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ÁMBITO FARMACÉUTICO
Atención farmacéutica
Miopatías
inducidas
por fármacos
Papel del farmacéutico
Entre las reacciones graves a los
medicamentos cabe señalar las
miopatías, en algunos casos transitorias
y leves, sin grandes repercusiones
clínicas, pero en otros —más bien
excepcionales— susceptibles de tener
consecuencias clínicas muy graves al
evolucionar a rabdomiolisis y fallo renal.
En este artículo se explicarán las
posibles intervenciones farmacéuticas
en este campo, centrando la atención
en las miopatías secundarias al
tratamiento con fármacos diferentes a
las estatinas.
E
l Sistema Español de Farmacovigilancia de
Medicamentos de uso Humano (SEFV-H)
enfoca las sospechas de reacciones adversas a
los medicamentos (RAM) en tres direcciones: medicamentos «nuevos», reacciones «graves» y las
originadas por «interacciones». Desde la atalaya de
observación privilegiada que es la oficina de farmacia,
el farmacéutico interviene en las situaciones a las que
alude el SEFV-H; pero además interviene en otras
muchas situaciones a demanda de los pacientes, ante
problemas relacionadas con «medicamentos de siempre» y en reacciones inicialmente «no graves». Asimismo, las interacciones entre medicamentos son cada
vez más frecuentes como resultado del mayor número
de tratamientos concomitantes y de larga duración,
en especial en ancianos, al incrementarse notablemente el riesgo de interacciones fármaco-fármaco por un
peor funcionamiento de los sistemas enzimáticos de
metabolización conforme avanza la edad. Entre las
reacciones adversas se encuentran las miopatías.
Los profesionales sanitarios recordarán como en
2001 la empresa Bayer se vio obligada a retirar Lipobay
(en otros países Baycol), al comprobarse que su principio activo, la cerivastatina (estatina de tercera generación, que actúa como potente reductor de la hipercolesterolemia al disminuir drásticamente los niveles
ASUNCIÓN RUBIO MIRÓN Y M. ISABEL SÁNCHEZ RUBIO
FARMACÉUTICAS COMUNITARIAS.
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Medicación
Otras causas
Fase 1
Miopatía por lesión de las
células musculares
Fase 2
Atención farmacéutica
plasmáticos de la fracción LDL del
colesterol), producía rabdomiolisis fatales en monoterapia, pero con mayor
frecuencia en terapia combinada para el
tratamiento de dislipemias mixtas cuando algunos médicos asociaron su prescripción con gemfibrozilo, utilizado
como reductor de la hipertrigliceridemia1. Posiblemente este caso es solamente la punta del iceberg de situaciones farmacológicas mucho más frecuentes, para las que el farmacéutico tiene
que estar preparado llevando a la práctica diaria una atención farmacéutica de
calidad, que vele por la seguridad de la
medicación. Muchos de los nuevos fármacos, al igual que las estatinas, son
potentes y selectivos inhibidores enzimáticos, cuyas RAM originan en ciertos pacientes algún tipo de miopatía.
Rabdomiolisis
Fase 3
Fallo renal
Fallo cardíaco
Muerte
Fig. 1. Proceso evolutivo de una miopatía grave y posibilidad de intervención farmacéutica.
Miopatías y rabdomiolisis
Las miopatías pueden producirse tanto
HMG CoA
por miotoxicidad crónica, tal como se ha
observado en pacientes tratados durante
HMG CoA reductasa
Estatinas
años con cloroquina2, como por miotoxicidad aguda, que se produce a las pocas
Mevalonato
horas de instaurar un nuevo tratamiento
farmacológico.
Pirofosfato de geranilo
La prevención de miopatías es
Pirofosfato de decaprenilo
posible mediante la identificación de los
Pirofosfato de farnesilo
pacientes de riesgo gracias a una adecua4-OH-benzoato de
decaprenilo
da información sanitaria y practicando la
Escualeno
conveniente atención farmacéutica3.
