Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 Comisión de Venecia Comisión Europea para la democracia por el derecho Jurisprudencia guatemalteca CONFERENCIA INTERNACIONAL DE ACCESO INDIVIDUAL A LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN AMÉRICA LATINA “En cuanto al control de convencionalidad, los países participantes muestran posiciones disímiles. Así, en el caso español, el Convenio Europeo de Derechos Humanos no puede ser invocado directamente por los ciudadanos, si no que sirve únicamente para interpretar los derechos que la constitución reconoce. En el caso americano, la Convención Americana sobre Derechos Humanos suele ser aplicada directamente por la jurisdicción interna, así como la interpretación que de ella hace la Corte Interamericana, aunque en este último punto se ha propuesto que la jurisdicción interna muestre no necesariamente una uniformidad con la jurisprudencia supranacional sino en todo caso una compatibilidad con ésta”. Conclusiones de la Conferencia Internacional de acceso individual a la justicia constitucional en América Latina. “La sentencia de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer es de gran importancia en el tema de protección de la mujer, pues como se mencionó en las consideraciones de la Corte, advirtiéndose una realidad de violencia en su contra, la existencia de una normativa que trata de prevenir y sancionar esa violencia, resultaba realmente importante, por lo que se justifica su vigencia. En casos concretos también se interpusieron algunos cuestionamientos que también se declararon sin lugar. Héctor Hugo Pérez Aguilera enciaal d u on ispr Jur stituci d a Con nulid 1 e ad lerid Par t e ce idad l ios d ncip ocede nu lo i r p r s r a o p l s n. en no revi base jurídica, ón para ugnació n o p i C a c m z a i e n t e y cer o impug medio d com en otro elto resu Los textos que se publican en INFOCC son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no expresan necesariamente el pensamiento de la Corte de Constitucionalidad. Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 CONFERENCIA INTERNACIONAL DE ACCESO INDIVIDUAL A LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL EN AMÉRICA LATINA T odo un verdadero acontecimiento constituyó la reunión denominada “Acceso individual a la Justicia Constitucional en América Latina”, realizada en Arequipa, Perú, del 29 al 31 de mayo de 2013, con la asistencia de Magistrados y Presidentes de las Cortes de Constitucionalidad de la Región, así como jueces y eminentes representantes de la Comisión de Venecia, el Tribunal Constitucional peruano y otros invitados especiales. Por Guatemala asistió el Magistrado Héctor Hugo Pérez Aguilera, Presidente de la Corte de Constitucionalidad, quien además de presentar una ponencia sobre la “Justicia Constitucional y Grupos Vulnerables”, con un profundo reconocimiento de los asistentes el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Arequipa, en nombre de la Ciudad, le otorgó, la condición honorífica de “Huésped Ilustre” con ocasión de su grata visita y por su asistencia a la conferencia Internacional mencionada. El presidente de la Corte de Constitucionalidad Magistrado Héctor Hugo Pérez Aguilera estuvo acompañado en esta Conferencia por el expresidente y Magistrado de la CC Mauro Chacón Corado. La inauguración de la conferencia, estuvo a cargo del Presidente del Tribunal Constitucional del Perú, Dr. Oscar Urviola Hani, mientras que el Dr. Gianni Buquicchio, Presidente de la Comisión de Venecia, se refirió a las reflexiones generales sobre el acceso individual a la justicia constitucional y a la presentación del “Estudio sobre el acceso individual a la justicia constitucional”, adoptado por la Comisión de Venecia en su 85 Sesión Plenaria (Diciembre de 2010) Siguieron los expositores. El Dr. Peter Paczolay, presidente del Tribunal Constitucional de Hungría y miembro de la Comisión de Venecia por su país, tuvo a su cargo el tema “Acceso individual ante los Tribunales Constitucionales y el control de convencionalidad en Europa. Reflexiones a la luz del caso español. Luego los comentarios y respuestas a preguntas de los participantes estuvieron a cargo de la Doctora Paloma Biglino, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid y miembro de la Comisión de Venecia por España. 