capitulo 12.qxd

Anuncio
SECCIÓN II. GLAUCOMA
Capítulo 12
Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario
de ángulo abierto: ciclofotocoagulación endoscópica
Enrique López Sánchez, Juan Marín Montiel, Vicente Chaqués Alepuz
CONSIDERACIONES QUIRÚRGICAS
Ante un procedimiento ciclodestructivo por vía
endoscópica debemos considerar en primer lugar la
importancia de la sonda de «triple función» que
aporta el endoscopio. De esta manera en ella se
combinan la presencia de imagen coaxial, iluminación y láser con la posibilidad de visualizar y aplicar
láser sobre los procesos ciliares en un mismo tiempo.
La realización de este procedimiento por separado
con dos sondas es mucho más difícil o imposible, de
esta forma podemos decir que este es un procedimiento «monomanual» (1).
ANESTESIA
Aunque el cuerpo ciliar es un tejido bastante sensible a su manipulación y en particular a la aplicación de láser, es sencillo conseguir una anestesia
adecuada. Utilizamos anestesia local o locorregional
como la anestesia peribulbar, que usamos en prácticamente todos los casos, retrobulbar o intraocular
con la aplicación de lidocaína intracamerular. Procuramos evitar anestesia tópica «pura» pues algún
paciente ha presentado cierta sensibilidad. Normalmente no empleamos ninguna analgesia postoperatoria específica.
COLOCACIÓN DEL CIRUJANO
Habitualmente nos situamos en la cabeza del
paciente, excepto que por alguna razón específica
nos tengamos que situar temporalmente a él. Aunque
esta es una cirugía donde debemos mirar el monitor
del endoscopio y guiar todas las maniobras a través
de él, solemos dejar el microscopio quirúrgico centrado y enfocado en el ojo del paciente, lo que nos
va a facilitar fundamentalmente las maniobras de
entrada y salida de la sonda endoscópica.
La consola del endoscopio debe estar situada
enfrente del cirujano, con un buen acceso visual
para este.
ILUMINACIÓN
Una vez el endoscopio ha sido introducido, generalmente apagamos la luz del microscopio pues en
algún caso puede desvirtuar la imagen del monitor.
Una vez dentro del ojo, el cirujano aumentará o
disminuirá la potencia de la fuente de luz del endoscopio dependiendo de la distancia a la que se encuentre de la estructura a tratar y la presencia o no de otros
instrumentos (como espátulas o la cánula de infusión
de la vitrectomía), en el campo de visión del endoscopio, que pudieran producir reflejos indeseables o el
blanqueamiento de la imagen.
VÍA DE ACCESO
La elección de la vía de abordaje es probablemente el punto más crítico del procedimiento. Tenemos dos posibilidades que desarrollaremos ampliamente en los puntos sucesivos. El abordaje por vía
posterior, es decir, por vía pars plana previa a una
vitrectomía media y anterior y con la inserción de
una cánula de irrigación, nos ofrece una visión inmejorable de los procesos ciliares y tiene como contrapartida la mayor complejidad de la técnica, esta vía
la utilizamos siempre que exista vítreo en cámara
anterior o haya la posibilidad de que aparezca, así
pues la indicaremos en pacientes pseudofáquicos
con LIOs de cámara anterior, pacientes pseudofáquicos con presencia de vítreo en cámara anterior o
pacientes afáquicos sea cual sea su situación. El
acceso por vía anterior es más sencillo, especialmente para cirujanos que no están aún familiarizados
con la técnica, y lo emplearemos en pacientes con
pseudofaco de cámara posterior en los que no sospe-
68
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
chemos que pudiéramos encontrarnos vítreo en la
cámara anterior.
Aún en contra de la opinión de algunos autores
(1), nosotros no realizamos esta técnica en pacientes
fáquicos, pues consideramos que existen grandes
posibilidades de dañar el cristalino y el acceso al
cuerpo ciliar es extremadamente complicado, por
tanto si es necesario aplicar este procedimiento,
entonces, preferimos combinarlo siempre con una
cirugía de catarata previa al tratamiento.
