el intercambio magnético

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Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
REFLEXIONES SOBRE
“EL INTERCAMBIO MAGNÉTICO”
E
l intercambio magnético en el trato sexual se manifiesta especialmente positivo
cuando marido y mujer se unen con el evidente propósito de no sobrepasar el
punto culminante sexual, es decir, no llegando hasta el orgasmo.
Entonces disponen ambos, marido y mujer, de fuerzas eléctricas, sexuales,
prodigiosas, con las cuales pueden reducir a cenizas a todos los agregados psíquicos
que en su conjunto constituyen eso que se llama Ego, “Yo”, Mí mismo, Sí mismo.
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
SABIDURÍA GNÓSTICA CRISTIANA
El Fuego Sagrado
E
l descenso a la novena esfera (el Sexo),
fue desde los antiguos tiempos la prueba
máxima para la suprema dignidad del
Hierofante; Hermes, Budha, Jesús, Dante,
Zoroastro, Quetzalcoatl, etc., etc., etc., tuvieron
que pasar por esa terrible prueba.
Allí baja Marte para retemplar la espada y
conquistar el corazón de Venus; Hércules para
limpiar los establos de Augias y Perseo para
cortar la cabeza de la Medusa con su espada
flamígera...
El círculo perfecto con el punto mágico en el
centro, símbolo sideral y hermético del astro-rey y
del principio sustancial de la vida, de la luz y de la
Conciencia Cósmica, es fuera de toda duda un
emblema sexual maravilloso.
Tal símbolo expresa claramente los principios
masculino y femenino de la Novena Esfera.
Es incuestionable que el principio activo de
irradiación y penetración se complementa en el
Noveno Círculo Dantesco con el principio pasivo
de recepción y absorción.
La serpiente bíblica nos presenta la imagen del
Logos Creador o Fuerza Sexual que empieza su
manifestación desde el estado de potencial
latente.
El Fuego Serpentino, la Serpiente Ígnea de
nuestros mágicos poderes, duerme enroscada
tres veces y media dentro del Chacra Mulhadara
situado en el hueso coxígeo.
Si reflexionamos muy seriamente en esa íntima
relación existente entre la “S” y la “Tau”, “Cruz” o
“T”, llegamos a la conclusión lógica de que sólo
mediante el Sahaja Maithuna (Magia Sexual), se
puede despertar la Culebra Creadora.
La “Clave”, el “Secreto”, consiste en no derramar
jamás en la vida el “Vaso de Hermes” (el EnsSeminis) durante el trance sexual.
Conexión del Lingam-Yoni (Phalo-Útero) sin
eyacular nunca ese vidrio líquido, maleable (el
Ens-Seminis), porque en esa sobredicha
sustancia que los fornicarios derraman
miserablemente, se encuentra en estado latente
todo el Ens-Virtutis del Fuego.
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CONFERENCIA DE LA SEMANA
El Dominio de la Mente
Por: V.M. SAMAEL AUN WEOR
E
s claro que nos toca irnos independizando
cada vez más y más de la mente. La mente es
un calabozo, una cárcel donde todos
estamos prisioneros. Necesitamos evadirnos de esa
cárcel si es que realmente queremos saber qué cosa
es la libertad, esa libertad que no es del tiempo, esa
libertad que no es de la mente. Ante todo, debemos
considerar a la mente como algo que no es del Ser. La
gente, desafortunadamente, muy identificada con la
mente, dice: ¡Estoy pensando! Y se siente siendo
mente.
Hay escuelas que se dedican a fortalecer la mente.
Dan cursos por correspondencia, enseñan a
desarrollar la fuerza mental, etc., mas todo eso es
absurdo. No es fortificar los barrotes de la prisión
donde estamos metidos, lo indicado, lo que
necesitamos es destruir esos barrotes para conocer la
verdadera libertad, que, como he dicho, no es del
tiempo. Mientras estemos en la cárcel del intelecto, no
seremos capaces de experimentar la verdadera
libertad.
La mente, en sí misma, es una cárcel muy dolorosa,
nadie ha sido feliz con la mente. Hasta la fecha no se
ha conocido el primer hombre que sea feliz con la
mente. La mente hace desdichadas a todas las
criaturas, las hace infelices. Los momentos más
dichosos que hemos tenido todos en la vida, han sido
siempre en ausencia de la mente, han sido un
instante, sí, pero que ya no se nos podrá olvidar en la
vida; en tal segundo hemos sabido lo que es la
felicidad, pero esto sólo ha durado un segundo. La
mente no sabe qué cosa es felicidad, ¡ella es una
cárcel!. Hay que aprender a dominar la mente, no la
ajena, sino la propia, si es que queremos
independizarnos de ella.
Se hace indispensable aprender a mirar a la mente
como algo que debemos dominar, como algo que,
digamos, necesitamos amansar. Recordemos al
Divino Maestro Jesús entrando en su borrico a
Jerusalén en Domingo de Ramos, ese borrico es la
mente que hay que someter. Debemos montar en el
borrico, no que él monte sobre nosotros.
