Entendiendo la Levadura - Biblical Calendar Proof

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Entendiendo la Levadura
Enseñanzas anteriores han representado la levadura como algo malo. Esto resulta en el
entendimiento de que la levadura es sinónimo de pecado. En I Corintios 5:6-8, Pablo vincula la
levadura con malicia y maldad, y la contrasta además con lo no leudado que representaría la
sinceridad y verdad. “Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura
fermenta toda la masa? Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois,
sin levadura. Porque aun Cristo,
nuestra Pascua, ha sido sacrificado.
Por tanto, celebremos la fiesta no con
la levadura vieja, ni con la levadura de
malicia y maldad, sino con panes sin
levadura de sinceridad y de verdad.”
Aquí se da una mala imagen de la
levadura.
En Gálatas 5:7-9 Pablo da una
advertencia severa con respecto a
salirse de la verdad. Un poco de
levadura en la harina pura es como la
falsa enseñanza al mezclarse con la
verdad, lo que resulta en más falsa
enseñanza hasta que lo que estaba
limpio queda destruido.
Ya que las instrucciones de Éxodo 12:14-20 y Levítico 23:6-8 requieren que la levadura sea
sacada de los hogares, la conexión entre la levadura y el pecado puede ser hecha con facilidad.
Como dijo Pablo, debemos convertirnos en seres libres de levadura - comparando nuevamente
la levadura con el pecado.
I Corintios 6:9-10, “¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis
engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los
estafadores heredarán el reino de Dios.”
Pablo da una lista bastante completa del tipo de conducta que nos alejaría del Reino de Dios. En
el pasado se pensaba que había una excepción a esto, encontrada en Mateo 13:33, “Les dijo
otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió
en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.” Aquí se podría pensar que Cristo
usa la levadura para representar el Reino de Dios, ese momento en el que Cristo regresará a
este mundo para traer el Reino Milenial a nosotros. Esto crea un problema en el entendimiento
de cómo se debe comprender la levadura, si como algo bueno o malo. Esto ha guiado a algunos
a creer que hay una levadura buena y otra mala. ¿Puede cambiar la levadura, o hay dos familias
distintas de levadura: una buena y otra mala?
La clave para el entendimiento de esta parábola está en conocer lo que Cristo quería decir con
“El Reino de Dios”. La parábola del harina y la mujer en Mateo 13:33 es parte de un bloque de
siete enseñanzas que Él dio; cuatro de ellas fueron dadas al pueblo y las últimas tres las dio a
Sus discípulos.
El Reino de Dios es el punto focal de cada una de estas parábolas. Si no se conoce lo que Él
quería decir con esa frase, el propósito de la parábola se pierde. Cuando se examinan estas
siete parábolas como una sola, se encontrará que todas apuntan hacia un periodo de tiempo
específico. La primera parábola habla acerca de aceptar el llamado del Padre y de cómo el
individuo cuyas raíces están en la verdad da mucho fruto. El periodo de tiempo aquí está
representado por las eras de las siete iglesias, cuando el adversario, Satanás, representado por
medio de los pájaros, es libre de trabajar en contra del pueblo de Dios. Esto ubica este periodo
de tiempo antes del Milenio. De la misma manera, la parábola de la cizaña tiene el mismo
escenario. Su principal arma es la cizaña, que aparece como verdaderos hermanos que, a través
del sigilo, traen herejía. ¿Por qué? Porque traen doctrina envenenada - herejía. Nuevamente,
este periodo de tiempo es antes del Milenio, ya que Satanás está dirigiendo la cizaña que él
mismo plantó.
La tercera parábola es la que habla acerca de la semilla de mostaza siendo plantada. El Reino
tiene su comienzo en una pequeña semilla, justo como el trabajo que Dios comenzó con los
apóstoles era pequeño. La semilla de mostaza crece y se convierte en una planta bastante
grande, si esta se compara a otras especies; pero si se compara con un árbol, es insignificante.
Sin embargo, es lo suficientemente grande como para proveer abrigo a las aves. Recuerde lo
que las aves representaban en la primera parábola: a Satanás y quienes con él trabajan. Cristo
describe a los llamados como una visible planta, pero no una que domine; y, a pesar de que
carece de poder y estatura en este mundo, aún así es capaz de albergar a Satanás y sus
trabajadores - las aves que hacen nido en ella. A la iglesia en Pérgamo Él escribe en
Revelaciones 2:14-15, “Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que
mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad. Así tú también
tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas.” Debe estar
claro que la falsa doctrina se promulgaría desde el interior del grupo de los llamados - Su iglesia.
