GRECIA. 1. Marco espacial. El mundo griego fue conocido como Hélade. Abarcaba fundamentalmente los territorios de la actual Grecia continental, las islas del mar Egeo, las costas de la actual Turquía (Asia Menor) y la colonia situada en el sur de Italia y Sicilia llamada Magna Grecia. Durante los siglos VIII y VII a. de Xto. se extendieron por todo el Mediterráneo ampliando su influencia al norte de África, costas del mar Negro y península Ibérica. Su cultura tiene un importante sustrato en las llamadas civilizaciones prehelénicas (minoica y micénica) que aparecen en uno de los mapas que mostramos y que ilustran el marco espacial descrito. 2. Civilizaciones prehelénicas y Grecia arcaica. Excavaciones realizadas en la isla de Creta muestran la presencia de una rica civilización, la minoica, desde el año 2600. Probablemente pudo desarrollarse gracias a su estratégica posición en la ruta de los metales que desde Oriente Medio partía hacia España en busca de cobre y estaño. Al calor de este comercio debieron prosperar unos príncipes-comerciantes que construyeron grandes palacios (Cnossos) con patios, pinturas al fresco y almacenes, desarrollaron la cerámica, la orfebrería, practicaron enterramientos, mantuvieron estrecha relación con Egipto y utilizaron la escritura ideográfica y lineal. En Grecia continental también existió una civilización neolítica hacia el año 2600 que fue destruida por una invasión del norte, los señores guerreros (el pueblo aqueo), hacia el año 1600. Este pueblo llegó a dominar Creta hacia 1450, se hizo con el comercio del Egeo y estableció relaciones económicas con Asia menor. Fueron los creadores de la civilización micénica y por los restos de sus núcleos amurallados (Micenas, Tirinto), usaban armas de bronce y tomaron de los cretenses las formas pictóricas, parte de la cerámica y la escritura lineal. De estos primitivos griegos habla Homero en sus obras, luchando contra Troya y navegando por el Mediterráneo. 1 Este mundo cultural fue destruido hacia 1150 por los pueblos dorios que entraron por el norte, produciéndose la dispersión aquea (eolios y jonios) por las islas y hacia Asia Menor. Los dorios trajeron el hierro y sumieron a Grecia en una larga atapa de decadencia. Hacia el siglo VIII, los griegos vivían pobremente de la agricultura y el pastoreo; la presencia de valles aislados entre sí permitió la formación de comunidades tribales con un antepasado común, dominadas por los grandes propietarios de fincas cultivadas por esclavos. Este grupo humano independiente formaba una polis (agrupación de tribus de unas 10000 personas) y no aceptaba la sumisión a ningún poder exterior. Estas polis arcaicas (S. VII y VI), combatían entre sí, con lo que los guerreros alcanzaron funciones de gobierno formando un Consejo decisorio a pesar de que los ciudadanos se reunían en una Asamblea con función decorativa; este sistema político u oligarquía impulsó a los ciudadanos a emigrar buscando tierras y buena situación para el comercio. Así surge un espacio colonial, a veces en territorios hostiles a veces pactando con los pobladores locales. Desde el sur de Grecia marcharon hacia occidente, mientras que los griegos de Asia Menor y Egeo fueron hacia el mar Negro y norte de África. Una serie de factores se combinaron para acabar con la polis arcaica: 1. La extensión de la esclavitud por deudas provocó revueltas y la aparición de tiranos. 2. El auge del comerció propició la aparición de gentes con una nueva riqueza ( moneda, materia prima, manufactura) que poco tenía que ver con la posesión de tierra. 3. Propietarios agrarios medios y comerciantes descontentos, se aliaron contra los terratenientes y propiciaron la llegada primero de las tiranías y en algunas ciudades de la democracia. Además, se impuso un nuevo armamento más barato con lo que los viejos guerreros quedaron arrinconados frente al nuevo soldado griego, el hoplita. 3. Grecia clásica (siglos V y IV). Ciudades como Atenas en el siglo V alcanzaron una prosperidad envidiable. Dominaban los propietarios medios con excedentes de aceite y vino y los comerciantes y formaron una sociedad gobernada por un sistema político (comenzado por Solón en el s. VI y terminado por Clístenes) llamado democracia, en el que todos los ciudadanos eran políticamente iguales y formaban parte de una Asamblea soberana. Ni extranjeros, ni mujeres, ni esclavos, participaban. El Consejo era deliberante y formaban parte de él todos los ciudadanos por turno. Para asuntos concretos se elegían magistrados o arcontes. Dado que para asistir a la Asamblea se abandonaban comercios y tierras, se estipuló un sueldo para poder acudir. El afán de independencia de las polis griegas llevó a éstas a enfrentarse al gran enemigo persa que había invadido Asia Menor. Las guerras médicas (490-448) fueron ganadas por los griegos pero tras un esfuerzo económico que obligó a formar una liga de ciudades, la Liga de Delos, a la que las ciudades aportaban dinero que fue administrado por Atenas. Al acabar la guerra, la liga continuó, pero pronto los atenienses fueron acusados de aprovechar las riquezas en beneficio propio y de ejercer una política imperialista en el Mediterráneo. Por rivalidades comerciales, Corinto 2 consiguió arrastrar a los espartanos a una liga contraria a Atenas y comenzaron las guerras del Peloponeso (431-404) que acabaron con la derrota de Atenas y con el inicio de una gran crisis en el mundo griego (s. IV). Los campesinos salieron arruinados y tuvieron que emigrar a las ciudades donde no había trabajo por la ruina de la artesanía y la crisis del comercio. Los hombres libres no tenían trabajo; éste era realizado por esclavos. Las guerras civiles menudearon y la expedición de Alejandro fue el intento de sacar a los griegos del atolladero. 