Confirmación de la alta prevalencia del trastorno por déficit de

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TDAH EN COLOMBIA
ORIGINAL
Confirmación de la alta prevalencia del trastorno por déficit
de atención en una comunidad colombiana
D.A. Pineda a,b, F. Lopera a, G.C. Henao a,b, J.D. Palacio a, F.X. Castellanos c,
Grupo de Investigación Fundema d
CONFIRMATION OF THE HIGH PREVALENCE OF ATTENTION DEFICIT DISORDER IN A COLOMBIAN COMMUNITY
Summary. Introduction. Using a shortened rating scale, the prevalence of Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD) has been
reported to be very higher in a Colombian population. However, these data require clinical confirmation. Objective. To confirm
clinically the prevalence of ADHD in Colombian children and adolescents. Patients and methods. A randomized sample of 4 to 17 year
old children and adolescents –184 males and 157 females– was selected from the schools. Sample was stratified in two socioeconomic
status: high (4, 5, 6) and low (1, 2, 3). Several parents’ and teachers’ rating scales for the diagnosis of ADHD, standardized and
validated in the Colombian population, were applied to the sample. The diagnosis of ADHD was confirmed using a semi-structured
psychiatric and neurological interview, and medical histories revisions. Results. Analysis found that prevalence of ADHD is 17.1%.
Distribution for ADHD types was: combined 9,4%, inattentive 6.7% and hyperactive-impulsive 1%. Prevalence for boys was significant
higher (21.8%) than for girls (10.9%) (c2= 11.8, p< 0.01). In male predominate combined type and in female inattentive. Higher
prevalence was found in low socioeconomic strata. Preschool children have lower prevalence (6.2%) than school 6 to 11 year old
children (22.6%) and adolescents (21.6%). Conclusion. A higher prevalence of ADHD was confirmed in Colombian population.
[REV NEUROL 2001; 32: 217-22] [http://www.revneurol.com/3203/k030217.pdf]
Key words. Attention deficit hyperactivity disorder. Colombia.
INTRODUCCIÓN
Ó 2001, REVISTA DE NEUROLOGÍA
porcentaje de niños con TDA es diferente de acuerdo con los
diversos grupos culturales, la etnia, la edad, el sexo y los estratos
socioeconómicos. Sin embargo, los datos conocidos hasta el
momento no son consistentes [2,4].
En una investigación reciente, usando una lista de síntomas (en
inglés, checklist) que correspondían exactamente con los 18 ítems
del criterio A del DSM-IV [1] para el diagnóstico de TDA, y que fue
aplicada a los padres de niños y adolescentes de 4 a 17 años de la
ciudad de Manizales (Colombia), la prevalencia del TDA fue calculada de manera amplia en 16,1% [3,4].
En otro estudio llevado a cabo en Medellín, la prevalencia fue
estimada en 18% [5]. Esta investigación se realizó en niños de 6 a
11 años, usando un cuestionario de dimensiones múltiples para la
evaluación de la conducta de los niños [6], y que fue aplicado a los
padres. La prevalencia se calculó mediante un análisis de conglomerados de acuerdo con las puntuaciones estandarizadas (T-Scores), obtenidas por los niños en cada dimensión de la conducta.
A pesar de la coincidencia de los hallazgos en ambos estudios,
estos datos tienen la gran limitación de basarse sólo en evidencias
provenientes de una sola fuente de información: los padres. Esto
podría hacer que la prevalencia de los síntomas de hiperactividad-impulsividad esté sobrestimada, mientras que la prevalencia de los síntomas de inatención esté subestimada. Por otro
lado, se acepta también que estos hallazgos no se apoyan en una
confirmación clínica de los casos detectados epidemiológicamente.