La cuarta parábola que Él le habló al pueblo era acerca de las tres medidas de harina y la mujer
que esconde un poco de levadura en esta. Cuando algo está escondido es porque la persona no
quiere que lo encuentren. ¿Qué es lo que Satanás no quiere que sea descubierto? - El hecho de
que él ha sustituido la verdad por el error. Al usar la analogía de la levadura creciendo en el
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harina, Cristo está diciendo que el error crecería dentro de la Iglesia de Dios hasta que esta
pierda completamente su identidad.
Cristo comparó el trabajo de los fariseos al de la levadura para dar un ejemplo. Ellos empezaron
guardando la ley de Dios, y gradualmente añadieron nuevos mandamientos hasta que el
propósito que Dios fijó para Su camino estuvo destruido. Por ello, Cristo los condena en Mateo
23:15, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para
hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que
vosotros.”
Para nosotros, esto se ve a través de la historia como la pérdida de la verdad desde el tiempo
de los apóstoles hasta el nuestro. Cuando Mr. Armstrong comenzó su ministerio, la gran
mayoría de la verdad había sido condicionada o perdida. Él lo describió como un desierto de
doctrina. Si echamos una mirada hacia atrás, es claro que estas falsas doctrinas estaban
diseñadas para esconder la verdad de la palabra de Dios. Esta parábola, a través de la
descripción de la levadura y cómo esta trabaja, representa lo que ocurrió en las primeras etapas
de la iglesia. Judas 1:4 dice, “Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los
cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la
gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.”
Una vez más, al analizar la levadura y las instrucciones de Éxodo 12 y Levítico 23, es claro que
el uso de la levadura se restringe únicamente durante una semana al año. ¡Qué sustancia tan
extraña! Es mala por una semana y el resto del año es buena.
Pensar de esta manera nos hace perder el verdadero mensaje que da Dios acerca de la
levadura. Él quiere que nos enfoquemos en una PROPIEDAD que tiene la levadura al actuar en
el harina. Como se muestra en Mateo 13:33, la levadura genera un gran cambio en el harina sin
importar qué tan pequeña sea la cantidad que se emplee. Es esta propensión lo que debemos
entender. Por eso es que en términos generales está bien usar levadura. Dios nos dice que el
pecado causa el mismo efecto de la levadura. Si el pecado entra en usted, lo puede destruir.
Mateo 16:5-12, “Los discípulos, al pasar al otro lado, se habían olvidado de tomar panes. Y
Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos. Y ellos
discutían entre sí, diciendo: Lo dice porque no tomamos panes. Pero Jesús, dándose cuenta, dijo:
Hombres de poca fe, ¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan? ¿Todavía no entendéis
ni recordáis los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogisteis? ¿Ni los siete panes
para los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no os hablé
de los panes? Pero guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos. Entonces entendieron
que no les había dicho que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la enseñanza de los
fariseos y saduceos.”
Esta escritura aclara que es de la propiedad de la levadura de lo que nos debemos guardar. La
enseñanza de los fariseos se ve como algo bueno desde afuera, pero una vez que se interioriza
en ella se descubre que puede destruir a las personas. Los fariseos convirtieron la Senda de
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Vida de Dios en un sistema físico para vivir, en lugar de lo que Dios se proponía con ella: que
amemos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Ellos no
pudieron ver que los mandamientos de Dios son una guía espiritual dada al hombre que está
acompañada de la fe necesaria para cumplir con ellos.
La levadura no puede cambiar sus
propiedades. Entonces, ¿cuál es la
lección bíblica aquí? Si pones un poco
de levadura en el harina, la leudará
toda. Esta es la propiedad que Dios usa
para transmitirnos entendimiento - si
permitimos que el pecado entre en
nosotros, afectará toda nuestra vida.
Esta es la característica de la levadura
que nos ayudará a entender a qué se
refiere el Padre cuando la cita en Su
Palabra.
Cristo, de manera intencional, usa tres
medidas de harina en la parábola. ¿Se puede encontrar esta medida en otro lugar en la
Palabra? Génesis 18:6, “Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y dijo:
Apresúrate a preparar tres medidas de flor de harina, amásala y haz tortas de pan.” Las tortas
de pan tenían que estar hechas sin levadura, puesto que se preparaban rápido.
Hay una representación importante en las tres medidas de harina que él prepara para Cristo y
los dos ángeles. Las tres medidas de harina fueron usadas para amasar tortas de pan sin
levadura, y él se las da de la manera más simple - esto es una representación de la manera en
que vivía su vida.
