Infección osteoarticular I n f e c c i ó n o s t e o a r t i c u l a r Óscar Nieto Fandiño, MD Universidad Nacional Especialista en Pediatría Universidad Nacional Especialista en Educación Médica Universidad de La Sabana La osteomielitis y la artritis séptica son in­fecciones que ocurren más frecuentemente en niños. Las osteomielitis se presentan con mayor frecuencia en menores de cinco años, predominando más en niños que en niñas. La artritis séptica afecta por igual a ambos sexos. El término osteomielitis se refiere a la inflamación del hueso, de tipo bacteriano, la cual se localiza en la zona metafisiaria, que posee una mayor vascularización. El término artritis séptica se refiere a la infección del espacio articular, causada por una invasión bacteriana. La infección llega a través de varias vías, por diseminación hematógena, por inoculación directa, o a través de un foco adyacente de infección. La diseminación por vía hematógena es la más frecuente. En fase inicial, durante la bacteriemia, puede haber diseminación a otros órganos como pulmón, hígado, produciéndose un cuadro de sepsis, con coagulación intravascu­ lar diseminada y choque. La osteomielitis y la artritis séptica tienen el potencial de producir discapacidad y muerte si se tratan tardíamente o en forma inadecuada. La osteomielitis afecta más a la metáfisis de huesos largos (80%), predominantemente en miembros inferiores, con más frecuencia en la región distal del fémur y en la región distal de la rodilla. Las articulaciones más afectadas en casos de artritis son la cadera en lactantes y la rodilla en niños preescolares y escolares. Antes de los 18 meses de edad la circulación de la metáfisis permite el paso de la infección 36 ■ Precop SCP a la epífisis a través de vasos que atraviesan la fisis, favoreciendo la presentación de osteomielitis junto a artritis séptica de la articulación adyacente. La relación de la osteomielitis con trauma no está claramente establecida, se considera que, por producir edema y lentificación del flujo y formación de microtrombos, favorece la siembra bacteriana del hueso. En algunas localizaciones, tales como el fémur proximal, en la región proximal del radio, en la parte distal de la tibia, la metáfisis se encuentra localizada dentro de la cápsula articular, predisponiendo la diseminación de osteomielitis hacia la cavidad articular en estos sitios. En la artritis séptica se produce destrucción de la articulación por aumento de la presión en la cavidad articular, con presencia de enzimas proteolíticas y cambios en el pH, producto de la infección. Este hecho, sumado al aumento de la presión intraarticular, lesiona los vasos de nutricios articulares, incrementando la destrucción articular. El daño ocurre en las primeras 72 horas, por lo cual, si hay sospecha de infección articular, debe hacerse aspiración y drenaje rápidamente para evitar la destrucción del cartílago articular, en especial en la cadera y el hombro. Los microorganismos más frecuentemente implicados varían de acuerdo con la edad, en neonatos: estafilococo aureus, estreptococo del grupo B, bacterias entéricas gram negativas; en niños de dos meses a cinco años: estafilococo aureus, estreptococos, neumococo y kingela kingae; en niños mayores de cinco años: estafilococo aureus. En niños con anemia de células Óscar Nieto Fandiño falciformes se debe pensar en la posibilidad de gérmenes encapsulados como Salmonella. En adolescentes con actividad sexual pueden producirse infecciones por neisseria gonorrhoeae. hacia la rodilla, el niño adopta una posición en que la cápsula articular se encuentra en máxima relajación con flexión, abducción y rotación externa. La sintomatología de la osteomielitis hematógena varía de acuerdo con la edad, sitio de infección, resistencia del niño al germen involucrado, condiciones nutricionales y agresividad del germen. El inicio generalmente es súbito, con fiebre, dolor óseo, rechazo a mover el miembro afectado, cojera, sumado a signos inflamatorios locales con edema, eritema, calor y dolor local. Algunos pacientes pueden no presentar el cuadro florido de