Se sabe que los síntomas de la TDA son diversos en el ámbito
de la conducta, y pueden ser confundidos con otros trastornos de la
conducta del niño, como el síndrome de Asperger, el retardo mental
leve, el retardo en el desarrollo de la comunicación, el oposicionismo desafiante y el trastorno disocial de la conducta. También puede
confundirse con alteraciones graves del estado de ánimo y otras
enfermedades neurológicas, como la epilepsia con crisis de ausencia. Por estas razones se requieren instrumentos que evalúen las
diversas dimensiones de los trastornos del desarrollo psicológico y
neurológico. En muchos casos se necesita la confirmación mediante entrevistas psiquiátricas estructuradas o semiestructuradas. Finalmente, en los pacientes más complejos son necesarias una evaluación neuropsicológica y neurológica completas [1,2,8,9].
REV NEUROL 2001; 32 (3): 217-222
217
En los países desarrollados la prevalencia del trastorno por deficiencia de atención (TDA) es del 5 al 10% en niños en edad escolar [1,2].
Sin embargo, recientemente algunos estudios [3-5] han informado
que esta prevalencia podría ser más alta cuando se aplican los criterios del DSM-IV [1]. No hay duda de que el TDA es un trastorno
que tiene una amplia distribución en todo el mundo, y que el uso de
unos criterios más precisos ha logrado la identificación de muchos
casos, que anteriormente pasaban inadvertidos o se confundían con
problemas académicos no específicos [2].
De acuerdo con los indicios de las observaciones en las muestras clínicas, se ha sugerido que la prevalencia al aplicar los criterios del DSM-IV se habría incrementado a valores superiores al
15% para niños remitidos. Esta prevalencia podría ser mucho más
alta al estudiarse la población general de niños escolarizados [2,6].
La prevalencia puede cambiar dependiendo de numerososfactores genéticos y ambientales. Por esa razón se ha postulado que el
Recibido: 22.09.00. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 29.09.00.
a
Grupo de Neurociencias de Antioquia. Universidad de Antioquia. b Maestría
en Neuropsicología. Universidad de San Buenaventura. Medellín, Colombia. c Child Psychiatry Branch. National Institute of Mental Health. Bethesda. Washington, DC, EE.UU. d Grupo de Investigación Fundación
Universidad de Manizales. Manizales, Colombia.
Grupo de Investigación de Fundema: Licenciados especialistas: A.I. Agudelo, A. Jaramillo, A.M. Arias, B.E. Marín, C.P. Gómez, G.L. Puerta, G.B.
Lara, G.I. Montaño, G.I. Muñoz, H.N. Serna, K.P. Ocampo, L.M. Baez, L.
Pérez, M.C. Grisales, M.I. Mosquera, N. Olaya, O.G. Pipicano, P. Cortez,
P.A. Giraldo, P.B. García, R.A. Villa.
Correspondencia: David A. Pineda, MD. Carrera 46 # 2 Sur-45 Consultorio
254. Medellín, Colombia.
Agradecimientos: Esta investigación fue realizada mediante financiación
otorgada por la Fundación Universidad de Manizales, la Maestría en Neuropsicología de la Universidad de San Buenaventura de Medellín y El Grupo
de Neurociencias de La Universidad de Antioquia. Cuenta para los análisis
con el apoyo académico y financiero del Instituto Nacional de Salud Mental
de los Estados Unidos de América (NIMH). Forma parte de la línea de
Neurodesarrollo del Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA) y del
Grupo de Neuropsicología y Conducta (GNC) de Medellín, Colombia.
D.A PINEDA, ET AL
Tabla I. Características demográficas de la muestra (N= 341).
Sexo
Número de participantes
Tabla II. Prevalencia del TDA usando sólo los cuestionarios estandarizados
para padres y maestros.
Porcentaje
Tipo
Niños
Niñas
184
157
Número
Porcentaje
Combinado
41
12%
Inatento
29
54%
46%
8,5%
Estrato socioeconómico
Hiperactivo-impulsivo
Alto (4, 5 y 6)
133
39%
Bajo (1, 2 y 3)
208
61%
4a5
113
33,1%
6 a 11
102
30%
12 a 17
126
36,9%
Total
2
1%
72
21,5%
Edades (años)
El propósito de este informe es confirmar si existe realmente
una alta prevalencia del TDA en una comunidad colombiana,
usando evaluaciones múltiples para definir el diagnóstico con
cierto grado de precisión.
