en claro sobre todo durante el Primer Concilio Plena rio
de América Latina, en 1899.217
Ni nuestro gobierno, ni el clero católico ocultan ya su unión. Hace seis años,
el presuntuoso obispo Montes de Oca declaró en París que a pesar de las
Leyes de Reforma el clero fundaba conventos; hoy, el obispo Tritschler, (1) de
Yucatán, declara con una franqueza que puede confundirse con el cinismo, la
ayuda que Porfirio Díaz presta a los frailes.
He aquí lo que traducimos del periódico The Saint Louis Republic, que se
publica en Saint Louis, Missouri, correspondiente a su edición del 20 del
pasado noviembre.
El Reverendo señor Tritschler, obispo de Yucatán con residencia en Mérida,
México, llegó a Saint Louis ayer acompañado del Padre Baldomero y Antonio
Regil, también de Mérida.
216
217
Victoria, 1984: 29
Savarino, 1997: 634
Los viajeros regresan a su país después de un viaje a Roma por dos meses,
donde el obispo Tritschler visitó al Papa Pío X (2) 235 en el Vaticano, llevando
una importante misión especial que afecta al bienestar de todo el catolicismo
en México. Los viajeros se han hospedado en el Hotel Jefferson y saldrán para
la ciudad de México esta noche.
El español y el latín son los idiomas que pueden hablar los viajeros, siendo el
último el usado por todos los miembros de la clerecía católica cuando van a
Roma. El obispo Tritschler dio a The Republic una entrevista por medio de un
intérprete latinista.
El dice que se está operando en su país un importante movimiento QUE TIENE
EL APOYO DEL PRESIDENTE DÍAZ Y DEL SR. CASASÚS, (3) el nuevo embajador
mexicano en Washington, a quien recientemente le dio un banquete el Club
Latino Americano.
Los mexicanos católicos de toda la república y los miembros de la clerecía
católica en particular, están deseosos de conseguir el nombramiento de otro
delegado apostólico para aquel país.
Sigue hablando el periódico de la cordial bienvenida que Pío X dio a Tritschler;
de la salud del embaucador del Vaticano, y termina la información diciendo
que el obispo lleva una cruz de oro en el pecho que representa varios
centenares de pesos. No sabe ese periódico que mientras Tritschler puede
satisfacer su vanidad llevando centenares de pesos en una joya, muchas
familias se pudren en la miseria.
Los liberales no debemos perder tiempo. La insolencia del clero católico no
esconde ya sus planes, y cuenta, como públicamente lo dijo el obispo Tritschler,
con EL APOYO DEL PRESIDENTE DÍAZ Y DEL EMBAJADOR CASASúS, y si la
dictadura y el clero se dan la mano para oprimirnos, debemos fortalecernos
por medio de la unión, a fin de evitar la influencia del clero en los destinos
de la patria.
Sería no sólo necio sino criminal permanecer inactivos cuando los enemigos
del pueblo se proponen extremar su contubernio. La patria ha sufrido mucho
bajo la tiranía teocrática; y la degeneración del carácter, la miseria intelectual
y material en que se encuentra el pueblo, el despotismo llevado hasta la
crueldad, la explotación ruin al trabajador, la disolución de los hogares, todo
eso se debe al maridaje del sable y del bonete.
El clero multiplica sus conventos y sus escuelas; el gobierno, por su parte, pone
al frente de los planteles de educación a nulidades supinas o a recalcitrantes
clericales. Todo eso lo contemplamos y comprendemos los resultados que a
la sociedad producirá el clericalismo; pero no hacemos un poderoso esfuerzo
por poner un dique a la invasión de sombra que día por día hace más negro
el porvenir de la raza mexicana.
Generaciones mezquinas educadas en la hipocresía y el servilismo sucederán
a la actual para vergüenza de nuestra historia, si con nuestra pasividad
fomentamos la fuerza de los enemigos de la humanidad; ¿cuál será el porvenir
de nuestros hijos?
Envenenados desde sus tiernos años con las doctrinas de abyección del clero;
repletos sus cerebros de imbéciles oraciones a los santos y de viles respetos
a la fuerza; acostumbradas sus espaldas al arqueamiento servil y sus labios
a la sonrisa venal; dispuestos siempre, por el temor a un Dios absurdo de
represalia y de hiel, a someterse al clero, al rico y a la autoridad, por más que
el primero sea embaucador, tartufo y traidor, el segundo avaro y la tercera
arbitraria y brutal; débiles, cobardes, sin un rasgo de carácter, serán los
eternos parias y los animales domésticos puestos al servicio de los audaces
y de los truhanes.
Es negro el porvenir. Aprovechándose de nuestra indiferencia, las aves
siniestras del militarismo y del clero han cerrado el horizonte y mancillado el
cielo de la patria, silenciosamente, cautelosamente, para que no despertemos
de nuestro sueño vergonzoso. Y el despertar será terrible. Cuando abramos
los ojos será porque un buitre de pesadilla nos habrá desgarrado las entrañas
con toda la viveza de los que espían el sueño del enemigo para apuñalarlo.
Reaccionemos. Permanecer indiferentes ante el peligro, es consentir la
infamia. Menos malo sería para nuestra dignidad que ignorásemos lo
que significa la preponderancia clerical en los destinos de la nación; pero
cuando sabemos por nuestra historia y cuando palpamos en el presente los
resultados fatales de la teocracia, es gran crimen y alta traición permanecer
con los brazos cruzados, impasibles y fríos como divinidad azteca, ante el
avance seguro del enemigo.
Unámonos todos los que amamos la libertad. Formemos por medio de
nuestra unión y de nuestra fraternidad un dique de esfuerzos solidarios que
detenga la marcha de la onda negra que amenaza tragarnos.
En Saint Louis, Missouri, se ha constituido la Junta Organizadora del Partido
Liberal Mexicano. A ella deben unirse todos los liberales para formar el
partido poderoso que defenderá nuestras libertades. Nuestros enemigos se
unen para oprimir; unámonos los liberales para que se efectúe la redención
que soñamos.
Somos muchos los liberales; pero nos falta unión. Si queremos triunfar sobre
el mal: ¡unámonos! 
Anakreón (Ricardo Flores Magón).
Haciendas porfirianas
“En los años del Porfiriato, las haciendas en México alcanzaron su máxima
extensión en la historia del país.”218 Para empezar “según los datos disponibles,
al finalizar el Porfiriato más del 95% de las aldeas comunales habían perdido
sus tierras.”219
En Yucatán creció y se robusteció al amparo de la dictadura de los “científicos”
una poderosa oligarquía, constituida principalmente y dirigida por los
hacendados henequeneros… Organizador, jefe y principal usufructuario
de esa oligarquía era Olegario Molina, potentado banquero, hacendado y
político influyente en el Estado, primero por haber sido gobernador y luego
por haber quedado sólidamente colocado en el seno del gobierno porfirista
como ministro de Fomento, posición apta para seguir manejando la política
y las finanzas yucatecas.220
La explotación de los peones y de los campesinos era quizá la más despiadada,
más refinada y más violenta de la República… Ello se debía a la doble
explotación organizada: la directa, que partía de la oligarquía henequenera,
y la indirecta o exterior, que provenía del trust de la fibra, la International
Harvester Company, representada en Yucatán por Olegario Molina, de quien
se decía que, además de agente del trust, era socio del mismo.221
A tal grado fue la expoliación que se ejercía en Yucatán, que el descontento
no era sólo de la población laboriosa de las haciendas henequeneras… sino
que hasta de algunos hacendados de menor cuantía económica llegaron a
ser víctimas de ella, lo que los hizo luchar contra Olegario Molina… Una de
las pruebas de la complicidad antipatriótica de la oligarquía yucateca fue el
convenio secreto que firmó Molina con la International Harvester, sacado a
relucir después del triunfo de la Revolución, en uno de cuyos puntos se hizo
constar “que la Casa de Olegario Molina y Cia. Empleará cuantos esfuerzos
estén de su parte para deprimir el precio de la fibra de sisal, y que pagarán
aquellos precios que de tiempo en tiempo sean dictados por la International
Harvester Co. y que ésta dispondría de una reserva de henequén para obligar
a bajar el precio, coaccionaría a los compradores Peabody (norteamericano) y
Urcelay (yucateco) a no pagar más altos precios, e invitaba a la casa Escalante
a cooperar en la baja, sometiéndose a los precios dados por la International
Harvester”.222
218
Kats, 1984: 9
219
Kats, 1984: 13. “Aunque en el consenso general de la opinión la mayoría de las tierras comunales de las aldeas fueron expropiadas durante el régimen de Díaz, los estudiosos no están de acuerdo
acerca de la magnitud exacta de esas confiscaciones.” Al pié en el original. Lo cierto es que el reproche
por esta circunstancia siempre va dirigido al presidente Juárez.
220
Berzunza, 1956: 80
221
Berzunza, 1956: 80
222
Berzunza, 1956: 81. “Cuando se trataba de haciendas grandes en las que no podía operar a su
sólo nombre y el de su madre, (mi padre) se ligaba a otros hombres de empresa y en su caso, muy especialmente a don Avelino Montes. El señor Montes hacía frente momentáneamente al aspecto económico
y mi padre volatilizaba las propiedades para su compra y su venta, administrándolas mientras eran
Este instrumento de explotación rindió sus frutos: mayores ganancias para
la International Harvester y su agente en Yucatán, restricciones a algunos
hacendados henequeneros no muy afines al grupo gobernante y mayor
opresión de los cultivadores directos del henequén: los indios mayas… Antes
del convenio, el henequén se cotizaba a 9.5 centavos de dólar la libra, y merced
al citado documento bajo a 8.5 centavos.223 En 1911, al caer el régimen local
de extracción porfirista, se cotizaba a 4.75.224
En 1901 Karl Kaerger informó: “El medio legal de atar criados a una hacienda
consiste en hacerles un pago adelantado que, en su situación, significa que
el trabajador que huye de la hacienda puede ser regresado a la fuerza por la
policía. Los pagos por adelantado se hacen generalmente cuando un joven
nacido en la hacienda llega a la edad de 18 o 20 años, o se casa. El amo
le da entonces 100, 150 o 200 pesos para que establezca su casa y ambas
partes tácitamente acuerdan que esa suma, y cualquier otra que se adelante
posteriormente, en caso de accidente o de enfermedad, nunca se pagará. A
ese precio vende su libertad el joven yucateco.”225
Así de fácil: “se les arraiga a la propiedad señorial a través del crédito y en
forma tal que el trabajador endeudado es obligado hasta por la policía a
continuar trabajando.”226
“Supimos del caso de un yucateco que, irritado, porque la sirvienta indígena
demoró en llevarle el desayuno, le arrojó a la cara el jarro de leche hirviendo,
golpeándola con una larga vara hasta dejarla inconsciente. Para villanos tan
cobardes no hay castigo. La muchacha en cuestión declaró confidencialmente
a un amigo que por algún tiempo pensó en asesinar al amo y que esta sed de
venganza la tenía preocupada. Finalmente decidió pedir consejo a un cura.
Éste le aconsejó mansedumbre y sumisión en todo a su amo. Lo peor de esta
conjura para degradar a los indígenas es la participación de la Iglesia. Los
sacerdotes apoyan incondicionalmente a los hacendados porque dependen
de ellos económicamente.”227
“Un esclavo que se resistió (a ser devuelto a la hacienda, luego de ser atrapado
en fuga) fue decapitado, su cuerpo arrojado a un lado del camino y la cabeza
al otro. Se salvó de la última humillación de que le comieran la cabeza los
zopilotes porque un perro la encontró y la llevó a Tekax.”228 “Es costumbre de
un abogado, don Juan Molina, hermano de Olegario229, incluir a los esclavos
propietarios. El grupo se ampliaba en algunas ocasiones a siete, ocho o más personas, de acuerdo con las
circunstancias, y en diversos casos formaron parte del grupo don Olegario Molina y don Pablo J. Alonzo.”
García Cantón, 1965: 14
223
Berzunza, 1956: 81
224
Berzunza, 1956: 82
225
Kats, 1984: 29
226
Kaerger, 1984: 59
227
Channing, 1984: 67
228
Baerlein, 1984: 71
229
Ministro de Díaz.
cuando redacta una hipoteca aunque la ley prescribe que sólo se pueden
hipotecar los inmuebles.”230 “Nunca se ha castigado a un juez por negligencia
en el cumplimiento de su deber, más bien sus superiores les han llamado la
atención por exceso de celo.”231
“Mentiríamos si afirmáramos que es frecuente que los indígenas mueran a
consecuencia de los golpes recibidos. La mano de obra es sumamente escasa
en Yucatán. Está en vigor una red perfecta de leyes y reglamentos para sujetar
a los indios en las haciendas. Los infelices son absolutamente indispensables
para que los yucatecos hagan fortuna y son demasiado valiosos para
despacharlos irreflexivamente… (Por cierto) está prohibido que un indio de
cualquier sexo contraiga matrimonio fuera de la hacienda…”232
“La organización del trabajo es igual en Tabasco que en Yucatán.”233
“Al terminar el siglo XIX y comenzar el XX, con el enorme incremento de la
producción de henequén, el cultivo de maíz decreció de 15 000 hectáreas en
1845 a 4 500 en 1907.”234 “Alrededor de 1895 el precio de un peón oscilaba
entre doscientos y trescientos pesos. En 1900, con el auge del henequén,
el precio del trabajador subió a 1500 y 3000 pesos, y después de la crisis
de 1907 bajó de nuevo a 400 pesos.”235 “Era en la tienda de raya donde se
endeudaban los peones y a la vez producían un alto ingreso complementario al
hacendado, quien fija los precios arbitrariamente… Además ahorraba dinero
al no pagar en efectivo sino en los mismos productos de la hacienda, con lo
cual dependía menos del mercado externo.”236 “Dícese rayar en México… al
pago semanal de los jornales devengados, y se explica la etimología por las
rayas que se van haciendo en la lista… los sábados el rayador de la fábrica
(en el caso de los centros urbanos), por sí y ante sí, del salario, lo debido a la
tienda con un recargo de un 18% aunque sea sólo por una semana.”237
El gobierno de Díaz fue cómplice de estas atrocidades no sólo a través de su
extrema permisividad: “El ejército y los rurales combatieron a los indígenas
y campesinos de Quintana Roo y contribuyeron a su deportación; en el
norte lucharon contra los yaquis que, al ser capturados, eran deportados
inmediatamente… El jefe político de Pochutla proporcionaba trabajadores de
los pueblos de su jurisdicción a los hacendados, y si los peones huían antes
de terminarse el contrato se encargaba de devolverlos a las haciendas. Las
autoridades municipales de Tenosique y Balancán regresaban constantemente
a los trabajadores que huían de los aserraderos de los mejares, y los jefes
230
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233
Tabasco.
