Hacia un balance de la pobreza

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Sexenio en perspectiva
Hacia un balance de la pobreza en la administración foxista
Rodolfo de la Torre*
No es sencillo obtener un panorama equilibrado del saldo
de la administración del presidente Vicente Fox en cuanto
a la reducción de la pobreza. Fácilmente se puede caer en
la descripción de supuestos “éxitos” o “fracasos”, cuando el
balance real se ubica entre esos extremos.
En 2001 surgió el Comité Técnico para la Medición de
la Pobreza (CTMP), compuesto por una mayoría de académicos
independientes, mediante el cual, por primera vez en la historia,
el Ejecutivo se comprometió con una medida oficial de la
pobreza razonable y transparente. En el cálculo para el año
2000 se dio a conocer que la pobreza abarcaba más de la
mitad de la población, cifra inferior a algunas apocalípticas
valoraciones, pero muy superior a lo calculado con distintos
grados de optimismo por el Banco Mundial o la Cepal. Este
ejercicio se repitió al examinar la reducción de la pobreza
de 2000 a 2004, confirmándose que la población pobre
disminuyó de 53.7 a 47 por ciento de la población total, pese
al estancamiento económico.
Sin embargo, en su campaña publicitaria la Presidencia eligió difundir la reducción de casi 30 por ciento en la
proporción de personas con evidentes carencias alimentarias,
en vez de reportar el cambio en el número de pobres puro
y simple, lo que generó la inquietud: ¿realmente se redujo
la pobreza? La pregunta cobra un sentido más amplio al
considerar que una adecuada respuesta debe tomar en
cuenta no sólo el número de personas pobres, sino también
la intensidad y la distribución de sus carencias. En diversos
foros, miembros del CTMP establecieron que si bien se redujo
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*Director del IIDSES (Instituto de Investigaciones
sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social).
Hacia un balance de la pobreza en la administración foxista
el porcentaje de población pobre, se dejaron menores ingresos y mayor
desigualdad para quienes permanecieron en la pobreza, de forma que el
saldo final es mucho más modesto que lo reportado oficialmente.
Recientemente se difundió lo que parece una versión preliminar
de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2005, la
cual sirve de base para las evaluaciones de pobreza. Con esta información
extraoficial, cálculos propios indican que el número de personas pobres
pasó de 47 por ciento de la población en 2004, a 47.8 por ciento en 2005.
En referencia a la pobreza alimentaria, el cambio fue de 17.3 por ciento
en 2004, a 18.6 por ciento en 2005. De confirmarse esta información,
el Presidente Fox efectivamente concluiría su administración con una
reducción de la pobreza entre 2000 y 2005, aunque con resultados aún
más modestos que los originalmente encontrados.
Otro asunto se refiere a cómo explicar la reducción de la pobreza,
aunque esta disminución sea leve. Al respecto, frecuentemente se enfatiza
la mayor cobertura del programa Oportunidades y su adecuada focalización
en los más pobres como logro del actual gobierno, aunque también se
subraya la importancia del incremento en las remesas internacionales
como prueba de sus insuficientes esfuerzos. Nuevamente, resultados de
miembros del CTMP establecen que, en el corto plazo, ni las transferencias
gubernamentales ni las remesas jugaron un papel central en la reducción
de la pobreza, sino el aumento y la diversificación de los ingresos por
trabajos rurales, los cuales dependieron menos de la agricultura y más de
otras actividades con mayor productividad.
Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, las políticas del presidente
Fox sí han contribuido a la reducción de la pobreza. Sin duda, de no existir
estabilidad económica y una política de expansión del capital humano para
los más pobres, los elementos que permitieron reducir la pobreza habrían
tenido una débil base sobre la cual actuar. Sin embargo, tales medidas
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no son exclusivas del actual gobierno, pues continúan, con correcciones
y mejoras, lo hecho desde la administración pasada, la cual sorteó la
crisis de 1994 y creó el Programa de Educación, Salud y Alimentación,
antecesor de Oportunidades.
Así, puede concluirse que el gobierno actual creó un esquema
confiable, aunque perfectible, para medir los avances en la reducción de
la pobreza, y disminuyó modesta e indirectamente el problema al dar
continuidad a parte de la política social que heredó.
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