Revisión de tema Revisión de los riesgos estimados con el uso de la Dipirona en el desarrollo de agranulocitosis Agranulocytosis risk during use of Dipyrone: a systematic literature review Isaac Arbeláez-Quintero1,a, Natalia Jiménez-Cardozo2,a 1.Médico, Magíster (c) en Ciencias Biomédicas, Profesor Departamento de Ciencias Básicas de la Salud. 2.Médico, Magíster (c) en Ciencias Biomédicas, Profesora Departamento de Ciencias Básicas de la Salud. a. Facultad de Ciencias de la Salud, Pontificia Universidad Javeriana Cali (Colombia). CORRESPONDENCIA Natalia Jiménez-Cardozo ORCID ID http://orcid.org/0000-0002-7206-499X Departamento de Ciencias Básicas de la Salud Facultad de Ciencias de la Salud Pontificia Universidad Javeriana Cali E-mail: [email protected] CONFLICTO DE INTERESES Los autores del artículo hacen constar que no existe, de manera directa o indirecta, ningún tipo de conflicto de intereses que pueda poner en peligro la validez de lo comunicado. RESUMEN Desde comienzos del siglo pasado, la Dipirona ha sido relacionada con el desarrollo de agranulocitosis. Algunos países han evitado su comercialización como EEUU, Inglaterra, Suecia, Australia y otros en cambio la han seguido usando ampliamente como España, Polonia, Israel, Italia, Brasil, Chile etc. La evidencia recopilada a lo largo de estas décadas frente a este tema ha sido controversial. El riesgo estimado de padecer esta discrasia sanguínea va desde 1 en 300 usuarios hasta 1 en 1 millón a una semana de uso según diferentes estudios. En Latinoamérica la Dipirona es usada con frecuencia, sin embargo la incidencia de agranulocitosis reportada sigue siendo baja. En la presente revisión, se expone la evidencia de agranulocitosis por el uso de dipirona en diferentes países, así como los mecanismos fisiopatológicos que explican hasta el momento la aparición de agranulocitosis por dipirona. Palabras clave: Dipirona, metamizol, agranulocitosis, discrasias sanguíneas. ABSTRACT Since last century, dipyrone has been related to agranulocytosis development. Some countries have taken dipyrone off the market, like United States of America, England, Sweden and Australia, and some others keep comercializing it widely, like Spain, Poland, Israel, Italy, Brazil and Chile. Accumulated evidence during past decades around this topic, has been controversial. Agranulocytosis risk varies from 1 in 300 patients to 1 in 1 million patients, according different reports. In Latin America, Dipyrone is frequently used, nevertheless agranulocytosis incidence remains low. In this paper, evidence of agranulocytosis development as a result of dipyrone use around the world is exposed, as well as the main physiopathological mechanisms for agranulocytosis derivative from dipyrone use. Key words: Dipyrone, metamizole, agranulocytosis, blood dyscrasia. RECIBIDO: 11 de junio del 2015. ACEPTADO: 28 de septiembre de 2015. Arbeláez-Quintero I, Jiménez-Cardozo N. Revisión de los riesgos estimados con el uso de la Dipirona en el desarrollo de agranulocitosis. Salutem Scientia Spiritus 2015; 1(2):19-24. Salutem Scientia Spiritus | Volumen 1 | Número 2 | Julio-Diciembre | 2015 | ISSN: 2463-1426 (En Línea) 19 Arbeláez-Quintero I, Jiménez-Cardozo N INTRODUCCIÓN La Dipirona o el metamizol es un derivado de la pirazolona clasificada dentro del grupo de los agentes antiinflamatorios no esteroideos1, que comenzó a producirse y comercializarse en la década de los años veinte del siglo pasado. La aminopirina, su precursor, fue descubierta en Alemania en el siglo XIX y se comercializó con éxito desde 1890 hasta 1930 cuando comenzaron a aparecer los primeros reportes de su asociación con el desarrollo de agranulocitosis2. Químicamente, la