Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” Solucionario “Angelina o El honor de un brigadier” Este título también dispone de guía de lectura y ficha técnica www.planetalector.com -1- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” [Textos preliminares] [Página inicial] 1. El primer dato que nos ofrece esta página es el título completo de la obra: Angelina o el honor de un brigadier (un drama en 1880). Si analizamos con detenimiento estas palabras, podemos inferir varias cosas. En primer lugar, destaca el hecho de que el epígrafe esté formado por dos sintagmas disyuntivos. Si asumimos que en él se intenta resumir la temática del texto que preside, podremos afirmar que en la obra se hablará de dos conceptos diferentes, el representado por Angelina, el del amor, y el centrado en el honor de su padre. En el paréntesis que sigue al título se nos informa, por un lado, del momento cronológico en el que se va a contextualizar la obra (últimos años del siglo XIX) y, por el otro, de que nos hallamos ante un «drama». Normalmente este género teatral se distingue de los demás por la abundancia de acciones y situaciones tensas que se incluyen en la trama y por las pasiones conflictivas que en ella se proponen. Sin embargo, las expectativas que se crean con esa denominación genérica se rompen a continuación cuando se califica la obra de «Caricatura en tres actos y una presentación». El género de la caricatura nos sitúa en el ámbito de lo paródico, de lo burlesco, de la ridiculización de un modelo literario ya establecido y reconocido por el público. De los datos ofrecidos en esta página debemos deducir, en definitiva, que Angelina es una obra que trata los temas del amor y el honor tal y como se hacía en los dramas de finales del XIX, pero desde la perspectiva de la parodia o caricatura. Circunstancias en que se ideó, se escribió y se estrenó Angelina o el honor de un brigadier (un drama en 1880) 1. En estas páginas el propio Jardiel confiesa que sus fuentes de inspiración para componer Angelina o el honor de un brigadier han sido La Dama de las Camelias (de Alejandro Dumas hijo), El nudo gordiano (de Eugenio Sellés) y La pasionaria (de Leopoldo Cano). De la primera de estas obras, el autor afirma que está «invadida por un vivero de motivos irresistiblemente cómicos […] [que] no me parecieron privativos de aquella obra […] sino peculiares de toda una época y de un género» (pp. 59-60). www.planetalector.com -2- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” Podemos deducir, entonces, que La Dama de las Camelias es el texto que proporciona, sobre todo, la ambientación del escrito que estamos analizando. De las otras dos obras, Jardiel dice haber tomado prestada «la manera de hacer […] cursilería, efectismo, versificación infame y conflictos estúpidos» (p. 61). Un análisis más detallado de ambos dramas nos llevaría a concluir que, además del estilo, de El nudo gordiano tomó Jardiel parte del conflicto y algunos elementos argumentales como el del duelo o el del encierro de la esposa en la casa tras descubrirse el adulterio. De La pasionaria, Jardiel Poncela toma fundamentalmente los nombres de los personajes (aunque los altera para adaptarlos a sus necesidades dramáticas) y ciertas figuras, como la del avaro don Justo. Como ya hemos dicho con anterioridad, Angelina es, ante todo, una obra paródica; la utilización de los elementos que acabamos de mencionar desempeña, por lo tanto, una función referencial: es justo el tipo de drama que representan los de Sellés y Cano lo que el autor quiere ridiculizar. Presentación 1. Podemos decir que la «Presentación» es una novedad estructural con respecto al modelo literario que debemos tomar como referencia para analizar Angelina o el honor de un brigadier, ya que en los dramas de honor decimonónicos solemos hallar una división en actos o jornadas que no incluye ningún artificio similar al que estamos analizando aquí. Pero estas páginas no se incluyen con la simple intención de aportar una novedad estructural, sino que, además, cumplen con otras dos funciones: por un lado, la aparición del REPRESENTANTE y las intervenciones de los distintos personajes consiguen romper la ilusión o pacto teatral que se establece entre el público y los actores una vez que se levanta el telón; por otro lado, permiten que los espectadores reciban de antemano ciertos datos que, una vez que comience la obra en sí, los personajes desconocerán; de esa falta de información surgirá precisamente la mayor parte de los equívocos argumentales que hacen avanzar la trama de la obra. Así, podemos decir que la presentación es, desde el punto de vista estructural, una novedad, un elemento fundamental para el desarrollo de la trama y un mecanismo de extrañamiento del público con respecto a la ficción teatral. www.planetalector.com -3- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 2. Respuesta libre. Acto primero 1. 