SALUD MENTAL: DISPOSITIVOS GRUPALES “...Re - Inventando juntos...” Autor Josefina Gómez Licenciada y Profesora en Psicología Benito Juárez, 2015 Resumen La Ley Nacional de Salud Mental Nº26657, se constituye en una herramienta fundamental al momento de pensar intervenciones actuales en los padecimientos subjetivos, desde un paradigma que privilegie los Derechos Humanos como eje central de nuestras prácticas, apuntando a la producción de dispositivos que logren contener las situaciones singulares que se presenten, pensando al sujeto desde una perspectiva integral: como sujeto biopsico-social, atravesado por aspectos culturales, sociales, económicos, políticos, así como las características de una época que delimita formas de estar en el mundo y de padecer. Se desarrolla en el presente escrito experiencias actuales en el marco de la invención de un dispositivo dentro del trabajo hospitalario, con un grupo de usuarios, convocados a la producción y puesta en escena de sus dolencias, problemáticas y padeceres. Teniendo como hilo conductor la promoción de los derechos humanos, la posibilidad de hacer lazo con algo distinto, que promueva posiciones diversas, entrelace historias, identifique recursos propios, dando lugar a la aparición de un sujeto que parece borrado, apostando a un deseo que devenga en porvenir. Palabras Claves: Salud Mental. Derechos Humanos. Grupos y Lazo Social. Intervenciones. Interdisciplina. Temática principal: Salud Mental y Derechos humanos, una apuesta a lo grupal como modalidad de enlace del sufrimiento subjetivo y puesta en marcha de estrategias que apunten a la restitución de una subjetividad resquebrajada, aplastada por el malestar, desvinculada de lo social, funcionando desde el equipo de trabajo como soporte, en el marco de un abordaje ambulatorio, con principios comunitarios, atravesados por la ética del psicoanálisis que invita a re pensar el lugar y la función del sufrimiento humano. Objetivos El presente trabajo se propone dar a conocer el abordaje cotidiano que realizamos desde el ámbito hospitalario y al mismo tiempo fuera de él, sosteniendo la apuesta de una práctica que incluya aquellas personas que presentan graves problemáticas de la subjetividad, abriendo alternativas a modalidades tradicionales de atención en el ámbito de consultorios externos. Construimos un dispositivo de trabajo grupal, donde concurren personas con padecimiento mental en el turno tarde. Se trata de personas que presentan perturbaciones de la subjetividad, que pocas veces demandan, realizan en su mayoría un tratamiento farmacológico de largo tiempo y se encuentran desarraigados del entorno social. Por las características propias de los sujetos incluidos en dicho proyecto, la concurrencia al espacio es variable. Teniendo como objetivo principal el sostenimiento y la estabilización de lo mental de la salud, entendiendo a la salud mental como un proceso atravesado por factores heterogéneos en concordancia con una conceptualización integral del sujeto, que apunta la una restitución de aquellas facetas vulneradas, desde una perspectiva interdisciplinaria, en el encuentro común de diversos discursos. Toda labor institucional tendiente a un verdadero cambio social se vuelve de por sí subversiva, y su evolución y duración depende de una interacción compleja entre las personas que la llevan adelante, las autoridades de la institución y la lucha política dentro de la sociedad en la cual la institución está inscripta. Marie Langer (1989) Desarrollo “La atención de la salud mental deviene obligadamente en una problemática que debe ser asumida desde un enfoque interdisciplinario, interinstitucional e intersectorial. Cuando se piensa desde una perspectiva macrosocial, y aquí es donde planteamos los cambios en la cultura, se requieren también cambios en la cultura profesional y en nuestra comunidad profesional”. Balentín Baremblit (2001) ¿Qué sucede con la Salud Mental hoy? ¿Cuáles son las situaciones que encontramos en lo cotidiano en el ámbito hospitalario? ¿Cuáles son los modos de presentación del malestar actual? ¿Cómo se delimita el contexto en el que surgen? ¿Cómo intervenir? ¿Qué lugar a ocupar como agente de salud y específicamente de lo mental de la salud?... Interrogantes