Dipirona es un derivado de sulfonato de sodio de aminopirina, por lo que ambos fármacos están íntimamente relacionados, así como se reconoce que ambas tienen propiedades farmacológicas casi idénticas, con la salvedad que la Dipirona es más hidrosoluble3 y al igual que su precursor, pronto comenzó a asociarse también con el desarrollo de agranulocitosis3,4. Pese a que la aminopirina ha sido descontinuada mundialmente, la Dipirona en cambio sigue siendo usada con alta frecuencia en muchos países del mundo como Brasil, México, España, Alemania, Italia, Colombia y retirada en otros como Estados Unidos, Inglaterra, Finlandia, Arabia Saudita, Egipto y Venezuela5. Farmacocineticamente la Dipirona puede ser considerada un profármaco por su rápida conversión a 4-metilaminoantipirina (4-MAA) durante su paso por la mucosa gástrica y posterior conversión de esta a 4-aminoantipirina (4-AA) secundario a un metabolismo de segunda fase por la n-acetiltransferasa4, siendo ambos metabolitos farmacológicamente activos; recientemente se ha estudiado el papel de los citocromos CYP450 en la biotransformación de la Dipirona con reporte de actividad para su metabolismo en el citocromo CYP 2C19 en la demetilación de 4-AA6. MECANISMOS DE ACCIÓN DE LA DIPIRONA IDENTIFICADOS ACTUALMENTE El mecanismo de acción de la Dipirona 20 Salutem Scientia Spiritus no está completamente dilucidado. Usada principalmente por su efecto antipirético y analgésico, comparte algunas características similares a otros AINES aunque sin las acciones antiinflamatorias de estos1. Su eficacia como antipirético ha sugerido que sus acciones a nivel del sistema nervioso central podrían estar mediadas por la inhibición de cualquier isoforma de la ciclooxigenasa (1 y 2) como se ha descrito para la indometacina; en los modelos animales con el uso de Lipolisacárido (LPS) como factor desencadenante de respuesta febril, el uso previo de Dipirona redujo los niveles circulantes de PGE2 en el flujo sanguíneo cerebral y periférico pero sin cambios en el Hipotálamo. Esto sugiere que las acciones en el control de la temperatura pueden ser secundarias a otros mecanismos de acción aun no descritos para la Dipirona7. En este sentido, se considera que la reducción en la síntesis de PGE2 tiene efectos antipiréticos por sus acciones en el receptor EP3 ubicado en las neuronas termoreguladoras del hipotálamo anterior en la región preóptica7. Respecto a la escasa evidencia del efecto antiinflamatorio de la Dipirona, se sugiere un mecanismo analgésico diferente al observado con los AINEs. Se ha demostrado que en células humanas in vitro y en modelo in vivo con roedores, la Dipirona inhibe la activación del canal potencial del receptor transitorio de ankirina 1 (TRPA1) los cuales se han descrito en las neuronas ubicadas en el raíz dorsal de la médula y responden a estímulos frío (<16 ºC) y químicos8. A nivel cerebral las microinyecciones de Dipirona en la sustancia gris periacueductal reduce la activación neuronal en respuesta al dolor secundario de estímulo inflamatorio periférico con la aplicación de carragenina. Finalmente, en cuanto al efecto analgésico y antiespasmódico de la Dipirona, se ha descrito que puede estar asociado a la activación de la vía óxido nítricoGMPc y el ingreso de potasio a la célula hiperpolarizándola, interfiriendo con la señal dolorosa en las neuronas periféri- cas9. Se ha evidenciado también que el uso de un antagonista del receptor CB1, receptor que se cree puede mediar efectos analgésicos a través de la inhibición de la adenilatociclasa10 en la sustancia gris periacueductal, reduce la antinocicepción de microinyecciones de Dipirona en esta área11, existiendo además evidencia que apoya que