Psicomotricidad en Demencias

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Psicomotricidad
en Demencias
Revisión y guía de intervención.
Eva Carrascosa Moreno
Marta Ramírez Barranco
Nuria Úbeda Mínguez
Máster de fisioterapia en el abordaje neurológico del niño y del adulto
ÍNDICE:
PSICOMOTRICIDAD EN DEMENCIAS………………………………………………………………. 2-19








Introducción……………………………………………………………………………………….. 2-10
o Demencia…………………………………………………………………………………. 3-8
o Alzheimer…………………………………………………………………………………. 8-9
o Psicomotricidad………………………………………………………………………… 9-10
Justificación…………………………………………………………………………………………. 11
Método……………………………………………………………………………………………….. 11
Criterios de inclusión………………………………………………………………………….. 11
Resultados…………………………………………………………………………………………… 12-13
Discusión……………………………………………………………………………………………… 13-15
Conclusiones……………………………………………………………………………………….. 16-17
Bibliografía………………………………………………………………………………………….. 18-19
GUÍA DE INTERVENCIÓN: PROGRAMA DE TERAPIA PSICOMOTRIZ EN PACIENTES CON
DEMENCIA TIPO ALZHEIMER………………………………………………………………………….. 20-30





Alzheimer…………………………………………………………………………………………….. 20
Evaluación…………………………………………………………………………………………… 21-22
Objetivos…………………………………………………………………………………………….. 22-23
Planificación y tratamiento……………………………………………………………….. 23-29
Bibliografía…………………………………………………………………………………………. 30
1
Psicomotricidad en demencias.
1. Introducción:
La población en los países desarrollados está sufriendo un envejecimiento progresivo
debido tanto al aumento de la esperanza de vida y al descenso de la natalidad como a
una disminución de las tasas de mortalidad para todos los grupos de edad. Como
consecuencia de estos hechos se ha producido un incremento de la población mayor
de 65 años que lleva acompañado el incremento proporcional de mayores de 80 años 1.
El envejecimiento de las sociedades actuales es fruto de conquistas en diversas áreas
de las ciencias tales como la médica y de la salud, la biológica, la psicológica, las
sociales, etc. El incremento de vida de los ciudadanos se debe también a los cambios
sociales producidos en la vida moderna, en especial por la generalización de hábitos
más saludables de higiene y la alimentación y el incremento del ejercicio físico, entre
otros2. Es un proceso inevitable que en muchas ocasiones se ve acelerado por diversas
causas relacionadas con el estilo de vida3.
Conlleva una serie de cambios a todos los niveles los cuales llevan consigo a la
aparición de nuevas necesidades a las que es necesario dar respuestas adecuadas
como puede ser la atención fisioterápica especializada en personas mayores 4. Dichas
modificaciones han sido valoradas en años anteriores como negativas o patológicas,
aunque se ha podido demostrar que, aunque se manifiesten como pérdidas en
determinados dominios, forman parte del proceso natural de envejecimiento del ser
humano4-5.
Las Teorías del Ciclo Vital afirman que, si bien el desarrollo es una sucesión de pérdidas
y ganancias, la vejez es el momento en el que hay mayor proporción de las primeras,
aunque también hay capacidades que mejoran. Por ejemplo, las personas pierden
eficiencia en su memoria a corto plazo, lo que dificulta la adquisición de nuevos
aprendizajes, pero en cambio son más hábiles en tareas de reminiscencia o de
recordar hechos sucedidos mucho tiempo atrás, conocido como memoria remota 5.
2
Dentro de los cambios en las capacidades asociados a la edad, lo más visibles son los
referidos al dominio psicomotor: pérdida de agilidad en los movimientos, falta de
resistencia ante esfuerzos físicos, torpeza en tareas de coordinación dinámica, como
bailar o marcha5. Además se presenta un declive de las funciones cognitivas,
específicamente en memoria, atención y velocidad de procesamiento de la
información5-6.
El sedentarismo y la falta de actividad física del sujeto son factores de riesgo para el
desarrollo de numerosas enfermedades crónicas y el declive orgánico que limitan la
funcionalidad.

Vive un proceso de involución física y psíquica.

Pérdida de eficiencia a nivel psicomotor: lentitud, problemas de equilibrio, de
orientación y de autonomía en los desplazamientos.

Deterioro de las cualidades físicas: coordinación, flexibilidad, fuerza,
resistencia… Los cambios más visibles son los referidos al dominio psicomotor.

Pérdida de autonomía y dependencia.

Dificultades para adecuarse al tiempo, debido al enlentecimiento vital frente a
un mundo cada vez más trepidante y en cambio constante.

Enfrenta numerosas pérdidas propias de la edad (familiares, cónyuge, amigos,
trabajo, roles…).

Carencias relacionales (soledad, aislamiento…).

