uémico uscular@ fecto ''entren ·ento'' tras la test ex re tida de J. Lahuerta Dal Re*/ J. Campbell* /F. Dewshi* Introducción La producción de dolor mediante técnicas experimentales es uno de los métodos comúnmente emplea• Pain Relief Foundation. Walton Hospital. Liverpool. Gran Bretaña. 161 dos para la evaluación de analgésicos u otras formas de terapéutica antiálgica en el ser humano. Por lo general, estos métodos experimentales se basan en la relación entre un estímulo doloroso, cuantificable y conocido, que se le presenta a un individuo y el juicio verbal, u otra forma de conducta observable, que en respuesta a la noxa proporciona el sujeto. De esta forma, el investigador puede establecer una estimación objetiva del dolor y de su variación por medidas analgésicas. Las condiciones óptimas que debe reunir un estímulo doloroso experimental han sido expuestas por Procacci y colaboradores 28 • En primer lugar, el estímulo debe ser mensurable en unidades físicas de forma que pueda ser reproducible y puedan establecerse comparaciones. En segundo lugar, el estímulo debe dar lugar a una sensación dolorosa que sea claramente detectable como tal por el sujeto. Por último, no sólo por obvias razones éticas sino también por la alteración del substrato nociceptivo periférico a que da lugar, el método experimental empleado en la producción del dolor no debe producir lesión tisular. A pesar de la multitud de métodos descritos 3, 4, 29 , ninguno de ellos ha sido completamente satisfactorio 5 • El principal problema que presentan todas estas técnicas experimentales psicofisicas es la gran variación, intra e interpersonal, en la respuesta a estímulos dolorosos similares, pese a un alto grado de estandarización en el método y a la meticulosidad en los aspectos técnicos de reproducción del estimulo. Las causas de estas diferencias no han sido claramente elucidadas. Sin embargo, es bien conocido el papel que juegan diversos factores psicológicos: ansiedad, personalidad, previa experiencia de dolor, etc ... , sociales y culturales en la expresión verbal del dolor 11 • La actividad muscular en condiciones de isquemia, tal como ocurre en la miocardiopatía isquémica o arteriopatias oclusivas periféricas, es un poderoso estímulo noxioso. El dolor que aparece en estas circunstancias se cree que se debe a la excitación de nociceptores musculares 21 por sustancias químicas liberadas como consecuencia de la actividad muscular. La lentificación del flujo sanguíneo facilita un contacto más prolongado entre el agente y el receptor. Diversas substancias: potasio, serotonina, bradikinina, prostaglandinas, etc ... , han sido implicadas, directa o indirectamente, en la producción del dolor isquémico muscular 221 33 • El dolor isquémico muscular ha sido utilizado como un estímulo experimental desde la introducción en 1923, por MacWilliam y Webster 19 , de un método consistente en la contracción de la musculatura del antebrazo y mano, una vez que la circulación arterial del brazo se interrumpe mediante un manguito neumático hinchado. Esta técnica da lugar a la rápida aparición de un dolor sordo y profundo en la extremidad superior tras unas cuantas contracciones, que aumenta en intensidad progresivamente hasta convertirse en insoportable. El dolor rápidamente desaparece una vez que se desinfla el manguito neumático 27 • Conforme va aumentando la intensidad del dolor, aparecen diversos fenómenos autonómicos: taquicardia, elevación de la presióh arterial, sudoración, náusea, etc ... , de forma similar a lo que sucede en el dolor intenso y agudo de origen patológico. Estas semejanzas entre el dolor isquémico muscular experimental y el dolor asociado a lesiones REVISTA DE MEDICINA DE lA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 41 somáticas profundas y viscerales han favorecido el empleo de este método, o modificaciones de él tales como el Test del Torniquete a Esfuerzo Submáximo (Submaximum Effort Tourniquet Test), para la evaluación del dolor en pacientes 7, 37 , el estudio de la