Un nacimiento, una muerte: Por que a mí- pensó

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Autor: Xander – [email protected]
Timy
Un nacimiento, una muerte:
Por que a mí- pensó- hay millones de seres humanos, -incluso alguno mas "no humano", pensó con
ironía- y ha tenido que tocarle a mi hijo.
Su hijo, su mujer, las dos cosas que más quería, las dos únicas cosas que he querido, y las he
perdido las dos, su hijo por culpa de su mujer, su mujer por culpa de su hijo.
Se recrimino el pensar así, su mujer sabia el riesgo desde hacia tiempo y no quiso abortar, murió en
el parto, pero haciendo lo que quería. Además, los médicos habían dado al bebe un mes de vida,
todavía no estaba muerto, y Marcus no era una persona que se rindiera fácilmente.
En su profesión no podía rendirse, si no, las fuerzas del mal triunfarían. Muchos pensarían que
estaba loco si supieran lo que pululaba por su mente, por que era un cazador, aunque sus presas no
eran animales como tigres o leones, eran seres racionales y más poderosos que los humanos
normales. Él era un cazador de cazadores, era un caza vampiros.
Un sacrificio, una traición:
No podía permitir que muriera -pensó mientras caminaba por una calle oscura. El bulto que llevaba
en las manos gorgoteaba y se movía juguetón. Al menos le gusta la noche - pensó Marcus- espero
que lo suficiente, por que si sobrevive será lo único que vea, por toda la eternidad.
Iba a hacer algo impensable, iba a pedir ayuda a sus enemigos, se iba a traicionar a sí mismo, y
quizá a su hijo, pero no podía permitir que muriera, no después del sacrificio de su mujer. Ella
sacrificó su vida, él sacrificaría sus ideales.
Doblo una esquina y esquivo un montón de porquería, se estaba acercando a su destino, sus pasos se
hicieron mas cortos, mientras las dudas asaltaban su cabeza. Y si se convertía en un monstruo, y si
por las ironías de la vida luego tenia que acabar el mismo con su vida.-Marcus meneo la cabeza
mientras volvió a acelerar el paso- solo quedaba esa solución, no había otra.
Conforme se acercaba a su destino, un garito en los suburbios de la ciudad, percibió una música
estridente, hardcore lo llamaban, nunca la había comprendido.
El estar sumido en sus pensamientos hizo que no se percatara de las 2 sombras que había en la
puerta hasta que se colocaron justo en sus narices. marcus se maldijo por su torpeza mientras espero
pacientemente el movimiento de este "obstáculo" inesperado.
¿Tienes invitación?- pregunto una de las figuras- Además, no se admiten menores -añadió la otra
con una sonrisa burlona mientras señalaba al bulto. Vengo a ver al dueño del local -contesto con
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una calma mas que aparente marcus. ¿Vienes a traerle un regalo? - pregunto el que había visto al
niño señalándolo con un gesto de su cabeza. Marcus suspiro, nunca le había gustado su trabajo, pero
en esta ocasión lo cumpliría con gusto, además algo de ejercicio le vendría bien para aclarar las
ideas.
Con gran delicadeza dejo Marcus a su hijo, su vástago -pensó con una sonrisa irónica asomándole
en los labios- en el suelo, un poco apartado de él. Con un solo gesto desenfundo un revolver con su
diestra y saco una estaca con la zurda de su larga gabardina.
Aun con la sonrisa en la boca dijo -Aquí esta mi invitación y la del niño-. Los dos gorilas del garito
se lanzaron hacia él. Marcus sonrió, no eran lo suficientemente rápidos, no tenían celeridad, por que
aunque algún espectador casual no hubiera podido distinguirlos eran vampiros. El primero recibió
un disparo a quemarropa del revolver, y la sonrisa al ver un arma tan ridícula contra un vampiro se
le congelo en la boca, cuando la bala exploto dentro de él, extendiendo sus llamas por el interior de
su cuerpo.
El segundo aprovechó que estaba ocupado con su compañero y consiguió agarrarlo. Marcus a duras
penas consiguió mantener la cabeza del chupón lejos de cualquier arteria principal, y en un
momento que sus miradas se cruzaron el vampiro dijo -¡¡DETENTE!!. Marcus intento controlarse.
