Estudio comparativo de 4 abordajes para el bloqueo del

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(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2004; 51: 509-514)
ORIGINAL
Estudio comparativo de 4 abordajes para el bloqueo del nervio
safeno interno
M. Taboada*, D. Lorenzo**, J. Oliveira**, B. Bascuas**, J. Pérez**, J. Rodríguez*, J. Cortés***, J. Álvarez****
Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor. Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
Resumen
OBJETIVOS: El propósito de nuestro estudio fue valorar la eficacia de cuatro técnicas distintas para bloquear el nervio safeno
interno con 10 ml de mepivacaína 1,5%.
MÉTODOS: Ochenta pacientes ASA I-II programados para
cirugía del pie (hallux valgus), a los que se les iba a realizar
como técnica anestésica un bloqueo combinado del nervio ciático y safeno, fueron randomizados para bloquear el nervio safeno con una de las siguientes técnicas: abordaje paravenoso
(BSPV, n = 20), abordaje transartorial (BSTS, n = 20), abordaje femoral inguinal con neuroestimulador (BSFN, n = 20) y la
técnica de infiltración subcutánea entre tuberosidad tibial y
músculo gastrocnemio interno (BSC, n = 20). A todos los pacientes se les colocó el manguito de isquemia 10 cm por debajo de la
rodilla. Se valoró el bloqueo sensitivo en la zona interna del tobillo mediante técnica del pinchazo a los 30 minutos (porcentaje
de éxitos), la tolerancia al manguito de isquemia y la incomodidad de la técnica para el paciente.
RESULTADOS: Los cuatro grupos fueron similares en cuanto a
sexo, peso, edad y talla. El abordaje femoral inguinal con neuroestimulador demostró ser el más efectivo (95%), siendo significativamente superior a los otros tres abordajes (p < 0,05). El porcentaje de éxitos en los grupos BSPV, BSTS y BSC fue 60%,
50% y 45% respectivamente. El torniquete fue bien tolerado en
el 100% de los pacientes que recibieron un BSFN, frente al
BSPV (70%), BSTS (65%) y BSC (60%). En el BSPV y el BSC
los pacientes refirieron una mayor molestia durante la realización del bloqueo en comparación con el BSFN y BSTS (p < 0,05).
CONCLUSIONES: El bloqueo del nervio safeno interno mediante el bloqueo del nervio femoral inguinal con neuroestimulador
demostró ser el abordaje con el que se consigue un mayor porcentaje de éxitos en comparación a los abordajes paravenoso,
transartorial o la técnica de infiltración subcutánea entre la
tuberosidad tibial y el músculo gastrocnemio interno.
Palabras clave:
Anestesia locorregional: Bloqueo del nervio femoral. Bloqueo del
nervio safeno. Mepivacaína.
*Médico Adjunto. **Médico Residente. ***Jefe de Sección. ****Jefe de
Servicio y Profesor de la Universidad de Santiago de Compostela.
Correspondencia:
Manuel Taboada Muñiz
Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor
Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela
Travesía da Choupana s/n.
15706 Santiago de Compostela (La Coruña)
E-mail: [email protected]
Aceptado para su publicación en julio de 2004.
13
Comparison of 4 techniques for internal
saphenous nerve block
Summary
OBJETIVE: To assess the efficacy of 4 techniques for
internal saphenous nerve block with 10 mL of 1.5%
mepivacaine.
M ETHODS : Eighty ASA I-II patients scheduled for
foot (hallux valgus) surgery with combined sciatic and
saphenous nerve blocks were randomized to receive the
saphenous nerve block by one of the following techniques: a paravenous approach (n=20), a transsartorial
approach (n=20), a femoral nerve approach in the
inguinal region using a nerve stimulator (n=20), and by
subcutaneous infiltration between the tibial tuberosity
and the internal gastrocnemius muscle (n=20). A pressure cuff was placed 10 cm below the knee of all
patients. Success was assessed by pin prick inside the
ankle 30 minutes after initiation of the block. Tolerance
of the pressure cuff and discomfort during performance of the technique were also assessed.
RESULTS: The 4 groups were similar as to distribution
of males and females and mean weight, age, and height.
