NOTA CLÍNICA Hipomielinización con atrofia de ganglios basales y de cerebelo. Aportación de dos nuevos casos a una entidad de descripción reciente Miguel Tomás-Vila, Francisco Menor, Myriam Ley-Martos, M. José Jumillas-Luján, Ana V. Marco-Hernández, Pedro Barbero Introducción. La hipomielinización con atrofia de ganglios basales y de cerebelo (H-ABC) es una rara entidad descrita recientemente. Se presentan dos nuevos casos pertenecientes a una misma familia. Casos clínicos. Caso 1: niño de 17 meses con retraso grave en todas las áreas, ausencia de lenguaje y de contacto visual. En la exploración destacaba una microcefalia con tetraparesia espástica. En la resonancia magnética cerebral se apreciaba atrofia cerebelosa de predominio vermiano con pérdida de volumen de ambos núcleos del putamen y la cabeza del caudado, y patrón de hipomielinización de la sustancia blanca. En la electromiografía se objetivó un patrón de polineuropatía crónica de predominio motor. Presentó un descenso de los valores de ácido homovalínico y de ácido 5-hidroxindolacético. El tratamiento con levodopa/carbidopa no fue efectivo. Caso 2: niña de 11 meses, hermana del caso anterior. Presentaba un retraso grave en todas las áreas y en la exploración clínica se detectó una microcefalia con tetraparesia espástica. La resonancia magnética cerebral mostró hallazgos superponibles a los del hermano, con hipomielinización, atrofia cerebelosa y afectación putaminal y de ambos caudados; en la electromiografía, hallazgos compatibles con polineuropatía motora de carácter desmielinizante. Presentó un descenso de los valores de ácido homovalínico y ácido 5-hidroxindolacético en el líquido cefalorraquídeo. El tratamiento con levodopa/carbidopa resultó ineficaz. Conclusiones. Estos dos nuevos casos ayudan a caracterizar mejor esta entidad y refuerzan la hipótesis del origen genético del síndrome, dado que se trata de dos casos pertenecientes a una misma familia. Palabras clave. Encefalopatía. Ganglios basales. Hipomielinización. Leucodistrofia. Neurotransmisores. Polineuropatía. Introducción Las leucoencefalopatías representan un conjunto de trastornos que tienen en común una afectación exclusiva o predominante de la sustancia blanca cerebral. Se utiliza el término leucodistrofia para referirse a aquellas leucoencefalopatías genéticamente determinadas. Las leucodistrofias, a su vez, se pueden clasificar en desmielinizantes, cuando se produce una formación anómala de la mielina con posterior destrucción de ésta; hipomielinizantes, en aquellos casos en los que la mielina no llega a desarrollarse; y mielinolíticas o espongiformes, en las que hay un pérdida citotóxica de la mielina con edema [1]. El estudio de las leucodistrofias experimentó un cambio cualitativo a partir de la utilización rutinaria de la resonancia magnética (RM) como técnica de imagen, mucho más sensible que la tomografía computarizada para detectar alteración de la sustancia blanca. La aplicación sistemática de esta técnica, incluyendo secuencias de difusión y de espectroscopia, ha permitido establecer diferentes patrones de afectación de la sustancia blanca, facilitando www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (4): 161-165 así la agrupación de las leucodistrofias en diferentes síndromes [2]. Aunque la RM constituye un elemento muy relevante para la aproximación diagnóstica de estos procesos, requiere la integración clínica y múltiples estudios metabólicos y neurofisiológicos para caracterizar el proceso patológico. Aun así, el rendimiento diagnóstico global no es alto, y hasta en un 50% de casos no se logra encontrar una etiología concreta [3]. La hipomielinización con atrofia de ganglios basales y de cerebelo (H-ABC) es una rara entidad descrita por primera vez por van der Knaap et al [4] en el año 2002, y se caracteriza por un defecto de mielinización del encéfalo, con atrofia del núcleo estriado (putamen, caudado) y del vermis cerebeloso. Su expresión clínica muestra una amplia variabilidad fenotípica, con diferentes edades de presentación y en ambos sexos, con una afectación cog­ nitiva variable. Predomina la motora, consistente fundamentalmente en espasticidad, rigidez, distonía y coreoatetosis. Tras la primera publicación, y hasta el momento actual, se ha comunicado un total de 23 casos [4-8]. Presentamos dos nuevos casos Servicio de Neuropediatría; Hospital Puerta del Mar; Cádiz (M. Ley-Martos). Servicio de Radiología Infantil (F. Menor); Servicio de Neuropediatría (M. Tomás-Vila, A.V. MarcoHernández, P. Barbero); Servicio de Neurofisiología (M.J. JumillasLuján); Hospital Universitari i Politècnic La Fe; Valencia, España. Correspondencia: Dr. Miguel Tomás Vila. Servicio de Neuropediatría. Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Bulevar Sur, s/n. E-46026 Valencia. Fax: +34 961 244 330. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 31.10.13. Cómo citar este artículo: Tomás-Vila M, Menor F, LeyMartos M, Jumillas-Luján MJ, Marco-Hernández AV, Barbero P. Hipomielinización con atrofia de ganglios basales y de cerebelo. Aportación de dos nuevos casos a una entidad de descripción reciente. Rev Neurol 2014; 58: 161-5. © 2014 Revista de Neurología 161 M. Tomás-Vila, et al Figura 1. Niño de 17 meses. Imágenes axiales ponderadas en T2: a) Atrofia de vérmix y de hemisferios cerebelosos (asteriscos); b) Pérdida de volumen con hiperintensidad bilateral y simétrica de ambos núcleos putámenes (flechas gruesas) y caudados (flechas finas), junto con moderada hiperintensidad de la sustancia blanca periventricular (asteriscos), que expresa el estado de hipomielinización cerebral. Obsér­vese en ambas imágenes la prominencia del espacio subaracnoideo, que refleja atrofia generalizada ce­rebelosa y cerebral. a b de esta entidad, pertenecientes a una misma familia y de diferente sexo, con el objetivo de conocer mejor su perfil clinicorradiológico y reforzar la hipótesis de su origen genético. Casos clínicos Caso 1 Niño de 17 meses que ingresó en nuestro centro para estudio por encefalopatía sin filiar. Como antecedente familiar de interés, tenía una hermana de 4 años con tetraparesia espástica. Respecto a los antecedentes personales, el embarazo transcurrió sin problemas, y el parto fue eutócico, con un peso al nacimiento de 3.470 g y un Apgar de 8/9. Requirió ingreso en la unidad neonatal por una aspiración del líquido meconial que no precisó ventilación asistida. La familia es de etnia gitana sin consanguinidad conocida. Consultaron por primera vez en su hospital de origen a la edad de 7 meses por episodio convulsivo tonicoclónico en el contexto de un cuadro febril. Se evidenció entonces un retraso en sus adquisiciones psicomotoras e hipotonía axial con espasticidad en los miembros inferiores. A la edad 162 de 14 meses presentaba un estado convulsivo que requirió ingreso en la unidad de cui­dados intensivos. Se detectó estridor congénito con afectación respiratoria, que obligó a realizar una traqueotomía. Cuando consultaron en nuestro centro a la edad de 17 meses, el niño presentaba un retraso grave en todas las áreas, sin haber alcanzado el sostén cefá­ lico ni la sedestación, con ausencia de lenguaje y de contacto visual. El perímetro cefálico era de 43 (< 3%), con una ausencia de fijación de la mirada, tendencia a opistótonos y una tetraparesia espástica con reflejos osteotendinosos presentes, aunque no claramente exaltados. Se realizaron diversas exploraciones complementarias. El electromiograma demostró una lentificación importante de la velocidad de conducción media en todos los nervios periféricos evaluados de los miembros superiores e inferiores, y una disminución de amplitud de los potenciales motores, en mayor grado en los nervios peroneo y mediano de forma bilateral, y mostró, además, latencias distales aumentadas. Se detectaron conducciones sensitivas alteradas en grado muy leve por disminución de amplitud de los potenciales sensitivos (nervio mediano). Los datos sugieren una polineuropatía crónica de predominio motor de carácter desmielinizante, de expresión segmentaria multifocal con mayor alteración de ambos nervios medianos y peroneos. La exploración del fondo de ojo fue normal. Todos los estudios metabólicos practicados resultaron negativos: aminoácidos en sangre, orina y líquido cefalorraquídeo (LCR), ácido láctico y pirúvico en sangre y LCR, oligosacáridos en orina, glucosaminoglucanos en orina, galactosidasa y β-hexosa­ minidasa en fibroblastos, ácidos orgánicos en orina, acilcarnitinas y test de porcentaje de transferrina deficiente en carbohidratos. El estudio de neurotransmisores, pterinas y folato en el LCR evidenció unos niveles normales de 5-MTHF y un descenso de los valores de ácido homovalínico y de 5-hidro­ xindolacético (92 y 72 nmol/L, respectivamente), que se interpretó como alteración de los neurotransmisores relacionada con una encefalopatía secundaria. Se obtuvo una serie ósea en la que no se observaron alteraciones. La RM cerebral realizada en nuestro centro a la edad de 17 meses (Fig. 1) mostraba atrofia cerebelosa de predominio vermiano y atrofia cerebral difusa. En imágenes potenciadas en T2 se observaba una pérdida de volumen junto con hiperintensidad bilateral y simétrica de ambos núcleos putámenes (flechas gruesas) y caudados (flechas finas). La hiperintensidad de la sustancia blanca periventricular en imágenes en T2, con tendencia a la isointensidad www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (4): 161-165 Hipomielinización con atrofia de ganglios basales y de cerebelo en imágenes ponderadas en T1 (asteriscos), reflejaba