que se despliegan a lo largo de mi practica reciente, contando solo con algunos recursos desde la formación universitaria para habitar un espacio ruidoso, fragmentado, urgente, donde el acto y la premura, la angustia y la excitación, el desborde son los primeros gritos de algo que quizá logre transformarse en un llamado. Como dice la canción “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, es así que al integrarme al trabajo hospitalario encontré recursos y descubrí miradas que sumaron a mi tarea: Enfermeros, Médicos, Psiquiatras, Psicopedagogos, Trabajadores Sociales, Terapistas Ocupacionales, colegas Psicólogos, que han enriquecido mis experiencias, marcando una impronta, así como la elección de nuevos espacios de formación sea en la modalidad de Jornadas, Congresos, Ateneos, Seminarios, Supervisiones, en las que he participado y participo, considerando que es la manera de abrir mentes, aprehender, formar parte de la continua lectura, intercambio y reflexión. Lo que hoy estamos construyendo aquí un compartir experiencias. Dentro del abordaje actual en Salud Mental contamos con la atención ambulatoria en consultorios externos de Profesionales Psiquiatras, Psicopedagogía y Psicólogos, así como un espacio de Trabajo Social. Intentando aunar prácticas y decires para un abordaje interdisciplinario. Lo cual no es nada fácil. Aunque no imposible. En lo que hace a mi quehacer particularmente me desempeño como Psicóloga dentro del ámbito hospitalario: Guardia (Pasiva), Piso de internación y atención “individual”, la cual nunca es individual, al estar englobados en las intervenciones otros profesionales, fundamentalmente con niños la Psicopedagoga, equipos escolares y docentes, las familias. Siempre somos más de dos. No desarrollare mi tarea en cada espacio en particular, ya que al seguir el hilo conductor del trabajo presentado, me detendré a relatar el dispositivo grupal que sostenemos en la actualidad. Considero fundamental actuar en consecuencia de las ideas, pensamientos y caja de herramientas (a nivel teórico) con las que cada uno cuenta. Es así como desde hace ya cuatro años nos mantenemos en un trabajo sostenido considerando la importancia de modalidades de intervención distintas (lo que no significa nuevas), que abran alternativas a las prácticas de encierro, vulneración y aislamiento, a la sola intervención medicamentosa, y más cercano en nuestro hospital a la derivación por comunicación telefónica a la institución monovalente más cercana. Es un llamado a detenernos. A escuchar. Apostar a la palabra frente al dolor ensordecedor, el mutismo indiferente, frente a la locura desenfrenada, al acto desatado. A esperar. Saber esperar, dar tiempo, no el tiempo que nos marca el reloj, sino aquel, propio de cada sujeto. Las situaciones con las que me he encontrado son diversas. Considero fundamental ingresar en la historia y contar con datos de la persona, que encontramos en la guardia en el momento de la exaltación, en la sala de internación ante una situación grave (generalmente en el ingreso cuadros de intoxicaciones medicamentosas o intentos de suicidio) o conocemos en el caminar hospitalario. Escuchamos, observamos la situación y ofrecemos en la medida que nos parezca pertinente la posibilidad de ingreso al grupo que transcurre en horario de tarde, cuando el hospital está en silencio, frente a él. Casi sin que nadie lo note, nos encontramos diariamente a construir, reinventar y estar presentes uno para el otro. Y propiciamos un encuentro, abrimos una puerta…. Las personas que concurren y forman parte de nuestro dispositivo grupal, son aquellas olvidadas por el sistema socio-cultural; que como desde antaño han sido segregadas por presentar características distintas a las de la mayoría de la población desde un sentido estadístico, o rarezas que las alejaban de la franja considerada “normal” desde un criterio normativo, donde quienes están más allá o más acá de la norma pasan a ser marcados como deficitarios o “anormales”. ROTULOS que han cargado en sus espaldas desde antaño borrando toda pisca de subjetividad. Ubicados históricamente como alienados mentales, aun presentándose en la actualidad como discapacitados mentales, excluidos (a veces con intenciones