2. Las acotaciones de Angelina o el honor de un brigadier son, por lo general, bastante largas y detalladas. Éste es probablemente el caso más evidente de ese afán de descripción exhaustiva del que hace gala Jardiel en esta caricatura. En ella se menciona que nos hallamos en «casa del brigadier» (p. 71), es decir, en la vivienda de un militar de rango bastante elevado que se puede permitir que la decoración de su hogar cuente «con mucho lujo» (p. 71) y ofrecer en ella fiestas multitudinarias, tal como nos dan a entender las últimas palabras de la acotación. La escenografía que propone Jardiel para este acto no es sencilla, característica que, como se verá, persiste a lo largo de toda la obra. Sin embargo, su artificiosidad no la hace pecar de inverosímil, puesto que este «Saloncillo íntimo» (p. 71) podría ser el de cualquier familia de la alta burguesía española del último cuarto del siglo XIX. Sí, en este acto se mencionan diversos elementos que nos deben ayudar a contextualizar la acción más allá del epígrafe inicial que ya hemos comentado: «(un drama en 1880)» (p. 55). El primero de ellos es la mención del «krausismo» en la página 73. En España, esta doctrina estuvo estrechamente relacionada con la creación de la Institución Libre de Enseñanza, que se produjo en 1876. En la página 76, se menciona el cambio social que se ha producido «desde que el mundo leyó / a ese Rousseau, o Rusó, / y a ese Voltaire, o Volter.» Ambos fueron filósofos franceses ilustrados; muchas de sus ideas fueron determinantes para la expansión de la llamada mentalidad romántica. En la página siguiente, la 77, don Marcial, don Elías y don Justo continúan quejándose de los avances y progresos sociales que se han producido en los últimos tiempos. Mencionan, por ejemplo, a Edison y la electricidad. Este inventor consiguió que una bombilla se encendiera por primera vez en 1879. También hay alusiones más explícitas a lo largo de este acto, como las que se dan en las páginas 96 y 97. En la primera de ellas se nombra «El terremoto / que ha habido en Manila», a «Sagasta» y a «Cánovas»; en la siguiente, la muerte de la reina Mercedes. Todos estos elementos nos sitúan sin lugar a dudas en el ambiente político, social y cultural o científico de la última parte del siglo XIX. www.planetalector.com -4- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 3. 4. 5. El verso más comúnmente utilizado en este acto en particular y en toda la obra en general es el octosílabo. En ocasiones se organiza en estrofas fácilmente reconocibles como las redondillas (con rima consonante siguiendo el esquema a – b – b – a) o las sextillas (que no siguen un esquema rítmico estricto). La excepción la representa la poesía que Rodolfo declama en las páginas 97 y 98, que es una silva. No obstante, lo que más llama la atención de la utilización del verso en Angelina es la variedad de ritmos a los que Jardiel es capaz de someter estos octosílabos: comparemos, por ejemplo, el soliloquio inicial de Germán con las rápidas intervenciones de los distintos personajes cuando están a punto de sorprender a Marcela y a su amante en plena discusión amorosa (pp. 92-93). En cuanto a las licencias métricas, son comunes los encabalgamientos abruptos («no / me puedo suponer yo», p. 74; «me guías con las guías / de tu bigote», p. 103) y los versos escalonados («TODOS: ¿Eh? / GERMÁN: ¿Cómo? / MARCELA: Marcial… / RODOLFO: ¡Ahí va!», p. 98; «DON MARCIAL: ¿Qué es? / MARCELA: ¿Qué ocurre? / DON JUSTO: ¿Qué pasa?, p. 107). El primer momento en el que la música cobra una importancia fundamental se da en la página 93, cuando Marcela y Germán comienzan a bailar una polca para evitar ser sorprendidos en medio de su discusión amorosa. Más adelante, en la página 100, Angelina entona una habanera cuya letra refleja la situación sentimental en la que se encuentra la muchacha. Pocas páginas después, cuando suena el rigodón, es