un estado de retraso/hipomielinización. El estudio espectroscópico no aportó información adicional. Comparando con el estudio que aportaron los padres realizado en otro centro a la edad de 13 meses, no se observaron cambios significativos. Se inició tratamiento con levodopa/carbidopa, sin que se apreciara beneficio alguno. Figura 2. Imágenes axiales ponderadas en T2 en la hermana del niño de la figura 1 a la edad de 11 meses: a) Hiperintensidad de pedúnculos cerebelosos (asteriscos); b) Atrofia e hiperintensidad de núcleos putámenes (flechas gruesas) y caudados (flechas finas), con hiperintensidad de la sustancia blanca periventricular (asteriscos) relacionada con hipomielinización. El grado de atrofia cerebelosa y cerebral es menor que la observada en el hermano. a b Caso 2 Hermana del caso anterior, fruto de una primera gestación sin incidentes. El parto fue eutócico, el peso al nacimiento de 2.600 g y no presentó complicaciones en el período perinatal. A los 3 meses de vida se detectó una espasticidad en los miembros inferiores, y a partir de los 6 meses de edad sus padres refirieron episodios de hipertonía en los miembros inferiores, con movimientos clónicos en los miembros superiores. Ingresó a la edad de 11 meses por cuadro intercurrente respiratorio grave que requirió ventilación asistida durante 60 días. A la exploración en este ingreso, la niña presentó un perímetro cefálico de 40 cm (< 2%), con tetraparesia espástica, escaso contacto visual y poca reactividad a estímulos. Se realizaron las siguientes pruebas metabólicas: ácido láctico y pirúvico, ácidos grasos de cadena muy larga y actividad de galactocerebrosidasa en fibroblastos, y todas ellas resultaron normales. El estudio de neurotransmisores en el LCR mostró niveles disminuidos de ácido homovalínico y de ácido 5-hidroxindolacético. Se llevó a cabo un estudio genético del gen de la tirosina hidroxilasa, sin detectarse mutación en el gen TH. El fondo de ojo fue normal. En el estudio neurofisiológico, en la electromiografía, presentó hallazgos compatibles con polineuropatía motora de carácter desmielinizante con bloqueo de conducción en los segmentos proximales. En la RM cerebral (Fig. 2) se observaron hallazgos superponibles a los del hermano, con un menor grado de atrofia cerebral y cerebelosa. Se inició tratamiento con levodopa/carbidopa, sin obtener ninguna mejoría. La paciente precisó gastrostomía para la alimentación y falleció a los 4 años. Discusión El rendimiento diagnóstico en las leucodistrofias, co­ mo hemos comentado, sigue siendo bajo, sobre todo en los procesos que cursan con hipomielinización [9]. La agrupación de casos con patrones clínicos y radiológicos similares ha permitido la caracteriza- www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (4): 161-165 ción de diferentes entidades nosológicas. Suele ser el patrón radiológico la clave para la aproximación diagnóstica de estos trastornos, aunque en otras ocasiones hay marcadores clínicos relevantes, como es el caso de las cataratas en el síndrome de hipomielinización con cataratas congénitas [10] o la hipodoncia en el síndrome 4H [11]. La prueba de referencia, en ausencia de marcador genético, es la neuroimagen, aunque ya se conocen las mutaciones responsables de algunos de estos procesos [12]. La H-ABC tiene una gran variabilidad fenotípica. En la primera descripción, en la que se aportaban siete casos [4], las edades de presentación oscilaban entre los 2 meses y los 3 años, y las manifestaciones clínicas predominantes fueron espasticidad y distonía, presentes en la mayoría de ellos, convulsiones en dos casos y microcefalia en tres. Sólo dos niños llegaron a alcanzar la deambulación autónoma. La afectación cognitiva fue también muy variable. Los casos que presentamos se encontrarían en la parte más grave de este amplio espectro clínico. Ambos hermanos presentaron encefalopatía grave, con tetraparesia espástica, epilepsia y microcefalia, precisaron gastrostomía para la alimentación, y uno de ellos falleció precozmente a los 4 años. Desde el punto de vista de las exploraciones complementarias, hay dos datos que consideramos de 163 M. Tomás-Vila, et al interés. En primer lugar, la existencia de una polineuropatía de predominio motor y de carácter desmielinizante en ambos hermanos. Hasta ahora no se había descrito una polineuropatía periférica en estos pacientes; de hecho, en los algoritmos diagnósticos de las leucoencefalopatías en la infancia, esta entidad se agrupa junto con la enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher y otros cuadros como procesos hipomielinizantes que habitualmente no asocian polineuropatía [2]. El otro aspecto de interés es la demostración de un descenso de los niveles de neurotransmisores dopaminérgicos, hecho que tampoco se ha