JUGARSE LA VIDA POR JESÚS - Dia del Señor

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DOMINGO 5 DURANTE EL AÑO - 7 DE FEBRERO 2016 - Nº 2273 – CICLO C
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JUGARSE LA VIDA POR JESÚS
Año del Jubileo de la Misericordia
Las lecturas de la Palabra de Dios de este domingo son tres
ejemplos de vocación. Para las tres, el esquema es el mismo: Dios
llama y el ser humano responde: Al mismo tiempo son diferentes,
porque cada persona es diferente. Acerquémonos a los textos:
Isaías 6, 1-2. 3-8
La vocación del Profeta Isaías mostrando a Yahvéh en su
majestad real (sentado en un trono elevado y excelso, y las
orlas de su manto llenaban el Templo) y en su santidad (su gloria
llena de toda la tierra) marcará todo el conjunto de la actividad
del profeta, especialmente en su enfrentamiento con el rey Acaz,
desenmascarando lo que hay en el corazón de cada uno. La
purificación que el profeta recibe, como anticipo del nuevo pueblo
que Yahvéh quiere, lo constituye, para el mismo pueblo, como
testimonio de servicio al Rey y Señor de los Ejércitos, a imagen
de los serafines en el Templo que asisten a Yahvéh y proclaman
su santidad. Lo que el pueblo ve dentro del Templo ahora lo podrá
contemplar fuera ya que Isaías ha sido enviado y ha ido.
1Corintios 15,1-11
Pablo recita una versión breve del Credo de la Iglesia
Apostólica (1Co 15, 3-5), haciendo retroceder su apostolado a
la aparición de Cristo ante Damasco (1Co 15,8) que él compara
a esas apariciones del Resucitado, que tuvieron los Apóstoles
inmediatamente después de la resurrección de Jesús, así como
a “más de quinientos hermanos” (1Co 15,6). La insistencia en la
expresión “como dicen las Escrituras” se refiere a las profecías
y también al carácter profético del anuncio evangélico. La gracia
de Dios que actúa en él y en cada miembro de la Iglesia (1Co
15,10) fundamenta la vida
y vocación del discípulomisionero para que éste
continúe en el tiempo lo
que “dicen las escrituras”
Lucas 5, 1-11
El episodio de la pesca
encierra una historia de fe: Pedro, luego de un largo proceso,
se encuentra ya en el camino del verdadero seguidor de Jesús.
Lo que en un principio era sólo respeto profundo y humano,
ahora se eleva a formulación religiosa tras el acontecimiento de
la pesca inesperada y abundante: “Soy un pecador” (Lc 5,8).
Entonces surge en Pedro el pensamiento de que Jesús tiene que
ver con Dios. Pedro queda subyugado por la bondad de Dios,
que le ha sido participada por medio de la Palabra de Jesús.
En los versículos finales (Lc 5, 10b-11) se da el esquema de
llamamiento, corriente tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento (miedo/participación de la misión/recepción de
la misión) con una gran novedad: el llamado por Jesús debe
disponerse para consecuencias radicales: “…abandonarlo y
seguirlo” (Lc 5, 11)
La llamada al seguimiento de Cristo encierra, fundamentalmente,
una tarea nueva para con los demás: ser “pescador de
personas”. Es antibíblico el entender el llamamiento como un
egoísmo de la salvación. No se da ningún seguimiento de Cristo
sin apostolado, sin misión. Por tanto, la verdadera vocación se
presenta como una renovación de la vocación al servicio de la
gente que se amontona para escuchar la Palabra de Dios. (Lc 5,1)
PREGUNTAS ¿Cuáles son mis temores para seguir a Jesús?/ ¿Qué cosas me impiden ser verdadero discípulo de Jesús?/
DE REFLEXIÓN ¿Estoy dispuesto a dedicar mi vida al servicio de los demás particularmente de los más arrinconados?