cuando Angelina y Germán se reúnen para hablar a solas. Podemos deducir, por tanto, que la música no es un elemento gratuito en esta parodia, sino que desempeña una función estructural que permite que avance la trama y que ofrece al lector datos importantes para el desarrollo del argumento. Los personajes femeninos que aparecen en este acto podrían ser considerados «tipos», es decir, personajes simples en cuya caracterización se destaca un único rasgo psicológico que no evoluciona a lo largo de la obra. Angelina, por ejemplo, se define por su coquetería; su madre, Marcela, actúa como el prototipo dramático de la mujer adúltera; doña Calixta, por su parte, es la mujer interesada y egoísta, mientras que Luisa y las demás jóvenes que intervienen hacia el final del acto representan la envidia y la maledicencia. Todas estas caracterizaciones gravitan en torno a un concepto central, el del amor, que, como ya hemos visto, es uno de los asuntos principales de la parodia. www.planetalector.com -5- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 6. 7. El amor es, en consecuencia, el concepto que condiciona y en torno al cual se define el elemento femenino de Angelina. Don Marcial decide retar a Germán porque el hecho de que su hija se haya escapado con él supone una afrenta para su honor (a un duelo le retaré… / y en duelo le mataré! […] ¡Robarme a mi hija!», p. 108). Los conceptos de honor y de honra representaron, ya desde la Edad Media, un papel determinante en la historia de la literatura española. En el teatro, cobraron especial importancia a lo largo de los siglos XVI y XVII, y comenzaron a decaer a finales del XIX. Se trata de temas que, como hemos podido ver a lo largo de este acto, están íntimamente ligados a los asuntos amorosos. Ese último tipo de motivos argumentales son los que reciben mayor atención en Angelina o el honor de un brigadier, de modo que podemos considerar que la restauración del honor es en realidad una temática secundaria en esta obra. El primer motivo argumental que nos encontramos al inicio del acto es el del «conflicto» de Germán: mantiene una relación con Marcela, pero ya se ha cansado de ella; evidentemente, el brigadier, que aparece en escena a continuación, no tiene ni idea de que su esposa lo está engañando con el joven. Casi como una extensión de ese primer motivo, se descubre que Germán está enamorado de la hija de Marcela y el brigadier, de Angelina. Y con ella está relacionado, precisamente, el tercer motivo: el supuesto compromiso de la joven con Rodolfo, el poeta. A continuación se produce la escena en la que Germán abandona a Marcela, que desemboca en el baile de la polca para disimular la realidad. Casi inmediatamente, se produce el «enfrentamiento» entre doña Calixta y su marido, seguido por la decisión de don Marcial de retrasar el compromiso entre Angelina y Rodolfo. En ese momento, Germán aprovecha para convocar a Angelina a una reunión privada y, pocos minutos después, ella se ve obligada a cantar la habanera. Tras la caída momentánea del telón, se produce el encuentro entre Angelina y Germán que concluye con la fuga de ambos. El último motivo es el de la pérdida de la honra del brigadier como consecuencia de la fuga de Angelina. www.planetalector.com -6- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 8. Se podrían citar muchos ejemplos, pero valgan los siguientes: «Marcela no sabe nada. / Yo estoy de su amor ahíto, / y ahora lo que necesito / es que ella quede enterada / de que ya me importa un pito.» (p. 82); «Charlando con las de Arnao / les acabo de explicar / que en Bilbao di yo un sarao / de importancia similar, / ¡y aún hoy puede oírse hablar / de mi sarao de Bilbao!» (p. 86); «me guías con las guías / de tu bigote», (p. 103). Acto segundo 1. 