PAU Lengua septiembre Murcia - Oxford University Press España

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PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PARA ALUMNOS DE
BACHILLERATO LOGSE
Septiembre 2009
ANÁLISIS DE TEXTO. CÓDIGO 53
* Puedes elegir la opción A o la opción B.
** Si tu ejercicio está muy bien redactado, tu calificación podría subir; pero si tiene muchas faltas, puede bajar hasta tres puntos.
*** Como orientación, ten en cuenta que entre el resumen/esquema y el comentario te vendría bien no escribir más de una página o página y
media, aproximadamente.
OPCIÓN A
[TENGO ESTOS HUESOS HECHOS A LAS PENAS]
Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.
Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.
Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.
Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.
(Es un poema de Miguel Hernández, incluido en El rayo que no cesa.)
Preguntas:
1. Haz un resumen o un esquema del contenido de este poema. {1 punto}
[· Si eliges resumen, atente a lo principal, sé breve y redáctalo con tus propias palabras.
· Si eliges esquema, jerarquiza claramente las ideas.]
2. Comentario crítico personal. {2,5 puntos}
[Redacta tu opinión personal sobre el tema que elijas a partir del contenido de este poema.]
3. Sintaxis. {2 puntos}
Haz la descripción sintáctica de: «Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de
vaivenes por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas.»
4. Elige entre morfología y léxico. {1 punto}
· Si eliges morfología, haz la descripción morfológica de «Nadie me salvará de este naufragio si no es tu
amor».
· Si eliges léxico:
a) Explica el significado que tienen, en este texto, las siguientes palabras: norte, presagio, eludiendo,
cavilación.
Lengua castellana y Literatura
1
[Ten en cuenta que lo que se pide, en esta parte de la pregunta, es qué significado tienen “en este poema” tales palabras.]
b) Indica y explica qué palabras de este poema tienen similitud semántica con la idea de “sufrimiento”.
5. Análisis literario. {1’5 puntos}
· Rasgos estilísticos de este poema.
6. Tema literario. {2 puntos}
· Explica el tema «Imágenes y símbolos en la poesía de Miguel Hernández».
OPCIÓN B
«CRIADA.- (Sale.) Ya tengo el doble de esas campanas metido entre las sienes.
PONCIA.- (Sale comiendo chorizo y pan.) Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido curas de
todos los pueblos. La iglesia está hermosa. En el primer responso se desmayó la Magdalena.
CRIADA.- Esa es la que se queda más sola.
PONCIA.- Era a la única que quería el padre. ¡Ay! Gracias a Dios que estamos solas un poquito. Yo he
venido a comer.
CRIADA.- ¡Si te viera Bernarda!
PONCIA.- ¡Quisiera que ahora, como no come ella, que todas nos muriéramos de hambre! ¡Mandona!
¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.
CRIADA (Con tristeza, ansiosa.) ¿Por qué no me das para mi niña, Poncia?
PONCIA.- Entra y llévate también un puñado de garbanzos. ¡Hoy no se dará cuenta!
VOZ.- (Dentro.) ¡Bernarda!
PONCIA.- La vieja. ¿Está bien encerrada?
CRIADA.- Con dos vueltas de llave.
PONCIA.- Pero debes poner también la tranca. Tiene unos dedos como cinco ganzúas.
VOZ.- ¡Bernarda!
PONCIA.- (A voces.) ¡Ya viene! (A la Criada.) Limpia bien todo. Si Bernarda no ve relucientes las cosas me
arrancará los pocos pelos que me quedan.
(Fragmento del Acto primero de la obra La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.)
Preguntas:
1. Haz un resumen o un esquema de este fragmento. {1 punto}
[· Si eliges resumen, atente a lo principal, sé breve y redáctalo con tus propias palabras.
· Si eliges esquema, jerarquiza claramente las ideas.]
2. Comentario crítico personal. {2,5 puntos}
[Redacta tu opinión personal sobre el tema que elijas a partir del contenido del fragmento propuesto.]
3. Sintaxis. {2 puntos}
Haz la descripción sintáctica de: «¡Quisiera que ahora, como no come ella, que todas nos muriéramos de
hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.»
4. Elige entre morfología y léxico. {1 punto}
· Si eliges morfología, haz la descripción morfológica de «Pero debes poner también la tranca. Tiene
unos dedos como cinco ganzúas.».
· Si eliges léxico:
a) Explica el significado que tienen, en este fragmento, las siguientes palabras o expresiones: ganzúas,
tranca, orza y me arrancará los pocos pelos que me quedan.
[Ten en cuenta que lo que se pide, en esta parte de la pregunta, es qué significado tienen “en este fragmento” tales palabras o grupos de
palabras.]
b) Identifica y explica qué palabras o expresiones del fragmento tienen similitud semántica con la idea
de “mala convivencia”.
5. Análisis literario. {1’5 puntos}
· Rasgos estilísticos del fragmento propuesto.
6. Tema literario. {2 puntos}
· Explica el tema «El espacio en La casa de Bernarda Alba», de Federico García Lorca.
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO
AUTOR:
Alberto Mangado Macua
Opción A
 El alumno puede elegir entre realizar el resumen o elaborar el esquema de contenido.