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237
Baerlein, 1984: 73
Baerlein, 1984: 75
Channing, 1984: 67
Kaerger, 1984: 77. Lo señalo porque Romero Rubio fue senador y se reeligió varias veces, por
Kats, 1984: 28
Kats, 1984: 28
Kats, 1984: 30
Kats, 1984: 114
políticos de cuatro grandes poblaciones del sur de México enviaban con
regularidad a los presos a trabajar bajo contrato a Valle Nacional.”238 “Estas
formas de coacción propiciaron un asombroso aumento de la producción
de frutos tropicales en la era porfiriana. Fuera de Yucatán, los beneficiarios
de las plantaciones eran principalmente extranjeros: alemanes en las fincas
cafetaleras de Chiapas; españoles y cubanos en las tabaqueras de Valle
Nacional; norteamericanos en las plantaciones de caucho de la región de
Tehuantepec. Los henequeneros de Yucatán eran todos mexicanos, aunque no
fueron ellos sino la International Harvester Company la que más se benefició
con el auge del henequén en 1910… El gobierno de Diaz había formado una
fuerza de policía llamada los rurales, así como un ejército suficientemente
fuerte para aplastar la resistencia y los levantamientos de los campesinos…
El gobierno de Díaz estuvo descaradamente ligado a la esclavización de
multitudes de indios yaquis y mayas.”239
En el centro de México, “con el despojo de las tierras comunales que se generalizó
en el Porfiriato, se formó una masa de campesinos desposeídos, de la cual sólo
una porción mínima podía ser absorbida por la incipiente industrialización que
experimentó el centro de México entre 1876 y 1910… A pesar de que la demanda
de maíz y trigo aumentó considerablemente en el periodo de Díaz, la producción
bajó y México dependió cada vez más de la importación de estos productos.
El bajo costo de la mano de obra no justificaba la mecanización. En 1902, Karl
Kaerger calculó que en Jalisco costaba un 8 por ciento más usar maquinaria que
cosechar a mano. (En algunas haciendas…) se prolongaron las horas de trabajo
sin un aumento correlativo de los salarios… Al comenzar el siglo XX la hacienda
ya no otorgaba raciones gratuitas de maíz a los peones acomodados. Incluso los
peones acasillados tenían que pagar (en la tienda de raya) el precio del mercado.
(Y es que) Las haciendas procuraban derivar hacia los peones el riesgo de las
fluctuaciones del mercado.”240 “Los sueldos que se adelantaban en la Pascua de
Resurrección y en Navidad, y en ocasiones señaladas de la vida del trabajador,
como el día de su boda… y que tácitamente se aceptaba que no se pagarían,
eran una expresión de la magnanimidad del hacendado y de su interés por el
bienestar de sus trabajadores. En muchos casos el prestigio y la importancia del
trabajador crecía al parejo de su deuda con el hacendado.”241
“Mientras que existen informes sobre el peonaje por endeudamiento en el centro
y sur de México, muy poco se sabe sobre el norte. Como ya vimos, la cercanía con
los Estados Unidos y la competencia de las nuevas industrias parecen indicar que
era mucho más difícil atar al trabajador a la hacienda en el norte que en cualquier
otra parte de México… En Nuevo León y Sonora, la ley estipulaba que la deuda
del peón no podía exceder el equivalente de tres meses de sueldo.”242
238
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241
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Kats, 1984: 32-33
Kats, 1984: 33-34
Kats, 1984: 38
Kats, 1984: 47
“Ningún propietario de la localidad aceptará a un trabajador que no sea su
deudor”, escribía el agente en Pichucalco. “Si el trabajador debe menos de
100 pesos, los contratos se firman ante el juez de lo civil, y ante el juez de
primera instancia si la deuda es mayor. Esto se debe a que todavía existe la
servidumbre en Chiapas, restos desafortunados de la esclavitud del pasado”,
informaba el agente desde Catzajá, Distrito de Palenque, Chiapas, y el de
Jonuta, Tabasco, decía: “Los trabajadores del campo están sujetos en una
especie de servidumbre, derivada por una deuda de $300.00, $400.00,
$500.00 o más, contraída por el siervo y por la ley que rige en estos contratos,
permitiendo el confinamiento forzado del siervo… Se le conceden tres días
de plazo por cada $100.00 que deba para conseguir otro amo dispuesto a
liquidar la deuda.”243
“En todas partes, el hacendado tenía derecho de pernada sobre las mujeres.
Con frecuencia el hacendado o el capataz, después de disfrutar una niña
apenas púber, llamaban a un peón joven y le decían: “Esta es tu esposa.” Tal
era la ceremonia de matrimonio.”244
“Ningún propietario de la localidad aceptará a un trabajador que no sea su
deudor”, escribía el agente en Pichucalco. “Si el trabajador debe menos de
100 pesos, los contratos se firman ante el juez de lo civil, y ante el juez de
primera instancia si la deuda es mayor. Esto se debe a que todavía existe la
servidumbre en Chiapas, restos desafortunados de la esclavitud del pasado”,
informaba el agente desde Catzajá, Distrito de Palenque, Chiapas, y el de
Jonuta, Tabasco, decía: “Los trabajadores del campo están sujetos en una
especie de servidumbre, derivada por una deuda de $300.00, $400.00,
$500.00 o más, contraída por el siervo y por la ley que rige en estos contratos,
permitiendo el confinamiento forzado del siervo… Se le conceden tres días
de plazo por cada $100.00 que deba para conseguir otro amo dispuesto a
liquidar la deuda.”245
“Cuando apareció en 1910 el renombrado libro de John Kenneth Turner,
México bárbaro, la prensa, el gobierno y los hacendados protestaron
enérgicamente, negando las acusaciones.”246
Superficie sembrada de henequén
Año
Mecates
1876
800 mil
1883
1, 002,905
1895
1,168,948
1909
4, 580,860
243
Kats, 1984: 48
244
Beals, 1982: 327
245
Kats, 1984: 48
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Kats, 1984: 52. “Unos quince años más tarde, Ernest Gruening viajó por la misma región que
había visitado Turner, confirmando específicamente todo lo dicho por éste, y añadió: “En 1923 viajé por
esas regiones. Ni siquiera los hacendados yucatecos lo negaban a pesar de que los recuerdos eran dolorosos y gobernaba el estado un revolucionario militante, Felipe Carrillo Puerto. Lo malo siempre sucedía en
la hacienda del vecino”.
Alvarado
La actuación de Alvarado ya había dejado huella en la península yucateca,
alcanzando su influencia a Campeche, donde a finales de 1915 Mucel pasó al
estado el control de la Comisión Reguladora del Mercado del Henequén, un
paso similar al dado en Mérida para desarticular el poder de la oligarquía. Así
como la acción de Múgica en Tabasco preparo el camino para la instauración
del poder de Tomas Garrido Canabal, Alvarado diseño el escenario para los
espectaculares tiempos de Felipe Carrillo Puerto, y Joaquín Mucel Acerato, de
alguna manera, sentó las bases para la futura actividad “socialista’’ de Ramón
Félix Flores en Campeche. Mucel llegó a Campeche el 10 de septiembre de
1914, nombrado gobernador y comandante militar por Carranza, preocupado
por la “alarmante concentración de la tierra y la riqueza”, y como otros
enviados desde el centro, realizó una serie de reformas para contribuir a la
emergencia de los sectores populares.247
Haberman
“Lo que hacía a Haberman especialmente invaluable para Obregón y para
Calles era su relación con Samuel Gompers y otros diez oficiales de la
Federación Americana del Trabajo (AFL por sus siglas en inglés). En búsqueda
del reconocimiento por parte de Estados Unidos de su gobierno, Obregón
cultivó el apoyo de líderes de la AFL quien, en turno, enlistó a Haberman para
su propia campaña para derrotar al radicalismo y esparcir la influencia de la
AFL en México. Haberman promovió a la Federación Panamericana de Labor
(PAFL por sus siglas en inglés), creada en 1918 y concebida por Gompers
como un instrumento para dominar los patrones de los movimientos de labor
de Latinoamérica. También es probable que trabajara como espía para el
gobierno norteamericano. En el menor de los casos, se ofreció para colaborar
con el departamento de justicia de E.U. para debilitar la influencia radical
en México. Las actividades de Haberman... moldearon los contornos de la
política nacional... manipulando fuerzas populares para limitar el cambio...
Obregón y Calles lo usaron en su campaña para consolidar su estado
posrevolucionario entre la presión intervencionista por parte de E.U. y las
amenazas de la izquierda doméstica y de fuerzas reaccionarias.”248
247
Martínez Assad, 1994:498. Remata el autor: “El sureste se inflamó con una corriente revolucionaria no siempre incondicional del poder central, que se fortalecía. Elementos históricos y culturales
daban a esta región un contenido revolucionario diferente a la Revolución que venía del norte, asociada
sobre todo con los proyectos agraristas y obreristas, con referencia al zapatismo y al obrerismo veracruzano. Del sureste, en cambio, surgieron las propuestas más radicales de un proyecto emergente en términos
burgueses, asociado a la aplicación del jacobinismo, no reducido solo al anticlericalismo sino en su más
amplia acepción. Entre 1920 y 1924, el obregonismo dominante dio pauta a la radicalización del proceso
político para la conformación del nuevo Estado.”
248
Andrews, Gregg, “Robert Haberman, Socialist Ideology, and the Politics of National Reconstruction in Mexico, 1920-25”, Mexican Studies Vol 6 No 2, 1990: 190
“Un consejero principal de Plutarco Elías Calles... el norteamericano Robert
Haberman apoyaba a la CROM... era el único extranjero en ser parte del
Grupo Acción, el poderoso grupo responsable de las políticas de la CROM,
trabajó con Luis Morones para aislar y derrotar uniones rivales y fuerzas de
izquierda... Haberman trabajó de cerca con Carrillo Puerto para promover la
cooperación y organización de trabajadores yucatecos contra las miserables
condiciones de su trabajo en las haciendas henequeras.”249
“Haberman... dio al departamento de justicia de E.U. información acerca de
radicales mexicanos. El 18 de julio, el día en que Haberman supuestamente
había sido deportado (por Obregón), se apareció en la oficina de J. Edgar
Hoover acompañado de E. C. Davison, el sec250 retario general de tesorería
de la Unión de Maquinistas (IAM). Davison le dijo a Hoover que uno de los
deberes de Haberman como miembro de la IAM era proveer a líderes de la AFL
con información acerca de radicales en el movimiento laborista de México. Él
confirmó que Haberman, al contrario de las declaraciones que lo acusaban de
supuestas actividades comunistas, estaba trabajando con la AFL para derrocar
al radicalismo en México. Haberman se distanció de los comunistas fanáticos
y le dio a Hoover información acerca de muchos radicales en México. Incluso
le advirtió a Hoover que una reportera americana Katharine Ann Porter, quien
era cercana a varios radicales mexicanos, estaba obteniendo información del
anexo militar de la embajada norteamericana en la Ciudad de México - un
individuo, declaró (Haberman) “propensa a tomar (alcohol) en exceso y ser
anfitriona de fiestas en donde las mujeres participan.”Davison y Haberman
se ofrecieron para estar al servicio del Bureau cuando fuera necesario. Ellos
enfatizaron el carácter conservativo del gobierno de Obregón. Haberman
explicó que Obregón había tolerado a elementos radicales hasta la protesta
en la cámara de diputados y el descubrimiento de un supuesto complot
comunista para asesinar a líderes de la PAFL lo hicieron perder la paciencia.
De acuerdo a Haberman, líderes de la CROM presionaron a Obregón para
deportar a los radicales extranjeros.”251
“Calles utilizó el viaje de Haberman a los Estados Unidos en julio de 1921
para asegurarle a los líderes de la AFL que el gobierno mexicano revocaría el
artículo 27 de la Constitución a través de la Suprema Corte”, como acabaría
sucediendo en noviembre de 1927.
