“DIOS CREA AL HOMBRE, O... ¿EL HOMBRE CREA A DIOS?”

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“DIOS CREA AL HOMBRE, O... ¿EL HOMBRE CREA A DIOS?”
FE Y RAZÓN: ¿REFERENTES SIGNIFICATIVOS PARA
LA BÚSQUEDA DE RESPUESTAS DEL HOMBRE?
Alumno: RUBIO, Marcelo Enrique
Escuela: Instituto Dante Alighieri, Córdoba Capital
Profesor Guía: CATIVA, Fanny
“No puede haber conflicto entre ciencia
y religión. La ciencia es un buen método
de investigar la verdad; la religión es la búsqueda
de una manera satisfaciente de vivir.
La ciencia progresa, pero en esta era científica,
el mundo necesita, como nunca antes, la inspiración
que la religión puede darle”
Arthur Compton, físico1
Considero que el hecho de dar respuestas a diferentes cuestiones de interés humano, desde
perspectivas científicas y religiosas, motivará, seguramente, debates en los que se enfrentarán
muchas otras generaciones.
Este trabajo sienta sus bases en la intención de expresar algunas ideas y plantear ciertas
preguntas referidas a distintos aspectos de interés personal, donde tanto la ciencia y la religión –
como dimensiones culturales– aparecen significativamente en mi vida como referentes centrales
para la búsqueda de respuestas.
RELACIONES CIENCIA-RELIGIÓN: EL TIEMPO, COMO INTERROGANTE Y FACTOR DE CAMBIO
Comenzar haciendo un buceo en el tiempo, sobre las relaciones entre las visiones religiosas
y científicas que la humanidad ha manejado, sobre el significado de la verdad sobre la vida y el
origen del universo, plantea una primera cuestión sobre el tiempo: ¿Tiene un inicio?. Sabemos que
Aristóteles, al final de un análisis sobre “el instante”, concluía que el tiempo es eterno, y que en
realidad no se podía hablar de un inicio. Por otra parte, otras concepciones, por ejemplo las de la
tradición bíblica, han llevado a pensar a algunos filósofos que el tiempo ha sido creado en cierto
momento, como las otras creaturas… Tal es, por ejemplo, la posición de Moisés Maimónides2. En
el siglo pasado, pensadores como A. Einstein, creían en un tiempo eterno, en contraposición con la
idea de la física clásica, donde el Universo aparecía como un gran autómata que no poseía, en
realidad, ninguna historia: una vez “puesto en funcionamiento”, seguiría hasta el infinito su
trayectoria... En fin, existen visiones controvertidas que permiten prolongar y ahondar el diálogo en
las diferentes épocas, y que son las que expresan las ideas de las mismas. Y hoy, nos seguimos
preguntando: ¿Cómo ha aparecido el tiempo en el universo?, ¿En el momento del Big Bang?, ¿o lo
precede? (1), ¿cómo aportan la ciencia y la religión a encontrar los vínculos que existen entre el
hombre y el universo?... Estoy convencido que, con la aparición de la vida, nace un tiempo interno
que es el que prosigue hasta hoy, que se trasmite de una generación a otra, de especie a otra, y que
cada vez se hace más complejo… Ese es un tiempo comprensible, el nuestro… que le da un marco a
nuestra vida y a nuestra historia.
Así, si viajáramos en ese tiempo y nos dirigiéramos hacia la Baja Edad Media, pasarían por
nuestros ojos imágenes muy distintas a las que hoy nos deslumbran. Aquella época se caracterizaba,
1
Arthur Compton, (Wooster, 1892 - Berkeley, 1962) físico norteamericano cuyas investigaciones lo hicieron
merecedor, en 1927, del Premio Nobel de Física, que compartió con C. T. R. Wilson.
2
Moisés Maimónides (1135, Córdoba - 1204, El Cairo), fue el médico, rabino y teólogo judío más célebre de la Edad
Media. Tuvo una enorme importancia, como filósofo y religioso, en el pensamiento medieval.
pues, por una propagación de monasterios que mantenían viva la llama de la cultura y la ciencia.
