Clase 1 Las zonas de inmanencia de Deleuze. Presentación

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Clase 1
Las zonas de inmanencia de Deleuze. Presentación
Seguir el movimiento de Deleuze
José Luis Pardo en Dos Regímenes de locos escribe sobre Deleuze un retrato
filosófico y habla sobre el movimiento, el movimiento del pensamiento como un
movimiento irrepresentable. (1)
Supongo que mucha gente piensa que la filosofía es una cosa muy abstracta, es
solo para "entendidos" Tengo tan viva en mí la idea de que la filosofía no tiene
nada que ver con "entendidos", de que no es una especialidad, o lo es, pero solo
en la medida que la pintura o la música también lo son, que intento ver esta
cuestión de otra forma.
Cuando creen que la filosofía es abstracta, la historia de la filosofía pasa a ser el
doble de abstracta, ya que ella consiste más en hablar de ideas abstractas, ella
consiste en formar ideas abstractas sobre las ideas abstractas. Para mi, la historia
de la filosofía es una cosa muy diferente. Y para eso vuelvo a hablar de pintura.
En las cartas de Van Gogh se encontraron discusiones sobre retrato o paisaje.
Quiero hacer retratos, ¿será necesario volver al retrato? Ellos daban mucha
importancia a sus conversaciones en cartas. Retrato y paisaje no son la misma
cosa, no son el mismo problema.
Para mí, la historia de la filosofía es, como en la pintura, una especie de arte del
retrato.
Se hace el retrato de un filósofo. Pero es un retrato filosófico de un filósofo, una
especie de retrato de medium, o sea, un retrato mental, espiritual. Es un retrato
espiritual.
Tanto que es una actividad que forma totalmente parte de la propia filosofía, así
como el retrato forma parte de la pintura. El simple hecho de yo invocar pintores
que me llevan a.... Si yo vuelvo a pintores como Van Gogh o como Gaugin, es
porque hay una cosa que me toca profundamente en ellos, es esta especie de
enorme respeto, de miedo y pánico.... no solo respeto, mas miedo y pánico
delante del color, frente a tener que abordar el color. Es particularmente agradable
que estos pintores que cite, para citar apenas estos, sean dos de los mayores
coloristas que jamás existieron. Al rever la historia de sus obras, para ellos, el
abordaje del color se hacía con temores.
Ellos tenían miedo! A cada comienzo de una obra de ellos usaban colores
muertos.
Colores... si, colores de tierra, sin ningún brillo. ¿Por qué? Porque tenían el gusto
y no osaban abordar el color. ¿Que hay más conmovedor que eso? Literalmente,
ellos no consideraban todavía dignos, no se consideraban capaces de abordar el
color, o sea, de hacer pintura de hecho. Fueron necesarios años y años para que
ellos osasen abordar el color. Pero cuando sienten que son capaces de abordar el
color, obtienen el resultado que todos conocen. Cuando vemos a lo que ellos
llegaron, tenemos que pensar en este inmenso respeto, en esta inmensa lentitud
para abordar esto.
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El color para un pintor es algo que puede llevar a la insensatez, a la locura. Por lo
tanto son necesarios muchos años, antes de osar tocar en algo así. No es que yo
sea particularmente modesto, pero creo que sería muy chocante si existiesen
filósofos que dijesen así: "Voy a ingresar a la filosofía, y voy a hacer mi filosofía.
Tengo mi filosofía"
Son palabras de un retardado. ¡Hacer su filosofía! Porque la filosofía es como el
color.
Antes de entrar en la filosofía es necesaria tanta, pero tanta precaución. Antes de
conquistar el color filosófico, que es el concepto. Antes de saber y de conseguir
crear conceptos es preciso tanto trabajo. Yo creo que la historia de la filosofía es
esta lenta modestia, y preciso hacer retratos por mucho tiempo. Tiene que hacer
retratos.
Es como si un novelista dijese: Yo escribo novelas, pero para no comprometer mi
inspiración yo nunca leo novelas... Dostoiévski?... no lo conozco. Yo oí a un joven
novelista decir esas cosas espantosas. Sería como decir que no es preciso
trabajar. Como en todo lo que se hace es preciso trabajar mucho, antes de
abordar alguna cosa.