2 www.cc.gob.gt Siguieron los tipos de recursos y análisis comparados, con el acceso ante el Tribunal Constitucional del Perú, la Corte de Constitucionalidad de Colombia y el Tribunal Constitucional de Chile. Hubo también comentarios, preguntas y respuestas. EXTRACTOS DE LA CONFERENCIA DEL MAGISTRADO PRESIDENTE DE LA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA T ambién se trató el tema “Justicia constitucional y grupos vulnerables con ejemplos escogidos sobre Ecuador, Bolivia, Guatemala y la República Dominicana. En este punto se analizó el trabajo del Presidente de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Al respecto reseñó que la jurisprudencia que ha emitido la Corte de Constitucionalidad es amplia, extendiéndose a diferentes áreas, por lo que se estimó conveniente puntualizar algunos fallos que constituyen valiosos precedentes en la labor del Tribunal Constitucional. Al respecto indicó que una sentencia interesante la constituye la pronunciada al resolver la inconstitucionalidad instada respecto de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, ley que surgió con el objetivo de garantizar la vida, la libertad, la integridad, dignidad, protección e igualdad de todas las mujeres ante la ley y de la ley, particularmente cuando por su condición de género, en las relaciones de poder o confianza, en el ámbito público o privado quien agrede, cometa en contra de ellas prácticas discriminatorias, de violencia física, psicológica, económica o de menosprecio a sus derechos. De esa cuenta se tipificaron los delitos de femicidio, violencia contra la mujer y violencia económica. Señaló que durante la vigencia de la ley, se instó una inconstitucionalidad general contra ese cuerpo normativo, específicamente contra la disposición que prevé que los delitos allí tipificados son de acción pública, así como contra las normas que tipificaban los delitos de violencia contra la mujer y violencia económica. Se adujo dentro de los argumentos una lesión al derecho de igualdad, Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 La Comisión de Venecia, que fue creada en 1990 y cuyos miembros son expertos independientes, es un órgano consultivo del Consejo de Europa en el ámbito del derecho constitucional. pues se indicaba que el género masculino también era víctima de violencia intrafamiliar la cual no estaba tipificada en las normas cuestionadas. Para tal afirmación, el interponente puntualizó que existían denuncias en el Centro Nacional de Análisis y Documentación Judicial en las que el agredido era el hombre, estimando por ello, a su juicio, desigual la norma cuestionada. intimidación o coacción a desistir o renunciar al ejercicio de la acción, escenario en el cual, de configurarse como ilícitos de acción pública dependiente de instancia particular, haría nugatoria la protección que la legislación que tipifica esos delitos intenta proveer, con la consecuente imposibilidad, para la víctima de acceder al órgano jurisdiccional para reclamar la tutela y ejercicio de sus derechos, en concordancia con la garantía dispuesta por el artículo 29 de la Constitución”. La Corte de Constitucionalidad decidió el asunto en sentencia de 23 de febrero de 2012, pronunciada en el expediente 30092011. Las consideraciones tuvieron su fundamento legal en la Ley Suprema y en tratados internacionales que protegen los derechos de la mujer, tales como la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Con relación a la inconstitucionalidad denunciada de los artículos que tipifican los delitos de violencia contra la mujer y violencia económica se estimó que la norma fue emitida en una realidad existente en Guatemala que refleja una problemática de violencia y discriminación contra mujeres, niñas y adolescentes, existiendo relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, desigualdad que se presenta en los ámbitos social, económico, jurídico, político, cultural y familiar, por lo que el legislador previó la necesidad de emitir una normativa tendiente a hacer efectiva la prevención y penalización de aquellas conductas que constituyan violencia contra la mujer, la cual, se estimó, es una realidad en Guatemala. Al respecto, se consideró que: Respecto del cuestionamiento de inconstitucionalidad de la norma que tipificaba como de acción pública los delitos mencionados se consideró, entre otros argumentos que: “el contexto en el que se desarrollan las conductas tipificadas como delitos de violencia contra la mujer y violencia económica contra la mujer es el propio de las relaciones de poder o confianza, en el que la víctima podría estar ubicada en condiciones de desigualdad frente al sujeto activo… situación que haría factible, por su propia naturaleza y características que éste último, valiéndose del control o dominio que ejerce no solo continúe ejecutando la conducta