respuesta biológica al dolor agudo 2, 12 , y la investigación del efecto analgésico de medicamentos i, 14, 24, 34, 35 y de otros procedimientos de tratamiento del dolor 10, 30, 31, 32, 36, 40. A pesar de su extendido uso, la validez del método experimental de dolor isquémico muscular en la obtención de índices objetivos de evaluación del dolor ha sido recientemente cuestionada 25, 39 a causa de la falta de consistencia en los resultados. El presente trabajo fue realizado para comprobar la reproducibilidad de los resultados obtenidos en 11 sujetos normales que realizaron un test de dolor isquémico muscular en tres ocasiones, separadas entre sí por intervalos de una semana. Parte de esta investigación, la evaluación del dolor mediante el Cuestionario McGill, será publicada separadamente . Métodos Sujetos Once sujetos sanos, miembros de la plantilla del hospital, participaron en este estudio. De ellos, 6 eran hembras y 5 varones. Su edad era 25,4 +/- 4,3 años (media +/-desviación estandard). Ninguno de ellos tenía una experiencia previa con el método, ni tenían un interés directo en el resultado de este estudio. En ningún caso los participantes recibieron medicamentos, por lo menos 48 horas, previamente a cada uno de los tests . Cada sujeto fue cuidadosamente instruido por el mismo investigador (J. L.) de forma estereotipada antes de cada test, resaltando de forma especial la importancia de soportar el dolor tanto como les fuera posible. En cada caso se obtuvo permiso tras la información adecuada. Procedimiento Todos los tests fueron realizados en la misma habitación apartada y tranquila. El método empleado para la producción de dolor fue el descrito por Harrison y Bigelow 13 . El test 42 REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA se llevó a cabo con el sujeto cómodamente recostado en un diván y los brazos extendidos al lado del cuerpo. Tras vaciar el sistema venoso del brazo no dominante, se infló el manguito neumático de un esfigmomanómetro a la presión de 2 50 mmHg, cifra por encima de la presión arterial sistólica de todos los sujetos. La actividad muscular realizada consistió en la contracción isotónica de los músculos flexores del antebrazo y mano, con la fuerza suficiente como para formar un puño, a la frecuencia de una por segundo . Una señal auditiva grabada en cinta magnetofónica proporcionaba el ritmo adecuado. El tiempo, a partir de la primera contracción muscular, fue registrado mediante un cronómetro. El tiempo transcurrido desde este momento hasta que el sujeto manifestaba la primera sensación de dolor fue considerado como el Umbral del Dolor. A partir de este momento, el sujeto evaluaba la intensidad del dolor a intervalos irregulares de 30 segundos mediante una Escala VisuoAnáloga (E.V.A.) consistente en una línea horizontal de 1O cm 11 • La actividad muscular fue proseguida hasta que el sujeto no podía resistir más el dolor y manifestaba su deseo de concluir el test. El tiempo registrado desde la primera contracción muscular hasta este momento fue considerado como la Tolerancia al Dolor del sujeto. El test fue realizado por cada uno de los participantes en tres ocasiones (T 1, T2, T3), separadas entre sí por una semana. Resultados La tabla I muestra los tiempos del Umbral del Dolor y Tolerancia al Dolor alcanzados por los 11 sujetos en Tl, T2 y T3 , así como la media para los 3 tests. No se apreciaron diferencias estadísticamente significativas (p = 0,05) con respecto al sexo de los suj etos en ninguno de los dos parámetros considerados. Los valores medios para los 11 paI]ticipantes y 3 tests del Umbral : del Dolor y Tolerancia al Dolor fu~ron 63,5 +/- 24, l segundos y 431,4~+/165,2, respectivamente. ~ ' Cuando se comparan las meclidas de los Umbrales al Dolor de fus · 11 sujetos a lo largo de los 3 tests:(T 1 = 61,6 +/- 17 ,2; T2 = 62,0 +/-22 ~8; T3 = 66,8 +/- 42,1 segundos) se puede observar una tendencia hacia el aumento de los valores desde el primero al tercero . No obstante, cuando estos datos fueron analizados por pares mediante