de ser incluidos) de un marco social que los despoja de su identidad, de su cuerpo, de sus decisiones, a la manera de una fotografía que no encuadra en el marco. ¿Que encontramos nosotras? Mas allá de los diagnósticos psicopatológicos, nos encontramos con historias de vida que se entrecruzan, obstáculos para armar- se un espacio propio, para contar con un recurso laboral o formar parte de actividades recreativas, con familias desgastadas y referentes (si los hay) endebles. También son aquellas personas que cuentan con años de tratamientos medicamentosos, que se describen como depresivas o bipolares, que se las observa retraídas o excitadas, que se muestran silenciosas o verborragias. Son aquellas que permanecen en una soledad mortificante o se encuentran en familia pero solas, o eligen estar en compañía. Son aquellas que rozan el vacío, que sienten desamparo, miedos hasta desolación. Consideramos que los Diagnósticos como en toda tarea inicial, son necesarios, pero no suficientes y mucho menos totalitarios. Apuntamos a no coagular nuestras prácticas e intervenciones en función del nombre de una patología diseñada y estructurada en los manuales. Miramos y observamos, escuchamos, preguntamos, descubrimos, historizamos, armamos al modo de un rompecabezas la historia para encontrar algo del sujeto allí. Entendiendo a la Salud Mental como “(…) como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona (...)” , desde el marco legal actual reglamentado para impulsar políticas de acción que aporten recursos humanos y materiales necesarios para la implementación de estrategias comunitarias, reconociendo y/o fortaleciendo la salud mental como derecho innegable de toda persona. La ley sanciona de manera general formas de conceptualizar e intervenir desde el paradigma de los derechos humanos. Si bien comparto las generales de la ley y festejo sus logros, considero pertinente remarcar la importancia de la singularidad, teniendo en cuenta no la igualdad como característica primordial sino la EQUIDAD en tanto para cada quien lo que necesita. No hay generales en salud mental. Hay personas constituidas de diferentes maneras, atravesadas por distintas realidades, con diversas maneras de sufrir y expresar su malestar. La ley funciona como punto de capitón para generar transformaciones, para remarcar que tenemos algo para decir, que tenemos un texto que viene a legitimar nuestra práctica. El dispositivo de trabajo grupal funciona actualmente los días lunes, miércoles y jueves, DE 16 a 20 Hs. con la coordinación de un representante del Equipo: Trabajadora Social, Psicólogas y Psicopedagoga. El concepto de salud mental comunitaria es amplio y permeable ante la aparición de nuevas formas de expresión de la salud mental de la población, como campo de prácticas se propone además incluir a otros actores no solo profesionales. Han concurrido al espacio : Acompañantes Terapéuticos y Enfermeros que realizaron sus Pasantías dentro de la institución, Talleristas de Cultura. Es un espacio clínico y terapéutico, orientado a la atención de personas que presentan Padecimientos Mentales (PPD), con necesidad de contención y sostén, donde no son suficiente los tratamientos convencionales, en ámbitos clínicos y de recuperación, en un período agudo de su enfermedad o bien en un período de transición desde una hospitalización breve, debiendo esto estar plenamente articulado en su quehacer con otras redes locales institucionales, incluyendo la incorporación del entorno familiar. Representa un buen ejemplo de los cambios deseados en la atención de la Salud Mental, desde el Paradigma de los Derechos Humanos, apuntando a un abordaje comunitario de atención. Desplegando intervenciones interdisciplinarias. Espacio que sirva de sostén y lazo social. Enmarcados en la Ley Nacional de Salud Mental Nº26657. El objetivo que perseguimos fue generar un espacio que sirva de sostén y brinde algo distinto a su sufrimiento. Un lugar que aloje su padecer. Se ofrece un espacio creado donde pensar, producir, poner en palabras, divertirse. La función recreativa y lúdica es fundamental. Hacer lazo social, allí donde aparece fracturado. Así como poder re descubrir habilidades e intereses dormidos. Entre las actividades que