Ubiquinona
La atención médica posterior debe
Coenzima Q10
Colesterol
valorar la continuidad o exclusión del
tratamiento, con frecuencia mediante
un seguimiento seriado de los niveles
Fig. 2. Modo de acción de las estatinas en la biosíntesis del colesterol y de la ubiquinona.
plasmáticos de creatininfosfoquinasa
(CPK). Esta práctica es recomendable,
ya que al inicio de algunos tratamientos
se origina, con frecuencia, un aumento moderado,
miolisis se caracteriza, entre otros aspectos clínicos, por
pero transitorio, de los niveles plasmáticos de CPK.
mioglobinuria.
El proceso, que va desde un simple daño muscular
La figura 1 esquematiza el probable proceso evolutiorigen de una miopatía, pasando por rabdomiolisis,
vo que media entre el daño muscular y un fallo renal
hasta la muerte por fallo renal, es un camino que
producido por rabdomiolisis. Se señalan también las
puede ser muy corto, como los casos descritos de
posibilidades que tiene el farmacéutico para intervenir
miotoxicidad aguda producida tras la ingestión de una
en dicho proceso mediante atención farmacéutica y
primera y única dosis de cocaína4, 5, o suficientemente
seguimiento farmacoterapéutico3.
largo como para que, con la intervención sanitaria
Se han propuesto distintos mecanismos que pueden
adecuada, el desenlace no sea fatal.
estar en el origen patológico de las miopatías y de la
Tal como señalan Law y Rudnicka6, los términos
rabdomiolisis. En el caso de las miopatías que tienen
miopatía y rabdomiolisis describen casos más o menos
su origen en tratamientos con estatinas, se atribuyó
graves de un mismo tipo de lesión muscular. La rabdoinicialmente a una deficiencia excesiva de colesterol7.
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ÁMBITO FARMACÉUTICO
Atención farmacéutica
La inhibición de la síntesis hepática del colesterol
mediante bloqueo de la enzima HMG-CoA reductasa, involucrada en la síntesis del ácido mevalónico,
precursor del colesterol, puede producir una deficiencia de este lípido en la pared de la célula muscular,
que a su vez causa el debilitamiento y la destrucción
del sarcolema.
Sin embargo, más recientemente8 se ha señalado
que el ácido mevalónico es también un precursor de
pirofosfato de farnesilo, y este a su vez es un metabolito intermedio en la biosíntesis del coenzima Q10 o
ubiquinona. La figura 2 muestra las vías metabólicas
que relacionan la biosíntesis del colesterol y de la ubiquinona, señalando la acción de las estatinas como
inhibidores competitivos específicos del enzima
HMG-CoA reductasa. La ubiquinona es una sustancia
que desempeña un papel predominante en la función
mitocondrial relacionada con la obtención de la energía celular. Además es un transportador de electrones
y protones necesario para la síntesis del ATP en la
membrana mitocondrial interna y también para estabilizar la membrana celular preservando su integridad
y función.
Muchas de las miopatías producidas por fármacos,
drogas, etc., tienen su origen, al parecer, en alteraciones en la cadena respiratoria mitocondrial y en la fosforilación oxidativa. Este defecto rara vez se circunscribe como daño al músculo esquelético, sino que
puede afectar a cualquier otro tejido, por lo que también se utiliza el término más general de citopatías
mitocondriales9. Sin embargo las manifestaciones clínicas se expresan principalmente en tejidos con gran
Diagnóstico
Prescripción
Dispensación
Administración
Seguimiento farmacoterapéutico
Fig. 3. Atención farmacéutica en las miopatías relacionadas con la
administración de fármacos.
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dependencia energética del metabolismo oxidativo,
como el músculo estriado, cerebro, miocardio, hígado
o riñón.
Algunos fármacos, como la cloroquina, pueden
actuar como neuromiotoxinas, afectando a nervios y
músculos esqueléticos y cardíacos, además de a otros
órganos y tejidos, como la retina. La toxicidad de la
cloroquina se debe a la acumulación de fosfolípidos y
residuos glicosílicos, lo que origina una miopatía
necrosante-vacuolar que se puede observar en la
biopsia del músculo.
De entrada hay que señalar que tanto las miopatías, como la rabdomiolisis consecuente, pueden
estar originadas por causas muy diferentes, muchas
heredadas y otras adquiridas. Entre las adquiridas
cabe citar: medicamentos, drogas de abuso (alcohol, cocaína, anfetaminas, etc.), trastornos metabólicos (hipopotasemia, cetoacidosis), intoxicaciones
(monóxido de carbono), infecciones víricas y bacterianas graves, cirugía mayor, traumatismos graves, quemaduras, e incluso ejercicio físico
excesivo 10.