Creo que la filosofía tiene un papel que no es apenas preparatorio, pero que vale
por sí mismo. Es el arte del retrato en la medida en que nos permite abordar
alguna cosa. Es ahí que se encuentra el misterio.
Es preciso explicarlo mejor. …o yo puedo continuar así... ¿qué sucede cuando se
hace historia de la filosofía? ¿Tiene otra cosa que preguntarme respecto a esto?
Sabemos cual es la utilidad de la historia de la filosofía para usted. Pero, ¿la
utilidad de la historia de la filosofía para las personas en general? Ya que usted no
quiere hablar de especialización de la filosofía y que la filosofía se dirige también a
los no filósofos.
Eso me parece muy simple. Solo se puede entender lo que es la filosofía, hasta
que punto ella no es una cosa abstracta, de la misma forma que un cuadro o una
obra musical... no son absolutamente abstractos, solo a través de la historia de la
filosofía, con la condición de concebirla correctamente. Al final, lo que es... hay
una cosa que me parece cierta, un filósofo no es una persona que contempla, es
también alguien que reflexiona. Un filósofo es alguien que crea. Solo que él, crea
un tipo de cosas muy especial, él crea conceptos. Los conceptos no nacen
terminados, no andan por el cielo,
no son estrellas, no son contemplados. Es preciso crearlos, fabricarlos.
Habría mil preguntas sobre este punto. Estamos perdidos, pues son tantas
cuestiones.
¿Para qué sirve? ¿Por qué crear conceptos? ¿Qué es un concepto? Pero vamos a
dejar eso, por el momento vamos a dejar eso. Por ejemplo, si yo crease un libro
sobre Platón.
las personas saben que Platón creo un concepto que no existía antes de él y que
es generalmente traducido como “la idea”. “la Idea” con I mayúscula. Es lo que
Platón llama “la Idea” y muy diferente de lo que otro filósofo llama una idea. Es un
concepto platónico, al punto que si una persona....utiliza la palabra idea en un
sentido parecido, responderán: ah, si, es un filósofo platónico. ¿Pero
concretamente qué es?
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No se debe preguntar de otra forma, o es mejor no hacer filosofía. Se tiende a
preguntar como si se tratase de un perro, ¿qué es una idea? Yo puedo definir un
perro.
¿Y una idea para Platón? En este momento, ya estoy haciendo historia de la
filosofía.
Yo intentaré explicar a las personas, es esa la tarea de un profesor... creo que lo
que él llama idea es una cosa, que no sería otra cosa. O sea, que sería apenas lo
que ella es.
Eso también puede parecer abstracto. Hace poco decía que no se debe ser
abstracto.
Entonces vamos a tomar un caso que no sea el de Platón. Una madre, una
mamá... es una madre pero ella no es apenas una madre. Por ejemplo, ella es
esposa y ella también es hija de una madre. Supongamos una madre que sea
apenas madre. Poco importa si eso existe o no. Por ejemplo, ¿será que la Virgen
María, que Platón no conocía,... era una madre que solo era madre? Pero poco
importa si eso existe o no.
Una madre que no sería otra cosa además de madre, que no sería hija de otra
madre, eso es lo que debemos llamar la "idea de madre" Una cosa que es solo lo
que ella es.
Es lo que Platón quiso decir cuando dice: Solo la justicia es justa. Porque solo la
justicia no es otra cosa además de justa. La gente ve que en el fondo es muy
simple. Claro que Platón no se detuvo solo en eso, pero su punto de partida fue:
Supónganse tales entidades que sean apenas lo que ellas son, nosotros las
llamaremos ideas.
Por lo tanto él creo un verdadero concepto, este concepto no existía antes. La idea
de cosa pura. Es la pureza que defina la idea. Pero ¿por qué eso parece
abstracto?
¿Por qué? Si nos entregamos a la lectura de Platón es por ahí que todo se torna
tan concreto. Él no dice eso por azar, no creó este concepto de idea por azar
(casualidad).
Él se encuentra en una determinada situación en que, acontezca lo que
acontezca, en una situación muy concreta, lo que quiere que acontezca, o lo que
quiere que sea dado, hay pretendientes. Hay personas que dicen: para tal cosa yo
soy el mejor.