tests de Student comparando Tl-T2, T2 -T3 y T 1-T 3 las diferencias apreciadas no alcanzaban una significación estadística (p = 0,05) . Por el contrario, cuando las medidas para la Tolerancia al Dolor fueron similarmente analizadas (T 1 = 352,0 +/- 95,0; T2 = 449,5 +/189,2; T3 = 492,8 +/- 241,0 segundos) la diferencia en el incremf;nto del tiempo entre T 1 y T 3 fue altamente significativa (p = 0,007) . Las estimaciones realizadas por los sujetos mediante la E.V .A. fu eron puestas en relación con el tiempo transcurrido de dolor isquémico muscular, de forma que pr.ra cada Tabla I. VALORES (EN SEGUNDOS) DEL UMBRAL (UMB.) Y TOLERANCIA (TOL.) AL DOLOR, Y SUS RESPECTIVOS VALORES MEDIOS (UMB., TOL .), PARA LOS 11 SUJETOS (SS) EN LOS TRES TESTS CONSECUTIVOS (TI, T2, T3) V = Varón . H = Hembra. Ss Sexo Umb.l 1 2 3 4 5 H V 35 45 75 6 7 8 H H H Umb. 2 Umb. 3 9 V 10 11 H 72 V 90 35 37 79 70 50 60 76 52 80 38 110 61,6 +/17,2 62,0 +/22,8 V H V MEDIA +/SD 72 57 67 75 45 45 To!. 1 To/. 2 To/ . 3 Umb. To/. 26 40 59 37 30 63 150 55 110 40 125 255 210 270 230 420 355 380 390 447 435 480 180 280 344 356 220 411 543 513 670 672 695 2 10 257 250 420 390 388 42 0 780 660 710 936 32 40. 7 69,3 59,7 45,7 63 ,3 100 ,3 50,7 78,3 50 108 ,3 215 249 288 335,3 343,3 384,7 447,7 58 1 592,3 605,7 703,7 66,8 +/42 ,1 352,0 +/95,0 449,5 +/189,2 492 ,8 +/241,0 63,5 +/24, I 431,4 +/165,2 162 sujeto y test se obtuvo una "Curva de Dolor" 39 que indicaba la apreciación subjetiva de la intensidad del dolor experimentado desde el Umbral hasta la Tolerancia. El efecto de la repetición del test es observable en la figura 1. En ella se muestra una versión simplificada de la relación entre tiempo y estimación de la intensidad del dolor para los valores medios de los 11 sujetos en los tres tests sucesivos. Cuatro puntos: Umbral de Dolor, Tolerancia al Dolor y los puntos extrapolados correspondientes al 25 % y 75 % de la Tolerancia al Dolor, han sido considerados. El desplazamiento hacia la derecha que las curvas experimentan desde T 1 a T3 es un índice del incremento de la Tolerancia al Dolor. La totalidad de las Curvas de Dolor obtenidas en este estudio fueron analizadas matemáticamente para elucidar la función geométrica que las define con mayor precisión. La fórmula: b P=a-{--) ln t en la que P corresponde a la intensidad de dolor estimada, a y b son qos coeficientes, y t representa el tiempo transcurrido desde la primera contracción muscular, resultó ser la mejor definición de la curva. Dos posibilidades importantes cabe considerar para explicar la elevación del nivel de Tolerancia al Dolor del primer al tercer test en este estudio. En primer lugar, pudiera ser posible que los sujetos aprendiesen a realizar menos trabajo muscular en cada contracción con lo que, reduciendo el ritmo de producción del estimulo doloroso, se dilataría la aparición del dolor intolerable. Los factores implicados en la producción del dolor isquémico muscular han sido considerados por diversos autores 6, 15, 17, lB, 20, 23, 2s, 26, 21. Moore y colaboradores 25 compararon los resultados obtenidos por 5 voluntarios que realizaron el Test del Torniquete a Esfuerzo Submáximo en diferentes condiciones de fuerza y duración de la contracción. Esta última variable dio lugar a la aparición de diferencias estadisticamente significativas en el tiempo necesario para que los sujetos alcanzaran su nivel de Tolerancia al Dolor. Es interesante destacar que en este estudio en el que cada sujeto realizó 12 tests se indica la falta de significación estadistica de la variación debida a la repetición. La relativa importancia de cada uno de los factores implicados en la producción del trabajo muscular: número de contracciones, carga y duración de la contracción han sido analizados por Park y Rodbard 26 . Estos Discusión Los resultados de este estudio indican variaciones importantes en la realización de una prueba experimental de producción de dolor muscular isquémico cuando se repite secuencialmente en tres ocasiones, separadas entre si por