Na - Pro Tecnología: esperanza auténtica ante la infertilidad

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Artículo Original
La incidencia de la infertilidad
ronda el 9% en el mundo occidental
y parece estar en crecimiento.
Resulta bienvenida toda acción
que mejore las tasas de embarazos deseados.
Diversas posturas confesionales
recomiendan confiar el logro de la deseada descendencia
a la Providencia, en la figura de la naturaleza.
Invitan a pueden explorar esta opción
a quienes enfrentan cuestiones de fertilidad
Na - Pro Tecnología:
esperanza auténtica ante la infertilidad
Elena Lugo, Ph.D
Comisión de Bioética Padre José Kentenich
[email protected]
Inmanencia 2015;4(2):71-74
El tema de la infertilidad agobia hoy a muchas parejas. Está de moda. La ciencia actual ofrece numerosas ayudas diagnósticas y técnicas para quien
enfrenta dificultades para concebir. Desafortunadamente algunas opciones dañan a la fertilidad como
expresión de lo que significa como amor matrimonial y respeto a la dignidad personal.
Nuestra intención no es detallar el procedimiento de
la fecundación in vitro y la correspondiente transferencia del embrión artificialmente fecundado,
hecho ampliamente explicado y difundido por los
medios de comunicación. Pretendemos ofrecer una
reflexión crítica en torno a la reproducción desde
una bioética centrada en la dignidad inherente al
ser humano, a la persona, como unidad de espíritu y
cuerpo, y proponer superar la infertilidad a partir de
recursos respetuosos de la dignidad. Nuestro análisis inicia con la identificación de la naturaleza de la
técnica.
I Reflexión crítica
A. Técnica
Entendemos por técnica a una actividad productiva.
Se denomina tecnología (técnica + logos) a la técnica
que está o debe estar bajo la dirección de la razón
instrumental práctica. La razón técnica es instrumental y no ontológica; no está orientada al ser en si
de la realidad, y por eso se regula por consideraciones humanas, individuales o colectivas, de utilidad y
eficiencia. Se distingue por su esfuerzo de manipular
y controlar el objeto de aplicación para maximizar
la productividad. De este modo, no es tan neutral
como se cree. Induce a ver la realidad como lo neutral a ser dominado, el conocer como un recurso de
poder y hacer a la vez que se inclina por evaluar todo
según criterio pragmático: las cosas valen por su función y utilidad para el ser humano .
La razón técnica se inclina a intervenir el orden natural para reconfigurarlo o hacer su síntesis. La intervención puede incluir el reemplazar y sustituir y
puede superar al mero asistir a la naturaleza para
que logre sus objetivos. Es preciso considerar con seriedad que lo que la técnica permite no equivale a lo
que se debe hacer, cuando de la naturaleza humana
o el ser de persona como espíritu-encarnado-sexuado se trata. Esta consigna se hace urgente cuando se
trata de funciones procreativas en vista de la experiencia de amor como unidad y apertura a la vida.
Nos parecen sabias las advertencias de la Iglesia Católica en su Donum Vitae (1987), de posible acep-
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tación por parte de humanistas en general y donde
indica que las nuevas técnicas médicas para el tratamiento de la infertilidad, tienen que respetar tres
bienes fundamentales:
•
el derecho a la vida y a la integridad física
de cada ser humano desde la concepción hasta la
muerte natural;
•
la unidad del matrimonio, que implica el respeto recíproco del derecho de los cónyuges a convertirse en padre y madre solamente el uno a través
del otro;
•
los valores específicamente humanos de la
sexualidad, que exigen que la procreación de una
persona humana sea querida como el fruto del acto
conyugal específico del amor entre los esposos
Las técnicas que se presentan como ayuda para la
procreación «no deben rechazarse por el hecho de
ser artificiales; como tales testimonian las posibilidades de la medicina, pero deben ser valoradas moralmente por su relación con la dignidad de la persona
humana, llamada a corresponder a la vocación divina, al don del amor y al don de la vida».