Por ejemplo, él da una definición de político. Él dice: la primera definición de
político, como punto de partida, sería el pastor de los hombres. Es aquel que cuida
de los hombres. Pero ahí llega un montón de gente diciendo: entonces yo soy el
político.
Yo soy el pastor de los hombres. O sea, el comerciante puede decir eso, el pastor
que alimenta, el médico que trata, todos ellos pueden decir: yo soy el verdadero
pastor.
En otras palabras, hay rivales. Ahora, está comenzando a quedar más
concreto.Yo digo: un filósofo crea conceptos. Por ejemplo la idea, la cosa en tanto
pura. El lector no entiende bien de que se trata, ni la necesidad de crear un
concepto así. Pero si él continúa la reflexión sobre la lectura, él percibe qué es por
el siguiente motivo: hay una serie de rivales que pretenden esa cosa, son
pretendientes, y que el problema platónico no tiene nada que ver con lo que es la
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idea...- de lo contrario sería abstracto - pero es como seleccionar los
pretendientes, como descubrir en medio de los pretendientes cual de ellos es
bueno. Y es la idea, es decir, la cosa en su estado puro, que permitirá esta
selección, que seleccionará aquel que más se aproxima. Eso nos permite avanzar
un poco, pues yo diría que todo concepto, por ejemplo el concepto de idea, remite
a un problema. En este caso, el problema es cómo seleccionar los pretendientes.
Si se hace filosofía de forma abstracta, no se percibe el problema. Pero cuando se
comprende el problema, ¿por que él no es dicho por el filósofo? Él está bien
presente en su obra, está evidenciado, de cierta forma. No se puede hacer todo a
la vez. El filósofo jamás expuso los conceptos que está creando. Él no puede,
además de eso, exponer los problemas que los de sus conceptos...o por lo menos
solo se puede encontrar este problema a través de los conceptos que creó. Y si no
encontró el problema al cual responde un concepto, todo es abstracto. Si encontró
el problema, todo deviene concreto. Es por eso que en Platón hay constantemente
esos pretendientes, esos rivales. Está quedando cada vez más obvio.
¿Por qué es que eso ocurre en la ciudad griega? ¿Por qué es que fue Platón
quien inventó este problema? El problema es como seleccionar los pretendientes y
el concepto.... la filosofía es eso: problema y concepto.
El concepto es la idea, que debería dar los medios para seleccionar los
pretendientes.
No importa como. ¿Por qué este problema, este concepto se formó en un medio
griego?
Es que eso comienza con los griegos, es un problema típicamente griego, es el
problema de la ciudad, y de la ciudad democrática, aunque Platón no acepta el
carácter democrático de la ciudad. Es un problema de la ciudad democrática. Es
en una ciudad democrática que, por ejemplo, una magistratura es objeto de
pretensiones. Hay pretendientes, pretendo determinada función. En una formación
imperial, como había en la época griega, en una formación imperial hay
funcionarios nombrados por el gran emperador. No hay ninguna de esas
rivalidades. La ciudad ateniense es una rivalidad de pretendientes. Ya con Ulises,
los pretendientes de Penélope. Es el centro del problema griego. Es una
civilización... donde el enfrentamiento de los rivales aparece siempre,
por eso ellos inventan la gimnasia, inventan los juegos olímpicos. Inventan, son
procesalistas, nadie es tan procesalista como un griego, pero el procedimiento es
la misma cosa, los procesos son los pretendientes. ¿Se entiende?
La filosofía.... habrá también pretendientes, la lucha de Platón contra los sofistas.
Según él los sofistas son pretendientes de algo a lo que no tienen derecho. ¿Qué
va a definir el derecho o no-derecho de un pretendiente? Es un problema muy... es
tan divertido como una novela. Conocemos grandes novelas donde hay
pretendientes que se enfrentan mediante un tribunal. Es otra cosa. Pero en la
filosofía están los dos a la vez, la creación de un concepto y la creación de un
concepto se hace en función de un problema. Si no se encontró el problema no se
comprende la filosofía y ella permanece abstracta. Doy un ejemplo, las personas,
en general, no ven a que problema eso responde. No ven los problemas puesto
que ellos son poco dichos, están un poco escondidos, y hacer la historia de la
filosofía es restaurar esos problemas y así descubrir la novedad de los conceptos.