Completando esta imagen, sabemos que se desarrollaba una cultura en la cual la fe y la religión,
eran pilares fundamentales para su desarrollo, sobre todo en Europa y en el Asia Occidental. El
“conflictivo” desenlace de la relación razón – fe comienza a gestarse debido a los estudios de Santo
Tomás de Aquino, pero sin embargo, y he aquí un punto interesante: la ciencia era propuesta para
ser útil a la fe de las personas, y viceversa; lejos de ser núcleos de pensamientos opuestos, eran
muchas las herramientas que se brindaban mutuo servicio. (2)
Sin embargo, ya desde el Humanismo del siglo XIV, pasando por el Renacimiento y en los
albores del Iluminismo, allá por el siglo XVIII, los ideales sostenidos en las épocas medievales,
respecto a cuestiones religiosas, poco a poco fueron desvaneciéndose3, proponiendo entonces, una
mirada mucho más racional de la realidad atribuida primero a los pensantes, desde donde se dirigió
al pueblo. Así mismo, se hacía mucho más visible el ejercicio del ateísmo y escepticismo, y las
sociedades se caracterizaban por tener una vaga religiosidad. Por otra parte, resulta imposible
esconder el gran avance científico que repercutió en la época, el que actualmente se valora como
aporte esencial a los cánones básicos y fundamentales que han permitido a la ciencia comenzar a
caminar, y seguir avanzando de una manera fascinante hasta hoy. Así, las postrimerías del siglo
XIX, dan cuenta de una ciencia madura y muy complaciente. En ese momento de la historia, el
conocimiento se caracteriza por tener un orden razonable, un universo lógico regido por las fuerzas
newtonianas, donde los átomos eran la base de la materia. El siglo XX, fue el gran siglo de la
ciencia (3), cuna de los primeros laboratorios, de los rayos X, e infinidad de nuevas herramientas
para la misma. A través de estos grandes avances científicos, cabría preguntarse: si fue posible,
durante ese tiempo, la existencia de un ser racional y creyente a la vez… O el conocimiento
científico, como aparato del dominio del mundo, lo apartaba de la posibilidad de resolver la
angustia humana frente a sus eternos enigmas sobre la vida y la muerte… o la conquista de un
“universo objetivo” pagó el precio de un total sacrificio del yo, de la humillación de los valores
verdaderamente humanos. (4)
INTENTANDO ESTIMAR LA DISTANCIA ACTUAL QUE GUARDAN LA CIENCIA Y LA RELIGIÓN
Haciendo otra parada en nuestro itinerario por el tiempo: hoy, a comienzos del siglo XXI,
cada objeto de nuestro mundo, de nuestra vida, da cuenta del impresionante avance del
conocimiento científico y tecnológico. De la mano de la tecnología, es posible la “puesta en escena”
y la aplicación de los conocimientos científicos para la fabricación y creación de materiales,
dispositivos, fuentes y maquinarias que, cada vez más, facilitan de manera única el trabajo humano,
brindando múltiples servicios que identifican de manera unívoca las características de la postmodernidad. En contraposición, abunda la concepción actual de que la sociedad está cada vez más
alejada de la religión. La vida se presenta como un proceso que se transita muy deprisa, repleta de
actividades que obstaculizan todo tipo de reflexión sobre los sucesos, sobre el lugar que ocupamos
en ellos, y las consecuencias que nos traerá este alocado funcionamiento humano. Los
posicionamientos religiosos son agnósticos y escépticos, es decir, ni siquiera apuntamos a
preguntarnos sobre la existencia de algún Dios en particular, no hay tiempo de interesarse por
cuestiones trascendentes… Con ello, ¿Podríamos afirmar que la oposición ciencia – religión crece
cada día más?, ¿hasta qué punto existe una contraposición entre ciencia y religión? No es posible
negar que el hombre, como sujeto intelectual, al luchar por el progreso científico, ha de encontrar
una concepción del mundo que pretenda ser completa; ya sea por su condición humana o por
curiosidad… ¿hay una explicación religiosa de esto? Si así lo fuera, implicaría una cierta
penetración en lo que se refiere al carácter divino del cosmos, al orden y al progreso, por lo que lo
divino, en cierta medida, podría acercarse a lo cósmico… Así, el conocimiento científico y aquél
religioso, entrarían a formar parte de un todo. Pero esto, ¿es posible que sea así?