realizamos cito: • Lectura de Diarios o libros • Estimulación Cognitiva • Dibujo y pintura • Juegos • Manualidades • Grupo Terapéutico Organizamos eventos, fundamentados en proyectos institucionales de inclusión social y comunitaria, como la FERIA AMERICANA y la integración en la feria económica y social organizada por el INTA de Benito Juárez. El objetivo principal es apostar a abordajes integrales y humanos, alejados de la lógicas hegemónicas de consideración del enfermo mental como objeto de atención, apuntando a revalorizar la dimensión del sujeto, dando lugar a otros actores que están insertos en el mismo padecimiento: familiares, entorno sociocomunitario, instituciones locales. Utilizando como metodología el trabajo grupal. Entendiendo al grupo como espacio en el cual compartir, expresar, manifestar, recrear, construir, reinventar juntos maneras de estar menos sufrientes, con capacidad creativa y activa de participación, escucha y acompañamiento. Funcionar desde el dispositivo como espacio de referencia y punto de capitón para propiciar transformaciones, cambios en su posición, multiplicar los espacios y apostar a modos distintos y más saludables de estar en el mundo. Si bien consideramos de gran importancia el aspecto lúdico y recreativo, los objetivos van más allá de lo propiamente pedagógico o productivo, los talleres se abren como posibilidad de que algo del lazo con el otro pueda armarse, ya sea en el momento y espacio de los tallares, y aún más allá de él, en otros ámbitos comunitarios. El establecimiento de pautas es fundamental, cierto punto de ordenamiento que implique maneras de estar en el grupo. Cada actividad, ya sea la lectura, escritura, manualidades son ofertada como significantes que se prestan y cada quien armara a su manera en el transcurrir del dispositivo, apropiándose de manera singular, inventando nuevas formas de suplir aquello que no funciona en la cotidianeidad. Resultados y Conclusiones A modo de Cierre… ¿Que cambios necesitamos producir para el despliegue de intervenciones humanitarias, de respeto a la dignidad en salud mental, promoviendo la singularidad sin dejar de tener en cuenta el abanico de factores que rodeas e impregnan al sujeto en cuestión y a la salud mental como concepto y praxis?. Lo cual lleva a indagar los mitos que se han construido históricamente sobre "el loco" y la "locura".... prejuicios que han impregnado las prácticas sociales, atravesando las instancias formales e informales de los sistemas de salud, reforzando la exclusión del ya estigmatizado sujeto padeciente ¿lo-cura el encierro…? “El que padece mentalmente es loco” (estigmatización) “El loco es peligroso” (peligrosismo - criminalización) “El loco es irrecuperable y hay que encerrarlo. Ese es su lugar posible” (irrecuperabilidad - exclusión). “La locura sólo le pertenece al loco” (a-socialidad / a-vincularidad). “La cura está en el encierro” (manicomialización) “El padecimiento mental se produce por una alteración o desorden biológico” (medicalización - naturalización) “No es loco, (pero) es vago; se hace el loco… no quiere trabajar” (discriminación). 1 El objetivo de nuestro proyecto en salud mental más allá de la atención en consultorios, se basa en resignificar y revalorizar el lugar donde se ubica al padecimiento mental, al sufrimiento psíquico, así como repensar las prácticas actuales en un contexto cambiante, en transformación, permeable a las modificaciones de una época ruidosa que presenta diversas formas de mostrar el malestar. Armando algo más allá del padecimiento, inventando un porvenir. 1 Di Nella Yago: “ “ Bibliografía Ley Nacional de Salud Mental Nº26657. Tendlarz, Edit. Psicoanálisis/ Psicosis. Inventando un dispositivo para la psicosis: talleres de lectura en el Borda. Di Nella, Yago. Necesidad de incorporar y/o profundizar la perspectiva de Derechos Humanos en la formación profesional de los agentes de Salud Mental. Di Nella, Yago (2010) “Dispositivos congelados. Psicopolítica de la formación en psicología: construcciones de subjetividad profesional desde un enfoque de derechos”.. Buenos Aires. Koyatun Editorial. Domínguez Lostaló, Juan Carlos – Di Nella, Yago: (1996) ¿Es necesario encerrar? El derecho a vivir en comunidad. Edición: PIFATACS.