Dipirona tiene efectos similares al uso de un agonista cannabinoide (WIN 55,212-2) al ocasionar aumento en la latencia a la respuesta de estímulos térmicos, disminución de la actividad motora, hipotermia y un estado cataléptico en estudios realizados con Biomodelos. RIESGO DE DESARROLLO DE AGRANULOCITOSIS: DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA La agranulocitosis se describe como un síndrome hematológico raro, de comienzo agudo, idiosincrático, en el cual el número de neutrófilos circulantes cae rápidamente por debajo del límite normal (1500 neutrófilos/ml a menos de 500 neutrófilos/ ml)12,13, provocando un serio deterioro del sistema inmune aumentando los riesgos para padecer (incluso en la era post antibiótica) de enfermedades bacterianas graves, a veces fatales7. Se ha sugerido que aproximadamente el 65% de los casos están relacionados con la exposición a diversos fármacos 13,14, entre los que se destacan la dipirona, los agentes antitiroideos, la espironolactona, los betabloqueadores, las sulfas, penicilinas, ticlopidina y la clozapina entre otros15. Los síntomas de agranulocitosis más frecuentes son la fiebre, escalofríos, dolor de garganta, lesiones de la mucosa oral o vaginal, que pueden acompañarse de infecciones más severas. La aparición de los síntomas generalmente ocurre en la primera semana post exposición al agente lesivo14. Sin embargo otros autores sugieren exposiciones más prolongadas antes desarrollar esta discrasia sanguínea (desde más de 15 días continuos hasta 3 meses, o consumos esporádicos frecuentes). Su incidencia varía entre 1,6 por un 1 millón Uso de dipirona y agranulocitosis de habitantes a 7 por un 1 millón de habitantes y se presenta más frecuentemente en mayores de 65 años15. MECANISMOS DESCRITOS PARA EL DESARROLLO DE AGRANULOCITOSIS POR DIPIRONA Desde los años 30 se reconoce que la administración de aminopirina está asociada a un riesgo aumentado de agranulocitosis aguda: se observó agranulocitosis tan sólo 1 semana después de su administración e incluso más rápido si era administrada nuevamente2. Tradicionalmente, los mecanismos asociados a la agranulocitosis inducida por fármacos han sido clasificados como tóxicos o inmunológicos16. Respecto a los mecanismos tóxicos, en 1952 se demostró citotoxicidad de neutrófilos séricos en un paciente que presentó agranulocitosis por aminopirina, sugiriendo este hallazgo que se desarrollaban anticuerpos antineutrófilos dependientes del fármaco que mediaban su rápida destrucción17. Estos hallazgos se han corroborado en estudios posteriores, al confirmar la presencia de anticuerpos anti neutrófilos usando ELISA18. Respecto a los mecanismos inmunológicos, en 1989 Hagris y colaboradores reportaron un experimento en el que se tomó el suero de una paciente que desarrolló agranulocitosis por Dipirona y se observó su efecto sobre un cultivo in vitro de médula ósea de CFU-GM con células CD 34+ altamente purificadas de donante sano, encontrando como resultado que el crecimiento de estos precursores estaba significativamente deprimido, al ser incubados con el suero de la paciente junto a la Dipirona, más no en presencia del suero de la paciente únicamente, o del fármaco únicamente. También se demostró sobre estas mismas células de médula ósea CD34+ supresión del crecimiento de progenitores eritroides (BFU E) y multipotenciales (CFU Mix)19. Con este hallazgo se soportó que no solamente había destrucción de neutrófilos séricos por mecanismos inmunes, sino que también estos mecanismos contribuían a la destrucción de progenitores del linaje en la médula ósea19. cula electrófila que puede interactuar con cadenas de lisina de los neutrófilos. Esta nueva determinante haptogénica