Desplazamiento intraurbano en Colombia Defensoría del Pueblo - ACNUR - EUROPEAID Extractos del documento Desplazamiento intraurbano como consecuencia del conflicto armado en las ciudades Septiembre de 2004 Barrancabermeja Barrancabermeja, ubicada en el departamento de Santander, es un puerto fluvial sobre el río Magdalena, considerado capital de la región del Magdalena Medio. La ciudad, con más de 250.000 habitantes, tiene una superficie de 1213,5 k2; comprende siete comunas y seis corregimientos divididos en 156 barrios. La actividad económica depende de la industria petrolera, cuyo primer pozo se comenzó a explotar en 1916. En Barrancabermeja se encuentra la sede central de la empresa Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos) cuyo sindicato, la Unión Sindical de Obreros, USO, es el más poderoso de Colombia. En esta ciudad, donde se ha desarrollado la principal refinería del país, se han librado los más grandes conflictos en la historia laboral de Colombia, acompañados por luchas campesinas y amplias protestas urbanas. Al lado de los sindicatos, se han desarrollado partidos políticos de izquierda y varias organizaciones cívicas.65 Descripción del conflicto armado en Barrancabermeja 65 Defensoría del Pueblo de Colombia, “Resolución Defensorial. N° 7 sobre la situación de los defensores de derechos humanos de Barrancabermeja del 7 de marzo del 2001”, en Gaceta Defensorial. Diciembre 2000Junio 2001, tomo I, Bogotá, 2001. pág.125. 66 Carlos Medina Gallego, op. cit, pág. 228. Barrancabermeja fue una de las primeras localidades donde el ELN intentó vincular a dirigentes de movimientos de masas a su proyecto político. La ciudad, que ya contaba con organizaciones de izquierda, que facilitaron el accionar del grupo insurgente, constituyó para éste un punto de apoyo logístico y de reclutamiento.66 Entre 1983 y 1986, periodo de auge del ELN, nació el frente Cristóbal Uribe en Bucaramanga y Barrancabermeja; más adelante, el frente Manuel Gustavo Chacón; y, entre 1992 y 1995, el frente urbano de Resistencia Yariguíes. Estos frentes, que planearon varios atentados y actuaron principalmente en Barrancabermeja y Sabana de To- (48) Desplazamiento intraurbano en Colombia rres por medio de milicias, estuvieron articulados inicialmente al Frente de Guerra Oriental. Tras la desintegración de este frente, los frentes Resistencia Yariguíes, Capitán Parmenio, Manuel Gustavo Chacón y Guillermo Antonio Vásquez intentaron copar el Magdalena Medio, teniendo como eje de acción a Barrancabermeja. En el mismo periodo, las FARC hicieron presencia en la ciudad por medio del frente 46, ubicado entre los límites de Santander y Bolívar. De igual forma, había presencia del EPL. Un informe de Amnistía Internacional sobre la presencia de los grupos guerrilleros en la zona durante estos años, señala lo siguiente: “La ciudad se considera un baluarte tanto de las FARC como del ELN y, en menor medida del EPL. La ciudad experimentó un importante crecimiento la década pasada con la afluencia masiva de trabajadores migratorios y de comunidades campesinas desplazadas, y los barrios marginales han proliferado y se han esparcido por las zonas circundantes. Es especialmente en estos barrios pobres donde las organizaciones guerrilleras han establecido una presencia fuerte. A los barrios se los tiende a identificar con alguno de los movimientos insurgentes. Los barrios suroriental y nororiental de la ciudad también son bastiones de las milicias urbanas vinculadas a los grupos guerrilleros. Entre estas milicias figuran: el Frente Urbano de Resistencia Yariguíes-Fury, y el «Capitán Parmenio» ambos vinculados al ELN; una unidad de las FARC relacionada con su Bloque del Magdalena Medio, y una unidad urbana del Frente Ramón Gilberto Barbosa del EPL.”67 Con respecto a los grupos de autodefensa, en la década del ochenta surgió el movimiento Muerte a Secuestradores, MAS, que justificaba su accionar como una respuesta a las amenazas, las extorsiones, los secuestros y los asesinatos de comerciantes, ganaderos y terratenientes en la zona. Barrancabermeja comenzó a ser el escenario de operación y de estructuras que actuaban en el sur de la región, a las cuales, en los años noventa, se sumaron las autodefensas