FAHRENHEIT 451 La primera película de ciencia ficción de Truffaut FICHA TÉCNICA: Título original: Fahrenheit 451 Nacionalidad: Reino Unido Año: 1966 Dirección: François Truffaut Guión: François Truffaut, Jean-Louis Richard, Helen Scott (basado en la novela Fahrenheit 451 de Ray Bradbury) Producción: Lewis Allen Dirección de Fotografía: Nicolas Roeg Montaje: Thom Noble Dirección Artística: Syd Cain Música: Bernard Herrmann Diseño de Vestuario: Tony Walton Efectos Especiales: Charles Staffel, Bowie Films Reparto: Oskar Werner (Montag), Julie Christie (Linda/Clarisse), Cyril Cusack (Capitán), Anton Diffring (Fabian), Jeremy Spenser (Hombre con Manzana), Bee Duffell (Mujer Libro), Gillian Lewis (Locutor de TV), Ann Bell (Doris), Caroline Hunt (Helen), Anna Palk (Jackie) Duración: 112 min. (Color) Estudio: Universal SINOPSIS: Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel de los libros. Guy Montag, un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual. HOJA INFORMATIVA Nº 75 Mayo 2005 COMENTARIOS: “La sola sospecha de que en el futuro el arte resultará devorado por la ciencia me angustia. Todos los días topamos con personas que desean la destrucción de la sabiduría humanista recogida por los hombres para poder manejar a estos como máquinas. Hitler, sin ir más lejos. El tema de Fahrenheit 451 surgió de esta obsesión y del descubrimiento de un documento de 1790 que exigía a los bomberos norteamericanos la quema de cualquier libro de influencia británica en las colonias. El firmante de esa orden era nada menos Benjamín Franklin”. Así describe Ray Bradbury el germen de uno de sus libros más brillantes Fahrenheit 451, que debe su nombre a la temperatura a la que arde el papel. En él se nos presenta una sociedad totalmente dominada por los medios masivos de difusión, los tranquilizantes y el conformismo, en donde lo individual no existe y todo el ocio se basa en actividades colectivas evitando así el recogimiento necesario para la reflexión propia del ser humano (la novela fue escrita en 1953, en plena guerra fría, cuando el régimen soviético del otro lado del telón de acero se podía describir en los mismos términos). En esta sociedad, los libros son un peligro para el Poder y por ello deben ser eliminados. Paradójicamente, los encargados de eliminarlos son los bomberos que han pasado de apagar incendios a crearlos puesto que, al haberse convertido en los guardianes del nuevo orden social, incendian las casas donde los disidentes conservan y leen los libros. Uno de de ellos, Guy Montag, convencido destructor de libros, verá tambalear sus convicciones cuando conoce a Clarisse una lectora disidente quien se encargará de “contagiarle su vicio”. Esto lleva a Montag a una situación esquizofrénica en la que debe quemar libros que adora y que no es capaz de soportar durante mucho tiempo teniendo que huir y emprender un camino que le revelará un mundo diferente al suyo. La adaptación cinematográfica que de Farenheit 451 realizó Truffaut es bastante fiel (su título es también homónimo al del libro) y como tal defiende el mensaje del valor de la palabra escrita con la misma fuerza y convicción que lo hace el libro. Sin embargo, la primera experiencia de Truffaut en el mundo de la ciencia ficción es quizás su película más cuestionada. Esto puede achacarse a diversos factores que dificultaron en gran medida su realización. La barrera lingüística (fue rodada en inglés), las constantes reescrituras del guión y los cuatro años empleados para rodarla, los problemas entre la pareja protagonista (Oskar Werner, aunque en un principio se pensó en Paul Newman para el papel, y Julie Christie) no fueron el marco ideal para su realización. A esto se añade que fue filmada con pocos recursos, con lo que el relato no es apuntalado desde su vertiente visual presentando una escenografía que se nos antoja actualmente un tanto “retro”. A pesar de todo ello,tanto la película es más que correcta, gracias sobre todo a una historia inquietante y lúcida, a una puesta en escena contundente (incluido el desdoblamiento de una impecable Julie Christie), sin olvidarnos de la música de Bernard Hermann, que evidencia todo ello el honesto intento por parte de Truffaut de mostrarnos el amor que siempre sintió por los libros y de hacer un rotundo homenaje a la literatura. En sus propias palabras: “Films-libros, libros-films, tal es el engranaje de mi vida puesto que mi amor gemelo por los libros y por los films me ha llevado a rodar ‘Jules et Jim’ homenaje a un libro en particular, o también ‘Farenheit 451’ que los engloba a todos”.