Blocking the saphenous nerve by way of the femoral
nerve in the inguinal region was the most effective
approach (success in 95% of patients), significantly better than the other 3 techniques (P<0.05). The paravenous
approach was successful in 60% of cases, the transsartorial approach in 50%, and the subcutaneous infiltration
technique in 45%. The pressure cuff was well tolerated
by all patients (100%) in whom the femoral nerve
approach was used. The cuff was tolerated by 70% in
the paravenous approach group, by 65% in the transsartorial approach group, and by 60% in the subcutaneous infiltration group. Patients reported more discomfort during initiation of the blockade in the paravenous
approach and subcutaneous infiltration groups than in
the femoral nerve or transsartorial approach groups
(P<0.05).
CONCLUSION: The femoral nerve approach in the inguinal
region, with nerve stimulator, to block the internal saphenous nerve led to a larger number of successful blocks than
did the paravenous or transsartorial approaches, or the
technique of subcutaneous infiltration between the tibial
tuberosity and internal gastrocnemius muscle.
Key words:
Anesthesia, local, regional: femoral nerve block, Saphenous nerve
block. Mepivacaine.
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Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 9, 2004
de infiltración subcutánea entre la tuberosidad tibial y
el músculo gastrocnemio interno1.
Material y métodos
Fig. 1. A: Distribución cutánea del nervio safeno interno.
Introducción
El nervio safeno interno es un nervio puramente
sensitivo, rama terminal del nervio femoral, que inerva la parte anteromedial de la pierna desde la rodilla
hasta el pie, incluyendo el maleolo medial y frecuentemente la parte medial del pie (Figura 1). Se trata de
una rama terminal del nervio crural (rama más voluminosa del plexo lumbar también llamado nervio
femoral). El nervio crural a nivel del ligamento inguinal o un poco por debajo, se divide en las ramas anteriores (nervios musculocutáneos interno y externo), y
una rama posterior también llamada nervio del cuadriceps que a su vez se dividirá en cuatro ramas
motrices para los cuatro músculos componentes del
cuadriceps y una rama sensitiva llamada nervio safeno interno, que seguirá el recorrido de la vena safena
por la cara anterointerna de la pierna hasta el maleolo
interno1,2. Con frecuencia se requiere anestesia en la
distribución del nervio safeno interno para procedimientos quirúrgicos por debajo de la rodilla. Esto se
puede conseguir bloqueando el nervio femoral o el
nervio safeno interno. Clásicamente el nervio safeno
interno era bloqueado con una infiltración subcutánea
en la zona interna de la pierna por debajo del nivel de
la rodilla, entre la tuberosidad tibial y músculo gastrocnemio interno1. Posteriormente se han descrito
distintos abordajes para bloquear dicho nervio basándose tanto en referencias anatómicas como en la utilización de neuroestimulación o ultrasonidos, variando
el porcentaje de éxitos entre 30-100%3-7. El propósito
de nuestro estudio fue comparar la eficacia para bloquear el nervio safeno interno utilizando el bloqueo
del nervio femoral inguinal con neuroestimulador5 y
tres técnicas basadas en referencias anatómicas: abordaje paravenoso3, abordaje transartorial4, y la técnica
510
Tras la aprobación del comité ético de nuestro Hospital y la obtención del consentimiento informado, se
realizó un estudio prospectivo en ochenta pacientes
ASA I-II, con edades comprendidas entre 18-80 años,
programados para cirugía del pie (hallux valgus), a los
que se les iba a realizar un bloqueo combinado de los
nervios ciático y safeno interno. Los criterios de exclusión fueron: enfermedad neuromuscular, ASA III o IV,
diabetes mellitus, pacientes anticoagulados y presencia
de signos clínicos de infección cutánea en el lugar de
la punción. Los pacientes fueron aleatorizados para
bloquear el nervio safeno interno con una de las
siguientes técnicas: abordaje paravenoso (Grupo 1, n =
20), abordaje transartorial (Grupo 2, n = 20), abordaje femoral inguinal con neuroestimulador (Grupo 3, n
= 20) y la técnica de infiltración subcutánea entre
tuberosidad tibial y músculo gastrocnemio interno
(Grupo 4, n = 20).
Previo a realizar la técnica anestésica, los pacientes
fueron premedicados con 1-2 mg de midazolam y
monitorizados con pulsioximetría, electrocardiografía
y tensión arterial incruenta.