que operaban en el bajo Simacota, en los municipios de San Vicente y el Carmen de Chucurí, y, en la segunda mitad de la década, el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia. En 1990 se diseño una estrategia para la toma del puerto petrolero, con el apoyo ( 49) 67 Amnistía Internacional, Colombia: Barrancabermeja, una ciudad sitiada, mayo de 1999, pág. 5, en http:// www.derechos.org/ nizkor/colombia/doc/ ai/sitiada.html Desplazamiento intraurbano en Colombia de autodefensas que operaban en Sabana de Torres, Yondó, Puerto Wilches, y el sur del Cesar y de Bolívar.68 La presencia de estos grupos armados ilegales durante la década de los noventa, generó una dinámica violenta que incluyó varias acciones armadas en Barrancabermeja, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, amenazas, destrucción de oleoductos, poliductos, gasoductos y torres de energía, y quema de buses, tractomulas y otros vehículos, así como secuestros y ataques a la Fuerza Pública.69 Entre los hechos más cruentos, de acuerdo con lo conocido por la Defensoría del Pueblo, se encuentran las masacres perpetradas por grupos de autodefensa entre el 16 y el 17 de mayo de 1998, en el sector suroriental, el 27 de febrero de 1999, en la zona nororiental, y el 27 de septiembre del mismo año, en el barrio Los Corales, al suroriente, hechos en los que resultaron muertas más de 40 personas. Algunas de estas masacres, como la de mayo de 1998, estuvieron acompañadas de desapariciones; en ese momento, tras la ejecución extrajudicial de 7 jóvenes, señalados de ser auxiliadores de las milicias urbanas del EPL y el ELN, las Autodefensas de Santander y Sur del Cesar se llevaron a la fuerza alrededor de 40 pobladores de los barrios surorientales del puerto, de los cuales 25 no regresaron y, al parecer, fueron ejecutados. De esta manera, aunque han tenido presencia en la zona desde hace varios años, los grupos de autodefensa entraron a disputar claramente el control de la región que tenían las milicias a partir de 1998. 68 69 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, op. cit, pág. 243. En la citada Resolución Defensorial. N° 7 sobre la situación de los defensores de derechos humanos de Barrancabermeja, del 7 de marzo del 2001, se presenta información sobre casos relacionados con esta situación. A finales de 2000 y durante el primer semestre de 2001, las AUC iniciaron una ofensiva para golpear a los grupos guerrilleros y a dirigentes populares y sindicales, cuyo escenario fue los barrios populares de la ciudad ubicados en las zonas nororiental y suroriental; entre éstos se encontraban Las Margaritas, Primero de Mayo, Campestre, La Planada del Cerro, Palmas, Torcoroma, La Esperanza, Cincuentenario, Pueblo Nuevo, Camelias, Granjas, Altos del Campestre, Villarelis, Minas del Paraíso, Palmar, María Eugenia, Recreo, Américas, Tora, Yarima, Boston, Las Torres, San Pedro, San Judas, así como zonas cercanas a la avenida del ferrocarril y Pozo 7. Esta ofensiva las llevó a controlar el casco urbano de Barrancabermeja y (50) Desplazamiento intraurbano en Colombia a reducir ostensiblemente el poder y la influencia de las guerrillas, particularmente del ELN. La estrategia de la arremetida de las autodefensas contra las guerrillas fue cortar el vínculo de éstas entre el casco urbano y el área rural, y lo lograron rodeando Barrancabermeja. Las guerrillas se vieron obligadas a replegarse en las zonas montañosas, como efecto de la presión en los barrios populares del puerto. Hechos ocurridos entre el 22 y el 23 de diciembre de 2000 indican el mayor dominio de las autodefensas en la región. En estas fechas, escuadrones de estos grupos pusieron en marcha retenes en el sector nororiental de la ciudad e incursionaron en el barrio Primero de Mayo: asesinaron al joven Edwin Bayona; tomaron por la fuerza viviendas de civiles en las cuales secuestraron de manera transitoria a algunas personas, una de ellas asesinada en una vía pública del barrio Santa Ana; se apoderaron de forma permanente de algunas viviendas en los barrios Miraflorez y Simón Bolívar, y desde ellas empezaron a desplegar sus estrategias.70 El 27 de diciembre de 2000, las Autodefensa Unidas del Sur de Bolívar y Santander confirmaron su presencia