Cristo fue persuadido para aceptar su hospitalidad, y él lo aceptó gracias al carácter de
Abraham, representado en las tres medidas de harina. En Génesis 26:5, Dios le recuerda a Isaac
que Él lo ha bendecido por el tipo de persona que Abraham fue. Este versículo dice: “porque
Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.”
Hay tres pilares importantes que hacen de Abraham el tipo de hombre que Dios quiso usar
como ejemplo para todo aquel que quiera agradar a Dios. Primero Dios dice que él le obedeció.
Esto requería que él conociera la verdad y lo que es requerido para obedecer. Esta información
la obtuvo de manera verbal de sus ancestros - su única fuente.
Abraham tenía a sus ancestros como ejemplo de obediencia y fe - obediencia a Dios - Sus leyes,
estatutos y preceptos. De hombres que, por la manera en que vivieron, demostraron estos
principios, como Abel, Enoc, Noé y su hijo Sem. Estos, a su vez, pasaron el conocimiento a su
progenie.
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En efecto, esta era la Biblia de Abraham. Si él iba a obedecer la verdad, él necesitaba
entenderla y adquirir conocimiento de la verdad - el Camino de Vida de Dios. Una vez que la
verdad era adquirida a través del conocimiento, él necesitaba tener fe para vivir en la verdad.
Se llega a conocer de la verdad porque Dios abre nuestras mentes. Entre más conocimiento de
la verdad haya, Dios abrirá más nuestras mentes y nuestra fe para obedecer aumentará.
En Oseas 4:1 Dios requiere tres cosas - verdad, misericordia y conocimiento de Dios. La palabra
“misericordia”, #2617 en el diccionario Strong, tiene el significado adicional de fe. Cuando se
analiza Hebreos 11:6, queda claro que utilizada en este contexto la palabra debe ser traducida
como fe. “Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que Él existe, y que es remunerador de los que le buscan.”
En la parábola de las tres medidas de harina, Cristo presenta este alimento como la enseñanza
pura del Reino: nosotros necesitamos esas tres enseñanzas - verdad, fe y conocimiento de Dios
para poder avanzar en nuestra vida cristiana. La mujer (la iglesia falsa) le pone levadura en un
intento para destruir la verdad de Dios. Inicialmente es solo un poco, pero luego crece con el
tiempo hasta que la iglesia completa esté leudada.
Cristo usa estas cuatro primeras parábolas para enfatizar el que Satanás, a través de las falsas
enseñanzas, tratará constantemente de pervertir la verdad de Dios hasta que la verdad esté
casi perdida. Esto había pasado cuando Dios usó a Mr. Armstrong para restaurar el verdadero
camino a la salvación. Cristo prometió que las puertas del seol jamás prevalecerán contra
aquellos que Él llamó y eligió. Esta es la manera en la que Él nos dice que Su Senda de Vida
siempre estará activa.
Las dos parábolas que quedan les fueron dadas a los discípulos para que estos dimensionaran el
tremendo don que les fue dado, y que a la vez entendieran que para conservarlo debían
sacrificar todo lo demás. En la actualidad nosotros somos Sus discípulos, y debemos traer a
nuestras vidas esta figura de Su don como lo más importante de nuestras vidas. La parábola
final habla de que la vida es un proceso de clasificación, en el cual Cristo juzga entre los que
llevan una vida de acuerdo con el propósito de su Reino y los que no.
Levítico 23 habla de dos eventos: cuando se mece el grano puro delante de Dios y cuando se
mecen dos trenzas de pan con levadura 50 días después. Se entiende que el grano puro
representa a Cristo, y las dos trenzas de pan representan a las personas del Antiguo y Nuevo
Testamento que Dios llamó.
La levadura no puede afectar al grano puro, por eso es que los siete días de Panes Sin Levadura
representan siete días sin pecado. Esta es una imagen de la vida sin pecado que llevó Cristo, la
cual debemos buscar.
Hay una segunda propiedad de la levadura que se debe reconocer. Cuando se cocina la
levadura, esta muere. Aquellos que son llamados están en el proceso de matar la levadura. El
paralelismo con hornear la levadura es este: Nosotros, al tener pecado en nuestras vidas,
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somos introducidos en el horno de la vida. El primer calor mata la levadura que está en la parte
externa del pan. La parte interna está aislada, y toma más tiempo para que el calor llegue ahí,
así como los pecados que tenemos más arraigados en nuestro interior toman más tiempo para
ser quitados. Nosotros somos puestos en el “horno” para matar todo el pecado. ¿Cuál es el
objetivo? - Ser iguales a Cristo.
Una vez que un converso es bautizado, este entra en el proceso de horneo para deshacerse del
pecado y tener una vida de vencedor.
– Don Roth (15/03/12)
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