Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira 1

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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
¡Si te lo digo soy feliz!
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
¡Si te lo digo soy feliz!
Autor:
Jean Carlos Pereira
www.jpereira.jimdo.com
Director de fotografía y diseño de portada:
March Riera
Asistente de fotografía y escenario
José D. Ojeda Sánchez
Modelo e imagen gráfica
Mary Nelly Sánchez
Depósito Legal:
Ifi25220141502464. Biblioteca Nacional de Venezuela
ISBN:
978-980-12-7511-4
Caracas – Venezuela. 2014.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Del autor:
Jean Carlos Pereira Ramírez, es un venezolano
de sangre y alma, nativo de la aldea tachirense, El
Reverendo. Municipio Uribante. A mediados del
2013 disfruta de los matrimonios (civil-iglesia) junto
a su compañera Marinelly. Sencillo, amigable y
humanista son los principales valores que define su
vida.
Es graduado en educación mención desarrollo
cultural, en la Universidad Experimental Simón
Rodríguez (UNESR) Caracas, en el 2010. Cuenta
con una “muy buena” experiencia en el campo de la
comunicación, especialmente la radio, investigador,
productor audiovisual, web máster y profesor de
básica y universitario. Otro de sus grandes logros
es el proyecto INNOVA MUNDO RADIO que
promociona la ciencia y tecnología hecha en
Venezuela.
Conocer más al autor visita
www.jpereira.jimdo.com
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Dedicatoria
Este libro está dedicado a aquellas que desde el centro de cuerpo desean
mostrar al mundo su pensamiento, anhelo y su punto de vista pero que a causa de
muchas circunstancias en su vida ha perdido la voz, la fuerza, el atrevimiento y la
seguridad de expresar. Es dedicado a quienes han querido decir a los cuatro
vientos que aptitudes del entorno los han afectado, dejado triste y muchas veces
en una constante soledad. Esta obra es hecha para relajar el alma de aquellos que
por culpa de otros prepotentes y arrogantes que han sabido usar la comunicación
responsablemente hoy sufren miedos, enfermedades y castigos sociales. Dedico
este libro ha aquellos lectores que desean rescatar los abrazos, las miradas, las
acaricias, los gestos y la voz para poder comunicar al mundo su mágico ideal.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
INDICE
CAPITULO 2
Quiero decirle al mundo
CAPITULO 3
¿Si oculto mi cara?
CAPITULO 4
Somos más que palabras
CAPITULO 5
¿Me estima o me estimo?
CAPITULO 6
¿Qué hago con saber todo esto?
CAPITULO 7
¿Todos lo sabe pero cuantos lo viven?
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Introducción
Desde mi infancia y en los sistemas educativos por donde pasé una teoría
siempre reinó: donde habla los adultos no se meten los niños. No solo era una
teoría sino también tenía sus principios: si no sabes sobre un tema no opine ni
averigüe, no mires a las personas que hablan directamente a los ojos, no
contradigas lo que los adultos dicen, los padres y maestros siempre tienen la razón
y cuando vayas a comunicar algo debe hacerlo con rostro serio, buenas palabras,
tono adecuado y para cerrar la lista: cuando las personas te den el derecho a la
palabra.
Cuando llegué al liceo recuerdo la primera lección de lenguaje: la
comunicación es un proceso donde el emisor envía un mensaje al receptor y para
este proceso es necesario las normas del buen hablante y el buen oyente, es más,
mientras uno habla él otro calla. También aprendí del bachillerato que la
comunicación solo la manejaba aquella persona con un buen vocabulario, nivel
académico y con cultura (culta). Me enseñaron que la comunicación era medios
(radio, tv, prensa) y esos medios eran manejados por grandes profesionales de la
palabra y de la imagen.
Recuerdo también que yo siendo niño era más salido que tolva de camión
(extrovertido). Hablaba hasta por los codos, preguntaba más que un cura, tocaba
más que un músico, brincaba más que un chivo y miraba hasta lo que no quería
las personas que viera. Esa aptitud me llevó a conocer mucho pero a mamá las
vergüenzas que le hice pasar fueron inmensas y como todo, pagaba las
consecuencias en casa sin embargo jamás dejé de ser inquieto.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Les cuento mi breve historia porque resume la manera de educar en mi
época y mi entorno social. Además muestra que desde niño me ha costado estar
conforme con lo dice la gente, la norma y la lógica social. Siempre me pregunté por
qué debo callar ante aquella persona que atenta contra mi personalidad y mis
logros, callar ante el familiar mal intencionado, el vecino entrometido, el compañero
insoportable y después de viejo, ante los jefes inconscientes, entornos hostiles y
por supuesto ante la tendencia jurídica y política.
Crecí con esas ideas girando en el cerebro y con los otros sentidos a mil por
hora que observaban y analizaba como aquellas personas con poder sobre otras
se hartaban la vida destruyendo al prójimo; sobre todo con las personas que no
podían hablar por pena, miedo y temor. Por más que trataba de entender porque
aquellas personas actuaban así no tenia éxito ni saciaba mi inconformidad.
