Los dineros se gastaban en cosas que no iban de

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LATERCERA Domingo 6 de marzo de 2016
VIENE DE PAGINA [13] 3
Ahí, en la nueva oficina de Arturo Salah
en la ANFP, está el set de bolitas con las
que se hizo el sorteo del Mundial del 62.
Cada bolita tiene pintado a mano el nombre de un país participante. Cuando Arturo Salah llegó a la presidencia de la ANFP,
el 4 de enero de este año, ese set de bolitas
históricas no estaba en la oficina.
-Las encontraron en un contenedor por
allá atrás-, dice Salah, refiriéndose a algún
lugar de segunda categoría de Quilín. Salah menciona que muchas copas y trofeos
que habitaban la ANFP se han ido y apunta a lo que parece claro: se los llevaron de
la administración anterior de Sergio Jadue. Los estantes de su oficina, de hecho,
estaban vacíos. Aun así, en una esquina de
su oficina está la Copa América ganada
por Chile a mitad del año pasado. Un asesor bromea y pregunta si la copa, la más
importante ganada por Chile en su historia, es verdaderamente ESA copa.
Ese es un poco el espíritu en el inicio de
la nueva ANFP de Salah. Hasta lo más evidente se pone en duda. El comienzo ha
sido como caminar en tierras movedizas.
***
Arturo Salah dice que nunca se imaginó
que le ofrecieran ser el candidato, que
cuando empezó la debacle de la era Jadue,
cuatro o cinco presidentes de clubes le
empezaron a comentar que su nombre
asomaba como una alternativa para llegar
a Quilín. Fueron 15 o 20 días, según el
propio Salah, los que recibió llamados de
varios presidentes de clubes.
“Para mí fue una sorpresa que pensaran
en mí durante un momento tan traumático”, dice Salah sentado en el living que
hay en su oficina. “Era una difícil decisión, algo que no busqué. Finalmente,
acepté por el bien del fútbol y porque
pensaba que era mi responsabilidad hacer
algo y tratar de revertir esto”.
Las únicas dos condiciones que puso Salah para postularse a un cargo que es ad
honorem fue que hubiera una mayoría
importante de clubes agrupados tras su
proyecto y que hubiese un apoyo profesional claro para desarrollar su eventual gobierno.
A medida que se acercaba la elección en
la ANFP, las negociaciones de Salah también se daban en su casa. De sus cuatro hijos, los tres hombres no fueron problema.
Todos futboleros, cada uno quería que su
padre ganara la elección para llegar a Quilín. “Pero mi hija se oponía tenazmente”,
apunta Salah. “Ella sabía el costo familiar
que esto significaba. Acababa de nacer mi
última nieta a fines de noviembre y mi
hija, al tener una fibra familiar, prefería
tenerme en la casa. De parte de mi señora
siempre ha habido apoyo total en los 45
años que he estado en el fútbol, que no
han sido cosas fáciles”.
Salah enumera esas decisiones difíciles.
Primero fue asumir en Colo Colo, con 36
años, en 1986, siendo totalmente resistido
por los hinchas albos por su pasado azul
como jugador. Buena parte de la temporada lo esperaban afuera del estadio después
de los partidos para insultarlo y tirarle
proyectiles a su auto. El equipo mejoró y
Salah logró salir campeón esa misma temporada, para quedarse en Macul hasta
1990 y obtener otro título un año antes, el
89. Después está su paso por Chiledeportes como subsecretario entre 2001 y 2003,
al que Salah se refiere como su “servicio
militar” y que, asegura, le sirvió para sus
dos últimas aventuras dirigenciales: su período como presidente de Colo Colo entre
abril de 2013 y abril de 2015, y esta aventura que recién comienza en la ANFP.
¿Por lo que significa la ANFP, que rige
además los destinos de la Selección, este
es el desafío más complicado que le ha
tocado asumir?
Sí. Es una responsabilidad muy grande,
sobre todo por el momento que le toca vivir al fútbol y a la ANFP en particular. Es
el desafío más importante de mi carrera y
lo siento difícil, duro, pero estoy optimista de lo que podamos hacer y devolverle el
lugar de credibilidad que le corresponde
al fútbol.
¿En qué es esto diferente a sus etapas
como jugador y como técnico?
Yo siempre quisiera volver a ser jugador.
