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“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-1948/15)
PROYECTO DE RESOLUCION
El Senado de la Nación
RESUELVE:
Conmemorar los 70 años del lanzamiento de las bombas nucleares
sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki y recordar a los miles de
inocentes que fallecieron en estos abominables acontecimientos.
José M. Roldan. –
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron ataques
nucleares ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados
Unidos, contra el Imperio del Japón. Dichos ataques se efectuaron
el 6 y el 9 de agosto de 1945, y pusieron fin a la Segunda Guerra
Mundial. Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67
ciudades,
el arma
nuclear Little
Boy fue
lanzada
sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la
detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre
Nagasaki. Hasta la fecha, estos bombardeos constituyen los únicos
ataques nucleares de la historia.
Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a
166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki, totalizando
unas 246 000 muertes, aunque sólo la mitad falleció los días de los
bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20 % murieron por lesiones
o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde
entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231
casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a
la exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas
ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.
Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto,
Imperio del Japón anunció su rendición incondicional frente a los
«Aliados», haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta
de capitulación. Con la rendición de Japón, concluyó la Guerra del
Pacífico y por tanto, la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencias
de la derrota, el imperio nipón fue ocupado por fuerzas aliadas
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” lideradas por los Estados Unidos —con contribuciones de Australia,
la India británica, el Reino Unido y Nueva Zelanda— y adoptó los
«Tres principios antinucleares», que le prohibían poseer, fabricar e
introducir armamento nuclear
Durante la primavera de 1948 se formó la Comisión de Víctimas de la
Bomba Atómica, (ABCC por sus siglas en inglés) por mandato
de Truman con el objetivo de que la Academia Nacional de Ciencias y
el Consejo de Investigación Nacional llevaran a cabo las
investigaciones necesarias para determinar los efectos posteriores de
la radiación entre los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki. Entre
las víctimas se encontraron una gran cantidad de decesos indeseados,
por ejemplo:
-Prisioneros de guerra aliados.
-Trabajadores chinos y coreanos.
-Estudiantes de Malasia que estaban becados.
-Cerca de 3.200 ciudadanos estadounidense-japoneses.
Una de las primeras acciones de la ABCC fue la de observar los
resultados de los embarazos en Hiroshima y Nagasaki así como en
una ciudad controlada experimentalmente, Kure, para discernir las
condiciones y resultados con los casos relacionados a exposición a la
radiación. Algunos autores aseguran que la ABCC se negó a
proporcionar tratamientos médicos para los supervivientes salvo en
casos estudiados, e incluso algunos aseguran que la atención médica
fue negada para obtener «mejores resultados» en la investigación. En
1975, la Fundación para la Investigación de los Efectos Radioactivos
(Radiation Effects Research Foundation) se creó para asumir las
responsabilidades de la ABCC.
Tras el ataque atómico, Hiroshima fue reconstruida como una ciudad
en memoria de la paz. El gobierno japonés continuó pidiendo la
abolición de las armas atómicas y a mayor escala por la paz
mundial. En mayo de 1949 el parlamento japonés declaró a Hiroshima
como «Ciudad de paz» y a Nagasaki como «Ciudad de la cultura
internacional».
Tanto en Hiroshima como en Nagasaki se han erigido una gran
cantidad de monumentos, esculturas, ceremoniales y parques para
recordar y conmemorar los eventos de agosto de 1945.
Estos dos hechos aberrantes han conmovido a la humanidad toda. Es
importante recordarlos para tener presente las consecuencias de la
nuclearización de los armamentos. La Argentina es firmante del
Tratado de Tlatletolco que libera de riesgo a la Región. Aún así
creemos en la importancia de mantener en la memoria aquellos
holocaustos.
“2015 ‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” Por este motivo es que solicitamos la aprobación del presente
proyecto.
José M. Roldan. -
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