en Barrancabermeja y anunciaron que “mantendrán una guerra frontal contra la subversión y declaran objetivo militar a la delincuencia común, la clase política corrupta y todos los que tengan algún nexo con los grupos guerrilleros.”71 En los dos últimos años se ha observado un posicionamiento de las autodefensas en algunos sectores de la ciudad. Esto ha mermado la confrontación directa por el territorio y ha devenido en una estrategia por ganar posiciones para garantizar el dominio de ciertas zonas. Las amenazas a la población civil se han convertido en un mecanismo para generar terror, y muchos de los pobladores urbanos se han visto en la necesidad de cambiar de residencia y movilizarse silenciosamente dentro de la ciudad para salvaguardar sus vidas. Al mismo tiempo se ha llevado a cabo un gran número de asesinatos selectivos y desapariciones forzadas. Tan sólo en el registro de quejas de la Defensoría Regional del Magdalena Medio, los asesinatos selectivos de los primeros seis meses de 2003 ascendieron a una decena y las desapariciones sobrepasaron los 20 casos. ( 51) 70 Defensoría del Pueblo de Colombia, Expediente - Quejas N° Q0001494 CMC. 71 “Amenazas contra miembros de las brigadas Internacionales-PBI”, en El Tiempo, 29 de diciembre del 2000, en http:// www.malmotribunal.org/ noticia1pbi.html. Desplazamiento intraurbano en Colombia Por otro lado, fueron conocidas por la Defensoría del Pueblo las amenazas de desplazamiento y muerte proferidas por las Autodefensas contra las organizaciones de defensa de derechos humanos: las Brigadas Internacionales de Paz; la Organización Femenina Popular, OFP; la Asociación de Familiares Detenidos y Desaparecidos, Asfades; y la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos, Credhos. También existen amenazas contra la Unión Sindical Obrera, USO; el Sindicato de Desempleados, Sindes; el gremio de taxistas, Unimotor; el Sindicato de Empleados del Seguro Social, y otras organizaciones que se han visto obligadas a cerrar sus sedes o a actuar bajo la intimidación de los grupos armados. La agresión de los paramilitares ha llegado incluso a obstruir la asistencia humanitaria que brindan distintas organizaciones. Es conocido que los paramilitares se han afianzado en numerosas viviendas de la ciudad y han convertido a sectores de la población civil en rehenes y escudos humanos. Además de los asesinatos y las desapariciones, profieren constantes amenazas; hacen retenes y reuniones obligatorias de la comunidad, mediante presión armada; cortan las líneas telefónicas; impiden la libre realización de eventos; obligan a algunas mujeres a portar letreros en que se les señala de prostitutas; exigen a los hombres mantener el cabello corto; y se habla de una nueva modalidad de secuestro, que consiste en retener a las personas dentro de su misma vivienda.72 Las organizaciones sociales y de derechos humanos que operan en la zona han puesto de presente la actitud permisiva de algunas autoridades públicas con los grupos de autodefensa. En comunicado del 30 de marzo de 2002, la Organización Femenina Popular afirma que hay omisión por parte de las Fuerzas Militares para contrarrestar y neutralizar el accionar delincuencial de las autodefensas ilegales. 72 Defensoría del Pueblo de Colombia, Expediente- Quejas N° Q0001494 CMC. De acuerdo con los testimonios recogidos en la mesa de trabajo realizada en Barrancabermeja como parte de esta investigación, aunque el control que ejercen los paramilitares se acentúa en algunos barrios, las autodefensas tienen una estrategia global de cubrimiento de toda la ciudad con hombres que hacen vigilancia en cada esquina. Estos hombres van rotando cada 15 o 30 días para evitar la creación de lazos con las comunidades y, por consiguiente, mantener a la población intimidada y sometida a sus designios. (52) Desplazamiento intraurbano en Colombia Así las cosas, los grupos de autodefensa estarían implantándose en la zona a través de un dominio persistente sobre la población civil a la cual estarían sometiendo a su voluntad e intereses. Asimismo, “las autodefensas han insistido a su vez en la multiplicación de sus frentes de acción política, lo que les ha permitido granjearse nuevos y variados apoyos políticos