podría disparar lisis de neutrófilos mediada por anticuerpos no sólo en sangre periférica sino también en la médula ósea21. Tradicionalmente, la formación de complejos inmunes, de haptenos y procesos autoinmunes, son los tres mecanismos descritos en el desarrollo de agranulocitosis mediada por fármacos, que deriva en lisis celular, formación de leucoaglutininas o eliminación reticuloendotelial20. Las reacciones de complejos inmunes podrían ser inducidas por anticuerpos, que bajo ciertas circunstancias, formarían complejos con el fármaco. En procesos autoinmunes, autoanticuerpos contra los neutrófilos son producidos como respuesta a que el fármaco inicia una reacción autoinmune. Respecto al rol de los factores genéticos en pacientes que desarrollaron agranulocitosis, se realizó en Bulgaria un estudio en 1996, midiéndose como variables la fenotipificación de polimorfismos de n acetil transferasas y glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, así como los productos génicos de HLA, grupos sanguíneos Rh, ABO y hemoglobinas y realizando además análisis citogenéticos de aberraciones cromosómicas. Dentro del estudio hubo un grupo de pacientes que desarrollaron agranulocitosis por dipirona y en estos pacientes, se encontró un haplotipo A24B7 con frecuencia más alta que en los pacientes no expuestos al fármaco; así mismo, la presencia del antígeno HLADQwl se identificó en la totalidad de estos pacientes. La frecuencia de aberraciones cromosómicas también fue más alta en los pacientes que desarrollaron agranulocitosis por dipirona, afectando predominantemente los cromosomas 1(1p13), 2(2pl2) y 5(5pl2). No se encontraron diferencias significativas entre los pacientes que desarrollaron agranulocitosis por dipirona y el resto en cuanto a los subtipos de hemoglobina, grupos sanguíneos RH y ABO, así como tampoco para la tasa de actividad de glucosa 6 fofato deshidrogenasa ni para acetiladores rápidos o lentos22. En este escenario, la agranulocitosis se presenta precedida de rash y fiebre y habitualmente dentro de los 10 días siguientes a su administración. Los mecanismos que involucran haptenos (la modificación de una proteína por parte de un fármaco no inmunogénico o uno de sus metabolitos, que subsecuentemente se unirá a los neutrófilos) han sido descritos para dipirona y para algunos antiarrítmicos16. Recientemente se toma en consideración la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) por acción de la NADPH oxidasa y la mieloperoxidasa de los neutrófilos, importantes para la oxidación de xenobióticos. Esta generación de ROS inicia muy tempranamente -en segundos- y lleva a la producción de ácido hipocloroso (HOCl), entre otros, siendo este ácido capaz de oxidar un fármaco susceptible en un producto reactivo que puede unirse de forma covalente a moléculas y por ende actuar como un hapteno, induciendo la formación de anticuerpos20. Se ha observado que aminopirina es rapidamente oxidada en un dicatión muy reactivo por HOCl16. Se ha determinado también que uno de los metabolitos de Dipirona es una molé- ESTIMACIÓN DE RIESGO DE AGRANULOCTIOSIS CON DIPIRONA: ESTADOS UNIDOS, EUROPA Y AMÉRICA LATINA Estados Unidos En 1902 el Dr. Philip Brown presentó la primera descripción de un caso fatal de faringitis mas neutropenia intensa. Moeschlin y colaboradores en 1935 demostraron que el suero obtenido de pacientes sensibles a la aminopirina desarrollaba Salutem Scientia Spiritus | Volumen 1 | Número 2 | Julio-Diciembre | 2015 | ISSN: 2463-1426 (En Línea) 21 Arbeláez-Quintero I, Jiménez-Cardozo N granulocitopenia transitoria en individuos sanos a los 30 min postexposición. Después observaron que el suero de pacientes sensibles que habían desarrollado