lesiva, sino que impida a aquélla denunciar el hecho e instar así la persecución penal por parte del órgano acusador del Estado, o que, a la postre, la incite, mediante “por esa relación desigual de poder entre hombre y mujer, el legislador se propuso reprimir un comportamiento violento contra esta última, frecuente en el contexto social actual, y que bien puede obedecer a un patrón cultural que de generación en generación promueve y arraiga la existencia de un trato discriminatorio y de sumisión en perjuicio del género femenino”. www.cc.gob.gt 3 Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 Se estimó que la norma surgió ante la concurrencia de tres elementos, siendo estos, la situación actual de violencia que sufre Guatemala; la insuficiente protección normativa y los compromisos internacionales adoptados por el Estado. Por ello al cuestionársele la falta de igualdad, se consideró que este derecho no fue lesionado pues existe una realidad distinta entre el hombre y la mujer, que debe ser superada por lo que se justifica un trato disímil entre hombres y mujeres en lo que se refiere a la prevención y penalización de la violencia contra la mujer. La inconstitucionalidad instada fue declarada sin lugar, y por ende la norma cuestionada continúa vigente. La sentencia de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer es de gran importancia en el tema de protección de la mujer, pues como se mencionó en las consideraciones de la Corte, advirtiéndose una realidad de violencia en su contra, la existencia de una normativa que trata de prevenir y sancionar esa violencia, resultaba realmente importante, por lo que se justifica su vigencia. En casos concretos también se interpusieron algunos cuestionamientos que también se declararon sin lugar. Otro punto abordado en la conferencia fue la Justicia constitucional y control de convencionalidad: La relación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con los casos de Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua, México y Brasil, igualmente con comentarios, análisis y respuestas a preguntas de los participantes. Los actos bajo revisión y el alcance de las sentencias, fueron considerados con los casos de Venezuela, Uruguay, Argentina, Paraguay, Panamá y Puerto Rico. La clausura de la reunión estuvo a cargo del Dr. Oscar Urviola Hani, Presidente del Tribunal Constitucional del Perú y del Presidente de la Comisión de Venecia, Dr. Gianni Buquicchio. 2. Los mecanismos de acceso individual suelen ser el amparo y el hábeas corpus, sin perjuicio de las diferentes denominaciones que estos reciben en los diferentes países. A ellos debe añadirse el hábeas data brasileño y la acción pública de inconstitucionalidad de las leyes en el caso colombiano, que han influido en otros ordenamientos constitucionales latinoamericanos. 3. En cuanto al control de convencionalidad, los países participantes muestran posiciones disímiles. Así, en el caso español, el Convenio Europeo de Derechos Humanos no puede ser invocado directamente por los ciudadanos, si no que sirve únicamente para interpretar los derechos que la constitución reconoce. En el caso americano, la Convención Americana sobre Derechos Humanos suele ser aplicada directamente por la jurisdicción interna, así como la interpretación que de ella hace la Corte Interamericana, aunque en este último punto se ha propuesto que la jurisdicción interna muestre no necesariamente una uniformidad con la jurisprudencia supranacional sino en todo caso una compatibilidad con ésta. 4. También en el plano del control de convencionalidad, se observa que los países tienen respuestas disimiles al problema de los alcances de las sentencias de la Corte Interamericana de Derecho Humanos, pues algunos consideran que éstas obligan sólo al Estado que fue parte en la sentencia, mientras para otros las sentencias de la Corte resulten vinculantes aun para los Estados que no fueron parte en el caso sometido a la Corte. Fuente de las conclusiones: http:// tribunalconstitucional.gob.do/sites/default/files/ documentos/Conclusiones_Conferencia_Peru.pdf La Comisión de Venecia Las conclusiones sobre la Conferencia Internacional. “Acceso Individual a la Justicia Constitucional en América Latina” fueron las siguientes: CONCLUSIONES 1. Se observa que todos los países participantes muestran mecanismos de acceso individual a la justicia constitucional, es decir, procesos o recursos que permiten que el reclamo por la violación de derechos constitucionales sea llevado a un Tribunal Constitucional, en los casos de los países con control concentrado de constitucionalidad, o ante el Poder Judicial, en aquellos con control difuso de constitucionalidad, o ambos en los sistemas mixtos. 