Lesiones tumorales y pseudotumorales cardíacas: hallazgos en RM

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Lesiones tumorales y
pseudotumorales cardíacas:
hallazgos en RM
AA
Lesiones tumorales y
pseudotumorales cardíacas:
hallazgos en RM
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OBJETIVOS
Los tumores cardíacos son bastante infrecuentes, con una prevalencia estimada menor del
0.3% en series de autopsia y menor de la mitad en series ecocardiográficas. La mayoría de
los tumores primarios cardíacos son benignos siendo el mixoma el más frecuente de ellos
y lipomas y fibromas menos frecuentes. La afectación metastásica del corazón es unas 40
veces más prevalente, produciéndose por invasión directa (mama, pulmón y esófago), diseminación hematógena (linfoma, leucemia, melanoma maligno y ocasionalmente sarcomas)
y a través de grandes venas (carcinoma hepático, carcinoma de células renales y adenocarcinoma suprarrenal).
Los tumores primarios malignos son muy raros, la mayoría de origen sarcomatoso (angiosarcoma en adultos y rabdomiosarcoma en niños). La causa más frecuente de masa cardíaca
es el trombo.
El objetivo de nuestro trabajo es describir los hallazgos en RM de las lesiones tumorales y
pseudotumorales cardíacas diagnosticadas por RM cardíaca en nuestro centro en pacientes
con sospecha clínica o ecocardiográfica de masa cardíaca.
MATERIAL Y METODO
En nuestro trabajo realizamos un estudio retrospectivo de las masas cardíacas diagnosticadas por RM en nuestro centro en los últimos 6 años. En todos los pacientes existía sospecha
clínica o ecocardiográfica de masa cardíaca.
El protocolo utilizado incluye secuencias en sangre negra potenciadas en T1 pre y postcontraste, T2 y STIR, secuencias de cine y secuencias de perfusión basal y viabilidad miocárdica.
Revisamos los estudios histopatológicos de los pacientes que fueron intervenidos, así como
una revisión bibliográfica del tema en la literatura..
RESULTADOS
Presentamos una serie de 28 casos, 21 mujeres y 7 varones, de edades comprendidas entre
15 días de vida y 85 años con sospecha clínica o por ecocardiografía de masa cardíaca:
En 20 pacientes (71.42%) se confirmó en RM masa cardíaca, de éstas sólo 12 (42.85%) eran
de origen tumoral (5 mixomas, 2 fibromas, 1 fibroelastoma, 1 sarcoma, 1 Swanoma melanocítico y 2 metástasis) y 8 (28.57%) eran masas pseudotumorales o patología no tumoral (2
trombos, 2 hipertrofias lipomatosas del septo interauricular, 1 fibrosis valvular, 1 fístula arteriovenosa coronaria, 1 inflamación xantotogranulomatosa y 1 válvula de Eustaquio prominente).
En 4 pacientes (14.28%) no se encontró patología cardíaca pero sí extracardíaca (una atelectasia, un secuestro intrapulmonar, una hernia diafragmática y una compresión cardíaca
extrínseca por cerclajes de esternotomía media).
En 4 casos (14.28%) el estudio fue totalmente normal.
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pseudotumorales cardíacas:
hallazgos en RM
Representación en sectores de nuestros resultados (Figura 1).
La modalidad diagnóstica inicial indicada ante la sospecha de masa cardíaca es la ecocardiografía transtorácica. Esta técnica es sencilla, barata y ampliamente disponible, pero
presenta una serie de limitaciones como que es dependiente del operador, de características del paciente como la obesidad, que tiene un field of view limitado y no permite
una evaluación completa del grado de invasión cardíaca y las estructuras adyacentes. La
ecocardiografía transesofágica no presenta las limitaciones de ventana acústica de la ecocardiografía transtorácica pero es una técnica invasiva con un field of view relativamente
estrecho.
La RM cardíaca es una técnica establecida en la evaluación de neoplasias cardíacas. No es
invasiva y no utiliza radiación ionizante ofreciendo una imagen multiplanar sin restricciones
de field of view. Esto permite confirmar la presencia de cualquier lesión ocupante de espacio,
cardíaca o paracardíaca, determinar su localización y la extensión de la afectación, así como
evaluar su impacto funcional y caracterización tisular.
