SITUACIÓN ACTUAL DE LA REFORMA Todas las agrupaciones plantearon en sus programas la reforma del estatuto en la elección anterior. Todos somos concientes que hay que hacerlo. Sin embargo, creo que es un despropósito utilizar esta necesidad con fines electorales, cuando es sabido que el fracaso de las negociaciones en la comisión que tenía encomendado este trabajo también es reponsabilidad de los delegados de Fosalba, y sus planteos no fueron precisamente los que se realizan ahora. Juntar firmas para una asamblea para modificar el estatuto, cuando nadie se opuso nunca a la realización de la misma porque entre otras cosas, nunca fue planteada, es una postura meramente electoral. Y las causas de este fracaso deben decirse: 1- No logró definirse cual es el papel que deben jugar los núcleos de base y sociedades científicas en relación al Comité Ejecutivo. El planteo de los delegados de Fosalba fue la creación de una Asamblea de Sociedades Científicas y Núcleos de Base con carácter asesor del CE. Nosotros creímos que debían tener más ingerencia en el gobierno del SMU 2- No hubo acuerdo con el planteo de la Mesa de supeditar el número de estudiantes en el Comité Ejecutivo en proporción al número de votantes médicos. 3- No hubo acuerdo con el planteo de la Mesa de aumentar el quorum mínimo de las asambleas 4- Tampoco hubo acuerdo con el planteo de la Mesa de crear un organismo llamado "Mesa Ejecutiva" (que en los hechos ya está funcionando con ese nombre y con atribuciones más amplias que la que el estatuto actual le confiere) que concentrara el poder y las decisiones. 5- En ningún momento se discutió en base a generar mecanismos alternativos para la toma de decisiones, tales como el voto electrónico REFORMA DE ESTATUTOS - IDEAS Un estatuto no es un objetivo en sí mismo, sino un instrumento que permita cumplir y potenciar los objetivos de una organización, así como establecer normas claras de funcionamiento que, ante todo, buenas o malas, siempre deben respetarse. La estructura actual del SMU está basada en un sistema de Democracia Representativa colegiada, dirigida por un Comité Ejecutivo en el que están representadas agrupaciones sindicales. Dicha estructura no permite una participación activa de la masa social ni fomenta su organización, si bien actúa como motor ideológico del funcionamiento sindical. Es por ello que no deben contraponerse ambos mecanismos, ya que la vida sindical en torno al funcionamiento agrupacional complementa, potencia y da contenido a la estructura en su conjunto. Indudablemente un Sindicato debe tener una dirección política, pero la participación debe estar organizada en torno al agrupamiento de sus afiliados por áreas de trabajo, especialización o territorialidad. A su vez estas estructuras deben ser el motor del SMU en la génesis de insumos para elaboración de sus políticas. Objetivos: Generar una base social que fortalezca el SMU, creando a su vez mecanismos de descentralización Aumentar la participación de la masa social, y su representatividad Democratizar la discusión y toma de decisiones Dotar de respaldo al establecimiento de políticas generales a largo plazo Establecidos estos criterios, una reforma no admite una "modernización" en vistas a una mayor ejecutividad, sino un cambio profundo de paradigma en la estructura sindical y su gobierno para cumplir con estos objetivos, complementando los mecanismos actuales. Para ello es necesario: 1) fortalecer los organismos ya existentes y redimensionar su estructura y funcionamiento Comité Ejecutivo Asamblea General Comisiones de trabajo: potenciar el trabajo de las mismas con un informe de actuación bimensual y concurrencia de su Miembro Responsable al Comité Ejecutivo Unidad de Negociación: formalización definitiva de su estructura, con un componente técnico y otro político de dirección, este último renovable cada dos años. Complementación de su estructura actual, con integración de representantes agrupacionales, y dos delegados de la Asamblea Nacional de núcleos de Base. 2) creación de otros nuevos, que podrían ser: Congreso Nacional: máxima autoridad. La definición de políticas estratégicas requiere la amplia participación del colectivo. Definiria las políticas, estrategias y líneas de acción del SMU cada 2 o 3 años Asamblea nacional de Delegados de Núcleos de Base. Estaría constituida por los delegados a nivel nacional y territorial, y sería la máxima autoridad entre congresos. Permitiría la aplicación a nivel nacional de las políticas definidas por el Congreso Comités departamentales de delegados de base Asamblea de Sociedades Científicas: con carácter asesor y consultivo y en estrecha vinculación con el Comité Ejecutivo Mecanismos de participación y decisión 1- Plebiscito 2- Participación electrónica La participación electrónica es viable por las características de nuestro país en tanto existe un alto grado de inclusión digital. Pero democratizar una institución no es exclusivamente promover el voto electrónico. Y la modernización no es un objetivo, sino un instrumento para alcanzarlo. La participación electrónica y el voto electrónico son conceptos absolutamente diferentes. No concebimos el uno sin el otro: el voto electrónico sin participación electrónica es un mero mecanismo administrativo. Los referentes coinciden en que la participación ciudadana no es por definición un acto desinteresado; los ciudadanos participan en la medida en que entienden que sus opiniones, demandas o sugerencias van a ser tomadas en cuenta. No compartimos el uso del medio electrónico simplemente como un instrumento para la toma de decisiones ágiles, sino como un medio de participación ciudadana. A nivel mundial hay múltiples experiencias a respecto, en particular a nivel sindical, pero aún en etapa experimental. Sin una participación efectiva que garantice el nivel de información y discusión para la toma de decisiones, la participación electrónica se convierte simplemente en un mecanismo: "voto electrónico". La participación electrónica es una herramienta, no un fin en sí mismo: por su sóla presencia no genera o aumenta la participación. Para que sea útil deben existir políticas y objetivos claros por parte del SMU acerca del uso de esta poderosa herramienta y la instrumentación de plataformas de intercambio adecuadas. Si estas no existen o no están definidas, la herramienta no funcionará y se convertirá en un mero instrumento tendiente a convalidar políticas elaboradas desde cúpulas o colectivos restringidos. La creación de un plan piloto con una plataforma modelo podría ser una experiencia muy importante para el país y nuestro SMU, que podría además sentar las bases para un gobierno electrónico con un fluido intercambio de información y transparencia de gestión. Por otra parte es necesario destacar que con la infraestructura hoy existente se podría haber avanzado mucho en ese sentido: podría haberse instrumentado un acceso del socio a través de un clave a un sitio donde se pudiera consultar actas de organismos, resoluciones, datos de gestión y gastos del SMU, etc. El primer paso para un gobierno electrónico es la democratización de la información, haciéndola lo más horizontal posible, y garantizando la transparencia de gestión. Daniel Gindel