Estado del polo anterior
Vía de acceso
Fáquico
Pseudofaco cámara posterior
Pseudofaco cámara anterior
Pseudofaco con presencia de vítreo
en cámara anterior
Afáquico
No procedimiento
Vía anterior
Vía posterior
Vía posterior
Vía posterior
ACCESO POR VÍA ANTERIOR
Incisión
Consideramos el acceso por vía anterior para
pacientes pseudofáquicos sin vítreo en cámara anterior y con el saco capsular íntegro.
Actualmente la mayoría de las sondas endoscópicas tienen un diámetro externo de 20 G (0,89 mm).
Para la vía de entrada solemos realizar una incisión
biselada en córnea clara sin manipular la conjuntiva.
Si hemos asociado el procedimiento a una facoemulsificación, utilizaremos su incisión y si precisamos
tratar una zona más amplia, ampliaremos la incisión
de la paracentesis. Si realizamos una endociclofotocoagulación por vía anterior como único procedimiento, en este caso generalmente realizamos una
incisión de 1,7 mm, siempre utilizando el cuchillete
calibrado sobre córnea clara y de manera biselada,
de forma análoga a la incisión realizada para la facoemulsificación mediante técnica MICS.
Nunca realizamos incisiones de menos de 1,7 mm
porque aunque el endoscopio tiene un diámetro
externo menor, una incisión ajustada de 1 mm dificulta la movilidad de la sonda que precisa bascular
sobre ella misma para acceder a un campo amplio de
tratamiento.
Deberemos de evitar la presencia de sangre tanto
en el lugar de la incisión como en la cámara anterior.
Ambas situaciones pueden entorpecer la visualización. Ante la primera situación es conveniente que el
ayudante irrigue fuertemente mientras introducimos
el endoscopio de forma que la sangre no manche la
sondad del endoscopio. La sangre en cámara anterior
debe ser limpiada con cánulas de irrigación, mantenedores de cámara anterior, viscoelásticos, etc…
Otro punto importante es la realización de una o
dos incisiones. Deberemos tener en cuenta que con
un endoscopio recto tendremos acceso visual a
180°, por tanto, como habitualmente tendremos que
tratar al menos 270° deberemos realizar dos incisiones opuestas. Una segunda opción sería realizar una
única incisión utilizando un endoscopio curvo, en
cuyo caso tendríamos acceso a 300°, introduciéndolo primero en un sentido y luego en el opuesto.
Kahook et al. (2) publican un estudio comparativo entre realizar una sola incisión, utilizando la
sonda curva y tratando de 240 a 300°, frente a la realización de dos incisiones corneales, en cuyo caso se
tratarían los 60 o 120° restantes, completándose un
total de 360° de tratamiento. Concluyen que con la
técnica de dos incisiones consiguen una reducción
estadísticamente significativa de la PIO frente a la
realización de una única incisión.
Acceso a los procesos ciliares
Fig. 1: Inyección de viscoelástico de alta densidad en el
espacio retroiridiano de forma que se abra el espacio virtual existente entre el iris y el saco capsular dando acceso
visual a los procesos ciliares.
Es fundamental la inyección de viscoelástico en
la cara posterior del iris de forma que desplace el
cristalino o la lente intraocular hacia abajo y aplane
la cámara anterior permitiéndose así un acceso sencillo al cuerpo ciliar (fig. 1). Únicamente en pacientes pseudofáquicos portadores de lentes de cámara
anterior evitaremos este paso.
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
69
Fig. 2: Izquierda: sinequia entre el saco capsular y el iris. Centro: si introducimos el endoscopio bajo estas condiciones
vemos como existe una mala visualización de las estructuras por la aposición del saco capsular. Derecha: Una vez rota la
sinequia con una espátula, tendremos un acceso claro a los procesos ciliares.
Aparte de este papel fundamental, también existen evidencias que atribuyen a los viscoelásticos un
cierto poder hemostático (3).
Otro paso importante en este procedimiento es la
extracción total de este viscoelástico una vez hemos
concluido la cirugía. La presencia de restos de esta
material es el responsable de la existencia de picos
hipertensivos los primeros días tras el procedimiento,
con la aparición de dolor, nauseas, vómitos o visión
borrosa así como la posible pérdida de campo visual
en glaucomas terminales.