SUJETOS Y MÉTODOS
Participantes
Escala de Conners para padres y maestros versión colombiana [12]. La
escala de Conners para padres (sigla en inglés, CPRS) [13] y maestros (sigla
en inglés, CTRS) [14], ha sido el instrumento más utilizado en el estudio de
los problemas de la conducta de los niños. Tiene versiones cortas validadas
en niños españoles [15]. Tiene una versión con normas para niños colombianos [12], que fue usada en este estudio.
Sistema de evaluación de la conducta para niños (sigla en inglés, BASC) versión
colombiana [5,7]. Es una escala de múltiples dimensiones que evalúa las conductas de los niños y los adolescentes, usando escalas para los padres y para los
maestros. También tiene un cuestionario semiestructurado para obtener una
historia médica y de trastornos del desarrollo neurológico. Este instrumento ha
sido estandarizado y validado en Colombia [5,16]. Esta escala y el cuestionario
para enfermedades médicas y del desarrollo se aplicaron a todos los niños que
reunieron los criterios del DSM-IV para el diagnóstico de TDA.
Los participantes fueron seleccionados de los colegios de la ciudad de Manizales
(Colombia). La población de escolares de 4 a 17 años vinculados a la educación
regular en preescolares, escuelas públicas y colegios privados es de 80.000. Para
descartar niños con retardo mental y con incapacidades serias se excluyeron
todas las instituciones de educación especial. Usando el método ‘statcalc’ del
programa para ordenador Epi-Info 6.01 [10] y el programa Epidat 2.1 [11] se
hizo el cálculo para una muestra necesaria para confirmar una prevalencia. Se usó
la fórmula que estos programas proporcionan, de tal manera que cada sujeto de
cada estrato tuviera la misma probabilidad de ser elegido [n= n1/ (1-f), f= n1/N,
donde n es el tamaño de la muestra necesaria, n1 es el número de participantes de
cada estrato, f es la fracción de muestreo y N es la población a estudiar].
Para el cálculo de la muestra necesaria suponemos que la prevalencia de
TDA varía entre el 3 y el 20%, que queremos obtener entre tres y nueve
sujetos afectados en cada estrato, y con un nivel de fiabilidad entre el 95 y
el 99%. La muestra que se determinó debería estar entre 520 y 620 para la
más baja prevalencia estimada, el mayor número de sujetos por estrato y el
mejor nivel de fiabilidad, y entre 112 y 128 para la mayor prevalencia esperada, el menor número de sujetos por estrato y el peor nivel de fiabilidad. La
muestra inicial seleccionada para el estudio fue de 420, suponiendo unas
condiciones epidemiológicas intermedias y para poder tener una muestra
con 30 participantes de ambos sexos, en tres grupos de edad (4 a 5, 6 a 11 y
12 a 17 años) y dos estratos socioeconómicos (bajo: 1, 2 y 3, y alto: 4, 5 y 6);
ello produce un diseño de 2x3x2x30. Finalmente aceptaron firmar el consentimiento informado y participar voluntariamente 341 niños y adolescentes.
Las características de la muestra se pueden observar en la tabla I.
Entrevista semiestructurada para psicopatología según los criterios del
DSM-IV. Se diseñó para esta investigación una entrevista semiestructurada,
para establecer el diagnóstico de trastornos psiquiátricos que se pueden
confundir con el TDA. Esta escala incluyó preguntas, que indagaron de
manera sistematizada sobre los criterios para los siguientes trastornos: 1.
Trastorno autista y síndrome de Asperguer; 2. Retardo en el desarrollo de la
comunicación; 3. Oposicionismo desafiante; 4. Trastorno disocial de la
conducta; 4. Depresión mayor; 5. Trastorno generalizado de la ansiedad y
fobias; y 6. Tics complejos y síndrome de Gilles de la Tourette. Esta entrevista se aplicó de manera individual a los padres de los niños y adolescentes
que dieron ‘positivo’ en los criterios para el diagnóstico de TDA del DSM-IV.