descrito hasta la actualidad y que nosotros interpretamos como inespecífico y secundario a la encefalopatía. En ninguno de los dos hermanos el tratamiento con levodopa/carbidopa mejoró la sintomatología. Wakusana et al [6] comunicaron un caso en el que el tratamiento con levodopa/carbidopa mejoró la sintomatología extrapiramidal, a pesar de tener unos niveles de neurotransmisores dopaminérgicos en el LCR en el rango normal. Se ha comunicado también un caso [13] con déficit de folato cerebral, y se obtuvo una mejoría del opistótonos y de las crisis oculógiras que presentaba el paciente con la administración de acido folínico. Aunque hasta el momento todavía no está disponible un diagnóstico molecular para el H-ABC, se piensa que es un trastorno genéticamente determinado. Estos dos casos que comunicamos son los primeros que se publican pertenecientes a una misma familia, lo que refuerza la idea de una transmisión genética, probablemente autosómica recesiva, ya que ambos hermanos son de diferente sexo. En ausencia de un marcador genético, la prueba de referencia para el diagnóstico de esta entidad es la neuroimagen. Frente a su heterogeneidad clínica, existe una evidente similitud en la lectura radiológica de todos los casos descritos, incluidos los dos hermanos aportados en este trabajo. Los hallazgos característicos de H-ABC en RM son una progresiva atrofia del cerebelo y de los ganglios basales, junto con un estado de hipomielinización de la sustancia blanca [4]. El grado de atrofia cerebelosa y cerebral es variable en función de la gravedad del cuadro clínico y de la edad del paciente en el momento del estudio. La afectación de la sustancia gris profunda se limita al estriado, putamen y caudado, con preservación de tálamos y pálidos. La hipomielinización y el retraso en la mielinización cerebral son similares en la RM, y se requieren estudios secuenciales para demostrar ausencia del progreso de mielinización en los cuadros de hipomielinización permanente. En conclusión, estos dos nuevos casos avalan las descripciones clínicas y radiológicas previas de la 164 H-ABC, síndrome descrito hace sólo una década, enfatizan el papel relevante de la neuroimagen y refuerzan la hipótesis de su origen genético al tratarse de dos hermanos, un hecho no comunicado previamente. Hasta el momento se desconoce la fisiopatología del cuadro. Se han descrito niveles bajos de 5-MTHF en el LCR, y nosotros hemos hallado un descenso de neurotransmisores dopaminérgicos que interpretamos como secundarios a la encefalopatía, tal como está descrito [14]. Existe la posibilidad de que la H-ABC sea un síndrome radiológico secundario a diferentes entidades, como ocurre, por ejemplo, con el síndrome de Leigh. Únicamente la identificación de una mutación responsable del síndrome descartaría de forma inequívoca esta hipótesis. Bibliografía 1. Berger J, Moser HW, Forss-Petter S. Leukodystrophies: recent developments in genetics, molecular biology, pathogenesis and treatment. 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Here we present two new cases belonging to the same family. Case reports. Case 1: 17-month-old boy with severe underdevelopment in all areas, absence of language and eye contact. The examination revealed microcephaly with spastic tetraparesis. A magnetic resonance imaging scan showed predominantly vermian atrophy of the cerebellum with loss of volume of both nuclei of the putamen and the head of the caudate, and a pattern of hypomyelination of the white matter. Electromyography recording highlighted the presence of a predominantly motor pattern of chronic polyneuropathy. Homovallinic acid and 5-hydroxyindoleacetic acid values were lower than usual. Treatment with levodopa/carbidopa was not effective. Case 2: 11-month-old girl, the sister of the boy in the previous case. The patient presented severe underdevelopment in all areas and microcephaly with spastic tetraparesis was detected in the clinical examination. Magnetic resonance imaging of the head showed findings that could be superimposed upon those of the brother, with hypomyelination, cerebellar atrophy and involvement of the putamen and both caudates; electromyography findings were consistent with motor polyneuropathy of a demyelinating nature. Homovallinic acid and 5-hydroxyindoleacetic acid values in cerebrospinal fluid were lower than usual. Treatment with levodopa/carbidopa was ineffective. Conclusions. These two new cases help characterise this condition better and reinforce the hypothesis of the genetic origin of the syndrome, given that the two cases occurred in the same family. Key words. Basal ganglia. Encephalopathy. Hypomyelination. Leukodystrophy. Neurotransmitters. Polyneuropathy. www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (4): 161-165 165