4 www.cc.gob.gt L a Comisión Europea para la Democracia por el Derecho, más conocida como “Comisión de Venecia”, fue creada en mayo de 1990, siendo un órgano consultivo del Consejo de Europa en materia constitucional. El papel Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 Asistentes a la reunión de AREQUIPA, Perú. de la Comisión de Venecia es proporcionar asesoramiento jurídico a sus Estados miembros y, en particular, apoyar a los Estados que deseen llevar a sus estructuras jurídicas e institucionales la experiencia internacional en los ámbitos de la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho. Ha sido particularmente activa en países de la antigua unión Soviética, ayudando a estos en la redacción de nuevas constituciones, leyes para los tribunales constitucionales, códigos electorales, derechos de minorías y en lo referente al marco jurídico relativo a las instituciones democráticas. También ayuda a asegurar la difusión y la consolidación de un patrimonio constitucional común. La Comisión cuenta con 59 países miembros, entre los que se encuentran los 47 Estados miembros del Consejo de Europa, además de otros 12 países (Argelia, Brasil, Chile, Israel, Kazajstán, la República de Corea, Kirguistán, Marruecos, México, Perú, Túnez y Estados Unidos). Sus integrantes son profesores universitarios de derecho público e internacional, magistrados de Cortes Supremas y del Tribunal Constitucional, los miembros de los parlamentos nacionales y un número de funcionarios. Son designados por cuatro años por los Estados miembros, pero actúan a título personal. Gianni Buquicchio ha sido Presidente de la Comisión desde diciembre de 2009. La Comisión trabaja en tres áreas, siendo estas las instituciones democráticas y los derechos fundamentales; la justicia constitucional y la justicia ordinaria y las elecciones, referendos y partidos políticos. Fuente: http://www.venice.coe. int/WebForms/pages/?p=01_Presentation Presidente de la Corte de Constitucional de Guatemala, Magistrado Héctor Hugo Pérez Aguilera, durante su visita al Tribunal Constitucional de Perú. www.cc.gob.gt 5 Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL NULIDAD (Parte I) Angélica Yolanda Vásquez Girón1 L a nulidad es un medio de impugnación, que sirve para corregir errores in judicando (de fondo) y errores in procedendo (de forma) cometidos dentro de un proceso. Podrá interponerse contra las resoluciones, actos y procedimientos en que se infrinja la ley, realizados antes o después de dictada la sentencia. No la puede plantear la parte que realizó o provocó el error, ni la que lo haya consentido expresa o tácitamente2. Su naturaleza jurídica es de un remedio procesal pues es conocido por el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución, realizó el acto o procedimiento que se impugna. Puede plantearse nulidad por violación de ley, denunciando un error en la aplicación del Derecho material, o por vicio del procedimiento, derivado de una vulneración a una norma procesal. Es importante tomar en cuenta que la nulidad es el medio que tienen las partes para solicitar al Juez reparar las infracciones cometidas en el proceso y no un recurso que se utilice para revertir o revisar las decisiones adoptadas por el juzgador cuando estas se encuentran debidamente motivadas y fundamentadas. Con relación a la nulidad la Corte de Constitucionalidad ha sentado, entre otros, los siguientes criterios jurisprudenciales: 1. No puede utilizarse la nulidad como sustituto del recurso de apelación, sobre todo en los procedimientos o juicios en los que se encuentre limitado tal recurso. “…el postulante planteó nulidad por violación de ley y vicio de procedimiento contra el auto …por medio del cual la autoridad reclamada desestimó las excepciones de ’falta de personalidad’, ‘inexistencia de título 6 www.cc.gob.gt suficiente’, ‘ineficacia del título’ y ’falta de cantidad líquida y exigible’, argumentando que no se tomó en cuenta que la ejecución únicamente procede cuando el título trae aparejada la obligación de pagar cierta cantidad de dinero líquida y exigible, presupuesto legal que no se cumplió, tal y como lo demostró al interponer esas excepciones. Por lo tanto, es evidente que el fallo cuestionado carece de fundamentación fáctica y jurídica… Como cuestión previa, este Tribunal Constitucional estima pertinente señalar que en la tramitación de los procesos judiciales debe observarse el principio de