impulsando la tesis de impedir el despeje de una zona que sirva de escenario para el desarrollo de la denominada convención del ELN con la sociedad civil. Coinciden de esta manera con la postura de ASOCIPAZ, una Asociación creada por pobladores del sur de Bolívar y su zona circundante, y con el denominado Movimiento No al Despeje, organizaciones que han movilizado importantes sectores de la población con el mismo propósito.”73 Desde finales de 2001 y principios de 2002, el accionar de los grupos de autodefensa se acentuó en las comunas 1, 5, 6 y 7, que corresponden a los sectores nororiental y sur occidental de la ciudad; así mismo en el sur y, más recientemente, en la zona norte, Comuna 3. Los paramilitares se ubican en lugares estratégicos para controlar la entrada a los barrios y los lugares donde se concentra su accionar, de modo que les sea posible sacar a quienes consideren que podrían interferir en la realización de sus actividades. Por este motivo, el desplazamiento es pensado como una estrategia de repoblamiento que les permite, por una parte, ubicar personas en las cuales la organización paramilitar tiene un alto nivel de confianza, y, por otra, controlar los trayectos a través de los cuales se realiza el comercio de la gasolina (por ejemplo los barrios Pablo Acuña y 16 de Marzo), factor relevante, pues, al parecer, parte de su financiación proviene de este negocio. La presencia de las autodefensas en la ciudad y su realización de acciones relacionadas con el robo de gasolina, la extorsión, las masacres, las desapariciones, las amenazas y el desplazamiento, denunciadas públicamente por habitantes y organizaciones sociales de la ciudad, llevó a la Defensoría Delegada para la Evaluación de Riesgos de la Población Civil como Consecuencia del Conflicto Armado a emitir el 30 de enero de 2003 el Informe de Riesgo No. 07 - 03, en el cual se señala que es factible la confrontación y el incremento de homicidios de configuración múltiple y desplazamiento forzado, como consecuen- ( 53) 73 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Panorama actual del Magdalena Medio, Bogotá, mayo de 2001. pág. 2 Desplazamiento intraurbano en Colombia cia de las amenazas y acciones de grupos de autodefensa en el casco urbano de Barrancabermeja y veredas aledañas. Se tenía como antecedente la muerte violenta de 10 personas, en el marco, al parecer, de un ataque a presuntos auxiliadores de grupos guerrilleros, así como a personas discriminadas y estigmatizadas socialmente. La persistencia de una situación de riesgo, particularmente por el accionar del Bloque Central Bolívar de las AUC, ha llevado a la Defensoría del Pueblo a emitir cuatro notas de seguimiento al referido informe de riesgo, la última de ellas, el 1 de marzo de 2004. Casos de desplazamiento intraurbano en Barrancabermeja Los enfrentamientos entre los grupos armados, la fuerte consolidación de los grupos de autodefensa y las constantes prácticas de “limpieza social”, han generado en Barrancabermeja éxodos entre los diferentes barrios de la ciudad. El desplazamiento se acentuó en las comunas 1, 5, 6 y 7 (sectores nororiental, suroccidental), al sur de la ciudad y, más recientemente, en la zona norte, Comuna 3. El mayor número de desplazamientos intraurbanos se presentó durante 2001, por la disputa territorial entre las milicias populares y las autodefensas, entre ellos el desplazamiento masivo de 22 familias que debieron salir del barrio Pablo Acuña. El fenómeno continúa y la Defensoría del Pueblo ha conocido casos de personas afectadas, entre las que se encuentran dirigentes políticos, trabajadores de derechos humanos y sindicalistas que han recibido constantes amenazas contra su vida e integridad personal. Varias situaciones de desplazamiento han sido denunciadas ante la Defensoría del Pueblo en Barrancabermenja. A continuación, se reseñan algunas: La Organización Femenina Popular en el comunicado “Voces de Mujeres”, de 11 de junio del 2001, señaló que entre el 9 y el 10 de ese mes, unas 80 familias fueron amenazadas por “un actor armado” en los sectores nororiental y suroriental, y que se les dio 24 horas para abandonar la ciudad. Varias personas han huido del sector de la Sagrada Familia, que comprende