Dificultad para interesarse por nuevos proyectos.
Tabla 1. Posibles características negativas asociadas al envejecimiento7.
Demencia:
Cuando un anciano padece algún cuadro demenciante, a este deterioro “normal” y
esperable se le unen otros tantos rasgos de deterioro patológico, como consecuencia
de la enfermedad que pueda sufrir la persona. Es entonces cuando un trastorno de
este tipo se hace realmente incapacitante e interfiere de forma significativa con el
entorno, mientras que el envejecimiento normal no tiene por qué hacerlo5.
3
Actualmente, la demencia es definida como un síndrome clínico adquirido por una
causa orgánica, que hace referencia a un deterioro de las funciones cognitivas,
respecto al nivel premórbido, progresivo o no progresivo, de lenta instauración y
persistente, sin alteración del nivel de conciencia, irreversible y con tratamiento
paliativo y, frecuentemente, acompañado de otras manifestaciones psicopatológicas o
conductuales, sin conciencia de enfermedad y con juicio distorsionado de la realidad
que afectan al normal funcionamiento social y ocupacional del individuo. Dicho
deterioro puede tener un inicio focal, con un curso clínico progresivo, afectando a una
única función cognitiva y/o conductual o bien alterar a diversas capacidades
cognoscitivas8-9.
Prevalencia
La prevalencia de deterioro cognitivo y demencia está aumentando paralelamente al
envejecimiento poblacional10.
En los países europeos la demencia es una de las patologías más frecuentes,
estimándose una prevalencia de 6.4% 11.
Es un trastorno dependiente de la edad cuya prevalencia aumenta exponencialmente
con ella, y el porcentaje de personas afectadas varía según dicha variable11; entre los
65-69 años diferentes estudios refieren una prevalencia que oscila entre un mínimo de
0,8% 11 y un máximo de 2%9; entre los 75-79 años es de un 5,5-6,5% , entre los 85-89
años es de un 20-22% 9 y en el grupo de edad mayor de 90 años, este índice llega a un
28,5% 11.
Clasificación
Podemos clasificar las demencias en primarias y secundarias. Las primarias serian las
causadas por lesiones de la corteza cerebral, cuyo paradigma es el Alzheimer, y las
lesiones axiales intrínsecas de origen desconocido (desmielinización de sustancia
blanca o cambios patológicos de estructuras mediales en diencéfalo, tálamo, etc.)
Las secundarias estarían determinadas por procesos generales o de reconocida
etiología de distinta índole que incidirían en el cerebro de forma única, predominante
o concomitante (vasculares, tóxicas, infecciosas…)9.
4
Clínica
Hay una serie de características que podemos observar en este tipo de pacientes que
pueden llevar al diagnóstico de la demencia.
La presentación y el aspecto del paciente pueden orientar el diagnóstico, basándonos
en rasgos tales como su aspecto descuidado, conducta inadecuada y repetición de
errores crasos9.
A continuación pasamos a mostrar los principales síntomas de la demencia:
Alteración de la memoria
Es un trastorno fundamental, constante y precoz. En casos leves se manifiesta por
olvidos, pequeñas equivocaciones y repeticiones; a medida que avanza el cuadro se
instala un deterioro de la capacidad de aprender y recordar lo aprendido. Se alteran las
capacidades de registro, retención y evocación, afectándose por tanto las memorias
inmediata, mediata y remota. La amnesia de fijación impide retener lo nuevo, aunque
la memoria de evocación se conserva mucho más tiempo.
Alteración de la atención
Se halla afectada gravemente; al principio puede estar conservada, aunque el paciente
se fatiga pronto, creándose dificultad para concentrar la actividad psíquica, pues un
mínimo esfuerzo origina un agotamiento mental.
Alteración en la orientación
La orientación en el tiempo y en el espacio se va perdiendo. La desorientación en el
tiempo le impide saber la fecha en que vive, le hace mezclar y confundir fechas de su
biografía, presentándose una incapacidad para situarse en el tiempo.
Respecto al espacio, los dementes se pierden al comienzo, en lugares poco conocidos y
luego hasta lo hacen en su propia casa.
5
Alteración del pensamiento
Hay una progresiva destrucción de los procesos del pensamiento. Tendencia a la
perseverancia, viscosidad y adherencia a temas, que se manifiestan con monotonía,
lentitud, pobreza y de manera repetida. Muestran dificultad para pensar y cambiar de
tema, dando la impresión de torpeza.
Es común los olvidos frecuentes de nombres propios, nombres técnicos y poco a poco,
los referidos a objetos comunes.
Alteraciones del lenguaje
Tanto la comprensión como la expresión del lenguaje oral y escrito se hallan
trastornados, haciéndose vagos e imprecisos; es frecuente la sustitución de sustantivos
por expresiones como: “bicho”, “eso”, “cosa” Finalmente, se pierde la espontaneidad
del lenguaje, llegando el paciente, en fases avanzadas, a enmudecer y a repetir sonidos
y palabras (ecolalia y palilalia).
Alteración del juicio
Los trastornos del juicio son muy importantes y precoces; a veces, es la primera
manifestación de la enfermedad. Es posible observar en un sujeto, hasta entonces
sintomático, la realización de actos absurdos de los que el paciente no es capaz de dar
explicaciones.
A medida que el cuadro avanza, la alteración del juicio se manifiesta por pérdida de la
lógica para valorar cuestiones teóricas y aspectos prácticos de la vida cotidiana. Se
pierde la noción de autocrítica y el paciente realiza actos aberrantes y conductas
indignas, especialmente de índole sexual.
Alteraciones afectivas
El paciente presenta desinterés progresivo por sus actos y el entorno. Al inicio, cuando
el paciente nota que pierde facultades, se muestra irritable, ansioso y deprimido.
Luego aparece una labilidad afectiva, pues su humor fluctúa, con motivo o sin motivo;
6
también puede presentar incontinencia afectiva, con explosiones de llanto agresivo, al
verse frustrado por no lograr alguna actividad intelectual. Ya avanzado el deterioro
aparece una indiferencia afectiva, que le impide responder a las expresiones de afecto
de sus seres queridos.
Alteraciones del intelecto
El demente comienza a fracasar en la solución de problemas matemáticos elementales
o de la vida corriente, utilizando medios absurdos para resolverlos. Va perdiendo la
capacidad de abstracción, la habilidad constructiva, es incapaz de hallar similitudes y
diferencias, presenta discalculia y acalculia y no puede reproducir figuras
tridimensionales.
Alteración sensoperceptiva y delirante
Entre las manifestaciones sensoperceptivas presentan falsos reconocimientos y
alucinaciones, especialmente de índole visual. Asimismo, el paciente demencial tiene
ideas delirantes.
Alteraciones de la personalidad
En los dementes puede ocurrir que algunas características de su personalidad se