Kahook et al. (4) han publicado su técnica utilizando ganchos retractores de iris como una alternativa segura para separar el iris de los procesos ciliares,
permitiendo un buen acceso visual a estos procesos
con la ayuda de un mantenedor de cámara anterior.
Esta técnica puede ser especialmente aconsejable en
caso de pacientes afáquicos o con roturas capsulares,
situaciones en las que existe una comunicación libre
entre la cámara anterior y la posterior, por lo que
puede existir una difusión importante del viscoelástico de manera que su extracción al final de la cirugía
sea prácticamente imposible, teniendo como consecuencia la aparición de picos hipertensivos postoperatorios. Los autores demuestran como estos picos
desaparecen al comparar su técnica frente a la tradicional utilización de viscoelástico y abogan por su
utilización en otras situaciones como en aquellos
pacientes con glaucomas avanzados en los que una
elevada presión intraocular en el postoperatorio
pudiera acarrear una pérdida de visión importante.
Es frecuente la presencia de sinequias entre la
cara posterior del iris y la lente (fig. 2), restos de
masas o saco capsular (fig. 3). Esta situación puede
Fig. 3: Restos capsulares en un paciente afáquico que imposibilitan la visualización de los procesos ciliares. En este
caso podemos intentar retirarlo con la ayuda de una espátula o viscoelástico. No obstante si existe riesgo importante de
sangrado o desinserción es preferible abandonar esta zona y
continuar la ciclofotocoagulacón en otro punto.
dificultar la visualización de las estructuras a través
del endoscopio. A pesar de que la mayoría de las
veces las sinequias pueden ser liberadas bien con
una espátula o realizando una viscodisección, debemos de valorar siempre los pros y contras teniendo
siempre en cuanta la posibilidad de la desinserción
del saco capsular durante la maniobra, vitreorragia o
sangrado importante. En aquellos casos en que exista un alto riesgo de graves complicaciones y la mala
visualización de los procesos ciliares nos haga pensar en un fracaso del procedimiento, deberemos
tener en cuenta el acceso por vía pars plana.
70
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
Fig. 4: Lente intraocular implantada en sulcus ciliar donde apreciamos como el háptico dificulta la visualización de los
procesos ciliares. En la secuencia observamos como tratamos los procesos expuestos, sin dañar la lente.
Otra situación que nos podemos encontrar frecuentemente es la presencia de un háptico de la
lente sobre los procesos ciliares, como ocurre en los
ojos con lentes implantadas en sulcus. En este caso
deberemos evitar dañar la lente con el láser, tratando
únicamente los procesos que queden bien expuestos
(fig. 4).
sonda del endoscopio (5). Con este sistema podemos
mejorar la visualización de los procesos ciliares en
ciertas condiciones y por otro lado permitimos la
apertura y exposición de los valles de estos procesos,
aumentando en este caso la superficie a tratar (fig. 6).
Dilatación pupilar
Cuando para realizar este procedimiento nos
encontremos vítreo tanto en cámara anterior como
posterior, deberemos proceder, como en la misma
situación antes de cualquier procedimiento quirúrgico, a limpiar el vítreo existente antes de introducir
cualquier instrumento en el ojo, de forma que minimicemos el riesgo de complicaciones derivadas de
las tracciones que pudieran producirse y facilitar la
movilidad de la sonda.
Este procedimiento quirúrgico puede realizarse sin
necesidad de dilatación pupilar (fig. 5). Sin embargo
en los primeros pacientes, cuando el cirujano aún no
está familiarizado con los movimiento del endoscopio
mirando únicamente el monitor, es útil la dilatación
pupilar porque gran parte de los movimientos intraoculares del endoscopio pueden realizarse por visualización directa a través del microscopio quirúrgico (1).
Vitrectomía
Depresión escleral
Vitrectomía anterior
En ciertas ocasiones podemos utilizar la depresión escleral presionando en el lado opuesto a la
En nuestro caso, ante la presencia de vítreo en
cámara anterior preferimos un abordaje por pars
plana para la vitrectomía, sin embargo también
puede realizarse una vitrectomía por vía anterior.