Instrumentos
Procedimiento
Criterios diagnósticos de TDA del DSM-IV [1]. Se diseñó un cuestionario
con los 18 síntomas de inatención y de hiperactividad-impulsividad del criterio A. Se formularon tres preguntas para establecer los criterios B (edad de
inicio antes de los 7 años), C (ocurre en más de un sitio: casa, colegio, visitas
o actos religiosos o públicos) y D (ocasiona alteraciones en el rendimiento
académico y/o en las relaciones sociales). Este cuestionario fue contestado
en forma dicotómica: SÍ o NO.
Primero se seleccionaron aleatoriamente las escuelas y colegios para cada
estrato socioeconómico y para cada edad. Se celebró una reunión con los
maestros y los directivos para definir la participación. Se seleccionaron por
sorteo los niños, de acuerdo con cada grado escolar y se codificaron los cuestionarios para padres y maestros. Se citaron a los padres de familia para entregarles el consentimiento informado y los cuestionarios estandarizados. De los
420 niños inicialmente seleccionados, los padres y los maestros firmaron el
consentimiento y llenaron totalmente los cuestionarios 341. Se hizo un análisis
inicial de los casos sospechosos detectados como positivos en cualquiera de
los cuestionarios estandarizados de padres y maestros. A estos supuestos casos
se les aplicó la entrevista médica y del desarrollo, la entrevista psiquiátrica, la
revisión de las historias clínicas y la evaluación neuropsicológica.
Para definir el criterio E del DSM-IV [1] para el diagnóstico de TDA
Checklist o lista de síntomas para el diagnóstico de TDA [3]. Es una escala
estandarizada basada en los 18 síntomas del criterio A del DSM-IV [1] para
el diagnóstico de TDA, que puede ser aplicada a los padres y a los maestros
de los niños y adolescentes, y que tiene normas estandarizadas en niños y
adolescentes colombianos [2,3] (Anexo).
218
Evaluación neuropsicológica. Se aplicó a todos los niños que reunieron los
criterios del DSM-IV para el diagnóstico de TDA ‘la batería neuropsicológica
breve para TDA’, estandarizada y validada por Pineda et al (1999) [17]. Esta
batería comprende la determinación del coeficiente intelectual, usando una versión
abreviada de la escala de inteligencia infantil de Wechsler revisada (sigla en
inglés, WISC-R) [18]. También evalúa atención, memoria, lenguaje y función
ejecutiva. La evaluación se llevó a cabo en dos o tres sesiones de 45 minutos.
Evaluación neurológica y revisión de las historias médicas. En los niños en los
cuales se detectó la presencia de una enfermedad, con la entrevista médica y del
desarrollo del BASC [6], se les solicitó a los padres una copia de la historia
clínica, que fue revisada por un neuropsicólogo o por un neurólogo; en los casos
en los que el diagnóstico no estaba definido se hizo una evaluación neurológica.
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TDAH EN COLOMBIA
Tabla III. Prevalencia del TDA usando una evaluación multimodal y aplicando los criterios de exclusión.
Tabla IV. Prevalencia del TDA por sexo (c2= 11,8, gl 3, p< 0,01).
Niños
Tipo
Número
Porcentaje
Tipos
Número
Niñas
Porcentaje
Número Porcentaje
Combinado
32
9,4%
Combinado
25
13,6%
7
4,5%
Inatento
23
6,7%
Inatento
13
7,1%
10
6,4%
2
1%
Hiperactivo-impulsivo
53
17,1%
Hiperactivo-impulsivo
Total
Tabla V. Prevalencia del TDA por estrato socioeconómico (c2= 5,4, gl 3,
p= 0,14).
Total
2
1%
0
0%
40
21,8%
17
10,9%
Tabla VI. Prevalencia por edad (c2= 16,4, gl 6, p< 0,02).