2. En el acto anterior no hemos encontrado indicaciones que expliciten una división en cuadros de esa primera unidad estructural. Sin embargo, en este segundo, sí hallamos tres epígrafes que señalan cambios de lugar, de motivo argumental y de personajes en escena. Se encuentran en las páginas 110, 121 y 126. Pese a que esta diferencia entre los dos actos podría parecer fundamental desde el punto de vista de la estructura dramática, la realidad es que no lo es tanto. La primera razón para poder afirmarlo es que en el primer acto, a pesar de no haber cambio de lugar en la acción, sí hay un desplazamiento temporal que se indica con la bajada momentánea del telón (p. 102). El segundo motivo por el que podemos asegurar que no hay ruptura estructural entre un acto y otro es que en realidad debemos hablar de evolución: del escenario único e interior del primer acto hemos pasado a los tres escenarios exteriores del segundo. El movimiento estructural de la obra es, por lo tanto, ascendente. Como ya hemos mencionado brevemente en la respuesta anterior, se observa un movimiento excéntrico en la ambientación espacial de la obra a medida que ésta va avanzando: del saloncito de casa del brigadier pasamos al pabellón de caza en la finca que Germán posee en Carabanchel, a la Plaza de Cibeles y, finalmente, al cementerio de la Almudena. Es evidente que esta diferencia de contextualización espacial entre ambos actos conlleva también cambios en los motivos argumentales que se tratan en uno y otro: asistimos al paso del ámbito privado (acto primero) al público (acto segundo). www.planetalector.com -7- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 3. 4. Al igual que los personajes femeninos que ya hemos analizado, los protagonistas masculinos de la obra son figuras simples cuya caracterización gira en torno a un único rasgo psicológico. Los casos más evidentes son, probablemente, los de Germán y don Marcial. El primero de ellos es un trasunto del archiconocido personaje teatral de don Juan; sin embargo, nos hallamos ante un don Juan degradado, paródico, de escasa valentía y menos honor; en el caso de don Marcial, destaca su necesidad de recuperar una honra de la que se siente orgulloso… porque no sabe que hace tiempo que la ha perdido; su figura de anciano casi ciego con aspiraciones a ascender en la escala militar a pesar de su inactividad resulta también ridícula. Don Justo representa el tipo del avaro, un banquero ladrón y egoísta. Don Elías se dedica a una de las profesiones con más prestigio social, la medicina, pero tampoco él sale bien parado en Angelina, puesto que parece no tener muy claro en qué consiste su profesión. Por último, Rodolfo representa al poetastro romántico cuya obra deja bastante que desear pero que persigue la fama a toda costa; obliga a todo el que encuentra a escuchar sus versos ripiosos y es, además, un cobarde. Podríamos concluir que es en los personajes masculinos donde encontramos el mayor nivel de crítica social y de parodia de Angelina o el honor de un brigadier. En Angelina o el honor de un brigadier el duelo y las circunstancias que lo rodean se convierten en elementos claramente caricaturescos. Es precisamente ese tratamiento paródico lo que resalta la comicidad de todo el proceso, puesto que sin la referencia del modelo literario de los dramas de honor, los sinsentidos que lo rodean escaparían a la comprensión del lector / espectador. Algunos de los ejemplos que justifican esta respuesta serían los que encontramos en las páginas 127-128 (la necesidad de los asistentes al duelo de entrar en el cementerio saltando la tapia), 133 (la concepción del duelo como algo lúdico en lugar de trágico: «¡Verá qué bien lo pasamos!»), 135 (la sensación de ridículo que invade al resto de los personajes cuando se dan cuenta de que Rodolfo ha utilizado la puerta del cementerio para entrar en el recinto sin necesidad de saltar la tapia), 143 (la equivocación de don Justo al contar los pasos: «¡Seis! ¡Siete! ¡¡Sota!! Digo ¡¡fuego!!»), etcétera. www.planetalector.com -8- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 5. 6. Al igual que en el caso del duelo, la muerte es un elemento que habitualmente recibe un tratamiento grave y patético en el teatro decimonónico. Sin embargo, en Angelina este tema se enfoca desde un punto de vista humorístico que trata de desdramatizar tanto el propio acto de morir como sus consecuencias. Ejemplos claros de este tratamiento se encuentran en la página 123 («se enfrentan, un tiro suena / cae uno, el foso se llena / con cascote, ¡y a otra cosa!»), 134 («Pueden ustedes matarse / con toda tranquilidad»), 141 («tírense a la cabeza, / que así se acaba mucho antes»), 144 («como tuvo el capricho / de irse a un nicho a presenciarlo, / ha muerto dentro del nicho / y ya no hay más que taparlo. / ¡Puede el baile continuar!»), 146 («¡Pues sí que estamos de suerte, / porque la herida es de muerte […]!»), etcétera. Respuesta libre. Acto tercero 1. 2. 