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Prólogo
Algunos veníamos del colegio, otros de carreras que no nos hicieron felices, todos llenos de
optimismo al comenzar una nueva etapa en nuestras vidas. No sabíamos mucho sobre el proceso
que hay detrás del diseño, solo lo que podíamos imaginar al ver trabajos de otras personas u
objetos en nuestra vida, la verdad muchos de nosotros no sospechó lo importante que sería esta
unidad para los posteriores trabajos.
La Naturaleza, de esta descubrimos sus formas y las sensaciones que nos entregaban las mismas.
Esta fue la primera etapa de nuestra carrera, observar la naturaleza, interpretar sus formas y a
partir de estas crear una nueva que expresara totalmente lo que nosotros definiríamos como
nuestro concepto principal, presentando nuestro trabajo finalmente por medio de láminas y
maquetas. Para esto necesitamos aprender muchas cosas, a continuación relataremos el proceso y
nuestras experiencias.
Croquis
Nuestra primera tarea fue salir y croquear plantas, 50 croquis, pero ¿Qué es un croquis?, después
de la explicación no todos entendimos bien qué era o cómo se hacían, y además de eso, debíamos
entregarles un concepto a la forma de cada planta ¿un concepto como qué? eran demasiadas las
preguntas, y las respuestas solo nos generaban vagas ideas de qué teníamos que hacer. Estábamos
acostumbrados a seguir órdenes que nos eran explicadas perfectamente, estas pequeñas pistas de
qué hacer nos desconcertaban y nos preguntábamos unos a otros qué entendimos o cómo hacer
qué cosa, nadie tenía certeza de como proceder, pero era ahí donde estaba la esencia de esto.
Observar por horas la forma de alguna planta esperando que te diera una pista de lo que debías
sentir al verla, y luego esa sensación ponerla en una palabra, pero no cualquier palabra, un
concepto. La clase siguiente, cada uno llegó con lo que creyó que había que hacer.
Reconocimiento y desarrollo de conceptos
Luego de eso, más croquis, más conceptos, pero ahora el desafío era más bien comprender a qué
nos referíamos con conceptos. Una vez que logramos elegir las palabras correctas tuvimos que
aprender a desarrollar nuestras ideas en base a la forma de la planta, nuestros croquis también
debían responder a la elección de nuestro concepto, todo era ahora entorno al concepto que
habíamos elegido.
Observar la planta, reconocer un concepto en ella, definir las formas que entregaban este
concepto, croquear a la planta poniendo énfasis en estas formas, explicar con un pequeño texto
nuestra elección del concepto por medio de las formas en la planta. Y fue así como por medio de
la observación fuimos descubriendo esas formas que nos hablaban, que nos decían quienes eran.
Esta es una planta elegante, esta agresiva, terminamos por comprender que cada curva e
inclinación era percibida por nosotros, atribuyéndole un concepto.
Esquematización
Con un montón de conceptos reconocidos emprendimos la gran labor de ordenarlos. Vimos todos
nuestros croquis, que a esta altura eran más de cien, escribimos cada concepto en un post-it,
nuevamente no eran más que palabras, fuimos relacionándolos entre ellos, hicimos diferentes
grupos, y el grupo que contenía más palabras o más material con el que trabajar se convirtió en
nuestro proyecto. Elegimos un concepto principal que contuviera todos estos otros conceptos
secundarios, la suma de estos le daba nuestras características a nuestro concepto principal, así por
medio de una selección cada vez más precisa fuimos descartando algunos conceptos, finalmente
nos quedamos con no más de 5 conceptos secundarios, y nuestro concepto principal ya no era
solo una palabra, sino que dos que daban cuenta de una forma más precisa.
Propuesta conceptual
Cada concepto secundario poseía una explicación en su forma, ya que provenía de una planta,
pero nuestro concepto principal que englobaba todo no tenía explicación, así comenzó la creación
de nuestra propuesta conceptual.
Lo primero fue modificar las explicaciones de nuestros conceptos secundarios, ya no debían
provenir de una planta sino hablar puramente de su forma.
La propuesta conceptual debía contener un qué y un cómo, dentro del qué debíamos nombrar
cada concepto secundario y su relación entre ellos con el concepto principal, el cómo estaba
compuesto por las formas reconocidas en los conceptos. De a poco, la propuesta fue tomando
forma, a veces fue necesario eliminar conceptos secundarios, otras agregar nuevos, hasta
quedarnos con un texto que al solo leer era posible visualizar la forma que queríamos expresar.
Maqueta 3D
Entendiendo el qué y el cómo de nuestra propuesta conceptual, nos aventuramos a trabajar más
allá del lápiz y el papel, el desafío era expresar aquello que era producto solamente de nosotros,
las plantas ya las habíamos dejado atrás, ahora era el turno de tomar un rol como creadores de
formas que se debía manifestar claramente en el papel, no en un dibujo, el papel debía emerger y
tomar formas por sí mismo, cambiamos el lápiz por un cuchillo cartonero, de dibujos pasamos a
construir una maqueta.
Maqueta 2D
Plasmar la propuesta en 2D, habiendo dibujado sólo plantas hasta ahora debimos hacer algo
nuevo, ya teniendo la maqueta teníamos que reproducir esta misma propuesta en trazos, muchos
erramos al dibujar lo mismo que construimos en la maqueta, dibujamos una y otra vez, “con la
propuesta conceptual siempre al frente” decía nuestro profesor, pensamos que era un
exageración, pero realmente debimos tener siempre presente aquello, nos sumergirnos en la
propuesta conceptual para apropiarnos de cada palabra, empaparnos de cada concepto y forma
que finalmente representaría la propuesta.
Diagramación de la lámina
El fin del proyecto se acercaba y debíamos plasmar en una lámina todo nuestro trabajo, croquis,
conceptos, desarrollo de la forma y la creación de nuestro gran concepto, mucha información y en
un espacio determinado, ¿qué poner?, ¿en qué orden? y ¿cómo organizarla para que la lámina sea
llamativa?, aprendimos que veíamos afiches pero no lo observábamos, porque en todo existía un
orden, nada había sido puesto en un lugar al azar, cada cosa seguía una diagramación, no tenía
que ser todo cuadrado pero tampoco desordenado, y nosotros ahora debíamos tomar este
conocimiento y hacer una lámina visualmente atractiva.
Entrega Final.
Finalmente aprendimos muchas cosas, era la primera vez que hacíamos prácticamente todo lo que
habíamos trabajado hasta ese entonces, y ya teniendo el material listo nos sorprendimos al
descubrir que aún no habíamos terminado, faltaba una parte muy importante, el montar la
entrega, pensar como exponer de manera clara todos nuestros trabajos, meterse en la cabeza del
visitante y previsualizar su recorrido, el cómo verá las cosas y con qué orden, poner los trabajos de
tal manera que se entienda que esa maqueta es de esta lámina, así fue la primera entrega de
nuestras vidas, la que inició a todas las demás entregas que le siguieron por otros ramos, y que en
el futuro será en el trabajo.
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