Había una vez una casa en el bosque donde vivían tres osos, papá

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Hubo Había una vez una casa en el bosque donde vivieron vivían tres osos, papá oso, mamá oso y
un pequeñito bebé oso. Una mañana, los osos hacían hicieron avena, pero estuvo estaba muy
caliente hasta que salían salieron a pasear. Cuando se iban fueron, una niña llamada Ricitos de
Oro entró en la casa. Tenía Tuvo hambre y probó probaba la avena. La avena del papá
estaba estuvo muy caliente. La de mamá estaba estuvo muy fría, pero la del bebé oso estuvo
estaba perfecta y se la comía comió toda.
Ricitos de Oro estaba estuvo muy cansada cuando vio veía dos sillones y una sillita y quiso
quería sentarse. El de papá fue era muy grande. El de mamá era fue muy alto y la del bebé era
fue perfecta. Entonces se mecía meció tanto en ella que terminó terminaba rompiéndose.
Corrió Corría hacia el segundo piso. De pronto tenía tuvo mucho sueño y vio veía que había
hubo tres camas. La cama de papá era fue muy abrigada. La de mamá fue era muy blanda. La
cama del bebé fue era perfecta, tan cómoda que se quedó quedaba dormida.
En ese momento, llegaron llegaban los osos y notaron notaban que alguien habia hubo
probado su avena.
--Alguien comió comía de mi avena—
--Alguien comió comía de mi avena—
--Y alguien comió comía de mi avena y no me dejó dejaba nada—
Luego, notaron notaban que alguien había probado sus sillones.
--Alguien se sentó sentía en mi sillón—
--Alguien se sentó sentía en el mío—
--Y alguien se sentó sentía en mi silla y la hacía hizo pedazos—
Entonces. los osos subían subieron las escaleras y notaban notaron que alguien había hubo
acostado en sus camas.
--Alguien estaba estuvo acostado en mi cama—
--Alguien estaba estuvo acostado en mi cama—
--¡ Y alguien estaba estuvo acostado en mi cama y sigue en ella !—
El bebé oso gritó gritaba tan fuerte que despertó a Ricitos de Oro quien vio veía los tres osos y
bajaba bajó corriendo las escaleras. Salió Salía de la casa y corría corrió tan rápido como pudo
podía. Huyó Huía para no regresar al bosque ni a la casa de los osos nunca más.
Fin
VOCABULARIO
el bosque
caliente
cansado
mecer
abrigada
cómodo
dejar
acostarse (acostado)
gritar
tan rápido como pudo
avena
probar
el sillón (sillita)
rompiéndose (romper)
blanda
quedarse dormido
hacer pedazos
sigue
despertar
regresar
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