Las ventajas de la RM cardíaca sobre otras técnicas de imagen ampliamente accesibles como
la ecocardiografía es la mejor resolución y contraste en partes blandas, la mayor capacidad
de caracterización tisular, fields of view mucho más amplios, y la capacidad de demostrar
afectación mediastínica y pulmonar adyacente en procesos malignos. Otra ventaja añadida
es la reproductibilidad, que permite el estudio comparativo y evaluación de cambios en tamaño y apariencia. Entre las desventajas se encuentran la necesidad de sincronización cardíaca,
en pacientes con arritmia se pueden producir artefactos de adquisición con la subsecuente
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degradación de la imagen. Otra limitación importante de la RM cardíaca es la incapacidad de
demostrar la presencia calcio, por lo que debe ser combinada con radiología convencional o
tomografía computarizada.
LESIONES TUMORALES
1) TUMORES BENIGNOS
Mixoma:
Es la neoplasia cardíaca primaria más frecuente. La mayoría se manifiestan en adultos, con
una edad media de aparición de 50 años, afectando con mayor frecuencia al sexo femenino. Aparece de forma esporádica, aunque el 7% de los casos son familiares o se asocian al
síndrome de Carney (mixomas cardíacos y cutáneos, pigmentación de la piel, tumores testiculares, fibroadenomas de mama, hiperplasia de la corteza suprarrenal y gigantismo).
Más del 80% de los pacientes son sintomáticos y representan al menos uno de los síntomas
de la triada clásica descrita: signos de obstrucción de las válvulas auriculoventriculares, cuadro constitucional, o episodios embólicos.
Muy raramente, los mixomas pueden sufrir transformación maligna.
Macroscópicamente, la mayoría son lesiones ovoides o esféricas, con contornos lisos y lobulados. Microscópicamente los mixomas son heterogéneos con áreas quísticas de sustancia
mixoide rica en polisacáridos, con focos de trombosis, depósitos de hemosiderina, fibrosis y
calcificación (en 56% de los casos).
Figura 2
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Figura 3
El 90% son neoplasias solitarias de localización auricular afectando con mayor frecuencia
a la aurícula izquierda y en un 10-20% a la aurícula derecha (Figuras 2 y 3). La mayoría se
originan en el septo interauricular alrededor de la fosa oval. En orden descendente de frecuencia, se localizan en aurícula derecha y en ventrículo derecho, siendo extremadamente
raros en el ventrículo izquierdo.
En el estudio con cardio-RM, el 90% de los mixomas presentan una señal heterogénea aunque
un pequeño porcentaje son homogéneos. En secuencias T1 son predominantemente isointensos con respecto al miocardio y en menor proporción son hiperintensos o hipointensos con
respecto al mismo. Son hiperintensos en secuencias potenciadas en T2. Es característico el
realce heterogéneo de la lesión tras la inyección de gadolinio, aunque ocasionalmente pueden mostrar realce homogéneo. En secuencias GE, como las de cine GE o SSFP, presentan
muy baja señal debido a un artefacto de susceptibilidad magnética. Este artefacto se debe
a los productos de degradación de la hemoglobina en áreas de hemorragia, trombosis o depósitos de hemosiderina en el interior del tumor y se manifiesta como una pérdida de señal
muy acentuada.
El principal diagnóstico diferencial del mixoma incluye trombo atrial o fibroelastoma papilar.
Puede ser difícil diferenciar trombo de mixoma en RM debido a que ambos pueden presentar
señal heterogénea con áreas de calcificación; sin embargo la mayoría de los mixomas se originan en la parte anterior del septo interauricular mientras que la mayoría de los trombos se
localizan posteriormente en la aurícula izquierda. Además los mixomas presentan realce con
el contraste mientras que los trombos, en la mayoría de los casos, no. Los fibroelastomas
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papilares son mucho más pequeños y muestran diferentes características de intensidad de
señal (1,2,3).