enfermedad. En la etapa neonatal difieren los signos y síntomas, presentando rechazo de la alimentación, malestar, irritabilidad, pseudoparálisis, dolor a la movilización del miembro afectado. En ocasiones, en esta etapa puede ocurrir con cuadros de sepsis, con sintomatología inespecífica. En la artritis séptica hay dolor en la articulación comprometida, fiebre, limitación funcional, imposibilidad para el apoyo, con calor local, edema y signos de derrame articular. En caso de compromiso de la cadera, el dolor se irradia Los estudios de laboratorio incluyen: ■ Hemograma, el cual presenta leucocitosis en un 60% de los casos, con desviación izquierda. La velocidad de sedimentación globular se eleva en un 90% de los casos, con cifras máximas al quinto día, para normalizarse en 3 a 4 semanas. ■ La proteína C reactiva se eleva en las primeras 8 horas, con aumento máximo en 48 horas, Figura 1. Fisiopatología de la osteomielitis y la artritis Infección a distancia, estafilococo Bacteriemia 24 h o r a s • Edema intramedular • Trombosis de senos venosos • Trombosis de vasos nutricios. Invasión a metáfisis huesos largos • Metáfisis. • Aumento de presión intramedular • Perforación de la corteza • Metafisiaria 2 a 3 d í a s Invasión al espacio articular en menores de 18 meses Cápsula articular insertada en región metafisiaria, proximal de fémur, húmero. radio, distal tibia Formación de colección de pus Secuestro Pus en el espacio subcortical Diseminación a tejidos blandos Neoformación ósea involucro Elaborado por Óscar Nieto Fandiño, MD CCAP Volumen 9 Número 2 ■ 37 Infección osteoarticular normalizándose a los 7 a 11 días, alcanzando niveles de 50 a 100 mg/dl. Esta tiene utilidad en el seguimiento y respuesta terapéutica. ■ ■ ■ Las radiografías del sitio afectado son el estudio inicial que se debe realizar, permitiendo descartar otras patologías que pueden dar síntomas similares. En fase precoz muestran edema de tejidos blandos y pérdida de las líneas grasas situadas entre los músculos; solo luego de 7 a 14 días aparecen la reacción perióstica y la destrucción de la cortical, seguidas luego por imágenes de secuestro e involucro, las cuales se observan después de tres semanas. Son útiles para descartar lesiones tumorales. En caso de artritis, puede observarse, tempranamente, derrame articular y aumento de partes blandas y, en forma tardía, destrucción ósea. La gammagrafía ósea con tecnecio 99, en tres fases, muestra aumento de la captación del marcador en los sitios de mayor perfusión, en donde hay inflamación local y en donde la actividad osteoblástica y osteoclástica está incrementada. Puede ser negativa en las primeras 48 horas. Es útil en el estudio de osteomielitis de múltiples focos, cuando el diagnóstico no es claro, o en localizaciones atípicas como la pelvis. Sirve en la diferenciación entre celulitis y osteomielitis. No es específica para el diagnóstico diferencial entre infección, tumor o trauma, pues en estas situaciones hay aumento de la actividad osteoclástica. Si el compromiso inflamatorio es importante, puede haber aumento de la presión intraósea, lo que conlleva a compromiso vascular, evidenciándose gammagráficamente con zonas no captantes, dando falsos negativos. Cuando la gammagrafía con Tc99 es negativa y persiste la sospecha, se puede realizar gammagrafía con galio 67, o con leucocitos marcados con In 111, las cuales son más sensibles como marcadores de inflamación ósea. La ecografía sirve en la detección de alteración del periostio, demostrando colecciones subperiósticas y alteración de tejidos blandos tempranamente. Es un estudio que se ve limitado por ser observador dependiente. En caso de artritis séptica permite identificar derrame articular, útil para guiar punciones aspirativas. 