El Ritual de los Alimentos

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El Ritual de los Alimentos
Uno de los secretos del éxito en la transformación del cuerpo es mantener las
cosas simples. Pensar menos. Tomar menos decisiones. Y dejar que tu entorno
haga gran parte del trabajo para ti.
Si la comida saludable está disponible cerca de ti, es más probable que la comas.
Si tienes un sistema para hacer que los alimentos saludables estén disponibles, no
tendrás que decidir comer bien… sólo lo harás.
Introduce el ritual de los alimentos.
No, este ritual no incluye sangre de cordero o danzas exóticas.
Un ritual de comida sólo significa apartar un poco de tiempo para preparar algo de
comida saludable con antelación para que esté lista, disponible y conveniente
cuando la necesites.
Opción 1: El Ritual del Domingo
No tienes que hacerlo el domingo, por supuesto. Puedes elegir el día que quieras.
Es sólo que el domingo es a menudo un día en que la gente está más libre, más
relajada y es más capaz de dedicar tiempo a este tipo de tarea. Y es un momento
en el que estamos por lo general planeando la próxima semana.
Cualquiera que sea el día que elijas, aparta 2-3 horas para hacer lo siguiente:
• Checa tu agenda y mira ¿Qué desafíos u oportunidades se pueden presentar?
¿Dónde podrías necesitar un poco de preparación especial por adelantado?
¿Cuáles son los momentos más tranquilos y ocupados? Etc.
• Haz un menú general para los próximos días. No tiene que ser nada en
profundidad. Simplemente que tiene que darte un sentido básico de lo que puedas
necesitar tener a mano para la próxima semana.
• Construye tu lista de la compra de tu menú. Esto te ayudará a ser más eficaz y
eficiente cuando estés en la tienda, y caerás menos en la tentación de comprar
cosas al azar (e inútiles).
• Ve a la tienda de comestibles. Abastécete de lo que necesitas para la semana.
Considera la posibilidad de comprar un poco extra "por si acaso". Artículos de
emergencia, así como verduras congeladas, u otras opciones saludables que se
puedan utilizar en caso de apuro.
Una vez que estés de vuelta en casa, empieza a preparar y a cocinar. Toma por
ejemplo varias pechugas de pollo a la vez, y ponlas a cocer o a asar en la parrilla.
Prueba algunas comidas de un solo plato que se puedan cocinar fácilmente en
una olla de cocción lenta, que se dividirán en contenedores de congelado o
refrigerado, como sopas, guisos, curry, etc.
Lava y corta las verduras y ponlas en recipientes para que las puedas utilizar en el
momento en el que las necesites.
Algunas personas optan por preparar casi todas sus comidas de la semana el
domingo. Otras prefieren ver qué comidas serán fáciles de cocinar, justo antes de
la hora de comer y guardarlas para más tarde, preparando solamente comidas que
pudieran necesitar para las horas o días más complicados.
Haz lo que funcione mejor para ti y tu horario.
Nunca se sabe qué desafío pueda surgir, pero si algo inesperado aparece,
siempre es mejor tener algo preparado en el congelador, listo para comerse en
caso de ser necesario.
Opción 2: El Ritual Diario
Puedes combinar el ritual del domingo con el ritual diario - por ejemplo, puedes
preparar los alimentos básicos el domingo intensivo, como la proteína (carne,
pollo, pescado), y luego añadir algunos elementos de rápida preparación
(como frutas y verduras) todos los días
A menudo se requiere aproximadamente la misma cantidad de tiempo para
preparar varias cosas que para preparar una. Por ejemplo, es casi tan rápido
cortar 3 zanahorias, que cortar 1, o revolver 6 huevos, en lugar de 2. Durante el
ritual diario puedes preparar algunos alimentos adicionales para tener a mano
para más tarde en el día, o al día siguiente.
Prueba con un ritual de la mañana en el que te prepares un tazón rápido de
avena o un omelet.
•En la noche mezcla la avena con (por ejemplo, semillas de lino molidas,
canela, proteína en polvo, otros granos, etc.) en un recipiente grande.
• Por la mañana, saca la mezcla, vierte un poco de agua, y métela al
microondas. Cubrir con fruta y/o añadir más proteína si te gusta (por ejemplo,
requesón, yogurt griego) y disfrutar de un buen desayuno.
• Bate unos huevos en una licuadora (con un poco de verduras si se quiere)
para crear una especie de "Super Shake de huevo". Vierte y cocina. Puedes
preparar esta mezcla de huevo con algunos días de antelación, guardarlo en
un frasco en el refrigerador, y sacarlo cuando lo necesites.
Es fácil preparar una ensalada durante el día. Simplemente toma un frasco
grande y vierte el aderezo para quede en la parte inferior. A continuación,
añade las verduras, en la parte superior coloca las verduras de hojas verdes, y
asegúrate de mantener refrigerado el frasco y en posición vertical durante todo
el día. Cuando esté listo para comer, sacúdelo y se viértelo en un recipiente.
O pruebae un ritual de cenas, en el que simplemente hagas porciones extras
y guardar el resto para mañana. Una vez más, no se necesita mucho más
tiempo para preparar algunas cosas extra, así que cocina a granel siempre que
sea posible.
Sugerencia: Cocinar granos enteros puede llevar mucho tiempo... a menos
que utilices nuestro secreto de preparación rápida. Si desea cocinar algunos
granos enteros rápidamente, ponlos en un bol grande, añade agua suficiente
para cubrirlos, más un par de centímetros, y déjalos en la mesa o en el
refrigerador durante la noche (o durante el día, mientras que estás fuera).
Cuando estés list@o para cocinar los granos, ponlos en una olla en la estufa o
en el microondas (añadiendo más agua si es necesario), y se van a cocinar
muy rápido.
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