En 1999 tuve la oportunidad de llegar al mundo de la radio y ver desde otro
ángulo el fulano mundo de los medios de comunicación, la verdad, más confusión
obtuve porque vi allí el culebrero, el quítate tú para ponerme yo, la envidia y
egoísmo en potencia, el dinero como base de la comunicación y vi por vez primera
que quien podía hacer radio era el que tenia habilidad para vender y obtener
beneficios para la estación y no el que sabía supuestamente comunicar.
En el 2003 me mudo a la capital venezolana (Caracas). Lucho con toda mi
fuerza y logro entrar en una radio privada de la ciudad, allí tuve la oportunidad de
conocer varios locutores y periodistas famosos que estaban para el momento en
su gloria en el mundo de la televisión pero es justo ahí donde comprendo que
quienes supuestamente eran profesionales de la comunicación eran en su mayoría
déspota en su vida real, que en camera eran amables y frente a las personas eran
otras. Sin exagerar conocí varios famosos que sus virtudes era ignorar a cualquier
humano común que se le apareciera en su frente. A raíz de esto me desilusioné de
los mal llamados medios de comunicación o al menos dejé de verlos como naves
espaciales de impresionantes luces.
Ya hasta aquí eran dos ideas que trataba entender: ¿Por qué quienes tenían
la habilidad de expresar sometían y se burlaban de aquellas personas que sufrían
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Sí te lo digo soy feliz
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de miedo, pena o vergüenza para hablar? Y la otra ¿Quiénes eran en realidad los
supuestos profesionales de la comunicación que tenían el secreto para hablar bien,
bonito y convincente?
En el 2005 inicio los estudios de pregrado y tomé como carrera la educación.
Ya con lo que había visto en el campo de la comunicación bastó para que sacarme
de la cabeza ser comunicador social, más aún, cuando vi el trabajo fuerte que
pasaban los periodistas que no eran famosos o cubrían fuentes en las calles, eso
borró por completo mi anhelo por esta profesión. Durante los cinco años en la
universidad trabajé en una sola comunidad, llevé junto a mi equipo de estudio
varias investigaciones donde participaron niños, jóvenes, adultos hasta abuelitos.
En estas investigaciones en la comunidad analicé al máximo los patrones de
conductas en relación a la historia y la era tecnológica, comparé la autoestima
social entre la antaña y la presente, el compartir colectivo en sus primeros años y
la década del 2000. Concluyendo: que una comunidad sea familiar o colectiva que
comparte o dejar fluir las expresiones humanas también llamadas expresiones
culturales se mantiene unida, armónica, preservada y tiene menos riegos de
violencia social, liderazgos dañinos, eventos nocivos y de auto degeneración.
Simultáneo a mi carrera en la universidad inicié un proyecto radial que
promocionaba la ciencia y tecnología hecha en Venezuela, este me permitió
conocer y relacionarme con científicos, tecnólogos, innovadores y especialistas en
ciencia y tecnología; lo que me ayudó a ver la tecnología como simples
herramientas para la sobrevivencia humana y que con ellas podía darle al mundo
un helado de fresa o una bomba nuclear. Desde allí me convencí que el problema
no era la tecnología sino quienes la usaban, en otro contexto, el problema no era
los medios de comunicación sino la cultura y la conciencia de quienes producían
los mismos.
Ya feliz de tener mi primera teoría concluí: como los medios de comunicación
son simples herramientas tecnológicas, entonces, la comunicación la genera y la
produce los seres humanos. Si todos somos humanos, todos somos
comunicadores solo falta algún motivo para producir un proceso de comunicación.
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Sí te lo digo soy feliz
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Luego de mi graduación como licenciado en educación mención desarrollo
cultural (2010), me enfoqué en ejercer mi profesión. Aporté como educador en
varios programas gubernamentales, me brindaron la oportunidad de ser profesor
en una importante universidad venezolana y lo más vigente, soy docente de
educación básica en una escuela pública. ¿Para que les cuento esto? Para
decirles que he realizado varios diagnósticos y diversas conclusiones sobre la
comunicación entre humanos, a la vez, estas han sido puestas en experimentos y
cada año tengo nuevos resultados.
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CAPITULO 2
Quiero decirle al mundo
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Sí te lo digo soy feliz
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Hay personas que tienen todo en la vida incluyendo una expresión anhelada
por muchos pero que terminan hiriendo a su entorno con su forma de comunicar.
Esas personas son las que tienen una autoestima complicada que se le escapa
con las palabras y sus formas de actuar. De eso vamos a tratar en el presente
capítulo analizando como la comunicación está fuertemente enlazada con la
autoestima y las expresiones humanas.
La primera teoría que quiero compartir contigo querida y querido lector es la
comunicación como principal condición de sobrevivencia humana y de
entendimiento entre individuos o grupos de ellos, en otras palabras, la única forma
de construir lo que hoy llamamos “la sociedad”. La defino como condición porque
es parte de nuestro cuerpo o de la genética humana, la usamos cotidianamente de
manera inconsciente, sin aplicar formulas, lógicas matemáticas ni argumentos
científicos para dejar salir un hola, una sonrisa, un abrazo o un buen día: solo
hace falta cruzarse con otro ser humano para que la comunicación como condición
se active y nuestros sentimientos fluyan.