Es la profesión más linda que uno pudo
haber tenido. No están las presiones que
uno tiene como entrenador ni como dirigente. Volvería encantado a tener esos 15
años que tuve como jugador. Como entrenador fue muy grata mi carrera, uno puede entregar valores y principios, y diría
que fui más exitoso como entrenador que
como jugador. Este cargo yo sabía que iba
a ser muy complicado, pero después de
estos dos meses no creí que era tanto. Las
cosas que hemos tenido que superar estos
dos meses han sido muy intensas, muy
fuertes. Como asumir la desvinculación
de un entrenador, la contratación de otro
entrenador, además de toda la gama de
problemas que había en la ANFP: financieros, de gestión interna. Ha sido mucho
más fuerte de lo que yo pensaba.
¿Con qué tipo de cosas se encontró entrando a la ANFP?
Un desorden administrativo importante,
un problema de gestión importante, de
falta de cumplimiento de protocolos, de
controles. Estamos todavía en un proceso
de estructurar todo y de investigar todo lo
que ha pasado aquí, que no lo conocemos
en profundidad. Ese es otro desafío que
tenemos: buscar a los responsables de lo
ocurrido. Para eso hemos contratado una
auditoría forense, se hizo una invitación a
varias empresas, y es la empresa Deloitte
la que está haciendo la auditoría, que en
unas 6 a 8 semanas nos podría dar claridad en cuanto a responsabilidades y a qué
pasos tenemos que seguir desde el punto
de vista judicial. Si bien ya se hizo una
primera querella, la auditoría nos puede
sugerir también tomar otras acciones.
¿Se le va la mayor parte del día en “limpiar la casa”?
Claro, en ir solucionado problemas de incumplimiento con proveedores. Esperamos en unos meses tener esto equilibrado
y en ese tiempo empezar a construir lo
que queremos.
En términos de plazo, eso ¿cuándo es?
Es difícil dar plazos, pero de aquí a seis
meses deberíamos estar funcionando a régimen, espero yo. La ANFP hoy está en
una situación financiera precaria, pero es
contable y financiera, no estructural. La
ANFP es una institución que tiene sustentabilidad, por sus ingresos, por sus contratos, por todo lo que significa en la industria del fútbol, y esperamos estabilizarla
de aquí a fin de año o al año que viene.
¿Se puede salir de la crisis de credibilidad
que tiene la ANFP en estos momentos?
Yo creo que sí. Estando unidos con el directorio y trabajando con transparencia y
profesionalismo se puede, porque lo que
nos hemos encontrado aquí fue una gestión carente absolutamente de profesionalismo, en la que no se respetaba nada.
Aquí había una cúpula que tomaba decisiones y lamentablemente no se respetaban los protocolos. Nuestro desafío es dejar un gobierno corporativo transparente
y que funcione. Yo siempre hablo de que
el fútbol salva al fútbol. Y mientras nosotros le demos la importancia que tiene y
con la transparencia que corresponde, yo
creo que vamos a recuperar la credibilidad de la ANFP.
Usted fue presidente de Colo Colo durante parte del gobierno de Jadue. ¿Efectivamente, no sabía nada de los manejos económicos de esa ANFP?
Los consejos a los que me tocó asistir eran
muy descriptivos, donde se proyectaban
unas slides con el power point y se daban
números, y todo parecía normal y con números azules. Paralelamente, había éxitos
deportivos, entonces todo esto fue una
sorpresa para todo el mundo. Pero revela
una falta de rigurosidad y profesionalismo
“De aquí a seis meses
deberíamos estar
funcionando a régimen,
espero yo”.
“Los dineros se gastaban en
cosas que no iban de acuerdo
al presupuesto, como
contratos sobrevalorados,
préstamos a clubes (...)”.
de esa ANFP y su directorio.
Salah dice que en el último consejo de
presidentes, el primero de su gestión, se
transparentó en algo la realidad financiera de la ANFP. El déficit del organismo
fluctúa entre los ocho y nueve mil millones de pesos. “Pero el déficit es contable,
por eso estamos con esta auditoría que
nos va a dar una idea más certera de la situación financiera”.
¿Adónde fue a parar la plata que falta?
Los dineros se gastaban en cosas que no
iban de acuerdo al presupuesto, como
contratos sobrevalorados, préstamos a
clubes, transferencias que se hacían desde
el COL de la Copa América directamente a
la ANFP. Todo eso producía una contingencia tributaria que no se tomó en cuenta. No se aprovecharon bien las franquicias tributarias que se podían dar. Eso
disminuyó en un 10% los ingresos. Todo
eso es lo que genera una contingencia financiera importante.
¿Estos gastos de los que habla eran informales, hechos sin contabilidad?
La verdad es que por ahora no quiero entrar en mucho detalle sobre eso, por el
asunto de la auditoría, que definirá las acciones judiciales a tomar. El detalle de es-
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