MUSEO HISTÓRICO MILITAR DE VALENCIA 12 DE MAYO DE 1898 GUERRA HISPANO-NORTEAMERICANA VICTORIA ESPAÑOLA EN PUERTO RICO Puerto Rico, la isla verde del Caribe provincia española de ultramar, era una isla tranquila, en paz y confiada, que en el año 1898 no podía suponer el futuro inmediato que se le avecinaba como consecuencia de la soterrada y ambiciosa política imperialista norteamericana. A primeros del mes de Mayo de 1898, el General Gobernador General D. Manuel Macías Casado tomó las debidas providencias y estaban en servicio once baterías que disponían de cuarenta y tres piezas de distintos calibres: obuses de 24 cm. Ordóñez, cañones de hierro de 15 cm. y obuses de 21 cm. de avancarga. Desgraciadamente no se contaba con medios telemétricos para la medición de blancos móviles; no se disponía de pólvora adecuada para obtener el máximo alcance de las piezas artilleras y no había suficientes artilleros debidamente preparados para el servicio en fuego de las baterías (artificieros, apuntadores, etc...) a pesar de las reiteradas peticiones a la metrópoli. En la maqueta que aquí puede contemplarse representa la potente escuadra americana de doce buques entre los que destacaban los acorazados "Iowa" e "Indiana" que se encontraban frente a la bahía de San Juan de Puerto Rico, al amanecer del día 12. Durante la noche, sin ser vistos, se habían acercado a poco más de mil metros de las defensas costeras izando la bandera española por creer en su insensato orgullo que sorprenderían a los fuertes que creían desprevenidos. Los doce navíos, con su potentísima artillería, rompieron el fuego a cadencia máxima. Cuando a los pocos minutos del ataque, las primeras baterías españolas contestaron al fuego, la mayor parte de la escuadra americana se retiró en perfecto orden a larga distancia, manteniendo los acorazados y monitores el fuego sobre el Castillo del Morro y las Baterías anexas que más daño les causaban. Los americanos dispararon dos mil proyectiles de grueso y mediano calibre y hasta ocho mil de pequeño calibre. Sólo consiguieron desmontar un obús de 24 cms. matando a un artillero e hiriendo a varios más y acallar el fuego de una batería completa hiriendo a su oficial y cuatro artilleros. Los americanos recibieron 411 disparos de los que el acorazado " Iowa" recibió nueve impactos directos. Se cree que tuvieron un Oficial y varios marineros muertos, ya que al retirarse hacia Saint Thomas llevaban remolcado el crucero "New York" y en el horizonte se observaron salvas con su bandera a media asta en clara ceremonia funeraria. Después de tres horas de fuego y combate, con numerosos actos de heroísmo y abnegación de los artilleros españoles, la Escuadra Americana se retiró sin haber conseguido nada positivo. Nadie debió pensar en aquel día victorioso, que aquellos cañonazos de San Juan de Puerto Rico serían las salvas fúnebres con que España se despidió de las tierras americanas que descubrió, cristianizó y civilizó. Cuando meses más tarde la bandera americana ondeaba en San Juan de Puerto Rico, los americanos encontraron intacta una moderna grúa de 80 Tm. adquirida dieciséis años antes para montar unas defensas artilleras más potentes y modernas que nunca llegaron a ser realidad. SERVICIO DE DOCUMENTACIÓN HISTORIA 0005