Alguien con un buen manejo de la comunicación es una persona simpática,
tierna, amigable, expresiva, inspiradora de buenos ratos, su rostro es atractivo,
confiable, sincero y por lo general provoca compartir tiempo con la misma. Las
personas con esta característica sufren menos de estrés, tención, gastritis, mal
humor y prepotencia. Saber comunicar drena el cuerpo humano de cargas de
energías negativas, controla ambientes comunes y logra objetivos que no podría
alcanzarse de otra manera. Ver la comunicación como condición justifica porque
expresamos nuestros sentimientos automáticamente (sin pensar o planificar) tal
como lo hacemos con otras partes del cuerpo (los pies o las manos).
Comunicar es aquel proceso donde la retroalimentación de información es su
principal base y para que esto se dé se necesita que los individuos sepan
escuchar, comprender y expresar; en otras palabras quien le guste hablar necesita
aprender a escuchar y valorar su oyente así como expresar responsablemente. La
comunicación como condición es necesaria para que el individuo se integre a la
sociedad, exprese sentimientos y se haga sentir presente en un entorno.
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Sí te lo digo soy feliz
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Es bueno que analicemos la comunicación desde otro aspecto, el que
siempre nos los dieron en la escuela o en el hogar: la comunicación como
herramienta. Es aquella que permite al ser humano multiplicar su ideal y esto lo
logra preparando un discurso, proponiendo metas, previniendo todo el proceso,
hasta esperando resultados. Es decir todo está calculado. Es el tipo de
comunicación que usa el maestro, el sacerdote, el político, los presentadores de
televisión, radio y prensa escrita.
Si analizamos el párrafo anterior vemos que en la comunicación como
herramienta el mensaje es estudiado, planificado y rigurosamente ejecutado. A
diferencia en la comunicación como condición el mensaje es imprevisto,
sorpresivo, inmediato y lo peor es que a veces expresamos pensamientos que nos
deja mal parados, caemos mal o nos mete en problema, es la comunicación que yo
llamo real o sincera. De esa comunicación es la que vamos hablar a continuación.
Desde que aparecieron los medios de masificación de información; los mal
llamados medios de comunicación social. Han hecho que la mayor parte de las
personas relacionen comunicación con herramientas técnicas (radio, tv, prensa) y
no como necesidad prioritaria para el bienestar humano. Vemos hoy que la tarea
de comunicar se le asignó a los periodísticas, locutores y oradores cuando
realmente todos comunicamos, expresamos, generamos y procesamos
informaciones, es decir todos somos comunicadores y cuando comunicamos se
activa, drena y relaja muchas partes del cuerpo y espíritu humano. Por esta razón
contradigo mucho la teoría que me enseñaron en el sistema educativo donde la
comunicación a una simple herramienta: emisor-código-mensaje-receptor, es
decir, una comunicación lineal que va y no regresa, que no se interrumpe, que los
protagonistas no se mueven y tienen un mensaje perfecto.
Cuando me pregunta ¿qué es para ti la comunicación? Me gusta decir: es
un proceso cargado de adrenalina que se convierte en emoción, una corriente que
aumenta en milésimas de segundos entre el cerebro, la boca del estómago y
estimula los pulmones, las cuerdas vocales y hasta la lengua para terminar en una
explosión de sonido; pero no solo eso, a veces toda esa energía se direcciona a
cualquier parte de nuestro cuerpo motivándonos a expresar con una mirada, un
guiño, un gesto, una sonrisa, una lagrima, un abrazo, un golpe, un escrito, un
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Sí te lo digo soy feliz
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dibujo y hasta con una mala cara. Para mí no existe comunicación si todos estos
detalles no están presentes, si el mensaje no mueve la fibra del oyente-hablante, si
no hay batallas de expresiones y si al final del mismo no queda una paz,
satisfacción y acuerdos.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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Sí te lo digo soy feliz
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CAPITULO 3
¿Si oculto mi cara?
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Sí te lo digo soy feliz
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Si oculto mi cara con la tecnología
En la sociedad de hoy a pesar de los adelantos tecnológicos en
telecomunicaciones la mayor parte de quienes la integran tienen graves problemas
de comunicación. Esto porque la gente ha dejado que las tecnologías den su cara,
sean su voz, viva las situaciones y de ñapa solucionen los problemas. La verdad
es que en la actualidad las personas son unas detrás de los dispositivos
electrónicos y otras frente a los mismos. El típico caso de los teléfonos inteligentes,
las computadoras con sus redes sociales y demás dispositivos electrónicos; donde
los usuarios de estos sistemas son unos voraces y temibles seres detrás de los
aparatos y angelicales o frágiles cuando están en persona, en otras palabras: si no
existieras tales tecnologías estas personas no expresarían sus sentimientos,
creencias y percepciones, diría yo más violencia y estrés social.
El problema de comunicación entre individuos se ha agravado tanto que
ahora la mayor parte de las discusiones se prende y se resuelve a distancias (por
el teléfono o pc’s). Bueno para aquellas personas que sufren de violencia
domestica pero dañino para quienes solo se pueden expresar a través de los
dispositivos electrónicos. La tecnología puede acercar a los distantes pero alejar a
los cercanos, en otras palabras: tener dependencia de herramientas para expresar
los sentimientos es equivalente a tener boca y no usarla, tener una cama y dormir
parados, tener ropa y aguantar frio. En la actualidad hay padres e hijos que viven
en el mismo hogar pero se comunican solo por teléfono, redes sociales o
dispositivos electrónicos, se enteran de los problemas de sus familiares por
mensajes dejados en sitios públicos pero no porque se hayan sentados a
compartirlos entre familia, viéndose la cara uno al otro y buscando manera
agradables de solucionarlos. Lo ideal es que los seres humanos aprendan a
expresar todos sus sentimientos con responsabilidad y que cada situación sea una
estrategia de solución de inconvenientes, de manera que cada conflicto deje una
enseñanza a los involucrados, que los mismos se sientan desahogados, tranquilos
y se fomente la autoestima y seguridad en los actores inmersos en el caso.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Las personas con una comunicación poca efectiva es muy probable que
termine en frustración, depresión o se auto aislé de su entorno familiar o social.