3. Don Marcial se ha instalado en el jardín exterior de su casa porque en el interior ha acogido a Germán, su ofensor, hasta que se recupere de la herida recibida en el duelo. Además, también ha encerrado en la casa a Marcela, su esposa adúltera. De nuevo nos hallamos ante otro de los elementos paródicos que caracterizan a Angelina, puesto que el brigadier no sólo no ha conseguido matar a Germán y así restaurar su honor, sino que además se ve obligado a vivir a la intemperie por su propio empeño de instalar en su casa al joven don Juan. Lo esperable en un verdadero drama de honor sería que, a estas alturas, Germán ya estuviera muerto. Se trata de una personificación o prosopopeya llevada al extremo. Se trata de una clara muestra de ese humor absurdo y despersonalizado que Jardiel perseguía en su dramaturgia. Los latinajos del sacristán son un nuevo elemento humorístico disparatado y absurdo, puesto que ni su significado encaja con el contexto en el que los profiere el personaje (que probablemente no sabe lo que está diciendo), ni los que lo rodean comprenden su sentido. El sacristán los utiliza para marcar cierta distancia con respecto al resto de los personajes, para rodearse de un halo de misterio que le permite situarse en un plano superior respecto a los demás y escaparse de preguntas y situaciones incómodas. www.planetalector.com -9- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 4. 5. 6. Y ésa es precisamente la reacción que consigue obtener: el desconocimiento de Rodolfo y don Elías se hace evidente en la página 159 y, a consecuencia de ello, el sacristán logra salir del paso y marcharse a merendar. Don Marcial, por su parte, deja claro en la página 165 que tan sólo accede a hablar con Germán porque el mensaje en latín que le ha transmitido el sacristán y que no ha entendido es «algo muy gordo». A partir de la página 172 comienzan las «apariciones sobrenaturales» del padre y la madre de Germán. De nuevo, podemos señalar que estos elementos desempeñan una función paródica. En los dramas de honor decimonónicos, el ambiente misterioso y fantástico que rodea a tales revelaciones solía desembocar en el clímax final de la tragedia. Sin embargo, en Angelina consiguen precisamente el efecto contrario: que la venganza de don Marcial no se lleve a cabo, que perdone a su mujer y que, por lo tanto, no consiga restablecer su honor. Pero, además, estas desapariciones cumplen con otro objetivo estructural: el de establecer aún un triángulo amoroso más, como los que se han dado entre don Marcial, Marcela y Germán, o entre Germán, Angelina y Rodolfo. La aparición del padre y la madre de don Marcial tras un «transparente» (p. 172) y la posterior representación mímica que se produce detrás de la otra pantalla (p. 174) son técnicas teatrales novedosas que Jardiel Poncela tomó prestadas de su experiencia en el mundo del cine. Por un lado, debemos destacar que estas escenas ofrecen al espectador acontecimientos ocurridos en un tiempo anterior al de la trama que está presenciando; es decir, se trata de flash-backs. Además, las pantomimas que tienen lugar en el «transparente del centro» (p. 174) suponen una representación dentro de la representación. Esta técnica no sería, ni mucho menos, novedosa si no fuera por la similitud que guarda la pantomima con el cine mudo. No, el absurdo y el disparate alcanzan su máxima expresión en este tercer acto y ni la ambientación, ni la trama, ni los personajes resultan verosímiles. Sin embargo, los protagonistas tratan de racionalizar las diferentes situaciones en que se van encontrando. Por ejemplo, tras la aparición y súbita desaparición del fantasma del padre de don Marcial, don Justo trata de buscar una explicación lógica a la situación: «Dijo que tenía prisa / y estará ya en otro lado.» (p. 176). Evidentemente, con este tipo de intervenciones se persigue lograr un efecto cómico. www.planetalector.com -10- Solucionario: “Angelina o el honor de un brigadier” 7. Como ya hemos dicho, Germán es un don Juan de pacotilla y don Marcial un fracasado en lo que a su intento de restaurar su honra se refiere. En un intento por remediar lo ridículo de la situación de ambos, Germán intenta quitarse la vida: así él cumpliría con su destino trágico de don Juan y don Marcial recuperaría su honor. Sin embargo, lo único que consigue es hacer aún más risible su figura y la del brigadier, puesto que no consigue su propósito. Una propuesta más 1. 2. Representación. Debate. www.planetalector.com -11-