DE REFORMA EN ZÚRICH 500 AÑOS

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Lutero y Zuinglio
En 1529 Lutero y Zuinglio se juntan en Marburgo, en Hesse,
con la intención de unir sus movimientos. Zuinglio cree que el
pan y el vino no se convierten en el Cuerpo de Cristo por la
consagración, sino que los creyentes son el Cuerpo de Cristo.
Lutero lo ve de manera diferente, y así fracasa el acuerdo. Esta
diferencia durará hasta el siglo XX hasta que los dos movimientos protestantes se unan completamente.
Arrastrados por el conflicto
En sus últimos años Zuinglio pasó de impulsor de la Reforma
a ser él empujado por los acontecimientos. Él promueve una
política agresiva contra los suizos fieles a Roma. En 1531 él
mismo va a la guerra y muere cerca de Kappel en el campo de
batalla. Su cadáver es dividido en cuatro partes y quemado.
El movimiento continúa
Pero el movimiento continúa. Heinrich Bullinger a fines de los
años 20, logra que así sea. Este respetado erudito lleva adelante la Reforma en Zúrich, y también en otros lugares, de forma
más prudente. En su mayor parte se mantiene alejado de la
política y contribuye a que Zúrich a llegue a ser un centro intelectual y espiritual conectado con Europa.
De Zúrich a todo el mundo
Se establece un nexo con Juan Calvino, el Reformador de
Ginebra. Los suizos “reformados“ acuerdan por fin un credo en
común. Su comprensión de la iglesia, la vida y la fe cristiana se
extiende por toda Europa y más adelante por todo el mundo. Las
características particulares hasta hoy son la sencillez del culto y
de la organización eclesial, una estructura democrática, de responsabilidad propia y de acción social.
Unos 80 millones de personas alrededor del mundo pertenecen
a una iglesia “Reformada“ con raíces suizas, como parte del
movimiento Evangélico-Protestante, unidos en espacio y tiempo
con toda la Iglesia Cristiana.
500 AÑOS
DE REFORMA
EN ZÚRICH
UNA HISTORIA QUE
CAMBIÓ A ZÚRICH Y
AL MUNDO
Saber mas de la historia y del jubileo 500
dela Reforma:
www.zhref500.ch
www.zwingli.ch
www.ref-500.ch
Iglesia Evangélica del Canton de Zúrich, 2015.
Illustración: Zwinglio mirando al horizonte© Daniel Lienhard.
Foto: Pedro Hürlimann
La Reforma en el ambiente
Alrededor del año 1550 el ambiente en occidente era de una religiosidad efervescente y masiva, con una iglesia poderosa y transversal. A pesar de esto, en muchos lugares reinaba la injusticia,
la violencia y las enfermedades. ¿Quiénes se beneficiaban con
la iglesia? ¿Quiénes tenían el derecho y el poder de corregir las
situaciones penosas en la iglesia y en la sociedad?
La iglesia hacía creer a la gente que después de la muerte les
esperaban años de sufrimiento en el purgatorio. Mientras tanto,
el Papa construye la ostentosa iglesia de San Pedro en Roma
y nace la idea de la “recaudación de fondos”: los frailes venden
bulas de indulgencia, en las que el Papa concede la reducción de
tiempo en el purgatorio por los pecados cometidos y pensados.
Un fraile erudito y letrado protesta en el Wittenberg Sajón contra
ese comercio: “Si el Papa supiera que la Iglesia de San Pedro está
construida con la piel y con los huesos de sus ovejas, los detendría inmediatamente”, escribía Martin Lutero en sus 95 tesis del
31 de octubre 1517. Su manifiesto se imprimió en el mismo año
en Basilea, teniendo muy buena acogida. Lutero desencadena
una avalancha.