249
Andrews, Gregg, “Robert Haberman, Socialist Ideology, and the Politics of National Reconstruction in Mexico, 1920-25”, Mexican Studies Vol. 6 No. 2, 1990 : 189-191
250
251
Gregg, Andrews, 1990: 198
Radicalismo de Felipe
Tremendo escándalo provocó en su tiempo la intervención del diputado
Felipe Carrillo Puerto en la manifestación obrera que se efectuó en la
Ciudad de México el domingo 26 de septiembre de 1920, la cual tuvo por
objeto medir la reglamentación de los artículos 27 y 123 de la constitución
de la República y también que se estableciera una comisión reguladora
del comercio. Según los relatos… el líder yucateco en compañía de otros
dirigentes sindicales desde el balcón central de Palacio Nacional, enarboló
una bandera roja y pronunció una arenga subversiva, incitando al pueblo a
la violencia: “Si los comerciantes, acaparan los víveres y a ustedes les falta
pan, pues ir a las tiendas, demoler las puertas y saquear todas las existencias.
Dinamitemos la cámara de diputados, para que ya no haya más holgazanes,
exterminemos cuanto antes el senado, acabemos con la Suprema Corte, ya
no más manifestaciones pacíficas, ya no más palabrería, lo que el pueblo
necesita es imponerse. Hay que poner pues en práctica los principios
bolcheviques. Hagamos ondear la bandera roja de las reivindicaciones… En
vez de permitir que se toquen las campanas, que el pueblo las baje de la
torre y acuñe monedas de bronce. Incendiemos, exterminemos, para llegar al
logro de los altos ideales del comunismo, la repartición de tierras, el aumento
de los jornales, se tienen que obtener por medio de la fuerza, no mediante
manifestaciones de protesta pacíficas”.252
Hubo gran revuelo en la prensa del país y Carrillo Puerto, en carta aclaratoria
dirigida a El Universal hizo constar enfáticamente: “Debo decir de una vez
por todas lo siguiente: NO ME RETRACTO NI ME RETRACTARÉ JAMÁS DE
CUANTO DIGA Y HAGA, PORQUE CONCIENTE DE MIS ACTOS, SÉ HACERME
RESPONSABLE DE ELLOS, pero igualmente debo advertir que la información
dada sobre mi discurso en la manifestación… malévolamente hace mías
palabras que no he pronunciado, por lo que protesto enérgicamente contra
toda afirmación con tal sentido, puesto que en los detalles del cronista dice
mucho de lo que no fue y muy poco de lo que en la conciencia de todos mis
oyentes del domingo está.”253
El gobernador
Elecciones” En las elecciones que se llevaron a cabo el 6 de noviembre de
1921, participaron cuatro candidatos: Felipe Carrillo Puerto para el Partido
Socialista del Sureste quien resultó ganador al obtener 62,801 votos;
Bernardino Mena Brito, para el Partido Liberal Yucateco, con 2,888 votos; el
Lic. Ricardo Molina Hubbe para el Partido Democrático, formado por quienes
se habían comprometido con Alvarado, con 431 votos, y el Dr. Miguel Alonzo
252
253
Sosa Ferreyro, 1969: 25-26
Sosa Ferreyro, 1969: 26
Romero, apoyado por el Partido Liberal Constitucionalista, con 12 votos.
Con el triunfo de Felipe Carrillo, también resultaron ganadoras las planillas
sostenidas por el Partido Socialista del Sureste en las elecciones de diputados
y ayuntamientos, con lo cual la oposición fue totalmente derrotada en esa
ocasión.254
El Agrarista
El líder de Motul destinaba todos los “jueves agrarios” de cada semana
para repartir tierras ejidales y afectar haciendas henequeneras y ranchos…
Durante 1922, primer año de su gobierno, repartió 208,962 has. Entre
10,727 campesinos, y al año siguiente hasta diciembre en que cayó el poder
ejecutivo, ascendía el reparto a 500 mil has. Con ello confirmaba su lema
tomado de Emiliano Zapata: “Tierra y Libertad”.255
En otros aspectos relacionados con la materia creó la Dirección Técnica de
Agricultura, para divulgar los modernos métodos agrícolas y para dotar a los
pueblos muy pobres de instrumentos de labranza. Realizaba esa labor a través
de la Liga Central de Resistencia del Partido Socialista, que ya contaba con 417
Ligas adscritas y con 72,598 afiliados. Su distintivo era un triángulo rojo… La
política agraria dio como resultado que en el último año de su administración
existieran en el Estado más de 50 millones de pesos en maíz y otros cereales
que produjo el estado peninsular.256
Resumiendo estadísticamente al labor agraria de Carrillo Puerto, en
escasos dos años distribuyó tierras en dotación provisional al 46 % de los
poblados yucatecos con una superficie de 665, 835 has., beneficiando a
34,796 campesinos. Estas dotaciones se quedaron en provisionales porque
las definitivas, firmadas por el presidente Obregón sólo fueron de cuatro
poblados dotados con 2,800 has. en favor de 892 campesinos, lo cual
demuestra la ninguna ayuda de su gobierno al de Carrillo en el cumplimiento
del programa agrario.257
El Organizador de los obreros
No obstante, en materia laboral, “Dio personalidad jurídica a los siguientes
sindicatos: de Mecánicos Electricistas, de Albañiles de Mérida, de
Dependientes y Cocineros de Restaurantes Cafés y Similares de Mérida,
Sindicato de Tipógrafos, Sindicato de Obreras y Obreros de Cigarros La
Nacional de Mérida, de Mecánicos, Herreros y Paileros de Mérida, de Sastres,
de Fundidores, de Panaderos, Franeleros, Tranviarios, obreros de la Fábrica
254
255
256
257
Orosa Díaz, Jaime, 1982: 50 51
Civeira, 1986: 39
Civeira, 1986: 39
Civeira, 1986: 40
de Artefactos de Henequén, Sindicato de Chocolateros, Dulceros y Similares,
Expendedores de Pan, Azucareros, Cerceceros, Fosforeros, etc… Y de esta
manera continuaría hasta relacionar 618 organizaciones cuuyas fichas
jurídicas de trabajo, copias o apuntes, localicé en mi afán de formar en 1945
un catálogo de todas ellas, sin lograrlo…258
El político
“Felipe había desarrollado grupos de agitadores de tiempo completo y agentes
de propaganda así como el entrenamiento de maestros de escuela que al
mismo tiempo fueran activistas... después del cese de Alvarado en 1918, la
movilización del campesinado yucateco sufrió un severo retraso durante el
reino de terror y represión librado contra el Partido Socialista del Sureste por
los oficiales de Carranza... tampoco (Felipe) sabía cuánto tiempo tenía para
galvanizar al campesinado en una fuerza política efectiva a su red centralizada
de ligas de resistencia... (así como) su capacidad militar era prácticamente
nula, con pocas armas y balas y sin entrenamiento... un presidente de una liga
de resistencia confiesa, en 1922 : “la verdad es, Sucúm Felipe, que no sabemos
disparar a un simple blanco”... Felipe tampoco sabía si Obregón y Calles
fueran a sancionar sus planes para expropiar las plantaciones de henequén,
que producían ingresos federales substanciales... Carrillo Puerto se daba
cuenta que necesitaba un movimiento masivo, movilizando grupos y clases
sociales alrededor de una ideología y agenda revolucionarias coherentes... y
eso tomaría bastante tiempo, más que el que probablemente tenía... así que
la solución era... consolidar una serie de alianzas estratégicas con poderosos
caciques subregionales, así como cimentar relaciones más fuertes con uno o
los dos de sus patrones nacionales, Obregón y Calles... su solución hacia el
fenómeno del cacique... ayuda a explicar su éxito inicial con su régimen y su
súbito fracaso.”259
El amigo americano
”Carrillo Puerto, ahora el gobernador socialista de Yucatán, designó a
Haberman como agente para la Comisión Exportadora de Yucatán, la cual
había reemplazado a la Comisión Reguladora del Mercado de Hénequen para
ser el cuerpo responsable del mercado del henequén del estado. El cónsul
americano en Progreso, Yucatán, se alarmó de que Haberman ocupara este
puesto pero señaló que Carrillo Puerto y sus colegas radicales se habían vuelto
más conservativos para el verano de 1922... Mientras tanto Haberman se
258
259
Civeira, 1986: 44
Gilbert M., Joseph, 1980: 40
movía en una dirección más conservativa, demostrando una voluntad brutal
por destrozar las huelgas de la CGT (competencia de la CROM). Durante una
conversación de dos horas a finales de 1922 con Louis DeNette, un agente
del Buró de Investigación de los Estados Unidos, (Haberman) explicó que la
CROM estaba trabajando con el gobierno mexicano para destruir a la CGT.
Él culpaba a la CGT por la inestabilidad laboral en México y se quejaba que
los líderes de la industria necesitaban una estrategia más centralizada y
deliberada para combatir las tácticas de los sindicalistas... Sugiriendo que
los Estados Unidos observen el destino de la siguiente huelga en la Ciudad
de México, Haberman explicó que oficiales mexicanos habían adoptado un
plan, “muy secreto en los círculos internos del gobierno mexicano,” del cual
él había sido el autor para combatir al CGT. De acuerdo a su plan, el gobierno
les insistiría a los supervisores de las plantas que empleaban a trabajadores
de la CGT que fomentaran una huelga general y luego abrieran fuego a todos
ellos. Tropas federales aguardarían en las plantas mientras afiliados a la CROM
reemplazarán a los trabajadores de la CGT... Haberman admitía que el plan
era sanguinario, pero enfatizó que “no hay otro modo para que la lección se le
transmita a los comunistas que tienen que respetar (a la) propiedad (privada)
y cesar su propaganda bolchevique.”260
Felipe y el presidente Obregón
El 30 de marzo de 1923 Carrillo Puerto envió al general Obregón, presidente
de la República el siguiente telegrama: “Gran indignación ha causado el que
Juez Distrito licenciado Zapata haya concedido tres amparos ya en la cuestión
repartición ejidos poblaciones este Estado. Hacía mucho tiempo no concedíase
ningún amparo por jueces distrito reaccionarios teníamos aquí y a este señor
seguramente hásele pasado desempeñar este cargo porque conocíacele
como recalcitrante enemigo trabajadores y transgresor Constitución General
República. Tal virtud ruégole encarecidamente interponga sus influencias
fin sea separado este Estado pues tiene fama girar siempre contra intereses
trabajadores. Tanto en Campeche como en Veracruz ha sido separado mismos
cargos por su falta equidad impartir justicia pueblo. Según criterio Suprema
Corte antes jurisconsulto necesitase ser revolucionario para ser juez distrito
y persona refiérome no puede sustentar criterios revolucionarios puesto fue
educado colegio católico. Respetuosamente. El Gobernador del Estado.”261
El 2 de abril el presidente informó: “Enterado por su atento mensaje ayer
disposiciones dictadas por juez distrito licenciado Zapata: y con todo gusto
260
261
Andrews, Gregg, 1990 : 200-201
Civeira, 1986: 39
trataré asunto, forma extraoficial y discreta con Suprema Corte por ser aquel
alto tribunal el que debe resolver asunto referencia. Afectuosamente.”262
De camino a la muerte
“Felipe tal vez tenía la esperanza de que Obregón y Calles lo ayudaran con
refuerzos y armas... Carrillo había visitado a Obregón y a Calles semanas antes de
que la revuelta (delahuertista) estallara, buscando garantías militares federales
para su región en el evento de una invasión, y haciendo el pedido de rifles
modernos para sus (campesinos) ligados (de las ligas de resistencia). Obregón
había dado rodeos y al final le negó estas peticiones, minimizando la amenaza
que la revolución socialista de Carrillo pasaba, argumentando que el gobierno
federal estaba forzado a comprometer sus prioridades de defensa a otras
regiones de la república que él (Obregón) juzgaba eran más vulnerables que
Yucatán. Carrillo inmediatamente regresó a Mérida y comenzó desesperadas
negociaciones con los Estados Unidos para la compra de armas y munición
-negociaciones que todavía estaban en progreso cuando la revuelta estalló.”263
Acta de divorcio
En Mérida, a las diez y ocho horas y treinta minutos del día veinte y cuatro
de noviembre del año de 1923, ante mi profesor Rafael Cebada Tendeiro,
director general del Registro Civil del Estado y Oficial del ramo en esta capital,
compareció: El señor Felipe Carrillo Puertio, quien declaró ser de cuarenta y
ocho años de edad, funcionario público, de nacionalidad mexicana y de esta
vecindad y manifestó: que con fecha 18 de febrero de 1898 contrajo matrimonio
en la ciudad de Motul del estado de Yucatán, con la señora María Isabel Palma
Puerto, bajo el régimen de sociedad legal, como acredita con el certificado
respectivo que en este acto se exhibe y mando archivar; que la referida señorita,
según el exponente es de 44 años de edad, ocupada en atenciones de su hogar,
de la misma nacionalidad y vecindad; que durante su vida matrimonial con ella
tuvo cuatro hijos llamados: Dora, que nació el 30 de noviembre de 1901 en esta
ciudad; Gelithzli, el 25 de enero de 1903, en Motul, Jesús el 24 de diciembre de
1913 en esta capital, y Alba, que nació el 14 de enero del año de 1911, en Motul,
de los cuales la primera es casada, la segunda se encuentra educándose en un
colegio de los estados Unidos de Norteamérica y los dos últimos se encuentran
en poder de la madre, declaración que hace el exponente bajo la previa y
solemne protesta de decir verdad; y que no tiene bienes.”264
262
Civeira, 1986: 39
263
SD-CPR, Con. Corr., 800, Marsh to Secretary of State, 11 Dec. 1923, Álvaro Gamboa
Ricalde, Yucatán desde 1910 3 (México, 1955), p. 345
264
Sosa Ferreyro, 1969: 20-21
El Reformador
“En enero y noviembre de 1923, Carrillo Puerto decretó respectivamente las
leyes de expropiación agraria.