RITOS DE ENTRADA
M. Bienvenidos sean todos y todas a participar del Banquete
Eucarístico. Hoy las lecturas de la Palabra nos invitan a responder
a la llamada de Dios como lo hicieron Isaías, Pablo y Pedro. Con la
disposición de estos hermanos iniciamos la celebración.
1. CANTO DE ENTRADA: “Vienen con alegría” (VSJ. 40)
Vienen con alegría, Señor, cantando
vienen con alegría, Señor,
los que caminan por la vida, Señor,
sembrando tu paz y amor. (2-2)
Vienen trayendo la esperanza
a un mundo cargado de ansiedad,
a un mundo que busca y que no alcanza
caminos de amor y de amistad.
Vienen trayendo entre sus manos
esfuerzos de hermanos por la paz,
deseos de un mundo más humano
que nacen del bien y la verdad.
2. SALUDO
C. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
C. El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a
Dios, esté con todos ustedes.
Y con tu espíritu
3. ACTO PENITENCIAL
C. Hermanas y hermanos: En este Año Santo de la Misericordia con
sinceridad y humildad reconozcamos que somos pecadores ante
Dios Padre y pidámosle el perdón de nuestros pecados. (silencio)
Con corazón arrepentido digamos:
T. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego
a Santa María siempre Virgen a los Ángeles y a los santos y a
ustedes hermanos que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor:
C. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
4. GLORIA: “Gloria a Dios en el cielo,” (VSJ. 88)
Gloria a Dios, gloria a Dios, Gloria al Padre. (2)
A Él le sea la Gloria. (2)
Aleluya, amén. (2)
Gloria a Dios, gloria a Dios, Gloria al Hijo. (2-2)
A Él le sea la Gloria. (2)
Aleluya, amén. (2)
Gloria a Dios, gloria a Dios, Espíritu Santo. (2-2)
A Él le sea la Gloria. (2)
Aleluya, amén. (2)
5. ORACIÓN COLECTA
C. Oremos (Silencio). Dios nuestro, cuida a tu familia con
incansable bondad, y, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza,
defiéndela siempre con tu protección. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
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DOMINGO 5 DURANTE EL AÑO - 7 DE FEBRERO 2016 - Nº 2273 – CICLO C
Que los reyes de la tierra te bendigan
M. Isaías es llamado por Dios para anunciar su Palabra al pueblo al oír las palabras de tu boca,
de Israel. Sin pensarlo dos veces responde: ¡Aquí estoy Señor: y canten los designios del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R.
envíame!
6. PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de Isaías 6, l-2a.3-8
El año de la muerte del rey Ozías, yo vi al Señor sentado en
un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el
Templo. Unos serafines estaban de pie por encima de Él. Cada
uno tenía seis alas. Y uno gritaba hacia el otro:
«¡Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos! Toda la tierra
está llena de su gloria».
Los fundamentos de los umbrales temblaron al clamor de su voz,
y la Casa se llenó de humo. Yo dije:
«¡ Ay de mí, estoy perdido!
Porque soy un hombre de labios impuros, y habito en medio
de un pueblo de labios impuros; ¡y mis ojos han visto al Rey,
el Señor de los ejércitos!» Uno de los serafines voló hacia mí,
llevando en su mano una brasa que había tomado con unas
tenazas de encima del altar. Él le hizo tocar mi boca, y dijo:
«Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido borrada y tu
pecado ha sido expiado».
Yo oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré y quién irá
por nosotros?» Yo respondí: «¡Aquí estoy: envíame!»
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
7. SALMO RESPONSORIAL 137, l-8
R. Te cantaré, Señor, en presencia de los ángeles.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque has oído las palabras de mi boca.
Te cantaré en presencia de los ángeles
y me postraré ante tu santo Templo. R.
Daré gracias a tu Nombre
por tu amor y tu fidelidad.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
9.