acentúan, como también producirse cambios de la misma. La conducta se desinhibe y
el paciente hace bromas inapropiadas, desprecia las normas sociales y morales, se
familiariza con extraños, comete indiscreciones sexuales y su trato se torna grosero,
rudo y agresivo. A medida que evoluciona la demencia, el enfermo se hace apático,
descuidado en la higiene y en su arreglo personal, llegando a no importarle estar
orinado o evacuado.
Alteración de funciones corticales superiores
Ayudan a establecer el diagnóstico la presencia de apraxia, agnosia y afasia, es decir,
incapacidad para realizar actividades motoras, a pesar de que están indemnes la
compresión y la motricidad. Por otro lado hay fallo en el reconocimiento o
7
identificación de objetos, a pesar de que la percepción sea normal y por último
trastorno del lenguaje.
Dentro de las demencias, debido a su importancia, queremos destacar la Enfermedad
de Alzheimer, a la cual dedicaremos un apartado.
Alzheimer:
Por tipo de demencia la más frecuente es el Alzheimer11, afectado al 3% de las
personas entre 60 y 80 años, y casi el 20% de las mayores de 80 años 12. Actualmente,
se la considera como la primera causa de demencia en la tercera edad siendo
responsable de entre un 50% y un 75% del total8-12.
Según los últimos estudios epidemiológicos, es padecido por 29 millones de personas
en todo el mundo12.
La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno multisistémico degenerativo del
sistema nervioso central, clínicamente caracterizado por un inicio insidioso con
deterioro cognitivo difuso y funcional progresivo, con la aparición, en el trascurso de la
enfermedad de alteraciones cognitivas, conductuales y psicomotoras 11-8. En estas
últimas, provocadas por la afectación del área motora situada en el lóbula frontal, es
donde el fisioterapeuta tiene su principal labor11.
La afectación de la función física hace que estos pacientes sean más sedentarios dando
lugar a un declive en la movilidad y aumentando el riesgo de daños como caídas y
fracturas cuya incidencia es mayor en pacientes con EA que ancianos sanos 13.
El diagnóstico de dicha enfermedad se realiza mediante los criterios establecidos en el
DSM-IV8.
Las características principales de la EA se manifiestan según su estadio.
Fase preclínica y leve, etapas 3 y 4 de la Global Deterioration Scale (GDS) se
caracteriza por la alteración de los esquemas espacial y temporal, pérdida de la
8
coordinación dinámica, equilibrio y control motor así como dificultades de tipo
grafomotor.
Fase moderada, caracterizada por la aparición de apraxias y la desintegración del
esquema corporal.
Fase severa, las principales alteraciones presentes son los trastornos de comunicación
y lenguaje. También es frecuente la agitación motora, así como las estereotipias. En
esta fase, los pacientes no localizan las partes del cuerpo en el lugar que corresponde.
Psicomotricidad:
La psicomotricidad se define como un procedimiento terapéutico que tiende a
favorecer el dominio del propio cuerpo, la relación y comunicación con uno mismo y
con los demás objetos y personas del espacio que lo rodea. La psicomotricidad intenta
estimular al máximo la motricidad voluntaria y automática, la coordinación, la
orientación y las funciones visoespaciales a través del movimiento como elemento
terapéutico.
Sus objetivos son el incrementar la fuerza muscular, conservar la
movilidad, el mantenimiento del esquema corporal y la coordinación motora,
reconocimiento del espacio intra y extrapersonal, la mejora de la resistencia a la fatiga,
ayudar a conseguir una mayor autonomía funcional en las actividades de la vida diaria,
estimular la memoria reciente y remota, la expresión y comunicación no verbal y el
sentido del ritmo y la sensibilidad musical para el canto/danza2-8.
Las posibilidades de intervención desde el ámbito psicomotor son muy amplias ya que
se trabajan a un mismo tiempo y de muy diversas formas las dimensiones motriz,
cognitiva, afectiva y social. El acceso a todo lo motor en pacientes con demencia se
tiene que realizar de forma particular. Para ello, tareas sencillas con instrucciones
concretas y sin grandes niveles de exigencia, es lo mas recomendado.
El tiempo ideal de la sesiones es una duración de entre 30 y 45 minutos para de este
modo evitar la fatiga. En cuanto al tamaño aconsejable sería aproximadamente de 10
personas reduciendo el número de miembros si los pacientes tienen déficit
significativos. Si los pacientes tiene un deterioro cognitivo severo, incluso si están en
9
silla de ruedas o encamados lo más recomendado es intervenir en grupos de dos o tres
personas.
Las actividades tienen que basarse en el trabajo de la praxia fina y global.
Las dimensiones nombradas anteriormente se trabajan a través de actividades como
juegos tradicionales, técnicas de relajación, danzas del mundo, y recursos de otras
disciplinas como danzaterapia, musicoterapia, tai-chi o expresión corporal.
El material aconsejado para las sesiones es un aspecto complicado dentro de la
intervención. Es muy importante utilizar materiales fácilmente manipulables, ni muy
pesados, ni muy pequeños, también es necesario que sean objetos cercanos y
conocidos.
Como consecuencia de la terapia psicomotriz se podrá frenar o retrasar el deterioro
tanto físico como cognitivo, siendo este último uno de los aspectos prioritarios de toda
intervención. Al mismo tiempo se promueven las buenas relaciones con los
compañeros y el bienestar del paciente.
La psicomotricidad es requerida como prevención primaria en centros de ocio para
ancianos, pero es mucho más demandada como prevención secundaria y terciaria.
Cuando una intervención terapéutica aporta recursos de tipo motor como cognitivo y
socioafectivo y es percibida por el paciente como lúdica, divertida y motivante, la
adhesión por parte de los pacientes será fácil y el éxito de la intervención notable 5.
10
Justificación:
Los objetivos que nos planteamos al realizar esta revisión son en primer lugar conocer
las características propias de las demencias y, en segundo lugar, los avances en el
tratamiento de este tipo de pacientes basado en la psicomotricidad y conocer su
eficacia, pautas de intervención, etc. Para así, basándonos en la información obtenida
a través de los diferentes estudios poder plantear una guía de actuación lo más
eficiente posible para personas con demencia.
Método:
Realizamos una serie de búsquedas en las siguientes bases de datos, a través de:
Medline, Psycarticles, PsycInfo, PsycInfo, PsycCritiques, E-journal y Pubmed, Dialnet.
También buscamos en las siguientes revistas: “Revista Iberoamericana de
psicomotricidad y técnicas corporales”, “Revista Española de Geriatría y Gerontología”,
“International Journal of Geriatric Psychiatry”, “Archives of Gerontology and Geriatrics”