La mala historia de la filosofía enfila los conceptos... como si fuesen obvios, como
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si no fuesen creados, y hay una ignorancia total de los problemas a los cuales...
doy un último ejemplo rápido. Doy un segundo ejemplo que no tiene nada que ver,
solo para diversificar. Mucho tiempo después, hay un filósofo llamado Leibniz,
que hace e inventa un concepto extraordinario que llamará mónada y escoge una
palabra técnica complicada: mónada. En nuestros conceptos siempre hay algo un
poco loco.
Esa madre que solo sería madre, en otro caso, es la idea pura, Hay algo un poco
loco.
Pues bien, la mónada libniziana designa un sujeto, alguien, usted o yo, en tanto
alguien que expresa la totalidad del mundo. Y al expresar la totalidad del mundo,
el solo expresa, claramente, una pequeña región del mundo: su territorio. Ya
vimos, ya hablamos del territorio. Su territorio, o lo que Leibniz llama su
"departamento"
Por lo tanto, una unidad subjetiva que expresa el mundo entero, pero solo expresa
claramente una región, un departamento del mundo, es lo que él llama una
mónada.
Eso también es un concepto, él lo crea, ese concepto no existía antes de él, se
pregunta: ¿por qué? ¿Por qué lo crea, es muy bonito, pero por qué lo hace? ¿por
qué dice eso y no otra cosa? Es necesario encontrar el problema, no es que él se
esconda, pero si no lo buscamos un poco no lo encontraremos. Es ese el encanto
de leer filosofía. Tiene tanto encanto y es tan divertido como leer una novela, o
mirar cuadros. Es prodigioso.
¿Qué percibimos cuando leemos? El no creó el concepto de mónada por placer,
sino por otras razones, él coloca un problema, a saber, que todo en el mundo solo
existe plegado.
Por eso escribí un libro sobre él que se llama El pliegue. Él vive el mundo como un
conjunto de cosas plegadas unas a las otras. Podemos retroceder: ¿por qué el
vive el mundo de esa manera? ¿Qué sucedía? Como para Platón, tal vez la
respuesta sea:
¿En aquella época, será que las cosas se plegaban más que ahora?
No tenemos tiempo. Lo que cuenta es esa idea de un mundo plegado, y todo es
pliegue de pliegue, nunca se llega a algo completamente desplegado. La materia
está hecha de repliegues sobre sí misma, y las cosas del espíritu, las
percepciones, los sentimientos, son pliegues del alma. Es precisamente porque
las percepciones, los sentimientos, las ideas están plegadas en un alma, que él
construyó ese concepto de un alma que expresa el mundo entero, o sea, en el
cual el mundo entero se encuentra plegado. Podemos casi decir: ¿qué es un mal
filósofo y qué es un gran filósofo? Un mal filósofo es alguien que no inventa
conceptos, y se sirve de ideas terminadas, emite opiniones. Y ahí él no hace
filosofía, el dice: es eso lo que pienso. Conocemos muchos, incluso hoy, pero en
todos los tiempos hubo opiniones. El no inventa conceptos, no coloca en el
verdadero sentido de la palabra problema, ningún problema. Hacer filosofía es un
largo aprendizaje, en el que se aprende, en el que se es aprendiz de ese doble
campo: la constitución de problemas, la creación de los conceptos. ¿Qué es lo que
mata, lo que hace que el pensamiento pueda ser idiota, débil, etc.?
Las personas hablan, pero nunca se sabe de qué problema ellas hablan. No solo
no crean conceptos, ellas mismas emiten opiniones pero aparte de eso, nunca se
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sabe de que problema ellas hablan. O sea, conocemos, en rigor, las cuestiones,
pero si digo: ¿Dios existe?, no es un problema. No dice: ¿el problema donde está?
¿Por qué propongo tal cuestión? ¿Qué problema está por detrás de eso?
