Domingo VI del T.O. (A) /16.02.14

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Domingo VI del T.O. (A) /16.02.14
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2, 6-10)
Hermanos:
Enseñamos con una sabiduría que no es de este mundo, ni de los reyes de
este mundo, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa,
escondida, preparada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.
Ninguno de los poderosos de este mundo ha conocido esta sabiduría; porque,
si la hubiesen conocido, no hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino,
como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede ver las
cosas que Dios ha preparado para las personas que lo aman.»
Y Dios nos ha dado a conocer estas cosas por el Espíritu.
El Espíritu lo conoce todo, incluso las cosas más escondidas de Dios.
Palabra de Dios
Salmo 118
L. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
T. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
L. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor;
feliz la persona que busca al Señor.
T. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
L. Nos das tus leyes para que las cumplamos.
Dame fuerza en mi vida
para cumplir tus mandamientos.
T. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
L. Cuida de mi, tu hijo:
viviré y cumpliré tu voluntad;
ábreme los ojos, y veré tus maravillas.
T. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
L. Enséñame, Señor, el camino de tus leyes,
y lo seguiré con fidelidad;
enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla en mi corazón.
T. Feliz la persona que cumple la voluntad del Señor.
Aleluya, Aleluya
Domingo VI del T.O. (A) /16.02.14
Te doy gracias Padre, porque has enseñado estas cosas a las gente sencilla.
Aleluya
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 17-37)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No penséis que he venido a anular la Ley y los profetas: no he venido a
anularlas, sino a hacerlas más completas.
Os digo de verdad que la Ley se cumplirá hasta que el cielo y la tierra se
acaben.
La persona que no obedezca la Ley, incluso en las cosas menos importantes, y
se lo enseñe así a los hombres, esa persona será la menos importante en el
reino de los cielos.
Pero la persona que cumpla toda la Ley y enseñe a cumplirla será importante
en el reino de los cielos.
Sabéis que antiguamente se dijo: "No matarás", y la persona que mate será
castigada.
Pero yo os digo: la persona que esté peleado con su hermano será castigada.
Por eso, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el
altar y vete primero a hacer la paz con tu hermano, y después vuelve a
presentar tu ofrenda.
Sabéis el mandamiento que dice "no cometerás adulterio". Pues yo os digo:
La persona que mira a una mujer casada deseándola, ya ha hecho adulterio
con ella en su interior.
Si tu ojo derecho o tu mano derecha te hacen pecar, sácate el ojo y córtate la
mano y tíralos. Es mejor perder una parte de tu cuerpo que ser castigado con
el cuerpo entero en el infierno.
La Ley dice: "El hombre que se divorcie de su mujer, que le dé acta de
repudio." Pero yo os digo: El hombre que se divorcie de su mujer, la anima a
hacer adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.
Habéis oído que la Ley decía a los antiguos: "No jurarás en falso" y
"Cumplirás tus promesas al Señor".
Pues yo os digo que nunca juréis: Es suficiente decir "sí" o "no". Lo que pasa
de ahí viene del Maligno.»
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