y “Revista de Fisioterapia”.
Utilizamos los siguientes descriptores o palabras clave: Memory training, Psychomotor
training, Dementia, Physical activity, Aged, stimulation, Alzheimer, Physiotherapy,
Cognitive impairment, Movement therapy.
Como los resultados obtenidos fueron bastante escasos decidimos no poner límites en
las búsquedas y revisar todos los artículos encontrados para asegurar que se adaptaran
a los criterios de inclusión que detallaremos a continuación.
Criterios de inclusión:
Los estudios incluidos en esta revisión son los que cumplieron los siguientes criterios:
(1) que participaran personas con un mínimo de 60 años, (2) con diagnóstico de
demencia o cualquier grado de deterioro cognitivo. (3) Que al menos un grupo sea
tratado con psicomotricidad. (4) Con una muestra mayor de 10 sujetos. (5) Idioma:
inglés o español. (6) Acceso al texto completo. (7) Que hayan sido publicados o
aceptados en alguna revista, a partir del año 1999.
11
Resultados:
Tras analizar los artículos encontrados, seleccionamos para esta revisión 6 estudios,
que cumplían todos los criterios de inclusión, de los cuales mostramos sus principales
características a continuación:
Autor/Año
Diseño
Diagnóstico
Muestra
Edad
Intervención
HopmanRock M. et
10
al (1999)
Ensayo
controlado
aleatorizado
Deterioro
cognitivo.
Demencia.
92 (45
E; 47 C)
EM:
84’7
años
Baldelly
M. et al
14
(2004)
Series de casos
Demencia
senil.
216
>75
años
E: PM; 2
sesiones/semana,
6 meses.
C: cuidado
normal y otras
actividades
recreativas.
Terapia
psicomotriz
Viñolo M.
et al
11
(2006)
Estudio
longitudinal
prospectivo
Alzheimer
70
(Grupo
1: 17;
grupo 2:
53)
EM:
74
años
Grupo 1: taller
avanzado de PM
Grupo 2: taller
adaptado de PM
y fisioterapia
personalizada.
30 min; 5
sesiones/semana;
1 año.
Valencia C.
et
6
al.(2008)
Estudio
transversal
Deterioro
cognitivo.
95 (E:
49; C:
46)
EM:
70
años
Jaso M. et
15
al (2007)
Series de casos
Alzheimer
15
EM:
78’3
años
E: Entrenamiento
combinado de
memoria y PM.
20 sesiones de
120 minutos. 5
meses.
C: no realizó la
actividad.
2 sesiones
PM/semana de
30 minutos. 7
semanas.
Sesión: 1. Saludo;
2. Actividades de
estimulación
multisensorial
básica. 3.
Habilidades
psicomotrices
básicas
Instrumentos de
evaluación
BIP
SIPO
Barthel
CST
MMSE
GDS
Tinetti
Barthel
BINA
ADL
Barthel
Tinetti
Lawton y Brody
Escala de salud
funcional de
Rosow y Breslau.
GDS
MMSE
CERAD
Inventario
neuropsicológico
de Núremberg
MMSE
RDRS-2
Barthel
GDS
NPI
12
OlaveEstudio
Deterioro
11
EM:
21 sesiones de 50 Test de Pfeiffer
Sepúlveda transversal
cognitivo
80
minutos, 3
Barthel
C. et al
años
veces/semana, 2
Yesavage
3
(2011)
meses de PM
E: grupo experimental; C: grupo control; EM: Edad media; BIP: Behavioural observation scale for
intramural psychogeriatry; SIPO: Social interaction scale for psychogeriatric older people; CST: Cognitive
screening test; PM: Psicomotricidad; MMSE: Minimental state examination; GDS: Escala de deterioro
global; BINA: Breve indice non autosufficienza; ADL: Escalas de la vida diaria;CERAD: Consortium to
establish a registry for Alzheimer’s disease; RDRS-2: Escala de evaluación rápida de discapacidad; NPI:
Neuropsychiatric inventory.
Discusión.
Hopman-Rock M. et al.8 llevaron a cabo el programa de activación psicomotora (PAP)
diseñado por la universidad de Ámsterdam durante 6 meses. Este programa se centra
en cuatro puntos: comunicación, reactivación, resocialización y funcionalidad efectiva.
Según sus resultados las funciones cognitivas mejoraron significativamente después de
la intervención, los efectos en el comportamiento no fueron significativos
estadísticamente pero se observaron algunos cambios. El comportamiento positivo en
grupo aumentó y el comportamiento no-social tendía a disminuir (especialmente en
las personas con mayor nivel cognitivo), pero la rebeldía también tendía a aumentar.
En general, los sujetos estaban con mayor estado de alerta. Aparecieron mejoras
inesperadas en el funcionamiento físico. Anecdóticamente se vio que también tenía
éxito en la reintegración de personas en el grupo y que algunos pacientes con afasia
incluso empezaron a hablar. En conclusión, el PAP ha demostrado tener un efecto
beneficioso en el comportamiento y la cognición de ancianos con demencia, lo cual
puede mejorar su calidad de vida y la de sus cuidadores.
El estudio de Baldelly M. et al.15 mostró un aumento en todas las clases del MMSE
viéndose una mejora significativa entre la evaluación al ingreso y al alta. La misma
tendencia se muestra en las puntuaciones en la evaluación del estado afectivo. Hay
una reducción en el riesgo de caídas evaluado mediante la escala de Tinetti,
observándose una mejora al alta con respecto al ingreso. El grado de dependencia en
las actividades de la vida diaria se correlaciona con la edad, observándose una mayor
dependencia en pacientes mayores de 85 años. El índice de Barthel también reflejó
13
mejoras significativas al alta al igual que el grado de autosuficiencia BINA. El 86% de los
pacientes regresaron a casa y el 14% permanecieron en la residencia.
Tras un año de tratamiento fisioterápico consistente en talleres de psicomotricidad,
llevado a cabo por Viñolo M. et al.11 , el 76% de los pacientes mejoraron
sustancialmente, el 6% sufrieron una regresión importante y el 18% se mantuvieron en
más o menos las mismas condiciones. Los enfermos que empeoraron son de edades
muy dispares, apreciándose un deterioro significativo en los enfermos más jóvenes y
con un tiempo de evolución corto, lo que sugiere la importancia de un diagnóstico
precoz de la enfermedad. Sin embargo en enfermos de edades avanzadas y de largo
tiempo de evolución el deterioro no fue tan significativo. Referente al sexo, no se
encontraron diferencias significativas, simplemente tener en cuenta que desde el
principio el número de mujeres afectadas fue siempre mayor que el de hombres. Ni la
diabetes ni la hipertensión arterial influyeron en los resultados, aunque esta última se
tuvo en cuenta a la hora de hacer los ejercicios. El 80% de los pacientes con mayor
puntuación, tenían las familias con mayor grado de colaboración. Este estudio
confirma la mejoría que pueden obtener este tipo de pacientes, provocándose un
freno a la evolución irreversible con la fisioterapia y el entrenamiento de las
habilidades motoras.
Valencia C. et al.6 basaron su estudio en el programa de entrenamiento combinado de
memoria y psicomotricidad SIMA. Comparando los dos grupos (experimental y
control), se ve una mejora en el grupo de intervención en una prueba de atención y
velocidad visuomotora y en la tarea de conflicto del Farb-Wort-Test-G (test de colores
y palabras, basado en el test de Stroop), estadísticamente. Mejorando específicamente
la atención selectiva y la VIP (velocidad de procesamiento de la información) en