Las personas quieren proponer la cuestión: ¿creo o no creo en Dios? Pero nadie
presta atención si creen o no en Dios, lo que cuenta es: ¿por qué dicen eso, a qué
problema responde? Y qué concepto de Dios ellas van a fabricar. Si usted no
tuviese ni concepto ni problema, usted queda en la estupidez, no hace filosofía.
Eso muestra cuan divertida es la filosofía y la historia de la filosofía, ya que eso es
hacer historia de la filosofía.
No es muy diferente de lo que hay que hacer cuando se está frente a un cuadro o
a una obra musical. Volvamos a Gaugin y Van Gogh ya que evocó sus miedos
antes de abordar el color. ¿Qué sucedió cuando usted paso de la historia de la
filosofía...a su propia filosofía? Sucedió lo siguiente: probablemente, la historia de
la filosofía me había enseñado cosas, o sea, me sentía capaz de abordar lo que el
color es en filosofía.
¿Pero por qué eso se propone? ¿Por qué la filosofía no para? ¿Por qué no para,
por que hay todavía filosofía hoy día? Porque siempre hay lugar para crear
conceptos. Es la publicidad la que se apodera de esa noción de concepto. Ella
crea conceptos con las computadoras. Hay todo un lenguaje que fue robado de la
filosofía. ¿La comunicación? La comunicación. Se debe ser creativo, crear
conceptos. Pero lo que llaman concepto, "crear" es tan cómico, que no hay como
insistir. Continúa siendo tarea de la filosofía.
Nunca me sentí tocado por personas que dicen: la muerte de la filosofía, traspasar
la filosofía, son filósofos los que dicen cosas tan complicadas. Eso nunca me
presentó respeto porque me pregunto: ¿eso qué quiere decir? En cuanto haya
necesidad de crear conceptos, habrá filosofía, esa es su definición. Los conceptos
no están hechos, es preciso crearlos. Y los creamos en función de problemas. Los
problemas evolucionan.
Se puede, es claro, ser platónico, ser leibniziano, incluso hoy, en 1989 se puede
todo eso, se puede ser kantiano. ¿Qué significa esto? Quiere decir que se estima
que algunos problemas, no todos, propuestos por Platón continúan siendo válidos,
con ciertas transformaciones, entonces es platónico, y se utilizan conceptos
platónicos.
Aunque hoy se propongan problemas de otra naturaleza, no hay caso, en que no
haya sino o varios grandes filósofos que tengan algo que decir sobre los
problemas transformados de hoy. Pero hacer filosofía es crear nuevos conceptos,
en función de los problemas de hoy. El último aspecto de esa larga cuestión sería,
es evidente:bien, ¿pero qué es la evolución de los problemas? ¿Qué asegura?
Puedo siempre decir: fuerzas históricas, sociales. Si, claro, pero hay algo más
profundo. Es misterioso. Y no tendríamos tiempo, pero creo en una especie de
devenir del pensamiento, de evolución del pensamiento que hace que, no solo...
no planteemos el mismo problema, sino que no lo planteemos del mismo modo.
Un problema puede ser propuesto de varios modos sucesivos, y hay una
invocación urgente, como una gran corriente de aire, que hace invocar las
necesidad de siempre crear, recrear nuevos conceptos. Hay una historia del
pensamiento que no se reduce...a la influencia sociológica o.... Hay todo un
devenir del pensamiento, que es algo misterioso, que sería preciso definir, que
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hace que, tal vez, no se piense hoy de la misma manera que hace cien años.
Procesos de pensamiento, elipses de pensamiento, el pensamiento tiene su
historia. Hay una historia del pensamiento puro. Hacer filosofía, para mí, es
exactamente eso. La filosofía solo tuvo, siempre, una función. Ella no necesita ser
traspasada, pues tiene una función. ¿Quería decir alguna cosa? ¿Cómo un
problema evolucionó a través de los tiempos? No sé. Debe variar.
Ya que el pensamiento evolucionó....Debe variar conforme cada caso. Voy a tomar
un ejemplo. Voy al siglo XVII, la mayoría de los grandes filósofos.... ¿Cuál es la
preocupación negativa de ellos? La preocupación negativa es impedir el error.
