La fraternidad es comprensión, diálogo y entendimiento. Es el árbol del que se obtiene la paz, la solidaridad, la amistad y el reparto equitativo de lo material. La fraternidad convierte a los ciudadanos en amigos y a los amigos en ciudadanos. La historia del Día del Trabajo se remonta hacia la segunda mitad del siglo XIX, cuando debido al rápido avance industrial, creció mucho la concentración trabajadora de hombres y mujeres, lo que originó el abuso en los salarios de los obreros, hecho que marcó enfrentamientos, agitaciones y luchas entre trabajadores y empleadores. Lo anterior hizo que los trabajadores se agruparan en sindicatos para defender sus derechos y lograran mejoras en la calidad de vida laboral. Cuando corría el mes de noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor. Este Congreso tenía como objetivo, proponer que a partir del 1 de Mayo de 1886 el sector patronal de los Estados Unidos, respetará la jornada laboral de ocho horas, de lo contrario los trabajadores entraría en huelga y concentraciones obreras. Desde el 13 de mayo de 1917 la Sma. Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. Tres niños pastores analfabetos, Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente, señalaron que, mientras pastoreaban sus ovejas en la primavera una presencia y el angélica en verano tres de 1916, ocasiones experimentaron distintas, en la cueva Loca do Cabeço. Este «Ángel de paz», tal como ellos lo llamaron, les enseñaría a rezar oraciones específicas para pedir la conversión de los pecadores, les introduciría en la práctica del sacrificio cotidiano y del culto de adoración a Dios en la eucaristía. En su narración, los niños manifestaron considerar todo esto como una preparación para las visitas de la Virgen María que, en sus propias palabras, tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917 El Día Internacional de la Diversidad Biológica (International Day for Biological Diversity) se celebra todos los años el 22 de Mayo. Fue instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Diciembre de 2000, para conmemorar la fecha de adopción del texto del Convenio sobre la Diversidad Biológica en ese día del año 1992. Este convenio define la biodiversidad como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres, marinos, otros ecosistemas acuáticos y los complejos procesos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie (genética), entre las especies y de los ecosistemas. Historia: Cuenta el historiador Eusebio de Cesarea que el general Constantino, hijo de Santa Elena, era pagano pero respetaba a los cristianos. Y que teniendo que presentar una terrible batalla contra el perseguidor Majencio, jefe de Roma, el año 311, la noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en los aires y oyó una voz que le decía: "Con este signo vencerás", y que al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y que exclamó: "Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena". Y la victoria fue total, y Constantino llegó a ser Emperador y decretó la libertad para los cristianos, que por tres siglos venían siendo muy perseguidos por los gobernantes paganos. Escritores sumamente antiguos como Rufino, Zozemeno, San Cristótomo y San Ambrosio, cuentan que Santa Elena, la madre del emperador, pidió permiso a su hijo Constantino para ir a buscar en Jerusalén la cruz en la cual murió Nuestro Señor. Y que después de muchas y muy profundas excavaciones encontró tres cruces. Y como no sabían cómo distinguir la cruz de Jesús de las otras dos, llevaron una mujer agonizante. Al tocarla con la primera cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual de enferma de lo que estaba antes. Pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma recuperó instantáneamente la salud. Y entonces Santa Elena, y el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de devotos llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén. Y que por el camino se encontraron con una mujer viuda que llevaba a su hijo muerto a enterrar y que acercaron la Santa Cruz al muerto y éste resucitó. Por muchos siglos se ha celebrado en Jerusalén y en muchísimos sitios del mundo entero, la fiesta de la Invención o hallazgo de la Santa Cruz el día 3 de Mayo.