Resumen. El poeta muestra su dolor y preocupación ante
las desgracias de la vida, de la que está a merced y por la
que transcurre sin rumbo fijo. Ante tal situación, cree que
solo el amor de su amada podrá rescatarlo, si bien más tarde tiene la premonición de que ni siquiera ese sentimiento
podrá paliar su malestar, de modo que opta por esquivar
las desgracias con una sonrisa.
Esquema del fragmento
1. Estado emocional del poeta (versos 1-8):
1.1. Preocupación y malestar por las continuas desgracias de su vida (versos 1-4).
1.2. El poeta está a merced de esas desgracias (versos
5-8).
2. Remedio para esta situación (versos 9-11): el poeta cree
que solo el amor de su amada podrá acabar con su sufrimiento.
3. Decisión final del poeta (versos 12-14):
3.1. Premonición de que ese amor tampoco pondrá
fin a sus desgracias.
3.2. El poeta opta por evitar esas desgracias con una
sonrisa.
 Uno de los temas a los que hace referencia Miguel Hernández en este poema es la incertidumbre acerca de la
relación con su amada. Debemos ser conscientes de que el
amor es el eje sobre el que gira el ser humano. Las personas nacemos para amarnos y únicamente podremos
alcanzar la verdadera felicidad si logramos amar de forma
plena a otra persona y esa persona siente lo mismo por
nosotros.
El ser humano es un ser social y, como tal, necesita relacionarse. Fruto de estas relaciones, se crean vínculos de amistad que nos permiten disfrutar y compartir nuestras experiencias con personas a las que queremos y con las que
nos sentimos muy a gusto. Además, a raíz de los contactos
que establecemos con los demás, hallamos personas por
las que sentimos algo diferente, una sensación con la que
alcanzamos la verdadera plenitud. Sin embargo, este sentimiento es capaz de proporcionarnos, junto a inmensas alegrías y placeres, dolor y sufrimiento.
Amar a una persona significa entregarte de manera total y
compartir con ella tu intimidad, lo que desencadena la creación de un fuerte vínculo afectivo del que dependen, en
gran medida, los dos miembros de la pareja. Por ello, la
posible ruptura de ese vínculo lleva consigo tristeza y aflicción, de los que solo el tiempo podrá rescatarnos.
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Pocas experiencias resultan tan dolorosas en esta vida
como el amor no correspondido. El amor es un sentimiento incontrolable, fuera del alcance de la razón, y puede
provocar en el ser humano reacciones de cualquier tipo. El
hecho de querer a una persona con todo el corazón y sentir que ese amor no es mutuo lleva a padecer un tormento
que, en ocasiones, desencadena depresión o comportamientos completamente irracionales.
Por ello, debemos ser conscientes de que tan importante
es amar a otros seres humanos como amarnos a nosotros
mismos. Mantener una relación sentimental con otra persona nos aporta grandes beneficios y nos ayuda a crear
una atmósfera positiva, pero no podemos olvidar que lo
importante es que cada uno se sienta a gusto consigo mismo. Si admitimos esta realidad y logramos querernos
como personas, siempre será más fácil afrontar una ruptura y, como dice Miguel Hernández en su poema, esquivar
el sufrimiento mediante una sonrisa.
 El análisis sintáctico del fragmento propuesto se ofrece
en la última página, en el Cuadro 1.
Al reconstruir la oración y hacer que aparezca la forma verbal va, nos hallamos ante una oración compleja que incluye una oración subordinada adverbial modal. Tanto la oración compleja como la subordinada son predicativas,
intransitivas y activas.
 El alumno puede elegir entre morfología o léxico.
쮿 Morfología
쐌 nadie: pronombre indefinido; no posee alternancia de
género ni de número.
쐌 me: pronombre personal de primera persona del singular; desempeña la función de complemento y no posee
alternancia de género.
쐌 salvará: forma verbal; tercera persona del singular del
futuro simple de indicativo del verbo salvar.
쐌 de: preposición; palabra invariable.
쐌 este: determinante demostrativo en género masculino
y número singular.
쐌 naufragio: sustantivo común de género masculino y
número singular.
쐌 si: conjunción condicional; palabra invariable.
쐌 no: adverbio de negación; palabra invariable.
쐌 es: forma verbal; tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo ser.
쐌 tu: determinante posesivo en número singular que no
posee alternancia de género.
쐌 amor: sustantivo común de género masculino y número
singular.
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
쮿 Léxico
a) El significado de las palabras propuestas es el siguiente:
쐌 norte: «meta, objetivo, aspiración». En este caso, su
deseo es escuchar la voz de su amada.
쐌 presagio: «presentimiento o adivinación de lo que va a
suceder en el futuro por medio de señales que se han visto
o de intuiciones y sensaciones». En el poema se refiere a
los indicios de que ni siquiera tendrá el amor de ella.
쐌 eludir (eludiendo): «evitar o no tener en cuenta algo,
intencionadamente o por inadvertencia». En este poema
se alude a esquivar algo figurado: un porvenir aciago.
