Sonora hacia una economía del conocimiento: Condiciones actuales y estrategias para su consolidación. Álvaro Bracamonte Sierra 1. La economía del conocimiento Desde finales del siglo XX la lógica de la producción se ha transformado en el mundo, al pasar de una etapa en la que el valor se creaba mediante la transformación de materias primas, a otra donde el conocimiento se ha convertido en el factor clave de la producción y constituye el núcleo de la generación de valor agregado. En una acepción general, la economía del conocimiento es aquella que crea, disemina y utiliza el conocimiento de manera efectiva para incrementar el desarrollo económico y social (World Bank, 2006). En una definición más acotada, la economía del conocimiento se refiere específicamente a aquellas actividades de producción y servicios basadas en el uso intensivo del conocimiento, que contribuyen a incrementar el desarrollo científico, tecnológico y la productividad; implica un mayor énfasis en el capital intelectual (más que en los recursos naturales) y un esfuerzo deliberado por integrar innovaciones en cada etapa del proceso de producción (Powell and Snellman, 2004). Hay claras evidencias de que la difusión de la economía del conocimiento representa un poderoso instrumento para el desarrollo económico. Un amplio estudio conducido por Chen y Dahlman (2004) muestra que existe una correlación positiva entre el uso intensivo del conocimiento y el crecimiento económico. Analizando datos de 90 países para un periodo de 40 años (1960 – 2000) los autores muestran que el desarrollo económico se corelaciona significativamente con el acervo de capital humano, el nivel de innovación y adaptación tecnológica, y el nivel de la infraestructura de TI. La transición hacia la economía del conocimiento representa una transformación profunda tanto en la economía como en los ámbitos social, cultural y político. Sin embargo, la evidencia histórica es concluyente en el sentido de que será un proceso sumamente heterogéneo, en buena medida determinado por las características de las distintas regiones, y por los esfuerzos deliberados que se realicen para aprovechar sus ventajas y reducir sus aspectos negativos. En otras palabras, la nueva dinámica representa una potente herramienta de integración y desarrollo aún para regiones hasta hace poco condenadas al aislamiento. Sin embargo, también tiene un fuerte efecto de exclusión para aquellas que logran crear las condiciones para su incorporación. En consecuencia, en una misma zona geográfica podrían convivir regiones, empresas o comunidades que aprovechan ampliamente su vínculo con la Responsable del Proyecto. Centro de Estudios de América del Norte. El Colegio de Sonora. economía basada en el conocimiento, junto con otras que han quedado rezagadas y excluidas. De acuerdo con la OCDE, la idea de que la economía basada en el conocimiento es equivalente a usar alta tecnología es errónea. Más bien se trata del uso óptimo del conocimiento para incrementar la productividad y el bienestar social, y esto es aplicable a todas las actividades de una economía, desde la producción científica hasta la agricultura (OCDE, 1996). En suma, el proceso acelerado de transición hacia la economía del conocimiento representa un desafío para los países, y aún para las diferentes regiones dentro de cada país, que experimentan a la vez la oportunidad de posicionarse ventajosamente en el nuevo escenario y el riesgo de quedar excluidos. Esto demanda políticas públicas activas con una visión estratégica del desarrollo basadas en un adecuado diagnóstico de de la situación actual, las potencialidades y las necesidades de la región. 1.2 Medición de la economía del conocimiento La primera dimensión de análisis en la investigación propuesta concierne al diagnóstico de la situación actual de Sonora en términos de sus condiciones para acceder a una economía del conocimiento. Debido a la importancia que muy rápidamente ha adquirido el tema, tanto desde el punto de vista académico como para las políticas públicas, en los años recientes se han desarrollado diversos esfuerzos para generar metodologías de medición que permitan monitorear la situación y los avances de diferentes regiones y países del mundo en relación con la economía del conocimiento. Una revisión de la literatura disponible indica que existen al menos siete metodologías de medición: Banco Mundial. Uno de los instrumentos más conocidos para medir la capacidad de los países para integrarse a una economía global sustentada en el conocimiento es el que ha desarrollado el Banco Mundial en el marco del programa Conocimiento para el Desarrollo. La “Metodología de Evaluación del Conocimiento” (Knowledge Assessment, Methodology, KAM) se basa en cuatro pilares: 1. Régimen económico e institucional 2. Población educada y capacitada 3. Sistema de innovación eficiente 4. Infraestructura dinámica de la información Para medir cada una de estas áreas, la metodología emplea 80 indicadores que permiten hacer comparaciones entre 128 países a partir de la construcción de un Índice de Economía del Conocimiento (IEC) para cada país. Existe una versión simplificada de la metodología que incluye sólo 14 indicadores. Una adaptación de esta metodología fue aplicada en México para evaluar la posición relativa de los estados del país (ITESM, 2005). 