agranulocitosis previamente, producía aglutinación de leucocitos pero solo en presencia de Dipirona3. El Dr. George Discombe en Junio de 1952 publicó una reseña en la revista British Medical Journal en la que hace un reporte de un caso de agranulocitosis en una mujer que había usado un compuesto con aminopirina y una reseña sobre unos estudios de otros investigadores europeos (por sus características podría decirse que se trata de un metaanálisis incipiente) sobre la incidencia de agranulocitosis con el uso de la aminopirina por más de 14 días23. Al final estimó una incidencia de agranulocitosis para los usuarios de aminopirina en 0,8%. El Dr. Discombe creía que el tiempo de exposición era relevante en el desarrollo de esta enfermedad por lo que agrupo las muestras de estudios europeos con exposiciones mayores o iguales a 14 días que sumaban un total de 1272 pacientes con el riesgo final arriba estimado (aprox 1 de cada 125 usuarios) (Tabla 1). Posterior a esta publicación inició el debate sobre la relación riesgo-beneficio con el uso de este fármaco. Para la década de los sesenta la FDA propuso la creación de un comité que hiciera seguimiento y evaluara la evidencia epidemiológica con respecto a la seguridad de la Dipirona y su uso en EEUU (Sadusk, 1965). Uno de los integrantes de este comité, el Dr Huguley Jr había publicado previamente en la revista JAMA un nuevo cálculo del riesgo para la Dipirona que validaba las afirmaciones hechas por Discombe una década atrás24. Finalmente la FDA prohibió su uso y comercialización en los EEUU en la década de los setenta del siglo pasado (1972). Europa En Octubre de 1986 la revista JAMA publicó las conclusiones del estudio “The International Agranulocytosis and Aplastic 22 Salutem Scientia Spiritus Tabla 1. Resultados de diferentes estudios que reportaron el riesgo estimado de agranulocitosis con el uso de Aminopirina* Agranulocitosis Año Ruta Pacientes con riesgo Holten 1934 Oral 352 Rawls 1936 - 400 4 1.00 3 Gsel y Muller 1950 Parenteral 220 2 0.91 0 Cermák 1951 Oral 300 0 0 0 1272 11 0.86 8 Autor Total Casos % 5 1.42 Muertes 5 *Tabla publicada por el Dr. Discombe en 1952. Anemia Study”, IAAAS12. Con un diseño tipo casos-controles fue llevado a cabo en Israel y cinco ciudades europeas entre 1980-85. Comparó el uso de analgésicos una semana previa del día índice (día en que comenzaron los síntomas de la agranulocitosis) entre 221 casos y 1425 controles hospitalarios de una población total cercana a 20 millones de habitantes. El odds ratio (OR) calculado para el uso de Dipirona fue 23,7 en Ulm, Berlín occidental y Barcelona. En Israel y Budapest el OR fue de 0.8 (no significativo). El riesgo de agranulocitosis con la dipirona a una semana de su uso fue estimado en 1.1 por 1.000.000 usuarios/semana en los países con odd ratio significativo (no en Israel ni Hungría). Desde entonces, se han realizado estudios con metodología similar en España, Tailandia, Holanda, Francia con resultados similares12,14,25-27. En Suecia, al igual que en EEUU, fue prohibida la Dipirona en los años setenta del siglo pasado con un estudio inicial que reportó un riesgo para agranulocitosis de 1 en 3000 usuarios calculado para el año 197328. Los primeros reportes se basaron en la información recopilada a través del “Comité Sueco para reportes de efectos adversos” sobre cualquier fármaco (vigente hasta la fecha conocido con el nombre de SADRAC), donde encontraron una relación significativa entre la agranulocitosis con el uso de Dipirona y agentes antitiroideos28. En estos reportes se encontró a la edad como un factor de riesgo asociado al desarrollo de agranulocitosis. En 5 años (1968-73) la Dipirona redujo su formulación