쐌 cavilación: «reflexión o pensamiento sobre una cosa
con insistencia o preocupación, dándole mucha importancia». Aquí, las reflexiones son un elemento que simboliza la
tortura interior.
b) La idea de «sufrimiento» aparece reflejada, principalmente, en las dos primeras estrofas del poema. Así, ya en
los dos primeros versos hallamos los términos penas y
cavilaciones, con los que Miguel Hernández expresa el
dolor y preocupación que está acostumbrado a padecer. El
primero de los términos hace referencia al sufrimiento físico, ya que se asocia con el vocablo huesos, mientras que el
segundo alude a su inquietud mental, pues se vincula con
la palabra sienes. El poeta vuelve a hacer hincapié en este
doble padecimiento en el tercer verso, donde se repiten,
aunque en singular, los dos términos reseñados.
En el segundo cuarteto, destaca la expresión naufragio de
vaivenes, a la que el poeta proporciona un significado
metafórico para hacer referencia a las continuas desgracias acaecidas en su vida, por la que camina sin rumbo fijo.
Este sufrimiento se pone de manifiesto también con la
aparición de dos símbolos, noche y sartenes, que en la poesía de Miguel Hernández reflejan el dolor y la muerte. Por
ello, no es de extrañar que en el verso octavo el segundo
de los símbolos aparezca complementado, entre otros, por
los adjetivos pobres y tristes.
Finalmente, en los dos últimos tercetos, la sensación de
sufrimiento se ve reducida ante la esperanza y optimismo
del poeta. No obstante, en el verso noveno está presente
de nuevo el término naufragio, del que el poeta cree que
solo podrá ser rescatado por el amor de su amada; en el
verso duodécimo encontramos la expresión mal presagio,
que expresa la sospecha del poeta de que incluso ese
amor no podrá evitar su trágico final; y, por último, en el
verso final del poema aparece duplicado el término pena,
que hace referencia a un sufrimiento que Miguel Hernández
trata de evitar.
 Este poema pertenece al libro El rayo que no cesa
(1936), escrito por Miguel Hernández. Esta obra, localizada
en la primera etapa de la trayectoria poética del autor, tiene como tema principal la imposibilidad de plenitud del
amor, a causa de las pautas morales de la amada. Por ello,
como queda reflejado en el poema que nos atañe, el poeta
muestra el sufrimiento causado por dicha imposibilidad,
sufrimiento del que nadie podrá rescatarlo.
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CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
En este soneto, el poeta asume con estoica resignación los
avatares de su vida, ante los que responde con una sonrisa.
La presencia del yo poético se pone de manifiesto desde el
primer verso (tengo hechos), si bien es verdad que es constante a lo largo de todo el poema. La perífrasis verbal con
la que comienza el soneto se ve completada en los dos primeros versos con una estructura quiástica, de tal forma
que en el segundo verso hallamos un esquema sintáctico
análogo al del primer verso pero en orden inverso. Con el
primero de los esquemas, Miguel Hernández hace referencia al dolor físico al que sus huesos están acostumbrados,
mientras que con el segundo alude a las preocupaciones a
las que sus sienes ya se han habituado. Esta idea queda
reforzada en el tercer verso, donde, con una nueva estructura paralelística, vuelven a aparecer los términos pena y
cavilación, que insisten en el dolor expresado en el primer
verso y en la preocupación mostrada en el segundo. Por
último, este cuarteto termina con una comparación en la
que el poeta equipara las continuas fluctuaciones de su
vida con las sufridas por las olas del mar.
El segundo cuarteto comienza con el mismo verso con el
que acababa el primero, insistiendo en el desasosiego que
ha inundado la vida del poeta. Esta desazón se hace evidente también en el verso seis, donde, mediante una
metáfora, Miguel Hernández identifica su vida, llena de
desgracias, con un naufragio. De esta forma, el poeta se
convierte en un náufrago a merced de las olas y sin rumbo
fijo. Esta falta de dirección se manifiesta, asimismo, en los
dos siguientes versos, donde hallamos la presencia de la
oscuridad, una imagen que en la poesía hernandiana
adquiere un significado trágico. La oscuridad aparece
reflejada mediante dos símbolos: la noche y las sartenes. En
el caso de este último, el significado se ve resaltado por
medio de la adjetivación presente en el último verso de la
estrofa, donde los cuatro términos que lo acompañan
poseen un matiz claramente negativo.
El primer terceto se inicia con la presencia del pronombre
nadie, con el que el poeta expresa el hecho de que ninguna persona podrá rescatarlo del sufrimiento que padece,
sufrimiento que vuelve a ser reflejado por medio del término naufragio. No obstante, en los dos siguientes versos,
entre los que se establece un nuevo paralelismo, abre la
puerta a la esperanza al considerar que su amada puede
conseguir su salvación. Por un lado, su amor se convierte
en la tabla de salvación y, por otro, su voz es el norte que
persigue. En estos versos aparece por vez primera una alusión a la persona a la que va dirigido el poema, lo que se
refleja por medio del determinante posesivo tu.
Por último, en el segundo terceto, el poeta cierra la puerta
a la esperanza al pensar que su amor no va a ser correspondido y que, por lo tanto, su amada tampoco va a paliar
su sufrimiento. Sin embargo, el gerundio con el que finaliza
el poema resume la sonrisa resignada con la que el poeta
afronta ese dolor, resaltado de nuevo por la duplicación
del término pena.