Estaba cayendo en un error detrás de otro, ¡mirar a los ojos de un vástago!. El propio desprecio que
sentía hacia sí mismo por sus continuos errores le ayudo a resistirse a la dominación del vampiro, y
en un descuido de este le clavo la estaca en el corazón.
Se acerco al niño y lo cogió. Mientras se dirigía a la puerta se acerco al vampiro que tenia una
estaca en el corazón y le pego una patada para desahogarse. Espérame aquí -dijo al vampiromientras entraba al garito.
Un llanto, una despedida:
El niño empezó a hacer pucheros en cuanto entro en el local. Era lógico, el ambiente era cargado,
con una gran humareda de tabaco, y lo que no era tabaco. El olor a sudor dejaba también sus trazas
en el ambiente, y a este se le añadía el del alcohol. Lo cierto es que en conjunto el ambiente tuviera
el olor acre del vomito, y si a eso le añadimos la música a todo volumen, lo raro era que no
estuviera llorando el niño.
Marcus envolvió al niño un poco mas de manera instintiva, como para protegerlo del ambiente y se
dirigió hacia una puerta que ponía privado. Todas las miradas del local se dirigieron hacia él, y supo
que de allí no saldría vivo si no conseguía su propósito. Marcus se encogió de hombros
mentalmente - Triunfar o morir, como siempre.
Abrió la puerta, y entro en un pequeño despacho, se componía de una mesa con su sillón, un
fichero, un ordenador, una repisa y una silla para alguna visita. El sillón estaba ocupado por un
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hombre joven y alto, pero sus ojos evidenciaban su gran experiencia, en su boca se dibujaba una
sonrisa, como la que se le dedica a alguien que se ha equivocado, por que precisamente es lo que
pensaba. Disculpe amigo -dijo la figura del escritorio- el retrete esta a la derecha de este despacho.
Quizás -dijo Marcus- pero la mierda esta aquí. Vengo ha ofrecerte un trato. La sonrisa se borro con
una rapidez increíble y los ojos se endurecieron, incluso parecía emitir un aura de odio. Marcus se
pregunto si se abría equivocado, solo había tenido una semana para conseguir información, no podía
perder mas tiempo con eso, su hijo no podía esperar. Espero pacientemente, quizá habría sido
demasiado fuerte el comienzo, quizá no seria capaz de controlar su bestia y se lanzara hacia él, en
ese caso todo habría terminado.
Poco a poco el hombre consiguió recuperar su mascara de amabilidad, pero aun así cuando hablo, a
pesar de hacerlo suavemente, sus palabras desprendían violencia. ¿Por que habría de seguir
escuchándote? -pregunto el hombre-. Marcus entendió su pregunta, dime por que no debería matarte
ahora mismo. Ya te lo he dicho, he venido a ofrecerte un trato -replico Marcus.
Debo reconocer que tienes cojones. Muchos se habrían cagado encima -dijo con una sonrisa más
natural- ¿qué quieres?. Que abraces a mi hijo -respondió Marcus. La sonrisa del hombre se
pronuncio un poco mas, pero ahora había un toque de preocupación, cuando respondió - ¿es que
tengo cara de político, para ir dando besos y abrazos a los bebes?, ¡Vete de aquí antes de que me
arrepienta!. Ahora fue marcus el que sonrió -OH, vamos, no juegues conmigo, sabes a que me
refiero, conviértelo en vampiro, hazlo un vástago, dale la vida eterna, ya sabes eso que le quitas
toda la sangre y luego le das un poco de la tuya.
La sonrisa del hombre volvió a convertirse en una sonrisa lobuna, la de una fiera antes de lanzarse
sobre su victima, con la que va a jugar un poco antes de matarla. ¿Quién eres? -pregunto el hombre¿eres de los nuestros?. No, no eres de los nuestros -se respondió a sí mismo- los nuestros no pueden
tener descendencia, ¿Quien eres? -Volvió a preguntar. Marcus, Marcus Belmont -respondió el
cazador- y tú si mis informaciones no me fallan eres Calian antes llamado Carimarg, un vástago del
clan malkavian de generación entre 6ª y 8ª y, seguidor de la secta de la camarilla, cumplidor de las
tradiciones, siempre y cuando no contradigan tus planes, y diabolista en tus ratos libres.
