'/&•>'-ú'- r'> '•'. ¿¿¿lar 'm¿¿/ia - Ja edad media, hasta tocar los linderos de la moderna, para •/olvcr a encontrar ejércitos como el Suizo que batieron y .riunfaron en Grandson, sobre el orgullo del poderoso. Du que de Borgoña, Carlos el Temerario y, qué podemos decir de las huestes españolas er. tiempos del Renacimiento?, que bajo el mando de capitanes como Leiva y Pescara se cubren de gloria en Pavia; con el Duciue de Alba, Arnesio y otros que hacen llamear el pabellón español en cas: toda Europa. Si .'i-- •rvSr JOSE MORENO U 1/C. Brigadier Capitán nos preguntamos a qué se deben todos estos éxitos, una sóla Checo, Belga, Holandés; pueblos grandes que supieron de fender con sangre su libertad ante un usurpador poderoso como Alemania. Seria interminable enumerar toda esa serie de hechos gloriosos que están escritos con caracteres indelebles en cen tenares de millares de páginas de la historia; hechos sublimes en el mar, en la tierra y en el aire que nos atestiguan que donde hay disciplina, hay Fuerzas Armadas. será la rcspue.sta, disciplina en las tropas combatientes. Quiero cerrar estas líneas escribiendo unas pocas pa La palabra disciplina etimológicamente deriva de la voz latina: discipulus = discipulo; en este sentido disciplina se entiende como doctrina, instrucción de una persona, prin cipalmente en lo moral (Observancia de Leyes y Réglamenlos en un Instituto). En lo que se refiere a su división conocemos varias cla ses de disciplina, estas son: La disciplina militar es la base fundamental y la pie dra sillar sobre la que se sustenta el gran edificio que cons tituye las Fuerzas Armadas do una nación; sin ella podrán haber masas armadas pero jamás habrá una verdadera fuer za militar; esto nos comprueban ampliamente los hechos his tóricos y asi vemos el cuidado que prestaron tanto en la con servación como en la observancia de la disciplina, los pn®' blos en que se desarrollaron con primacía las instituciones militares. Disciplina Eclesiástica, relativa a la Iglesia y, sus le3'es, disciplina en el sentido pedagógico. Disciplina Arcani c del Secreto, relativa a la Teología. Disciplina Escolar, Mi litar y muchas otras. Nos ocuparemos de la última por ser la que más nos '".c-ress, dado nuestro caiácíer como miembros de las Fuer zas Armadas. Disciplina Militar, término complejo y de significado vasto, es düícil de entender sin una base netamente militar. Greria con su célebre falange, nos ofrece el modelo más antiguo de un ejército regular con organización más psf" íecta que sus similares de ese tiempo. Según testimonios irrecusables los griegos ya conocieron la cadencia del paso, el orden en las evoluciones, la uniformidad en el armamen to y en el modo de pelear. En la Ilíada se pone de relieve y re encomia más de una vez, el silencio que reinaba en la® filas, la obediencia y el respeto que se manifestaba hado les superiores jerárquicos. Esta disciplina es la clave de lo® sorprendentes triunfos que alcanzaron sus reducidos ejércitos En el siglo XVIII sobresale y ocupa un sitial muy por encima de todos, el ejército prusiano de Federico, que aun que no todas sus batallas fueron triunfos, mantuvieron siem pre en alto el sentido del honor, de abnegación y de pa labras sobre las cualidades que deben adornar a todo jefe, leader o cabecilla de un grupo armado. triotismo . ciplina contribuyen el sentimiento instintivo que se impone El ejército frarviés no fué un modelo de disciplina por ia rivalidad entre sus jefes; siendo el valor, el entusiasmo y la ambición de gloria las caracteristicas predominantes de este ejército. Ijfls guerras de la Revolución y del Imperio, marcan una nueva etapa en la organización y constitución de los ejér citos, ya que no son los mercenarios, los profesionales y asa lariados los que .compondrán los ejércitos; ahora lo consti tuyen la juventud y-la gente de una nación o estado, es asi como tenemos ante nosotros a los ejércitos nacionales. ciplina militar da un paso gigantezco hacia la perfección.de .su concepto mismo. De hoy-en adelante la disciplina no se im portancia dentro se ha de escrito sobre laArmadas disciplinademilitar y su las Fuerzas una nación es a o, peio nunca estará demás volver a escribir sobre el imperio persa. lo; no, sus raíces se alimentarán de fuentes más nobles y rn,f militares. tema tUas miento y enorme preponderancia de la legión; es muy o®* Dejemos que hable la historia con su voz nítida, imcab^\^ realidad, asi nos formaremos un concepto urpnri ^ como entendían los antiguos y como comdis ver i?" loE a-p rnodernos esta ciencia y arte que se denomiha CEí tendremo.s además la oportunidad de correspondió a través de los tiempos en "• de baio PEtB entendió como el conjunto relativos a un ramo determinado del saber-" cSJÍdíTáT' '•."'f'"" el