Rabdomioma:
Representa el 90% de los tumores cardíacos en niños, siendo generalmente diagnosticados
antes del primer año de edad. Se considera un hamartoma y en el 50% de los casos se asocia a esclerosis tuberosa. La mayoría de los pacientes son asintomáticos y algunos de ellos
se diagnostican al realizar una ecografía prenatal. Otros generalmente presentan clínica relacionada con obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo o arritmias. La mayoría
de estas lesiones presentan una regresión espontánea por lo que la cirugía no es necesaria
de forma general. Algunos pacientes sintomáticos requieren cirugía.
Pueden darse en cualquier localización, aunque son más frecuentes en los ventrículos. Son
lesiones intramiocárdicas (intramurales) situadas en el septo o en las paredes ventriculares,
que miden un promedio de 3-4 cm aunque pueden alcanzar un gran tamaño. La mayoría
de los casos son lesiones múltiples. Con cardio-RM presentan una señal intermedia o ligeramente hiperintensa con respecto al miocardio en T1 y en T2. Con contraste se realzan de
forma semejante al miocardio.
A veces los tumores se presentan en forma de nódulos miliares inferiores a 1 cm, diseminados. En estos casos hablamos de rabdomiomatosis y el hallazgo con cardio-RM es el de un
engrosamiento miocárdico difuso (1, 3).
Fibroma:
Es un tumor de tejido conectivo formado por fibroblastos entremezclados con fibras de colágeno. Es el segundo tumor benigno cardíaco más frecuente en niños después del rabdomioma. Se considera un tumor congénito y suele diagnosticarse en el primer año de vida.
Los pacientes son asintomáticos aunque pueden presentar arritmias o fallo cardíaco. Se ha
asociado a casos de muerte súbita.
Macroscópicamente son tumores lisos, sólidos, de localización intramiocárdica, más frecuente en el septo o en las paredes libres ventriculares. Los fibromas pueden alcanzar un
gran tamaño y causar obstrucción al tracto de salida. Microscópicamente están compuestos
por fibroblastos; pueden tener calcificación (25%), sin embargo no suelen tener hemorragia,
áreas quísticas ni necróticas.
En el estudio cardio-RM son lesiones homogéneas, isointensas con el miocardio en T1 e isointensas o hipointensas en T2. Esa hipointensidad se debe a la existencia de tejido fibroso y
a la posible calcificación. Debido a su naturaleza densa, fibrosa, esta lesión muestra poco o
ningún realce con el contraste, pero el gadolinio es útil para delimitar mejor estos tumores
intramurales del miocardio normal adyacente.
Si una masa cardíaca intramural en un niño es solitaria, de localización ventricular y con
baja señal en T2, probablemente corresponderá a un fibroma. Si la tumoración es múltiple
o el paciente tiene signos de esclerosis tuberosa, el rabdomioma será el diagnóstico más
probable (1,3).
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Fibroelastoma Papilar:
Este tumor está formado por tejido conectivo denso avascular recubierto por endotelio. Como
el mixoma, su etiología no está clara, algunos autores piensan que se trata de un proceso
reactivo y otros que es un hamartoma. En series quirúrgicas, representan un 10% de todas
las neoplasias primarias cardíacas y son el segundo tumor benigno primario cardíaco tras el
mixoma. Los fibroelastomas derechos son normalmente asintomáticos. Afectan por igual a
ambos sexos y la edad media de presentación está alrededor de la sexta década.
Macroscópicamente, son tumores pequeños (frecuentemente <1 cm). Están compuestos
por excrecencias frondosas ancladas al endocardio por un pedículo pequeño. Más del 90%
emergen de la superficie valvular, haciéndolas las neoplasias más frecuentes en esta localización (válvula aórtica>mitral>tricúspide>pulmonar) (Figura 4). Los síntomas del fibroelastoma típicamente están relacionados con la embolización de trombos, lo cuales se originan
en este tumor.
Debido al contenido de tejido fibroso estos tumores tienen baja intensidad de señal en secuencias potenciadas en T2.
Aparecen en el 90% de los casos como masas pequeñas y móviles ancladas a la válvula por
un pedículo corto. Debido a su pequeño tamaño y localización (válvulas en movimiento) hace
difícil su visualización en TC, sin embargo debido a los recientes avances en secuencias rápidas RM, la visualización de la válvula durante el ciclo cardíaco es posible. Pequeñas masas
ancladas a las válvulas podemos visualizarlas con bastante precisión mediante RM. Estas
lesiones no suelen presentar captación tras la administración de contraste.