4. Los estados helenísticos (Siglos IV-II a.C.) Alejandro concibió y realizó la conquista del imperio persa por los griegos; al comenzar su reorganización muere en Babilonia en 323; sus sucesores combatieron entre sí, de modo que hacia el año 280 la situación se estabilizó con la formación de tres grandes Estados: Macedonia, Egipto y Siria. Mientras Macedonia se empobreció por la infertilidad de sus tierras, la superpoblación y las luchas políticas, en los otros dos Estados se vivió una oleada migratoria griega y un fuerte esplendor. Bajo forma política monárquica y ocupando tierras fértiles trabajadas por abundantes esclavos, volvió a crecer el comercio y la artesanía, se desarrolló la burguesía y la cultura griega se extendió por Oriente mezclándose con los sustratos egipcio, mesopotámico y persa. 5. La cultura griega. Si bien los dioses griegos comenzaron siendo representaciones de fuerzas naturales, pronto la religión adquirió características propias: 1. Los dioses tenían forma humana y se distinguían de éstos sólo por la inmortalidad y el poder sobrehumano. 2. Sus historias fueron reelaboradas por Homero y Hesíodo creando los mitos griegos. 3. La religiosidad, inicialmente, no tenía que ver con la perfección moral ni con el misterio de vida-muerte. 4. Se honraba a los dioses en competiciones atléticas. La aparición del pensamiento racional, es determinante en la especificidad de la cultura griega. Primero, los presocráticos (Heráclito, Pitágoras, Tales) quisieron, mediante explicaciones lógicas y racionales, entender los fenómenos naturales transitando del mito al logos; después, Sócrates, Platón y Aristóteles, sobre todo en el siglo IV, desarrollaron principios universales sobre moral racional, idealismo y lógica. En la etapa helenística destacó la ciencia: la geometría de Euclides, las observaciones astronómicas de Aristarco o la física aplicada de Arquímedes. La literatura griega nos legó modelos literarios: la épica de Homero, la poesía lírica de Safo o Píndaro y las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides; estas últimas sirvieron para transmitir los viejos mitos invitando al espectador a una reflexión sobre el sentido de la vida, el destino, la relación con los dioses, etc. No obstante, quizás sea el Arte, el legado más destacable. Los griegos nos aportarán el concepto de orden aplicado a la arquitectura religiosa y la figura humana convertida en objeto de arte en escultura. Durante el periodo arcaico surgieron el ídolo y el templo. Las primeras esculturas son representaciones de jóvenes desnudos 3 vinculados a las competiciones atléticas o como ofrendas funerarias (Kuroi) o de mujeres vestidas (korai). Su estatismo, frontalidad, simetría axial y somera representación anatómica las acerca a la estética egipcia, de la que depende, diferenciándose de ésta en el desnudo (sólo para hombres) y en la pérdida del soporte trasero. En arquitectura surge el concepto de orden, entendido como la sucesión proporcionada de elementos de basamento, soporte y entablamento. En estas estructuras arquitrabadas aplicadas a templos de planta rectangular o circular, aparecerá la columna como elemento definidor de tres órdenes típicos: el dórico y el jónico en esta etapa y el corintio más tarde. Cualquiera de estos templos buscaba relaciones numéricas de proporción para ajustar sus construcciones a la medida humana. Algunos autores hablan de un periodo protoclásico o severo (480-450) para expresar la evolución del templo dórico hacia una mayor elegancia (templos de Afaia en Egina y de Zeus en Olimpia) y para señalar el cambio en la escultura que representará la obra de Mirón (ruptura de la simetría axial, correcta representación anatómica, nuevo sentido del ritmo, del Discóbolo) y la de los relieves de los frontones de los templos antes mencionados. No obstante, nadie duda de que es la etapa de Pericles en Atenas la que nos introduce de lleno en el periodo clásico (450- 330). La reconstrucción de la acrópolis de Atenas es el momento culminante al aparecer arquitectos como Ictinos , Calícrates y Mnesicles, autores del Partenón, los Propileos, el templo de Atenea Niké y el Erecteion. En escultura aparecerá la inmensa figura de Fidias, urbanista y escultor, autor de la estatua de Atenea del Partenón y de gran parte de la decoración escultórica de éste. Lo que triunfa es el equilibrio entre el pitagorismo objetivo del periodo arcaico y el realismo-idealismo del periodo democrático en el que lo subjetivo permite percibir como perfecto lo que no es, gracias a un complejo sistema de correcciones ópticas. Mientras, en Esparta, aparece la enorme figura de Policleto, que con su canon, su ritmo deambulatorio y su idea del contrapposto, dejará en el Doríforo una obra clave de la escultura universal. En el siglo IV, la crisis se enseñorea del mundo griego. No se construyen grandes templos y los escultores responden, bien comprometiéndose con la crisis (Scopas y las convulsiones de su Ménade) bien huyendo de ella refugiándose en el humor y en los efectos decorativos (Praxíteles y su Hermes de Olimpia) bien mostrando el fin de la etapa heroica y anunciando la nueva moral burguesa que se adivina en las obras de Lisipo (Apoxiomenos), escultor de Alejandro Magno. A partir de la segunda mitad del siglo IV, con la expansión de los griegos hacia Oriente, se desarrolla el arte helenístico. En escultura aparecen las escuelas regionales con obras de insuperable calidad técnica y enorme desarrollo de las emociones (Grupo de Laocoonte, Gálata herido, Venus de Milo, Victoria de Samotracia, relieve de la Gigantomaquia), mientras que en arquitectura se desarrollan las grandes escenografías (Pérgamo) y la obra civil (teatro de Epidauro). 4 5