Para ello utilizamos un vitreotomo posterior o un
vitreotomo anterior al que hemos separado la vía de
irrigación y utilizamos en este caso un mantenedor
de cámara anterior, trasformando así el vitreotomo
en bimanual. Las principales ventajas de la vía anterior son el acceso sencillo para cualquier cirujano,
técnica similar a la utilizada en la vitreorragias
secundarias a la cirugía de la catarata con la que
cualquier cirujano está familiarizado. Como desventajas destacar la posibilidad de atraer el vítreo de la
Fig. 5: Introducción del endoscopio a través de una incisión en cornea clara de 1,7 mm. Previamente ha sido
inyectado el viscoelástico.
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
71
Fig. 6: Indentación ecleral. La flecha blanca de la derecha muestra como se produce la indentación tras presionar la esclera con una hemosteta.
cámara posterior o la incapacidad de realizar una
vitrectomía anterior completa en caso de vítreo
abundante o excesiva presión vítrea.
Pacientes con pseudofaco en cámara posterior
Esta es la situación más sencilla técnicamente
hablando. De esta forma tras la introducción del viscoelástico sobre la cápsula anterior, vamos a tener
un fácil acceso al cuerpo ciliar (técnica «over the
bag»), visualizando la raíz del iris como el «techo»,
la lente o los hápticos como el «suelo» (1,6), y apareciendo entre estas dos estructuras los procesos
ciliares (fig. 7).
Una complicación relativamente frecuente que
nos podemos encontrar es que hayamos introducido el viscoelástico en el saco capsular, cuando esto
ocurre el saco se «baloniza» de forma que la cápsula engloba a los procesos ciliares. Aunque teóricamente podemos proceder a la ciclofotocoagulación simplemente aumentando la potencia o tiempo de exposición del láser (técnica «through the
bag») (1,6), nosotros recomendamos evitar esta
situación ya que la visualización de los procesos
ciliares queda muy atenuada por la aposición del
saco capsular.
En aquellos pacientes que presenten una capsulotomía posterior, deberemos prestar especial atención
en la cantidad de viscoelástico que inyectemos para
evitar que pudiera haber un efecto de «misdirection»
de forma que el viscoeslástico atravesara la capsulotomía y empujara el vítreo hacia la cámara anterior.
Debemos resaltar en este punto que la aplicación
de láser sobre la zónula no produce ningún efecto
perjudicial sobre esta, ya que el láser no es absorbido por ella.
Fig. 7: Técnica «over the bag» donde el saco capsular y la
lente son empujadas posteriormente por el viscoelástico
permitiendo un buen acceso visual a los procesos ciliares.
La flecha marca la posición de un háptico.
72
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
Fig. 8: Endociclofotocoagulación en un paciente fáquico. En la imagen de la izquierda vemos la dificultad que supone
abrir el espacio virtual que dé acceso a los procesos ciliares. En la imagen de la derecha se muestra como la presencia del
cristalino dificulta en gran medida la visualización de los procesos ciliares.
Pacientes fáquicos
Aunque técnicamente es posible (1,6), nosotros
preferimos huir de este procedimiento, dada su complejidad y complicaciones, llegado el momento nos
inclinamos por realizar un procedimiento combinado
de facoemulsificación y endociclofotocoagulación.
Las dificultades que nos vamos a encontrar en
esta situación son básicamente las derivadas de la
mala visualización de los procesos ciliares por la
presencia del cristalino que dificulta enormemente y
a pesar de la utilización de viscoelásticos, la apertura de este espacio virtual (fig. 8). En el preoperatorio
debemos controlar farmacológicamente la presión
intraocular de los ojo que van a ser operados, ya que
la presencia de una PIO elevada durante la cirugía
nos empujaría el cristalino hacia arriba dificultando
aún más la visualización de la zona a tratar.
Como complicaciones a parte del fallo de la técnica por el escaso epitelio ciliar que hayamos podido tratar dada su escasa exposición, destaca la aparición de catarata postoperatoria que algunas autores
(1,6) cifran en el 30%, siempre en las manos de un
cirujano muy experimentado en esta técnica.