38 ■ Precop SCP ■ La tomografía computarizada no es útil de rutina, se utiliza en caso de infecciones crónicas y en osteomielitis de pelvis y columna vertebral, mediante la demostración de cambios escleróticos óseos, secuestros y abscesos óseos. ■ La resonancia nuclear magnética es el estudio más específico y sensible para el diagnóstico temprano de osteomielitis, ya que permite delimitar el compromiso óseo y de partes blandas, diferenciar la médula ósea normal y la anormal, e identificar, tempranamente, edema medular. Con contraste endovenoso con gadolinio, se evalúa mejor la presencia de colecciones, al realzarse la periferia de estas. En caso de artritis, evidencia el compromiso de tejidos articulares, cartílago y membrana sinovial; en etapas iniciales, con contraste con gadolinio se observa captación de este por la sinovial, evidenciando edema periarticular y derrame. Tiene como inconvenientes importantes el costo, la disponibilidad del recurso y la necesidad de sedación en los niños para su realización. ■ El organismo causante de la infección podrá ser identificado mediante hemocultivos y cultivos de aspiración en el sitio de la infección. La identificación del germen es posible en el 40 al 70% de casos. Se debe realizar examen de líquido articular en caso de artritis séptica, en el que se debe encontrar un conteo de células mayor de 50.000, con predominio de PMN, disminución de los niveles de glucosa, aumento del lactato y disminución del pH; es necesario cultivar estas muestras. Se considera osteomielitis subaguda si la infección lleva más de dos semanas. Generalmente se presenta en niños de 2 a 16 años, presenta pocos síntomas y signos de enfermedad sistémica, dolor escaso, poca fiebre; la radiografía muestra signos de osteomielitis. En el momento de la presentación, requiere la realización de biopsia y toma de cultivos. La osteomielitis crónica es usualmente una secuela de un tratamiento inadecuado o tardío de una osteomielitis aguda. Óscar Nieto Fandiño Mientras se esperan los resultados de los cultivos, se inicia tratamiento empírico de acuerdo con la edad. El manejo recomendado es: ■ ■ ■ ■ En niños de 0 a 2 meses, combinación de oxacilina a dosis de 25 a 50 mg/kg cada 6 a 12 horas con gentamicina a dosis de 3 a 5 mg/kg cada 24 horas. En niños de 2 meses a 5 años, oxacilina a 200 mg/kg/día dividida cada 6 horas, más ceftriaxona a 100 mg/kg/día dividida cada 12 horas. En mayores de 5 años, oxacilina 200 mg/kg día dividida cada 6 horas. En pacientes con anemia de células falciformes, oxacilina a iguales dosis más ceftriaxona. Si hay antecedente de herida por punción, es necesario añadir un antibiótico que cubra pseudomona además de estafilococo aureus. Una vez se identifica el germen mediante cultivo, el tratamiento antibiótico se debe orientar según este resultado. Este tratamiento debe mantenerse no menos de tres semanas, de acuerdo con el germen, la respuesta clínica, el tiempo entre el inicio de los síntomas y el inicio del tratamiento y los hallazgos de laboratorio. En promedio, debe mantenerse entre 4 y 6 semanas, de las cuales los primeros 14 días se dará por vía venosa y el resto por vía oral. Se debe tener en cuenta la tolerancia a la vía oral, la disponibilidad del antibiótico por vía oral, la confiabilidad de la familia, la mejoría clínica y paraclínica, para el cambio de antibiótico a vía oral. Se recomienda estar muy pendiente de la presentación de osteomielitis producida por estafilococo aureus meticilino resistente adquirido en la comunidad, con cuadros clínicos más agresivos y agudos, en los que con mayor frecuencia se ven miositis, piomiositis, abscesos subperiósticos y compromiso de múltiples huesos. En estos casos el tratamiento debe hacerse con clindamicina. Hay cepas que son resistentes a la clindamicina, así que debe acudirse a la vancomicina. El manejo de las infecciones osteoarticulares debe hacerse de forma interdisciplinaria, es necesario el concurso de la ortopedia para un adecuado drenaje quirúrgico. Si se hace un diagnóstico precoz, en las primeras 48 horas del inicio de la enfermedad y si no hay absceso subperióstico, estaría indicado el manejo con antibioticoterapia sola; luego de este período, con la formación de colección subperióstica o intraósea, es necesario el procedimiento quirúrgico. Si no hay respuesta favorable al manejo iniciado con antibiótico, se precisa realizar drenaje. En la artritis séptica es indispensable el drenaje y el lavado de la articulación. En caso de compromiso de cadera y hombro, este procedimiento debe hacerse de forma urgente. Es esencial enfatizar la importancia de la inmovilización del sitio afectado, la cual es fundamental como medio analgésico, evitando contracturas y fracturas patológicas. Luego se requiere la realización de fisioterapia para el manejo de atrofia por desuso, recuperación de fuerza muscular y manejo de contracturas. Lecturas recomendadas 1. Gutierrez K. Bone and joint infections in children. Pediatr Clin North Am 2005;52(3):779-94. 