Mediante cine RM podemos evaluar el efecto de estos tumores sobre la función valvular (3,
4, 5).
Figura 4
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hallazgos en RM
Shwannoma melanocítico:
El shwannoma melanocítico (Figura 5) es un tumor agresivo extraordinariamente raro. Con
frecuencia se asocia con las raíces nerviosas espinales. Ha sido descrito en otras numerosas localizaciones y como parte del síndrome de Carney, el cual incluye schwannomas melanocíticos, mixomas, hiperpigmentación e hiperactividad endocrina. Debe distinguirse del
schwannoma clásico porque su comportamiento es impredecible. En el estudio RM, debido
a las características paramagnéticas de la melanina, muestra alta intensidad de señal en T1
y baja intensidad en secuencias potenciadas en T2.
El diagnóstico diferencial preoperatorio entre melanoma maligno y schwannoma melanocítico es difícil incluso en biopsia. El shwannoma melanocítico es un tumor de adultos jóvenes
(6).
Figura 5
2) TUMORES MALIGNOS
Sarcoma:
Los sarcomas son neoplasias malignas de células mesenquimales. Constituyen la mayoría de
neoplasias malignas primarias y el segundo tipo tumoral más frecuente después del mixoma.
Se han descrito prácticamente todos los tipos de sarcoma en el corazón, siendo la clasificación similar a la de los sarcomas extracardíacos. El tipo más frecuente es el angiosarcoma
(37%), seguido del sarcoma indiferenciado o no clasificable, el histiocitoma fibroso maligno
y el osteosarcoma. La edad media de presentación es la de 41 años. No hay predilección de
sexo. Son muy infrecuentes en niños. La mayoría de sarcomas suelen ser masas grandes,
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de aspecto nodular, con márgenes irregulares. La resección quirúrgica es posible en menos
del 50% de los casos y aunque raramente es curativa alarga la vida del paciente. También se
asocia quimioterapia y radioterapia al tratamiento quirúrgico. La supervivencia media es de
siete meses a dos años.
• Angiosarcoma:
Es el sarcoma cardíaco más frecuente en las series quirúrgicas. Es un tumor de células
endoteliales. En el 75% de los casos se origina en la aurícula derecha. Se presenta como
una lesión nodular única o múltiple que ocupa la aurícula derecha y que suele infiltrar
miocardio y pericardio (caracterizado por disrupción de planos grasos, engrosamiento pericárdico o modularidad asociada o no a derrame pericárdico hemorrágico). El derrame
pericárdico es frecuente, hallazgo que junto a su localización en aurícula derecha, ayuda
a diferenciarlo del mixoma. Un alto porcentaje de pacientes presenta metástasis en el
momento del diagnóstico, más frecuentemente pulmonares.
El angiosarcoma suele presentarse como una lesión heterogénea en las secuencias T1,
con áreas de baja, intermedia o alta intensidad de señal reflejando la presencia de tejido
tumoral, necrosis y hemorragia. Las zonas de hiperintensidad de señal son debidas a hemorragia intratumoral. En secuencias potenciadas en T2 suelen tener apariencia heterogénea predominantemente hiperintensa. Tras la administración de material de contraste
estos tumores presentan un patrón de realce heterogéneo con marcado realce periférico
(se ha descrito con apariencia de rayos de sol) y con áreas de necrosis central.
• Otros sarcomas:
Los otros tipos celulares de sarcomas, en particular el hitiocitoma fibroso maligno, el leiomiosarcoma y el osteosarcoma están situados preferentemente en la aurícula izquierda,
lo que ayuda a diferenciarlos del angiosarcoma (1, 7, 8).
Metástasis:
La afectación metastásica del corazón es unas 40 veces más prevalente que las neoplasias
cardíacas primarias, produciéndose por invasión directa (mama, pulmón y esófago), diseminación hematógena (linfoma, leucemia, melanoma maligno y ocasionalmente sarcomas) y a
través de grandes venas (carcinoma hepático, carcinoma de células renales y adenocarcinoma suprarrenal) (Figura 6). Como promedio se encuentra en un 12% de las autopsias realizadas en pacientes con patología tumoral maligna y del 1% al 3% de las autopsias generales.