Desgraciadamente, la gente es víctima de la mente
puesto que no sabe montar en el borrico. La mente es
un borrico demasiado torpe que hay que dominar si es
que verdaderamente queremos montar en él.
Durante la meditación debemos platicar con la mente.
Si alguna duda se atraviesa, necesitamos hacerle la
disección a la duda. Cuando una duda ha sido
debidamente estudiada, cuando se le ha hecho la
disección, no deja en nuestra memoria rastro alguno,
desaparece. Pero cuando una duda persiste, cuando
queremos nosotros combatirla incesantemente,
entonces se forma conflicto. Toda duda es un
obstáculo para la meditación. Pero no es rechazando
las dudas como vamos a eliminarlas, es haciéndoles
la disección para ver qué es lo que esconden de real.
Cualquier duda que persista en la mente se convierte
en una traba para la meditación. Entonces, hay que
analizar, descuartizar, reducir a polvo la duda, no
combatiéndola, sino abriéndola con el escalpelo de la
autocrítica, haciéndole una disección rigurosa,
implacable. Sólo así vendremos a descubrir qué es lo
que no había de importante en la duda, qué era lo que
había de real en la duda y qué de irreal. Así pues, las
dudas a veces sirven para aclarar conceptos. Cuando
uno elimina una duda mediante el análisis riguroso,
cuando le hace la disección, descubre alguna verdad;
de tal verdad viene algo más profundo, más
sapiencia, más sabiduría.
Asociación de Centros de Estudios Gnósticos, Antropológicos, Psicológicos y Culturales de Colombia. A. C.
DEVELANDO LAS ESCRITURAS SAGRADAS
S
Cantar de los Cantares
alomón escribió el libro de Cantar de los
Cantares, de acuerdo al primer verso.
Este cantar es uno de los 1,005 que
escribió Salomón (1 Reyes 4:32). El título “Cantar
de los Cantares” es superlativo, expresando que
es el mejor.
El Cantar de los cantares originalmente formo
parte de la Biblia, encontrándose contenido en
las biblias más antiguas, luego,
inexplicablemente se eliminó de las sagradas
escrituras por ser considerado un texto vulgar por
los altos jerarcas de la iglesia fracasada.
El Cantar de los Cantares es un poema lírico
escrito para ensalzar las virtudes del amor entre
un esposo y su esposa. El poema claramente
presenta el matrimonio como Dios lo concibió. Un
hombre y una mujer deben vivir juntos dentro del
contexto del matrimonio, amándose uno al otro
espiritual, emocional, y físicamente.
Versos Clave: Cantar de los Cantares 2:7; 3:5;
8:4, - “Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
hasta que quiera.”
Cantar de los Cantares 5:1, “Comed, amigos;
bebed en abundancia, oh amados.”
Cantar de los Cantares 8:6-7, - “Ponme como un
sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu
brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seól los celos; Sus brasas, brasas
de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no
podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si
diese el hombre todos los bienes de su casa por
este amor, De cierto lo menospreciarían.”
La poesía toma la forma de un diálogo entre un esposo (el Rey) y su esposa, (la Sulamita). El libro se
divide en tres secciones: el cortejo (1:1 – 3:5); la boda (3:6 – 5:1); y el matrimonio en su madurez (5:2 –
8:14).
El cantar comienza antes de la boda, mientras la futura novia anhela estar con su prometido, y sueña
con sus caricias íntimas. Sin embargo, ella aconseja dejar que el amor se desarrolle naturalmente, en
su propio tiempo. El Rey alaba la belleza de la Sulamita, superando sus sentimientos de inseguridad
acerca de su aspecto. La Sulamita tiene un sueño en el cual ella pierde a Salomón y lo busca por toda
la ciudad. Con la ayuda de los guardias de la ciudad, ella encuentra a su amado y se aferra a él,
llevándolo a un lugar seguro. Al despertar, ella repite su consejo de no forzar el amor.
En la noche de bodas, el esposo nuevamente alaba la belleza de su esposa, y en un lenguaje
altamente simbólico, la esposa invita a su esposo a participar de todo lo que ella tiene que ofrecer.
Ellos se unen en amor, y Dios bendice su unión.
Mientras el matrimonio madura, el esposo y la esposa pasan a través de un tiempo difícil, simbolizado
en otro sueño. En este segundo sueño, la Sulamita desaíra a su esposo, y él se va. Abrumada por la
culpa, ella lo busca por la ciudad; pero esta vez, en lugar de ayudarla, los guardias la golpean –
simbolismo de su conciencia dolida. Las cosas terminan felizmente mientras los amantes se reúnen y
se reconcilian.
Al terminar el cantar, ambos, el esposo y la esposa están confiados y seguros de su amor. Ellos cantan
sobre la naturaleza duradera del verdadero amor, y ansían estar uno en la presencia del otro.
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