EVANGELIO
M. Jesús nuevamentenos nos invita a cada uno
de nosotros a ser pescadores de personas en
todo tiempo y lugar. Para esta gran misión hay
que estar dispuestos a abandonarlo todo.
Aleluia.
«Síganme, y Yo los haré pescadores de
hombres», dice el Señor.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Lucas 5,1-11
En una oportunidad, la multitud se amontonaba
alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de
Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de
Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la
orilla del lago; los pescadores habían bajado y
estaban limpiando las redes. Jesús subió a una
de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se
apartara un poco de la orilla; después se sentó, y
enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando
terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar
adentro, y echen las redes».
Tu derecha me salva.
El Señor lo hará todo por mí.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos! R.
8. SEGUNDA LECTURA.
M. Los primeros cristianos proclaman convencidos el Credo de
su fe, cuyo núcleo es un gran acontecimiento: Jesucristo muerto
y resucitado. De este hecho brota la vocación al apostolado.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los
cristianos de Corinto 15,1-11
Hermanos, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles.
Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié;
de lo contrario, habrán creído en vano.
Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo
murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue
sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura.
Se apareció a Cefas y después a los Doce. Luego se apareció a
más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de
los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció
a Santiago y a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció
también a mí, que soy como el fruto de un aborto.
Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la Iglesia de
Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no
fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos,
aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.
En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y esto
es lo que ustedes han creído.
Palabra de Dios.
Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado
la noche entera y no hemos sacado nada, pero
si Tú lo dices, echaré las redes». Así lo hicieron,
y sacaron tal cantidad de peces, que las redes
estaban a punto de romperse. Entonces hicieron
señas a los compañeros de la otra barca para que
fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron
tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de
Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy
un pecador». El temor se había apoderado de
él y de los que lo acompañaban, por la cantidad
de peces que habían recogido; y lo mismo les
pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo,
compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:
«No temas, de ahora en adelante serás pescador
de hombres».
Ellos atracaron las barcas a la orilla y,
abandonándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor, Jesús,
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COMUNIDAD EUCARÍSTICA: COMUNIDAD MISIONERA
10. HOMILIA – Silencio.
11. CREDO.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión
de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna. Amén.
12. ORACIÓN UNIVERSAL
C. Elevemos nuestra oración a Dios Padre para que su gracia
habite en nuestro corazón y nos haga discípulos de su Reino. A
cada petición respondemos:
Por Cristo, escucha nuestra súplica.
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14. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
C. Señor y Dios nuestro, que has creado los frutos de la
tierra para sostener nuestra fragilidad, haz que estos dones
se conviertan en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
15. CANTO DE COMUNIÓN: “Tú has venido a la orilla” (VSJ. 290)
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos:
tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca,
junto a Ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo:
Por la Iglesia Sacramento universal de salvación: para en mi barca no hay oro ni espada,
que la acción del Espíritu la ayude a cumplir esta misión. tan sólo redes y mi trabajo.
Oremos.
RITO DE COMUNIÓN
Por los que tienen en sus manos los destinos de los
pueblos: para que Dios, Padre de todos, fuente de toda 16. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
autoridad, les conceda la Sabiduría para que trabajen por C. Señor, que nos hiciste compartir el mismo Pan y el mismo
Cáliz, concédenos vivir de tal manera que, unidos en Cristo,
el bien común. Oremos.
demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por
Por nuestra patria Bolivia: para que vivamos en la unidad Jesucristo, nuestro Señor. Amén
y en la solidaridad que Dios quiere para todos sus hijos.
Oremos.
RITO DE CONCLUSIÓN
Por las personas que sufren el abandono y el dolor, por
los enfermos que se sienten solos: para que encuentren
solidaridad en nosotros y en quienes animan la Pastoral
de la Salud. Oremos.