3
Vale aclarar, con respecto a este último enfoque, que para las sociedades de la época, la cuestión religiosa no
disminuyó conflictos (entre católicos y protestantes, por ejemplo), sino que se trata más bien de una distinción entre el
mundo de los asuntos humanos, en los que trascendía la religión y la fe; y el desarrollo sistemático del conocimiento
científico, que se orientará decididamente en la autonomía de la razón humana y las leyes naturales.
“En una sociedad irrevocablemente comprometida con la tecnología, el esclarecimiento
científico es indispensable para la supervivencia tanto a nivel individual como de especie”.(5)
Quizá, las características particulares del trabajo que realizan tantos hombres y mujeres de ciencia,
los alejen en forma mayúscula de algunas actitudes religiosas, tal vez por el hecho de sostener,
coherentemente, con las posibilidades que brinda su labor científica, la concepción de que no es
posible llegar, experimentalmente, a una verdadera explicación religiosa del mundo. Entonces hoy,
¿sería posible armonizar la fe con el intelecto? (6).
PODER SIMULAR EL BIG BANG, ¿ACERCA AL HOMBRE A LA VERDAD?
Hoy, la ciencia invita al mundo a reconstruir, de
manera experimental y simbólica el origen del Universo…
Sí, el desafío de la ciencia actual es contrastar la hipótesis
del Big Bang, como teoría que describe el punto de partida
de nuestro universo a través de una gran explosión. En ese
marco, podríamos preguntarnos ¿qué sucedía instantes
previos a dicha gran explosión?... Es decir, imaginar esa
“cabeza” del tamaño de un alfiler, sobrecargada de
energía, que contenía materia de altísima densidad…, en
qué espacio y en qué tiempo se disponía?, ¿podemos pensar la posibilidad de que haya existido
algo, que haya puesto en marcha dicha esfera pequeña, considerando que fue la resultante de la
contracción de toda una gran cantidad de materia, que alguna vez existió y se contrajo?. Se piensa
que la materia, en ese momento, es un punto de densidad infinita, y que en un momento dado
"explota", generando su expansión en todas las direcciones, y creando lo que conocemos hoy como
nuestro Universo. ¿Cómo es posible explicar este proceso científicamente?. Este es un problema en
el cual, actualmente, están abocados con gran expectativa, miles de científicos de todas partes del
mundo; ellos trabajan con el propósito de poder simular y medir diferentes magnitudes físicas, que
les permitan encontrar “rastros” que ayuden a una explicación racional del Big Bang. Se trata del
mayor laboratorio de investigación en Física de Partículas a nivel mundial, en el CERN4, que
intenta continuar la búsqueda de otras partículas y fuerzas fundamentales, que formaron parte de la
explosión de la creación del Universo. Al hacer colisionar pequeños pedazos de materia, uno de los
siete laboratorios más grandes para la física fundamental, ayudaría a responder: ¿qué será este
lugar?