4a5
Bajo
Tipo
Número
Porcentaje
Número
Porcentaje
Combinado
24
11,5%
8
6,0%
Inatento
16
7,7%
7
2
1%
42
20,2%
Hiperactivo-impulsivo
Total
12 a 17
Inatento
%
Número
%
Número
%
1,8
12
11,8
18
14,3
5,3%
Inatento
5
4,4
10
9,8
8
6,3
0
0%
Hiperactivo-impulsivo
0
0
1
1
1
1
15
11,3%
Total
7
6,2
23
22,6
27
21,6
Combinado
Niños
N
%
N
%
N
%
1
1,7
2
3,3
0
0
Hiperactivo-impulsivo
6 a 11
9
18
6
1
2
12 a 17
15
20
5
6,8
1
1,4
Niñas
4a5
1
1,9
3
5,7
0
0
6 a 11
3
5,8
4
7,7
0
0
12 a 17
3
5,8
3
5,8
0
0
(‘...los síntomas no deben ser causados por ninguna otra enfermedad...’), se
usaron los siguientes criterios de exclusión:
1. Reunir criterios para diagnóstico de trastorno autista o síndrome de Asperger.
2. Reunir criterios para depresión mayor.
3. Reunir criterios para esquizofrenia infantil.
4. Tener un retardo mental leve o moderado según el WISC-R [18].
5. Reunir criterios para trastorno de Gilles de la Tourette.
6. Tener diagnóstico comprobado de alguna enfermedad neurológica o médica
previa (epilepsia, parálisis cerebral, hemiplejía infantil aguda, secuelas de
trauma de cráneo moderado o grave, hipertiroidismo y síndromes cromosómicos definidos).
Análisis estadístico
Se hizo un análisis estadístico descriptivo para determinar la frecuencia del
TDA y de sus tipos en la muestra seleccionada, después de aplicar los criterios
de exclusión, utilizando el programa estadístico para ordenador SPSS 8.0.
RESULTADOS
Una selección inicial mostró que 72 sujetos (21,1%) fueron detectados como
sospechosos por las escalas estandarizadas para padres y maestros (Tabla II).
Después de las evaluaciones multidimensionales y de la aplicación de los
criterios de exclusión, la muestra de verdaderos niños y adolescentes con
TDA se redujo a 57 participantes (17,1%). El tipo más frecuente es el combinado 9,4% (Tabla III).
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Número
2
Edad
12
Tipo
Combinado
Tabla VII. Distribución de la prevalencia de TDA en los diferentes grupo de
edad en cada sexo.
4a5
6 a 11
Alto
La prevalencia fue significativamente mayor en el sexo masculino (21,8%)
que en el femenino (10,9%) (c2= 11,8, gl 3, p< 0,01). En los niños, el tipo
combinado (13,6%) fue más prevalente que el tipo inatento (7,1%), mientras
que en las niñas el tipo inatento fue más frecuente (6,4%) que el tipo combinado (4,5%) (Tabla IV). El sexo masculino se comporta como un factor de
riesgo para el diagnóstico de TDA (Odd Ratio= 1,7, intervalo de confianza
del 95%: 1,1-2,5); el riesgo calculado sería un 70% mayor. El sexo femenino
se comportó como un factor protector (Odd Ratio= 0,7, intervalo de confianza del 95%= 0,6-0,9); el riesgo calculado sería un 30% menor.
La prevalencia de TDA es más alta en el estrato socioeconómico bajo
(20,2%) que en el alto (11,3%); sin embargo, el análisis de tabulación cruzada aplicando una ji al cuadrado no mostró que esta diferente distribución
tuviera significación estadística (Tabla V).
Por debajo de los 5 años el diagnóstico de TDA es menos frecuente (6,2%)
que entre los 6 y los 11 años (22,6%) o en el margen de los 12 a los 17 años
(21,6%). Esta más baja frecuencia en los niños de 4 a 5 años es estadísticamente significativa (c2= 16,4, gl 6, p< 0,04) (Tabla VI).
Cuando se hace un análisis por grupos de edades en los dos sexos por separado,
se observa que en los niños de 4 a 5 años predomina el tipo inatento (3,3%),
mientras que en las edades de 6 a 11 años y de 12 a 17 años predomina el tipo
combinado (18% y 20%, respectivamente). En las niñas predomina el tipo
inatento en las edades de 4 a 5 años (5,7%) y de 6 a 11 años (7,7%). En el grupo
de las muchachas de 12 a 17 años la distribución del tipo combinado e inatento
es igual (5,8%). El tipo hiperactivo-impulsivo (III) es muy raro y sólo se observó
en el 2% de los niños de 6 a 11 años y en el 1,4% de los muchachos de 12 a
17 años. Este tipo no fue encontrado en el sexo femenino (Tabla VII).