En conclusión, este soneto es un fiel reflejo de las sensaciones que Miguel Hernández quiere transmitir con el poemario
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
en el que se inserta. El poeta intenta mostrar el sufrimiento
y preocupación por las continuas desgracias que lo acechan y la aceptación, con una sonrisa, de ese dolor, para lo
que se vale de diferentes recursos estilísticos que le ayudan a expresar dichas emociones.
 Imágenes y símbolos en la poesía de Miguel Hernández
La poesía de Miguel Hernández aparece inundada de imágenes y símbolos que van adquiriendo diferentes significados a lo largo de su trayectoria poética. En Perito en
lunas, se representa un paisaje iluminado por la vida y un
vitalismo deslumbrado por los elementos de la naturaleza.
Así, no es de extrañar que en este poemario aparezcan
símbolos como el toro, que representa el sacrificio y la
muerte, o la luna, que expresa el cambio, la vitalidad y la
fecundidad. Por otra parte, hay en este primer libro del
poeta símbolos referidos al sexo masculino (náufraga
higuera fue de higos en pelo; remo exigente), al sexo femenino (nácar hostil) y al deseo sexual (fuego de arenal; serpiente). Además, hallamos imágenes visuales que van desde la
palmera o el gallo hasta la sandía o la oveja, pequeños
retablos cargados de un sentido lírico y enigmático.
En El rayo que no cesa, Miguel Hernández expresa una
absoluta desesperación y concibe el amor como destino
trágico. En este poemario aparecen varios símbolos causantes del dolor y sufrimiento del poeta. Uno de los más
relevantes es el toro, que adquiere la significación no solo
del amante burlado en su deseo amoroso y su arrebato,
sino la significación más amplia y dolorosa del destino trágico del ser humano, como queda reflejado en estos versos: Como el toro te sigo y te persigo, / y dejas mi deseo en
una espada, / como el toro burlado, como el toro.
No obstante, el símbolo más significativo de este libro es el
rayo, que representa la fuerza aniquiladora de la pasión
amorosa y, junto con otros fenómenos atmosféricos como
el vendaval o el huracán, nos transmite una sensación de
energía y de pasión desatada que entristece al poeta y lo
destruye: ¿No cesará el rayo que me habita / el corazón de
exasperadas fieras / y de fraguas coléricas y herreras / donde
el metal más fresco se marchita?
Por otra parte, la sangre es el deseo sexual; la camisa, el
sexo masculino, y el limón, el pecho femenino. La frustración que produce en el poeta la actitud esquiva de la amada se simboliza en la pena, imagen recurrente a lo largo de
todo el poemario. Dicha pena provoca un fuerte dolor físico que acarrea la aparición de numerosos símbolos cortantes; estos reflejan las heridas de amor y muerte del
poeta: espada, cuernos, puñales, cuchillo. Asimismo, es significativa la presencia de imágenes que vinculan la amistad
y la muerte y que adquieren una expresividad dramática
desesperanzada en la «Elegía» a Ramón Sijé (del mismo
poemario El rayo que no cesa): manotazo duro, golpe helado,
hachazo invisible y homicida, empujón brutal.
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CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
Al estallar la Guerra Civil, Miguel Hernández enfoca sus
sentimientos sobre la muerte y la vida hacia la lucha, concibiendo la poesía como arma, lo que se pone de manifiesto en el libro Viento del pueblo. Como el mismo título refleja, el viento simboliza la voz del pueblo encarnada en el
poeta. Ante esta concepción, no es de extrañar que el buey
represente al pueblo cobarde y resignado que no lucha, y
el león, en cambio, sea la imagen de la rebeldía y del inconformismo: Los bueyes doblan la frente, / impotentemente
mansa, / delante de los castigos: / los leones la levantan / y al
mismo tiempo castigan / con su clamorosa zarpa.
El poeta, como combatiente, se identifica con leones, águilas y toros, símbolos del orgullo y la lucha, pero también lo
hace con el ruiseñor, en su papel de cantor. Asimismo, tras
su matrimonio con Josefina, ya no se centra tanto en el
amor como deseo, sino que ahora pone el énfasis en la
maternidad, lo que lleva consigo la presencia del vientre
como símbolo de la plenitud amorosa y del refugio seguro.
Conforme avanza la contienda, se aleja la victoria y la
nación se tiñe de sangre; entonces, Miguel Hernández
cambia su concepción de la muerte, como queda reflejado
en El hombre acecha. Los soldados ya no mueren con
honor y con la seguridad de proteger a sus seres queridos,
sino que la muerte produce sufrimiento y desgracia entre
hermanos de la misma patria. Por ello, la sangre, que en El
rayo que no cesa significaba el deseo, es ahora lisa y llanamente el dolor.
Por otro lado, la fiera simboliza la animalización regresiva
del ser humano a causa de la guerra, mientras que el tren
representa la muerte de los soldados que participan en la
contienda: El tren lluvioso de la sangre suelta, / el frágil tren
de los que se desangran, / el silencioso, el doloroso, el pálido, /
el tren callado de los sufrimientos.
Terminada la guerra e ingresado en prisión, la poesía de
Miguel Hernández alcanza su mayor profundidad, en un
tono trágico que nos muestra en su poemario Cancionero
y romancero de ausencias. La muerte aparece constantemente y envuelve la vida del poeta. A las víctimas inútiles
de la contienda, se añade la muerte de su hijo, de la cual
no se recupera. Esta situación le lleva a ver una muerte
amarga y triste (simbolizada por la presencia del mar),
agravada por la soledad de la cárcel. No obstante, el poeta
encuentra espacio para la vitalidad, gracias sobre todo al
sentimiento de amor hacia su esposa (representada por la
luz) y la venida de un nuevo hijo (ejemplificado por las
aves y las alas).