Pacientes con pseudofaco de cámara anterior
y afáquicos
Fig. 9: Acceso por vía pars plana previa vitrectomía en
paciente afáquico. Con este acceso mejoramos la visualización y disminuimos las posibles complicaciones.
Técnicamente podríamos realizar una incisión en
cornea clara, no precisaríamos la introducción de
viscoelástico, insertaríamos la sonda del endoscopio
y desplazando la lente de cámara anterior, en caso
de existir, hacia arriba, guiaríamos el endoscopio a
través de la pupila hasta que visualizáramos los procesos ciliares (1,6).
Sin embargo, nosotros nos decantamos por el
acceso vía posterior (fig. 9) previa vitrectomía pars
plana, fundamentalmente por cuatro razones:
La primera es la mejor accesibilidad y sencillez
técnica a la hora de visualizar el cuerpo ciliar que si
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
realizamos el acceso por vía anterior, manipulando
además la lente intraocular.
La segunda es la frecuente presencia de vítreo en
cámara anterior en estos pacientes, en este caso preferimos retirar el vítreo desde un acceso posterior
para minimizar las posibles complicaciones.
La tercera: también es frecuente en estos pacientes la presencia de restos capsulares y corticales que
dificulten la visualización de los cuerpos ciliares, en
este caso si hemos realizado el acceso por vía anterior podremos desplazarlo con viscoelástico o con
otro segundo instrumento o incluso intentar fotocoagular los procesos ciliares a través de ellos, sin
embargo nosotros encontramos mucho más sencillo
un acceso posterior que en la mayoría de los casos
nos va a facilitar enormemente la visualización de
las estructuras sin necesidad de manipularlas.
Por último comentar que los ojos que han sido
sometidos a vitrectomía y lensectomía pueden considerarse como ojos de una sola cámara donde el
acuoso del segmento anterior o posterior escapa
fácilmente a través de cualquier incisión en cámara
anterior pudiendo colapsarse durante la cirugía con
el considerable riego de desprendimiento de coroides seroso o hemorrágico. Para evitar esta complicación, si hemos decidido realizar un acceso por vía
anterior podremos requerir de la utilización de un
mantenedor de cámara anterior, sin embargo si realizamos un acceso por vía pars plana, la utilización de
la cánula de infusión nos permitirá tener controlada
de una manera continua la presión intraocular.
ACCESO POR VÍA POSTERIOR
Como hemos comentado anteriormente, nosotros
utilizamos este abordaje en aquellos pacientes en los
que sospechamos la presencia de vítreo en cámara
anterior, es decir en pacientes con lentes de cámara
73
Fig. 10: Acceso por vía pars plana. Tres puertos con cánula de irrigación y esclerotomías de 20 G. Vitrectomía media
previa a la introducción del endoscopio en este paciente
afáquico.
anterior, pacientes con lentes de cámara posterior y
vítreo en cámara anterior o pacientes afáquicos.
Aunque teóricamente y ya que la vitrectomía solo
debe afectar al vítreo anterior, podríamos prescindir de
la endoiluminación y realizarla con dos puertos, introduciendo el vitreotomo por una de las esclerotomías y
una cánula manual de infusión por la esclerotomía contraria. Sin embargo, bajo nuestra experiencia, preferimos realizar un abordaje clásico con tres vías y sistema
de inversión de imagen, lo que nos permite realizar una
vitrectomía más completa y mantener un control sobre
la presión intraocular de forma continua (fig. 10).
A la hora de realizar la técnica a través de este
abordaje debemos tener en cuenta que el cuerpo y
procesos ciliares se encuentran por encima del
endoscopio, de modo que una vez introducido a través de la esclerotomía, deberemos inclinar ligeramente la sonda del endoscopio hacia arriba, justo lo
contrario del movimiento que realizamos en casi
todos los procedimientos intraoculares (fig. 11).
Fig. 11: Introducción del endoscopio por las esclerotomías. Una vez
introducido deberemos inclinar
ligeramente la sonda del endoscopio hacia arriba. A la derecha imagen desde el microscopio una vez
utilizamos únicamente la endoiluminación.