economía procesal, el cual impone al juez la tarea de simplificar los procedimientos, evitando su retardo injustificado. Para ello debe tomarse en cuenta que, para cada tipo de proceso, la ley establece los mecanismos de defensa por medio de los cuales los sujetos procesales pueden objetar las pretensiones de la parte contraria. En el caso del ejecutado, éste puede rebatir la demanda promovida en su contra por vía de la oposición y de las excepciones que estime pertinentes. En este tipo de procesos -ejecución en vía de apremio-, a tenor de lo regulado en el artículo 325 del Código Procesal Civil y Mercantil, la denegatoria de tales excepciones no es apelable. Al hacer el análisis correspondiente, esta Corte advierte que, siendo las excepciones las defensas que puede utilizar el ejecutado -ahora amparista- para refutar los argumentos vertidos por la parte actora en la demanda incoada en su contra, la decisión que la juzgadora de autos asuma al conocerlas no puede ser objeto de nulidad, menos aún, cuando lo que se pretende con ésta es sustituir la apelación que está taxativamente restringida en este tipo de procesos, tal y como lo advirtió la autoridad reclamada, en la emisión del acto señalado como agraviante. De lo manifestado por el postulante y del informe circunstanciado rendido por la autoridad cuestionada, se advierte que los argumentos esgrimidos por el incidentante están encaminados a cuestionar, de nueva cuenta, lo decidido por la autoridad reclamada al desestimar las excepciones que interpuso en su defensa, razón por la cual el referido remedio procesal (nulidad) no es 1 2 Abogada Coordinadora de la Secretaría del Pleno de la Corte de la Constitucionalidad. Artículos 613 al 618 del Código Procesal Civil. Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 idóneo. En ese orden de ideas, siendo que el objeto de la nulidad es denunciar el incumplimiento de requisitos que condicionan la eficacia jurídica de un acto procesal, ya sea por vicio de procedimiento o por violación de ley, la misma no puede ser instada contra la desestimación de excepciones, ya que este es un supuesto que resulta ajeno a su naturaleza, pues cada uno de esos medios de defensa tiene su función procesal específica (la excepción como medio de defensa y la nulidad como remedio procesal)…”. (Sentencia de 8 de febrero de 2013, dictada dentro del expediente 3169-2012). En igual sentido: Expediente 2069-2010, sentencia de 12 de agosto de 2010. Expediente 4335-2011, sentencia de 8 de marzo de 2012. Expediente 904-2012, sentencia de 6 de julio de 2012. 2. Con base al principio de especialidad, el rechazo de una nulidad en un proceso de ejecución en la vía de apremio no es apelable. “…la quid iuris del asunto objeto de estudio gira en torno a la condición de apelable de una resolución que deriva de otra por medio de la que un juez dispone el rechazo de una nulidad planteada dentro de la tramitación de una ejecución en vía de apremio. Con el objeto de esclarecer ese aspecto, es pertinente desarrollar algunos conceptos relacionados con la naturaleza de los procesos de ejecución. En principio, se afirma que en este tipo de procesos lo que el actor pretende es que el órgano jurisdiccional verifique una determinada conducta física, un acto real o material que corresponde realizar al ejecutado. Podría decirse que, de cierta forma, la pretensión que subyace en los procesos de ejecución se encuentra dirigida en sentido inverso en comparación a la ejercida en los procesos de conocimiento, pues en tanto éstos últimos tienden a convertir los hechos en Derecho, aquellos conducen el Derecho hacia la praxis. Por lo afirmado, se puede concluir que por ello se origina el mayor influjo del principio de celeridad que se ha previsto en su diseño procedimental, por cuanto revelan un margen limitado de materia susceptible de ser discutida o cuestionada, al encontrarse la situación jurídica de las partes predeterminada en un documento escrito al que la ley ha dotado de particular eficacia; solamente se requiere el pronunciamiento judicial para que del reconocimiento de su contenido se produzca el aseguramiento de que el obligado cumplirá con el compromiso asumido. A esta especial connotación que caracteriza a este tipo de procesos y a los títulos que dan lugar a ellos, obedece la restricción de apelabilidad establecida en el artículo 325 del Código Procesal Civil y Mercantil. Ello porque, como se apuntó, en el proceso de ejecución en la vía de apremio existe un derecho cierto no sujeto a debate de conocimiento, cuya efectividad se vería afectada por la interposición desmedida de recursos…”. (Sentencia de 3 de febrero de 2012, dictada dentro del expediente 4242-2011). En igual sentido: Expediente 1837-2008, sentencia de 12 de septiembre de 2008. Expediente 2714-2008, sentencia de 3 de octubre de 2008. Expediente 160-2009, sentencia de 24 de abril de 2008. 