Todos los bloqueos fueron realizados por un anestesiólogo con experiencia en técnicas regionales, y en
concreto con bloqueos nerviosos periféricos de la
extremidad inferior. Se utilizó en todos los pacientes
una aguja de bisel corto y aislada 22 G de 80 mm de
longitud (Pajunk, Medizintechnologie, Geisingen, Alemania). Previo a la realización del bloqueo del nervio
safeno interno se realizó un bloqueo del nervio ciático
con 20 ml de ropivacaína 0,75%, utilizando indistintamente el abordaje subglúteo8-9 o clásico de Labat8,10 con
la técnica de inyección única. En caso de un bloqueo
del nervio ciático incompleto a los 30 minutos de la
punción, se realizaba un refuerzo a nivel poplíteo utilizando un abordaje lateral a 11 cm del epicóndilo lateral femoral, inyectando 10 ml de ropivacaína
0,75%11,12.
A los pacientes del grupo 1 se realizó el abordaje
paravenoso descrito recientemente por De Mey y cols.3
(Figura 2). Se colocó al paciente un torniquete a nivel
de la pierna intentando localizar la vena safena interna
a nivel de la tuberosidad tibial, en la zona interna de la
pierna. Posteriormente se inyectó subcutáneamente 10
ml de mepivacaína 1,5% en las proximidades de la
vena. En todos los pacientes a los que se realizó esta
técnica también se valoró la facilidad para localizar la
vena safena interna.
14
M. TABOADA ET AL– Estudio comparativo de 4 abordajes para el bloqueo del nervio safeno interno
Fig. 2. Bloqueo del nervio safeno interno utilizando el abordaje paravenoso.
Se coloca un torniquete a nivel de la pierna para intentar localizar la vena
safena interna a nivel de la tuberosidad tibial y se infiltra subcutáneamente
el anestésico local.
A los pacientes del grupo 2 se realizó el abordaje
transsartorial descrito por van der Wal M y cols. 4
(Figura 3). Se colocó al paciente en decúbito supino
con la pierna en rotación externa. El músculo sartorio
se palpa fácilmente en la parte medial, inmediatamente por encima de la rodilla. A este nivel, tras realizar
un habón cutáneo con anestésico local, se hizo avanzar
la aguja conectada a una jeringa con aire, perpendicularmente a través del músculo sartorio hasta obtener
una pérdida de resistencia, momento en el que se
inyectó lentamente 10 ml de mepivacaína 1,5%.
A los pacientes del grupo 3 se realizó un bloqueo
del nervio femoral inguinal con neuroestimulador para
bloquear el nervio safeno interno (Figura 4)13. Se colocó al paciente en decúbito supino y se trazó una línea
Fig. 4. Bloqueo del nervio safeno interno utilizando el abordaje femoral
inguinal con neuroestimulador. Se traza una línea que une la espina ilíaca
anterosuperior y la prominencia del pubis. Se localiza el pulso de la arteria femoral, y se introduce la aguja conectada al neuroestimulador 0,5-1
cm lateral a la arteria en un ángulo de 30-40º hasta encontrar la respuesta motora del cuadriceps.
15
Fig. 3. Bloqueo del nervio safeno interno utilizando el abordaje transartorial. Se palpa fácilmente el músculo sartorio en la parte medial, inmediatamente por encima de la rodilla. Se hace avanzar la aguja conectada a
una jeringa con aire perpendicularmente hasta obtener una pérdida de
resistencia, momento en el que se inyecta el anestésico local.
que une la espina ilíaca anterosuperior y la prominencia del pubis. A nivel de esta línea y una vez localizado el pulso de la arteria femoral, se introdujo la aguja
conectada a un neuroestimulador (Pajunk, Medizintechnologie, Alemania), 0,5-1 cm lateral a la arteria en
un ángulo de 30-40º hasta encontrar una respuesta
motora del cuadriceps (movimiento de la rótula). Inicialmente comenzamos con una intensidad de 1,5-2
mA, una frecuencia de estimulación de 2 Hz y una
anchura de impulso de estimulación de 0,1 ms. Se consideró una respuesta adecuada cuando se obtenía
movimiento del cuadriceps con una intensidad de estimulación menor de 0,5 mA, momento en el que se
inyectó lentamente 10 ml de mepivacaína 1,5%.