74
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
Fig. 12: Blanqueamiento y retracción del proceso ciliar tras la aplicación de láser con una potencia adecuada. La flecha
muestra el movimiento de retracción del proceso ciliar.
Por último comentar la ventaja de esta vía para la
visualización de las estructuras frente al abordaje
anterior donde debemos estar pendientes de la separación entre iris y lente para acceder visualmente a
las estructuras.
TRATAMIENTO CON LÁSER
Existen escasas publicaciones que hablen acerca
del procedimiento técnico de la endociclofotocoagulación endoscópica dado que la mayoría de la literatura se centra en el tratamiento transescleral del
cuerpo ciliar (7,8), sin embargo tendremos siempre
presentes 3 preceptos:
– Debemos de blanquear siempre los procesos
ciliares.
– Debe de producirse el fenómeno de «encogimiento» del tejido (fig. 12), sin llegar al «estallido».
– Fotocoagular la mayor superficie de los procesos, incluyendo la mayor cantidad de tejido
incluido entre los valles de los procesos.
Para valorar la potencia del láser que vamos a
aplicar deberemos de tener en cuenta tres factores: la
propia potencia del láser que apliquemos medida en
mW, duración de cada impacto medida en milisegundos y por último la distancia de la sonda de láser
al proceso ciliar. De esta manera, si no observamos
repuesta del tejido tras la aplicación del tratamiento,
siempre podremos incrementar la potencia del láser,
su duración o acercarnos con el endoscopio a los
procesos ciliares, o a la inversa (1,6).
Potencia del láser
Habitualmente la potencia inicial en un láser de
diodo de 810 nm será de entre 300 y 500 mW. Como
acabamos de mencionar, con niveles de potencia inferiores podremos conseguir los mismos efectos sobre el
tejido siempre que aumentemos la duración o acerquemos la sonda al tejido. Por otro lado la presencia de
medios poco trasparentes como la existencia de restos
capsulares, restos cristalinianos, etc., atenuará la potencia del láser obligándonos a aumentar los parámetros.
Yu et al. (9) publican un interesante trabajo acerca del papel que pudiera tener la utilización de diferentes visoelásticos en la transmisibilidad de energía
desde la sonda hasta los procesos ciliares. Dada la
diferente composición de los viscoelásticos (hyaluronato sódico, condritin sulfato, metilcelulosa…) y
su variable peso molecular, sería lógico pensar que
la energía liberada pudiera verse atenuada según
qué tipo de viscoelástico utilizáramos. En el trabajo
se comparan Visoat (Alcon Laboratories), Amvisc
Plus (Bausch & Lomb), Healon, Healon 5 y Healon
GV (AMO) llegándose a la conclusión de que ninguno de estos viscoelásticos afecta a la transmisibilidad de la energía, siendo por tanto indiferente para
el cirujano la utilización de uno u otro.
Duración del láser
Al contrario que en otros tipos de láseres, en el
láser de diodo, su longitud de onda nos permite
monitorizar el efecto que el láser va produciendo
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
sobre el tejido. De esta manera preferimos trabajar
con un modo continuo, de manera que controlaremos el tiempo presionando el pedal de aplicación
hasta que consigamos el efecto deseado sobre el tejido. Generalmente trabajamos con potencias bajas y
tiempos de aplicación altos, lo que nos permite ir
viendo el efecto producido de manera continua,
minimizando el riesgo de hemorragia o explosión
derivados de una aplicación alta de energía.
Distancia del láser
Al contrario de lo que ocurre cuando aplicamos
un tratamiento a través de la lámpara de hendidura,
en el caso del endoscopio deberemos considerar que
tratamos una estructura circular, así cuando tratemos
los procesos ciliares más periféricos con respecto a la
sonda, la distancia al tejido se acortará y por tanto la
potencia se incrementará. Si el efecto producido
sobre el tejido es en este momento demasiado intenso podremos alejar la sonda del endoscopio y si aún
persistiera un efecto demasiado intenso, deberíamos
proceder a disminuir la potencia del láser.