DISCUSIÓN
Nuestro estudio corrobora los hallazgos encontrados en investigaciones previas realizadas por nuestro grupo [4,5]; es decir, se
demuestra de manera definitiva que la prevalencia de TDA es
mucho más alta en nuestro medio que en otras poblaciones [1,2,8].
También se comprueba que la creciente preocupación y temor
frente a un probable sobrediagnóstico del TDA en la población
escolar, con la consecuente sobreutilización de tratamiento farmacológico, con psicoestimulantes en los niños escolarizados,
corresponde más a una posición ideológica o a una simple opinión, sin ningún fundamento en datos empíricos. Nuestros datos
demostrarían que el estudio nacional de metanálisis que revisó
toda la literatura reciente en Estados Unidos de América, y que
219
D.A PINEDA, ET AL
encontró una prevalencia de déficit de atención del 3 al 6% para
la población escolar, está subestimando el problema. Según esta
revisión sistematizada, sólo un porcentaje por debajo del nivel
inferior de esta prevalencia estaba recibiendo tratamiento con medicamentos; es decir, no hay una sobreutilización de psicoestimulantes en la población infantil estadounidense [19]. En otras palabras, y si proyectáramos estos datos a nuestro medio, sólo una
mínima proporción de los casos paisas–tal vez cercana al 12%–
estaría beneficiándose del tratamiento, y la gran mayoría (88%)
debe soportar las consecuencias de los síntomas del TDA sin tener
la posibilidad de acceder a un manejo adecuado para mejorarlos.
También encontramos que la prevalencia del TDA en los muchachos es dos veces mayor que en las muchachas, lo cual está de
acuerdo con lo informado en toda la literatura mundial [1,2,6,8,9,15].
Si se compara el resultado actual (17,1%) con el encontrado en
los estudios usando sólo el cuestionario para padres (16,1% en
uno, y 18% en otro), se observa que la diferencia es prácticamente
irrelevante en comparación con la diferencia de costes entre los
anteriores estudios y el actual. Esto quiere decir que, muy a pesar
de las críticas de los expertos, la prevalencia de TDA estimada
sólo con los cuestionarios para padres es esencialmente correcta
y útil, al menos para efectos de análisis epidemiológicos. Si bien
es claro que los padres sobrestiman los síntomas de hiperactividad-impulsividad, también es claro que subestiman los síntomas
de inatención; luego, el efecto matemático final de estos dos hechos sobre la prevalencia calculada es nulo.
Aunque en el ámbito de la definición de la prevalencia de los
tipos de TDA la metodología del actual estudio es muy precisa,
para efectos de estimaciones globales epidemiológicas, y en situaciones de escasez de recursos para las investigaciones demográficas, se puede utilizar confiadamente los cuestionarios estandarizados para la población colombiana, como el ‘checklist’ para
TDA aplicado a los padres y a los maestros [3,4] (Anexo), con la
seguridad de que se obtendrá una prevalencia bastante aproximada a la realidad.
Sin embargo, está claro que las estimaciones globales basadas
en una sola fuente de información pueden distorsionar la precisión
de la prevalencia de los diferentes tipos de TDA. Así, por ejemplo,
la sintomatología de hiperactividad-impulsividad, mejor detectada
por los padres, hizo que el tipo hiperactivo-impulsivo apareciera
con una inusual alta prevalencia tanto en niños (9,9%) como en
niñas (7,1%), mientras que el tipo combinado aparecía con la más
baja prevalencia en niños (4,8%) y en niñas (1,9%) [3,4]. Todo ello
estaba en contra de la distribución encontrada en la mayoría de los
estudios informados en la literatura [2,8,20,21]; pero era similar a
la encontrada en dos estudios realizados, utilizando un cuestionario
de autoinforme con una lista de síntomas basados en el criterio A del
DSM-IV –sin confirmación clínica–, en adultos [22,23].