A los pacientes de grupo 4 se realizó la técnica clá-
Fig. 5. Bloqueo del nervio safeno interno clásico. Se realiza una infiltración subcutánea de anestésico local entre la tuberosidad tibial anterior y
el músculo gastrocnemio interno.
511
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 9, 2004
sica para bloquear el nervio safeno interno1, que consistió en realizar una infiltración subcutánea de 10 ml
de mepivacaína 1,5% entre la tuberosidad tibial y el
músculo gastrocnemio interno (Figura 5).
Los datos fueron recogidos por dos observadores
independientes e incluyeron: las características demográficas de los pacientes, duración de la cirugía, el
tiempo requerido para realizar el bloqueo, y la incomodidad que supuso para el paciente la realización de
esta técnica anestésica, valorada una vez realizada la
técnica con una escala analógica visual (EVA) de 0100 donde 0: ausencia de dolor, y 100: máximo dolor
posible. En todos los pacientes se valoró el bloqueo
sensitivo en la zona interna del tobillo mediante la
técnica del pinchazo (22G), a los 30 minutos de haber
inyectado la totalidad del anestésico local. Se definió
éxito de un bloqueo cuando no existía ningún tipo de
sensación en la zona interna del tobillo con la técnica
del pinchazo a los 30 minutos de haber inyectado el
anestésico local. Se valoró la tolerancia al manguito
de isquemia, colocado 10 cm por debajo de la rodilla,
con una escala numérica: 0: no molestia, 1: molestia
leve, 2: molestia moderada-severa. Si el paciente presentaba durante la cirugía un valor >1, se le administraba 50-100 µg de fentanilo, y si con ello no se conseguía una adecuada analgesia se recurría a la
anestesia general.
El análisis estadístico fue realizado utilizando el
SPSS para Windows, versión 10 (Statistical Package
for the Social Sciences). Los datos se presentan como
media ± desviación estándar (DE) para variables cuantitativas, mientras que las variables cualitativas se presentan como número de casos y porcentajes. Las diferencias entre los pacientes de los cuatro grupos
respecto a las variables cualitativas fueron analizadas
utilizando la prueba exacta de Fisher, y el test U de
Mann-Whitney para variables cuantitativas, realizándose a continuación la corrección de Bonferroni. Un valor
de p < 0,05 fue considerado estadísticamente significativo.
TABLA I
Características demográficas y del tipo de cirugía en los cuatro grupos de pacientes
Edad (años)
Peso (Kg)
Altura (cm)
Sexo (hombre/mujer)
Tiempo de cirugía (min)
Pacientes que recibieron un refuerzo del nervio ciático
BSPV
(n=20)
BSTS
(n=20)
BSFN
(n=20)
BSC
(n=20)
59 ± 13
65 ± 12
162 ± 8
4/16
50 ± 8
2 (10%)
63 ± 12
62 ± 13
161 ± 7
3/17
50 ± 9
1 (5%)
59 ± 12
71 ± 12
162 ± 8
5/15
51 ± 10
2 (10%)
55 ± 12
67 ± 11
160 ± 7
3/17
50 ± 10
1 (5%)
BSPV: Bloqueo del nervio safeno paravenoso.
BSTS: Bloqueo del nervio safeno transartorio.
BSFN: Bloqueo del nervio femoral inguinal con neuroestimulador.
BSC: Bloqueo del nervio safeno con la técnica clásica.
Valores expresados como media ± desviación estándar para variables cuantitativas y en número de casos y porcentaje para variables cualitativas. No existen diferencias estadísticamente significativas entre los cuatro grupos de pacientes para las variables descritas.
TABLA II
Características de los cuatro abordajes para bloquear el nervio safeno interno
Tiempo requerido en realizar el bloqueo (seg.)
Incomodidad de la técnica (VAS)
Número de bloqueos satisfactorios (n (%))
Número de pacientes que necesitaron fentanilo (n (%))
Tolerancia al manguito de isquemia
- Ninguna o mínima molestia
BSPV
(n=20)
BSTS
(n=20)
BSFN
(n=20)
BSC
(n=20)
45 ± 17
66 ± 14†
12 (60%)
6 (30%)
44 ± 14
23 ± 9
10 (50%)
7 (35%)
240 ±124*
23 ± 9
19 (95%)*
0 (0%)*
30 ± 13
60 ± 11†
9 (45%)
8 (40%)
14 (70%)
13 (65%)
20(100%)*
12 (60%)
BSPV: Bloqueo del nervio safeno paravenoso.