Primero porque teme que sus expresiones no calcen con el pensamiento colectivo
y segundo porque siente que no tiene derecho a participar en conversaciones que
supuestamente desarrollan personas especializadas. Insisto lograr expresar
responsablemente sus sentimientos en vivo y directo (persona a persona) drena el
malestar, bota la calentura, relaja los músculos del cuerpo, hace sentirse bien
consigo mismo, fortalece su seguridad, tranquiliza su entorno y soluciona sus
situaciones de manera favorable. Todo esto se da porque al igual que la fiebre
drena el malestar del cuerpo con el calentamiento del mismo, la energía negativa
drena también a través de la comunicación.
Si oculto mi cara con el respeto
Los miedos a expresar los sentimientos, ideales, puntos de vistas, estados
de salud, características físicas y psicológicas parte desde la niñez de cada ser,
pues influye los patrones de educación que les da los padres, el entorno social,
religioso, las leyes y por supuesto la cultura. El hecho que desde niños se nos
prohíben muchas cosas, el reino de los “no”, no hagas esto, no hagas aquello, no
toques, no brinques, no hables, no preguntes, no mires; hace que sea imposible
expresar, proponer o participar en la cotidianidad social por el miedo que traemos
desde niños a ser reprochados o rechazados, no queremos ser imprudentes o
juzgados; es ahí donde muchos prefieren usar un dispositivo electrónico (pccelular) para decir al mundo lo que quieren sin ser sancionados o interrumpidos
antes de terminar sus mensajes. Teniendo en cuenta que no toda persona tiene
acceso a un psiquiatra o un psicólogo, tal vez por condiciones económicas, otras
por perjuicio (creen que estos profesionales son solo para locos) terminan la vida
sin superar miedos de la infancia, sin poder ser libres de malestares
comunicacionales, odiando a muchos y hasta con rabietas hacía ellas mismas.
Es aquí donde entran las diferencias sociales, las apatías comunitarias, las
disputas entre vecinos, las envidias entre individuos y los problemas familiares.
Todos estos problemas que impacta la convivencia humana parten por los seres
no se saben comunicar efectivamente o no maneja la comunicación responsable.
En estos días donde la libertad de expresión es un derecho de todos se la ha
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Sí te lo digo soy feliz
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tomado como libertinaje social, ahora se piensa que comunicar es hablar mucho,
gritar más fuerte, imponer con dolor, ofender hasta hacer llorar y estar siempre a la
defensiva. Lo peor es que este tipo de personas son las que terminan siendo
líderes sociales o políticos, jefes y de seguro padres que aplicaran este patrón de
vida a todos sus súbitos. Por esta razón el entendimiento en las organizaciones
comunitarias, sociales o familiares se hace cada día imposible, porque se cree que
él sabe comunicar es él no se cada callado por nada, a nadie y puede someter a
cualquiera.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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Sí te lo digo soy feliz
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CAPITULO 4
Soy más que palabras
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En este capítulo entenderemos lo importante que es controlar y cuidar lo que
nuestro cuerpo dice. Él cada ratito nos contradice, revela lo que en verdad
pensamos y queremos, lo peor de todo que lo hace de manera real, convincente y
en contra de nuestra voluntad. Nuestro cuerpo no pierde esa virtud que poseemos
cuando niños decir todo aunque la consciencia no lo quiera.
Tuve la grandiosa oportunidad de leer un libro del escritor venezolano Jhon
Mayer, el poder de ser uno mismo. Me impacto su teoría de las máscaras. Él dice
que de manera que el ser humano crece va adquiriendo mascaras que perduraran
toda la vida, máscaras que usará para protegerse de las situaciones cotidianas y
para no ir en contra de la sociedad. El problema que yo veo es que esas mascaras
se nos cae cada rato del cuello hasta los pies y logramos mantener las de nuestras
caras y a veces ni esas.
Desde chicos los padres nos han enseñado que debemos cuidar nuestras
palabras porque ellas revelan la educación que tenemos y a la vez la sociedad nos
juzgará por la manera que hablamos. En la escuela nos han llenado con la teoría
del buen hablante y buena oyente, ósea emisor, mensaje y receptor, y en el liceo
con unidad curricular llamada lenguaje nos marea con un montón de teorías que al
final no usamos en la vida. Después le perdemos la pista a esa mágica palabra
llamada “comunicación” y quienes seguirán explorándola son aquellos que
decidieron estudiar comunicación social, psicología y carreras afines. A lo que
quiero llegar: pareciera que desde bachillerato la bondad de la comunicación
desapareciera de los derechos y habilidades cotidianas del ser humano y se fueran
a un grupito de personas que están dotados celestialmente para ejercer la
comunicación y decir: quienes hablan bien o bonito, los cultos.