conocimiento o«npr«di.ded.,ÍS yefom laTnu las, le-, propios pr^Ms para narrelevar I y sostener ^ el espíritu principios de las de orden tropas moral, hasta ^ las reglas más elementales de la.táctica. Conformé hL xado los tiempos este concepto .há evolucionado restrlngiéh'' dose cada vez más; hasta convertirse en un término que abar ca el conocimiento y cumplimiento de todos los deberes mi 'llares, comprendiéndose lógicamente: la obediencia y el res peto hacia los superiores, la observancia de las leyes y de los preceptos de las Ordenanzas y la sujeción estricta a los Reglamentos. Dentro de este concepto se• encuentran ade más: la uniformidad, la policía, el orden, el compañerismo la puntualidad, el pundonor o amor propio, la sumisión inccndicional al que manda, la abnegación y la lealtad que llegan a tal grado dentrd de las Fuerzas Armadas, qüe anu lan volutarla y concientemente la propia personalidad en bien de los demás y va hasta el sacrificio de la vida misma por un ideal sublime. nocida la admirable perfección de esta nueva forma de ejéi-, La voluntad del jefe debe ser obedecida sin discusión; pero no .confundamos la obediencia y el cumplimiento del deber, con la adulación baja y mezquina; el derecho a man dar, -con la arbitrariedad, ignominiosa y grotezca; la autoridad í.obre sus subordinados no le dan precisamente las divisas, sino el carácter, la preparación y el cumplimiento estrictp aé sus deberes como superior y como miembro de las Fuer- j zas Armadas; tenemos espejos eternos como Nélson, Napo león, César, etc. sustentará en el miedo al castigo buital y sin conciencia; en tan relevante para quienes engrosamos las por si sólo de la capacidad del superior, de su veracidad y amor por la justicia, de su den de mando y tacto, y su des velo y sacrificio por el bienestar de sus subalternos. Al transformarse do .esta manera los ejércitos, la dis robre las enormes masas combatientes que lanzó sobre ellos La decadencia de la falange coincide con el adveni Es indiscutible que para el mantenimiento de la dis ia ambición por distinguirse o ,en el entusiasmo por el triunmás sanas: el amor a la patria, el culto al deber, la re nunciación voluntaria de su libertad, el sacriñcio y la abne gación por defender aquel pedazo de tierra que nos vió nacer. Y para' terminar recordemos nosotros, como soldados ecuatorianos, que la disciplina es la base fundamental e ina lienable de todo ejército; por ello nuestro espíritu es hacer c.e nuestro ejército algo grande y poderoso; ser disciplinados, > 1espetar a nuestros supei'iores y considerar a nuestros subal ternos; dejar a. un lado el egoísmo entre, hermanos, fundar nuestros ideales en uno sólo: "servir a la Patria , defenderla I en todo momento; en una palabra, hacer una Patria grande con fuerzas, aunque fueren reducidas, pero llenas de disci cito y no son pocos los escritores que coinciden al decir d."® jamás rayó tan alto el sentido disciplinario como en la leglou Estos ideales son los que alientan a un pueblo Polaco, plina y corazón enonnes. romana. La severidad en los castigos incluyéndose la .flag®" lacicn y la pena de muerte, así como el estímulo de la recom pensa, fué suficiente para que cada hombre se mantuviera encuadrado dentro de i las normas de su deber. Cabe men cionar en este punto que el sentido de patriotismo y el no ble ideal por el engrandecimiento del Estado, que so man tenían latentes en el corazón de todo soldado romano, ap®" yados por la inquebrantable disciplina militar, de sus tropa®' dieron a Roma esa serie de" triunfos que le hicieron dueña y señora del mundo de entonces. iZÓ Pasaron esos tiempos; el legionario romano com®n rr menOspl-eclar los ejercicios lisíeos; perdió la confianza eh- "* -KaiTiF-s:: Casa Comercial Schwarz S. A. si mismo y en los demás; la disciplina fué relegada a un pm* np secun,dario poniendo por encima el, afán de lucro, d®® convirtió el'ideal de defender a su pati-iq en una mercancl® baja y en un instrumento premeditado para dar rienda suel-, DEPARTAMENTO •i • : Casiija No. 3794 - TECNICO • Teléf. 1373 - P. Icaza 210-216 ta a sus instintos ávidos de botín y de riqueza; era lóg^®® que a esto suceda la decadencia del gran imperio romad®' Así vemos morir a Roma por el desenfreno de la soldadez®® y la falta de disciplina en sus tropas. Motores Diesel Marinos Sigamos leyendo las páginas de la historia hasta en-: con'rarnos cpn la edad media. Durante este lapso es inútH encontrar ua-^ejército regular, con cohesióü y disciplina; por que donde predomina el individualismo y el egoísmo (Régi men Feudal) no pueden haber disciplina y conciencia; y, por tanto, no pueden existir ejércitos propiamente dichos. Es ne cesario recorrer un largo trecho, haciendo un paréntesis con MWM i? I