Relatos ganadores del I Concurso de Relatos Cortos

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FROXITO O TRASNO DAS SOBEIRAS
Autor: Eva Domínguez Iglesias
Ganador del Primer Premio en la categoría de personas adultas.
Una noche de San Juan…durante un conxuro da queimada en el pueblo de
Froxán do Courel, unas meigas buenas recibieron las llamadas de unas primas
de el Bierzo.
Necesitaban un duende que protegiese su bien más preciado, el Alcornocal de
Cabañas Raras.
Aprovechando su noche;
Decidieron mezclar todo tipo de hierbas mágicas, laurel, tomillo, hierba de San
Juan, Sabugo…
Y como todos los años realizar el conxuro. Así a lo mejor podían ayudar a sus
primas.
Pobrecillas no sabían lo que les esperaba en esa noche mágica. Comenzaron
colocando las hierbas en un gran círculo alrededor de su árbol favorito: corcho;
el alcornoque pelado.
Le llamaban así por que un año le sacaron el corcho antes de tiempo y quedó
sin corteza.
En medio del círculo un gran pote heredado de su abuelo (ay¡ Si las viese
hoy…);
Orujo al pote, cáscaras de naranja y manzana, granos de café, azúcar, y:
…Concentración¡¡…
_ “Mouchos, coruxas, sapos e bruxas, demos, trasnos” e,eeeeeeh¡…, Qué
ocurre¡¡¡¡
Una gran luz, una nieblina y…una figura…un trasno,, un trasno?Sí¡¡ Apareció
de la nada…asombradas y con cierto temor;
Esperaron la reacción de aquel pequeño ser; sus grandes ojos verdes, su
pequeño tamaño, sus pecas denotaban picardía e inocencia, hojas de roble a
modo de capa, su gracia al hablar, su gran sonrisa,…
_Buenas noches¡:…Se miraron..y sin salir de su asombro..
Balbucearon:_e, e, eres o Trasno das Sobeiras?
_Sí me llamo Froxito soy o Trasgo das Sobeiras, el duende de los alcornoques
me llamarán allí donde voy.
_Los alcornoques de Cabañas Raras necesitan un guardián y aquí estoy yo
¿me equivoco?
Amaneció entre explicaciones y risas. Y llegó la despedida.
_Bueno mis queridas meigas debo partir hacia Cabañas Raras, espero que
pronto vengáis a verme.
Las meigas tristes pero aliviadas se despidieron de Froxito y regresaron a sus
tareas.
Muy cerca do Laurel estaba el lugar más bonito que había visto nuestro joven
trasno, un alcornocal milenario, en el corazón de el Bierzo. No tardó en
encontrar con quién jugar.
Al llegar un gran pájaro le dio bienvenida: - Tac, Tac, Tactactac, sin cesar de
trabajar;
_Hola¡ Soy Pico Piquelo el pájaro carpintero.
_Hola¡ Yo soy.. – Lo sé¡.. Tac, tac,
_Eres Froxito; nos avisaron de tu llegada.
Pico Piquelo le presentó a Jabato el jabalí;
Es el mejor buscador de bellotas y el más atrevido del bosque, juntos visitaron
a Moncho el búho, sabio donde los halla.
No solo conoció animales, estaba Esporín el duende de las setas, siempre
preocupado por el viento, la lluvia, las visitas del hombre al bosque..
A que maravilloso lugar le había destinado sus amigas las meigas¡¡ Se sintió el
duende más afortunado¡¡¡
Froxito ya conocía a los cazadores a los niños y niñas de los colegios, vecinos
y vecinas, a algún que otro gamberro.
Les encantaba gastar bromas a la vez que protegía el bosque.
En la Fuente del Ciervo los cazadores tenían un pequeño lugar de reunión y…
qué casualidad¡¡ La sal que guardaban para hacer sus comidas nunca estaba
en el lugar en la que la dejaban.
Cuando la visitaban niños y niñas de vez en cuando Esporín soplaba con
fuerza hasta tirarles la gorra a algún agujero.