Práctica desde la oficina de farmacia
Generalmente se considera en cualquier tratamiento
medicofarmacológico la cadena de acontecimientos
que se muestra en la figura 3. La atención farmacéutica se vincula con los tres eslabones últimos de la citada cadena con la finalidad de hacer más eficaz y seguro el tratamiento farmacológico. La utilización de
medicamentos para prevenir, tratar, aliviar o curar
enfermedades implica siempre un acto de decisión
que involucra la valoración entre beneficio y riesgo,
incluso para aquellas especialidades que han superado
los más rigurosos controles analíticos y farmacotoxicológicos.
La enorme actividad biológica de los fármacos
actuales entraña un riesgo ineludible: su toxicidad,
con sus efectos laterales y secundarios. En este sentido, una atención farmacéutica adecuada puede
minimizar los efectos de los procesos relacionados
con el daño muscular cuando este es consecuencia
de la administración de fármacos, principalmente
por medio de tres tipos de intervención del farmacéutico:
• Informar al paciente o a su familia de los efectos
adversos relacionados con la miotoxicidad de algunos medicamentos, de modo que si se producen estén prevenidos.
• Dirigir al paciente a su médico de atención primaria, en caso de que el farmacéutico sospeche, por
los síntomas referidos, una lesión importante de las
células musculares.
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• Dirigir al paciente directamente a los servicios de
urgencias, en caso de que el paciente describa síntomas de rabdomiolisis.
Fase 1: dispensación activa
La palabra miopatía significa enfermedad del tejido
muscular. Se trata de una enfermedad que origina
problemas con el tono y contracción de los músculos
del esqueleto que controlan los movimientos voluntarios. La debilidad, la rigidez muscular (llamada miotonía), las mialgias y la miositis son síntomas de daños
o lesiones de las células musculares que pueden tener
diferentes grados de severidad y un gran número de
causas, pero que, con frecuencia, los pacientes
comentan con el farmacéutico tras la instauración de
un nuevo tratamiento. Sin embargo, el farmacéutico
puede o debe intervenir en una etapa anterior, que
podemos considerar como fase 1 de atención farmacéutica en la dispensación activa.
Tal como se reconoce en el trabajo de Sirvent et
al11, los médicos tienen que ser cautelosos cuando
prescriben fármacos de nueva generación que se presentan con menos interacciones teóricas, pero que
pueden resultar igualmente peligrosos. Una vez sentada la indicación terapéutica correcta, se debería informar a los pacientes sobre la aparición de dolor o
debilidad muscular para que consulten de forma temprana y se adopten las medidas oportunas. Estos autores insisten en que la miotoxicidad grave debería prevenirse mediante la monitorización periódica de la
CPK y la corrección de los posibles factores que
pudieran favorecerla.
En la dispensación activa, el farmacéutico debe
saber si el nuevo tratamiento puede implicar cierto
riesgo de miopatía secundaria a la administración de
fármacos, considerando los factores personales que
predisponen a un mayor riesgo identificando si el
paciente tiene alguna predisposición especial por
antecedentes clínicos, insuficiencia renal, enfermedad
hepática, tratamientos concomitantes con otros medicamentos, etc. (tabla 1).
Del mismo modo, es importante tener en mente,
además de las estatinas y de los fibratos, aquellos
medicamentos a los que se ha asociado con más frecuencia algún tipo de miopatía, tales como corticoides, ciclosporina, zidovudina, cloroquina, amiodarona, colchicina, vincristina, D-penicilamina, tiopronina, etc. (tabla 2).