Analizando el caso que el derecho y la habilidad de comunicar o expresar
desaparezca del bachillerato en adelante tiene hasta su lógica. En mi país la
comunidad estudiantil la prepara para ser empleados, dependiente laboral y no
para independizarse económicamente. Entonces eliminar la virtud nata de
comunicar o expresar es vital para las empresas y quienes gobiernan nuestras
vidas, mientras más sumisos somos más dóciles y sometidos quedamos, mientras
menos expresamos menos peligrosos para los jefes parecemos y por ende
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Sí te lo digo soy feliz
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mientras menos garras mostramos más oportunidades, tranquilidades y pocos
sufrimientos nos garantizan.
Sé que el mar de palabras en el párrafo anterior te volvieron loco o loca pero
trataré de enderezarlas con un ejemplo. Si eres una persona proactiva, inteligente,
capaz, dispuesta, preparada y con muchas habilidades, de ñapa defensor de sus
cualidades y de los demás (justo) es más probable que sufras que una persona
sumisa (ajustable). Los jefes o lideres que siempre van impedir que sus empleados
o súbitos los superen y por lógica mientras menos expreses o comuniques sus
talentos menos dolores de cabezas tendrás. Ojo. Esto lo digo para que estén
claros lo que pueden enfrentar siendo proactivos pero es un riesgo que se debe
correr si queremos ser exitosos algún día.
Somos más que palabras. La mentira ¿buena o mala?
El hecho que los padres cuiden nuestro lenguaje siendo niños también tiene
su lógica. Al mundo no le gusta escuchar la verdad prefiere vivir en una mentira
universal, una mentira que clama diariamente decir la verdad pero si esta se dice
estamos fritos. Que el mundo viva en una gran mentira colectiva se entiende
porque duele menos pero la realidad es que la sociedad no está aún preparada
para aceptar la verdad como reina universal. Prueba de esto dile a su jefe o padre
que se equivoca, que comete errores, dile ladrón al ladrón, corrupto al corrupto,
frustrado al que se da de serio o envidioso al es que es así. En otras palabras la
sociedad fomenta la hipocresía para no herir al entorno y es por esto que aún nos
siguen enseñando el respeto absoluto, la sumisión, las ideologías y los patrones de
conductas.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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CAPITULO 5
¿Me estima o me estimo?
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Errar es de humanos, la aceptación
SI los humanos aceptaran sus virtudes y debilidades sin ningún tipo de
complejos las verdades sobre su ser no les molestaría y estarían siempre
dispuesto a recibirlas, transformarlas y superarlas; si esta realidad fuera así la
violencia social no tendría cabida en el mundo.
Siempre nos han enseñado que autoestima es quererse uno mismo pero la
han orientado hacia los sentimientos, la adolescencia y la depresión. Hoy cuando
escuchamos hablar de la autoestima es porque alguien está metido hasta el fondo
en una frustración severa o porque una o un adolescente se corta las venas o
alguien está bajo los zapatos de otro, sometido. Ahora veamos lo contrario: otros
que tienen la autoestima por el piso son aquellos que no se reconocen, que no
capaces de aceptar debilidades y potencialidades, que no permiten ayuda extra
porque el orgullo controla sus seres y aquellos que no están dispuestos al escarnio
público, a las sanciones morales y a los nuevos cambios.
Cuando nos hablan de autoestima en la escuela deberían enseñarnos a
valorar lo que somos, lo malo y lo bueno, las fallas y los acertados, las caídas y el
éxito, el dolor y la felicidad. Deberían prepáranos para los golpes de la vida y como
salir de ellos exitosamente, que para llegar a un objetivo hay muchas horas de
dolor, angustias y errores; que genial sería que nos dijeran desde chicos que el
dolor, las angustias y errores no son malos en realidad, que son necesarios para
aprender, corregir y hacernos fuertes, que es como costo para obtener una
felicidad. Si todo esto se nos enseñara desde niños entonces estaríamos
conscientes que errar es de humanos, es un aprendizaje y que es un paso
obligatorio para el éxito; de ser así: no nos constaría tanto aceptar durante nuestra
vida que tenemos debilidades, fallas y que necesitamos de los demás para hacer
una buena vida.
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Sí te lo digo soy feliz
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Cuando el ser humano se acepta tal como es deja un peso increíble detrás y
sigue livianito para darle la bienvenida a los nuevas vivencias, a las condiciones
favorables que nos llevará al éxito y una tranquilidad hermosa que pocas palabras
y momentos malos pueden afectarla, eso se logra reconociendo todo lo malo que
tenemos y todo lo bueno que somos, de tal forma que cuando me reprochen o
recuerden mis debilidades, yo haya adelantado ese paso y pueda responder “Si lo
sé, como hacemos para cambiar eso” dándole un impacto de primera a nuestro
juez frustrado o quien se tomó la libertad de juzgarnos.