La sonrisa de Calian se convirtió en una carcajada. Deberías pertenecer a nuestro clan -dijo entre
risas-. Estas mas loco que nosotros, venir a la boca del lobo y obligarle a que cierre la boca, eso es
lo que has hecho. -intentando mantener la compostura añadió- pero has dicho que venias a
ofrecerme un trato, y ya me has dicho lo que quieres, pero... ¡Qué cojones gano yo!, No tienes nada
que ofrecerme. Tu vida -dijo Marcus-. Completamente pirado -dijo Calian- en el hipotético caso de
que consiguieras matarme, altamente improbable, créeme, no conseguirías salir de aquí vivo. Lo sé
-dijo Marcus mientras se abría la gabardina, y mostraba un chaleco forrado de goma 2- y nunca lo
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he pretendido. ¿Te gusta mi chaleco "antibalas"? -pregunto mientras ladeaba la cabeza con una
sonrisa- no creo que nadie se atreva a dispararme con esto puesto.
Calian puso los ojos en blanco mientras murmuraba - como una chota, esta como una puta chota.
Marcus no pudo evitar acordarse de Alex Malcom, un Malkavian al que había perseguido y al que
había estado a punto de matar un par de veces, y que le ahorro el trabajo cuando se peto a sí mismo
cuando estaba con un tal Eorl van cosa, un Ventrue, lo cierto es que lo del chaleco se le ocurrió
gracias a él, y a pesar de ser un vampiro nunca había disfrutado tanto como persiguiéndolo y
realmente le dio lastima cuando alcanzo la muerte definitiva.
Bueno, ¿lo harás? -pregunto Marcus recuperando su seriedad-. Mira tío, tú lo has dicho, respeto las
tradiciones y el príncipe no me dará permiso para engendrar progenie -dijo intentando quitarse el
marrón de encima- y lo mismo me da que me mates tu, que lo haga el príncipe, es mas una
explosión seguro que es mas rápido que lo que se le ocurra al príncipe. OH vamos, seguro que ha un
vástago de tanto renombre e influencia se le habrá permitido abrazar a alguien -insistió Marcus-. Si,
pero ya he cumplido mi cuota de 3, y la ciudad esta saturada no me permitiría a nadie más. Bueno dijo Marcus- si mis informadores no se equivocan, y no suelen hacerlo los gorilas de la puerta eran
parte de tu progenie, así que té queda una plaza vacante, dos, si no le quitas la estaca al otro antes de
que amanezca.
Calian se frotaba las manos, y el tic nervioso que tenia en el ojo derecho comenzó a desatarse en
guiños continuos y muecas. Lo que voy a decirte espero que lo mantengas como un secreto, es mi
debilidad -dijo Calian-. Odio ser un vampiro, tener que alimentarme de humanos, el ver como mi
humanidad va perdiendo camino ante la bestia, que cada vez gana mas batallas, y el sentir que no
eres tú el dueño de tu persona. Si, te da poder, muy poca gente puede verme si no quiero,
físicamente soy más poderoso que cuando era humano, pero eso solo es divertido al principio.
¿Estas seguro que quieres trasmitirle la maldición a un bebe?¿Sabes que será un bebe por toda la
eternidad?
Hazlo -dijo Marcus- por que así por lo menos no morirá, quizá no sea un ser vivo, pero tampoco
morirá. Así sea -dijo Calian y se acerco al niño- quizá no quieras ver esto, no creo que te resulte
muy agradable. ¡¡HAZLO DE UNA PUTA VEZ!! -grito con la voz enronquecida por la emoción.
Fue rápido, al fin y al cabo él bebe no tenia mucha sangre que ser absorbida, aunque por un
momento creyó comprender un poco mas a sus enemigos, porque mientras Calian mordía al
pequeño Marcus tuvo que hacer un tremendo esfuerzo de voluntad para no lanzarse contra él y
despedazarlo, quizá, después de todo, los humanos también tengan su bestia, aunque sea mas
dormilona que la de los vampiros. Una vez le absorbió la sangre al bebe Calius cogió un abrecartas
y iba hacerse una herida en la muñeca, pero lo pensó mejor. Es solo un bebe -dijo para sí mismo- no
podría tomarla de aquí. Se llevo un dedo a la boca y se mordió. Acerco el dedo a la boca del bebe, y
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este, mezclo el instinto de succionar, con el hambre y absorbió la vitae del vástago, la vida eterna, la
muerte eterna.