3. Con base en los principios de celeridad y certeza jurídica, no procede nulidad como impugnación para revisar lo resuelto en otro medio de impugnación. “…El asunto que se somete a esta instancia constitucional deviene del rechazo liminar de una nulidad por vicio de procedimiento, intentada por el postulante contra la resolución en la que se declaró sin lugar el recurso de revocatoria que interpusiera dentro del juicio oral que [se] …promovió en su contra pretendiendo el aumento de pensión alimenticia. Al respecto, esta Corte considera que, si bien, de conformidad con nuestro ordenamiento jurídico, el sujeto procesal que resienta que la desestimación de un recurso vulnera sus derechos puede, por medio de otros procedimientos particularmente establecidos en la ley, impugnar tal decisión, resulta inaceptable que para atacarla utilice un recurso de similar naturaleza al que ha sido declarado sin lugar, pues ello generaría un círculo o cadena interminable de impugnaciones, lo que iría en detrimento de los principios de celeridad y certeza jurídica que rigen la tramitación de los procesos judiciales. Con base en lo anterior puede afirmarse que el juez reprochado, al haber rechazado la nulidad planteada por frívola, actuó con apego a los principios antes indicados, pues de haber aceptado para su trámite el segundo medio de impugnación, contravendría los principios ya referidos que rigen cualquier actividad judicial, prolongando los procedimientos de manera tal que resultaría imposible dar fin a la actuación jurisdiccional ordinaria y llegar a la conclusión de los procesos instaurados. Por ello, se estima que la autoridad impugnada, al resolver en la en forma que lo hizo, actuó dentro de las facultades otorgadas por la ley, específicamente, de conformidad con lo regulado en el artículo 66, literal c), de la Ley del Organismo Judicial, por lo que la decisión del juzgador no puede traducirse en trasgresión a garantía constitucional alguna del accionante. Ello quiere decir que la desacertada actuación del ahora postulante, al interponer nulidad contra lo resuelto en el recurso de revocatoria, provocó el rechazo que ahora estima agraviante a sus derechos constitucionales, sin que ello pueda ser imputable a la autoridad reprochada…”. (Sentencia de 26 de agosto de 2011, dictada dentro del expediente 2190-2011). 4. No procede nulidad objetando lo resuelto en un decreto. “…El artículo 66, inciso c), de la Ley del Organismo Judicial, faculta a los jueces para rechazar in limine los recursos o incidentes notoriamente frívolos o improcedentes. Dicho precepto legal, interpretado debidamente, implica que la facultad otorgada a los jueces está obligadamente www.cc.gob.gt 7 Guatemala, junio 2013, AÑO 3, No. 2 supeditada a que los recursos o incidentes que se rechacen lo sean porque adolecen de frivolidad o improcedencia notoria. En el caso específico de la improcedencia, ésta se aprecia en virtud de la idoneidad del medio de impugnación intentado y la temporalidad de su planteamiento [en ese mismo sentido se pronunció este Tribunal en sentencias de doce de diciembre de dos mil ocho, ocho de enero de dos mil diez y veinticinco de agosto de dos mil once, dictadas dentro de los expedientes tres mil ciento treinta y siete – dos mil ocho (3137-2008), cuatro mil ciento treinta y uno – dos mil nueve (4131-2009) y novecientos setenta y dos – dos mil once (9722011), respectivamente]. En el presente caso, esta Corte, del análisis de los antecedentes, advierte los siguientes hechos relevantes: a) mediante resolución de ocho de octubre de dos mil diez, la Sala reprochada acogió la petición del ahora tercero interesado de devolver los antecedentes originales del proceso tramitado sub litis, a efecto de que el Juez de conocimiento remitiera copia certificada para seguir conociendo de la recusación instada por el postulante; b) por no estar de acuerdo éste último interpuso nulidad por violación de ley y vicio de procedimiento, medio de impugnación que fue rechazado de plano por improcedente en auto de veintiséis de octubre de ese mismo año –acto reclamado-. Para determinar la procedencia del recurso de nulidad intentado por el accionante, y cuyo rechazo es objeto del presente amparo, este Tribunal estima necesario examinar la