En la primera de ellas se estableció la legalidad de la expropiación de bienes
de propiedad privada, agrícolas y otras, por causa de utilidad pública. Según el
artículo cuarto, se consideraron expropiables: 1) los terrenos ubicados en los
lados de los caminos carreteros hasta una distancia de 110 metros por cada
lado; 2) los terrenos de más de 2 000 m2, situados en todas las poblaciones
que no llegaran a la categoría de ciudad; 3) los terrenos cultivados, de más
de 1 600 m2; 4) los terrenos no cultivados, de más de 1 000 m2 ubicados en
Mérida y en los que no hubiera construida una casa; 5) las negociaciones
agrícolas que fueran de interés general, cuando la expropiación tuviera por
objeto mejorar el servicio público o evitar la disminución de la producción
agrícola.
Con base en el artículo 27 constitucional, Carrillo Puerto decretó la Ley de
1923, mediante la cual las haciendas podían ser incautadas y expropiadas
a solicitud de las Ligas de Resistencia o asociaciones de trabajadores, con
el objeto de su aprovechamiento agrícola y repoblación pecunaria. En esta
ley se consideró que el estado no podía permitir que por falta de recursos
o por imposibilidades económicas particulares, se perdiera o dejara de
aprovecharse la riqueza de las haciendas de henequén, caña de azúcar y
ganado vacuno. En consecuencia, a solicitud de las ligas o asociaciones de
trabajadores, las propiedades podían ser incautadas y expropiadas. En el
artículo quinto se mencionaba que la traslación de dominio de la hacienda
expropiada a favor de la liga debía hacerse por cuenta del estado y ordenada
de oficio por el juez respectivo.”265
Inicia la rebelión
El 6 de diciembre de 1923, el gobernador Carrillo Puerto recibió el siguiente
telegrama: “En mi carácter de jefe de las operaciones militares en esta entidad,
y en compañía del C. capitán de navío, Comandante general de la Marina del
Golfo, Hiram Toledo, y el capitán de navío, jefe del cuerpo de Infantería de
Marina del Golfo, Alfonso Calcaneo Díaz, dirigí al C. General Alvaro Obregón,
el mensaje que enseguida insert5o: -En defensa de las instituciones de la
República, y para contribuir dentro del honor militar a la conservación de
la paz, al respeto de la voluntad púbica nacional, y para evitar una odiosa
265
108-109 Montalvo, Enrique, Historia de la cuestión agriaría mexicana volumen 2, Siglo XXI, 1988:
imposición que destruirá en su cuna la formación democrática del gobierno,
hemos resuelto asumir la defensa de esas instituciones, conculcadas tan
gravemente por el gobierno que usted representa. La violación de la soberanía
de los estados de San Luis Potosí y Michoacán, entre otros, la falta de
independencia y garantías para el libre funcionamiento del poder legislativo
federal,m la anarquía y discilpina que se fomenta en el ejército desde las más
atas esferas oficiales, son innegables y obligados fundamentos de nuestra
actitud, que sólo la insporan, podemos asegurarlo, el bien de la patria.-Lo
comunico a Usted haciéndole saber que cuento con 22 mil hombres a mis
órdeenes, 230 ametralladoras, cuatro baterías de tipo poderoso, la artillería
de la fortaleza de Ulúa, todos los barcos de guerra del Golfo, así como con
el indiscutible, franco y fuerte apoyo de la opinión nacional, cansada ya de
tolerar un gobierno de indecisiones y de atentados que busca la popularidad
en la anarquía y que desconociendo sus propios orígenes, pretende llevar
a cabo la más descarada de las imposiciones. Los que en el año de 1920
combatimos al presidente Carranza, seríamos inconsecuentes con nuestra
conducta de entonces si no combatiéramos hoy a un gobernante que sin las
virtudes de aquel, incurre en el mismo vicio de imposición que ayer apenas
combatiera y llevado a grado máximo de cinismo… Por lo que he expuesto y
en nombre de la patria a la que debemos evitar a todo trance un espectáculo
sangriento, invito a Usted para que secunde este movimiento, haciéndole
saber que en este puerto se haya dando bandera a nuestra causa el recto y
probo ciudadano D. Adolfo de la Huerta, candidato nacional a la Presidencia
de la República cuya popularidad y prestigio en vano se ha pretendido
deslustrar. Protesto a Usted que al dar este paso, no mueve a ninguno de
los iniciadores sentimientos vituperables, ambición material o política, sino
el impulso del deber y de nuestra responsabilidad ante la historia como
revolucionarios y como militares. La paz y la democracia del país están en
nuestras manos, y nuestras manos deben salvar prendas tan preciosas para
el porvenir de México. Ruego a usted conteste inmediatamente.- EL GENERAL
DE DIV. J. DEL E. O. GUADALUPE SÁNCHEZ.”266
“Obregón –dijo De la Huerta al levantarse en armas en Veracruz- investido
con la facultad de velar por la observancia de las libertades públicas conforme
a nuestras leyes, ha empleado el inmenso poder que el pueblo depositó en
sus manos para aherrojar esas libertades convirtiéndose en líder político de
la impopular candidatura del general Plutarco Elías Calles a fin de asegurarse
más tarde una inmediata reelección, que la nación rechaza y nuestra ley
condena.”267
266
267
Sosa Ferreyro, 1969: 35-36
Cárdenas, 1995: 165
ASESINATO Del coronel CARLOS TIBURCIO ROBINSON. Jefe de la Guarnición
de Mérida. No había Jefe de las Operaciones Militares, desde que, en marzo
de 1923, fue removido el Gral. Alejandro Mange:
…La noche del 11 de diciembre estuvo (el declarante, teniente Díez
Martínez) como Jefe del destacamento que por orden superior, desde
hace bastante tiempo estaba guarneciendo el Banco Francés, en esta
Ciudad que el destacamento estaba formado por soldados del 18
Batallón de línea , de cuyo Cuerpo el que habla, era Subteniente, al
amanecer del día siguiente, el Subteniente Miguel Ávalos le comunicó
una orden verbal del Jefe del Cuerpo, Coronel Carlos T. Robinson,
para que se reconcentrara en el cuartel; que cumplió esa orden y
que cómo a las nueve de la mañana salieron a bordo de un tren con
dirección a Campeche, con el objeto de batir al cuarenta 40 Batallón
que se había rebelado; que en Estación Chuburná, el tren en que
el dicente marchaba, se detuvo con el fin de dejar pasar otro que
venía de Progreso con fuerzas de la primera compañía a las órdenes
del teniente Fermín González, tren que se adelantó al que salió de
Mérida; que a la distancia, poco más o menos de tres kilómetros
adelante de la Estación Chocholá de los Venados, sobre la vía de
Campeche, el convoy en que iba el de la voz , se detuvo: que él vio que
en las cercas de piedra que van paralelas a la vía, estaban tendidos
los soldados que se adelantaron en Chuburná; que en ese momento
pasaba junto al declarante, el Capitán 2o., Ignacio Estrado hablando
con unos sargentos, que lo que les decía, no lo pudo escuchar; que
por curiosidad, lo siguió, así como para averiguar lo que pasaba . que
al descender vio ya en pie a un lado del tren, al Coronel Robinson; a
su lado, al teniente Coronel Yzunsa Medina, y, enfrente de ambos, a
los oficiales del 18 Batallón Capitán Primero Carlos Barranco, Capitán
Primero Héctor Palacios, Capitán Segundo Ignacio Estrada y Teniente
Enrique Estrada; que dichos oficiales se hallaban ya en actitud rebelde
y que los dos Jefes primeramente citados, traban de imponerse con
dignidad, a las presiones de los segundos, que , ha contestado que
eso lo presenció el de la voz como simple espectador sin mezclarse
en lo absoluto en la discusión que en dicha actitud rebelde sin que al
declarante se le dijese algo, regresó el Cuerpo o sea el 18 Batallón.,
a Mérida donde tuvo noticias de que el Coronel Juan Ricárdez Broca,
(se) había proclamado Gobernador Comandante Militar del Estado
secundando el movimiento revolucionario que en Veracruz inició el
Dr. Adolfo de la Huerta; que desde estos acontecimientos, estuvo en
Progreso de destacamento, como unos ocho días; de la explicación
de que en un momento como aquel y en un lugar como es Yucatán,
era casi imposible substraerse a la acción de los que fungían como
jefes; que la noche del dos de enero como a las 18 horas el Teniente
Coronel Luis G Estrada Jefe del 18 Batallón dio orden de que se
alistaran cincuenta soldados a las órdenes de un oficial; que como a
las 23 horas del mismo día, encontrándose tomando una copas en la
comandancia del Batallón en Unión de los ciudadanos Mayor Vicente
Porcayo, Capitán Primero Héctor Palacios y Subteniente Guillermo
Bobadilla, llegó el Capitán Segundo Ignacio Estrada quien por vía de
pláticas les dio informes de que el Gobernador Felipe Carrillo Puerto
y otras personas de su administración están siendo juzgada en el
Consejo de Guerra, en el interior de la Penitenciaría Juárez, que había
habido antes careos en los que estuvo a punto de desmayarse el Sr.
Wilfrido Carrillo Puerto, hermano del Gobernador, que tomaron la
dirección de ese establecimiento Penal al que llegaron como a las
24; que al penetran al lugar en que se estaba efectuando el Consejo
de Guerra, supo que éste había ya terminado, viendo el dicente que
en aquel momento, el Juez, Licenciado Hernán López Trujillo, a quien
conocía, dictaba la sentencia, al escribiente Luis G. Saldaña, que
escribían en una máquina que ese trabajo terminó como a las cuatro
de la Madrugada, que a esa hora el Coronel Hermenegildo Rodríguez
ordenó al Mayor Nicanor Castillo S., Jefe de la Corporación de
Sueltos, que fuera a buscar los 50 soldados al mando de un oficial que
estaban preparados en el Cuartel, y, además, dos caminos; que pudo
escuchar el Juez Instructor militar Licenciado Hernán López Trujillo,
que en esos momento s dijo: Hay que agregar a este expediente la
orden de proceder y también llevarlo al anterior por si los reos quien
que se lea la sentencia antes de la ejecución, dicho lo cual tomó el
legajo, introdujo en una carpeta de hule y se lo entregó al Secretario
de Juzgado Saúl Jiménez, que transcurrido un rato mientras llegan los
soldados, y que como alguien pretendió marcharse, le fue impedida
la salida por la guardia, corriendo después rumores de que estaban
encerrados por orden superior, que vio al Secretario Saúl Jiménez,
dictarle al Capitán Andrés Y Fernández, Director dela Penitenciaría, la
lista que los que debían ser ejecutados; pues estos fueron amarrados
de dos en dos y conducidos entre filas a los caminos que los
esperaban, a pregunta especial contestó que lo único que le consta
es que el ...tor Guzmán le dijo: “Si me exigen que yo vaya al Panteón,
me desmayo, yo no puedo resistir eso, si pudo notar el Juez daba
muestras de nerviosidad, que embarcados los prisiones marcharon
al cementerio todo solos allí presentes sin que pueda declarar nada
........sólo puede decir que el Licenciado Berzunza que en el momento
de caer gritaba “Ay Dios! Ay Dios, que los tiros de gracia fueron dados
por el Oficial que mandó el fuego, que recuerda haber visto en el
lugar de las ejecuciones, presenciado éstas a los C.C. Saúl Jiménez,
Luis G. Saldaña, Manuel Barriguete , al Mayor Vicente Frontana, al
teniente Coronel Juan Israel Aguirre, Mayor Nicanor Castillo Sosa y
al Coronel Hermenegildo Rodríguez, que también pudo notar que
momentos antes de que fuera ejecutado el primer grupo uno de los
condenados, sin saber precisar cuál, puesto que no los conocía, le
dio algún recado o hizo alguna recomendación al Mayor Frontana y
que este escribió algo en un papel que después de esto regresaron,
sin que pueda dar más detalles acerca de la conducta o impresiones
de los funcionarios y empleados del Ramo de Justicia Militar. A
pregunta especial, dijo que recuerda haber visto funcionando a las
dependencia de ese Ramón, funcionando normalmente antes y
después de acontecimientos acabado de narrar a Luis G. Saldaña a
Manuel Trejo y a Manuel Barriguete, de haberlos visto trabajando en
el Palacio del Gobierno del Estado o en las oficinas del Jefe Rebelde
Ricárdez Broca, que después supo por orden de este último , el
Teniente Manuel Barriguete había regresado al Juzgado Instructor
Militar que no tiene más que agregar; que lo dicho es la verdad en
lo que se afirma y ratificando como razón de su dicho el haber sido
testigo presencial de los acontecimientos, como simple espectador,
pero sin tener la más mínima injerencia en ellos y firmando al
margen para constancia doy Fe. (Sedena. Rebelión De la Huertista.