Para demostrar la teoría de que el mundo no está preparado para verdad
absoluta y que eso es un reflejo que pocos nos auto valoramos apliquemos este
ejercicio; dile fea a una fea, gordo al gordo, mentiroso al mentiroso, fracasado al
fracasado, frustrado al frustrado, incompetente al incompetente, débil y miedoso al
prepotente o arrogante, problemático al problemático, débil o sin autoestima a la
operada de las lolas, al inyectado de testosterona y a quienes tienen cuatro novias
o novios por año; solo dile estas palabras de acuerdo al personaje y situación que
tenga al frente y verás que saldrás frito/a como una tocineta, eso si no me culpe si
te pegan una bofetada.
Si cada quien se aceptara como es no le dolería la palabra, un gesto ni
menos el tono que se use porque estaríamos preparados para reírnos o al menos
tolerar cuando un ó una imprudente nos recuerde como somos; entonces la
comunicación en su máxima potencia reinará la humanidad. Si esta teoría existiera
entonces no habría fobias o prejuicios a como realmente son los seres humanos,
nos fijaríamos más en la inteligencia de la fea, la ternura de la gordita,
aceptaríamos que todos somos mentirosos y cometemos errores que nos apena,
valoraríamos los esfuerzos del fracasado, la incompetente pediría ayuda (sobre
todo los jefes y políticos), estuviéramos artos de las peleas, nos sentiríamos muy
orgullosos de nuestras condiciones corporales y explotaríamos más la simpatía
interna y por supuesto el amor seria visto de otra manera, la procreación sería
anhelo y no por errores, al final de todo se vería a los y las fanáticas del sexo con
diversas personas (montan cachos) como una enfermedad que se escapa de la
conciencia humana.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Ya que estoy aclarando ciertas ideas aprovecho comentar que no tengo
nada contra las mujeres operadas de senos y glúteos, ni con los hombres que
inyectan. Es que conozco varias personas que sufren del mismo problema,
algunas se le hace difícil aceptar su cuerpo, otras son inestable sentimentalmente,
cualquier persona, palabra, mirada o gesto las derrumba. Aunque pude haber
hecho este libro sin tocar este tema sería mezquino de mi parte no alertar, así me
odien algunas o algunos, sugerirles que exploren primero su belleza interior, que
deje fluir lo más hermoso que hay en su alma, que aprendan a reír, dar abrazos,
besos, decir palabras bonitas, explotar ese o esa poeta interior, aprendan a ser el
centro de felicidad de quienes estén a tu lado, grita, juega, atrévete a las locuras,
en otras palabras enamora con tu alma, con la dulzura del corazón, con los más
hermosos sentimientos y si no funciona: que más, ve al quirófano pero no sin antes
proponerle una revisión de los miedos, situaciones y frustraciones que ocurrieron
en su infancia o adolescencia, y si es necesario realmente una decisión como esta.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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Sí te lo digo soy feliz
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CAPITULO 6
¿Qué hago con saber todo esto?
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Lo primero que tenemos que saber es que no vamos a cambiar el mundo
con este libro pero cambiamos nosotros. Como lo he dicho muchísimas veces la
sociedad no está preparada para aceptar la verdad absoluta y por lo tanto si nos
pasamos de los limites en lo que debemos decir o no puede ser catastrófico para
nuestra armonía en la tierra. Conocer lo que le divulga este libro ayuda a
comprender la sociedad y a vernos menos heridos de lo que suceda en ella contra
nosotros.
Les contaré una experiencia que viví y solo porque se lo que les comparto en
este libro pude resistir. Soy graduado en educación mención desarrollo cultural, en
mi infancia, en mi escuela de básica no pasamos de ver sumas, restas,
multiplicaciones, divisiones normales y de una cifra. En mi bachillerato pocas
fueron las clases dadas y comprendidas por mí en esta área; además de esto
estudié por parasistemas y obviamente consciente de mi debilidad por los números
estudié una carrera muy alejada de esta ciencia.
Tengo una ventaja hasta el 2014, 16 años de experiencias en los medios de
comunicación y todas las áreas de producción para emisoras de radio y esto, más
que tomé muy en serio mi carrera en desarrollo cultural consolidé una buena base
que me va de maravilla dando clases en universidades y programas de estudios
para adultos. Pero como todo no puede ser color de rosa me vi en la necesidad de
tener trabajo que cuyos ingresos fueran seguros y me brindará estabilidad laboral,
más si tengo un matrimonio y familia en camino. Se me ocurre la brillante idea de
llevar mi currículo a una escuela pública y para preparatoria de educación básica.
Me asignan un sexto grado y estando ya ahí, analizo: oye tengo que dar
todos los contenidos programáticos incluyendo matemáticas. Comienzo contra reloj
a batallar en mi casa, estudiar decimales, fracciones, ecuaciones, mcm, MCD pero
el día menos esperado me llegan al aula, supervisan los contenidos vistos y notan
debilidad en la dichosa matemática. Les cuento que ese día yo sudaba, se me iban
las luces del cerebro, me ardía la cara de vergüenza y lo peor; quién me supervisó
sabía desde un principio mi debilidad en esa área y colocó varios ejercicios
matemáticos sobre decimales y se fue. Los niños y niñas me tenían acorralado
explíqueme esto, explícame aquello y en una de las mías, con la verdad por
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
delante, les reconocí que tenía esa debilidad, que estaba pagando un docente
particular para que me orientara en matemática y que también estaba aprendiendo.