los barrios Boston, Danubio, Ra- (54) Desplazamiento intraurbano en Colombia fael Rangel, Puerta del Sol, 20 de Agosto, San Pedro, Comuneros y San Martín. En marzo del 2002, se desplazaron 20 familias del barrio Los Alpes, y en el barrio Danubio amenazaron a las familias con el objeto de expulsarlas. Algunas personas salieron por amenazas de grupos de autodefensa, señaladas de ser auxiliadoras de grupos subversivos. A los anteriores, se suman los desplazamientos de miembros de las organizaciones sociales de Barrancabermeja, quienes, luego de recibir amenazas, han sido obligados a dejar sus trabajos, cerrar las sedes de sus organizaciones y emprender la huida. Es el caso de Iván Madero Vergel y Francisco Hernando Fonnegra, funcionarios de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos, Credhos, quienes fueron desplazados en enero y abril del 2001, respectivamente. Entre septiembre del 2000 y mayo del 2001, 12 directivos de esta corporación fueron desplazados, y muchos de ellos se encuentran en el exilio forzoso. Vale la pena anotar que la situación de desplazamiento en Barrancabermeja está relacionada con lo que está sucediendo en los municipios circunvecinos; lo que acontece en esta ciudad, se explica en virtud de la confrontación que hay en toda la región del Magdalena Medio. Asimismo, desde el punto de vista social, los vínculos familiares que existen entre personas de Barrancabermeja con habitantes de San Pablo, Yondó, Cantagallo, Puerto Wilches, Puerto Berrío y Remedios, entre otros, explican en parte la movilidad interna que hay en el Magdalena Medio. Durante finales de 2002 y la primera mitad de 2003, el desplazamiento se presentó directamente por el accionar de grupos de autodefensa en la ciudad y por el rechazo de la población a sus acciones, entre las que se incluye la imposición de sus “normas de convivencia”, tal como se conoció en la mesa de trabajo realizada en Barrancabermenja. La disputa entre las autodefensas y los grupos de milicias, y entre diferentes sectores de estas mismas –como el Bloque Central Bolívar y las Autodefensas de Cesar– ha obligado a mucha gente a ir de un lado a otro; esto ha ido acompañado de castigos corporales y muertes selectivas.74 ( 55) 74 Mesa de Trabajo Regional sobre Desplazamiento Intraurbano, realizada el 15 de julio de 2003 en Barrancabermeja. Desplazamiento intraurbano en Colombia Los barrios que venían expulsando más población son Pablo Acuña, San Silvestre, Kennedy, el Progreso, Boston, La Independencia, La Libertad, Villarelys y Primero de Mayo. Al igual que en Medellín, se presenta el repoblamiento de muchas de las viviendas abandonadas. Los desplazamientos se han caracterizado por una movilidad continua, a través de distintitos sectores de la ciudad: las personas se ubican en un lugar, luego buscan ayuda de las organizaciones sociales, se establecen en un barrio, cambiaban nuevamente de barrio y, en muchos casos, terminan saliendo de la ciudad, pues, el tamaño de ésta y el amplio control de los paramilitares hacen fácilmente identificable el sitio donde están ubicadas. Algunas personas se desplazaron a las zonas centrales de Barrancabermeja, donde disminuía un poco el riesgo, al reducirse el accionar del grupo armado. Sin embargo, esto les implicó asumir altos costos económicos. Es importante anotar que entre las víctimas de desplazamiento existe un gran temor a denunciar, pues se presentaron casos en los que las denuncias fueron rápidamente conocidas por los grupos armados ilegales, lo cual generó un mayor grado de riesgo para la vida y la integridad de los afectados. Esta situación fue expresada en los siguientes testimonios: “Uno ve gente que se llevan y hay Fuerza Pública a 50 metros, o sea uno incurre en un acto grave y es que no denuncia porque aquí las denuncias que se hacen, al ratico saben quién las hace. Y hay gente que les ha tocado irse a través de una denuncia que ha hecho. A mi me duele cuando yo veo entrar a una persona que la llevan amarrada, que no sabe ya para donde la llevan y uno no puede hacer nada. ¿Cómo avisa? Porque uno puede por lo menos llamar a la Policía, pero, cuando uno llama, el número del que llaman están inmediatamente diciendo quién está llamando y eso para uno es un