La neoplasia primaria más frecuente es el carcinoma broncogénico, seguido de linfoma, leucemia y carcinoma de mama y esófago. Lo más frecuente es la afectación pericárdica con o
sin invasión de miocardio subyacente. En aproximadamente un tercio de los pacientes con
afectación cardíaca, se produce la muerte directamente atribuible a la invasión metastásica
como resultado de taponamiento pericárdico, fallo cardíaco congestivo o por invasión arterial
coronaria. En muchos casos la afectación cardíaca es desconocida pero son frecuentes las
manifestaciones clínicas como derrame pericárdico o fallo cardíaco derecho. En cuanto a los
síntomas de presentación podemos incluir disnea, dolor torácico y edemas periféricos. También pueden producir arritmias.
La masa tumoral puede ser combinación de tejido neoplásico y trombo. El patrón de realce
tras la administración de contraste puede ser útil para diferenciar trombo blando de la com-
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binación trombo y tumor; el tumor puede mostrar un realce heterogéneo mientras que el
trombo blando no.
No existe un patrón específico de metástasis cardíaca; en general los tumores malignos
muestran baja intensidad de señal en secuencias T1 y alta intensidad en secuencias potenciadas en T2, con grado variable de realce tras la administración de contraste. La única
excepción son las metástasis de melanoma, que debido a las características paramagnéticas
de la melanina su comportamiento es diferente (alta intensidad de señal en T1 y baja intensidad en secuencias potenciadas en T2).
El derrame pericárdico está frecuentemente asociado a la invasión metastásica de tumores
primarios no cardiogénicos como el cáncer de pulmón (en un tercio de los casos), seguido de
cáncer de mama, linfomas o leucemias. Con frecuencia es hemorrágico o serosanguinolento
y muestra alta intensidad de señal en secuencias T1; en cambio el trasudado se muestra
hipointenso en T1 e hiperintenso en secuencias T2. El diagnóstico diferencial de derrame
pericárdico en pacientes con neoplasia primaria conocida incluye pericarditis inducida por
radioterapia o fármacos, o proceso benigno idiopático (1, 9, 10).
Figura 6
Linfoma cardíaco primario:
El linfoma cardíaco primario es un tumor poco frecuente. Se considera primario si sólo afecta
corazón o pericardio en el momento del diagnóstico sin evidencia de linfoma extracardiaco.
Se trata habitualmente de linfomas no Hodgkin, de células B.
A pesar de que hay afectación cardiaca en 16-28% de pacientes con linfoma diseminado,
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el linfoma primario cardiaco es muy raro aunque su incidencia ha aumentado en pacientes
con inmunodeficiencia, especialmente en pacientes con virus de inmunodeficiencia humana
(VIH).
Son más comunes en cavidades derechas, especialmente la AD aunque pueden aparecer
en cualquier cámara. Es habitual la afectación de múltiples cámaras (75%). Es frecuente la
extensión a pericardio y la presencia de derrame pericárdico. Un hecho que puede diferenciarlo de los sarcomas es la rara afectación valvular y la presencia excepcional de áreas de
necrosis en los linfomas. Son lesiones de señal intermedia tanto en secuencias T1 como T2
y baja señal en secuencias GE. Presentan un realce heterogéneo tras la administración de
contraste.
El pronóstico del linfoma cardíaco primario es malo siendo fundamental el diagnóstico en
estadíos iniciales de la enfermedad ya que la quimioterapia precoz es efectiva en su tratamiento (puede remitir y prolongar la supervivencia) (1).
Mesotelioma pericárdico:
Es una tumoración maligna derivada de las células mesoteliales que con frecuencia se origina en la pleura (88,8%), ocasionalmente en el peritoneo (9,6%), infrecuentemente en el
pericardio (0,7%) y raramente en la túnica vaginal testicular (0,2%).
No se ha demostrado una relación definitiva con la exposición al asbesto. Es un tumor que
forma múltiples masas pericárdicas que ocupan el espacio pericárdico y constriñen el corazón, pero no suelen invadir el miocardio. La cardio-RM demuestra un engrosamiento pericárdico irregular, isointenso y homogéneo en T1 e hiperintenso y heterogéneo en T2 debido
a áreas de necrosis y con marcado realce tras la administración de gadolinio (Figura 7).