BSTS: Bloqueo del nervio safeno transartorio.
BSFN: Bloqueo del nervio femoral con neuroestimulador.
BSC: Bloqueo del nervio safeno con la técnica clásica.
Valores expresados como media ± desviación estándar para variables cuantitativas y en número de casos y porcentaje para variables cualitativas.
* p < 0,05 en el bloqueo del nervio femoral con neuroestimulador (BSFN) frente a los otros tres abordajes
† p < 0,05 en el bloqueo paravenoso (BSPV) y la técnica clásica (BSC) frente a los otros dos abordajes.
512
16
M. TABOADA ET AL– Estudio comparativo de 4 abordajes para el bloqueo del nervio safeno interno
Resultados
Participaron en el estudio 80 pacientes, 20 pacientes
en cada grupo. Los cuatro grupos fueron comparables
en edad, sexo, peso y duración de la cirugía (tabla I).
En la tabla I podemos observar los pacientes que necesitaron un refuerzo del nervio ciático a nivel poplíteo
previo a la cirugía. No existieron diferencias significativas entre los cuatro grupos de pacientes.
El tiempo requerido en realizar el bloqueo fue
mayor en aquellos pacientes a los que se les realizó un
bloqueo del nervio femoral con neuroestimulador
(grupo 3), que en los otros tres grupos (tabla II, p <
0,05), sin embargo esta técnica ha demostrado ser muy
efectiva (95% de éxitos), siendo significativamente
superior a los otros tres abordajes (tabla II, p < 0,05).
De los 20 pacientes a los que se les realizó el abordaje paravenoso, únicamente en 9 pacientes se localizó la
vena safena interna con facilidad, consiguiendo un
bloqueo satisfactorio en el 100% de estos pacientes.
En el resto de pacientes existió cierta dificultad para su
localización.
La tolerancia al torniquete fue mejor en aquellos
pacientes que recibieron un bloqueo del nervio femoral con neuroestimulador, no necesitando ningún
paciente la administración de fentanilo en comparación a los otros tres grupos (tabla II, p < 0,05). Ningún
paciente de los cuatro grupos necesitó administración
de anestesia general.
Los pacientes a los que se les realizó el abordaje
paravenoso (grupo 1) o la técnica convencional de
infiltración subcutánea (grupo 4) presentaron una
mayor incomodidad durante la realización del bloqueo, que los otros dos grupos de pacientes (tabla II, p
< 0,05).
Discusión
En nuestro estudio hemos comparado la eficacia de
cuatro técnicas que realizamos en nuestra práctica
habitual para bloquear el nervio safeno interno, observando que el abordaje femoral inguinal con neuroestimulador es el más efectivo, presentando un mayor
porcentaje de éxitos y una mayor tolerancia al manguito de isquemia. Se han descrito distintos abordajes
para bloquear el nervio safeno interno variando el porcentaje de éxitos entre 30-100%3-7. Algunos de estos
abordajes se basan en referencias anatómicas como el
abordaje paracóndilo-femoral14, el abordaje clásico de
infiltración subcutánea entre tuberosidad tibial y músculo gastrocnemio interno1, o el abordaje transartorial
con la técnica de pérdida de resistencia4. Recientemente De Mey y cols.3 describieron un nuevo abordaje, lla17
mado abordaje paravenoso, utilizando como única
referencia anatómica la vena safena interna a nivel de
la tuberosidad tibial. Se basaron en un estudio anatómico en cinco cadáveres donde observaron una estrecha relación entre la vena y el nervio a nivel de la
tuberosidad tibial. Posteriormente realizaron en 20
voluntarios sanos un bloqueo del nervio safeno bilateral, comparando el abordaje paravenoso con la técnica
convencional de infiltración subcutánea. Con el abordaje paravenoso obtuvieron un bloqueo sensitivo en el
territorio del nervio safeno en los 20 pacientes (100%),
mientras que con la técnica clásica solamente en 6
pacientes (33%). Uno de los mayores problemas de
esta técnica puede ser la dificultad para localizar la
vena safena interna, sobre todo en pacientes obesos.