Marcus se dirigió a la puerta y le dijo a Calian- Cuídalo, o te aseguro que te matare. Abrió la puerta
y el estruendo que entro en el pequeño despacho no consiguió silenciar las ultimas palabras de
Marcus- Y recuerda que se llama Timmoty, Timmoty Belmont.
Marcus se fue, sin volver la vista, y el niño como si supiera lo que pasaba comenzó a llorar, aunque
no era el llanto de un bebe escandaloso, sino que una sola lagrima rodó por sus mejillas dejando un
surco rojo, por que la lagrima era de sangre.
Un juego, una prueba:
98...99...100 ¡¡Listo o no, allá voy!! -Grito Timy mientras se separaba de la pared en la que estaba
apoyado. Desde que conoció este juego era su favorito, los demás niños le obligaban siempre a
empezar "mokando" él, es decir él tenia que encontrar a los demás, pero no le importaba, por que
enseguida encontraba a alguien, y luego a él nunca le encontraban. Timy pensaba que era un juego
más estratégico que el ajedrez, que era muy lento y pesado. En este juego tú eres el cazador y tienes
que atrapar a tu victima, ¡¡Por Jon, que esta detrás del contenedor!! -grito interrumpiendo
momentáneamente sus pensamientos que continuaron mientras un niño salía con cara malhumorada
de detrás del contenedor- y luego demostrar ser mas listo que el cazador y escaparte de él.
Eres un tramposo -dijo Jon mientras se acercaba- seguro que has mirado, es imposible que me
vieras. ¡Venga ya! -empezó a contestar Timy- no seas pic... ¡¡Por William que esta detrás del coche
rojo!!. ¡No seas picado! -dijo Timy mientras otra figura se acercaba a la pareja. Tiene razón Jon,
seguro que as mirado -dijo William. Timy ya estaba acostumbrado a estos piques de sus amigos, y
sabia que la única manera de que le dejaran en paz era dejarse ganar. ¡¡Por Lucy que esta detrás de
la columna de la fabrica!!- pensó Timy mientras tomaba la dirección contraria.
De entre las sombras de la fabrica salió una figura que fue corriendo como una exhalación hasta
donde estaba Jon y William y tocando la pared grito-¡¡Por todos mis compañeros, y por mí el
primero!!- mientras estallaba en carcajadas y le recriminaba a Timy- ¡Vaya! Parece que hoy no has
tenido tanta suerte como de costumbre para encontrarnos. La culpa es de estos dos -se excuso Timy
señalando a sus amigos- que con sus gritos me han distraído. Si claro, seguro -dijo Lucy mientras
sus risas se iban apagando. ¡Bueno! -dijo Timy con su buen humor recuperado- ¿Jugamos otra vez?
No -contestaron los 3 casi a coro- son casi las 10 y nos tenemos que ir. Hasta mañana Timy. Timy
no oculto su decepción pero sabia que tenia que ser así, su padre se lo había explicado todo así que
decidió ir a comer algo antes de ir a casa a estudiar, y quizá, si se aplicaba con los estudios jugar un
poco a la consola.
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Para Timy la caza era su otro juego favorito, para el no era mas que eso. Incluso había inventado un
juego dentro del juego. Consistía en chocarse con la gente y quitarles la cartera, cuando lo
descubrían o se cansaba de jugar se alimentaba, era tan sencillo. Una vez su padre, Calian, le dijo
que no lo hiciera pero sabia cuando decía algo en serio y cuando era una norma que podía infringir
de vez en cuando.
Timy recordó lo que paso hace un año, cuando unos hombres malos entraron en el bar de su padre y
mataron a su hermano. Su padre lo saco a rastras de allí pero aun así pudo ver como su hermano
moría a manos de un monstruo peludo con garras que brillaban como cuchillos. Por lo menos nos
dio tiempo -pensó-, además, nunca me cayo bien del todo, me tenia envidia por que padre me quería
mas a mí.
Después de eso se mudaron a esta otra ciudad, y aunque vivían en un apartamento de mala muerte
en los suburbios Timy era mucho más feliz. Aquí padre le controlaba menos, incluso había hecho
amigos.
Después de dar unas cuantas vueltas y de unos cuantos "choques" decidió volver a casa, después de
todo no tenia tanta hambre y como se retrasara demasiado a sus clases Calian no le dejaría jugar a la
consola.