Por lo que se refiere a la polimedicación, los riesgos descritos más frecuentemente se vinculan a enfermos que siguen tratamientos con estatinas. Hay que
destacar un mayor riesgo cuando, junto a las estatinas,
se administran algunos fármacos de uso frecuente,
como el citado gemfibrozilo, algunos antibióticos
macrólidos (eritromicina, claritromicina, etc.), anti-
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Tabla 1. Factores de riesgo de miopatías relacionadas
con medicamentos
Edad avanzada, especialmente mujeres
Antecedentes personales o familiares
Enfermedad renal
Enfermedad hepática
Hipotiroidismo y diabetes
Medicación concomitante
Alcoholismo
Estado de debilidad o deshidratación
Cirugía
Traumatismo
Ejercicio físico intenso
Tabla 2. Miotoxicidad de fármacos
Fármaco
Tipo de miotoxicidad
Estatinas, fibratos, niacinas
Miosis necrosante
Esteroides
Miopatía inducida
por esteroides
Zidovudina, ciclosporina A
Miopatías mitocondriales
Cloroquina, amiodarona
Miopatías lisosómicas
D-penicilamina, tiopropina
Miopatías inflamatorias
Colchicina, vincristina
Miopatías
antimicrotubulare
Tabla 3. Fármacos que aumentan el riesgo
de miopatías de las estatinas
Hipolipimiantes
Fibratos, niacina
Inmunosupresores
Ciclosporina, tacrólimo
Antibióticos macrólidos
Eritromicina,
claritromicina
Antifúngicos azólicos
Ketoconazol, itraconazol,
fluconazol
Antagonistas del calcio
Verapamilo y diltiazem
Antirretrovirales contra el VIH
Zidovudina
Antiarrítmicos
Amiodarona
Antidepresivos
Nefazodona, fluoxetina
Antihistamínicos
Astemizol, terfenadina
fúngicos azólicos, antihistamínicos (astemizol, terfenadina, etc.), antidepresivos (fluoxetina, nefazodona),
antagonistas del calcio (diltiazem, verapamilo), inmunosupresores (ciclosporina), antiarrítmicos (amiodaro-
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ÁMBITO FARMACÉUTICO
Atención farmacéutica
sistentes, micciones anaranjadas u
oscuras, etc. Debe tener conocimiento, asimismo, de que, en caso
Miopatías sin mialgias
Sin neuropatías
Esteroides
de persistir, deberá consultar al
Bloqueadores beta
médico de atención primaria para
que este, o en su caso el especialista,
Con neuropatías
Colchicina
valoren mediante seguimiento bioquímico y clínico la continuidad o
Cloroquina
la suspensión del tratamiento, o la
Hidroxicloroquina
instauración de una terapia alternativa.
Con síndrome miasténico
D-penicilamina
Se ha sugerido, al menos en
Tiopropina
ciertas miopatías, la existencia de
Bloqueadores beta
predisposición genética
Cloroquina
individual12. Es un hecho contrasAntibióticos
tado que hay variaciones muy
importantes en la susceptibilidad
Miopatías con mialgias
Sin neuropatías
D-penicilamina
interindividual de las RAM relatiCon polimiositis
Tiopropina
vas al binomio estatinas-miopatía,
Cimetidina
posiblemente13, 14 en lo que afecta a
su metabolización hepática por
Penicilina
sobresaturación o inhibición del
Sulfonamida
proceso oxidativo de eliminación,
Fenilbutazona
en el que intervienen isoenzimas
Ácido niflúmico
del citocromo P450, identificadas
Zidovudina
como 3A4. Este sería el mecanisPropiltiouracilo
mo por el que aumentan el riesgo
de miopatías de las estatinas fármaOtras miopatías dolorosas
Quinolonas
cos como amiodarona, diltiazem,
Estatinas, clofibrato
itroconazol, verapamilo, etc., al ser
Ciclosporina A
igual que las estatinas sustratos de
Etritinato
dicha enzima. Otros fármacos, sin
Minoxidilo
embargo, actúan por inhibición del
referido citocromo P450 3A4. Es
Enalaprilo
el caso de eritromicina, ciclosporiCarbimazol
na, tacrólimo, itroconazol, etc.