B. Reproducción técnica
La bioética sustentada en el concepto persona visto
en su totalidad, evalúa el embarazo por medio de la
Fecundación In Vitro (FIV) como una fragmentación
del orden natural y objetivo. La reproducción técnica
en contraste con la procreación natural equivale a
forzar artificialmente o a la manipular la capacidad
fecundante En la FIV la concepción se realiza en un
laboratorio y la mujer se dice embarazada en el momento en que se transfiere a su vientre el embrión
fecundado externamente. El embarazo en su sentido natural queda fragmentado en dos eventos: la fecundación técnicamente mediada y la implantación.
Fecundación y embarazo - integrales a la maternidad
- se separan al no seguir su continuidad natural; se
presentan como dos eventos bajo el control y dominio individual y asistido por un técnico .
Así, en el contexto de FIV, embarazo y concepción no
son equivalentes y tornan ambiguo el pleno sentido de la maternidad. La vida en su sentido natural y
ontológicamente objetivo, iniciada en la concepción
no es tomada en cuenta. Se privilegia la implantación. Es importante reconocer que la designación de
la implantación como embarazo y la identificación
del ser por nacer como pre-embrión desprovisto del
carácter de persona, es promocionada por los investigadores interesados en extraer células estaminales de embriones pre-implantados con fines terapéuticos aun si la medicina regenerativa está aún en
etapa experimental.
Sin duda, la mujer que recibe el implante se transforma en madre cuando elige de forma voluntaria
unirse íntimamente y de modo único a la nueva vida.
Pero la FIV margina la vinculación natural que transfigura ontológicamente a la mujer y afecta dimensiones de su ser espiritual, afectivo, cognoscitivo y
fisiológico desde la intimidad nupcial. El hecho se extiende desde la concepción hasta el alumbramiento
como en toda la vida de su ser madre para el hijo.
La continuidad es aún menos evidente en la experiencia de maternidad subrogada separada de la vinculación nupcial y en el embarazo heterológico por
concepto de aceptación de un embrión fecundado
ajeno a la constitución genética de la gestante y en
la construcción de un útero artificial.1
La reproducción técnica sugiere que la fecundidad
o la capacidad procreativa son eventos biológicos
simplemente sub-personales carentes de significado propio y receptivo de una asignación voluntaria
que les confiere bondad instrumental. En este caso
se trata de un bien para la persona y no un bien de
la persona e inherente a su totalidad ontológica. El
aspecto procreativo de la sexualidad se interpreta
como un bien para la persona en el sentido y hasta el
grado que la persona le otorga valor, finalidad ya que
la procreación en si es una posibilidad biológica que
el ser humano comparte con los animales. Se reconoce tan solo la dimensión unitiva de la sexualidad
como exclusiva del ser persona y como expresión de
la intimidad interpersonal. Evidenciamos una dualidad entre lo unitivo-personal y lo procreativo-biológico reflejo del dualismo clásico de alma y cuerpo.
En esta contexto la maternidad se somete a un criterio subjetivo dominante del embarazo como proceso
biológico, es decir, la mujer no reconoce valor inherente a su corporeidad femenina que sólo cuenta
con valor instrumental dependiente de su voluntad
Así las cosas si surge un embarazo no programado
es un accidente en su proyecto vital, un riesgo de su
intimidad conyugal, o una contradicción a su manipulación personal de la capacidad procreativa.2
La bioética personalista no solo objeta la substitución del procrear por el reproducir y sus correlativos’
madre huésped, embrazo heterólogo sino que brinda una opción inspirada en la totalidad, integridad y
trascendencia del ser persona.
II Propuesta: Na - Pro Tecnología
A. Definición
La Na - Pro Tecnología o Tecnología de la Procreación Natural designa un conjunto de técnicas sustentadas en evidencia científica y experiencia clínica propicias para lograr sus objetivos procreativos
mediante intervenciones que asisten a la naturaleza
humana sin sustituirla.
Na - Pro Tecnología no suprime ni destruye la fertilidad natural. Tampoco ignora las raíces del problema
de la infertilidad. Más bien, supone lo contrario. En
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general, la Na - Pro tecnología busca diagnosticar la
raíz del problema de la infertilidad, coopera con los
ciclos de la fertilidad, y supone una planificación natural y responsable de la familia. Es educativa de la
vida matrimonial, preventiva de enfermedades ginecológicas, y siempre pro vida.