En síntesis, cabe señalar que la poesía de Miguel Hernández se halla cargada de símbolos e imágenes que adquieren diversos valores y significaciones dependiendo de la
etapa por la que atraviese el poeta. Estos símbolos e imágenes le ayudan a reflejar las emociones del momento y
confieren a su poesía una exquisita riqueza visual.
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REGIÓN DE MURCIA
CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
Opción B
 El alumno puede elegir entre realizar el resumen o elaborar el esquema de contenido.
Resumen. En este fragmento hallamos un diálogo entre
Poncia y la criada. Ambos personajes entran en escena
conversando acerca del funeral del marido de Bernarda,
cuya muerte ha sumido a Magdalena en la soledad. Ante la
ausencia de Bernarda, cuyo autoritarismo queda patente
en el texto, Poncia aprovecha para comer, y la criada para
pedirle algo para su niña. En ese momento, el diálogo es
interrumpido debido a las llamadas de la abuela desde el
cuarto donde se encuentra encerrada. Finalmente, Poncia
percibe la llegada de Bernarda y se preocupa por que todo
quede bien limpio.
Esquema del fragmento
1. Introducción del diálogo (líneas 1-5):
1.1. Salida a escena de la criada y de Poncia, esta última comiendo pan y chorizo.
1.2. El sonido de las campanas les hace hablar del
funeral del marido de Bernarda.
1.3. La muerte ha sumido en la soledad a Magdalena.
2. Núcleo del diálogo (líneas 5-11):
2.1. Poncia aprovecha para comer.
2.2. Critica el autoritarismo de Bernarda.
2.3. La criada le pide algo para su niña.
3. Interrupción del diálogo (líneas 12-18):
3.1. Llamadas de la abuela a Bernarda.
3.2. Poncia se asegura de que la puerta del cuarto de
la abuela está bien cerrada.
3.3. Inminente llegada de Bernarda y preocupación de
Poncia por que todo quede limpio.
 Uno de los temas que aparece mencionado en este
fragmento de La casa de Bernarda Alba es el hambre. Se
trata del principal problema del mundo, la realidad es cruda e hiriente. Los datos son cada vez más preocupantes:
cada día mueren 70 000 personas por hambre en el mundo y son millones las personas que se encuentran en una
situación de desnutrición crónica. El mayor número de
personas hambrientas vive en Asia, pero en proporción de
víctimas el precio más alto lo paga el África negra.
La mayoría de las personas que viven en un estado de
hambruna son niños. Debemos tener en cuenta que un
niño privado de la alimentación adecuada desde que nace
hasta los cinco años padecerá las secuelas durante toda la
vida, pues sus células cerebrales habrán sufrido daños irreparables. El hambre y la desnutrición crónica constituyen
una maldición hereditaria, ya que son cientos de miles las
mujeres mal alimentadas que dan a luz a cientos de miles
de niños que sufrirán las mismas consecuencias negativas.
El orden mundial actual es injusto e inhumano. Quien tiene dinero come y vive; quien no lo tiene sufre, pasa hambre y muere. No se puede luchar contra este problema sin
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cuestionar las causas que lo provocan. En primer lugar,
hallamos la incompetencia o corrupción de los gobiernos
de los países más pobres, quienes se benefician de la
riqueza natural de sus estados sin pensar en la gran cantidad de personas que no tiene nada que llevarse a la boca.
Esta injusta distribución de la riqueza se ve favorecida por
el papel ejercido por parte de los países ricos, quienes,
como aves de rapiña, caen sobre los países no desarrollados para explotar y saquear su materia prima.
Por otro lado, encontramos las guerras, que desplazan a la
gente de sus tierras, destruyen la infraestructura alimentaria, bloquean el acceso físico a comida procedente de
otras partes y dejan profundas huellas de las que cuesta
años recuperarse.
Por último, el clima y otras fuerzas ineludibles de la naturaleza pueden influir de manera decisiva en los hábitos alimentarios de la gente. Los países donde hay hambre son
aquellos cuya situación geográfica es más vulnerable a las
sequías y a las inundaciones, lo que contribuye a empeorar
el problema de la alimentación. En relación con este
aspecto, es preciso destacar que los países ricos responden
adecuadamente cuando tiene lugar una catástrofe natural,
pero son incapaces de ayudar a que esta se evite o a crear
las condiciones para que los problemas del hambre desaparezcan. Sin embargo, en ciertos casos, la ayuda internacional crea un problema de dependencia que hace que
comunidades enteras pierdan la costumbre de alimentarse por sí mismas.
La solución al problema del hambre es muy sencilla de
identificar pero muy difícil de llevar a cabo: el desarrollo.
El hambre no se va a erradicar con la simple ayuda humanitaria, sino que son necesarios cambios estructurales que
permitan a los países implicados obtener los medios y las
condiciones necesarias para poder enriquecerse.