Metoprolol
La dotación genética de un individuo,
o mejor de un grupo de
Con neuropatías
Vincristina
individuos,
se expresa fenotípicaAmiodarona
mente en la estructura, configuraFármacos que causan
ción y concentración de sus protehipopotasemia y
déficit en fosfato
ínas, de modo que éstas, al estar
implicadas en diversos tipos de
interacciones con los fármacos,
condicionan la respuesta farmacológica, incluso con dosis de fármacos consideradas normales y, por
tanto, seguras. La aparición de efectos tóxicos sólo en
na), inhibidores de la transcriptasa inversa del VIH,
algunos individuos se puede atribuir a determinados
etc. (tabla 3).
factores genéticos. Los conocimientos actuales de
El farmacéutico puede saber con facilidad si el
farmacogenética9, 15 indican que los avances en este
médico ha advertido al paciente de los posibles efectos
campo pueden, en un futuro próximo, identificar
adversos y complementar la información que aquél
correctamente a los individuos de riesgo y selecciopudiera haberle dado. Sin alarmar al paciente, éste o su
nar aquellos medicamentos más apropiados para un
familia deben saber que los primeros días o semanas del
paciente concreto. Ello se conseguiría al identificar
tratamiento puede experimentar reacciones como
los genes, alelos, polimorfismos genéticos particuladebilidad o rigidez muscular, dolores musculares perTabla 4. Principales miopatías causadas por fármacos
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res, etc., que codifican las proteínas involucradas en
cada terapia y su nivel de expresión en la síntesis de
las mismas.
Fase 2: identificación de las causas
Los especialistas, antes de instaurar un tratamiento
con estatinas, suelen preguntar a sus pacientes si presentan o tienen antecedentes de algunos de los síntomas relacionados con las miopatías, no sólo dolor,
sino debilidad y/o agarrotamiento muscular. Ello les
sirve para seleccionar con mejor conocimiento de
causa la estatina y para que, una vez instaurado el tratamiento, el paciente se comunique con él si observa
alguno de estos síntomas.
En el tratamiento con otros fármacos, la sensibilización de médicos, farmacéuticos y pacientes no
es la misma, a pesar de que la miopatía inducida
por fármacos es relativamente frecuente y en ella se
han implicado gran cantidad de sustancias. En cualquier caso, al farmacéutico sus clientes le hacen,
con relativa frecuencia, comentarios del tipo:
«desde que estoy tomando tal medicamento me
duelen, se me agarrotan o siento debilidad en los
brazos, piernas, etc.». Algunos pacientes incluso
subrayan que cuando los han dejado de tomar desaparecen las molestias.
La atención farmacéutica se debe orientar en esta
fase a asegurarse de si la miopatía tiene, o no, un origen medicamentoso, e identificar en su caso el/los
medicamento/s que pueden causarla; definir adecuadamente el tipo de problema relacionado con los
medicamentos, normalmente de seguridad cualitativa
o cuantitativa; comunicar con el médico y, si procede, informar al paciente. Es necesario que el paciente
busque asistencia médica inmediata cuando:
• Las molestias musculares persisten durante días.
• El dolor es intenso e inexplicable.
• Las molestias musculares han sido asociadas con el
comienzo o el cambio de dosis de un medicamento, en particular estatinas.
• El paciente experimenta debilidad muscular o incapacidad para mover alguna parte del cuerpo.
• Presenta dificultad para respirar o deglutir.
res remite, generalmente sin secuelas importantes, al
eliminar el factor tóxico responsable. Puede ocurrir
que, a la retirada del fármaco, la regresión de la sintomatología sea incompleta y, excepcionalmente, se
han dado casos de muerte por daño cardíaco irre-
El farmacéutico puede saber con facilidad si
el médico ha advertido al paciente de los
posibles efectos adversos y complementar la
información que aquél pudiera haberle
dado.
versible tras un diagnóstico correcto y la retirada del
fármaco.
Recientemente18 Guis, Mattéi y Lioté han realizado
una revisión muy completa de los fármacos que inducen miopatías, resaltando los utilizados en tratamientos reumatológicos. En la tabla 2 se recogen los principales fármacos para los que se han descrito algún
tipo de miopatía y en la tabla 4 se hace referencia a las
principales miopatías causadas por fármacos.