Expediente XI/481.5 Rebelión en Estados Unidos, 1924, 1925)
El pronunciamiento de los “delahuertistas” en Campeche, con el que da
comienzo la rebelión “delahuertista” en la península (que no es otra cosa que
la trampa para matar a Carrillo), lo lleva a efecto el coronel José María Vallejo,
quien por mandato expreso del Presidente de la República, a través su Jefe
de Estado Mayor Presidencial, se reincorpora al Servicio Militar un año antes,
como se ve en este telegrama:
Dic. 15 de 1922. Al Gral. Manuel Pérez Treviño. Jefe del EMP. Dispone
el señor Presidente se sirva ud. girar Acuerdo a la Secretaría de Guerra,
para que reingresen al Servicio Militar los Tenientes Coroneles de
Infantería Vicente Coyt y José María Vallejo, así como los capitanes
primeros Jesús Manríquez y Estanislao Moreno, quienes estaban
comisionados con el General Múgica, cuando éste se encontraba
como Gobernador de Michoacán. Dic. 15 de 1922. EL Secretario
Particular. F. Torreblanca.
Gral. Juan Ricárdez Broca
Sobre Ricárdez sabemos que el 7 de abril era teniente. El 3 de mayo de 1913
fue ascendido a Capitán 2/o.; el 2 de julio a Capitán 1/o. y el 4 de noviembre
a Mayor. El 23 de marzo de1914, fue ascendido a Teniente Coronel y el 23
de marzo del mismo año a Coronel. Originalmente perteneció al arma de
caballería y se cambió a Infantería. En 1919 estuvo en Tehuantepec, es decir,
coincidió con Hermenegildo Rodríguez.268
Ricárdez Broca fue Jefe Político de Mérida durante el gobierno de Victoriano
Huerta. Arturo Ponce Cámara era gerente de la cooperativa de Henequeneros
y el abogado consultor de la cooperativa en Nueva York era el consuegro
Amado Cantón Menes, éste último dirigió el Consejo de Guerra de Felipe
Carrillo Puerto. Entre ambos le pagaban, con dinero de la cooperativa miles
de pesos a Carlos Menéndez, director de la Revista de Yucatán, también
presente en el crimen.
Según el expediente de la SEDENA sobre Ricárdez Broca, éste causó baja
del Ejército Nacional el 5 de diciembre de 1923, por haberse adherido a la
rebelión, habiéndosele iniciado proceso por dicho delito, el 4 de octubre
de 1924, en Juzgado Militar de Mérida, Yuc., ignorándose el resultado del
mismo. Reitero a usted mi atenta consideración. México D.D., 27 de agosto
de 1926.269
Pero el siguiente radiograma lo envió Ricárdez Broca, a Obregón, ¡cuando ya
se había rebelado!
Radiograma de fecha 7 de diciembre DE 1923. Ricárdez Broca a Obregón.
Hónrome comunicar a usted que con esta fecha digo al C. Gral. Secretario
de Guerra y Marino lo siguiente. “Tengo la honra de manifestar a usted en
contestación a sus superiores telegramas de fecha 6 actual, recibidos, hoy,
en los cuales se sirve transcribirme los del C. Presidente de la República, que
le dirigió con motivo de la defección llevada a cabo por el Gral. Guadalupe
Sánchez, Jefe de las Operaciones Militares en Veracruz quien unión de algunos
otros militares que olvidaron el cumplimiento de su deber dieron la voz de
asonada. Permito manifestar a usted que el suscrito y los cc jefes y oficiales
a sus órdenes protestan enérgicamente contra reprochable procedimiento,
reiteramos una vez más nuestra sincera adhesión al Supremo Gobierno que
preside el íntegro Revolucionario General Álvaro Obregón. 7 dic. 1923.
Los Henequeneros y los grandes plantadores yucatecos se aliaron a la rebelión
delahuertista, entre otras cosas, con la idea de: “acabar con el monopolio
estatal del henequén y volver al mercado libre. Por ello ofrecieron dinero
a cambio del decreto.270 Antes sin embargo, el gobierno de Ricárdez Broca
[diciembre 12 de 1923 al 15 de abril de 1924] intentó beneficiarse, como los
268
EXPEDIENTE SEDENA DE JUAN RICARDEZ BROCA. Caja 338. XI/111/4-5316.
269
RICARDEZ BROCA JUAN. Coronel de Infantería. Caja 338. XI/111/4-5316.
270
Plasencia de la Parra, Enrique. Personajes y escenarios de la rebelión delahuertista. México,
Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM. 1998. Pp. 259 y 260.
anteriores lo habían hecho, de la situación privilegiada que ofrecía la Comisión
Exportadora. Sólo que Tomás Castellanos bloqueaba toda exportación del
producto, según varios autores lo han señalado. El Departamento de Estado
Norteamericano, acorde con su política de apoyo a Obregón, recomendaba a
los grandes fabricantes cordeleros (la Harvester principalmente) abstenerse
de tratar con los rebeldes. Pero cuando las existencias de henequén de estos
fabricantes comenzaron a agotarse, las presiones al gobierno aumentaron
para que permitiera el comercio de la fibra. Ante fabricantes ansiosos por
comprar, plantadores por venderla y un gobernador por recibir impuestos por
ese concepto, no resulta descabellado que hubiesen existido transacciones
ilegales de henequén. El mismo Tomás Castellanos, que parecía el artífice del
bloqueo, colaboró con los delahuertistas. Manuel Téllez, embajador mexicano
en Washington descubrió que “El Financiero” [Castellanos Acevedo] había
enviado a Ricárdez Broca a Mérida 315 mil pesos.271
El envío se hizo a nombre de la Sisal Sales Co., que era la firma financiera que
tenía a su servicio Castellanos. Téllez conoció esto el 15 de febrero de 1924
y lo transmitió a Obregón. Los giros fueron hechos entre el 10 y el 17 de
enero. Javier Erosa, yerno de FCP, señaló candorosamente que los agentes
rebeldes eran tan cínicos que vienen con el sombrero en la mano a rogarle
al compañero Castellanos que les compre algo de henequén para mandar
fondos a Yucatán. Fideicomiso Calles Torreblanca. 272
Ricárdez Broca decretó el mercado libre del henequén el 27 de febrero de
1924,273 a cambio de un empréstito de los plantadores, la negociación se
llevó a cabo la intermediación de De la Huerta. El primer día que se abrió el
mercado las ventas ascendieron a $ US 170,00000274. Con el bloqueo roto,
debido a las presiones de Harvester y Plymouth el transporte ya no fue un
problema y el henequén se embarcó.
“Ricádez Broca perdía paulatinamente el control de la situación y en su
intento por evitarlo recurrió a la represión. En Mérida y otras poblaciones
aparecían hombres colgados de los árboles como medidas ejemplares para
garantizar la tranquilidad pública [ese es uno de los expedientes faltantes
en el fondo Obregón/Calles del AGN] Se consideró “traidor a la Revolución”
a todo aquel que difundiera noticias alarmantes. El cónsul norteamericano,
quien al principio vio con simpatía la rebelión que derrocó a Carrillo Puerto,
271
272
273
274
Plasencia. Op. Cit.
APEC. Exp. 25. Inv. 830 f. 384-385.
Enciclopedia yucatanense. P. 741
La Prensa, 11 de marzo de 1924.
meses después decía que éstos sólo eran una banda de asaltantes y asesinos;
imploraba la presencia de un barco de guerra norteamericano para garantizar
la vida e intereses de sus connacionales. Los fondos que se llegaron a conseguir
por la apertura del mercado iban a parar a los bolsillos de los políticos y jefes
militares que ya sólo pensaban en escapar y necesitaban el dinero para un
cómodo exilio. Algunos de los civiles a quienes se acusó de esto fueron
Miguel Palacios Macedo y José J. Raso. El gobernador [Ricárdez] y otros
jefes también preparaban su salida pero antes exigieron nuevos préstamos,
llegando incluso a obtenerlos de ciudadanos norteamericanos (recordemos
que en otras regiones los jefes rebeldes siempre mostraron mucha cautela
por no molestarlos). En esta situación llegó Cándido Aguilar a encargarse de
la primera zona militar del Sureste.”275
El enviado de De la Huerta
…Por instrucciones del señor don Adolfo de de Huerta me trasladé del
puerto de Veracruz al de Progreso a bordo del vapor “Fritzoe”, portando una
orden de dicho señor, para el Comandante Militar de la Plaza de Mérida,
que el aquel entonces (diciembre de 1923-enero de 1924) lo era el General
Juan Ricardez Broca. La orden terminante contenida en el documento o
nota oficial que puse en sus manos, era en el sentido de que a bordo de
dicho barco fuesen conducidos de Progreso a Veracruz el señor Felipe
Carrillo Puerto y los demás presos políticos que juntamente con él estaban
encarcelados en la Penitenciarla de la ciudad de Mérida. Es verdad también
que en la misma prisión estuve; y que personalmente le di a Carrillo Puerto
la información que antecede, la que recibió con agrado, pues tanto él como
sus compañeros estaban justamente alarmados. Algo más puedo agregar a
este respecto: que también tuve el gusto de hablar con a distinguida esposa
de Felipe y un enviado de su angustiada señora madre; y que, difiriendo la
súplica que la primera me hizo, le ofrecí y conseguí del Sr. Ricardez Broca,
que acompañase a su esposo de Progreso a Veracruz, cuando se efectuase el
viaje, conduciéndolo a dicho puerto, y a sus compañeros, en acatamiento de
la orden del señor De la Huerta, de que fui portador.
A pesar de todo esto, que estaba en consonancia con las órdenes, propósitos
y deseos del señor don Adolfo de la Huerta, la tragedia horrible, el crimen
incalificable, se consumó, cuando menos se esperaba. Cuando nadie ni
siquiera sospechaba que pudiera sobrevenir. Yo mismo sólo pude tener
noticia de ella porque un excelente compañero y correligionario, don Anatolio
Buenfil, Director de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán, se presentó en mi
275
Plasencia P. 262.
casa, en plena madrugada, sin luz aún, a raíz del fusilamiento, caliente aún la
sangre ale las victimas, para sacarme de ella presurosamente y Ilevarme a un
armón de los Ferrocarriles hasta una estación de la línea de Campeche, en
donde don Anatolio Buenfil me hizo abordar el tren que iba para esa ciudad,
y que consistía en un pequeño convoy que había salido con algún objeto
militar y que llevaba también al personal de la compañía de la artista Doña
Virginia Fábregas que estaba en Mérida por aquellos días.
Hasta aquí lo pie yo sé y me consta.
Y de cómo se celebró tenebrosamente el famoso Consejo de Guerra que
culminó en la inesperada tragedia, está explicado con por menor en el
documento que tu me diste y que yo te devuelvo firmado por su autor que
es, como supones, el Sr. Lie. Don Hernán López Trujillo.
Con un estrecho abrazo, me repito tu compañero y amigo de siempre. Lic.
Gustavo Arce.
La Comisión Exportadora carrillista
Uno de los golpes más fuertes que propició Carrillo Puerto a la Harvester fue
la potencialización de la Comisión Exportadora de Yucatán que, básicamente,
era un organismo que regulaba el precio del Henequén, evitando así que los
Estadounidenses se aprovecharan de sus “mayordomos” mejor conocidos
como “La Casta Divina”, para obtener jugosas ganancias con la devaluación
excesiva e injustificada del preciado material. En su Informe de Gobierno de
1923 Carrillo explica los alcances de la comisión en los siguientes términos:
El nacimiento de la Comisión Exportadora de Yucatán, fundada para
la protección y defensa de la industria henequenera ha dado los
resultados más felices y fructíferos, consiguiendo no solamente la
conservación de las plantaciones de nuestra fibra, sino lo que es más
importante, el mejoramiento de su comercio, cesando la actividad
inconveniente de los especuladores en el mercado consumidor y
productor, que acostumbraban fijar caprichosamente los precios
a nuestro filamento. Actualmente, nuestra institución, destinada a
regular el precio del henequén, de acuerdo con los factores naturales
y espontáneos del mercado, ha alcanzado el éxito más absoluto
procurando la compenetración y armonía de los productores y
consumidores, cosa que se creía imposible anteriormente, debido
al particular interés que tenían los que comerciaban con nuestra
fibra para continuar el sojuzgamiento de los agricultores yucatecos.
Las dificultades insuperables que se preveían para el correcto
desenvolvimiento del programa económico que se trazara el
gobierno a efecto de lograr la efectividad de la protección y defensa
de los intereses económicos del Estado, vinculados principalmente
en la riqueza henequenera, se han podido vencer prácticamente,
empleando todos los medios adecuados y eficaces que dicha
institución ha tenido a su alcance, pudiéndose asegurar que la crisis
económica que aquejaba al Estado ha desaparecido para siempre, y
no dudando ni un momento que en lo sucesivo el desarrollo ulterior
y trascendental de aquel programa llegue a ser coronado por el más
completo e indiscutible éxito, que redundará no sólo en beneficio de
los hacendados, sino principalmente de los trabajadores del campo…
La organización y funcionamiento de la Comisión Exportadora de
Yucatán son absolutamente socialísticos, y, por tanto, tienden y no
pueden menos de tender a la enérgica procuración del bienestar
general, conceptuando la industria henequenera como una riqueza
pública que el gobierno del Estado está obligado a amparar y proteger,
desechando la anticuada tesis de que la industria henequenera
pertenece única y exclusivamente a los propietarios legales de ella.
Esta institución se halla hoy considerada como representativa de
la casi totalidad de la riqueza pública, constituyendo la vitalidad
económica de todo el Estado, razón por la cual el gobierno ha
estimado de su más estricto deber ampararla con todas las medidas
y determinaciones que ha juzgado pertinentes para su defensa. La
industria henequenera simboliza y representa en verdad el cúmulo
de energías y esfuerzos gastados por los trabajadores para la
creación de ella, y siendo esto así, el gobierno no vacila ni vacilará en
otorgarle toda la ayuda tendente a su conservación y mejoramiento.