riesgo. Nos ha pasado. Entonces frente a eso qué se puede hacer. Incurrir en un delito porque uno sabe que van a matar a una persona y no puede hacer nada. Eso es grave. Como líder comunitario me ha tocado vivir más de una vez eso.75 75 Ibid. (56) Desplazamiento intraurbano en Colombia “Se están dando todas las semanas desplazamientos de ese tipo, que no se quedan registrados porque se da una cosa, uno le trabaja a la gente para que logre denunciar, para que por lo menos quede el registro de estos casos, pero automáticamente se da una cosa y es que ante la denuncia, antes de frenar un poco la problemática y ser como un posible mecanismo de seguridad para la familia, lo que se hace es acelerar el proceso de desplazamiento porque se sabe lo de la denuncia, llega donde el actor paramilitar, y, automáticamente, si tenían la posibilidad de moverse donde otra familia, les toca es estar saliendo de Barranca.”76 La resistencia de las víctimas a salir de la ciudad, las convirtió en nómadas al interior de la misma. No denunciar garantizaba una permanencia mayor al interior de los límites urbanos, donde podían recurrir a la ayuda familiar o de las organizaciones sociales. Pero, la situación de desplazamiento se agravó, pues las familias que recibieron personas desplazadas se convirtieron también en objetivo militar. De acuerdo con la Unidad Territorial de la Red de Solidaridad Social en Barrancabermeja, los 52 casos de desplazamiento intraurbano en esta ciudad incluidos en el Registro Único de Población Desplazada – todos correspondientes al año 2001, ya que no se tienen registros posteriores en esta entidad de este tipo de desplazamiento– fueron atendidos mediante los mecanismos consagrados en la Ley 387 de 1997. Es decir, cuando esta entidad valoró las declaraciones de los afectados no hizo diferenciación alguna entre quienes se desplazan desde áreas rurales y quienes lo hacen al interior de la misma ciudad; incluyó a los afectados en el Registro, y, en virtud de su situación de desplazamiento, fueron atendidos en el marco de la normatividad existente por las instituciones del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, SNAIPD; no sobra decir que la atención presentó carencias similares a la brindada a los desplazados de áreas rurales, particularmente en lo relacionado con la estabilización socioeconómica y el restablecimiento de derechos. El testimonio de la Unidad Territorial de la Red de Solidaridad Social ilustra este caso de inclusión víctimas de desplazamiento intraurbano en el Registro Único de Población Desplazada : 76 ( 57) Ibid. Desplazamiento intraurbano en Colombia “Lo que es interesante analizar acá es que el caso de Medellín es muy distinto a éste con respecto a la forma de actuar de la Red de Solidaridad Social. En ese momento no se había presentado en el país un caso de desplazamiento intraurbano, no había sido objeto de la Red de Solidaridad Social. De for ma casi de emergencia institucional y formal, nos comunicamos con la Red en Bogotá y les preguntamos qué hacíamos frente a esa problemática y nos dieron luz verde para incluir como desplazados, en ese momento, en el registro. Entonces todas estas familias que se desplazaron internamente de los barrios, como está señalado acá, fueron incluidas en el Registro por la Red de Solidaridad Social y en consecuencia fueron atendidas. Posteriormente, con la evolución de la política y concretamente frente al caso de Medellín que se presenta el año pasado, nosotros recibimos un concepto jurídico formal por parte de la Red de Solidaridad Social diciendo que los casos intraurbanos no podrían valorarse como incluidos, y frente a eso nosotros ya teníamos incluidas todas estas personas, 52 familias (de antes). Sin embargo, no (se) nos dio ni respuesta frente al hecho de decir bueno cómo hacemos, los sacamos del registro aunque ya están incluidos, con la fortuna de que posteriormente está el fallo de la Corte, que ahora conocemos y definitivamente no hay problema con esas inclusiones de esas familias.”77 77 Testimonio de un funcionario de la Unidad Territorial de la Red de Solidaridad Social en Barrancabermeja, Mesa de Trabajo Regional sobre Desplazamiento Intraurbano, Barrancabermeja, 15 julio del 2002. (58)