Los datos encontrados en el actual estudio, basados en fuentes
múltiples de información, con evaluación neuropsicológica y con
revisión de las historias clínicas, proporcionan una distribución
que coincide con lo informado en la literatura [2,8,20]. Hay unas
prevalencias más elevadas del tipo combinado en los niños, en las
edades de 6 a 17 años y en los estratos socioeconómicos bajos.
También se observa una prevalencia más alta del tipo inatento en
las niñas en todas las edades y en los niños de 4 a 5 años. El tipo
hiperactivo-impulsivo es muy poco frecuente, y aparece en menos
del 2% de los niños de 6 a 17 años.
La asunción de que las condiciones socioeconómicas afectan
la frecuencia de aparición del TDA, principalmente por un alto
nivel de disfunción familiar, maltrato infantil, malas condiciones
educativas y bajos niveles de atención médica maternoinfantil
[2,6,8,20], fue corroborada por nuestro estudio. La prevalencia
del TDA es más alta en el estrato socioeconómico bajo; sin embargo, no alcanza una diferencia estadísticamente significativa.
El hallazgo anterior estaría más a favor de que el factor determinante en la aparición del TDA en la comunidad paisa pudiera ser de
tipo genético, como ha sido informado por otro estudio, con una
influencia de los factores ambientales que no sería significativa [24].
En conclusión, nuestro estudio ha confirmado la alta prevalencia del TDA en la comunidad paisa. La distribución de los tipos por
edad y sexo es similar a la informada en la literatura. La influencia
del estrato socioeconómico no es estadísticamente significativa, lo
que sugiere la presencia de un factor genético importante.
Los pasos siguientes en el desarrollo de esta línea de investigación estarían dirigidos a determinar la prevalencia del TDA en
adultos, usando cuestionarios de autoinforme y cuestionarios para
cónyuges u otro informante confiable. Además, se ha iniciado el
estudio de los posibles factores genéticos asociados a esta alta
prevalencia de TDA en la comunidad paisa.
BIBLIOGRAFÍA
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220
REV NEUROL 2001; 32 (3): 217-222
TDAH EN COLOMBIA
Anexo. ‘DSM-IV Checklist’. Universidad de Antioquia-Universidad de San Buenaventura.
Nombre del niño: .................................................................................................................................. Edad: .............................. Curso: ............
Llenado por: ............................................................................................... Parentesco: ........................................................................................
Fecha: ......................................................................................................... Escolaridad: .......................................................................................
Síntoma
Nunca (0)
Algunas
veces (1)
Muchas
veces (2)
Casi
siempre (3)
Inatención
1. No pone atención a los detalles y comete errores por descuido en sus tareas
2. Tiene dificultades para mantener la atención en las tareas y en los juegos
3. No parece escuchar lo que se le dice
4. No sigue las instrucciones o no termina las tareas en la escuela
o los oficios en la casa, a pesar de comprender las órdenes
5. Tiene dificultades para organizar sus actividades
6. Evita hacer tareas o cosas que le requieran esfuerzos
7. Pierde sus útiles o las cosas necesarias para hacer sus actividades
8. Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes
9. Olvidadizo en las actividades de la vida diaria
Hiperactividad-impulsividad
10. Molesta moviendo las manos y los pies mientras está sentado
11. Se levanta de su sitio en la clase o en otras situaciones
donde debe estar sentado
12. Corretea y trepa en situaciones inadecuadas
13. Dificultades para relajarse o practicar juegos donde deba permanecer quieto
14. Está permanentemente en marcha, como si tuviera un motor por dentro
15. Habla demasiado
16. Contesta o actúa antes de que se le terminen de hacer las preguntas
17. Tiene dificultades para hacer filas o esperar turnos en los juegos
18. Interrumpe las conversaciones o los juegos de los demás
Puntuación total
Tomado de Pineda et al [3].
18. Wechsler D. Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños-Revisada
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CONFIRMACIÓN DE LA ALTA PREVALENCIA
DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
EN UNA COMUNIDAD COLOMBIANA
Resumen. Introducción. Utilizando un cuestionario breve para el
diagnóstico del trastorno por déficit de atención (TDA), se encontró
una alta prevalencia en niños y adolescentes colombianos. Sin embargo, estos datos requieren de una confirmación clínica. Objetivo.