Imaginar el espacio en el cual se sitúa una respuesta acerca de la creación del Universo,
ayuda a reflexionar acerca de la posible existencia de partículas nuevas, las cuales fueron
imprescindibles para que ocurriera dicha explosión, desconocidas aún por los científicos que
trabajan para su desarrollo. Tomemos el ejemplo de una de las investigaciones dentro de este gran
laboratorio: es como una pieza del rompecabezas que los físicos esperan obtener a partir de las
colisiones de alta energía; llamada “Partícula de Dios”. No he encontrado todavía ninguna
explicación del por qué de dicho nombre, si el lenguaje científico es tan amplio. Hace algún tiempo
que en física se habla de Dios, cuando se trata de la estructura más íntima de la materia y/o el origen
del universo y las fuerzas elementales. ¿Por qué? ¿Acaso la ciencia acude a ciertas explicaciones
desde la fe?. A lo que los físicos se refieren al nombrar la “partícula de Dios” es el “Bosón de
Higgs”, quien propuso su existencia hace más de 40 años. La mayoría de los físicos cree que debe
haber un campo de Higgs que involucra todo el espacio; y es, en teoría, lo que les da masa a las
partículas elementales. Se cree que el Bosón de Higgs es masivo en comparación con la mayoría de
las partículas subatómicas, podría tener de 100 a 200 veces la masa del protón. Es por ello que se
necesita un colisionador inmenso para producir uno de ellos. La llaman “Partícula de Dios”, dado
que, teóricamente, se cree que involucra a todo el Universo, y proporciona la masa a todo lo que
existe en el mismo. Entonces, ¿cómo es posible la existencia de una partícula que de masa a las
4
CERN (European Organization for Nuclear Research).
demás? ¿Quién le ha dado esa masa a esas partículas? Creo que ahí se ve claramente el posible
vínculo entre los avances científico/tecnológicos, y el conocimiento divino o religioso.
Para finalizar, y ya para concluir, nos resta una interesante reflexión sobre el hecho que: han
sido los mismos científicos quienes aceptaron y optaron por llamar, al Bosón de Higgs, Partícula de
Dios… No creo que sea sencillamente una ironía, o una metáfora. Entonces,… “¿Dios crea al
hombre, o el hombre crea a Dios?” Todo pareciera insinuar que, a la larga, existen modelos y
desarrollos científicos, racionales, que permiten acercarnos a dar respuestas a los interrogantes más
íntimos del hombre, en ese viaje por el tiempo interno, como dos alas con las cuales elevar el
espíritu hacia la búsqueda de la verdad.
Marcelo Rubio.
6º año C, Humanidades.
BIBLIOGRAFIA
Libros de Consulta
(1)
PRIGOGINE, Ilya. 1993. “El Nacimiento del Tiempo”. Metatemas 23. Libros para pensar la
Ciencia. Tusquets Editores. Barcelona.
(2)
LEPP, Ignace. 1976. “El Intelectual y el Arte de Vivir” Ediciones Carlos Lohlé. Buenos Aires.
(3)
BERGIA, Silvio y otros. 1992. “El Siglo de la Física” Metatemas 26. Libros para pensar la Ciencia.
Tusquets Editores. Barcelona.
(4)
SABATO, Ernesto. 2006. “Hombres y engranajes”. Biblioteca Ernesto Sábato, Diario La Nación.
Buenos Aires
(5)
GRÜNFELD Verónica.1991. “El Caballo esférico”. Lugar Científico. Buenos Aires
(6)
BENZO, Miguel. 1970. “Teología para universitarios” TOMO Nº 26. Ed. Cristiandad. Madrid.
JUAN PABLO II. 1998. “Encíclica Fides Et Ratio”. 2º Edición. Ed. Palabra. Madrid.
ECO Humberto – Card MARTINI Carlo. 2000. “¿En qué creen los que no creen?”.21ª edición. Planeta.
Buenos Aires.
Páginas Web
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http://ngm.nationalgeographic.com/2008/03/god-particle/achenbach-text
http://public.web.cern.ch/public/en/Science/Higgs-en.html
http://news.bbc.co.uk/1/hi/sci/tech/3546973.stm
http://maistro.wordpress.com/2008/05/31/la-particula-de-dios/
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/compton.htm
http://www.claudiotenreiro.cl/?p=240
http://proyectoliquido.net/h2blog/100/en-busca-de-la-particula-de-dios/
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