Esta consideración es la que ha animado la investigación y el trabajo clínico del doctor Thomas Hilgers
y sus colaboradores,en St. Louis University School
of Medicine (1976-1977) y desde entonces en la
Creighton University School of Medicine. El doctor
Joseph B. Stanford, Profesor Adjunto de Medicina
Preventiva y de Familia en la Universidad de Utah y
miembro del Consejo de Administración del Instituto Internacional de Medicina Reproductiva Restaurativa ha sido unos de sus colaboradores más importantes.
B. ¿Cómo funciona Na - Pro Tecnología?
La infertilidad es un síntoma de alguna enfermedad
subyacente. Se manifiestan generando un “doble”
efecto: obstaculizan el logro del embarazo y pueden causar problemas de salud a corto y largo plazo
según la causa de esterilidad. Uno de los mayores
defectos en el enfoque actual del tratamiento de la
infertilidad es la persistente falta de voluntad para
enfrentarlo. La infertilidad también conlleva secuelas emocionales significativas. Quienes trabajan en
este campo aceptan que la angustia psicosocial resulta concausa significativa de algunos tipos de infertilidad.
Na - Pro Tecnología propone lograr tasas de embarazo a partir de ciclos naturales. Trata la infertilidad
mediante un enfoques “restauradores”, necesariamente multifactoriales en la medida que responde
y ataca múltiples causas. Investiga y trata, tanto en
la mujer como en el hombre, cuestiones capaces de
alterar la capacidad de concebir a través de una relación sexual. Identifica el problema, coopera con los
ciclos ováricos y de fertilidad, corrige la patología,
mantiene la ecología humana y el potencial procreador. Incluye tratamientos médicos y quirúrgicos. Asimismo, ayuda a la búsqueda del embarazo a través
de la enseñanza los Indicadores de fertilidad en patologías más o menos complejas.
Considera el ciclo reproductivo de la mujer y dentro
del cual intenta detectar y corregir las causas de infertilidad. Efectúa observaciones simples, tales como
el monitoreo del ciclo menstrual o más complejas,
como estudios hormonales de ovulación. Utiliza un
modelo que supervisa los eventos hormonales que
marcan los momentos de fertilidad. El seguimiento
diario de los indicadores permite lograr una tabla
individual para cada mujer. Esta herramienta es útil
para detectar patrones anormales y orienta para
identificar las causas.
La Na - Pro Tecnología también contempla indicadores masculinos capaces de generar infertilidad. A su
descarte se destina el análisis de fluido seminal y el
recuento y calificación del comportamiento de los
espermatozoides. El embarazo es posible aún cuando el recuento de espermatozoides está severamente disminuido (oligospermia). La información obtenida de esta manera es única para cada persona.
C. Procedimientos
Ayuda a la pareja a lograr un embarazo mientras se
mantienen los actos naturales de la procreación.
Evalúa las causas subyacentes de la dificultad para
lograr un embarazo mientras diagnostica e interviene con las causas subyacentes. Ejemplifican este
proceder acciones tales como promover la producción de moco cervical con antimicrobianos o utilizar
inductores de la ovulación como el letrozol en caso
de deficiencia de progesterona,
El seguimiento de los indicadores hormonales,
permite exponer la foliculogénesis y luteogénesis
anormales (desarrollo anormal del folículo con un
posterior cuerpo lúteo anormal). Esto también está
asociado a eventos anormales de ovulación. La aplicación adecuada de la Na - Pro Tecnología puede
normalizar estos patrones, mediante tratamientos
hormonales para regularizar el ciclo, por ejemplo.
También permite observar acontecimientos que anteriormente habían sido ignorados.
Dentro de la Na - Pro Tecnología, el tratamiento de
las causas de la esterilidad puede requerir alguna
intervención quirúrgica ginecológica correctiva específica destinadas tratar la endometriosis, resecar
leiomiomas uterinos, efectuar resecciones cuneiformes de ovarios, liberar de adherencias de ovarios, reconstruir desobstruir las trompas de Falopio
y útero (Hilgers, 2004). Son actos quirúrgicos que
se realizan desde hace años y no son exclusivos de
esta propuesta. La ejecución por vía laparoscópica,
permite ofrecerlo asociado con cicatrices mínimas,
hecho relevante porque se acompaña de escasas
complicaciones.