En nuestro estudio hemos obtenido un porcentaje de
éxitos considerablemente inferior al estudio de De
Mey (60% versus 100%), probablemente debido a la
dificultad para localizar la vena. En aquellos pacientes
en los que localizamos con facilidad la vena safena
interna el porcentaje de éxitos fue igual a los que obtuvo De Mey. Se ha utilizado con éxito los ultrasonidos15
en aquellos casos en los que existe dificultad para
localizar la vena safena y así depositar el anestésico en
las proximidades de la misma para bloquear el nervio
safeno interno. Un inconveniente de esta técnica es la
necesidad de disponer de ecógrafo.
Algunos autores han sugerido el uso del neuroestimulador5-7. Comfort y cols.7 describieron un abordaje a
nivel del cóndilo medial femoral, utilizando una aguja
conectada a un neuroestimulador. Su propósito era
provocar parestesias en el territorio del nervio safeno
interno y mantenerlas con una intensidad de estimulación < 0,4 mA, momento en el que inyectaban el anestésico local. Obtuvieron un alto porcentaje de éxitos
(100%), sin embargo necesitaron un tiempo medio de
11 minutos para localizar el nervio. Otros autores han
sugerido la utilización del neuroestimulador para obtener la respuesta motora del nervio vasto medial5,6 (una
de las cuatro ramas motoras del cordón posterior del
nervio crural), que se encuentra en estrecha relación
con el nervio safeno interno a nivel del canal subsartorial, momento en el que se inyectaba el anestésico
local y por proximidad se bloqueaba el nervio safeno
interno. La estimulación nerviosa transcutánea con la
que se obtiene una respuesta motora, se ha descrito
para localizar el lugar de punción en los bloqueos nerviosos interescalénicos, axilares o femorales16,17. De
una forma similar Stone18 utilizó la estimulación transcutánea para provocar parestesias en el territorio del
nervio safeno interno y así localizar el lugar de punción para inyectar el anestésico local.
El bloqueo del nervio femoral19 se ha utilizado con
éxito para analgesia perioperatoria en fracturas abiertas
513
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 9, 2004
de fémur y postoperatoria de artroscopias y cirugía del
ligamento cruzado anterior de la rodilla, o asociado al
bloqueo ciático, obturador y femorocutáneo para cirugía de la extremidad inferior2,11,20. Normalmente con 20
ml es suficiente para bloquear este nervio. Casati y
cols.21 estudiaron la posibilidad de disminuir el volumen de anestésico local necesario para bloquear el nervio femoral utilizando una técnica de inyección múltiple. Observaron que con la técnica de inyección
múltiple (localizando tres respuestas motoras diferentes), necesitaban menor cantidad de ropivacaína 0,5%
para bloquear el nervio femoral (14 [12-16] ml) que
con la técnica de inyección única (23 [20-26] ml). En
nuestro estudio, a diferencia del de Casati21 no se pretendía bloquear el nervio femoral. Observamos que
depositando 10 ml de anestésico local cuando realizamos el bloqueo del nervio femoral con la ayuda de un
neuroestimulador, estimulando el nervio del músculo
recto anterior con una intensidad < 0,5 mA, conseguimos en un alto porcentaje de pacientes bloquear el nervio safeno interno. La punta de la aguja en este caso
probablemente esté muy próxima a la rama posterior
del nervio crural donde se encuentran las cuatro ramas
motoras para el músculo cuadriceps y la rama sensitiva
del nervio safeno interno, con lo que pequeñas cantidades de anestésico local deberían ser suficientes para
bloquear dicha rama sensitiva. Al igual que otros autores se basaron en referencias anatómicas como formas
indirectas de aproximación al nervio safeno interno, en
este estudio demostramos que la utilización de la neuroestimulación para localizar ramas motoras del nervio
femoral, que se encuentran en íntima relación al nervio
safeno interno, puede ser otra forma indirecta de aproximación a dicho nervio.
En conclusión, el bloqueo del nervio safeno interno
mediante el bloqueo del nervio femoral inguinal con
neuroestimulador demostró ser el abordaje con el que se
consigue un mayor porcentaje de éxitos en comparación
con técnicas basadas en referencias anatómicas como
son el abordaje paravenoso, el abordaje transartorial, o la
técnica de infiltración subcutánea entre tuberosidad tibial
y músculo gastrocnemio interno. Sería interesante comparar esta técnica a otras que también utilicen el neuroestimulador para bloquear el nervio safeno interno.
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