En el estado actual de desarrollo de las fuerzas agrícolas
de producción, el planeta podría alimentar sin problemas
a 12 000 millones de seres humanos, es decir, el doble de
la población mundial actual. Por ello, las elevadísimas cifras
de muerte causadas a diario por el hambre no obedecen
a ninguna fatalidad, sino que se podría decir que detrás de
cada víctima hay un asesino.
 El análisis sintáctico del fragmento propuesto se ofrece
en la última página, en el Cuadro 2.
En este fragmento hallamos cinco enunciados. El primero
de ellos es una oración compleja que incluye una oración
subordinada sustantiva y otra adverbial causal. La oración
compleja es predicativa, transitiva y activa, mientras que
las dos oraciones subordinadas son predicativas, intransitivas y activas.
Los enunciados segundo y tercero son dos frases, mientras
que el cuarto y el quinto son dos oraciones simples. La primera de ellas es una oración predicativa, intransitiva y activa,
mientras que la segunda es predicativa, transitiva y activa.
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
 El alumno puede elegir entre morfología o léxico.
쮿 Morfología
쐌 pero: conjunción adversativa; palabra invariable.
쐌 debes poner: perífrasis verbal de obligación. El primero
de los verbos (llamado auxiliar) se halla en segunda persona del singular del presente de indicativo, mientras que el
segundo es un infinitivo.
쐌 también: adverbio de afirmación; palabra invariable.
쐌 la: artículo en género femenino y número singular.
쐌 tranca: sustantivo común de género femenino y número
singular.
쐌 tiene: forma verbal; tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo tener.
쐌 unos: determinante indefinido en género masculino y
número plural.
쐌 dedos: sustantivo común de género masculino y número
plural.
쐌 como: adverbio de modo; palabra invariable.
쐌 cinco: determinante numeral cardinal; no tiene alternancia ni de género ni de número.
쐌 ganzúas: sustantivo común de género femenino y
número plural.
쮿 Léxico
a) Significado de las palabras y expresiones propuestas:
쐌 ganzúa(s): «alambre fuerte y doblado por una punta, a
modo de garfio, que se utiliza para abrir cerraduras, en
lugar de la llave». Las ganzúas aluden a los dedos de la
abuela. En una comparación hiperbólica se establece su
similitud con las ganzúas, pues Poncia tiene miedo de que
sea capaz de abrir la puerta con ellos.
쐌 tranca: «palo grueso u otro cierre similar que se pone
atravesado detrás de una puerta o ventana cerradas para
mayor seguridad».
쐌 orza: «vasija vidriada de barro, alta y sin asas, que sirve
por lo común para guardar conserva». En el caso del fragmento, se ha utilizado para guardar chorizos.
쐌 arrancar a alguien los pocos pelos que le quedan (me
arrancará los pocos pelos que me quedan): «dar una tunda o azotaina a alguien». Se suele usar en son de amenaza.
b) La idea de «mala convivencia» aparece reflejada en el
texto a través de varios términos o expresiones. De esta
forma, en la línea 5, Poncia pronuncia las siguientes palabras: Gracias a Dios que estamos solas un poquito. Mediante
esta expresión, manifiesta su satisfacción por no estar bajo
la vigilancia de Bernarda, de modo que el lector ya puede
percibir que su relación con ella no es demasiado agradable. Esta percepción se ve reforzada en la siguiente intervención de Poncia, donde exclama: ¡Quisiera que ahora,
como no come ella, que todas nos muriéramos de hambre!
Estas palabras reflejan el egoísmo de Bernarda y su falta
de sensibilidad con las personas con las que convive.
Por otra parte, Poncia critica el autoritarismo de Bernarda:
¡Mandona! ¡Dominanta! Por medio de estos términos, Lorca introduce el tema principal sobre el que gira la obra,
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CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
que no es otro que la lucha entre el principio de autoridad
y el de libertad. El desprecio de Poncia hacia Bernarda le
hace abrir la orza de chorizos en señal de rebeldía y como
modo de dañarla, tal y como se pone de manifiesto con la
siguiente exclamación: ¡Pero se fastidia!
Asimismo, la «mala convivencia» también se representa en
la figura de la abuela, quien permanece aislada y encerrada. Este aislamiento queda acentuado por medio de las
expresiones dos vueltas de llave y tranca. La preocupación
de Poncia se hace latente en el texto al considerar que la
abuela tiene unos dedos como cinco ganzúas, lo que le puede permitir salir de su encierro.
El fragmento concluye cuando Poncia advierte la llegada
de Bernarda e intenta que todo quede bien limpio. El
temor que siente este personaje hacia la dueña de la casa
queda reflejado a la perfección en las dos últimas líneas,
donde aparece la siguiente expresión: me arrancará los
pocos pelos que me quedan.
 Este fragmento pertenece a la obra La casa de Bernarda
Alba, escrita por Federico García Lorca en 1936, poco antes
de su ejecución, y representada por primera vez en 1945.
Este drama andaluz se convierte en la cima de la dramaturgia lorquiana y desarrolla la lucha entre el principio de
autoridad, encarnado en Bernarda, y el principio de libertad, representado por Adela. En este segmento, con el que
comienza la obra, ya se percibe el carácter de Bernarda y la
atmósfera asfixiante que envuelve a los personajes que
conviven con ella.