Ante los problemas para la consecución de un embarazo, las parejas suelen optar rápidamente por
técnicas de fecundación artificial, sin agotar los tratamientos médicos que les pueden permitir tener un
hijo en forma natural.
La difusión de la Na - Pro Tecnología ayudaría a muchas parejas a conocer y valorar su fertilidad, descubrir la causa de la infertilidad, comenzar un posible
tratamiento y lograr el embarazo en la forma más
natural y humana posible.
Conclusiones
La Na - Pro Tecnología representa una esperanza
para responder a la infertilidad conforme al respeto
a la unidad espíritu - cuerpo que la dignidad e in-
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tegridad de ser persona reclaman. La antropología
filosófica de matiz cristiano la entiende como una
intervención técnica al servicio de la humanidad.
La naturaleza humana se presenta como inteligible
y normativa: exige respeto de parte del ser humano
y de su razón técnica. La técnica no debe sustituir,
pero puede asistir para lograr los fines propuestos.
La técnica substituye lo natural cuando interrumpe,
detiene o inicia alguna etapa del proceso natural
procreativo o cuando realiza algún aspecto del acto
marital de modo ajeno a la corporeidad humana.
Asiste en ayuda al acto marital en su causalidad propia e inherente en cuanto ofrece medios naturales
para restaurar la fertilidad u otros que faciliten la
función de los óvulos y del espermatozoide o el encuentro uterino de estos para la fecundación.
La fundamentación antropológica en términos del
ser persona como espíritu-encarnado-sexuado en
apertura y receptividad de otro ser persona subraya
algunas normas directrices:
1) Conserva la unidad intrínseca al acto marital en
su carácter de afecto amoroso y fecundidad, o engendra una persona debe guardar continuidad con
el acto marital en su plena integridad o como expresión fiel del lenguaje de la corporeidad en cuanto
donde amor y don de vida simultáneos.
2) Respeta el “lenguaje”, carácter propio de la corporeidad en cuanto don nupcial, y así conserva la integridad del procrear como generar vida a tono con
la dignidad de las personas afectadas (padre/ madre/ hijo(a), es decir, la objetividad de mantener el
acto conyugal o marital en su carácter propio como
expresión de unidad amorosa y trascendencia del
amor hacia la vida nueva.
3) Custodia la corporeidad en su sentido personalista la cual se experimenta no como mero instrumento de un espíritu, o como contexto de operación espiritual o aún menos como cosa de propiedad a ser
manipulada en su neutralidad moral. La corporeidad
es integral al ser en sí de cada persona. Esta es una
dimensión de las posibilidades humanas, reviste dignidad y refleja el carácter de las decisiones y actitudes interiores. El acto marital muestra en sentido de
donación y comunión que la corporeidad-sexuada le
facilita al espíritu.
4) Genera vida humana o engendra una persona que
guarda continuidad con el acto marital en su plena
integridad o como expresión fiel del lenguaje de la
corporeidad en cuanto don de amor y don de vida
simultáneos. Ello exige que la vida humana se origine del modo más digno y en acorde con el sentido
del ser persona como espíritu encarnado-sexuado,
es decir: como extensión del amor pleno de dos personas en entrega reciproca según descrito anteriormente.
BIBLIOGRAFÍA
1.
William MAY, Catholic Bioethics and the gift of human life, en: Our
Sunday Visitor, Huntington. Indiana, 2000. Pág. 811; / María Luisa
Di Pietro, op cit., capítulo, 8.
2. Ibid
REFERENCIAS
- www.naprotechnology.com
- Pope Paul VI Institute www.popepaulvi.com
- Education Programs www.creightonmodel.com
- FertilityCare™ for Europe www.fertilitycare.net
- FertilityCare™ en ESPAÑOL www.fertilitycare.com.mx
- Donum Vitae www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19870222_respect-for-human-life_sp.html
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