¿POR QUÉ SE BURLAN UNOS CHICOS DE OTROS

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¿POR QUÉ SE BURLAN UNOS
CHICOS DE OTROS?
En los medios de comunicación son tan frecuentes las faltas de respeto o las
descalificaciones que todos estamos familiarizados con ellas, incluidos los
niños.
Además, si en la familia o en el entorno más cercano de un chico son
habituales las burlas, las tendrá incorporadas y las podrá poner en práctica con
sus compañeros.
Bastantes personas consideran normales las burlas de unos chicos a otros y
les restan importancia. Dicen que han existido siempre y que muchos las
padecieron y consiguieron sobrevivir.
Sin embargo, si se vuelve la vista atrás, muchos recordarán el sufrimiento que
les causaron las burlas cuando eran niños o adolescentes, llegando a sentirse
poco valiosos y, en bastantes casos, arrastraron ese sentimiento durante
mucho tiempo.
Muchas burlas se hacen porque no se aceptan las diferencias. Por tanto,
cualquier cuestión puede ser motivo de burla: las orejas, el color de la piel, la
ropa...
No obstante, el aspecto que elijan no es importante en sí. La clave de la burla
está en cómo reacciona el chico o la chica a los comentarios que se le hacen.
Si se asusta, se enfada o llora, es bastante probable que las burlas continúen.
En todos los casos es determinante el grado de autoestima que se tenga. Si es
bajo, aumentan las probabilidades de ser candidato a las burlas.
Curiosamente también la baja autoestima es una de las razones que llevan a
determinados chicos a burlarse de otros. Se disfrazan con un manto de
superioridad, bajo el que se esconde un bajo concepto de sí mismos. Necesitan
tanto recibir atención que recurren a ese tipo de conductas para tener
reconocimiento de los demás, aunque éste sea en negativo.
Por otra parte está la necesidad que tienen los chicos de ser aceptados en un
grupo, para lo cual, en algunos de ellos, han de demostrar que son capaces de
hacer determinadas conductas para que se les permita la entrada.
También los celos y la envidia suelen ser inductores de algunas burlas y son
frecuentes entre hermanos.
No podemos olvidar que las burlas, cuando son continuadas, se transforman en
acoso, más o menos grave, según vayan acompañadas de amenazas o de
violencia.
Igual que se está haciendo frente a situaciones que también se consideraron
“normales” en otros tiempos, como la degradación o maltrato a la mujer, se
requiere hacer lo mismo con las burlas de unos chicos a otros y no considerar
normal ningún comportamiento que suponga degradación.
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