No se incluyen en dichas tablas, por su ámbito de
utilización exclusivo, los fármacos anestésicos utilizados durante intervenciones quirúrgicas. Como es
sabido, en ocasiones, ciertos anestésicos inhalados
(como el halotano) y ciertos miorrelajantes musculares (como la succinilcolina) causan un síndrome muy
grave conocido por hipertermia maligna, caracterizado por un aumento de la temperatura del cuerpo,
Tabla 5. Causas de rabdomiolisis adquirida
Fármacos
Tóxicos
Toxinas
En algunos casos, la debilidad muscular reseñada por
los pacientes limita la capacidad laboral y social,
pero rara vez impide la deambulación o afecta a la
musculatura respiratoria. El diagnóstico médico posterior se realiza midiendo los niveles séricos de las
enzimas musculares, generalmente CPK, observando
alteraciones electromiográficas sugestivas de miopatía y/o demostrando cambios histológicos de los
músculos afectados. Una ventaja de este tipo de
miotoxicidad es que el cuadro de molestias muscula-
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Ejercicio muscular excesivo
Daño muscular directo
Isquemia
Trastornos metabólicos
Enfermedades infecciosas
Miopatías
Otras
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Atención farmacéutica
contracciones musculares y rabdomiolisis. Las personas que ya sufren algún tipo de miopatía hereditaria
por defectos en los canales de iones presentan mayor
riesgo de sufrir este tipo de reacciones.
Fase 3: actuación
El término rabdomiolisis designa un síndrome biológico cuya presentación clínica es extremadamente
variable. Generalmente cursa con debilidad muscular,
mialgias, edema muscular, rigidez, calambres y emisión de orina de color naranja o rojo-oscura, de
color coca-cola o café, debido al contenido de mioglobina (mioglobinuria) en ausencia de hematuria. El
color se debe a la mioglobina o a algún producto de
su oxidación. En 1982 se propuso como indicativo
de rabdomiolisis toda determinación de la CPK sérica que supere en cinco veces sus niveles los normales
en pacientes cuya elevación de la CPK no sea atribuible a enfermedad cardíaca o cerebral. Esta definición comprende no sólo las rabdomiolisis debidas a
necrosis muscular, sino también las debidas a miopatías, tanto tóxicas como inflamatorias, e incluso a
determinadas fases de las distrofias.
Actualmente se reserva el término rabdomiolisismioglubinuria para los casos en los que mialgias y
debilidad muscular van acompañadas de mioglubinuria y elevación de los enzimas musculares CPK más
de 50 -100 veces su valor normal. En ocasiones el
enfermo entra rápidamente en un estado comatoso, y
surgen complicaciones asociadas como fallo renal
agudo, hiperpotasemia, acidosis metabólica, etc. La
lista de causas posibles de esta situación clínica es
muy grande, pero se suelen clasificar en hereditarias
y adquiridas (tabla 5), aunque hay otras clasificaciones (endógenas y exógenas, traumáticas y no traumáticas).
Desde el punto de vista de la atención farmacéutica, interesa señalar que el farmacéutico debe estar
especialmente sensibilizado con este problema ya
que, aunque sea infrecuente su aparición como efecto adverso de una medicación bien pautada, se puede
producir como consecuencia de la administración de
fármacos, por interacciones medicamentosas o de
drogas y medicamentos. Se han descrito algunos
casos de rabdomiolisis tras ejercicio intenso en
personas portadoras del rasgo drepanocítico o falciforme9.
El farmacéutico debe actuar de inmediato remitiendo al paciente a un servicio de urgencias hospitalario en el caso de que razonablemente sospeche, por
los síntomas descritos, que aquel puede presentar un
cuadro de rabdomiolisis. La debilidad muscular prolongada puede ser un indicador determinante. La
posible gravedad de la situación aconseja tomar
medidas rápidas, especialmente porque el fallo renal
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agudo que suele seguir a la rabdomiolisis tiene buen
pronóstico si al paciente se le instaura de forma temprana el tratamiento adecuado.
Una vez reconocido por los correspondientes servicios médicos el síndrome de rabdomiolisis mediante pruebas de laboratorio (hiperpotasemia, hiperfosfatemia, hipo o hipercalcemia, hiperuricemia, elevación de la urea, creatinina y enzimas musculares en el
suero, etc.), se trata al enfermo con el objetivo principal de mantener sus funciones vitales. Se trata de
prevenir el desarrollo de insuficiencia renal mediante
hidratación y alcalinización de la orina. Si se produce
fallo renal se practica diálisis y, en ocasiones, plasmaféresis, puesto que es la mioglobina la causante de
daño renal y ésta no es dializable.
Si el paciente supera la fase aguda del fallo renal, el
cuadro clínico es totalmente reversible sin que aparezcan secuelas renales graves. ■
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