De Padre Espiritual a Predicador Político
Entretanto, un sacerdote peregrino, de espíritu crítico, trabaja en
un lugar de peregrinación suizo, en Einsiedeln: Ulrico Zuinglio. En
1519 éste es llamado a Zúrich, con 35 años de edad, y pronuncia su primer sermón bastante atrevido en la catedral de Nuestra
Señora, no ya en latín sino en el idioma del pueblo; y no en el
orden usado por la Iglesia, sino a partir del primer capítulo de los
evangelios. Del mismo modo que Lutero, Zuinglio también exige
un verdadero retorno a las fuentes. Él también critica el comercio
de las indulgencias, el comportamiento hipócrita y el rito vacío. De
su misión como predicador de campo, lleva imágenes sangrientas
en su mente, de mercenarios heridos, moribundos. Además lucha
políticamente contra el reclutamiento lucrativo de adolescentes y
hombres adultos. Zuinglio zarandea a la orden, desenmascara
apariencias piadosas, echa a perder negocios. La mayoría de la
ciudadanía de Zúrich, que aspira a la autonomía, lo respalda, al
igual que la población rural. Zuinglio predica al aire libre, en el mercado de campesinos o al lado de la Catedral de Nuestra Señora, y
da esperanzas de creer en una vida mejor, no solamente después
de la muerte.
Solo la Biblia cuenta
El Humanismo y el Renacimiento querían exponer las raíces de la
cultura europea de una nueva forma. Zuinglio, el culto hijo de un
campesino, está convencido de que sólo la Biblia indica el camino verdadero para alejarse de la maraña de reglas eclesiásticas,
creencias populares y del caos de intereses.
Incluso, antes de la Biblia de Lutero, desarrollan en equipo la traducción de la Biblia de Zúrich. La idea es que la gente aprenda a
leer y a pensar por sí misma.
El Consejo Municipal y los ciudadanos
participan
Poco después, en el año 1522, algunos ciudadanos influyentes se
burlan de las prácticas tradicionales y se arriesgan vulnerando el
mandamiento del ayuno comiendo salchichas. El conflicto con el
obispo, en aquel tiempo en Constanza, estalla. El Concejo Municipal llama a la Disputa de la cuestión religiosa en público.
Que un gremio municipal se encargue de la decisión sobre algo
eclesiástico es una novedad.
Las reglas también son nuevas: que todo se haga conforme a las
Sagradas Escrituras. Zuinglio sale vencedor, la Reforma está decidida. La población urbana y rural de Zúrich rompe con la iglesia
dependiente de Constanza y de Roma. Los curas son obligados a
predicar según las Sagradas Escrituras y la liturgia se reforma. Las
imágenes de santos son removidas, los monasterios cerrados y
la autoridad del obispo y del papa finalmente son rechazados por
completo. En lugar de limosnas y mobiliario de iglesia costoso, la
ciudad invierte en la asistencia para los pobres y en la educación.
Las mujeres en primera fila
Desde hace mucho tiempo los fueros municipales y las pertenencias están en manos de la Abadía de la Catedral de Nuestra
Señora. Su abadesa Katharina von Zimmern cierra el monasterio
en la fase acalorada del conflicto en el año 1524, y lo entrega al
municipio, con todos sus derechos y pertenencias. En el documento de entrega, ella acentúa que en su decisión no fue presionada, sino que simplemente que había llegado el momento.
Así salva a Zúrich de una guerra civil y asegura la conservación
de la Reforma. La viuda Anna Reinhard vive en la casa de al lado
de Ulrico Zuinglio. Poco tiempo después de su llegada Zuinglio
había enfermado de peste y ella lo atiende hasta que él recobra
la salud. Tras su convalecencia el sacerdote se siente atraído
por ella. En aquel tiempo muchos de sus colegas viven con
sus familias no oficiales alrededor de la gran catedral y pagan
al obispo para ganar su favor. Pero Zuinglio lo quiere hacer de
forma honesta y oficial. En 1552 le pide al obispo que le permita contraer matrimonio a él, así como a todos los sacerdotes.
Anna y Ulrico ignoran la respuesta negativa. Dos años después
se casan en público. “Nada es más exquisito que el amor” dice
Zuinglio entusiasmado.
La violencia no violenta
Los tiempos revueltos del cambio pronto empiezan a costar la
vida a las primeras víctimas. A partir de 1527 el Concejo Municipal de Zúrich condena a seis bautistas a muerte, y ellos son
ahogados en el Limmat. El “crimen“ de los antiguos compañeros
de Zuinglio consiste en no querer prestar juramento , ni hacer
el servicio militar, y que sólo reconocen el bautismo de adultos.
Con ello se constituyen en enemigos de la Iglesia y del Estado. También en el nuevo Zúrich. Después de varios intentos de
conciliación Zuinglio aprueba la persecución contra sus propios
sentimientos. En el año 2004 la Iglesia y el Municipio de Zúrich
pidieron perdón a los descendientes de los Bautistas, allanando
el camino de la reconciliación.
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