en Suecia en un 68% debido a las alertas sobre su relación con esta discrasia sanguínea. Pasaron de venderse cerca de 5 millones dosis tabletas/año a 1,5 millones de dosis aproximadamente. Los casos de agranulocitosis también disminuyeron. En 1995, posterior a los nuevos datos suministrados por el IAAAS, se autorizó nuevamente la formulación de Dipirona en Suecia, para ser retirada nuevamente en el año 1999 por evidenciar un rebrote de casos de agranulocitosis asociado con su uso29. En el año 2002, un estudio Sueco recopiló los casos de agranulocitosis relacionados con la Dipirona durante los años que se permitió su reformulación. El riesgo final calculado entre los usuarios de Dipirona fue de 1 caso entre 1450 usuarios29. Latinoamérica El estudio LATIN12, conducido en Brasil Argentina y México, incluyó a pacientes de clínicas hematológicas con agranulocitosis y buscó posibles asociaciones entre fármacos administrados a estos pacientes y la aparición de agranulocitosis, encontrándose una incidencia total de agranulocitosis de 0.38 casos por millón. Como dato importante estos pacientes consumían medicamentos previamente relacionados con la aparición de agranulocitosis, sobre todo dipirona (OR 44.2, IC 95%). La Uso de dipirona y agranulocitosis agranulocitosis, según este estudio, es una condición muy rara en latinoamérica, que imposibilita la asociación del riesgo con el uso de fármacos individuales, con la excepción de la dipirona. En esta serie de caso de agranulocitosis, la más larga reunida en américa latina recolectada de forma prospectiva, se concluyó que la agranulocitosis no es un problema de salud pública. DISCUSIÓN Desde hace aproximadamente 80 años varios estudios han reportado una relación entre el uso de la Dipirona y el desarrollo de agranulocitosis. Es indudable que existe una relación entre su aparición y el uso de derivados de la Pirazolonas entre estas la Dipirona. El debate ha sido la cuantificación de este riesgo29, existiendo incluso reportes que ubican a la Dipirona en un rango de seguridad terapéutica al mismo nivel que el acetaminofén, al haber calculado su riesgo absoluto de mortalidad en 25 muertes por 100 millones de usuarios, similar al paracetamol (que esta en 20) y muy por debajo de la aspirina (185 por 100 millones) y el diclofenaco (592 por 100 millones), las cuales se asocian a complicaciones gastrointestinales, en especial por los sangrados digestivos30. No se han descrito los mecanismos moleculares e inmunológicos que expliquen los efectos tóxicos de la Dipirona y su relación con la aparición de agranulocitosis en una perspectiva casua-efecto, por ejemplo, la presencia de anticuerpos contra neutrófilos podría ser un fenómeno en paralelo y no un fenómeno causal que explique la neutropenia periférica. En la última década han emergido nuevos conceptos que aportan al entendimiento de la mielopoyesis y la maduración del neutrófilo que podrían empezar a esclarecer los mecanismos de la agranulocitosis mediada por fármacos16, pues aunque se hayan presentado múltiples hipótesis, no se tiene claridad acerca del mecanismo por medio del cual ciertos fármacos generan agranulocitosis. Los resultados iniciales presentados por Discombe y Huguley suponen contradicciones elementales, pues de ser cierta su estimación del riesgo para el desarrollo de agranulocitosis (calculado en 0,86% de usuarios), con el patrón de formulación de Dipirona en Alemania, habrían 102.000 casos anuales con 73.440 muertes por su uso; siendo así que habrían más muertes causadas por esta discrasia sanguínea que por eventos coronarios27. Sin embargo el riesgo de agranulocitosis evidenciado en el IAAAS es muy inferior a lo estimado en las hipótesis previas (0,0003%). CONCLUSIONES La Agranulocitosis es una enfermedad rara, que se asocia al uso de la Dipirona, pero la cuantificación de este riesgo aún es debatida. Dada la alta frecuencia de administración de dipirona en nuestro medio y la incidencia dispar de agranulocitosis reportada en diferentes países, se hace necesario tipificar los factores de riesgo individuales y poblacionales para obtener información precisa acerca de los mecanismos de toxicidad de dipirona y así tener herramientas para tomar una decisión terapéutica segura con los pacientes. Así mismo, por ser la agranulocitosis un efecto adverso raro aun entre los expuestos, sin datos claros sobre la relación exposición-riesgo, los estudios que se diseñen paran responder este interrogante deben tener en cuenta el tipo de exposición, las características singulares de la persona expuesta, la duración de la exposición y considerar el riesgo una vez se haya descontinuado su uso31. Durante la formulación de la Dipirona se deben tener presentes especialmente sus eventos adversos más frecuentes como hipotensión y reacciones de hipersensibilidad inmediata que la probable aparición de una discrasía sanguínea secundaria con su uso. REFERENCIAS 1. Arcila-Herrera H, Barragán-Padilla S, 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Borbolla-Escoboza JR, Canto-Solís A, Castañeda-Hernández G, De LeónGonzález M, et al. Consenso de un grupo de expertos mexicanos, eficacia y seguridad del metamizol (dipirona). Gac Med Mex. 2004; 140(1):99-101. Huguley CM. Agranulocytosis induced by dipirone, a hazardous antipyretic and analgesic. JAMA. 1964; 189:162-5. DOI:10.1001/ jama.1964.03070120060014. Depart O, Majesty H. Many among. Canad Med Ass J. 1964; 91:1229-30. Hinz B, Cheremina O, Bachmakov J, Renner B, Zolk O, Fromm MF, et al. Dipyrone elicits substantial inhibition of peripheral cyclooxygenases in humans: new insights into the pharmacology of an old analgesic. FASEB J. 2007; 21(10):2343-51. DOI:10.1096/fj.068061com United Nations. Consolidated list of products whose consumption and/or sale have been banned, withdrawn, severely restricted or not approved by governments fourteenth issue. Econ Soc Aff. 2005; (Twelf Issue). Abdalla SO, Elouzi AA, Saad SE, Eddin MD, Nagaah T A. Study on the relationship between genetic polymorphisms of cytochrome CYP2C19 and metabolic bioactivation of dipyrone. J Chem Pharm Res. 2014; 6(6):992-9. Malvar DDC, Soares DM, Fabrício ASC, Kanashiro A, MacHado RR, Figueiredo MJ, et al. The antipyretic effect of dipyrone is unrelated to inhibition of PGE 2 synthesis in the hypothalamus. Br J Pharmacol. 2011;162(6):1401-9. DOI: 10.1111/j.1476-5381.2010.01150.x Nassini R, Fusi C, Materazzi S, Coppi E, Tuccinardi T, Marone IM, et al. The TRPA1 channel mediates the analgesic action of dipyrone and pyrazolone derivatives. Br J Pharmacol. 2015. DOI: 10.1111/bph.13129. dos Santos GG, Dias EV, Teixeira JM, Athie MC, Bonet IJ, Tambeli CH, et al. The analgesic effect of dipyrone in peripheral tissue involves two different mechanisms: Neuronal KATP channel opening and CB1 receptor activation. Salutem Scientia Spiritus | Volumen 1 | Número 2 | Julio-Diciembre | 2015 | ISSN: 2463-1426 (En Línea) 23 Arbeláez-Quintero I, Jiménez-Cardozo N 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Eur J Pharmacol. 2014; 741:3-10. DOI: 10.1016/j.ejphar.2014.07.019 Crunfli F, Vilela FC, Giusti-Paiva A. Cannabinoid CB 1 receptors mediate the effects of dipyrone. Clin Exp Pharmacol Physiol. 2015; 42(3):246-55. DOI: 10.1111/1440-1681.12347 Vazquez E, Escobar W, Ramirez K, Vanegas H. A nonopioid analgesic acts upon the PAG-RVM axis to reverse inflammatory hyperalgesia. Eur J Neurosci. 