población adulta mayor con deterioro cognitivo. Estos autores llegan a la conclusión de
que sería importante emplear este tipo de programas de forma temprana para evitar o
retrasar el deterioro cognitivo asociado con la edad y/o prevenir el desarrollo de
demencias en esta población.
Según el estudio de Jaso M. et al.16 , los signos neuropsiquiátricos del NPI (delirios,
alucinaciones, euforia) no se presentaron en los pacientes en ningún momento de la
14
intervención. En las sesiones destacan la apatía e indiferencia como el signo de mayor
presencia y la irritabilidad y la conducta motora aberrante son ocasionales. A pesar del
alto nivel de apatía de los pacientes ello no fue impedimento para realizar el programa
de intervención pautado a excepción de una sola sesión y con un único paciente.
Mediante la comunicación y la información previa al paciente los problemas de
colaboración mejoraron y de esta forma se obtienen mejores resultados en la
aplicación del tratamiento. Las conductas negativas desaparecen ante la presentación
de las actividades programadas y su realización, pero puede repetirse la conducta al
cambiar de una actividad a otra.
Olave-Sepúlveda C. et al3 a través de su estudio obtuvieron los siguientes resultados:
según el test de Pfeiffer antes de la intervención el 45’5% de los sujetos presentaron
funciones intelectuales intactas, el 27’3% deterioro leve y el 27’3% deterioro
moderado. Después de la intervención el test reveló que el 72’7% de los sujetos
mantenían funciones intelectuales intactas y un 27’3% deterioro leve. El 100%
presentaban depresión leve según el test de Yasavage y al finalizar el tratamiento
pasaron a la normalidad. Como consecuencia de todo lo anterior, aumenta el nivel
cognitivo y desaparecen los valores de depresión con el programa de activación
psicomotriz en adultos mayores institucionalizados. Estos autores plantean el
interrogante de que como la psicomotricidad abarca tantas áreas, si fue la actividad
motora, el trabajo cognitivo o la socialización con refuerzo positivo el factor
predominante en la obtención de los resultados. También plantean que si en grupos
diferentes de adultos mayores con diferentes niveles cognitivo se mostraría la misma
efectividad.
15
Conclusiones:
En primer lugar queremos hacer alusión a los escasos estudios de calidad que hay
sobre la psicomotricidad en demencias. A pesar de los pocos estudios realizados
hemos comprobado que en todos ellos se encuentran mejoras en distintos niveles.
En la mayoría de los
estudios llevados a cabo con terapia psicomotora se ha
constatado un incremento del nivel cognitivo, mejorando la puntuación en la escala
Minimental state examination lo que demuestra una mejora en la memoria. Además,
se contempla un aumento del estado de alerta y un avance en la velocidad y
procesamiento de la información.
Por otro lado, se hace referencia al ajuste del comportamiento que estos pacientes
han adquirido durante las sesiones con terapia psicomotriz, mostrándose en un gran
número de ellos un descenso de los niveles de depresión y de las conductas negativas,
como por ejemplo la apatía y la indiferencia, que son los signos más comúnmente
encontrados en estos pacientes, desapareciendo a través de la presentación de
actividades programadas y su realización. Estas mejoras en el comportamiento
influyen en la socialización y reintegración en el grupo y de esta forma favorecer las
actividades establecidas, su participación y su realización en armonía, consiguiendo los
objetivos planteados, tanto individualmente como de forma grupal.
Más relacionado con el ámbito fisioterapéutico, los datos más relevantes son los
referidos al estado físico, en el cual se ve una reducción en el riesgo de caídas
(evaluado con la escala de Tinetti) y mejora de la eficiencia motora, y en consecuencia
aumento del grado de independencia de estos pacientes.
Todo lo citado anteriormente influye en la calidad de vida de los pacientes y de sus
cuidadores y/o familiares, gracias al enlentecimiento del deterioro global.
Viendo los efectos positivos de los programas de intervención psicomotriz en pacientes
con demencia, consideramos que se necesitan más investigaciones sobre este tema
para cuantificar su eficacia y que apoyen el uso de esta técnica en pacientes mayores,
mostrándose las actividades más beneficiosas para este grupo ya que hasta ahora lo
que más se está utilizando es una adaptación de los conocimientos que se tienen en su
16
aplicación con niños. Además, sería conveniente analizar qué tipo de materiales
pueden resultar los más apropiados y cuáles de ellos puede aportar mejores resultados
ya que este tipo de información ha sido muy limitada.
17
BIBLIOGRAFÍA
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Alzheimer: alteraciones de la conducta. Fisioterapia. 2008; 30: 122-30.
19
Guía de intervención
Programa de terapia psicomotriz en pacientes con
demencia tipo Alzheimer.
Alzheimer:
El tipo de demencia más frecuente es el Alzheimer cuyas cifras de prevalencia son 0,6%
en la población de 65-69 años y el 20% para mayores de 90 años. Dada la tendencia al
envejecimiento poblacional es esperable por las tasas de incidencia que se
incrementen los casos proporcionalmente a la edad. Dicha afección neurológica
llamada “mal del siglo” ocupa el cuarto lugar como causa de muerte en el anciano.
Según los estudios epidemiológicos es padecida por 29 millones de personas en todo el
mundo. Cerca de 450.000 personas están afectadas en España y este número se
duplicará de aquí al 2020.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo del cerebro, caracterizado por
los cambios degenerativos de las células nerviosas corticales y de las terminaciones
nerviosas cerebrales11. Como consecuencia de ello, aparece una alteración progresiva
de las funciones intelectuales, que puede comenzar por trastornos aparentemente
leves de memoria, pero que desemboca en una demencia grave de tipo cortical, siendo
sus manifestaciones y su clínica muy variable12.
Se ha demostrado en varios estudios que el ejercicio físico continuado contribuye al
incremento de la calidad de vida, independencia y nivel de integración social de los
ancianos, y también aporta beneficios físicos y psicológicos. Esto demuestra la
necesidad de la fisioterapia para paliar el deterioro que sufren estas personas, así
como, para disminuir o eliminar los síntomas que provoca esta discapacidad 11.
20
Evaluación
Evaluación previa a la intervención
Con los pacientes se realizó una evaluación previa a la intervención para conocer su
estado antes de la intervención y de este modo poder compararlos con los resultados
obtenidos después de un tiempo de intervención.
Se utilizaron los siguientes instrumentos de medida.