La Comisión Exportadora de Yucatán, al comenzar sus labores, se
encontró con inmensos obstáculos que parecían destinados a hacerla
fracasar, como vaticinaban los que se opusieron a su fundación; pero
afortunadamente el periodo de prueba ha pasado, y puedo asegurar
que el porvenir se halla preñado de las más halagadoras esperanzas,
fundando éstas no solamente en la historia de todas sus operaciones
ya efectuadas, sino primordialmente en los seguros ofrecimientos
de factores que necesariamente influirán en el futuro comercial de
nuestra fibra.”
*
Mérida, Yuc., diciembre 10 de 1923
General P. Elías Calles
México, D.F.
Nuestra condición península es demasiado alarmante. Tanto usted
como general Obregón y secretario de Guerra heles manifestado
necesidad que tenemos de armarnos. Yo sólo he pedido permiso poder
meter todas las armas y parque, no sólo puedan servir a nosotros,
sino también a ustedes en cualquier momento, pues estando armadas
Ligas Resistencia, fácilmente podrían ganarse fuerzas federales
Yucatán, sin ningún temor, porque compañeros están dispuestos
defender causa que reina gran empeño y entusiasmo.
Si trajéramos cuarenta mil rifles, en general habría ochenta mil
compañeros que vendrían a tomarlos. Suplícole influya no se
pierda esta ocasión de entusiasmo, para que yo pueda organizar
militarmente todos los habitantes de la península y así servir a
nuestra causa revolucionaria, como debemos hacerlo. Ruégole ver
al C. Presidente Obregón y Secretario de Guerra, para autorícenos
aduana meter dichas armas, en la inteligencia de que podrían servir
a ustedes en cualquier momento.
Esto es urgentísimo, porque con que desembarcaran en Campeche o
Progreso mil hombres, apoderaríanse península y conviene a ustedes
conservar ésta de aquí, porque podemos proporcionarles dinero
y armamento. Suplícole ponga telegrama a mi nombre a Tomás
Castellanos, vía Laredo o El Paso, diciéndole debe venir cuanto antes
Estados Unidos, puesto que fue interceptado cable Veracruz. Espero
urgentemente contestación usted, Presidente República y Secretario
Guerra. Afectuosamente.
FELIPE CARRILLO P.
Gobernador del estado
El clericato
Recordemos que “durante el clericato se “multiplicó la base económica de la
Iglesia en Yucatán y (se) creó un Estado clerical con la participación masiva
de la clerecía en todas las formas de expresión de la sociedad yucateca… Al
poco tiempo de asumir Tritschler la administración del obispado, empezaron
a hacer su aparición en el escenario los hombres de paja del un hevo
obispo, que habrían de sustituir, en algunos de los asuntos monetarios y
de transacciones comerciales de la iglesia católica durante el clericato, a
los tradicionales prestanombres del periodo carrillista (del obispo Carrillo
Ancona). Uno de los más representativos de esta nueva y enigmática
hornada sería Antonio Saldívar… (Con) el arribo de Tritschler empezó a
adquirir relevancia empresarial como reflejo de su cercanía con la diócesis.
El 21 de octubre de 1901 el obispo lo instruyó públicamente para hacerse
cargo de los gastos de los funerales del obispo de Campeche… fallecido en
Mérida ese día; meses después, Zaldívar formaría con el yerno de Olegario
Molina, Avelino Montes, la sociedad… “Engel y asociados, compañía que se
dedicará a la explotación de un establecimiento de ferretería, maquinaria
y demás analogos”, la cual se vio ampliamente favorecida por las compras
de la administración molinista… En… 1902, la Cervecería Yucateca, cuyo
propietario, el cantonista José María Ponce, había dispuesto… “accediendo
a los deseos de varias personas, ceder su fábrica de cerveza a una sociedad
anónima”, incorporó a su consejo de administración al representante de la
Iglesia en asamblea en la que se decretó el pago de un dividendo de $10.95
por acción de $100.00.276
En los ocho años de clericato, la clerecía secular y las órdenes y asociaciones
religiosas se abalanzaron a la compra de tierras e inmuebles… Desde el
obispo Martín Tritschler que a título personal registró en un solo año cinco
adquisiciones de predios, hasta las Siervas de María a quienes Nicanor
Ancona (Banco Yucateco, socio de Tritschler en empresas editoriales y
comprador de armamento para la revuelta argumedista contra Alvarado)
“cedía” propiedades, pasando por las compra-ventas de las compra-ventas
de las órdenes religiosas de maristas, josefinas, vicentinas, teresianas, y
demás prestanombres de la Iglesia…277
Con este cuadro de actividades económicas del alto clero en la península,
incompleto aún pues para ampliarlo sería necesario contemplar las
operaciones de exportación de henequén (pues el obispo Carrillo y Ancona
había decretado en 1884 un “impuesto clerical” al henequén “de un medio o
cuarto de real por arroba, según la conciencia del causante”), otros negocios
en el Estado, inversiones fuera de Yucatán, en Cuba, en Estados Unidos,
en España, etc… Trirschler (en suma) logró incorporar el organigrama de la
actividad económica del Vaticano a la península.278
276
277
278
Menendez, Hernán, Iglesia y Poder, CNCA, México, 1995, p. 307-309
Menendez, 1995: 311
Menendez, 1995: 311
Tritschler hablaba del demonio del liberalismo, y su hijo el socialismo.279
Al comenzar el año de 1914, las noticias que llegaban sobre los sucesos
revolucionarios y el avance de las tropas constitucionalistas, provocaron una
serie de rumores que la iglesia canalizó en una escalada de actos religiosos con
los que intento predisponer a la población católica para acciones conjuntas
e inmediatas. Pero rebasado por los acontecimientos, Tritschler no esperó el
resultado de esas acciones y… decidió emprender la retirada el 24 de agosto
de 1914, acompañado del obispo Mejía y de tres presbíteros más. Atrás
dejó a Álvarez Galán encargado de la diócesis, al cabildo, a los 56 sacerdotes
extranjeros y a los cincuenta nativos que conformaban el clero secular.
El molinismo invocó a su poderosa alianza de antaño con la Iglesia… y
promovieron conjuntamente la rebelión argumedista, no sólo en los asuntos
menores como en el aspecto logístico al facilitarles la hacienda Sodzil de
Olegario para el entrenamiento de sus tropas, sino también en el esencial
como el suministro de armamento y, muy probablemente, como aludían los
constitucionalistas, en la autoría intelectual de la misma… El sonido de las
campanas de todas las iglesias daban a con ocer, la madrugada del 11 de febrero
de 1915, el pronunciamiento de Ortiz Argumedo y su inminente entrada a
la capital (Mérida), donde habría de ser recibido por el hermano menor de
un influyente miembro del Cabildo eclesiástico, Manuel Casares Cámara…
Abel Ortiz Argumedo, cabecilla de la rebelión, había sido administrador de
las haciendas y bienes del general Teodosio Canto, aquel a quien Porfirio
díaz había obligado a desmentir, en 1893, sus declaraciones separatistas
publicadas en Nueva York… (Apoyaron el movimiento visiblemente…) Nicanor
Ancona (uno de los sociso de Tritschler en la operación de compraventa de
la revista de Mérida y miembro de la junta de gobierno argumedista, Álvaro
Moreno Irabién (sobrino de Olegario y apoderado de los bienes del clero),
Arcadio Lizárraga (otra de las “cabezas de leño” de la Iglesia).280
Tritschler dirigió al clero una circular “luego de la entrada de Alvarado, en la
que les señalaba que debían de salvar la libertad de su conciencia cristiana
que está garantizada por las leyes y no aceptar de palabra ni por escrito
ningún compromiso”… Y más adelante escribió a un feligrés que “aquél que
no abandonase a su padre y a su madre y a sus hermanos y hermanas para
seguirlo a Él, no podría ser digno discípulo suyo”.281
Cuando salió al exilio, Tritschler hacía salvaje campaña de prensa en E.U.,
desde Cuba.282
279
280
281
282
Menendez, 1995: 354
Menendez, 1995: 365
Menendez, 1995: 379
Menendez, 1995: 380
Martín Tritschler se convirtió así en el hombre-síntesis del antialvaradismo
alrededor del cual se agruparon las corrientes políticas yucatecas dispersas
en el exterior.283
Hermenegildo Rodríguez
Algo similar respondió a la Orden de los Caballeros de Colón establecida
en Mérida. Sí, sí, muy revolucionario, sin duda el Presidente… Lo cierto sin
embargo es que al mismo tiempo, a través del secretario de Guerra Francisco
Serrano, y quince días después de la toma de posesión de Carrillo Puerto,
Obregón designó al Coronel Hermenegildo Rodríguez nada menos que
Presidente Propietario del Consejo de Guerra de la Plaza de Mérida.
Esto a pesar de que sobre este coronel Rodríguez el secretario de la Guerra y,
seguramente, el mismo Obregón acababan de recibir, por petición expresa, el
siguiente “Informe sobre la mala conducta” fechado 7 de julio de 1921.
283
“Sería muy largo enumerar uno por uno los abusos que dicho Jefe
[Hermenegildo Rodríguez] cometió en la Plaza de Tehuantepec,
cuando me encontraba en ella guarneciéndola con mis tropas valido
a que era Jefe de mi Estado Mayor, pero en lo general su conducta
ha sido pésima. El citado Coronel en muchas ocasiones y en Estado
de ebriedad amenazó y golpeó a varias personas pacíficas de aquel
lugar, algunas veces vengando viejas rencillas, otras por cuestiones
de mujeres y otras por causas completamente fútiles; en estado de
ebriedad escandalizaba disparando su pistola; quiso raptarse a una
Señorita y otros muchos hechos que le ameritaron varios arrestos,
siendo uno de ellos de un mes. [Lo que era y es inusual en un Coronel,
en realidad debió habérsela impuesto un Consejo de Guerra y más
que un arresto era una pena, mínima, pero al fin y al cabo penaron
su conducta]. Ante la insoportable conducta de dicho Coronel y
comprendiendo que de tenerlo entre mis fuerzas, era en desprestigio
no sólo de mi persona sino del Ejército Nacional; consulté el caso
al General Marcelo Caraveo, Jefe de las Operaciones Militares en el
Istmo y dicho General ordenó que Hermenegildo Rodríguez , pasara
comisionado en el Cuartel General de Rincón de San Antonio, sin
dejar de ser el Jefe de mi Estado Mayor, para tenerlo más de cerca y
vigilar su conducto , en eso la Superioridad ordena la organización de
los Estados Mayores, y al hacerse en mi Estado Mayor, el expresado
Coronel resultó excedente, por lo que lo puse a disposición de la
Secretaría de Guerra y Marina, expresando mi opinión, misma que
Menendez, 1995: 382
repito en la presente, de que no se le diera comisión alguna, porque
hablando sin pasión, es un Jefe a quien no se puede confiar nada, por
su carácter impulsivo y perverso y sus instintos de maledicencia” por
lo que transcribo a Ud. para su conocimiento y efecto de que se sirva
ordenar que la presente información sobre la conducta del Jefe de
que se tata, sea agregada a su expediente respectivo.
Obregón se aprestaba, asimismo, a reprimir el movimiento inquilinario
de Veracruz, directamente con el Ejército. Poco antes, sin embargo, en
mayo de 1922 da el Decreto sobre impuestos al Petróleo. (Pereyra, 1949:
136) ¿Impuestos al petróleo? A ver, a ver, a ver… Alguien parecía no haber
entendido bien las palabras que el senador Albert Fall dirigió al comisionado
mexicano Iglesias Calderón el 27 de septiembre de 1920:
“Para que los Estados Unidos reconozcan al gobierno actual de
México debe firmarse un tratado en que su país se comprometa a no
dar nunca una ley, y menos de carácter constitucional, que moleste a
los ciudadanos norteamericanos o a sus intereses en México.”
Iglesias Calderón se opuso asegurando que no habría un solo gobierno
mexicano dispuesto a aceptar “una condición tan humillante, pues México
no puede permitir que se discuta su derecho para dictar leyes”.
“Entonces –replicó Fall- jamás se recibirá un embajador mexicano en
la Casa Blanca y tampoco mandarán a México los Estados Unidos un
embajador suyo. Y no solamente las relaciones diplomáticas, también
las comerciales quedarán interrumpidas.”
Iglesias Calderón contesta que si se llega a ese extremo lo sentiría, pues sería
perjudicial para México, pero que también los Estados Unidos resultarían
perjudicados en sus intereses. A lo que Fall respondió secamente: “No. Los
Estados Unidos no se perjudicarían. Son los amos del mundo. Todas las
naciones son sus deudoras”…
El fin
Día dos de enero de 1924. Entre nueve y diez de la mañana se presentó en
el local que ocupaba la Jefatura de Operaciones el Coronel Ricardez Broca,
con unos papeles en la mano, y dijo, levantando la voz y con tono alterado:
“Ya que el pueblo yucateco quiere que se derrame sangre, así se hará.”
