TOMAR LAS DECISIONES CORRECTAS Wade E Taylor Nuestra vida espiritual (el nivel de madurez espiritual que hemos obtenido), es más que la suma de información espiritual que hemos acumulado, o de cualquier recopilación de nuestras experiencias espirituales. En lugar de esto, el corazón y la sustancia de nuestra “espiritualidad” tienen que ver con el nivel de paz y armonía interior que vienen como resultado de nuestras elecciones y decisiones correctas a lo largo de nuestro peregrinaje espiritual. Debido a que el Señor está buscando a aquellos que están dispuestos a ir mas allá de lo que han recibido libremente a través de la redención, nunca sera fácil para nosotros el hecho de elegir y decidir correctamente. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14 No importa quien seamos o dónde estemos, todos debemos tomar decisiones con relaciona lo que queremos ver, oir, hacer, dónde ir o no ir. La tentación siempre presente es ceder y ponernos de acuerdo con las situaciones cuestionables o difíciles que a menudo encontramos en nuestro camino o circunstancias. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10 Note que nuestra respuesta y cooperación a “todas las cosas” es condicional (Deberíamos caminar en ellas.) Todas estas cosas son puntos de prueba preestablecidos que van a determinar cuan lejos estamos dispuestos a ir con el Señor. Nuestras decisiones trascendentales suelen ser pocas, pero cada día tomamos muchas decisiones “menores” (aparentemente, para nosotros), que alimentan o bien nuestra carne o nuestro espíritu. La acumulación de esas decisiones hará que seamos predominantemente carnales o espirituales. En tanto que nuestras decisiones espirituales comienzan a pesar más que nuestros “embates” y respuestas negativas nos convertiremos en un “vencedor.” En la medida en que nos sobrepongamos a nuestros deseos carnales y anímicos seremos levantados a un lugar de comunión con nuestro Señor y creceremos espiritualmente. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Apocalipsis 3:21 Nuestra posición con Jesús en esta “relación de trono” es el resultado de haber vencido (superar), todo lo que es terrenal y carnal. Recibimos el privilegio, o el honor de estar sentados con Jesús en Su trono (como Su Novia), como consecuencia de la acumulación de decisiones y elecciones correctas que hacemos, (hacerse vencedor). “Gocémonos y alegrémonos y démosle Gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.” Apocalipsis 19:7 Entre más decisiones tomemos en favor del Señor y de Sus propósitos, más fácil será para nosotros que continuemos tomando esa misma clase de decisiones. Entre más lejos vamos con Jesús progresivamente seremos separados de todo lo que es carnal o tentación para nosotros. Al comienzo puede ser difícil, pero en la medida en que progresamos será más fácil. “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.” Apocalipsis 3:8 La senda de nuestra vida espiritual se puede considerar como una espiral ascendente. Si tomamos un tornillo de madera grande y colocamos una uña en la ranura cerca de la punta y lo movemos a lo largo de la superficie vamos a avanzar gradualmente hacia la cabeza. Aunque para nosotros puede parecer que vamos en círculos, si continuamos tomando las decisiones correctas, progresivamente iremos ascendiendo. Si hacemos al contrario y alimentamos aspectos carnales de nuestro ser, esto nos moverá en forma descendente. Hay algunos que tienen en su interior una calidad de vida espiritual, (sustancia divina que permea su ser).Puede que esto no aparezca evidente la razón por la que esto sucede así, pero si se escudriña, esas personas testificarán que a través de las luchas de la vida, han venido tomando las decisiones de calidad que los ha llevado a crecientes niveles de comunión y de relación con el Señor en Su trono. “For the kingdom of God is not meat and drink; but righteousness, and peace, and joy in the Holy Ghost. For he that in these things serves Christ is acceptable to God, and approved of men.” Romans 14:17-18 “Porque el reino de Dios no consiste en comida, sino en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Romanos 14: 17-18 El reino de Dios comienza con “justicia.” En la medida en que tomemos las decisiones correctas, nos ubicamos en una plataforma llamada “justicia.” Como consecuencia de esas decisiones justas descubriremos que en nuestro interior reside una “paz” permanente. Esto hará que la “aprobación” o el favor de Dios repose sobre nosotros, entonces será manifestado el gozo. Nuestra sumisión al gobierno divino hará que nos convirtamos en participantes con Jesús en Su Trono. En este plano espiritual, nuestras decisiones, no tienen nada que ver con lo correcto o equivocado, sino con los motivos que yacen bajo lo correcto o equivocado. Es aquí que el test final de nuestra unión con el Señor hallará su manifestación. Si de verdad vencemos en esta área de nuestro ser, en “ese día” nos vamos a ver sentados con Jesús en Su trono. Primero somos probados con relación a las elecciones y decisiones que hacemos. En la medida en que progresamos como en una espiral ascendente, seremos probados en relación con los motivos de nuestro corazón que causan las cosas bien sean correctas o incorrectas. No es suficiente negar solamente la “cosa,” debemos vencer al propio principio que permite que permanezca en nosotros y se afirme así mismo. Aquellos que están satisfechos con ser bendecidos y, eventualmente, ir al cielo tienen su recompensa, (las calles de oro y las mansiones). Pero para aquellos que están intensamente hambrientos por este nivel más elevado de realidad espiritual, hay mucho más. Estos son los que los lugares de presión van a tratar con los asuntos de su corazón, para que, en “ese día,” habiéndose convertido en un vencedor, serán hallados sentados en el Trono con Jesús. “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” Apocalipsis 5:10 Estamos viviendo en los tiempos cuando esta “autoridad gobernante” comenzará a funcionar. “Señor, que tengamos la percepción espiritual y la sensibilidad para responder y administrar correctamente, esta autoridad impartida que afectará a la Iglesia y a toda la humanidad.” Ahora podemos cooperar con Jesús en la ejecución de Sus propósitos eternos.