Índice de Barthel (IB)15. Publicado por Mahoney y Barthel con la finalidad de
evaluar las actividades de la vida diaria en pacientes con Alzheimer. Analiza diez
actividades, dando más importancia a las puntuaciones de los ítems
relacionados con el control de esfínteres y la movilidad. Sus resultados se
agrupan en cuatro categorías de dependencia:
1. Total: menos de 20.
2. Grave: entre 20 y 35.
3. Moderada: entre 40 y 55.
4. Leve: a partir de 60.

Test de Pfeiffer3. Utilizado para medir el deterioro cognitivo del adulto. Consta
de diez ítems y en función de la puntuación se obtiene:
1. No hay deterioro: 0-2 errores.
2. Deterioro leve: 3-4 errores.
3. Deterioro moderado: 5-7 errores.
4. Deterioro grave 8-10 errores.

Minimental State Examination (MMSE)6. Examen breve que explora el estado
mental y cognitivo. Incluye: orientación, memoria inmediata y de evocación,
concentración, lenguaje (oral y escrito) y praxias constructivas. Puntuación
máxima 30.
21

Global Deterioration Scale (GDS) 15. Clasifica a los pacientes de enfermedad de
Alzheimer en 7 estadios. Parte de la normalidad (estadio 1) hasta los grados
más graves (estadio 7).

Tinetti11. Fue utilizada para la evaluación del equilibrio y la marcha.

Escala Daniels. Se empleó para evaluar la fuerza muscular y la exploración se
realiza mediante pruebas manuales. Se mide mediante una escala numérica
que va de 0-5.

Balance del rango articular con goniómetro. Es la medición y registro de la
capacidad o el arco de movimiento de cada una de las articulaciones con
goniómetro. La medición debe hacerse con movimientos pasivos y activos.
Objetivos

Retrasar el deterioro cognitivo.