En el trabajo publicado por Yu et al. (9) y comentado anteriormente, se estudia como la distancia
ideal a la que debe situarse la sonda con respecto a
los procesos ciliares es de 2 mm, que sería la distancia ideal para una transmisibilidad de energía de
forma que la energía liberada por la sonda sería la
misma que la que llegaría a los tejidos. Concluyen en
el mismo trabajo que el cirujano podría calcular esta
distancia, pues sería aquella en la que en el monitor
pudieran verse 6 procesos ciliares.
En resumen, que el cirujano deberá acostumbrarse a manejar los parámetros de distancia y tiempo de
exposición de manera rutinaria recurriendo también
al control de la intensidad cuando fuera necesario.
Técnica de aplicación
Existen dos técnicas básicas de tratamiento con
láser. La primera consiste en aplicar el láser sobre
cada uno de los procesos ciliares, desde la parte
superior a la inferior de cada uno de los procesos,
hasta que consideremos que hemos completado el
tratamiento y pasemos al siguiente proceso ciliar. La
siguiente sería la técnica del «painting» o pintado
donde utilizamos un disparo continuo que barre toda
la semicircunferencia de los procesos ciliares a los
que tenemos acceso visual desde la sonda del endos-
75
copio, aunque generalmente precisamos de varias
pasadas para completar el tratamiento.
Extensión del tratamiento
Aunque existen abundantes publicaciones respecto al tratamiento con ciclofotocoagulación transescleral, las conclusiones no pueden ser extrapoladas a la técnica endoscópica. Parece que la respuesta no pueda ser una cifra exacta sino más bien una
extensión concreta para cada ojo en particular, pues
de antemano no podemos conocer la tasa concreta
de producción de humor acuoso.
Salvando algunas situaciones como el glaucoma
neovascular, donde existe una isquemia e hipoproducción de acuoso, en el resto de casos, nosotros tratamos entre 270 y 360°. Esto es así dado que, primero existe una incidencia muy baja en la literatura en
cuanto a la aparición de ptisis bulbi como complicación del procedimiento, segundo porque debemos
considerar que aunque realicemos una coagulación
completa de los procesos ciliares y aún ayudados por
la indentación, nunca vamos a ser capaces de abordar los valles situados entre los procesos ciliares,
razón por la que siempre existirá epitelio productor
de acuoso aún tras un tratamiento agresivo. Por último, destacamos la alta tasa de retratamientos a los
que en nuestras manos deben ser sometidos nuestros
pacientes a pesar de tratamientos muy extensos,
como se ha comentado en el capítulo de resultados.
La mayoría de los trabajos publicados avalan un
tratamiento de 360° (1-3,6,10).
Explosiones del tejido
Mientras que el sonido del «estallido» o «pops»
marcan la explosión del tejido de los procesos ciliares y es un efecto deseado en la ciclofotocoagulación
transescleral, este es un efecto que debemos evitar
con la técnica endoscópica. Este efecto se produce
cuando la potencia es tan alta que produce la formación de una burbuja de aire y explosión del tejido
(fig. 13), si esta situación se repite numerosas veces a
lo largo de la ciclofotocoagulación, existirá un incremento de complicaciones típicas del tratamiento
transescleral como: hemorragia, inflamación, dolor,
edema macular quístico y pérdida de visión. Si en
nuestro tratamiento evitamos la aparición de los
fenómenos de explosión, minimizaremos la aparición de complicaciones.
76
12. Técnica quirúrgica para el tratamiento del glaucoma primario de ángulo abierto...
Fig. 13: Formación de burbuja (flecha) y estallido del tejido del proceso ciliar tras la aplicación de láser con una
intensidad demasiado elevada.
raramente por la aparición de un desprendimiento
de coroides. En cualquier caso ninguna de las dos
situaciones requeriría tratamiento. Más deseable
sería el caso en el que la PIO desciende progresivamente hasta alcanzar los niveles que nosotros consideramos óptimos. Otro caso sería el de los pacientes
en los que detectamos un aumento de la PIO, aparte
de la ya comentada retención de viscoelástico, mencionaríamos en este apartado la presencia de uveítis
postquirúrgica como causa de la hipertensión.
