para la zona de las células polimorfas, algunas colaterales. Las

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Cajal.—ASTA DE AMMON.
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para la zona de las células polimorfas, algunas colaterales.
Las células de cilindro-eje horizontal pertenecen á las células
de Golgi, y es probable hayan sido vistas por Sala y Schaffer
aunque en impregnaciones incompletas. Yacen en todo el
espesor de la zona de las células polimorfas, pudiendo residir
algunas hasta en el espesor de la substancia blanca; pero en
general, ocupan la parte media ó superior del strahim oriens.
Caracterízanse estos corpúsculos por su gran estatura, su
forma estrellada y la orientación radiada de sus expansiones
protoplasmáticas que alcanzan gran longitud y exhiben un
aspecto fuertemente varicoso. Entre estos apéndices se halla
siempre uno ó dos ascendentes muy varicosos q u e , cruzando
la zona superpuesta, ganan la capa molecular donde t e r m i nan ora sin ramificarse, ora dividiéndose mu y sobriamente en
ramos arrosariados. Las expansiones plotoplasmáticas descendentes tienden á orientarse paralelamente al álveo, alcanzando u n a gran extensión, sin mostrar nunca el aspecto
espinoso propio de las expansiones de las pirámides.
El cilindro-eje posee una disposición sumamente interesante:
es grueso, y marcha ya horizontal, ya oblicuamente, descomponiéndose Iueg o en varias ramas gruesas, que divergen en
todos sentidos, aunque propendiendo á ascender hacia la zona
de las pirámides. La enorme extensión recorrida por estas
ramas y su orientación divergente é irregular explican que
muy rara A ez aparezcan en los cortes teñidas por entero; no
obstante, es m u y frecuente sorprender el curso y comportamiento terminal de una ó dos de las mencionadas gruesas
ramas, como podrá notarse en las células a, b , d, representadas en la fig. 5. Semejantes r a m a s , en vez de disminuir de
diámetro á medida de su alejamiento del origen, se espesan y
tornan varicosas, subiendo oblicuamente hasta l a zona de las
pirámides, por debajo de la que corren horizbntalmente un
gran trecho. En su curso horizontal emiten u n gran número
de colaterales verticales, flexuosas y varicosas, las cuales, en
unión de las ramitas finales en que se resuelven las ramas
horizontales, forman un plexo nervioso apretadísimo, en cuyas
mallas se alojan los cuerpos de las células piramidales. A este
plexo colaboran, como ya hemos expuesto anteriormente, los
ramitos terminales de la prolongación funcional de las células
de cilindro-eje ascendente.
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