Si algún cazador quería buscar a Jabato; Pico Piquelo y Froxito tocaban a la
vez varios árboles;
El cazador se despista y Jabato se pasea por delante sin que le vea,, ja, ja,
Menudo es Jabato; se pone a mover su culito delante de el cazador para que le
persiga. Como ya está ensayado corre y corre sin que el alcance.
Mientras.. Froxito, Pico Piquelo, Moncho, Esporín y los demás no se aguatan la
risa… Que divertido es vivir aquí!!
La próxima vez que visites Cabañas Raras y su alcornocal escucha
atentamente y fíjate bien; Froxito y los demás estarán observando lo que
haces, les encantará verte y por qué no;
Tirarte la gorra, soplarte en una oreja o tocar la canción de Pico Piquelo.
FIN
UN PASEO POR EL ALCORNOCAL
Nombre: José Antonio García Marqués
Finalista de la categoría de personas adultas.
A media tarde la densa niebla daba una tregua a un tibio sol que invitaba a
disfrutar de mi hobby favorito: correr y hacer senderismo por el monte de
Cabañas.
Al cruzar el puente sobre el canal de regadío, espléndidas viñas vestían antaño
este paraje, hoy casi todas abandonadas y engullidas por el monte. El pueblo
queda a lo lejos con su tedioso asfalto, ahora un alegre y serpenteante camino
nos lleva entre robles a una pronunciada cuesta, mi corazón amenaza con
pararse, decido seguir caminando y disfrutar del magnífico e inusual entorno.
Un fino chorro de agua brota del caño de la fuente del ciervo, ¡hacía años que
no manaba!, las recientes nevadas le habían favorecido, sin embargo, al mismo
tiempo, había roto grandes ramas que colgaban de los desnudos alcornoques.
El bosque dormitaba, parecía encantado, pronto llegará la primavera llenándolo
de vida, colores y fragancias.
Recorrí la senda del corcho hasta llegar al valle y ascendí por la senda del
monte, aquí conviven en perfecta armonía y en formaciones caprichosas,
encinas, castaños, robles y alcornoques, formando un gran manto de hojas que
tapizan el suelo y amortiguan mis pisadas.
Ante mí, el más frondoso y longevo de los alcornoques. Durante unos minutos,
me abrazo a él pero no logro abarcar ni la mitad de su tronco, parece como si
el tiempo se haya detenido, los graznidos de un cuervo en la lejanía rompen la
quietud y el silencio.
Al llegar a la cumbre, una charca de agua y barro de paso al camino donde un
corzo huye asustado de mi presencia.
Desde esta altura se ve el avance sigiloso de la niebla por el valle.
Se ha hecho demasiado tarde, ahora con las pilas recién cargadas, bajo
corriendo hacía el pueblo, hacia mi morada, hacia los míos… sin poder olvidar
esa estampa de mi alcornocal.
NIÑA DE MIS SUEÑOS
Autor: Adrián Bilbao Afonso
Ganador de la categoría de infantil.
Niña de mis sueños, tu viste alcornoques
que todos los días sacaban las flores.
Corteza dura, de la madura.
Siempre asustada por la noche,
junto a un alcornoque,
dormías junto a él,
siempre estabas con él.
A su lado tranquila jugabas un rato,
pero tenías cuidad con el lobo malo
que siempre estaba cazando.
Niña de mis sueños que viste un alcornocal
y de él corcho decidiste sacar.
Te ví en aquel lugar y no puedo olvidar,
lo bella que era esa zona, la zona del alcornocal.
Algo me dice que caminando con mis antiguos amigos,
algo me trajo a vivir a este lugar.
Ahora en esta cabaña, que rara podría ser,
tan rara como estos árboles
que en esta zona no se ven.
Niña, siendo esto tan real ¿porqué no podré saber dónde estás?,
¿podrías conmigo cuidar esta zona?
Gracias por traerme, cuidarla y dejarme explorarla.
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