3. Kaplan SL. Osteomyelitis in children. Infect Dis Clin North Am 2005;19(4):787-97. 2. Arnold SR, Elias D, Buckingham SC, Thomas ED, Novais E, Arkader A, et al. Changing patterns of acute hematogenous osteomyelitis and septic arthritis: emergence of communityassociated methicillin-resistant Staphylococcus aureus. J Pediatr Orthop 2006;26(6):703-8. 4. Frank G, Mahoney HM, Eppes SC. Musculoskeletal infections in children. Pediatr Clin North Am 2005;52(4):1083-106. 5. Lew DP, Waldvogel FA. Osteomyelitis. Lancet 2004;364(9431): 369-79. CCAP Volumen 9 Número 2 ■ 39 examen consultado Infección osteoarticular 21. Los siguientes enunciados respecto a los procesos de infección osteoarticular en niños son ciertos, excepto: A. la infección llega a través de varias vías, por diseminación hematógena, por inoculación directa o por medio de un foco adyacente de infección B. las osteomielitis se presentan con mayor frecuencia en menores de cinco años C. la osteomielitis y la artritis son infecciones poco frecuentes en niños D. las osteomielitis predominan más en niños que en niñas y la artritis séptica afecta por igual a ambos sexos E. la osteomielitis y la artritis séptica tienen el potencial de producir discapacidad y muerte si se tratan tardíamente o en forma inadecuada 22. Con respecto a los siguientes enunciados, escriba si es falso (F) o verdadero (V): A. antes de los 18 meses de edad la circulación de la metáfisis permite el paso de la infección a la epífisis a través de vasos que atraviesan la fisis, favoreciendo la presentación de osteomielitis junto a artritis séptica de la articulación adyacente B. en la artritis séptica se produce destrucción de la articulación por aumento de la presión en la cavidad articular, con presencia de enzimas proteolíticas y cambios en el pH producto de la infección C. la relación de la osteomielitis con trauma está claramente establecida, y en la artritis séptica el daño ocurre después de las primeras 72 horas 23. Los estudios iniciales que se deben solicitar cuando se sospecha de infección osteoarticular son: A. hemograma B. velocidad de sedimentación globular (VSG) C. proteína C reactiva (PCR) D. radiografía del sitio afectado E. todos los anteriores 40 ■ Precop SCP examen consultado Óscar Nieto Fandiño 24. En el manejo de las infecciones osteoarticulares es falso (F) o verdadero (V): A. debe ser interdisciplinario, médicoquirúrgico, con el concurso de ortopedia para un adecuado drenaje quirúrgico B. si se hace un diagnóstico precoz en las primeras 48 horas del inicio de la enfermedad y si no hay absceso subperióstico, el pronóstico es más favorable C. en la artritis séptica no es necesario el drenaje y lavado de la articulación D. en la artritis séptica es necesario el drenaje y lavado de la articulación. En caso de compromiso de cadera y hombro, este procedimiento debe hacerse de forma urgente 25. De los siguientes enunciados, cuál no es verdadero: A. la resonancia nuclear magnética es el estudio más específico y sensible para el diagnóstico temprano de osteomielitis, delimitando el compromiso óseo y de partes blandas B. la gammagrafía ósea con tecnecio 99, en tres fases, es específica para el diagnóstico diferencial entre infección, tumor y trauma C. la tomografía computarizada no es útil de rutina, se utiliza en caso de infecciones crónicas y en osteomielitis de pelvis y columna vertebral D. la ecografía es útil en la detección de alteración del periostio, demostrando colecciones subperiósticas y alteración de tejidos blandos tempranamente CCAP Volumen 9 Número 2 ■ 41