De verdad me pareció cuchi (romántico-simpático) decirles la realidad y
pensé: será algo motivador porque pocos docentes tienen la fuerza de aceptar que
son débiles en ciertas cosas y que no son los sabelotodo. Les cuento fue lo peor
que hice: se enteró toda la comunidad, los representantes y un alumno del aula se
lo contó a la directora. Lo demás pueden imaginarlo.
Les conté esto para tener un ejemplo real de mi teoría y es un ejemplo que
viví el mismo año en que escribí este libro (2014). ¿Por qué digo que la sociedad
no está preparada para aceptar la verdad absoluta? Porque el escarnio público que
yo viví no tenía que serlo de esa manera. Tu, querido o querida lectora ya sabes
porque yo estaba débil en matemática y lo mismo le expliqué a la persona que me
entrevistó para darme el trabajo, ella lo sabía y no debió realizar esa acción sin
antes hablarme o prevenirme, en otras palabras si me das la oportunidad
oriéntame y no me destruyas de lo contrario no tomes la molestia de abrir medias
puertas. Si un profesor me dice “déjame averiguar y luego te digo porque no tengo
idea de tal cosa” Yo, lo entiendo, lo comprendo y lo felicito por ser sincero y
enseñarme a estar seguro antes de abrir la boca. Por otra parte sin un profesor o
cualquier profesional me dice “yo no sé resolver esa operación pero ahora mismo
estoy preparándome con alguien que si sabe” Yo, lo felicito y lo admiro por su
valentía de reconocer su debilidad. Y mientras la sociedad siga siendo como fue en
mi caso seguirá cosechando ineptos que luego tomará funciones en instituciones
de vitalidad publica y preferirán destruir cualquier sistema ante de reconocer que
no saben, que se les olvido, que nunca lo vio y que necesita de una ayudadita para
ponerse en el carril que es. O simplemente para refugiarse del escarnio público, la
burla y el señalamiento de muchos que tampoco saben prender el mechero no se
atreven a mostrar debilidad ante los demás y toma la arrogancia y prepotencia
como arma de defensa y de dominio.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Por esta razón es que encontramos personas que no saben en altos cargos
públicos y aunque ellas desean pedir un apoyito, un asesoramiento o una simple
orientación “sencillamente no pueden” quien va a estar dispuesto a enfrentarse
tremendos escándalos sin que lo destruyan.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
CAPITULO 7
¿Todos lo sabe pero cuantos lo viven?
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Para darle más fortaleza a este libro e incluir la posición del público en mi
teoría sobre la comunicación he realizado un estudio a 213 personas usando para
la recolección de información dos encuestas entre diez y doce preguntas que van
desde cómo ven ellos la comunicación hasta como la aplican en su vida cotidiana.
Antes de analizar los resultados es bueno que recordemos desde cuando
nos han limitado el derecho y la libertad de usar la comunicación en su máxima
expresión. Viajemos en el tiempo unos cuantos siglos atrás cuando leer y escribir
era un privilegio solo para los dueños o hijos de los gobernantes de los pueblos o
lugartenientes. Desde ese momento en que solo la elite o a alta sociedad podían
usar las herramientas básicas de la comunicación (lectura y escritura) comenzó el
aislamiento de quienes podían o no podían hablar o dirigirse al resto del mundo.
Fue tan impresionante la forma en que se limitó la libertad de comunicar que hubo
un momento en la historia que ni se podía hablar entre las servidumbres y menos
un servidumbre con su amo.
Desde ese entonces y con la aparición de los medios de masificación de
información (mal llamados medios de comunicación) el derecho a comunicar fue
otorgado a unos pocos de la sociedad, los políticos, los periodistas, los maestros,
los representantes religiosos y los estudiados de las grandes familias. Era tan
reservado ese derecho en un momento de la historia que saber leer o escribir
siendo servidumbre era un delito y podría ser severamente castigado.
Años luego las altas cúspides y quienes manejaban los medios de
masificación de información se dieron cuenta que podía incidir en el pensamiento
colectivo a través de los mismos y es allí donde nace la industria comunicacional
que hasta hoy reina y construye los patrones de conducta que dirigen la sociedad.
Ya cuando el pueblo había obtenido el derecho a leer y escribir pero no a pensar o
poner su posición ante la sociedad este pasa a ser nuevamente victima pero en
este caso de la industria comunicacional, la que indicaría cuales serían sus futuras
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Sí te lo digo soy feliz
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necesidades, como harían para suplirlas y que harían falta para ser parte del
común social; problemas que nos acompaña fuertemente en nuestros días.
Sin más preámbulo vamos a trabajar con los resultados del estudio realizado
entre el 2012 y 2014, a doscientas trece (213) personas, entre los 15 y 60 años, en
los estados Miranda, Vargas y Distrito Capital – Venezuela. Ciento noventa
personas son estudiantes universitarios, diez estudiantes diversificados, trece
público en general. El mayor porcentaje de estudio se enfoca en universitarios
porque tienen conocimientos más vigentes y están en etapa de formación
académica.
PREGUNTA 1
Se les consultó a 213 personas
La palabra comunicación usted la relaciona con:
*Opción A) Medios de comunicación
* Opción B) Condición/sobrevivencia humana
* Opción C) Nuevas tecnologías
Las respuestas fueron:
92 personas
Con los medios de comunicación
114 personas
Con una condición y con la sobrevivencia humana
6 personas
Con las nuevas tecnologías.