2007;25(2):471-9. DOI: 10.1111/j.1460-9568.2007.05280.x Hamerschlak N, Maluf E, Biasi Cavalcanti A, Avezum Á, Eluf-Neto J, Passeto Falcão R, et al. Incidence and risk factors for agranulocytosis in Latin American countries - The Latin Study: A multicenter study. Eur J Clin Pharmacol. 2008; 64(9):921-9. DOI: 10.1007/s00228-008-0513-7. Maj S, Lis Y. The incidence of metamizole sodium-induced agranulocytosis in Poland. J Int Med Res. 2002; 30(5):48895. DOI: 10.1177/147323000203000504 Shapiro S, Issaragrisil S, Kaufman DW, Anderson T, Chansung K, Thamprasit T, et al. Agranulocytosis in Bangkok, Thailand: A predominantly drug-induced disease with an unusually low incidence. Am J Trop Med Hyg. 1999; 60(4):573-7. Ibañez L, Vidal X, Laporte JR. PopulationBased Drug-Induced Agranulocytosis. Arch Intern Med. 2005; 165:869-74. DOI:10.1001/archinte.165.8.869. Tesfa D, Keisu M, and Palmblad J. Idiosyncratic drug-induced agranulocytosis: Possible mechanisms and management. Am J Hematol. 24 Salutem Scientia Spiritus 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 2009 Jul;84(7):428-34. DOI: 10.1002/ ajh.21433. Moeschlin S, Wagner K. Agranulocytosis Due Occurrence of LeukocyteAgglutinins. Acta Haematol. 1952; 8(12):29-41. DOI:10.1159/000204146. Andres E, Noel E, Kurtz JE, Loukili NH, Kaltenbach G, Maloisel F. Lifethreatening idiosyncratic drug-induced agranulocytosis in elderly patients. Drugs and Aging. 2004; 21(7):427-35. DOI:10.2165/00002512-20042107000002 Hargis JB, La Russa VF, Redmond J, Kessler SW, Wright DG. Agranulocytosis associated with “Mexican aspirin” (dipyrone): evidence for an autoimmune mechanism affecting multipotential hematopoietic progenitors. Am. J. Hematol. 1989; 31(3):213-15. DOI: 10.1002/ajh.2830310314. Uetrecht JP1, Ma HM, MacKnight E, McClelland R. Oxidation of aminopyrine by hypochlorite to a reactive dication: Possible implications for aminopyrineinduce agranulocytosis. Chem Res Toxicol 1995; 8(2):226-33. DOI: 10.1021/tx00044a007. Garcia S, Canionero M, Lopes G. Dipyrone-induced granulocytopenia: a case for awareness. Pharmacotherapy. 2006; 26(3):440-2. DOI: 10.1592/ phco.26.3.440. Vlahov V, Bacracheva N, Tontcheva D, Naumova E, Mavrudieva M, Ilieva P, et al. Genetic factors and risk of agranulocytosis from metamizol. Pharmacogenetics 1996; 6(1):67-72. Discombe G. Agranulocytosis caused by 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. amidopyrine, an avoidable cause of death. Br Med J. 1952; 1(4771): 1270–1273. Anonimo. Risk of agranulocytosis and aplastic anemia. Jama. JAMA. 1986;256(13):1749-1757. DOI:10.1001/ jama.1986.03380130077032. Edwards J, McQuay HJ. Dipyrone and agranulocytosis: what is the risk? Lancet. 2002; 360(9344):1438. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/S01406736(02)11489-9 Hedenmalm K, Spigset O. Agranulocytosis and other blood dyscrasias associated with dipyrone (metamizole). Eur J Clin Pharmacol. 2002; 58(4):265-74. DOI: 10.1007/s00228-002-0465-2. Théophile H, Bégaud B, Martin K, Laporte JR, Capella D. Incidence of agranulocytosis in Southwest France. Eur J Epidemiol. 2004; 19(6):563-5.DOI:10.1023/ B:EJEP.0000032371.97823.85. Böttiger LE, Westerholm B. Druginduced blood dyscrasias in Sweden. Br Med J. 1973; 3(5875):339-43. Levy M. Adverse reactions to over-thecounter analgesics: an epidemiological evaluation. Agents Actions Suppl. 1988; 25:21-31. Andrade SE, Martinez C, Walker AM. Comparative safety evaluation of nonnarcotic analgesics. J Clin Epidemiol. 1998; 51(12):1357-65. DOI: http://dx.doi. org/10.1016/S0895-4356(98)00076-6. Miettinen OS, Caro JJ. Principles of nonexperimental assessment of excess risk, with special reference to adverse drug reactions. J Clin Epidemiol. 1989;42(4):325-31.