En estas líneas podemos observar la fluidez e intensidad
del diálogo, con réplicas cortas, rápidas y vivaces que lo
dotan de un carácter realista. Además, por medio de determinadas expresiones, Lorca consigue proporcionar al lenguaje un intenso sabor popular, lo que no es óbice para
que se distinga también una fuerte dimensión poética.
En la primera intervención de la criada, se alude al sonido
de las campanas de la iglesia donde está teniendo lugar el
funeral del marido de Bernarda, cuya muerte marcará el
desarrollo de la obra. Si bien la acotación que precede a
dicha intervención solo marca la salida a escena de la criada, la que hallamos en la siguiente línea adquiere mayor
relevancia, pues el hecho de que Poncia aparezca comiendo
chorizo y pan supone un acto de rebeldía contra el dominio
absoluto de Bernarda. En la intervención de Poncia, se aprecian ciertos rasgos de carácter popular. Así, en el nivel léxico,
hallamos la expresión gori-gori, que satiriza el canto gregoriano de los responsos; y en el nivel morfosintáctico,
destaca la anteposición del artículo ante nombre propio:
la Magdalena. En la siguiente intervención, la criada resalta
la soledad en la que Magdalena ha quedado sumida tras el
fallecimiento del padre, quien, según replica Poncia, solo la
quería a ella.
La segunda parte del diálogo comienza con la interjección
¡ay!, que muestra el sosiego de Poncia por encontrarse a
solas sin la permanente vigilancia de Bernarda, lo que le
proporciona la libertad de coger algo de comida. Ante tal
propósito, puesto de manifiesto por Poncia y resaltado por
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
medio del pronombre personal yo, la criada responde con
una oración exclamativa en la que vuelve a dar muestras del
poder ejercido en la casa por Bernarda. Dicho poder es
refrendado también por Poncia, quien, mediante una exageración, propia del lenguaje de Lorca, considera que el egoísmo de ese personaje es tal que querría que todas nos muriéramos de hambre. En la oración exclamativa en la que se
inserta esta exageración, se repite conscientemente la conjunción que tratando de imitar el lenguaje conversacional.
drama, no solo por ser el único espacio escénico en el que
se representa, sino por su papel simbólico. Se trata de un
lugar cuya función es aislar y encarcelar a quienes se
encuentran en su interior. Por ello, no es de extrañar que
los personajes se refieran a la casa como presidio (por la
sensación de enclaustramiento), como infierno (por la ira y
la necesidad de salida) o como convento (por ser un espacio cerrado solo para mujeres con la prohibición de actos
sexuales).
La intervención de Poncia es completada con varias expresiones referentes a Bernarda. En las dos primeras, vuelve a
hacer hincapié en el carácter autoritario de dicho personaje,
al que puede dirigirse de esta manera porque se encuentra
ausente. Ante tal control y poder, Poncia reacciona abriéndole la orza de chorizos, lo que se convierte en una especie
de venganza: ¡Pero se fastidia! Como se puede apreciar, el
parlamento de Poncia posee un tono exclamativo con que
se dramatizan las palabras que salen de su boca.
Cada uno de los actos en los que se divide la obra presenta
un espacio físico independiente dentro de la casa. La
caracterización de dichos escenarios aparece en las acotaciones iniciales y posee una gran sencillez y un significativo
valor simbólico. Aunque las variaciones entre cada uno
de los espacios son mínimas, adquieren una relevancia
que es preciso comentar. Así, en el acto I, la acción se sitúa
en una habitación blanquísima del interior de la casa, lo
que refleja un mundo de apariencias. Además, hallamos
unos muros gruesos, con los que se pone de manifiesto la
incomunicación entre el mundo interior y el exterior. El
mobiliario que aparece (las cortinas y las sillas) proporciona una sensación de dureza acorde con la atmósfera que
se respira en la casa. No obstante, encontramos un elemento (los cuadros) que contrasta con la realidad del
ambiente, como el mismo autor deja claro al señalar que
en dichos cuadros aparecían paisajes inverosímiles.
Aprovechándose del estado de ánimo que inunda a Poncia, la criada, con tristeza y ansiosa, le pide algo de comida
para su niña. En esta intervención, apreciamos dos rasgos
de apelación al interlocutor. Por un lado, se trata de una
oración de modalidad interrogativa; y, por otro, hallamos la
presencia de un vocativo. Poncia se muestra magnánima
con la criada, a la que permite coger también un puñado
de garbanzos, haciendo hincapié en el hecho de que Bernarda no se va a enterar: ¡Hoy no se dará cuenta!
El diálogo entre ambos personajes es interrumpido por las
voces de la abuela, quien pronuncia el nombre de Bernarda desde la habitación en la que se encuentra aislada. Ante
tales gritos, Poncia muestra su preocupación e intenta
asegurarse de que la criada ha cerrado bien la puerta. El
desasosiego de este personaje es tal que no se conforma
con que la criada la haya cerrado con dos vueltas de llave,
pues le exige que también ponga la tranca, término con el
que Lorca vuelve a imitar el habla popular andaluza. Esta
exigencia es justificada por Poncia con una comparación:
Tiene unos dedos como cinco ganzúas.