M. Agradeciendo a Dios Padre por habernos convocado
a participar de la Santa Eucaristía, retornemos a nuestros
quehaceres con el firme propósito de ser pescadores de
personas cumpliendo de esta manera la misión que Jesús nos ha
Por esta Asamblea, que se reúne en tu nombre, para que encomendado. Recibamos la bendición para nuestras familias.
en esta Cuaresma aumente su fe y compromiso, y pueda 17. BENDICIÓN SOLEMNE
en este Año Santo difundir en la sociedad boliviana, el C. El Señor todopoderoso les bendiga con su misericordia e
mensaje de la Misericordia de Dios Padre. Oremos.
infunda en sus corazones la sabiduría eterna. Amén.
(Otras intenciones de la comunidad; la Asamblea ha de C. Él, aumente en ustedes la fe y les dé la perseverancia en el
cultivar la solidaridad y orar fervorosamente a partir de bien obrar. Amén.
todo lo que ocurre en este día y en este tiempo.)
C. Él, dirija hacia sí los pasos de ustedes y les muestre el camino
de la paz y del amor. Amén.
C. Padre y Dios nuestro que enviaste a Jesús para salvarnos,
escucha nuestras plegarias y haz que sepamos reconocer tu C. Y la bendición de Dios todopoderoso del Padre, del Hijo (…) y
presencia en cada uno de nuestros hermanos. Por J.C.N.S. del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para
siempre. Amén
Amén
18. CANTO FINAL: “Ven con nosotros al caminar” (VSJ. 246)
13. CANTO DE OFRENDAS: “En este mundo que Cristo nos da” (VSJ. 138)
Mientras recorres la vida tú nunca solo estás:
En este mundo que Cristo nos da
contigo por el camino Santa María va.
hacemos la ofrenda del pan,
el pan de nuestro trabajo sin fin,
Ven con nosotros al caminar,
y el vino de nuestro cantar.
Santa María, ven. (2-2)
Traigo ante Ti nuestra justa inquietud:
Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,
buscar la justicia y la paz.
lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.
Sabemos que vendrás, sabemos que estarás
Si por el mundo los hombres sin conocerse van,
partiendo a los pobres tu pan. (2-2)
no niegues nunca tu mano al que contigo está.
SUGERENCIAS PARA LA CELEBRACIÓN
Estamos en el Año del Jubileo de la Misericordia. Sugerimos destacar estos momentos:
a) Colocar en el recinto del Templo Mensajes tomados de la Bula "Misericordiae Vultus".
b) Prolongar el silencio del Acto Penitencial.
c) Cantar el "Cordero de Dios".
Esta semana iniciamos el tiempo de Cuaresma. Invitar a la comunidad a participar en el programa preparado para
celebrar la Misericordia de Dios.
Antes de la bendición final, invitar a la Asamblea a vivir el rito de la Ceniza el proximo miércoles como la mejor manera
de iniciar la Cuaresma del Año Santo del Jubileo de la Misericordia.
TODOS SOMOS MISIONEROS. SUSCRIBETE REVISTA BOLIVIA MISIONERA • TELF. 2- 2906385
DOMINGO 5 DURANTE EL AÑO - 7 DE FEBRERO 2016 - Nº 2273 – CICLO C
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DOMINGO 5 DURANTE EL AÑO - 7 DE FEBRERO 2016 - Nº 2273 – CICLO C
El Papa Francisco nos dice en el Año santo de la Misericordia
Estar aquí para tener la experiencia de su amor, es
sobre todo fruto de su gracia. Como nos ha recordado
el apóstol Pablo, Dios nunca deja de mostrar la
riqueza de su misericordia en el curso de los siglos. La
transformación del corazón que nos lleva a confesar
nuestros pecados es “don de Dios”: nosotros solos no
podemos. El poder confesar nuestros pecados es un
don de Dios, es un regalo, es “obra suya” (cfr Ef 2,810). Ser tocados con ternura de su mano y plasmados de su gracia nos permite, por lo tanto, acercarnos
al Sacerdote sin miedo por nuestras culpas, sino con la certeza de ser recibidos en el nombre de Dios,
y comprendidos a pesar de nuestras miserias. Y, también, dirigirnos sin un abogado defensor: tenemos
sólo uno, que ha dado la vida por nuestros pecados. Es Él que, con el Padre, nos defiende siempre.