una semana. La elevación del nivel de Tolerancia al Dolor observada en nuestros sujetos desde el primer al tercer test alcanza significación estadistica y, de por sí, este efecto, asociado exclusivamente a la repetición de la prueba, podría dar lugar a conclusiones completamente erróneas acerca del papel analgésico de un medicamento o técnica antiálgica. Los valores del Umbral del Dolor, por el contrario, permanecen relativamente estables en los tres tests. Los tiempos para el Umbral del Dolor obtenidos en este estudio son semejantes a los comunicados por otros autores que emplearon el mismo método experimental en la producción de dolor. Así, Harrison y Bigelow 13 encontraron que el Umbral de Dolor variaba entre 30 a 80 segundos en 14 sujetos. Keele 16 menciona unos valores entre 18 a 112 segundos para una población de 100 individuos. Sicuteri y colaboradores 33 indican que el Umbral oscila entre 40 y 70 contracciones por segundo. T1 TOLERANCIA t--~~~~~~+-~~~~~~+-~~~~~~+-~----,"""=:t--~~+-~--:;;;""""~--:;;;;ool<::l-1 7 5 'l. INTENSIDAD ESTIMADA DEL DOLOR 25 'l. UMBRAL 100 200 JOO 'ºº 500 s. TIEMPO Fig. ! .- Representación simplificada de la relación entre la estimación subjetiva de la intensidad de dolor mediante una Escala Visuo-Análoga y tiempo de actividad isquémica muscular en los tres tests sucesivos (TI, T2, T3). Valores medios para los 11 sujetos. 163 REVISTA OE MEDICINA OE LA UNIVEASIOAO OE NAVARRA 43 autores llegaron experimentalmente a la conclusión de que el dolor es directamente proporcional al núme ro de contracciones, a la raíz cuadrada de la carga y a la raíz cúbica de la duración de la contracción. En nuestro estudio, no se determinará directamente el trabajo muscular realizado por los sujetos. Sin embargo, el número de contracciones, uno de los factores fundamentales, experimentó un importante incremento del primero al tercer test. Asimismo, la duración de la contracción no experimentó, aparentemente, cambios substanciales en los tres tests que realizaron nuestros sujetos. Mills y coautores 23 han establecido recientemente que los dos factores principales en el desarrollo de dolor muscular isquémico son la frecuencia de contracción y la energía consumida por el músculo durante la actividad realizada. Estos autores hallaron que la energía consumida depende, obviamente, de la frecuencia de las contracciones y es relativamente independiente de la fuerza de contracción cuando se alcanza un nivel de dolor intolerable . Un elemento que conviene considerar es la aparición de fatiga tras cierto número de contracciones. Harrison y Bigelow 13 comprobaron que la presencia de fatiga daba lugar a la disminución de la percepción del dolor. No obstante, estos mismos autores indican que la alteración de la duración del test de dolor isquémico muscular sólo tenía lugar cuando se realizaba con grandes pesos. En nuestro caso, la fuerza de contracción que era requerida era la mínima para cerrar y abrir el puño. La masa muscular, variable en cada sujeto, determina la fuerza muscular ejercida . A este respecto, Edwards y colaboradores 8 , comprobaron que la máxima fuerza de contracción isométrica del cuadriceps es, en los adultos normales, directamente proporcional al peso corporal. La segunda posibilidad que es preciso considerar para explicar el incremento de la Tolerancia al Dolor observado en nuestro estudio de la primera a la tercera semana, es la variación en los criterios empleados por nuestros sujetos en la decisión de interrumpir el test a causa de la intensidad del dolor experimentado. Esta eventualidad ha sido postulada por Von Graffenried y colaboradores 39 para explicar la aparición de un fenómeno similar asociado a la repetición del 44 REVISTA OE MEDICINA OE LA UNIVERSIOAO OE NAVARRA Test del Torniquete a Esfuerzo Submáximo. Estos autores, empleando un método experimental diferente del usado en este estudio en el que el trabajo muscular se mantuvo constante, comprobaron un aumento estadísticamente significativo de la Tolerancia al Dolor a lo largo