Confirmar clínicamente la prevalencia del TDA en una comunidad
colombiana. Pacientes y métodos. Se seleccionó una muestra aleatoria de 341 niños y adolescentes de 4 a 17 años escolarizados (184 niños y 157 niñas). La muestra se estratificó en dos niveles socioeconómicos: alto (4, 5 y 6) y bajo (1, 2 y 3). Para el diagnóstico de TDA
se usaron diversos cuestionarios para padres y maestros, estandarizados y validados en la población colombiana. El diagnóstico de
CONFIRMAÇÃO DA ELEVADA PREVALÊNCIA
DA PERTURBAÇÃO POR DÉFICE DE ATENÇÃO
NUMA COMUNIDADE COLOMBIANA
Resumo. Introdução. Utilizando o questionário breve para o diagnóstico da perturbação por deficiência da atenção (PDA), encontrou-se uma
elevada prevalência em crianças e adolescentes colombianos. Contudo,
estes dados requerem uma confirmação clínica. Objectivo. Confirmar
clinicamente a prevalência da PDA numa comunidade colombiana.
Doentes e métodos. Seleccionou-se uma amostra aleatória de 341 crianças e adolescentes, com idades entre os 4 e 17 anos e escolarizados (184
de sexo masculino e 157 de sexo feminino). A amostra foi estratificada
a dois níveis socioeconómicos: alto (4, 5, 6) e baixo (1, 2, 3). Para o
diagnóstico de PDA foram utilizados diversos questionários, dirigidos
aos pais e professores, padronizados e validados na população colombia-
REV NEUROL 2001; 32 (3): 217-222
221
D.A PINEDA, ET AL
TDA fue confirmado con una entrevista neurológica y psiquiátrica
semiestructurada y la revisión de las historias médicas. Resultados.
La prevalencia de TDA fue de 17,1%. La distribución según tipos
fue: combinado 9,4%, inatento 6,7% e hiperactivo-impulsivo 1%.
La prevalencia fue significativamente más alta en los niños (21,8%)
que en la niñas (10,9%) (ji al cuadrado= 11,8; p< 0,01). El tipo
combinado fue más frecuente en los niños, mientras que el tipo
inatento fue más común en las niñas. La prevalencia es más elevada
en el estrato socioeconómico bajo. La prevalencia en preescolares
es baja (6,2%), comparado con escolares de 6 a 11 años (22,6%)
o con los de 12 a 17 años (21,6%). Conclusión. Se confirma que la
prevalencia de TDA en Colombia es tan alta como la encontrada
con el uso del cuestionario breve. [REV NEUROL 2001; 32: 217-22]
[http://www.revneurol.com/3203/k030217.pdf]
Palabras clave. Colombia. Trastorno por déficit de atención.
222
na. O diagnóstico de PDA foi confirmado numa consulta neurológica
e psiquiátrica semi-estruturada e com a revisão das histórias médicas.
Resultados. A prevalência de PDA foi de 17,1%. A distribuição segundo
tipos foi: combinado 9,4%, desatento 6,7% e hiperactivo/impulsivo 1%.
A prevalência foi significativamente mais alta no sexo masculino (21,8%)
do que no do sexo feminino (10,9%) (Chi quadrado= 11,8; p< 0,01). O
tipo combinado foi mais frequente no sexo masculino, enquanto que o
tipo desatento foi mais comum entre o sexo feminino. A prevalência foi
mais elevada no estrato socioeconómico baixo. A prevalência em préescolares é baixa (6,2%), comparado com a escolares entre os 6 e 11
anos (22,6%) ou entre os de 12 a 17 anos (21,6%). Conclusão. Confirma-se que a prevalência de PDA na Colômbia é tão alta como a encontrada com a utilização de um questionário breve. [REV NEUROL 2001; 32:
217-22] [http://www.revneurol.com/3203/k030217.pdf]
Palavras chave. Colômbia. Perturbação por défice de atenção.
REV NEUROL 2001; 32 (3): 217-222
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