El Pensamiento Estratégico bajo el Enfoque Prospectivo. Dr. Orlando Rodríguez Actuar como estratega implica realizar evaluación sistemática en el plano organizacional con miras a definir los objetivos a largo plazo, identificando metas y desplegando una serie de tácticas que propicien el alcance de las mismas, partiendo de la utilización de los recursos necesarios para su implementación. El pensamiento estratégico se constituye en una herramienta indispensable para el diagnóstico, estudio, análisis reflexivo y toma de decisiones grupales. Se aplica esta metodología en concordancia con los cambios y las demandas que impone el medio, pretendiendo lograr al máximo la eficiencia y calidad de los servicios. Este método por décadas se ha vinculado directamente al ámbito militar y es en este perímetro donde más se ha desplegado, aun así de igual manera se aplica en el entorno organizacional. Ostentar el pensamiento estratégico es exactamente igual a tener la llave que permite abrir la puerta que se desee y mantenerlo es más sencillo. Se debe poseer una capacidad emprendedora con gran visión, donde exista la posibilidad de vencer las diferentes dificultades que pudieran presentarse en el plano organizacional. Para llegar a la meta es necesario tener el aforo de: anticipar, cuestionar, interpretar, decidir, alinear y aprender de todos los elementos producto de la investigación realizada. Este procedimiento se basa, esencialmente, en el conocimiento y el análisis. Para poder implementarlo se requiere además de conocerse así mismo, estar al tanto de las políticas, normas y procedimientos empleados en la organización; saber reconocer lo que hace la competencia con la finalidad de obtener el mayor provecho posible a nuestras fortalezas sin desatender los puntos débiles que pudieran existir en la misma. El análisis objetivo de los puntos anteriores determina múltiples enfoques direccionados a tomar en consideración las estrategias que se deben aplicar. Las acciones deben ser pensadas sobre un objetivo claro, pretendiendo maximizar la satisfacción del cliente cubriendo de esta manera sus necesidades. Los seis elementos clave del pensamiento estratégico incluyen la capacidad de: anticipar, cuestionar, interpretar, decidir, alinear y aprender. Aunque cada uno de estos elementos ha sido objeto de atención aislada, adquieren mayor relevancia cuando se examina en el contexto de un marco global, direccionándose de esta manera hacia la prospectiva, la cual se constituye en la actualidad en una metodología de análisis que aporta una visión múltiple, sistémica, flexible y de largo plazo. Pretende optimizar los actuales procesos de planificación estratégica, puede verse como un análisis interdisciplinario que procura explorar los futuros posibles a mediano y largo plazo y examinar cuales son las políticas y las estrategias que deben adoptarse para influir en el curso de la evolución en el sentido del futuro deseado. Michel Godet, en su obra denominada: La caja de herramientas de la prospectiva estratégica, enlaza la prospectiva, la estrategia y el planeamiento estratégico al decir que la anticipación no tiene mayor sentido si no es que sirve para esclarecer la acción. Esa es la razón por la cual la prospectiva y la estrategia son generalmente indisociables. Los conceptos de prospectiva, estrategia y planificación están en la práctica íntimamente ligados, cada uno de ellos conlleva el otro y se entremezclan; de hecho, hablamos de planificación estratégica, de gestión y de prospectiva estratégica. En resumen, el mayor desafío de una organización consiste en lograr resultados efectivos, triangulado la previsión, el pronóstico y la proyección, basándose en deducciones para el futuro, teniendo en cuenta que la sociedad actual se caracteriza por la vulnerabilidad de sus procesos administrativos. Por ello, es un arte establecer estrategias, que permitan a una organización ofrecer sus servicios de calidad, donde el cliente pueda vivir una experiencia única manteniendo estándares de competitividad, disponiendo de tecnología práctica precisa y eficiente; para lograr esta meta es necesario contar con un talento humano capaz de pensar como estratega, asignándose la responsabilidad de conocer lo que sucederá de acuerdo a las posibles decisiones tomadas en el pasado y como afectarán el futuro (prospectiva). Caracas, Venezuela 11-03-2.014