Al salir del confesionario, sentiremos su fuerza que restaura la vida y devuelve el entusiasmo de la fe.
Después de la confesión seremos renacidos.
EL PAPA FRANCISCO NOS REGALÓ ESTE MENSAJE EN SU VISITA A NUESTO PAÍS
En el testimonio de los hermanos que han intervenido he podido comprobar cómo el dolor no es capaz de apagar
la esperanza en lo más profundo del corazón, y que la vida sigue brotando con fuerza en circunstancias adversas.
¿Quién está ante ustedes?, podrían preguntarse. Me gustaría responderles la pregunta con una certeza de mi
vida, con una certeza que me ha marcado para siempre. El que está ante ustedes es un hombre perdonado. Un
hombre que fue y es salvado de sus muchos pecados. Y es así escomo me presento. No tengo mucho más para
darles u ofrecerles, pero lo que tengo y lo que amo, sí quiero dárselo, sí quiero compartirlo: es Jesús, Jesucristo,
la misericordia del Padre.
Él vino a mostrarnos, a hacer visible el amor que Dios tiene por nosotros. Por vos, por vos, por vos, por mí. Un
amor activo, real. Un amor que tomó en serio la realidad de los suyos. Un amor que sana, perdona, levanta,
cura. Un amor que se acerca y devuelve dignidad. Una dignidad que la podemos perder de muchas maneras y
formas. Pero Jesús es un empecinado de esto: dio su vida por esto, para devolvernos la identidad perdida, para
revestirnos con toda su fuerza de dignidad.
Me viene a la memoria una experiencia que nos puede ayudar: Pedro y Pablo, discípulos de Jesús también
estuvieron presos. También fueron privados de la libertad. En esa circunstancia hubo algo que los sostuvo, algo
que no los dejó caer en la desesperación, que no los dejó caer en la
oscuridad que puede brotar del sin sentido. Y fue la oración. Fue orar.
Oración personal y comunitaria. Ellos rezaron y por ellos rezaban.
Dos movimientos, dos acciones que generan entre sí una red que
sostiene la vida y la esperanza. Nos sostiene de la desesperanza
y nos estimula a seguir caminando. Una red que va sosteniendo la
vida, la de ustedes y la de sus familias. Vos hablabas de tu madre
[Dirigiéndose a la persona que ha dado su testimonio al principio].
La oración de las madres, la oración de las esposas, la oración de
los hijos, eso es una red y la de ustedes, que va llevando adelante
la vida.
(Discurso en el centro de rehabilitación “PALMASOLA” - Santa Cruz)
Dios habla cada día: del 8 al 14 de febrero 2016
Liturgia de las Horas: I Semana
Lunes:
1R 8,1-7.9-13; Sal 131,6-10; Mc 6,53-56
Martes:
1R 8,22-23.27-30; Sal 83,3-5.10-11; Mc 7,1-13
Miércoles de Ceniza, (Inicia la Cuaresma):
Jl 2,12-18; Sal 50,3-6a.12-13.14.17; 2Co 5,20 -6,2; Mt 6,1- 6.16-18
Jueves:
Dt 30,15-20; Sal 1,1-6; Lc 9,22-25
Viernes: Is 58,1-9a; Sal 50,3-4.5-6a.18-19; Mt 9,14-15
Sábado: Is 58,9b-14; Sal 85,1-6; Lc 5,27-32
Domingo, 1 de Cuaresma: Dt 26,4-10; Sal 90,1-2.10-15; Rm 10,5-13; Lc 4,1-13
ÁREA DE EVANGELIZACIÓN, SECCIÓN: LITURGIA • Casilla 7857 • Teléfono: 2406790- 2406908 • Fax: 2406817
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