Calian insistía en contarle cosas inútiles, aunque de vez en cuando hacían algo útil. Por ejemplo
ahora estaba intentando enseñarle algo llamado Auspex, y que según Calian sirve para ver mas y
mejor. Pero para llegar hasta eso había tenido que tragarse un rollo sobre las "Tradiciones", por que
siempre que le decía parecía que lo decía con mayúsculas, y hasta que no demostró que sé las sabia
de memoria no le enseño nada más.
La mascarada: Era un vampiro y lo sabia, pero los humanos no debían saberlo, esta era la regla más
importante y romperla equivalía a muerte automática
El dominio: esta no la entendía muy bien, pero era algo así como que en tu casa mandabas tu, e
igualmente cuando vas a casa de alguien debes obedecer a su dueño
La progenie: también esta completamente prohibido crear mas vampiros a no ser que el príncipe te
dé permiso, y por lo visto el príncipe era el vampiro que más manda en una ciudad
La responsabilidad: Si el príncipe te da permiso de hacer mas vampiros estos son responsabilidad
tuya hasta que los liberas, la ultima parte no estaba muy clara, pero como no tenia prole tampoco
importaba demasiado
La hospitalidad: Siempre que pasara por una ciudad debía de presentarse ante el príncipe
La eliminación: No debía matar a otro vampiro, a no ser que el príncipe ordenara una caza de
sangre, o sea que todo el mundo podía lincharlo. Calian le advirtió contra esta tradición, puesto que
no debía esperar que todo el mundo la cumpla y debía estar preparado para recibir violencia de
otros vástagos.
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Además de las "Tradiciones" otra lección de las que tenían mayúsculas era la del "Vinculo". Si un
vampiro bebe de otro 3 veces se convierte en su sirviente, la de cómo crear ghouls, como usar la
vitae para curarse, y aumentar sus capacidades físicas, que tenia que tener cuidado con el fuego y la
luz, la organización de la camarilla, la existencia del sabbat, y una descripción de los clanes y sus
caracteristicas.
Cuando termino de repasar las lecciones estaba ante la puerta de su casa en la que entro sin llamar.
Hola papa -saludo Timy-. Te he dicho cientos de veces que me llames Calian, o sire pero no papa le reprendió Calian aunque con una leve sonrisa.
¿Que vamos a estudiar hoy, Papa?- pregunto a modo de pulla. Era una broma que tenían desde hace
tiempo. Hoy no vamos ha estudiar -respondió Calian. ¡Guay!, ¿Puedo echarme una partida a la
consola?, Ayer solo conseguí 5000 puntos en el virtua cop. No -respondió rápidamente Calian- hoy
voy a hacerte un regalo. Calian le ofreció un amuleto que contenía unas iniciales TB. Como mola dijo Timy mientras se lo ponía.
Por cierto -dijo Calian- mañana tendrás un examen, pero no te preocupes, no tendrás que estudiar.
Tienes que sobrevivir por tu cuenta, un día entero. Mañana cuando anochezca saldrás de aquí, y no
volverás hasta la noche siguiente. ¿Lo has entendido? -pregunto. Cuando recibió la afirmación de
cabeza añadió- Bueno, que te parece un pique a dobles en la consola.
A la noche siguiente se levanto enseguida, estaba deseoso de demostrar a calain que ya era un
adulto, que sabria valerse por si mismo asi que se vistio y se despidio de calain hasta la noche
siguiente.
Una vez en la calle, penso que debia alimentarse, llevava un par de dias sin hacerlo, y necesitaria
toda la sangre, asi que fue directamente de caza, y recolecto varias billeteras.
Con el estomago y el bolsillo lleno hizo planes para pasar la noche, y decidio pasar la noche en un
hotel. Se decidio por el mejor de los suburbios, que aunque no era de lujo no parecia incomodo.
Hola -dijo al encargado- quiero una habitación para hoy y mañana. El encargado miro con cara de
sorpresa y de diversión al niño de no mas de 7 años que le estaba pidiendo habitación. ¿Y tus
padres? -pregunto el encargado, mirando hacia la puerta y esperándolos ver llegar. Ehh ohh, es
queee -respondio Timy intentando pensar rapido una respuesta convincente- han venido unos
familiares y como en casa estabamos estrechos puueess me ha mandado a dormir a mi aquí, si eso
es, pero no se preocupe -dijo mientras sacaba la recolecta de la noche- tengo dinero.