Por último destacar dos patrones de fallo: por un
tratamiento insuficiente, en este caso veríamos desde
el principio como no existe disminución de la PIO respecto a la basal, o lo que hemos encontrado más frecuentemente en nuestros pacientes, una disminución
relativa de la presión pero no suficiente para el control
definitivo del paciente. Estos pacientes son candidatos
para el retratamiento con técnica endoscópica de las
zonas tratadas o ampliando a las zonas no tratadas.
TRATAMIENTO Y EVOLUCIÓN POSTOPERATORIA
BIBLIOGRAFÍA
Habitualmente, y en ausencia de otras complicaciones, pautaremos midriáticos , corticoides y antibióticos tópicos revisando al paciente al día siguiente, a
la semana siguiente y entre las cuatro y seis semanas.
Esta comúnmente extendido el uso de de triamcinolona subtenoniana (0,1 mL-40 mg/mL) al final de la cirugía para tener un mejor control de la inflamación. Hay
autores que mantienen el tratamiento médico con
colirios antiglaucomatosos que llevaba el paciente
previamente a la intervención, a excepción de prostaglandinas para evitar la inflamación, y este tratamiento se mantiene según las necesidades del paciente.
Otros autoras abogan por la administración de acetazolamida oral los primeros días (3).
Parece que la presión intraocular definitiva se
alcanza entre las dos semanas y los dos meses tras el
procedimiento. De esta manera la presión intraocular observada durante las dos primeras semanas sería
en cierto modo irrelevante para el pronóstico final.
La principal causa de hipertensión ocular tras
endociclofotocoagulación en el periodo postoperatorio es la retención de material viscoelástico (11),
este pico podría yugularse bien con la utilización de
fármacos o bien utilizando retractores de iris en lugar
de viscoelástico (4).
Existen diferentes patrones de comportamiento en
términos de PIO en las 8 primeras semanas tras el tratamiento. Por un lado tendríamos los pacientes en
los que la PIO baja de forma brusca, bien por una
hipofunción temporal de los procesos ciliares o más
1. Martin Uram. Endoscopic surgery in ophthalmology.
Philadelphia. Lippincott Williams & Wilkins 2003.
2. Kahook MY, Lathrop KL, Noecker RJ. One-site versus
two-site endoscopic cyclophotocoagulation. J Glaucoma 2007; 16(6): 527-30.
3. Lin SC. Endoscopic and transscleral cyclophotocoagulation for the treatment of refractory glaucoma. J
Glaucoma 2008; 17(3): 238-47.
4. Kahook MY, Schuman JS, Noecker RJ. Endoscopic
cyclophotocoagulation using iris hooks versus viscoelastic devices. Ophthalmic Surg Lasers Imaging 2007;
38(2): 170-2.
5. Pastor SA, Singh K, Lee DA, Juzych MS, Lin SC,
Netland PA, Nguyen NT. Cyclophotocoagulation: a
report by the American Academy of Ophthalmology.
Ophthalmology 2001; 108(11): 2130-8.
6. Uram M. Endoscopic cyclophotocoagulation in glaucoma management. Curr Opin Ophthalmol 1995;
6(2): 19-29.
7. Barkana Y, Morad Y, Ben-nun J. Endoscopic photocoagulation of the ciliary body after repeated failure of
trans-scleral diode-láser cyclophotocoagulation. Am J
Ophthalmol 2002; 133(3): 405-7.
8. Bloom PA, Dharmaraj S. Endoscopic and transscleral
cyclophotocoagulation. Br J Ophthalmol 2006; 90(6):
666-8.
9. Yu JY, Kahook MY, Lathrop KL, Noecker RJ. The effect of
probe placement and type of viscoelastic material on
endoscopic cyclophotocoagulation láser energy transmission. Ophthalmic Surg Lasers Imaging 2008; 39(2): 133-6.
10. Lin S. Endoscopic cyclophotocoagulation. Br J Ophthalmol 2002; 86(12): 1434-8.
11. Netland PA, Mansberger SL, Lin S. Uncontrolled
intraocular pressure after endoscopic cyclophotocoagulation. J Glaucoma 2007; 16(2): 265-7.
Descargar