Federico García Lorca

Anuncio
Federico García Lorca
Poeta y dramaturgo, que se transformó en el autor español más famoso del siglo XX. Es
considerado uno de los principales escritores de la poseía contemporánea, además de haber
sido una figura representativa de la denominada generación del 27. Un poeta que logró unir
lo popular con lo culto, con una altura extrema.
La poesía maestra
Es considerado uno de los principales escritores de la poseía contemporánea, además de haber
sido una figura representativa de la denominada generación del 27. La originalidad de su obra
y la capacidad para fundir cultura y sentimiento popular, tradición y modernidad, son valores
incuestionables de su producción literaria.
Nació el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, España. Sus padres fueron Federico García
Rodríguez -propietario agrícola- y Vicente Lorca Romero -maestra nacional-. Era una familia
acomodada que le permitió una buena formación, estudió música y posteriormente derecho
(se licenció en 1923 y nuca ejerció). En 1917 publicó su primer texto "Fantasía simbólica" y
en junio de ese mismo año comenzó a escribir en verso. El año siguiente se publicó
"Impresiones y paisajes".
Entre 1919 y 1928 vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid. En este lugar, un centro
importante de intercambios culturales, se hizo amigo del pintor Salvador Dalí, del cineasta
Luis Buñuel y del también poeta Rafael Alberti, entre otros. En este ambiente, Lorca se
dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y al dibujo, y empezó a
interesarse por el teatro.
En 1920 se estrenó "El maleficio de la mariposa", que resultó ser un enorme fracaso. En 1921
publicó su primera obra en verso, "Libro de poemas", con la cual consiguió llamar la
atención. Pero el reconocimiento y el éxito literario lo alcanzó en 1927 con la publicación de
"Canciones" y, sobre todo, con su drama patriótico "Mariana Pineda".
Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en "Canciones", escribió una obra basada
en el folclore andaluz, el "Poema del cante jondo" (publicado en 1931). En este libro
experimentó lo que luego caracterizó a su poética: la identificación con lo popular y su
posterior estilización culta, logrando plena madurez con el "Romancero gitano" (1928), que
obtuvo un éxito inmediato.
Tras este éxito Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante
1929-1930. Las impresiones que le dejó esta ciudad las plasmó en "Poeta en Nueva York"
(publicada póstumamente en 1940).
Entre sus farsas, escritas entre 1921 y 1928 se destacan "Tragicomedia de don Cristóbal" y
"Retablillo de don Cristóbal", y sobre todo "La zapatera prodigiosa", una obra de ambiente
andaluz que enfrenta realidad e imaginación. También pertenece a esta categoría "Amor de
don Perlimplín con Belisa en su jardín".
Entre 1930 y 1931 escribió los dramas calificados como irrepresentables, "El público" y "Así
que pasen cinco años", obras complejas con influencia del psicoanálisis, que ponen en escena
la revolución y la homosexualidad.
De nuevo en España en 1932, Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca,
compañía de teatro universitario. Su interés por el teatro se debió a su afán por llegar de la
forma más directa al pueblo. Fue así como los últimos años de su vida los consagró a este
ámbito, a excepción de dos libros de poesía: "Diván del Tamarit", conjunto de poemas
inspirados en la poesía arábigo andaluza, y el "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" (1936),
hermosa elegía dedicada a su amigo torero, donde combinó el tono popular con detalles
surrealistas.
Las últimas piezas teatrales fueron: "Bodas de Sangre" (1933), "Yerma" (1934) y "La Casa de
Bernarda Alba" (1936), considerada su obra maestra. Fue su última obra, ya que ese mismo
año, al estallar la guerra civil, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más
tarde. Las acusaciones, poco claras, se basaban en su papel de poeta, librepensador y
personaje capaz de alterar el "orden social".
POEMAS
GRANADA
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.
Las que van delante, garzas
la que va detrás, paloma,
abren por las alamedas
muselinas misteriosas.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?
¿Qué galanes las esperan?
¿Bajo qué mirto reposan?
¿Qué manos roban perfumes
a sus dos flores redondas?
Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a sus bueyes
y el Dauro a sus mariposas.
La noche viene cargada
con sus colinas de sombra;
una enseña los zapatos
entre volantes de blonda;
la mayor abre sus ojos
y la menor los entorna.
¿Quién serán aquellas tres
de alto pecho y larga cola?
¿Por qué agitan los pañuelos?
¿Adónde irán a estas horas?
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
ALMA AUSENTE
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.
No te conoce el lomo de la piedra,
ni el rasgo negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.
El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque to has muerto para siempre.
Porque, to has muerto para siempre
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.
No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los ollvos.
TENGO MIEDO A PERDER LA MARAVILLA
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu seńorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otońo enajenado.
Baile
La Carmen está bailando
por las calles de Sevilla.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
En su cabeza se enrosca
una serpiente amarilla,
y va soñando en el baile
con galanes de otros días.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Las calles están desiertas
y en los fondos se adivinan,
corazones andaluces
buscando viejas espinas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Descargar