Mejorar el estado de alerta.

Mantener o mejorar el estado físico.

Perfeccionamiento de la motricidad fina y gruesa.

Incrementar la coordinación.

Aumentar el equilibrio.

Disminuir el riesgo de caídas.

Disminuir la fatiga.

Mejorar o mantener el rango articular y fuerza muscular.

Promover la socialización grupal.
Con todo lo citado anteriormente se consiguen a su vez dos grandes objetivos
fundamentales como son:

Frenar la evolución del deterioro.
22

Mejorar la calidad de vida.

Favorecer el grado de independencia dentro de sus capacidades.
Planificación y tratamiento
Las posibilidades de intervención desde el ámbito psicomotor son muy amplias,
nosotros basándonos en los resultados obtenidos de nuestra investigación hemos
decidido establecer las siguientes pautas.

5 sesiones semanales.

Con una duración de 45 minutos.

Dividimos a los pacientes según su estado cognitivo, basándonos en la escala
GDS, y su nivel de autonomía.
Si los pacientes están clasificados en un estadio menor o igual a 3 se incluirán
en un grupo de 10 personas.
Las sesiones con pacientes con un GDS mayor o igual a 4 se impartirán en
grupos de 5.

La intervención será llevada a cabo por dos fisioterapeutas. Uno de ellos se
encargará de guiar las actividades y el otro supervisará y ayudará a los
pacientes con mayor dificultad.

Lugar de realización: la sesión se llevará a cabo en una sala espaciosa, de fácil
acceso, sin barreras arquitectónicas, ordenada, limpia, con buena iluminación,
temperatura agradable, con un aseo adaptado cerca y con un mobiliario
cómodo y funcional. Cuando las condiciones meteorológicas lo permitan se
podrá realizar en el exterior.

Se pedirá a los usuarios que vistan ropa cómoda que permita la libre realización
de los movimientos.

Para realizar algunos ejercicios se utilizarán materiales como: picas, pelotas de
diferentes tamaños y pesos, aros, globos, pañuelos, cintas… Se elegirán unos u
otros en función de la actividad. Es muy importante que los materiales sean
fácilmente manipulables, ni muy pesados ni muy pequeños; también se
requiere que sean cercanos, que estén familiarizados con ellos
23

Adaptaremos nuestro vocabulario a los pacientes, al igual que el tono y el
volumen de nuestra voz, acompañándonos de gestos corporales.