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Sí te lo digo soy feliz
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1 persona no responde
Me alegra inmensamente que 114 personas compartan mi visión que la
comunicación es una condición del ser humano, la usamos para equilibrar
emocionalmente nuestro cuerpo, para integrarnos, retroalimentar y proyectar
nuestros ideales y que la usamos de manera inconsciente. Este resultado también
nos demuestra que ha tenido resultado esa idea que nos vendieron hace años que
los medios de masificación son medios de comunicación social, prueba de esto 92
personas relacionaron la pregunta con los medios de comunicación.
La deferencia entre comunicación y medios de masificación es clara. Si yo
comparto con otra persona frente a frente, en ese momento de comunicación
vamos usar más que palabras, miradas, abrazos, sonrisas y si estamos molestos
palabras, enfrentamientos, puntos de vistas, tonos de voces hasta golpes. En este
proceso va estar presente la interactividad, el intercambio de ideas y
retroalimentación de información. Caso contrario a un periódico, una radio, un
canal de tv, otros. Si dicen algo contra alguien, ese alguien no puede defenderse
inmediatamente, solo hay una versión de los hechos, el periodista o locutor va
emitir siempre a su conveniencia y por supuesto se aplica la teoría de que uno
habla y el otro solo escucha en la distancia.
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Sí te lo digo soy feliz
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PREGUNTA 2
Se les consultó a 213 personas
¿Quiénes deben y pueden hacer la comunicación?
*Opción A) Los periodistas
*Opción B) Los políticos
*Opción C) Las empresas
*Opción D) Todos los seres humanos
Las respuestas fueron:
8 personas
Con los periodistas
3 personas
Con los políticos
3 personas
Con las empresas
199 personas
Todos los seres humanos
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Sí te lo digo soy feliz
Jean Carlos Pereira
Vuelvo a ganarme otra preguntita para mí. 199 personas de 213 consultadas
están claras que la comunicación es de humanos y que todos tenemos esa
potestad. ¿Entonces qué pasa con el mundo hoy? ¿Por qué tanta violencia y
problemas de comunicación en la sociedad?
Fácil la respuesta, todos estamos claros que podemos comunicarnos o
expresarnos, el problemilla es que no todos sabemos cuándo, cómo y con quien
hacerlo, sumado a eso el mundo no está preparado para escuchar todo y decir
todo sin ir a la última guerra humana. Recuerda desde el momento que nuestra
autoestima incluya el auto reconocimiento no solo de las potencialidades sino
también de las debilidades pocas cosas de lo que nos diga el entorno podrá
hacernos daños y afectar nuestra personalidad.
PREGUNTA 3
Se les consultó a 213 personas
La comunicación es el proceso donde:
*Opción A) dos o más personas interactúan
*Opción B) solo el emisor habla y el receptor calla
Las respuestas fueron:
196 personas
Dos o más personas interactúan.
15 personas
Solo el emisor habla y el receptor calla.
2 personas -
No responden.
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Sí te lo digo soy feliz
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Volvemos a insistir esta vez no solo yo sino 196 personas que la
comunicación va más allá de las palabras, de las normas del buen hablante y buen
oyente, del medio de masificación de información y ahora de un dispositivo
electrónico. La comunicación es dejar fluir junto a las palabras esos sentimientos,
esas energías que brotan dentro de nuestro cuerpo y que no podemos evitar ni
controlar, esa energía que terminan en un giño, abrazo, beso, palmadita en el
hombro y donde ustedes quieran acariciar. Esa es una verdadera comunicación no
solo hablar y pegar gritos como locos, así como los padres y madres de hoy hacen
con sus hijos cuando un especialista los manda a comunicarse con ellos, palabras
tras palabras, sermones más sermones, cuerpo y cejas erguidas, boca tenebrosa,
voz de trueno, dedo de juez y conciencia como un frijol. Si se usara menos
palabras y más expresiones sentimentales para dar consejos el mundo sería el
paraíso que las religiones tanto profesan.
PREGUNTA 4
Se les consultó a 213 personas
La radio, la televisión, el internet e impresos son medios de:
*Opción A) comunicación
*Opción B) sobrevivencia humana
*Opción C) de masificación de información
Las respuestas fueron:
143 personas
Comunicación
4 personas
Sobrevivencia humana
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Sí te lo digo soy feliz
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65 personas
De masificación de información
1 persona – no responde.
Esta pregunta fue hecha malintencionadamente para confundir a los
encuestados y ver si contradecían sus respuestas en las preguntas uno y dos de
este estudio. Solo 65 personas de 213 encuestadas mantienen su teoría de que la
comunicación es una condición humana y podemos sacar esta conclusión puesto
que en ningún momento dejaron de pensar que la radio, tv, prensa escrita son
medios de masificación de información; en otras palabras multiplica lo que una
persona quiere y miles escuchan, de eso se trata un medio de masificación de
información que unos mal llaman medios de comunicación.
PREGUNTA 4 de 10.
POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un
promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta.
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Esta investigación continuará.
Por ahora MILLONES DE GRACIAS por ser parte de mi investigación.
Puedes seguirme y conocer los nuevos estudios en
www.jpereira.jimdo.com
En Twitter e Instagram: @jcpereira9
Facebook: Jean Carlos Pereira
Caracas 11-08-2014
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