Se trata de conjurar los peligros del error. En otros términos, lo negativo del
pensamiento es que el espíritu se engaña, evitar que él se engañe.
¿Cómo evitar el error? Después hay un dislocamiento bastante lento, y en el siglo
XVIII comienza a surgir un problema diferente. Podría parecer el mismo, pero no
es, es denunciar ya no el error, sino denunciar las ilusiones. La idea de que la
mente cae en el error y está rodeada de ilusiones, es más, que ella misma
produce ilusiones. No siempre cae en errores pero ella produce ilusiones, es todo
el movimiento del siglo XVIII, la denuncia, la superstición, etc. Podría parecer
como una situación del siglo XVII, pero, en verdad el problema que comienza a
surgir es enteramente nuevo. Se puede decir, también ahí hay razones sociales,
etc., pero hay también una historia secreta del pensamiento... que sería
apasionante hacer; la cuestión ya no es evitar caer en el error, sino como llegar a
disipar las ilusiones por las que el espíritu está rodeado.
Y en el siglo XIX, digo cosas simples, rudimentarias a propósito, ¿en el siglo XIX
qué sucede? Es como si algo se dislocase, y hasta incluso se rompiese
completamente, pero es cada vez más, cómo evitar, ¿qué?, la ilusión, no es que
los hombres, como criatura espirituales, no paran de decir estupideces. No es caer
en una ilusión. Es, cómo conjurar la estupidez. Eso aparece claramente en
personas que están en el umbral de la filosofía.
Flaubert está en el umbral de la filosofía, el problema de la estupidez, Baudelaire,
el problema de la estupidez, todo eso. Ya no es lo mismo que la ilusión. Se puede
decir, está ligado a evoluciones sociales, por ejemplo, la evolución burguesa del
siglo XIX, que hizo del problema de la estupidez… un problema urgente. Pero hay
algo más profundo en esas evoluciones... en esa historia de los problemas que el
pensamiento enfrenta, y cuando se propone un problema, nuevos conceptos
aparecen. De modo que, si se comprende la filosofía de ese modo, creación de
conceptos, constituciones de problemas, los problemas, estando más o menos
escondidos, es preciso re-descubrirlos.
Se percibe que la filosofía no tiene nada que ver con verdadero y falso. La filosofía
no es buscar la verdad. Buscar la verdad no quiere decir nada. Se trata de crear
conceptos, ¿y eso que quiere decir? Es constituir un problema. No se trata de
verdad o falsedad, se trata de sentido. Un problema tiene que tener un sentido.
Hay problemas que no tienen sentido, hay problemas que tienen sentido. Hacer
filosofía es constituir problemas que tienen un sentido y crear los conceptos que
nos hacen avanzar en la comprensión...y la solución del problema. Volvamos a
dos cuestiones que le conciernen particularmente a usted. Cuando usted se refirió
a la filosofía con Leibniz, el año pasado, fue lo mismo que usted hizo hace veinte
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años, antes de producir su propia filosofía? ¿Fue de la misma manera? No, de
ningún modo. Puesto que antes yo me servía, realmente de la filosofía,
y de la historia de la filosofía, como un modo de.....como una especie de
aprendizaje indispensable, donde buscaba cuales eran los conceptos de los otros,
es decir, de los grandes filósofos, y a que problemas ellos respondían. Mientras
que ahora, en el libro que escribí sobre Leibniz, no hay vanidad en lo que digo,
mezclé el problema del siglo XX, que pueden ser los míos, con los problemas de
Leibniz. Digo que estoy convencido de la actualidad de los filósofos. Hacer como
un gran filósofo, ¿qué quiere decir eso?
Hacer como él, no es necesariamente ser su discípulo. Hacer como él es
prolongar su tarea, y crear conceptos que tienen relación con los que él creo y
proponer problemas en relación y en evolución con los que él creo. Creo que al
hacer sobre Leibniz, yo estaba en esa vía, en tanto que en mis primeros libros de
historia de la filosofía... estaba en la práctica del color. (2)
Notas
1 - Deleuze. Dos Regímenes de Locos . Ed Pre-textos 2003 trad 2007 pag 18
2- Deleuze. Video Abecedario H de Historia 1988
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