esperanza en la gloria eterna, en el advenimiento del cielo, en el reco

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Ética Judicial: De las reglas a las actuaciones
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esperanza en la gloria eterna, en el advenimiento del cielo, en el reconocimiento público, en generar una deuda que cobrará después, en
una vida tranquila o en el advenimiento de la democracia.
En la creencia de que las personas orientamos nuestras acciones
por la mejor opción racional o por las teorías y conceptos que manejamos, frecuentemente los enfoques racionalistas apuntan a la ilustración en la formación ética. La lógica que manejan consiste en que
si lo que usted sabe guía su acción, entonces es necesario impartir
conocimientos sobre ética para que éstos orienten su trasegar por el
mundo. Más específicamente, es necesario enseñarle valores, entendidos, según Cortina5, como cualidades intrínsecas de la persona que
debemos cultivar (honradez, honestidad, etc.), como cualidades de
las cosas o de las relaciones con las otras personas que debemos ser
capaces de reconocer (belleza, armonía, amistad, paz, etc.), o bien
como cualidades componentes del ser humano ideal que debemos
desarrollar en nosotros para alcanzar la perfección6.
No estamos afirmando que el conocimiento y la racionalidad
cumplen una función trivial en la configuración de las acciones
humanas. Ellos nos sirven, como ya dijimos, para la planeación y
como referencias para la reflexión, herramienta de gran importancia
para afectar la dinámica emocional y para configurar los dispositivos
evaluadores y significantes de lo que nos resulte atractivo o aversivo,
gratificante o mortificante, interesante o irrelevante7.
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Cortina, A. (1998a).
La mirada que mantenemos en el presente Modelo de Ética Pública se distancia ampliamente de esta concepción de los valores. En efecto, aquí los valores son asumidos como
“aquellas formas de ser y de actuar de las personas que son altamente deseables como
atributos o cualidades nuestras y de los demás, por cuanto posibilitan la construcción de
una convivencia gratificante en el marco de la dignidad humana.”
Lyons, W. (1993). Emoción. Barcelona: Anthropos.
Reflexiones sobre ética judicial
Los conocimientos filosóficos sobre ética y la teoría de los valores
son indispensables para la fundamentación deóntica de las profesiones
y para el diseño de proyectos educativos, políticos, empresariales,
deportivos, investigativos y de cualquier otro tipo, por cuanto la escala
de valores que asumamos orientará el sentido de las finalidades y las
estrategias de la planeación. No obstante, la ejecución de los proyectos
se realiza en el aquí y en el ahora de las interacciones de las personas
que están involucradas en esas acciones, es decir, en la espontaneidad,
reactividad e irreflexividad propias del fluir de la vida cotidiana, la
cual no es susceptible de ser diseñada desde las tecnologías de la
planeación.
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