decisión que originó su planteamiento. Mediante resolución de ocho de octubre de dos mil diez, la autoridad impugnada dispuso: ’…Como lo solicita el presentado, devuélvanse los antecedentes al Juzgado de Primera Instancia, a efecto de que el Juez certifique los autos y remita dicha copia a esta Sala para continuar conociendo de la recusación…’ […]. Es meritorio resaltar que la Ley del Organismo Judicial en su artículo 141 clasifica las resoluciones judiciales en decretos, autos y sentencias, definiendo a las primeras como todas aquellas determinaciones de mero trámite. En ese sentido, del contenido de la referida decisión, se deduce que la misma no contiene ningún pronunciamiento sobre cuestiones en las que el juez deba emitir un criterio sobre el fondo del asunto o que realice una labor de examen lógico, sino, únicamente, constituye una providencia por la cual da impulso al proceso. En ese orden de ideas, para obtener la revisión de este tipo de resoluciones -decretos-, el legislador previó un medio de impugnación específico –revocatoria-, el cual se encuentra regulado en el artículo 598 del Código Procesal Civil y Mercantil, que establece: ‘Los decretos que se dicten para la tramitación del proceso son revocables de oficio por el juez que los dictó. La parte que se considere afectada también puede pedir la revocatoria de los decretos…’ [el resaltado es propio de este Tribunal]. Este criterio encuentra sustento, además, en lo considerado por esta Corte en sentencia de veintisiete de julio de dos mil once, dentro del expediente setecientos quince – dos mil once (715-2011), en la que se indicó: ‘…Refuerza lo anterior lo apuntado por Juan Montero Aroca y Mauro Chacón Corado, en su obra ‘Manual de Derecho Procesal Civil Guatemalteco volumen I’ (Magna Terra Editores, tercera edición, Guatemala, 1999, página 233), quienes, al referirse a los decretos, expresan que son las determinaciones de trámite que han de dictarse, de conformidad con la Ley del Organismo Judicial, a más tardar, al día siguiente de que se reciban las solicitudes, precisamente, en virtud de que en éstas no se emite un razonamiento de fondo. Agregan los citados 8 www.cc.gob.gt autores que: ’Salvo los requisitos generales antes dichos –los de la Ley del Organismo Judicial–, no existe en la ley norma alguna que precise más la forma de estos decretos, por lo que existe una cierta libertad de forma, pudiendo el juez o tribunal adecuarse a las circunstancias de cada caso o, (…) de tal manera que logren su finalidad…’. Las consideraciones precedentes permiten a esta Corte colegir que el amparista, al plantear recurso de nulidad por violación de ley y vicio de procedimiento contra la resolución señalada en el párrafo anterior, utilizó un medio impugnación que no era el idóneo según la legislación, en virtud que contra las providencias de mero trámite -decretos-, es procedente el recurso de revocatoria. Aunado a lo anterior, cabe resaltar que si bien puede interponerse nulidad contra las resoluciones y procedimientos en que se infrinja la ley cuando no sean procedentes los recursos de apelación o casación, su alcance no debe ser interpretado en forma aislada, pues, de acuerdo al principio de unidad del ordenamiento jurídico, las normas -en este caso procesales- deben aplicarse de forma armónica y sistemática, en congruencia con la totalidad de disposiciones que regulan cada rama del Derecho, a manera de observar los procedimientos específicos que dejó plasmados el legislador para su utilización según cada caso concreto, siendo así que la procedencia de un medio de impugnación excluye la admisión de los demás. De lo expuesto en los párrafos anteriores, es evidente que la Sala cuestionada al declarar sobre la nulidad intentada que: “…por improcedente no ha lugar, ya que (…) en todo caso el compareciente debió hacer uso de los remedios procesales establecidos en la ley…” [el resaltado es propio de este Tribunal], ningún agravio causó al ahora amparista, en virtud de que, como se señaló, no era el mecanismo idóneo para cuestionar una decisión proferida mediante un decreto. De esa cuenta, esta Corte estima que los argumentos vertidos por el postulante mediante la presente acción de amparo carecen de sustento legal, porque la autoridad impugnada, al emitir el acto señalado como agraviante, actuó con base a las facultades que le confiere el artículo 66, inciso c), de la Ley del Organismo Judicial, sin que su proceder denote conculcación a derecho constitucional alguno.” (Sentencia de 5 de diciembre de 2011, dictada dentro del expediente 2155-2011).