de tres tests en un grupo de individuos que describen como de "alta sensibilidad al dolor". Este grupo, frente a otros dos de "intermedia" y "baja sensibilidad al dolor" presentaban, asimismo, un incremento en los niveles de ansiedad desde el primer al tercer test. En base a estos resultados, estos autores concluyen que la fluctuación impredecible de la ansiedad en los sujetos sometidos a métodos experimentales de dolor, no permite llegar a decisiones fiables en la evaluación de fármacos analgésicos . La estimación de la intensidad del dolor isquémico muscular hecha por los participantes en este estudio mediante la E.V.A. indica que la relación entre ésta y el tiempo de actividad muscular dolorosa no es linear. A conclusiones semejantes han llegado Fox y colaboradores 9 utilizando el Test del Torniquete al Esfuerzo Submáximo. En este estudio , realizado con 19 sujetos normales y 12 pacientes coii dolor crónico, el dolor fue estimado utilizando una escala numérica verbal de intensidad. De forma similar, Moore y coautores 25 hallaron una falta de correlación linear entre intensidad de dolor y tiempo. La morfología sigmoidea de las curvas obtenidas por estos autores han sido explicadas por el error sistemático que introduce el empleo de escalas de intervalo fijo, o por las características no lineales de la percepción del dolor isquémico muscular. Esta última posibilidad estaría de acuerdo con la ley general psicofisica de la sensación 38 que establece una relación exponencial entre la intensidad del estimulo y la intensidad de la percepción. En cualquier caso, esta relación no linear que aparece cuando un sujeto evalúa progresivamente el dolor isquémico muscular producido experimentalmente, ha de tomarse en consideración cuando estos tests se utilizan en la evaluación del dolor humano. En conclusión, los resultados de este estudio indican la aparición de importantes variaciones en la práctica de un test experimental de producción dolor isquémico muscular cuando se repite en tres ocasiones. Aunque los datos obtenidos no. per- miten afirmar con precisión los factores que dan lugar a la aparición de este fenómeno de "entrenamiento", la comparación con otr os estudios parece indicar que, probablemente, este aumento de la Tolerancia al Dolor dependa principalmente de un cambio en los criterios utilizados por los sujetos en la evaluación del dolor experimental. Parece lógico pensar que una mayor familiaridad con el estímulo experimental trae como consecuencia un incremento en el tiempo que el sujeto está dispuesto a soportar el dolor. La presencia de esta variación de la Tolerancia al Dolor asociada a la repetición de los tests debe tomarse en consideración en el diseño experimental de estudios que empleen métodos de producción de dolor isquémico muscular en la evaluación de la analgesia. Agradecimientos La asistencia mecanográfica de Miss Michelle Moran es reconocida agradecidamente. Los autores J. L. y J. C. agradecen, respectivamente , a la Cancer Research Campaign y al Sir Halley Stewart Trust por su generosa ayuda durante la preparación de este trabajo. Bibliografía l. Adler R y Lomazzi F. Mild Analgesics evaluated with the "Submaximum Effort Tourniquet Technnique ". I The injluence of psychological factors on their effect. Psychopharmacologia 38: 351-356, 1974. 2. Aubiick J y Konzett H. Ischaemic pain Versus mental task: effect on plasma arginine vasopress in in man. Pain 15: 93-99, 1983 . 3. Beecher HK. Measurement of pain. Pharrnacol Rev 9: 59-209 , 1957 . 4. Campbell JA y Lahuerta J . Physical methods used in pain measurement : a review. J Roy Soc Med 76 : 409 -414, 1983 . 5. Chaprnan GR . Measurement ofpain. En "Advances in Pain Research a nd Therapy". Editado por Bonica JJ y AlbeFessard D. Raven Press. Nueva York 1976, vol. 1 pp. 345-353. 6. Dorpat TL y Holrnes TH. Mechanisms of skeletal muscle pain and fatigue. Arch Neurol Psychiat 73: 628-640, 1955. 164 7. 