El matiz de diversión del encargado se cambio por un fruncimiento de ceño y dijo- bueno si tienes
dinero pero espera que miro a ver que me queda -le dio un papel- rellenalo con tus datos personalesy se dirigio a la trastienda.
Timy tenia buen oido y oyo como el encargado decia algo como niño y escapado. ¡¡El muy bastardo
estaba llamando a la policia!!. Le encantaba esa palabra, aunque Calian no le dejaba usarla nunca, le
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hacia parecer mas adulto. Reacciono rapido y se oculto, con su habilidad natural y sus poderes
vampiricos (algo que calian habia llamado ofuscacion).
El encargado hecho un vistazo hacia el mostrador, y cuando vio que el niño habia desaparecido se
lo comunico a la policia, les dio una breve descripcion del niño y colgo.
Timy se quedo pensando un rato en que hacer, podria colarse sin problemas en alguna habitacion,
pero seguro que por el dia entrarian a limpiarla o algo asi. Tambien le quedaba el recurso de las
alcantarillas, pero no le apetecia nada, en parte por el olor y en parte por que era el territorio de los
reservados nosferatu. De repente una luz se encendio en su cabeza, usaria su mas poderosa arma.
Se dirigio hacia un edificio de oficinas, todavia no era muy tarde, apenas las 10 y media y espero a
que saliera alguien adecuado. Cuando salio una chica sola de la oficina se dirigio a ella, con la cara
convertida en una mueca de tristeza, y le dijo- Señora, me he perdido, podria ayudarme a encontrar
a mis padres - En estos momentos es cuando sentia el no poder llorar.
Logicamente la chica no pudo resistirse y dejar a un niño indefenso y solo en la calle, y al rato de
buscar a sus padres y no encontrarlos se lo llevo a su casa, prometiendole que seguirian buscando
por la mañana.
Timy solo tuvo que darle un poco de su sangre mientras dormia, y la chica se convirtio en su ghoul,
su sirviente. De todas maneras a Timy no le gustaba aprovecharse demasiado, y solo le ordeno que
le dejara dormir el dia siguiente alli, y que ella continuara con sus labores corrientes. Asi supero el
examen.
Al dia siguiente Timy se desperto sobresaltado al mediodia, como si le hubieran cortado una parte
de el, pero enseguida se volvio a dejar acariciar por morfeo y se olvido del asunto.
Un viaje, una promesa:
Timy volvio a su casa todo contento al dia siguiente, contento por haber superado su primera
prueba. Entro pegando berridos- Calain, ¿me has hechado de menos?, ¿te has preocupado mucho
por mi? -pero nadie respondio, empezo a buscarlo por toda la casa hasta que lo encontro.
Estaba acostado en la cama, con una estaca en el pecho y sin la cabeza sobre los hombros, la sabana
estaba llena de sangre. Cuando timy lo vio se le cayo el alma a los pies, instivamente se ofusco, por
si todavia estaba ahí el asesino.
Te vengare -murmuro Timy-, me hare grande y fuerte, encontrare al que te ha hecho esto y lo
matare, te lo prometo. Y esta promesa fue sellada con sangre, por que por segunda vez en su vida
estaba llorando. Y tambien fue la primera vez en que la bestia le domino. Destrozo toda la
habitacion, nunca habia estado mas furioso. Decidio quemar la habitacion, nadie molestaría el
descanso de su padre tocando su cuerpo. Recogio las cosas mas importantes de su habitacion, un
poco de ropa, su colección de tebeos, y su gameboy, le prendio fuego a la casa y se fue.
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Mientras caminaba por la calle decidio su plan, se marcharia de la ciudad, por que quiza tambien le
buscaran a el para matarlo, y mientras su mente recordaba el cadaver de Calian, estubo a punto de
entrar en frenesi pero consiguio controlarse, debía sobrevivir, aunque solo fuera hasta cumplir su
promesa.
Se dirigio a la casa de su ghoul, y le encargo que le consiguiera un billete en bus, y un plano de
alguna ciudad, lejana a ser posible, y algo de informacion sobre esta. La noche siguiente estaba
viajando en un bus, nadie le prestaba atencion. Llego a la ciudad a media noche, y ahora estaba
autenticamente solo, intento recordar las lecciones mayusculas de Calian, por que sabia que eran lo
que le permitira sobrevivir.
Pero eso ya es otra historia..
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