Tendremos muy en cuenta los periodos de descanso para trabajar siempre por
debajo del máximo nivel.
Estructuración de la sesión:
Nuestra sesión se va a dividir en tres partes principales: inicio, núcleo y parte final.
1º Inicio:
Vamos a proceder al inicio de la sesión mediante un ritual que se llevará a cabo
diariamente. Se plantea una verbalización en torno a cómo se encuentra cada uno
para posteriormente realizar en grupo una ubicación temporal en la que se comenta y
valora: la fecha en el calendario, la estación del año, el tiempo que hace ese día, la
temperatura, el nombre propio y de los compañeros etc. por otro lado, dicha
verbalización también incluye una petición a los pacientes para ver cuáles son sus
preferencias en cuanto a juegos o actividades, para que ellos se sientan partícipes y
con posibilidad de tomar decisiones en el grupo.
También, antes de entrar en el núcleo de la sesión se realizará un calentamiento en el
que se movilizarán activamente todas las articulaciones.
2º Núcleo:
Esta segunda parte incluye gran parte del trabajo de la sesión, y es donde se realizan
las tareas con más peso y es el momento de seguir trabajando los objetivos, aspectos
cognitivos, motores, sociales, etc.
Aquí se llevará a cabo el ejercicio psicomotor. A continuación presentamos algunas de
las posibles actividades:
 Actividad sin material:
Consiste en que los pacientes se desplacen imitando los pasos de distintos animales,
teniendo en cuenta el tamaño de la zancada, fuerza, velocidad… Se irá indicando que
anden imitando, por ejemplo, un elefante, una hormiga… Si es posible se dividirá el
24
grupo en 2, cada uno se colocará en un extremo de la sala, una mitad hará un animal y
la otra mitad otro. Cuando lleguen al centro de la sala chocarán las palmas de las
manos y seguidamente volverán al punto inicial imitando el modelo de marcha que
anteriormente hacía el otro grupo (se cambian).
 Actividades con materiales
Actividad con picas.
Cada sujeto llevará una pica y consiste en simular diversos deportes.
1. Se sujeta la pica horizontal por ambos extremos: acción de remar. Oleaje
más rápido. Cambios de ritmo.
2. Jabalina: se sujeta la pica horizontal sobre el hombro derecho, un paso
hacia delante con la pierna derecha, elevación de la pierna izquierda hacia
detrás, extensión frontal del brazo derecho.
3. Golf: piernas ligeramente separadas. Sujetar la pica con ambos manos, por
la mitad. Flexionar ligeramente las rodillas, elevar la pica hacia el hombro
derecho y alternativamente hacia la izquierda.
El mismo ejercicio con ligera torsión. Cadera fija.
4. Halterofilia: pica sostenida con ambas manos a la altura de la cadera,
palmas de las manos hacia arriba. Sentadilla y al subir levantar los brazos.
5. Bicicleta: pica sostenida sobre el pecho, horizontal. Elevar alternativamente
una pierna y otra. Simulacro de pedaleo.
Con grupos de baja autonomía colocar la pica vertical como soporte.
Optativo: desplazamiento por el espacio.
6. Danza: por parejas, uno de los sujetos mantiene la pica horizontal, el otro
realiza distintos ejercicios en la barra (clásica). Hay que tener cuidado con
la posición de la persona que sujeta la barra, quien deberá tener los codos
pegados al cuerpo y los hombros en descarga.
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Actividad con pelotas
En círculo. Una pelota por persona.
La pelota adquiere un peso imaginario; los movimientos, la rapidez de
ejecución y la intensidad estarán en función de eso peso.
Posición de partida: pelota sostenida por ambas manos a la altura del ombligo.
A la voy de “ya” se sube la pelota por encima de la cabeza, máxima extensión.
Se sostiene alta de 8-10 segundos. El ejercicio se repite sucesivamente,
decreciendo poco a poco en cada ejecución el peso imaginario: 50, 25, 10, 5, 1,
0.
A cada peso se le asigna un símil adecuado como recurso fácil y adaptativo a la
acción: 25, un nieto; 10, una maleta grande; 5kg de patatas; 2kg de naranjas;
una pluma.
Durante el ejercicio se trabajará el control postural: contracción abdominal,
rodillas semiflexionadas, objeto cercano al cuerpo del sujeto, máxima extensión
de brazos, control de hombros, control de respiración. Esto nos sirve como
adaptación a la “carga” para la vida cotidiana.
Actividad con aros
En círculo. Los aros forman un círculo en el suelo. Los sujetos comenzaran a
desplazarse hacia la derecha por la parte externa del círculo. A la señal:
interrupción de la música, cada participante se introduce en un aro. El
responsable retira 4 ó 5 aros. La música se pone en marcha y comienza de
nuevo el desplazamiento. A la señal se introducen de nuevo. Las personas que
no tienen aros cogerán los aros desechados anteriormente y se moverán,
dependiendo de la envergadura del grupo: (si es muy grande dentro, si es
pequeño fuera) como si condujeran camiones, sujetando el aro con ambas
manos.
La música recomendada para llevar a cabo esta actividad es la Polka de Anna.
26
Actividades con globos
Sentados en círculo:
1. Descalzos, masajear el globo con la planta de los pies.
2. Hacer rodar el globo entre las manos.
3. Aplastar el globo con las manos.
4. Cambiar de mano el globo por delante y por detrás de la cintura.
5. Poner el globo entre las dos rodillas, apretarlo para que no caiga y levantarlo
con las piernas.
6. Flexionar el tronco hacia delante y pasarlo por debajo de las piernas
Actividad con pañuelos
Para esta actividad también utilizaremos un globo acompañado con música de
circo.
Por parejas. Un pañuelo y un globo por pareja.
Asir el pañuelo por los extremos. Lanzar hacia arriba el globo y recogerlo.
1. Intentar recogerlo lo más alto posible.
2. Intentar recogerlo lo más bajo posible.
3. Lanzar y recoger desplazándose. Controlar a las otras parejas.
4. Lo mismo pasándose el globo con otra pareja.
5. Todas las parejas. Lanzando los globos y recogiendo otros.
Actividad con cintas
Emplearemos cintas de tela de color azul y blanco ( a poder ser distintos tonos de
azul), simulacro de mar. Dos cintas por pareja.
Cada participante sujeta un cabo de cada rollito y lo comparte con su pareja en el
otro extremo. Las cintas quedan extendidas formando “un pequeño océano”
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Se muestran las distintas figuras.
1. Balanceo
2. Marejada: sacudir las cintas, movimientos enérgicos.
3. Maremoto: oleaje, dibujar todo un círculo, manteniendo la distancia original
entre ambos extremos, hacia la derecha o izquierda (amplitud de
movimientos).
4. La “ola”: subir de uno en uno los papeles de un extremo a otro.
5. Tirarse al agua: los participantes mantienen las cintas sujetas por encima de la
cabeza; desde uno de los extremos los parejas semiagachadas, pasan por
debajo de las cintas, sucesivamente, colocándose en el otro extremo.
Adaptaremos la actividad con la canción Habaneras, de Los Manolos.
Para concluir con esta parte central de la sesión dedicaremos un apartado a la
relajación que facilitará la vuelta a la calma.
En ella, los pacientes estarán sentados de forma cómoda y relajada preferiblemente
con los ojos cerrados. Ser hará mucho hincapié en la respiración, para ello utilizaremos
la técnica de relajación progresiva de Jacobson. Esta técnica consiste en tensar
deliberadamente los músculos para posteriormente relajarlos conscientemente.
3º Parte Final:
La parte final es la dedicada a recopilar y sintetizar lo realizado. Se procede a la
recogida de material y se lleva a cabo una nueva verbalización que ahora trata lo
percibido, sentido, actuado…
Finalmente realizaremos un ritual de salida que indique que ya ha acabado la sesión,
como cantar una canción determinada, o recitar alguna poesía o refrán. Después se
pueden levantar de las sillas y salir por la puerta indicando cual es la próxima actividad:
si van a comer, o si van a un taller de manualidades, por ejemplo.
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Las actividades anteriormente citadas son sólo algunos ejemplos de todas las
actividades que se pueden aplicar, a medida que avanzan las sesiones éstas irán
cambiando para evitar la monotonía, la pérdida de interés y también para adaptarse a
las posibilidades del paciente. Pero también es buena la repetición de acciones para
que se familiaricen con ellas y las incluyan dentro de sus rutinas, ya que se ha
evidenciado que la teoría del aprendizaje motor conlleva una mejoría en el
funcionamiento cognitivo.
Resultados:
Para valorar la eficacia de nuestra intervención, se volverá a evaluar a los pacientes
cada tres meses con los mismos instrumentos utilizados en el apartado de evaluación.
Así podremos ver la evolución y los cambios producidos a raíz del tratamiento.
29
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30
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