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A statistically significant increase (p = 0.007) in Pain Tolerance was observed between the first a nd third tests. A non-linear relationship between perceived intensity of pain and time of painful muscular activity was similarly verified. These resu lts were interpreted as a training effect. Caution on the experimental design of studies sequentially using ischaemic muscle pain methods is therefore recommended . 165 REVISTA OE MEDICINA OE LA UNIVERSIDAD OE NAVARRA 45 COLECCION CIENCIAS MEDICAS AS MEDICAS DE BOLSILLO E OVED AD ES~~~ / LA ENFERMEDAD EPILEPTICA CONOZCA SU DIABETES Francisco Abad Alegría 1983. ISBN 84-313-0796-X (2.ª edición) 100 págs. 575 ptas. Este manual sobre la enfermedad epiléptica pretende facilitar al enfermo y a sus familiares o allegados, especialmente docentes o asistenciales, la cooperación con el médico de modo que el tratamiento del epiléptico sea fructuoso y simple al máximo. Surge de la reflexión que plantea la experiencia cotidiana de la consulta y nada de lo que plantea procede de la forma de pensar del autor, sino que responde a los interrogantes que con más frecuencia les plantean a los epileptólogos los enfermos o quienes conviven con ellos. Al tiempo pretende ser un memorándum útil sobre los diversos problemas y contingencias que se suscitan a diario en el enfermo. procurando eludir el simplismo (consulte a su médico ... ). oero dando datos claros que sean útiles. · · 1 Emilio Moneada 1983. ISBN 84-313-0711-0 128 págs. 650 ptas. Cuando un individuo cae enfermo de pulmonía no le hace falta saber cómo se le ha producido, cuál ha sido la causa y qué tratamiento necesita, ya que el médico se ocupa de 9urarle en poco más de una semana. Por el contrario, dado que la diabetes es un desequilibrio crónico, hoy por hoy, y cuyo tratamiento se basa en algo tan cotidiano como el comer, pasear y tomar diariamente una medicina durante años, parece muy conveniente que el interesado sepa el por qué y el para qué de estas medidas. Con este pequeño manual, pretendemos ayudar al diabético a liberarse de una exagerada e inútil dependencia del médico, del analista y de la enfermera así como a conocer mejor su diabetes y por tanto ayudarle en su evolución. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ALERGIA A MEDICAMENTOS (2.ª edición) A. Oehling 1982. ISBN 84-313-0702-1 112 págs. 525 ptas. MANUAL DE FARMACOTERAPIA CARDIOVASCULAR (2.ª edición) Eduardo Alegría 1979. ISBN 84-313-0478-2 232 págs. 178 págs. 600 ptas. 750 ptas. HEMOTERAPIA. NOCIONES FUNDAMENTALES Antonio Medarde 1977. ISBN 84-313-0479-0 140 págs. 200 págs. Otto Benkert y Hanns Hippius 1982. ISBN 84-313-0730-7 436 págs. 1.350 ptas. ELEMENTOS DE HIGIENE HOSPITALARIA Y TECNICAS DE AISLAMIENTO EN EL HOSPITAL (3.ª edición) F. Tanner, J. J. Haxhe, M. Zumofen, G. Duce! 1982. ISBN 84-313-0628-9 224 págs. 236 págs. 600 ptas. FISIOTERAPIA RESPIRATORIA (3.ª edición) INTRODUCCION A LA ELECTROENCEFALOGRAFIA Y NEUROFISIOLOGIA CLINICA Francisco Abad Alegría 1978. ISBN 84-313-0521-5 168 págs. INTRODUCCION A LA ESTADISTICA MEDICA TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD CORONARIA (2.ª edición) ~ 600 ptas. 600 ptas. MANUAL DE FARMACOTERAPIA ANTIALGICA (2.ª edición) Jesús Flórez Beledo (En prensa) ft 950 ptas. 400 ptas. (Guía del Hospital Brompton) D. V. Gaskell y B. A. Webber (En prensa) R. F. Mould {Trad. de E. Alegría) 1978. ISBN 84-313-0547-9 208 págs. 550 ptas. NOTAS DE VIROLOGIA MEDICA Morag C. Timbury 1981. ISBN 84-313-0700-5 LA ACUPUNTURA EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR Luis M.ª Gonzalo 1979. ISBN 84-313-0594-0 650 ptas. 252 págs. FARMACOTERAPIA PSIQUIATRICA (2.ª ed.). EPILEPSIA: DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO EN LA PRACTICA DIARIA (2.ª edición) Francisco Abad 1981. ISBN 84-313-0701-3 UNIDAD CORONARIA (2.ª edición) F. Malpartida y E. Alegría 1981. ISBN 84-313-0590-8 Varios . 1980. ISBN 84-313-0537-1 €UNSA EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S. A. Plaza de los Sauces. 1 y 2 - Apdo. 396 - Tel. 1948) 256850* 8ARAÑAIN-PAMPLONA !ESPAÑA) 200 págs. 500 ptas.