2 Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). La RICYT desarrolló una metodología para medir los resultados de la aplicación del conocimiento y la difusión de la información en los ámbitos de la ciencia y la tecnología. El objetivo es construir un sistema de información que refleje las necesidades de los países iberoamericanos en materia de ciencia y tecnología y permita fortalecerlas capacidades nacionales y subregionales en ese ámbito. La medición comprende tres áreas: 1. El contexto demográfico y económico. 2. Los recursos financieros y humanos necesarios para generar ciencia y tecnología. 3. El producto generado por los recursos financieros y humanos (patentes e indicadores bibliométricos). Estos rubros se emplean para identificar la relación que guardan los insumos utilizados en la ciencia y la tecnología de cada país con sus resultados o productos. Además, registra el desempeño económico de cada país, así como el gasto público y privado en ciencia y tecnología; y considera los recursos humanos involucrados en estos. Robert Huggins Associates. Desde el 2001 esta consultoría inglesa elabora el Índice Mundial de Competitividad del Conocimiento (IMCC), que utiliza 19 variables para evaluar la capacidad, aptitud y sustentabilidad del conocimiento en distintas regiones del mundo, y en qué forma ese conocimiento se transforma en valor económico y riqueza para los ciudadanos. El IMCC considera 125 regiones del mundo, centrando su atención en el sector productivo; además, analiza el capital humano desde una visión de oferta de empleo en los sectores empresariales que hacen un uso intensivo del conocimiento. Por su parte, los componentes de capital financiero y capital del conocimiento que incluye esta metodología se concentran en la inversión privada y el gasto público y privado en investigación y desarrollo. Una característica importante del IMCC es que enfatiza la importancia de considera las regiones como unidad de análisis para evaluar la economía del conocimiento. Esta visión regional se fundamenta en la apertura de las economías nacionales a los flujos de bienes, servicios, capital e información en una economía globalizada Universidad de Harvard - Readiness Guide. El Center for International Development de la Universidad de Harvard ha elaborado la propuesta titulada "Preparación para el mundo interconectado: una guía para los países en desarrollo” se trata de una herramienta de auto-evaluación y no de comparación entre países y se le presenta como un instrumento para el desarrollo de políticas que sirvan al mejoramiento de los países a partir del aprovechamiento de las TICs. 3 La guía examina varias categorías de indicadores agrupados en cinco áreas: acceso a la red; aprendizaje interconectado; la sociedad interconectada; la economía interconectada; y las políticas de la red. El instrumento que ofrece esta metodología consiste en un formulario a través del cual se puede evaluar la situación de un país, área o grupo social en materia de disponibilidad y uso de TICs. La evaluación se lleva a cabo por un grupo de expertos que sobre la base de las preguntas del formulario determinan distintos estadios de preparación (readiness) en relación con un tipo ideal de "e-ready society". Naciones Unidas / Programa para el Desarrollo (PNUD). El Índice de Adelanto Tecnológico (ITA) formulado por el PNUD refleja los resultados de un país en materia de creación y difusión de tecnología. Las categorías que considera son: creación de tecnología, difusión de innovaciones recientes, difusión de antiguas innovaciones y conocimientos especializados. Cada una de estas categorías agrupa ocho variables. En función de los resultados de las categorías y las variables, los países son clasificados en: líderes, líderes potenciales, seguidores y marginados. Organización de estados Americanos- Red iberoamericana de indicadores de ciencia y tecnología (RICYT). El llamado “Manual de Bogotá”, representa un esfuerzo que propone pautas para la normalización de los indicadores de innovación tecnológica y refleja la importancia creciente que los países latinoamericanos asignan a la medición de los procesos de innovación, de acuerdo con las principales tendencias internacionales. El Manual expresa la discusión teórica y metodológica sobre estos temas se fundamenta hoy en un grado elevado de comprensión de la peculiaridad de los procesos de innovación en la región de América Latina y del Caribe. La Fundación Friedrich Naumann y la Fundación Este País1. Además de los mecanismos antes mencionados, se han dado esfuerzos como el realizado conjuntamente por la Fundación Friedrich Naumann y la Fundación Este País, quienes realizaron un diagnóstico sobre la situación actual de la economía del conocimiento a nivel nacional y en las 32 entidades federativas de la República Mexicana. Con base en la metodología empleada por el Instituto del Banco Mundial para medir la economía del conocimiento se efectuó una adaptación para las entidades federativas mexicanas. 2 1 México ante el reto de la economía del conocimiento. Resultados nacionales y por entidad federativa. 2 Existen otras metodologías de medición diseñadas para el ámbito de las entidades federativas, tales como el Reporte de las entidades federativas para desarrollar núcleos de economía digital, coordinado por Clemente Ruiz Durán para el Programa para el Desarrollo de la Industria del Software, y el Índice de Competitividad Estatal, desarrollado por el Instituto Mexicano de la Competitividad y la Escuela de Graduados en Administración y Política Pública del ITESM. Sin embargo, se trata de mediciones que se relacionan solo parcialmente con la economía del conocimiento. 4