Luego, dirigiéndose a uno de sus ayudantes, le dijo: Capitán, vaya a la oficina
del Telégrafo, y dígale al director que de orden mía, no permita que pase
ningún mensaje para don Adolfo de la Huerta.” Esta orden la oímos todos
los que estábamos presentes en aquel lugar. En seguida agregó: “Que todo
el personal de Justicia Militar fuera conducido a la Penitenciaria Juárez.” En
unos automóviles se nos condujo a la citada prisión. Llegamos a ésta como
a las diez y media de la Mariana, custodiados por algunos jefes militares,
no permitiéndosenos hablar con nadie. Ya en la prisión se dio orden at Jefe
de la Guardia de dicho establecimiento penal, de que no se nos permitiera
salir ni comunicarnos con nadie del exterior. Esta orden la supe cuando quise
ponerme al habla por teléfono, con los licenciados Evia Cervera y Cervera
Monsreal y además para avisar a su familia que estaba detenido en. La
Penitenciaria, cosa que no pude hacer por habérmelo impedido. Supimos
después, que varios amigos nuestros intentaron comunicarse con nosotros,
pero no lo consiguieron. Ya en la prisión y sin saber nosotros me refiero a los
funcionarios de Justicia Militar de que se trataba, observamos que en uno
de los departamentos de la Penitenciarla, situado al sur de la rotonda y en
donde había algunos barcos de escuela, varios soldados formaban un estrado.
Comenzamos a sospechar, y fue cuando nos pusimos de acuerdo al Asesor,
el Ministerio público, el Defensor y yo, a fin de que si se trataba de formar
Consejo de Guerra contra el señor Carrillo Puerto y demás compañeros,
presentaríamos nuestras excusas; esto llegó a los oídos del Jefe de Guarnición
Coronel (Hermenegildo) Rodríguez, quien por conducto de unos oficiales nos
amenazó con que corriéramos la misma suerte de los que han a ser juzgados,
si tal cosa hacíamos. Con esta amenaza, nuestras sospechas tomaron cuerpo;
no era posible salir de aquella situación y nos pusimos de acuerdo a fin de
tener la intervención menor posible en el asunto. Como a la una, poco más
o menos, se nos sirvió un almuerzo, habiendo comido quien tuvo ganas para
ello. Debo hacer constar que los meseros que fueron del Gran Hotel para servir
aquella comida, fueron detenidos en ‘a prisión y no se les permitió salir sino
hasta el (ha siguiente, probablemente para que no conversaran en la calle de
lo que se trataba. El Coronel Rodríguez, que no salió de la prisión en todo el
día, recibió como a las dos, poco más o menos, unos documentos del Coronel
Ricardez Broca, y en vista de ellos dictó la orden de proceder directamente al
Consejo. Esto era ilegal a todas luces, pues a ml, como Juez Instructor, debió
haberse girado dicha orden; pero como mi actitud no inspiraba confianza,
el proceso, Si puede llamarse así, lo instruyó el Presidente del Consejo. Si
existe el proceso, pues quedo en poder de Rodríguez, se podrá comprobar
este hecho.
Instalado el Consejo, ocuparon el estrado el teniente coronel Israel Aguirre,
como Presidente, teniendo a su derecha al mayor Ignacio L. Zamorano, y a su
izquierda al mayor Vicente Frontana, fungiendo estos dos últimos como
voces. Pedí a Aguirre que me mostrara la orden de proceder, y cual no sería
mi asombro al enterarme de que se iba a juzgar al señor Felipe Carrillo Puerto
y trece personas más, entre ellas sus hermanos Benjamin, Edesio y Wilfrido,
todos buenos amigos míos. No puedo explicar lo que paso por mí; fue tal la
impresión que recibí, que no pude articular palabra; dirigí la vista a mis
compañeros licenciados López Vales, Guzmán y Berny Diego, y en todos se
vela el semblante descompuesto; debían estar sufriendo lo mismo que yo.
Cuando el teniente coronel Aguirre mandó buscar a don Felipe Carrillo Puerto
para examinarlo, mi impresión subió de punto y sentía que las fuerzas me
faltaban; si me hubiesen dado orden que hablara no lo hubiese podido hacer.
Conducido a presencia del Consejo el señor Carrillo Puerto, fue interrogado
por el citado Aguirre; antes de que éste formulara alguna pregunta, don
Felipe comenzó a protestar con toda entereza contra el Consejo que lo iba a
juzgar, pero dijo que si había cometido algún delito, eran las Cámaras quienes
debían juzgarlo y no un Consejo de Guerra que solo era para juzgar a los
militares y que él era civil. El Presidente Aguirre le dijo que no se trataba de
eso y que respondiera a las preguntas que le iba a hacer. El señor Carrillo
Puerto, sin inmutarse; negó todos los cargos que se le hacían, y cuando se dio
lectura por el Secretario Frontana a los telegramas que contestaron al citado
señor Carrillo Puerto los presidentes municipales del Estado en que se les
ordenaba fusilaran a todo aquel que no fuera amigo del Gobierno Socialista,
los negó también. Después de examinar a éste, fueron conducidos a presencia
del Consejo, uno por uno los señores Manuel Berzunza, Benjamin, Edesio y
Wilfrido Carrillo, quienes negaron todos los hechos que se les imputaba. En
seguida fue examinando Urquía y negó también. Lázaro y Valerio fueron los
únicos quite declararon acerca de varios. crímenes ordenados, según ellos,
por el Inspector de policía Wilfrido Carrillo. Los demás examinados también
negaron los cargos que se les hacía. Terminado el examen de todos los
procesados, se suspendió por un momento el Consejo a fin de que sus
miembros tomaran algún alimento. Terminada la cena, volvió a instalarse el
Consejo. El teniente coronel Aguirre dispuso que se practicaran unos careos
entre el señor Wilfrido y los señores Lázaro y Valerio, y entre estos y Barrientos.
En estos careos el señor Carrillo (Wilfrido) sufrió un desvanecimiento por los
cargos que le hacían los citados Valerio y Lázaro, Pero a pesar de ello negó. La
conducta observada por estos dos, en mi concepto, fue indigna, toda vez que
recibían favores y distinciones del que fue su jefe. Al comenzar estos citados
careos, se permitió la entrada al local del Consejo al reportero de la Revista
de Yucatán, Señor Vázquez, permiso que otorgó Ricárdez Broca, quien se
presentaba de rato en rato a la penitenciaria. El señor Vázquez, único civil
que se encontraba presente, pudo darse cuenta de lo que ocurrió más
adelante. En los momentos en que se verificaban los ya mencionados careos,
Ricardez Broca noto que ni el licenciado López Vales ni yo nos encontrábamos
en nuestros puestos, y dirigiéndose a nosotros, nos reprendió, y nos dijo que
si queríamos ocultar la cara que lo dijéramos. Obedecimos, no había más
remedio, y calladamente, sin pronunciar palabra, nos dirigirnos a lo que los
señores militares llamaban nuestro puesto. El señor Vázquez es testigo de
este hecho, como ya dije, estaba presente. Después de terminar los careos,
ordenaron al Ministerio Público que pidiera la pena de muerte formulando al
efecto sus conclusiones. Entre tanto, nosotros hacíamos ver a los señores
militares que formaban el Consejo, que no había datos para formular
acusación y mucho menos para condenar. El mayor Zamorano me habló
aparte y me dijo que no nos ocupáramos en hacer la defensa de los reos
porque podíamos correr la misma suerte que ellos. Esta misma amenaza fue
hecha al asesor, al Defensor y al Ministerio Público. Fue cuando comprendimos
que eran inútiles todos nuestros esfuerzos pasa salvar la vida a los presos.
Intentamos comunicarnos con alguna persona de la calle para ponerla al
tanto de lo que ocurría, pero se ejercía tal vigilancia sobre nosotros, que nos
era imposible hacerlo. A todo aquel que penetraba en la prisión en aquellos
momentos, no se le permitía salir; en este caso estuvo el señor Aristaco
Acereto, quien fue al enterarse probablemente de lo que pasaba, y le fue
impedida la salida. Por todo esto se desprende que la idea que tenían los
señores militares que gobernaban Yucatán en aquel entonces, era la de matar
a los presos sin concedérseles a éstos ni la defensa, que es el derecho más
grande consignado en nuestra carta magna. El Ministerio consiguió, a duras
penas, que le aceptaran su excusa respecto al licenciado Berzunza, después
de una serie de amenazas y nombraron al teniente coronel Vicente Coyt en
su lugar. Este señor cuando tuvo en su poder el expediente, malamente
formado, se dio cuenta de que contra nadie había cargos para pedir pena de
muerte y mucho menos contra el licenciado Berzunza; nos consultó a nosotros
y le contestarnos que no se podía pedir aquella pena; no sabiendo qué hacer,
consultó con Ricardez Broca y delante de nosotros contesto este señor que
de todas maneras pidiera la pena de muerte. Fue tal el número de amenazas
que pesaban sobre nosotros, que la Defensa que siempre es muy amplia y
que tiene el campo vastísimo, fue amenazada y obligada a adherirse a la
petición del Ministerio Publico. Después de todo esto se quedaron solos los
señores Aguirre, Zamorano y Frontana y sentenciaron, condenando a los
señores Felipe Carrillo Puerto y demás compañeros a la pena capital. Aquella
sentencia cuyos términos hasta ahora no conozco, no les fue leída a los reos.
Entre cuatro y cuatro y media de la mañana del día 3 de enero de mil
novecientos veinte y cuatro, fueron sacados los señores Carrillo Puerto y
demás sentenciados, de la Penitenciaría Juárez, amarrados de dos en dos e
introducidos en dos camiones, que al efecto se fueron a buscar. Cuando creí
que todo había terminado y creyendo que ya me iría para mi casa, el coronel
Hermenegildo Rodríguez, quien era el que más empeño tomaba en todo lo
ocurrido, me ordenó que tenía yo que ir a presenciar las ejecuciones; todos
los ruegos y suplicas que le hice a este señor no fueron lo bastantes para
convencerlo de que no me llevara a presenciar el fusilamiento; le hice ver que
se trataba de amigos míos y que para mí iba a ser aquello muy doloroso; todo
fue inútil, pues tomándome del brazo me introdujo en uno de los automóviles
de la guarnición; lo mismo ocurrió con el Dr. Guzmán, hijo, a quien se ordenó
que tenía que certificar la muerte de los reos. Partieron los automóviles de la
Penitenciaría, yendo delante los dos camiones donde iban los reos custodiados
por fuerte escolta. Se tomó rumbo sobre la calle 59 hasta cruzamiento con la
70, doblando a la derecha tornaron rumbo al cementerio. Las puertas de
hierro de éste se encontraban cerradas; algunos soldados intentaron forzarla,
pero fue inútil; un chaufer saltó por encima de ellas y fue a avisar al velador;
mientras este llegaba permanecimos en aquel lugar como un cuarto de hora
que me pareció un siglo. Penetraron los camiones, seguidos por los
automóviles; aquello era un entierro de vivos. La impresión que yo
experimentaba no la puedo explicar; me parecía que todo aquello era una
pesadilla. Llegamos al lugar en donde iban a ser ejecutados los reos. Serían
como las cinco y cuarto. Fueron bajados de Los camiones siete de ellos, entre
los cuales estaba el señor Carrillo Puerto. Yo me aleje un poco de aquel lugar.
No quería presenciar ese salvajismo. Desde el lugar en que me encontraba
pude escuchar a Antonio Cortez y Pedro Ruiz que decían que eran inocentes.
Una descarga apagó sus voces. Don Felipe no hablo una sola palabra. Luego
fueron ejecutados los demás de dos en dos. Benjamin Carrillo se dirigió a la
escolta suplicándole que no le tiraran a la cara, sino al pecho. Wilfrido Carrillo
y Francisco Tejeda, fueron los dos últimos; cuando estaban parados en el
cuadro rodeado de los cadáveres de los demás, Wilfrido pidió hablar conmigo.
Fui llamado, pues como ya dije, me encontraba retirado de aquel lugar; este
momento fue para ml el más doloroso; al llegar al lugar en que se encontraban
parados, Wilfrido me estrecho la mano con efusión; en su rostro, demacrado
por los sufrimientos note que quería decirme algo reservado; pero quizá se
dio cuenta de que nos rodeaban algunos jefes y oficiales y me dijo solamente:
“Te suplico te llegues a mi casa y te despidas en mi nombre de mi madre y de
mis hermanos.” Nos estrechamos nuevamente las manos. Al salir yo del
cuadro, una descarga puso fin a la vida de los dos últimos sentenciados.
Después de aquella escena trágica, fui conducido en automóvil a mi domicilio.
Serían las seis de la mañana. Después de tres días de angustias y sufrimientos,
y de presenciar escenas que en mi vida había presenciado, me fue imposible,
por el estado en que me encontraba, conciliar el sueño. Estuve enfermo. Al
día siguiente cumplí con el recado que me dio Wilfrido, comunicándoselo a
un sobrino suyo, para que a su vez se lo comunicara a sus demás familiares.
Pocos días después, y por pedimento de algunos jefes y oficiales del 18
Batallón y del coronel Rodríguez, se me ordenó que entregara el Juzgado.
Se me consideró como enemigo de la Revolución, por mi actitud observada
en el famoso Consejo, y, además, según me dijeron los capitanes Murillo y
Bielmas, que el descontento que existía contra mí era debido además a mi
estrecha amistad con el general Alejandro Mange, que era fiel al Gobierno.
Esta es toda la verdad sobre el Consejo de Guerra que ilegalmente se instaló
para juzgar al señor Carrillo Puerto y socios, a pesar de nuestros esfuerzos
para evitarlo. Hago este relato porque no quiero que se me juzgue como
cómplice de un acto que mi intervención y la de mis compañeros se debió a
las constantes amenazas, y que no pudimos evadir en virtud de haber estado
presos.