Frecuentemente va asociado a derrame pericárdico. El estudio con contraste además es útil
para delimitar mejor el tumor pericárdico del miocardio.
El pronóstico global depende del momento del diagnóstico, aunque la supervivencia media
de estos pacientes está entre seis y diez meses (1, 11).
Mujer de 61 años con historia de dos meses
de evolución de dolor torácico y aumento de
la disnea con el ejercicio.
RM: Extenso derrame pericárdico circunferencial asociado a masa sólida pericárdica
de contornos irregulares, homogénea que se
extiende hacia el receso pericárdico superior
y presenta marcado realce tras la administración de gadolinio, hallazgos compatibles
con mesotelioma pericárdico y taponamiento
cardíaco asociado.
Cortesía del Dr. Ardoy Ibáñez. Hospital General de Elche.
Coronal T1 con contraste
Figura 7
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3) LESIONES PSEUDOTUMORALES
Trombos:
Los trombos son la causa más frecuente de masa intracardíaca, siendo más frecuentes en
cavidades izquierdas. Se dan en situaciones en las que se produce un enlentecimiento del
flujo sanguíneo que predispone a la formación de trombos. Los situados en la aurícula izquierda se presentan en casos de fibrilación auricular o valvulopatía mitral y los localizados
en el ventrículo izquierdo se asocian con alteraciones de la contractilidad global o segmentaria, como ocurre en la miocardiopatía dilatada o después de un infarto de miocardio. Los
situados en cavidades derechas se dan en pacientes portadores de catéteres centrales o
provienen de trombos venosos que se han desplazado de las extremidades. Presentan un
riesgo significativo de embolización en territorio sistémico o pulmonar dependiendo de su
localización.
La cardio-TC no es una técnica de imagen utilizada para el diagnóstico de trombos cardíacos,
aunque se pueden detectar de forma ocasional. La secuencia de cardio-RM más sensible
para detectar trombos intraventriculares es la de realce tardío. En ella el trombo se identifica
como una lesión intracavitaria de muy baja señal situada entre la sangre blanca de la cavidad ventricular y la imagen de hiperrealce en el área de necrosis o fibrosis miocárdica. En
secuencias de cine GE o SSFP el trombo suele ser hipointenso con respecto al miocardio y
con una señal mucha más baja que la sangre blanca de la cavidades. En ocasiones, trombos
murales, isointensos con el miocardio, no son detectables con las secuencias de cine. Las
secuencias SE son las menos sensibles en la detección de trombos. Estos presentan una
señal variable en las secuencias SE, dependiendo de si son agudos o crónicos. Esta variabilidad depende de los productos de degradación de la hemoglobina del trombo. En la fase
aguda son hiperintensos en T1 y T2. Los trombos crónicos organizados son hipointensos con
respecto al miocardio, tanto en T1 como en T2.
La distinción entre trombo y tumor con cardio-RM se basa en las imágenes de cine y en las
secuencias con contraste. En cine los trombos suelen presentar una señal baja debido a un
artefacto de susceptibilidad magnética. Además, como regla general, los trombos no suelen
captar contraste, a diferencia de los tumores. Una excepción a esta regla son los trombos
organizados que pueden presentar realce en una secuencia de realce tardío y en secuencias
SE T1 postgadolinio. Este realce se identifica en la periferia del trombo, a diferencia de los
tumores que suelen captar también en la zona central. Por tanto, con la RM se puede diferenciar entre trombo subagudo y trombo organizado. Esta distinción es importante, ya que
la embolización es mucho más probable a partir de un trombo subagudo que de un trombo
organizado.
Hipertrofia lipomatosa del septo interauricular
Se define como el depósito de grasa madura y fetal, no encapsulada, en el septo interauricular que excede 2 cm de diámetro transversal. Sin embargo no es debida a hipertrofia de
los adipocitos, sino a un aumento de su número, por lo que el término que la define no es
correcto. La infiltración grasa separa la fosa oval, hallazgo característico en ecocardiografía,
TC y RM. A diferencia del lipoma cardíaco, la hipertrofia lipomatosa no está encapsulada y no
es una neoplasia verdadera.