Tras un nuevo grito de la abuela, Poncia percibe la llegada
de Bernarda, lo que pone de manifiesto a través de una
nueva exclamación en la que se adivina su temor. A través
de un imperativo, que refleja su papel de gobernanta, le
manda a la criada que deje todo bien limpio, pues, de lo
contrario, Bernarda tomará represalias. Para dejar clara esta
idea, Poncia vuelve a hacer uso de una expresión coloquial
con la que concluye el diálogo: me arrancará los pocos
pelos que me quedan.
En definitiva, podemos señalar que este texto se caracteriza por la vivacidad del diálogo y por la maestría en el uso
del lenguaje, cuyo papel es básico para la creación de la
tensión dramática. Además, en este fragmento se percibe
el carecer autoritario de Bernarda, aspecto que marca el
desarrollo de todo el drama.
 El espacio en La casa de Bernarda Alba
La acción de la obra se desarrolla en la casa de Bernarda
Alba, un lugar que se convierte en protagonista de este
© Oxford University Press España, S. A.
En el acto II, la acción se localiza en una habitación blanca
del interior de la casa, cuyas puertas de la izquierda dan al
dormitorio. Por un lado, se produce un movimiento de alejamiento del mundo exterior; y por otro, el color de las
paredes ya no es tan blanco como en el acto anterior. Por
último, en el acto III, la acción se concentra en el patio interior de la casa, por lo que la huida del mundo exterior ya es
definitiva. Además, las paredes siguen siendo blancas pero
ligeramente azuladas, a lo que se une el hecho de que es
de noche.
Estas variaciones en el escenario no son azarosas sino que
poseen un valor simbólico. Los tres espacios coinciden en
la sencillez y sobriedad de sus elementos, lo que proporciona una sensación de monotonía y enclaustramiento. Sin
embargo, se produce un claro movimiento hacia el interior
de la casa y una degradación de la blancura y de la luminosidad, símbolo del aislamiento de las mujeres.
En La casa de Bernarda Alba se pone de manifiesto una
oposición entre el mundo interior o espacio visible y el
mundo exterior o espacio aludido. El espacio cerrado en el
que transcurre la acción representa el luto, la ocultación,
el silencio. En él hallamos una atmósfera sofocante que
envuelve a los personajes y les dificulta la respiración. Este
espacio, que simboliza la privación de la libertad, se convierte en una barrera insalvable para sus habitantes, quienes no pueden dar rienda suelta a su vitalidad y son capaces de respirar la muerte.
La atmósfera en que se enmarca la casa queda perfectamente reflejada en las palabras que pronuncia Bernarda
en la parte inicial de la obra: Es así como se tiene que hablar
en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre
Lengua castellana y Literatura
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REGIÓN DE MURCIA
se bebe el agua con miedo de que esté envenenada. El río
simboliza en Lorca la fuerza vital, el erotismo; en cambio, el
pozo representa la muerte.
En contraposición con ese espacio cerrado, hallamos el
mundo exterior, del que llegan pasiones elementales de
un erotismo desenfrenado. Por un lado, este espacio es el
extremo opuesto de la represión en que viven las hijas de
Bernarda; pero, por otro, es un mundo regido por unas
convenciones implacables. La crítica y la murmuración
aparecen en boca de las criadas y las vecinas, y la moral
estricta en que se basan planea sobre los personajes.
© Oxford University Press España, S. A.
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En La casa de Bernarda Alba se oponen la realidad asfixiante en que viven las hijas y el deseo de amor y libertad que
sienten. No obstante, dentro del espacio cerrado en el que
se desarrolla la acción, hallamos dos lugares en la casa
que sirven de enlace con el mundo exterior: la ventana y el
corral.
El primer sitio es el marco de las conversaciones entre
Angustias y Pepe el Romano, mientras que el segundo se
convierte en el espacio en que tienen lugar las relaciones
entre Adela y ese mismo personaje, que actúa como catalizador de las fuerzas latentes.
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CCM
© Oxford University Press España, S. A.
D
N
E
D
T (SN)
N
CC (OS Adv Modal)
S (SN)
N
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D
T
P (SV)
Ady (Const Prep)
T (SN)
CCL (Const Prep)
N
E
E
D
N
Ady (Adj)
E
T (SN)
T (SN)
Ady (Adj) Ady (Adj) Nx Ady (Adj)
Ady (Const Prep)
Ady (Adj)
CCL (Const Prep)
N
CCT
CD (OS Sust)
P (SV)
*Pero: marcador discursivo.
N
Nx
N
P (SV)
CCN
S
Nx
Oración
P (SV)
CC Ca (OS Adv Causal)
Nx
S
T
CC (Const Prep)
P (SV)
CD (OS Sust)
N
E
Frase
Frase
*
Oración
P (SV)
CI
N
N
Oración
P (SV)
D
T
CD (SN)
Ady (Const Prep)
E
↓ (SO: 3.ª pers. sing.)
↓ (SO: 3.ª pers. sing.) ↓ (SO: 1.ª pers. sing.)
¡Quisiera que ahora, como no come ella, que todas nos muriéramos de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! *¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos.
P (SV)
N Ady (Const Prep) N CCL (Const Prep)
T (SN)
Cuadro 2 (Opción B)
P (SV)
E
D
↓ (SO: 1.ª pers. sing.)
Como el mar de la playa (va) a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas.
Nx
Cuadro 1 (Opción A)
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