A algunos amigos y parientes, con la debida reserva, relate estos hechos a raíz
de los acontecimientos, y digo que con la debida reserva, pues en aquellos
momentos era imposible publicar la verdad.
Salí de Mérida a principios de marzo último, después de haber estado
guardado algunos días; mi situación en aquellos momentos era peligrosa
para mi persona, porque por las calles se paseaban los oficiales a quienes
tenla procesados, y que podrían atentar contra mí.
Cuando los ánimos se serenen y la justicia se abra paso, mi nombre, que
desgraciadamente se halla mezclado en este asunto, quedará, tengo completa
fe en ello, limpio de toda mancha.
New Orleans, La., 2 de mayo de 1924284
Muerte de Salvador Alvarado
El 10 de junio de 1924 es muerto el general Salvador Alvarado. Presente en la
traición que sufre el general Alvarado se encuentra el coronel Vicente Coyt.
Durante la ejecución del general Alvarado
284
DATOS PARA LA HISTORIA, COMO SE VEREFICO EL LLAMADO CONSEJO DL
GUERRA QUE JUZGO A DON FELTPE CARRILLO PUERTO Y COMPAÑEROS. LA ACTITUD DE
LOS FUNCTONARIOS DE JUSTICIA MILITAR
…se oyeron vivas a Obregón y al general Federico Aparicio. Cuando
Manuel Antonio Romero llega a “El Hormiguero”, sólo halla el cadáver
del general Salvador Alvarado con una herída en la ceja, otra más
arriba y dos más en el corazón y en el estómago. Sus bolsas están
vacías y sus pies descalzos.” 285
FINALES INFELICES
Ricárdez Broca, que en mayo 1924 se encuentra en Payo Obispo –según
recibe Obregón telegrama-, se dirigió a Belice, Corozal, que es un ejemplo
de la complacencia del gobierno inglés hacia los rebeldes, pero Obregón no
mostro gran interés en evitar su huida, aunque había que cumplir con las
formalidades, mandó formar la causa penal para la petición de extradición.
Qué diferencia con la saña con la que persiguió a Maycotte o a Diéguez.
Ricárdez Broca se exilió en Honduras con un nombre falso: “más tarde
surgieron distintas versiones [escoge la que prefieras Paco] que se había
suicidado, que Morones lo había mandado asesinar [utilizando a Prevé] o
que vivía magníficamente en Belice. Con el nombre de Rodrigo García se
suicidó el 2 de agosto de 1925, Taracena confirma la versión de su estancia
en Honduras, con ese nombre, donde supuestamente fue asesinado, pero
Plasencia cree que fue un ardid de Ricárdez para que se olvidaran de él y
lo que hizo fue pagar generosamente al pistolero: estas conjeturas las hace
Taracena porque supo después que radicaba en Belice, donde vivía con una
peruana rica”286
Antes de huir a Belice mandó con Adolfo Ferrer el archivo de Carrillo Puerto
al Departamento de Estado en Washington287 para que se dieran cuenta de
la corrupción (sic) que había en la administración de éste y pretendió así,
acabar con la imagen de mártir, apóstol del socialismo, etcétera.
Recordó el Gral. Gual Vidal, que Ricárdez llego a Yucatán debido a que le pidió
ayuda a Carrillo Puerto, hay gente que no te perdona que la ayudes…
Obregón, por si fuera poco, dejó en libertad a los jefes de baja graduación
involucrados en el asesinato múltiple, fascista y salvaje de los Carrillo Puerto
285
Taracena, 1992: 382-383
286
Plasencia P. 265. Este fue el telegrama: Telegrama de 4 de agosto de 1925. Al Gral. Plutarco
Elías Calles. Acabo de recibir siguiente mensaje nuestra Legación en Tegucigalpa, Honduras: Madrugada ayer cuatro suicidóse en Puerto Castillo, Honduras ex general mexicano Juan Ricárdez Broca quien
había llegado dicho puerto incógnito bajo nombre Rodrigo García. Esa noticia es oficial. Detalles correo.
Hónrome transcribirlo superior conocimiento Ud., saludándolo respetuosamente. El Secretario de Relaciones Exteriores. A. Sáenz.
287
Este informe lo fotografió el mayor canadiense Joseph F. Cheston, en la embajada norteamericana en México. Calles-Torreblanca. AFT. Exp. 84, inv. 6395.
y compañeros, como lo revela el siguiente telegrama, que raya en lo que
sigue al descaro y al cinismo:
Mayo 28 de 1924.
Federico Martínez V. y demás firmantes, C/o., Director Prisión Militar
Santiago, Ciudad.
Caso de ustedes no es igual al de jefes de baja graduación y oficiales
del Ejército cuya libertad ordenó este Ejecutivo, pues éstos tienen
cuando menos, el atenuante de haber sido influenciados por
sus Jefes superiores, mientras que ustedes, con su carácter civil,
nadie ejercitaba autoridad ni influencia sobre sus actos y estos
tuvieron que ser expontáneos, (sic), por cuya circunstancia, toda la
responsabilidad correspondende a ustedes. Afectuosamente (sic).
Presidente República. A. Obregón.288
Hermenegildo Rodríguez murió en EEUU., los únicos sujetos a proceso fueron,
como siempre, los soldados de más bajo rango, dado que en 1925 enviaron
una carta a Calles solicitando el indulto, toda vez que al haberse entregado
las fuerzas federales, los generales Eugenio Martínez y Agustín Olachea, los
amnistiaron, pese a esa amnistía y a que el único elemento de prueba contra
ellos era el maifiesto aparecido luego del asesinato de Felipe Carillo Puerto y
compañeros, mismo que por cierto no firmaron, y por si fuera poco tampoco
aparecen los nombres de Ricárdez y Rodríguez los procesaron por el fuero
militar. En la carta a Calles señalaron: que estaban muy pobres, que no tenían
ni con qué vestirse, que no eludían su responsabilidad en los hechos que les
imputaban, pero ellos no eran los que mandaban, que tenían más de un año
presos sin que se les permitiera ver a sus defensores, les negaban audiencias,
peticiones, les dilataban las diligencias, ellos, con razón, argumentaron que no
era justo que siendo los de más bajo rango, estuvieran sujetos a dos procesos:
civil y militar, mientras que los Jefes responsables, ya fuera en México o en el
extranjero gozaban de libertad. “Con los grados de teniente el primero José
Amaro, y los otros dos don el grado de subteniente, Rosendo Castellanos y
Manuel Díaz Martines, correspondimos al 18 Batallón de Línea, que también
secundo el movimiento de diciembre de 1923,impulsado y obligado por
el Coronel Juan Ricárdez Broca y Hermenegildo Rodríguez, Presidente del
Consejo de Guerra de la Plaza; y dadas nuestras condiciones especiales,
por el lugar y las dificultades en las vías de comunicación no nos fue posible
apartarnos de una manera completa y absoluta del cuerpo infidente, ...
hasta que logramos presentarnos a las autoridades militares que nos dieron
288
Fondo Obregón/Calles 101-R2-C-22
amnistía, garantías y salvo conductos respectivos , que obran en autos.
Nosotros somos los únicos que estamos respondiendo una culpa, a pesar de
estar amnistiados, mientras que el resto de los altos jefes y oficiales de mayor
categoría del 18 batallón y de otros cuerpos del ejército que secundaron la
revuelta, gozan de libertad, tanto los que residen en el país como los que
se encuentran en el extranjero; y parece muy duro y lamentable que se no
esté tratando a nosotros con tanto rigor cuando los otros tienen amplias
garantías, no obstante qde que los verdaderos responsables de la defección
y de los acontecimientos son los altos jefes de los cuerpos que se adhirieron
al movimiento. El Mayor Bernardo Biedmans, que hizo la aprehensión de
Carrillo y Compañeros, con un pelotón de hombres ejecutó la sentencia del
Consejo de Guerra, de los elementos que formaron éste, se nos cierran las
puertas de la justicia y se nos niegan nuestros derechos para defendernos y
destruir las pretensiones de las esferas oficiales. Señor Presidente, como una
nueva gracia, solicitamos nuestra amnistía, tanto más cuanto que el caso es
netamente político, que nosotros no somos responsables de él. 20 de mayo
de 1925.
Calles respondió que a él no le correspondía la amnistía sino al Congreso. 28
de mayo de 1925.
Veintitrés años después…
El colmo de la hipocresía
En cuanto a Ricárdez Broca, el 5 de Julio de 1926….
Al C. Secretario de Guerra y Marina. El Departamento de Contraloría ha
remitido a ésta Oficina copia de la liquidación que por concepto de bonos
corresponden al C: Coronel Juan Ricárdez Broca, quien, según se asegura,
tomó parte activa en el último movimiento rebelde; por lo que me permito
suplicar a usted se sirva ordenar que se me informe en que región se levantó
en armas dicho individuo; se le ha instruido proceso y proporcionarme todos
los datos que puedan servir de prueba, con el fin de dar las instrucciones
respectivas para demandar la responsabilidad civil que le resulta por el
delito de rebelión. Reitero a usted las seguridades de mi atenta y distinguida
consideración. El Procurador General de la República. (Sedena. Rebelión De
la Huertista. Expediente XI/481.5 Rebelión en Estados Unidos, 1924, 1925)
Según un documento de 9 de junio de 1947: “No se encontraron antecedentes
de la causa que menciona relativa al Coronel Juan Ricárdez Broca. 9 de junio
de 1947.” Es decir, no se le procesó.
VÍCTIMAS DE LA REBELIÓN DELAHUERTISTA
Lo de 60 mil miembros del ejército parece una exageración de Portes Gil
(que no carece de significado político: ¿por qué el interés en hacer ver más
impresionante el levantamiento? ¿Para inflamar artificialmente el genio
militar de Obregón? ¿Para hacer más natural la muerte de Carrillo y de todas
las demás víctimas?) “12 de diciembre de 1923. En la fecha que apuntamos
se componía el ejército nacional de 508 generales, 2758 jefes, 8533 oficiales
y 59030 soldados, efectivos de los cuales defeccionaron 102 generales, 576
jefes, 2,477 oficiales y 23,224 soldados rasos. Las tropas rebeldes dominaban
importantes y numerosas plazas estratégicas, y con el apoyo de la marina
sublevada mantenían al Estado de Yucatán aislado del resto del país.”289
El número oficial de Muertos, entre jefes, oficiales, soldados y civiles de
ambos bandos, ascendió a cerca de siete mil hombres.290 Entre otros:
Leales al gobierno:
Benjamín, Edesio, Wilfredo y Felipe Carrillo Puerto, Lic. Manuel Berzunza,
Rafael Urquía, Pedro Ruiz, Antonio Cortés, Cecilio Lázaro, Marciano
Barrientos, Daniel Valerio, Julián Ramírez y Francisco Tejeda (todos estos
junto con Felipe Carrillo Puerto), general Máximo Rojas, general Cecilio
García; teniente coronel Víctor Velásquez, teniente Luis Ramos, mayor
Manuel Rodrigo, teniente Miguel Tenorio, subteniente José María Meza,
teniente Loreto Duarte, subteniente Ricardo Martínez, Subteniente Manuel
M. Palacios, subteniente Moisés Navarro, coronel Juan Montes de Oca,
coronel Victoriano Osorio, general Víctor Montero, mayor Nemesio Ríos,
capitán Gildardo Galloso, teniente Eliseo Jarillo, diputado Ricardo Adalid,
coronel Júpiter Ramírez, Miguel Adalid, mayor Rubén Sotelo, Jesús Gordillo,
Pedro Rodríguez, Lamberto Pineda, capitán Miguel Llerena, general Manuel
N. López, general Gabriel Mariaca, Luis Z. Soriano, general César Felipe Moya,
general Heriberto Casas y Jesús Talamantes, jefe de las Defensas Sociales de
Zacatecas.
Delahuertistas:
General Salvador Alvarado, general Manuel M. Diéguez, general Fortunato
Maycotte, general Manuel García Vigil, general Alfredo García, general Benito
Torruco, general Ché Gómez, general Manuel Chao, general Alberto Segovia,
general Carlos Green, general Crisóforo Ocampo, diputado e ingeniero
Francisco Ollivier, diputado Rubén Basañez, licenciado Ricardo Treviño,
289
Castillo Torre, José. A la luz del relámpago. Ensayo de biografía subjetiva de Felipe Carrillo
Puerto. México. Ediciones Botas, 1934. P.P. 116 y 117.
290
Capetillo, Op. Cit., p. 268
general Samuel Alba, general Francisco de Santiago, general Fructuoso
Méndez, coronel Antonio de la Mora, general Isaías Castro, general Petronilo
Flores, Roberto Quiroga, Presidente del Partido Revolucionario de Campeche;
Manuel Méndez Blengio, general Isaías Zamarripa, general Nicolás Fernández,
general Fermín Carpio, coronel José María Carpio, general Marcial García
Cavazos, general Rafael Buelna, coronel Salvador Herrejón, general Rafael
Pimienta, teniente coronel Plinio López, teniente aviador Jiménez Castro,
mayores Darío Hinojosa y Félix Domínguez, general Antonio de P. Magaña,
general Valentín Reyes, teniente coronel Agustín Garza Farías, mayor Ángel
Díaz Mercado, capitán Francisco Díaz Mercado, teniente coronel Everardo de
la Garza, capitán Ambrosio Quiroga, general Américo Sarralde Ancira, mayor
David Soto, y general Alberto Nájera Ollivier.291
291
Alonso Capetillo, La rebelión sin cabeza, Imp. Botas, México, 1925, p. 263-264
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