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Aparece como una lesión localizada en el septo interauricular, con márgenes bien definidos,
forma de reloj de arena, con las características de señal de la grasa en RM y sin realce tras
la inyección de gadolinio (Figura 8).
Figura 8
Debido al depósito de grasa fetal (grasa parda) con alto metabolismo, en los estudio de PET
puede observarse una marcada captación de FDG en el septo interauricular. Por este motivo,
debemos tener siempre en cuenta los hallazgos del TC y la RM para evitar falsos positivos en
la interpretación FDG-PET en estudios oncológicos (12, 13).
Suele presentarse en pacientes con edad avanzada y obesidad. La hipertrofia lipomatosa
de septo interauricular es mucho más común que el lipoma cardíaco. Generalmente son
asintomáticos aunque puede asociarse a arritmias como fibrilación auricular o bloqueos AV,
probablemente secundario a interrupción de las vías septales de conducción (14).
Además de éstas, existen otros procesos, como la Fibrosis Valvular (Figura 9) o las afecciones inflamatorias, como la Inflamación Xantogranulomatosa (Figura 10), que pueden
confundirse con lesiones tumorales por imagen. Es importante, también, el conocimiento de
las estructuras anatómicas intracardiacas normales ya que pueden mostrar un aspecto “nodular” con estas técnicas. La más habitual es la Válvula de Eustaquio prominente que se ve
frecuentemente en los estudios de RM con una intensidad de señal similar a la del miocardio
y no debe confundirse con tumores o trombos (1,3).
En nuestra serie tuvimos un paciente en el que se descubrió una Fístula Coronaria ante la
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Figura 9
Figura 10
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sospecha de tumor cardíaco (Figura 11). Esta entidad es una anomalía infrecuente (4% de
todas las malformaciones cardíacas congénitas) y representa una comunicación anómala
entre una arteria coronaria y una cámara cardíaca, seno coronario, arteria o vena pulmonar.
La mayoría de ellas son congénitas aunque pueden ser adquiridas a consecuencia de un proceso invasivo. La mayoría drena hacia el corazón derecho principalmente al ventrículo. Generalmente constituye un hallazgo casual visible en método complementario realizado por otra
causa y requiere solo seguimiento (15, 16). El tratamiento quirúrgico se realiza en pacientes
sintomáticos (insuficiencia ventricular por shunt) con ligadura del tracto fistuloso. Hay casos
descritos de tratamiento percutáneo con embolización selectiva transcateter (17, 18).
Figura 11
También es importante conocer que Patología Extracardíaca puede simular tumores cardíacos. En nuestro estudio tuvimos 4 casos en los que una atelectasia pulmonar (Figura 12),
una hernia diafragmática (Figura 13), un secuestro intrapulmonar y una compresión extrínseca por cerclajes de esternotomía, ocasionaron problemas de diagnóstico diferencial con
masa cardíaca en ecocardiografía.
Las tablas 14, 15, 16 y 17 muestran una representación esquemática de las principales
características de las lesiones tumorales y pseudotumorales cardíacas.
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Figura 14
TUMORES CARDÍACOS
Figura 15
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TUMORES CARDÍACOS
Figura 15
TUMORES CARDÍACOS BENIGNOS: HALLAZGOS RADIOLÓGICOS
Figura 16
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Figura 17
CONCLUSIONES
Los tumores cardíacos son infrecuentes. Aunque existe un considerable solapamiento tanto
en su presentación clínica como en los hallazgos de imagen, hallazgos como la edad de presentación (infancia o adultos), su localización, signos radiológicos de agresividad, la presencia de derrame pericárdico o pleural asociados, y las características del tejido, pueden ayudar
en la diferenciación entre tumores benignos y malignos.
La RM es una modalidad diagnóstica no invasiva que proporciona una visión anatómica multiplanar del corazón siendo una herramienta eficaz que permite la confirmación y estudio de
localización, extensión, comportamiento biológico, caracterización tisular y evaluación de la
repercusión funcional de las lesiones cardíacas, tumorales y pseudotumorales, y yuxtacardíacas permitiendo una aproximación diagnóstica fiable de benignidad o malignidad.
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